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Violencia de lo escolar – De lo que poco se habla "La violencia simbólica" (página 2)



Partes: 1, 2

-¿Cómo es tu relación con tus
maestros?

-A veces bien y a veces mal. Bien cuando me saco
cosas buenas, cuando me ayudan. Mal cuando le pregunto y dicen
"no puedo" y no están haciendo nada.(alumno
2)

Para Bourdieu la escuela es un
dispositivo de imposición de un "arbitrario cultural"
determinado por las clases dominantes, que reproduce dentro de
las aulas las desigualdades sociales, a través de una
violencia simbólica, que sólo
reconoce como válido al capital
cultural de ese arbitrario, que es legitimado y perpetuado por la
institución escolar. Lain Joxe dice que "la violencia
tiene que ver con el intento de controlar a la sociedad
mediante la centralización del saber"

Si analizamos la violencia en las aulas vemos que
presenta dos perfiles: primero el de la violencia directa,
que está aumentando en forma preocupante en las instituciones
educativas de nuestro país y de todo el mundo. Se
manifiesta a través de diferentes formas de
agresión personal
(física,
psicológica o moral) entre
alumnos, entre docentes,
entre alumnos y docentes, contra personas u objetos o en otros
contextos del entono escolar.

"Peleas, juegos
violentos (te ponen la traba).Un chico quiere matarte si
insultás a la madre. Viste que a veces decís
¡que hijo de…!Te quieren matar, pero vos no se lo
decís a la mamá.

El otro día un chico le rompió la nariz
a otro, afuera de la escuela, porque le sacó la novia.
Todos tenían miedo de separarlos, te pegaban a vos
también.

También una maestra retó a unos chicos
que le sacaban las gomitas a los autos para
venderlas, dijo que se lo iba a decir a sus padres"(Entrevista al
alumno 5)

Otra forma de manifestación es el de la
violencia cultural o indirecta, generadas por las estructuras de
nuestra sociedad que se expresa en todo tipo de injusticias:
sociales, económicas, de género y
es responsable de la desigualdad de oportunidades, de la
inequidad, y es frecuentemente invisible, sutil y envolvente.
Este tipo de violencia indirecta-también llamada
estructural-afecta al sistema escolar,
en tanto afecta a niños
adolescentes,
pues constituye el principal obstáculo entre su nivel de
autorrealización real y su autorrealización
potencial.

"…Violencia es no respetar los derechos del otro. Es no
reconocer valores. Es la
abulia de lo que nos concierne, es la apatía por las
necesidades e intereses del otro. . Violencia también es
vivir en el subdesarrollo,
no tener satisfechas las necesidades básicas, y
primordialmente como acceso a la salud, educación, vivienda,
trabajo digno
y pedir desde lo político que existan comportamientos
adecuados, formales e instruídos." (Docente 1
)

Isabel Fernández menciona que existen factores
relacionados con la agresión escolar, pueden ser
exógenos a la escuela (contexto social, habitus
primario) o endógenos (relaciones interpersonales
que se desarrollan dentro de la Institución, como la
disrupción en el aula (alumnos que impiden el normal
desarrollo de
una clase), los
problemas de
disciplina
(resistencia,
boicot, deasafío o insulto al docente), discriminación, el maltrato entre
compañeros ("bullying", que incluye amenazas y violencia
física).

"Sí, veo situaciones violentas, cuando un
chico de segundo le pega a los compañeros, los escupe, los
ahorca. Cuando insultan mal a los maestros. Cuando rompen los
bancos, las
mesas o útiles de los compañeros. Cuando escriben
los baños. Cuando la maestra grita a un chico. Ah…y
tengo otro más, cuando la maestra golpea con una jarra en
el comedor" (alumno 4)

"La escuela es como un escenario donde están
representadas todas las circunstancias de esta sociedad
tensionada. Hay un aumento de la patología de la acción.
Proviene desde afuera, en forma creciente y es en la escuela
donde se evidencian las conductas violentas…está el que
pega, grita, tira cosas. Pero también está la
violencia invisible, el doble discurso, la
descalificación entre pares o entre docente y
alumno."(Isabel Fernández)

"Golpes, gritos, exigencias antojadizas de docentes,
alumnos y padres, las falta de escucha y de diálogo,
la incomunicación"(Tipos de violencia según la
docente 3)

"Tener que "ejercer pedagogía de puertas del aula hacia
adentro"…¿Qué más?… Es difícil
trabajar así, a veces violento; si no sos tradicional se
te marca y tratan de
menospreciar tu tarea…Pero te queda la satisfacción de
ver la respuesta de los chicos. Te recuerdan no sólo por
el cariño, sino por el aprendizaje que
han incorporado, esto se ha fijado."(Docente1 se refiere a la
violencia ejercida por otros docentes que no coinciden con su
forma de trabajo)

Padres, directivos y docentes deben estar preocupados
por el incremento de distintas formas de violencia en las
instituciones educativas; y analizar el problema desde la
pluricausalidad. J Galtung en su libro "Tras
la violencia
" señala: "el análisis de la violencia resultaría
incompleto si no consideramos al tratar de explicarla la
incidencia de la violencia cultural e indirecta, generada por las
estructuras de nuestra sociedad".

"(…)La hipótesis más habitual que circula
en las instituciones es "La violencia es una patología
individual o familiar a ser tratada"…
En este sentido nos
enfrentamos con una reducción en el manejo de la
categoría violencia, que deja en el ocultamiento,
en la invisibilidad, aquellas condiciones históricas y
sociales que tienen que ver con la producción de situaciones de
violencia."

Podemos encontrar la raíz de la violencia
directa
en la estructura
escolar, sus métodos
pedagógicos y el amplio conjunto de factores de carácter político, económico
y social, fiel reflejo de la violencia indirecta o
estructural.

. . Sancionar es violento, "te sanciono porque no
acatás"…entonces (docente1)

Maestra : Hoy no vino Máximo,
voy a llamar a su casa porque no trajo la autorización
para participar de un encuentro cultural.

Directora: Está bien,
llamá a su mamá porque ese padre que
tiene…¿Qué relación rara con los hijos?
¿no?

Maestra: No sé, según
él no lo deja participar mucho la madre de la crianza de
sus hijos.

(La maestra se comunica con la madre por teléfono)

Maestra: La mamá me dice que
Máximo vino a la escuela, pero está
ausente.

Directora: ¿Estás
segura?

Maestra: Sí, pero vuelvo a ver ,
porque hoy no tengo a 7º.

Directora: Se habrá
rateado.

Maestra: No, Máximo es incapaz.
Es rebueno. Ojalá haya sido eso

Directora: No te fíes de las
carita de santo, son los peores.

Maestra: No, estoy segura, salvo que se
haya asustado por lo del encuentro.

Directora: Bueno, vos asegurate de
ponerle el ausente. El chico a la escuela no entró.
Nosotros nos quedamos tranquilos.

Maestra: Sí, eso no importa,
ojalá que esté bien. Voy a averiguar con sus
hermanos.

(Situación 3 observada en la dirección escolar)

Nuestra sociedad promueve y exalta la competitividad, la supervivencia del más
fuerte, el enfrentamiento y la rivalidad. Modelos
violentos aparecen continuamente en la calle, en el deporte, en el cine, en
Internet.

"El problema macro es social, debemos empezar de
afuera para adentro. Viene desde afuera: violencia en el
fútbol, violencia en las calles, violencia
familiar." (Docente 3)

"No sólo hay diversas formas de violencia sino
que, además, la forma hegemónica, la forma
principal de violencia en cada época es
distinta.

A lo largo de la modernidad, la
forma hegemónica de violencia fue la que se conoce como
violencia instrumental, es decir, una violencia que, de
algún modo, establece la existencia de relaciones entre
los fines y los medios,
mediadas por argumentos de orden más o menos
racional.

Asistimos al despliegue de "nuevas" formas de
violencia que se caracterizan por su desregulación, su
carácter no-instrumental y su disfuncionalidad con
respecto a la existencia misma del lazo social."

La función de
la escuela frente a esta problemática

Nosotros, como educadores, frente a toda esta
problemática, debemos formularnos distintas preguntas:
¿cómo lograr que el espacio escolar sea más
"habitable"?¿qué tipos de valores están
incorporando nuestros alumnos? ¿no será que estamos
propiciando violencia y agresividad a través de nuestros
mensajes? Y ¿qué podemos hacer nosotros, como
educadores ante este panorama?

Como docentes somos muchas veces los protagonistas de
escenas violentas ; a través del humor burlón (
negativo y nihilista), de la exposición
de nuestros alumnos a la ridiculización, de la
utilización de palabras hirientes, minimizando situaciones
y censurando la participación.

Lo que los docentes denominan "indisciplina de clase"
son en su mayoría formas de ejercer violencia, pero
también es un acto de violencia cuando el docente hace
abuso de autoridad
(autoritarismo).

Cuando un alumno ejerce violencia hacia el docente,
existen algunas herramientas
por las cuales el alumno puede ser sancionado, pero resulta poco
probable que un docente (pese a existir herramientas pero en
menor escala) se le
llame la atención siquiera por faltar el respeto a un
alumno.

Otra violencia es la solapada, institucional que se
ejerce desde la escuela, ligada formas de discriminación, poder,
convivencia. El menosprecio hacia el otro, es una forma de
violencia muy común en el ámbito educativo y
engendra consecuencias por demás
drásticas.

(Situación 6. Recreo Escolar. Una maestra
llama a un alumno para conversar)

Maestra 1: Vení Julio, contame…así
que te vas a cambiar a la Escuela privada

Maestra 2 : Qué se va a cambiar
este.

Alumno: -Sí, me sale 400 por
mes

Maestra 2: 400 por mes y le debés plata a
todos los quiosqueros.

Alumno: y bueno, me olvido…

Maestra 2: (se dirige a la maestra 1) yo le di 50 c y
todavía no me los dio, (Dirigiéndose a él)
Conmigo fuiste.

Maestra 1: A ver Julio…¿Por qué no
pagas? Así no van a confiar más en
vos.

Alumno: Sí, bueno, es que me
olvido.

Maestra 2: Sí, además es un tonto; no
tiene para él y después le da plata a sus
compañeros para que sean sus amigos.¿Te lo
devolvió Néstor el peso que le
prestaste?

Alumno: No, no lo reconoce.

Maestra 2: Ese es un codito (Hace un gesto
agarrándose el codo). No le sacás ni un peso
partido por la mitad. Y vos sos un salame con pelos, avivate .
Los amigos no se consiguen con dinero. El
día que no tenés más dinero no tenés
más amigos.

Maestra 1: que sean tus amigos porque te quieren,
sino para qué te sirven.

Distintas formas de violencia y agresividad se impregnan
en la sociedad y es en éste ámbito donde les toca
vivir a nuestros alumnos. Si bien por un lado la agresividad
puede ser la expresión de factores relativamente
independientes de la escuela (problemas personales, influencia
del grupo de
amigos, o de la familia),
por el otro, debemos admitir que existe una estrecha
interrelación entre los problemas
sociales, familiares, escolares y personales en el origen de
la violencia.

Mencionaremos algunos indicadores
que permitirán avanzar en el análisis del
tema.

Padres y maestros, adultos en cuestión, debemos
aceptar que podemos estar siendo demandados, se nos está
enviando un mensaje, aceptar la suspensión de la lógica
que afirma que la escuela y la familia son
ámbitos de referencia para los chicos.

Somos conscientes que la violencia ha entrado a
la escuela, al decir de la Revista Viva
"La violencia hace escuela", aquí se producen
varias manifestaciones de comportamiento
antisocial. "Las escuelas se convirtieron en espacios sociales
donde repercute sin filtros una realidad social, no son templos
del saber como en otras épocas…Y los docentes
están sobrepasados" . "Para que el maestro pueda cumplir
su rol específico sería importante que otras
instituciones que rodean a la escuela se hagan
cargo…Especialistas en Nutrición, Deportes, mediadores culturales,
trabajadores sociales, psicólogos… El maestro
está muy solo y las instituciones desbordadas. Los
maestros tienen que enfrentar nuevas problemas de una complejidad
inédita con los mismos recursos".

No leí el artículo de la Revista,
pero el título ya es tendencioso. Destaca la
problemática "violencia" en las escuelas con una
redacción que parece legitimarla.(docente
5 entrevistada)

La violencia…"altera el humor, destempla
el ánimo, a veces impide el trabajo,
requiere un trabajo íntimo de análisis de la
situación y reacomodamiento
constante."(docente3)

"Carga de energía negativa las funciones.
Oscurece las posibilidades de reaccionar en forma
democrática, cuando el grupo docente no acuerda formas
de conducir al alumnado. La violencia necesita para ser
combatida, diluida: una práctica diaria y constante por
parte de los adultos (padres, comunidad
educativa en general."(docente 2)

La escuela debe tener un rol activo y protector sobre
fenómenos conflictivos. "El denominado incremento de
la violencia
en el capitalismo
tardío no se produce por la existencia de conflictos y
problemas sino por los intentos de suprimir radicalmente los
conflictos y problemas"

Si bien las causas sobre el problema de la violencia ,
según lo expresado en párrafos anteriores son
pluricausales, debemos visualizar las propias condiciones
escolares, propicias para la creación y reproducción de actos de
victimización, así también como aquellas
"condiciones protectoras" ante la violencia.

Podemos analizar el tema de la violencia escolar
desde dos miradas : Dan Olweus a través de su libro de
Conductas de amenaza y acoso entre escolares
analiza las causas de este problema desde la función que
deberían cumplir distintos miembros de la
Institución Escolar y propone métodos eficaces para
contrarrestarlas y prevenirlas. Observó que la violencia
escolar no era igualmente observable desde distintas
perspectivas (alumnos, docentes), el "bullying" no era observado
por profesores y docentes como una relación de
victimización.

Silvia Duschatzky y Cristina Corea en su libro
Chicos en banda: los caminos de la subjetividad en el
declive de las instituciones,
habla de la necesidad de
los chicos de construir nuevos territorios de experiencias
subjetivas como" las bandas" ante la pérdida de
credibilidad en las posibilidades de producir subjetividad de la
instituciones como la familia y la escuela. "Habrá escuela
donde haya algo que fundar", donde se creen nuevas posibilidades,
creando las condiciones que habiliten un por-venir, un nuevo
tiempo."

"(…) Las nuevas transformaciones
histórico-sociales, con sus efectos sobre la subjetividad
humana, nos enfrentan con un tipo de sujeto que no funciona como
funcionaba el sujeto moderno, que tiene otro modo de
funcionamiento, que tiene otro modo de regulación de su
goce."

La violencia , desde la cotidianidad:
construcción de
subjetividades

Dan Olweus, en su libro Conductas de acoso y amenaza
entre escolares
se refiere específicamente a la
violencia escolar, ataca el problema desde la responsabilidad que le atribuye a la
Institución Escolar donde se crean condiciones necesarias
que favorecen el problema de la agresión, puntualmente
habla del "bullying"-acoso escolar. Es desde aquí donde
deben buscarse medidas preventivas, hacia una posible una
solución y se actúe como efecto de control o
moderación.

"La violencia puede ser observada como una
relación social que inaugura un proceso de
victimización, es decir que ocurre en la forma de una
distinción entre víctima y víctimario. El
victimario adquiere su conducta de tal,
diferenciándose de la víctima por medio de la
imposición abusiva de un diferencial de poder, que puede
provenir de una status, prestigio social, fortaleza física
o psicológica, cuya aceptación no ocurre por la
apelación a un reconocimiento legítimo de tal
superioridad, sino por la subyugación al otro"

(Olweus).

La agresividad se relaciona con el vigor de fuerzas
compensatorias: actitudes,
costumbres, conducta del personal de la escuela. Los
profesores
son factores decisivos para la prevención y
el control de actos de intimidación y para la
reorientación de estas conductas por canales más
aceptables socialmente. También son decisivos para la
prevención los alumnos que no participan de este tipo de
conductas y padres.

Olweus realizó análisis cuantitativos
sobre el problema de agresividad intimidatoria entre escolares,
en la década del 70 en Suecia, extendiéndolo a los
países escandinavos. Comprobó cómo se fue
agravando en los últimos años el problema del
bullying. Este problema no se relaciona con las grandes ciudades,
ni con el tamaño de la escuela y el aula; no se relaciona
con alumnos con fracaso escolar, ni con las condiciones sociales
y económicas (aquí hace una aclaración ya
que en los países donde investigó la
problemática no existe una gran brecha entre ricos y
pobres, hay relativa homogeneidad); las formas de violencia se
pueden relacionar con lo individual , lo familiar y
también con formas institucionales que crean un campo
propicio para que se establezca el problema.

Cuando habla de bullying se refiere al tipo de
agresión intimidatoria que sufre un alumno cuando es
agredido o se convierte en víctima, cuando está
expuesto de forma repetitiva y durante un tiempo a distintas
formas de agresividad ( hostigamiento, violencia física,
verbal, gestual, o a la exclusión del grupo) llevadas a
cabo por uno o varios alumnos. Existiendo un desequilibrio de
fuerzas, una relación asimétrica de poder entre la
víctima y el victimario.

-¿Por qué creés que a veces te
dejan solo?

-Porque debe estar peleado conmigo, porque no lo hago
sentir bien, porque no les presto cosas, porque ellos siempre te
piden. Entonces tengo que prestarles o hacer lo que ellos quieren
así los hace sentir bien y vuelven a ser mis
amigos.

-¿Pensás que está bien que te
hagan eso?

-No, no está bien, pero yo les hago caso para
no quedarme solo.

¿Te amenazan?

-Sí. Si no les presto me carga y se enoja y me
dice que me va a pegar afuera. Como son varios, los veo
poderosos. Pero cuando están bien somos
compañeros.

-¿Les tenés miedo?

-Sí, pero termino haciendo lo que él
quiere para no tener miedo.

Ese grupo siempre amenaza a otro. Lo respetan porque
es su forma de ser.(Alumno 3)

La victimización como acontecimiento aislado
tiene, cuando ocurre en determinadas condiciones, una alta
probabilidad
de trascender de este carácter esporádico e
inaugurar un proceso sistemático, recursivo y acumulativo,
lo que se denomina" círculo social de la
violencia
".Se genera una repetición por parte de la
víctima.

El énfasis no hay que ponerlo en la
responsabilidad del estudiante. Hay que implicar a profesores y a
padres para que establezcan nueva autoridad, la falta de
disciplina ha traído consigo un aumento de conductas
delictivas.

"El término disciplina se refiere al orden
necesario para poder aprender, y su aparición como
concepto
está asociada al aprendizaje
." (Guillermo Jaime
Etcheverry)

Las instancias más comunes de violencia escolar
pertenecen más bien al "punto ciego" de la misma escuela
en su auto-observación (padres, profesores,
alumno). Muchas veces al adquirir el carácter recursivo y
permanente, la violencia se vuelve parte de las condiciones
normales de la escuela".

Ninguno de los maestros entrevistados, para la
elaboración de este trabajo de investigación, reconoce el hostigamiento o
acoso entre compañeros, como actos de violencia observados
en sus prácticas escolares. (El estudio de Olweus, en
escuelas primarias y secundarias de Noruerga, entre 1983,1984
revelaba que uno de cada siete chicos estaba implicado en
problemas de agresión-como agresores o
víctimas.)

"La falta de reconocimiento, la falta de pertenencia,
la descalificación por poseer una mirada diferente frente
al abordaje de situaciones y resoluciones de conflictos. Falta de
comunicación entre el personal docente y no
docente. La falta de compromiso"(tipos de violencia-docente
1)

"Golpes, gritos, exigencias antojadizas (de docentes,
alumnos y padres), las falta de escucha y de diálogo, la
incomunicación".(docente 3)

"Violencia en el juego, en el
trato entre pares y no pares, estallidos por una interpretación errónea de lo dicho
actuado o actuado por otro. Abandono y despreocupación de
los padres. Falta de interés
por las particularidades y problemáticas individuales de
los niños. Vocabulario grosero y desacalificador entre
ellos. Falta de comunicación en todos los
sentidos."(docente 5)

Olweus comprobó que los profesores hacían
poco casi nada para detener la intimidación en las
escuelas, opinión que compartían agresores y
víctimas. Cuando actuaban, tanto ellos, como los padres, a
través del diálogo y el acompañamiento, los
hechos disminuían.

Los maestros ¿conversan con estos chicos sobre
las actitudes que adoptan con los demás?

-Para mí hay una maestra que sí, se da
cuenta de lo que hacen. Cuando ve que ese chico está por
pegar le dice que le va a poner mala nota.

A mí me dan consejos, que no me junte, que me
separe.

¿Creés que esa es una
solución?

-En realidad no, porque si ellos me defienden no me
separo. Habría que estar un buen tiempo con ellos decirles
que se tranquilicen.(Alumno 3)

La mayor parte de las agresiones se dan dentro de
la institución escolar. Los alumnos que recibían
acoso fuera de la escuela recibían menos auxilio de sus
compañeros. Los más jóvenes y débiles
(baja autoestima,
debilidad física, aislamiento, protección excesiva
de la familia) están más expuestos a la
agresión por parte de los agresores (impulsividad,
necesidad de dominio y poder,
hostilidad hacia el entorno –condiciones sociales o
familiares)

"…El otro día un chico le rompió la
nariz a otro, afuera de la escuela, porque le sacó la
novia. Todos tenían miedo de separarlos, te pegaban a vos
también"(alumna 5)

Las chicas suelen recurrir a formas de hostigamiento
más sutiles e indirectas como la difamación, el
rumor, la manipulación de las relaciones de amistad.

Pero si miramos nuestra situación actual, en las
aulas de nuestro país, se multiplicaron las agresiones
físicas entre chicas. "Están cambiando los
arquetipos ligados al género, a relacionar la violencia
con lo masculino y poner a la mujer en una
posición más tierna y contenedora. Los tiempos son
otros y muchas veces la sociedad fuerza a las
mujeres al falso dilema donde ejercer la violencia es ejercer
paridad de derechos con los hombre"

"Algunos son cargosos, te molestan y pegan…yo lo
paro. Le
hablo. A veces a la fuerza si me pegan o me hacen algo que no me
gusta…No soy de tanto pegar. Soy de avisar."(alumna
5)

Duschatzky y Corea realizaron un estudio con chicos
marginales de Córdoba, comprobando que la escuela no
está en el discurso de estos chicos, la escuela no deja
marcas. Se ha
desarticulado la lógica en torno a la figura
significativa del Estado, "en
la escuela se forjan los
ciudadanos, la familia es la
primera dadora de sentido
". El Estado cae
y arrastra con él a toda la arquitectura
institucional construída a lo largo de varios siglos. Ni
la familia, ni la escuela pueden sustraerse de esa caída.
La familia- en muchos casos- es hoy el contexto donde se producen
los maltratos y agresiones que sufren los
niños.

"Sí, ha aumentado la violencia: los que llevan
armas,
cuchillos. Porque cada vez ven más a los padres que se
pegan, cuando pierden el trabajo, cuando van a los bares a tomar
se ponen en pe…vuelven y le pegan a la mujer. Toman para
olvidarse de las cosas. Se descargan con las mujeres y con los
hijos."(alumno 2)

En este declive de instituciones de pertenencia, que
otorgaban sentido y construían un lazo social, que
formaban un ciudadano con un sistema de valores consagrado, que
conformaban a través de la familia una matriz
regulatoria de la sociedad, se manifiesta la expulsión. El
texto nombra a
chicos marginales expulsados del orden social ("desaparecido" de
los escenarios públicos y de intercambio) y no como
excluídos. "El desplazamiento del Estado Nación
a la lógica de Mercado crea un
estado de situación que supone integrados y
excluidos".

El Estado deja de tener función de enlace y
organizador de lo simbólico, se produce un desfondamiento
del concepto de subjetivación clásica (moderna) y
la subjetividad pasa a constituirse en la experiencia, sin una
referencia ordenadora.

Esta nueva subjetividad se construye hoy en territorios
sin tradición y sin futuro, como las bandas de los
chicos
, aquí encuentran un lugar, lo habitan
familiarizándose con sus códigos, dentro de una
trama social que los ha expulsado. Aquí la violencia se
presenta como un modo de relación que aparece en
condiciones de impotencia instituyente de la escuela y la
familia, es decir en una época en que parecen haber tenido
potencia
enunciativa los discursos de
autoridad y el saber de los padres y maestros, que tuvieron la
capacidad de interpelar, formar y educar en tiempos modernos.
Tanto la figura materna o paterna como el lugar de la escuela se
encuentran despojados de autoridad. Cuando hablamos de
destitución de la escuela es que se percibe una
pérdida de credibilidad en sus posibilidades de fundar
subjetividad.

Entonces recurren a la violencia como una forma de
sociabilidad, de expresión, una marca de reconocimiento,
un modo de estar "con" los otros, o de buscar a los otros, una
forma incluso de vivir la temporalidad. Al no haber
institución portadora de ley
simbólica –en tanto límite, posibilidad- la
violencia no opera como trasgresión. La violencia en la
escuela puede ser leída como síntoma de agotamiento
del dispositivo pedagógico moderno. La violencia en la
escuela es un fuera de lugar, una
irrupción.

Así se va construyendo la subjetividad de estos
chicos, en situación, por fuera de los dispositivos
institucionales modernos.

Desaparecieron de la escuela algunos tipos subjetivos,
posiciones de enunciación, recursos y lógicas. La
destitución puede ser procesada y habitada mediante
operaciones de
invención para vivirla. Este es nuestro desafío, y
nuestra tarea, para que la destitución no se transforme en
un derrumbe. Necesitamos un modo de implicación de los
maestros a través de la intervención
dialógica, para así poder habitar el territorio de
nuestros alumnos.

"Hay maestros comprensivos. Pero hay otros que se van
por las ramas, a ellos no les diría. Te hacen un discurso
de mil horas y después te gritan, siempre quieren tener la
razón, se siente superior a vos y así no le
querés hacer caso."(alumno 2)

Formas de
prevención institucionales

Cómo podemos prevenir estas situaciones violentas
dentro de la escuela. Dan Olweus elaboró un programa de
prevención del tipo de violencia (bullying) . El objetivo es
crear un clima escolar
positivo donde no se acepte el bullying (como algo natural al
crecimiento del niño, que le permite defenderse por
sí mismo) que haya menos posibilidades de acoso, "si el
profesor no
interviene el agresor se ve recompensado"

Entre las medidas a tener en cuenta: supervisión de recreos, momentos de libre
actividad, fomentar una cultura de
ayuda a las víctimas, destacando la responsabilidad del
testigo de informar y organizar reuniones entre el profesorado y
los alumnos para que poco a poco se poco se internalicen reglas.
En caso de detectar acoso, tomar conocimiento y
seguimiento del agresor."No es fácil cambiar la
personalidad básica de una persona, pero
sí su conducta."

En este declive de las instituciones, los maestros
debemos ser sujetos susceptibles de construir nuevos modos de
pensar la práctica educativa, en sentido estrecho,
cómo construir sentido donde hoy no lo
hay.

La infancia se
terminó para estos chicos, los niños tienen vida de
adultos, están constituídos como adultos. La
expulsión social es también una expulsión
del terreno de la infancia. Ante esta situación
Duschatzky-Corea propone una intervención creativa, mirar
el mundo hacia el futuro, las instituciones ya no serán lo
que eran, qué inventamos con lo que tenemos ahora para
emparchar y empezar a reconstituir el sentido que le da a la
existencia una institucionalidad en la cual
inscribirse.

Sobre la destitución de la Infancia, Ignacio
Lewkowrcz dice que destituídas las instituciones que
fundaban la infancia, sólo quedan chicos y el trabajo de
vincularse con ellos es casi artesanal y angustiante. Debemos
dejar de lado los supuestos que deben traer los chicos, el
niño debe llegar a la escuela bien alimentado, con pautas
de comportamiento…
Hoy la distancia entre lo supuesto y lo
que se presenta es abismal. Lo que la institución no puede
el agente institucional lo inventa, inventan operaciones para
habitar situaciones institucionales, para que no se vuelvan
inhabitables."

"Trabajo transmitendo en el día a
día, una práctica pedagógica que colabore
a transformar las acciones que
dejan marcas de violencia: con los valores,
gestos, diálogos y planteo de situaciones diferentes
como alternativa al insulto, al golpe, al desprecio por la
salud, por la vida".(Docente 1)

"Si uno dice- se supone que debería…- y
opera en base a esta suposición, termina abandonando al
chico y también a unos mismo porque de ese modo se
construye como docente, como psicólogo o como
padre."(Lewkowicz, Ignacio)

"… En cuanto a los compañeros de
trabajo…Algunos son indiferentes a los problemas de los chicos,
no los escuchan, no crean confianza al chico porque minimizan
todas las cosas que les dicen, por lo tanto no todos están
preocupados por parar el tema de la violencia, su trabajo es
pedagógico y nada más."(Docente 5)

A través de tres categorías propuestas por
Duschatsky-Corea podemos analizar los diferentes modos de habitar
la caída del dispositivo pedagógico:

  • la desubjetividad (no poder hacer nada diferente con
    lo que se presenta, no hay esperanza de progreso, hay una
    desubjetivación del trabajo de enseñar, el
    problema de impotencia enunciativa no es de las personas sino
    de los dispositivos)

"…todo sigue igual, no tengo esperanzas, por
ahora, de que pueda cambiar"(Docente 4 refiriéndose a la
situación sobre violencia escolar)"

-"Indiferencia."- es lo que siento ante el apoyo
que debería tener de autoridades y familia"(Docente 4
)

"Yo hablé en artículos, con
autoridades, etc."todo sigue igual, no tengo esperanzas, por
ahora, de que pueda cambiar"(docente 4)

  • la resistencia (abroquelamiento en representaciones
    que han perdido la capacidad de nombrar a las condiciones
    actuales. Negación a dejarnos alterar por lo nuevo, que
    no supone necesariamente lo bueno. Los niños ya no son
    lo que eran: respetuosos, disciplinarios, estudiosos; porque
    perdieron eficacia las
    instituciones que hicieron posible ésto)

Muchas veces este repliegue, puede llevarnos a una
violencia sistemática. Estratificamos a nuestros
alumnos en base a lo que deberían ser, ignoramos las
diferencias individuales y dispensamos un trato homogéneo.
Las políticas
y prácticas pedagógicas excluyentes y el castigo
impiden el aprendizaje y
también pueden favorecer un clima de violencia. "Los
chicos de hoy, ya no son los chicos que eran…"

"No creo estar capacitada para resolver este tipo
de problemática, exceden lo escolar y nuestra
preparación es pedagógica, aunque intentemos
abarcar otros ámbitos de la psicología y la
sociología"(Docente 5 refiriéndose
a cómo enfrenta casos de violencia).

"Al tener que atender permanentemente conflictos,
entre alumnos se diluye el rol específico de docente
(lengua-sociales) para pasar a ser mediadora,
contenedora y árbitro. Funciones que han pasado a ocupar
una parte importante y concreta del tiempo de clase. Con el
consiguiente desgaste del rol específico.

Yo no soy asistente social y actúo como
asistente social; yo no soy psicóloga y actúo
como psicóloga; si quieren esto que me preparen. Cuando
elegí trabajar de docente mis funciones eran otras, todo
pasa por nosotras. Esto desgasta y a veces violenta." (docente
5)

  • la invención (el lugar de producir algo con lo
    real, de producir nuevos posibles, de producir aberturas que
    desborden las condiciones de imposibilidad. A través de
    una posición ética,
    buscar a partir de una situación una posibilidad hasta
    entonces inadvertida. El enemigo de la
    educación es la idea de lo definitivo, irreversible,
    la impotencia. Intervenir, alterar, abrir una brecha a
    través del lazo que se crea con los chicos. Introducir
    formas inéditas con capacidad de alterar nuestra
    posición de educadores como la de los sujetos que
    transitan por las escuelas a la espera de que alguna cosa
    acontezca)

"La violencia necesita para ser combatida, diluida:
una práctica diaria y constante por parte de los adultos
(padres, comunidad educativa en general) para demostrar con
claridad acciones pedagógicas que valoricen a las
personas como sujetos de derechos, esto contribuye a la
transformación de la violación de la
condición humana y por ende a contrarrestar la
violencia"(Docente 2)

"A los docentes se nos juzga por accionar de tal o
cual forma, de abordar y enfrentar esta problemática,
sobre todo aquellos docentes, cuya postura es "imparte
educación", y no el de coordinador u orientador. Es
más fácil trabajar en el orden y prolijidad desde
lo que se ve solo con los ojos, pero es sólo tapar
agujeros, que con el tiempo quedan expuestos y siguen sin ser
resueltos. Trabajar de esta forma más abierta,
más saludable para el docente y el alumno supone
enfrentar desafíos diarios que no todos están
dispuestos a aceptar, a elaborar, incorporar y resolver. En
tiempos cronológicos, a mayor o menor plazo, de distinta
manera de abordaje y resolución de un mismo tema, los
resultados son mucho más óptimos y los
niños sienten el reconocimiento, la valoración,
el respeto, la pertenencia, que les asegura una conciencia
del problema, autoconocimiento y
autorregulación"(Docente 1)

"La sociedad sufrió cambios profundos y surgieron
problemáticas muy diferentes de aquellas en las que la
mayoría de las docentes se formaron. Debemos desarrollar
estrategias para
enfrentar estos desafíos y darles la contención
para enfrentar contextos difíciles. Es necesario abordar
la necesidad de apoyo y capacitación de los docentes. "(Daniel
Filmus)

"Desde la escuela existe una verticalidad que no
permite generar estos espacios. Todo funciona muy atomizado.
Bajo paradigmas
del "todo está bien, prolijo y ordenadito", el discurso
del doble mensaje, la falta de comunicación. La
comunidad educativa tiene escasa participación, los
padres no se acercan a la escuela, se observa una especie de
abandono del alumno a expensas de la escuela, pero ésta
tampoco convoca. El que se acerca y se involucra es tildado de
pesado, de loco, de incoherente, de
problemático."(Docente 1)

"Cada uno puede aportar conocimientos, nuevas
estrategias y actitudes para amortiguar o revertir situaciones
violentas pero todo es insuficiente si se actúa en la
parcela mínima del aula-intragrupo-Es más eficaz
construír redes para conocerse y
entenderse Inter. Grupos
escolares.

Convivir con los otros merece un buen manejo de los
recursos humanos de ambas partes.

Todo se compone en relación con el otro, con
pequeños grupos y con la sociedad en
general.

No basta que un docente o algunos docentes poseamos
estrategias para encauzar episodios de violencia. Lo eficiente
para enfrentar este tema es la RED CONSCIENTE, CON
CRITERIO que se realimente diariamente en las instituciones
familiares y escolares."(Docente 2)

El Ministerio de Educación, respondiendo a su
función de elaborar políticas públicas de
prevención y abordaje de la violencia en las escuelas ,
creó el Observatorio Argentino de Violencia en las
Escuelas junto con la UNESCO y la Universidad
Nacional San Martín, para sumar esfuerzos en el estudio de
este problema, contribuir a la consolidación
democrática de las escuelas y a la

construcción de espacio de ciudadanía. Los objetivos
son:

  • Integrar un núcleo de investigación en
    el área de la violencia en las escuelas;
  • Implementar un centro de información y documentación especializado en la
    temática y contribuir a la elaboración de
    políticas públicas de prevención y
    abordaje de la violencia en las escuelas."(Daniel
    Filmus)

"Seguimos sin consultar al docente. ¿Para
cuándo la verticalidad invertida? (De abajo hacia
arriba) y afirmo: LA ESCUELA Y LA FAMILIA NO SON
DEMOCRÁTICAS.

No todo puede ser consensuado. La responsabilidad
del grupo y las decisiones son del adulto. Si vos querés
actuar igual con personas que no son iguales, no es posible "no
se puede dar nunca la igualdad de
la democracia",
siempre hay alguien que cuenta con más
poder.

La familia corre por cuenta del adulto, no del
chico. (Docente 3)

"El hecho concreto es
que tampoco existen redes de capacitación desde lo
psicosocial, parecería que desde el Ministerio de
Educación, las políticas de prevención y
abordaje, contemplan al educando de forma fragmentada, como si
pudiera aislarse lo cognitivo de lo emocional, se habla mucho
de alfabetizar cognitivamente, pero nada de alfabetizar
emocionalmente. Faltan cursos, faltan capacitadores que dejen
el enciclopedismo y bajen a las necesidades actuales y
reales"(Docente 1)

Los programas para
que puedan tener resultados exitosos deben operar partiendo de
los cambios socio-históricas que se produjeron en lo que
fue el Estado-Nación.
Las formas de subjetividad vinculadas y producidas a partir de
ese modo de organización institucional, principalmente
a través del modo de subjetivación que ha sido
nombrado "individuo-ciudadano", se han alterado y desde este
reconocimiento es que debemos partir para cualquier intento de
intervención

Hacia la construcción de un orden
democrático

Nuestro desafío es reconocer en nuestros alumnos
en su condición de sujetos de derecho, es decir
derecho a participar, a ser escuchado y a ejercer un rol activo
en los hábitos de socialización que los contienen. "Demos
al niño la confiada posibilidad de construírse
desde su experiencia en el mundo" (Carl Rogers
). A
través de recursos educativos que fomenten o restauren esa
frágil condición de la naturaleza
humana, condición necesaria para el ejercicio de la
capacidad de valoración del ser como persona, en la
difícil obra de respetarnos mutuamente, escucharnos y
dialogar.

Desde nuestro rol docente es necesario el "tacto
pedagógico
" una orientación consiente en cuanto
a la forma de ser y actuar con los chicos. Es una posición
activa en las relaciones. Se pone en evidencia
mostrándonos abiertos a las experiencias del niño,
adaptándonos a su subjetividad.

En un artículo "Hablando de la infancia" Eduardo
Zabatel se refiere a la necesidad de generar la confianza en el
otro: Cuando el otro pasa a ser un enemigo potencial; cuando
las instituciones agotándose en sí mismas, no
responden por su función social; cuando prácticas o
valores constructores de sentido dejan de orientarnos por
posibles caminos, entramos en un terreno socialmente complicado,
de atomización, donde lo común se deshilacha, el
otro se vuelve un extraño conocido; prevalece una
desconfianza a priori, está en jaque el tejido
social."

En este declive de las instituciones, los maestros
debemos ser sujetos susceptibles de construir nuevos modos de
pensar la práctica educativa, en sentido estrecho,
cómo construir sentido donde hoy no lo
hay.

"Una escuela es una apuesta por la vida y por el
futuro. Aún en difíciles condiciones, enfrenta el
desafío de renovar su compromiso con la convivencia, con
el .diálogo, la razón y los valores
éticos."(Daniel Filmus.)

"El tema de la convivencia suele ocupar una parte
importante de las energías en la escuela. Esta convivencia
"con extraños", nos obliga a compartir lugares y
sentimientos con gente que quizá no elegiríamos
para ser amigos, es un modo de socialización muy
importante, este "vivir con extraños" define las sociedades
democráticas modernas. Los derechos de cada uno no se
articulan como un orden geométrico en el que todo encaja,
hay superposiciones, desajustes, tironeos. Entender esto, pero al
mismo tiempo encontrar formas de convivencia pacífica y
enriquecedora con los demás, es un aprendizaje
fundamental.

La convivencia se organiza en torno a un cierto orden y
aquí encontramos de lleno la dificultad de los adultos de
establecer un orden democrático en la escuela. En
Argentina la imagen de la
justicia
corrupta e ineficaz y la impunidad de
varios criminales, socava la confianza en la ley y la justicia.
En ese contexto, se vuelve mucho más difícil para
los adultos decir la ley y establecer un orden que sea
democrático y legítimo ¿Quién se
anima a afirmar que hay normas que
debemos respetar en la escuela, sin considerar que en otros
contextos se violan cotidianamente?¿Quién se anima
a marcar fronteras taxativas entre las buenas y malas conductas,
cuando afuera de la escuela esas fronteras se desdibujan todo el
tiempo, cuando hay hambre, urgencias y dolores difíciles
de tolerar? Un primer paso es volver a instalar la
convicción de que es necesario un orden
democrático. El docente debe conservar el compromiso
ético con el bienestar de los chicos. Establecer otra
relación con la norma y la ley, porque ellas son las que
finalmente garantizan que podamos convivir seres distintos. Un
segundo paso es desligar de la cuestión de la convivencia
de la preocupación por la in-disciplina y pensar el orden
disciplinario como un orden político-pedagógico,
que promueva que los alumnos, pero también los docentes,
los directivos y hasta los funcionarios, puedan "tomar la
palabra" tanto en los contenidos que se enseña como en la
sociabilidad cotidiana".

Desde la escuela se debe crear el ámbito propicio
para las transformaciones profundas, en tanto se experimenten
acciones conscientes." El docente debe de su vocación el
compromiso ético con el bienestar de los chicos"(Tenti
Fanfani). Para Freire el docente debe caracterizarse por la
coherencia entre el discurso y la acción.

"A veces los maestros no dicen nada, o te dicen
-¡bueno basta, sentate!-Que ya están cansados de
tantos problemas, por eso yo no les digo mucho. Otras tratan de
calmarlos. Lo calman, puede haber una maestra que habla
tranquilamente y otra que le grita y no le hace ver las cosas
como son"(alumno4)

Debemos estar para acompañar, ayudar, facilitar
la "cultura del desorden" en una "cultura del cuidado. La tarea
educativa es una tarea de mucha involucramiento, de mucha
implicancia personal, los cambios sobre estas cosas implican
cambios personales, son los más difíciles de
operar, porque atacan matrices de
aprendizajes profundas, dimensiones no conscientes, formas de
trabajo y de trato y relaciones con los demás muy
establecidas. Tenemos, los docentes, que estar atentos para que
el funcionamiento de las interrelaciones personales en la
escuela, pueda ser sano y así crear
reaseguros".

Destituída la infancia, las situaciones
infantiles debemos armarlas entre dos, dos que se piensan, que se
eligen, que se cuidan, que se sostienen mutuamente. Ya no se
trata de fragilidad por un lado y solidez por otro, somos
frágiles ambos.

"Hay maestros comprensivos, con ellos me siento muy
bien. Me entienden, son rebuenos. Pero hay otros que se se van
por las ramas, a ellos no les contaría nada. Te hacen un
discurso de mil horas después te gritan, siempre quieren
tener la razón, se siente superior a vos y así no
le querés hacer caso."(alumno 2)

Conclusión

Una mirada al interior de las Instituciones nos permiten
dar cuenta de que lo que sucede en ellas no es ajeno a lo que
pasa afuera, la escuela es un reflejo de la sociedad, y esto lo
reconocemos todos y cada uno de los miembros que trabajamos en
ella. Las desigualdades sociales, culturales, económicas;
la lucha por el poder, la fuerza del sometimiento hasta llegar a
la reducción, nos afecta y no podemos dejar de creer que
es posible que cada uno desde su lugar pueda lograr un
cambio

Un nuevo contexto socio-histórico: nuevos rumbos
determinados por la adopción
de políticas neoliberales nos dejaron al margen de la
protección del Estado, determinaron la "expulsión
social" de unos muchos, quedando una clara conciencia de
desamparo por "las faltas" que se
traducen en la falta de trabajo, de respeto a la ley con la
consecuente paralización de derechos sociales adquiridos,
la falta de oportunidades, de vivienda, de cuidado de la salud,
de educación, de un espacio propicio para que los sujetos
puedan construir significados en relación con el mundo. Y
"tantas faltas" pueden ser el campo propicio para manifestar
distintas formas de violencia, que desde la percepción
general en la actualidad viene creciendo y parece no
detenerse.

Las distintas instituciones entraron en crisis. Las
experiencias vinculares del entorno familiar se alteraron. La
familia como espacio de contención, de formación,
ha sufrido cambios y perdió significatividad. Los padres
no acompañan a sus hijos, no asumen sus deberes como
formadores y guías. Son comunes las situaciones familiares
conflictivas y desarticuladas, con niveles importantes de
violencia en dicho entorno. Entonces el chico reproduce muchas
veces lo que ve en su hogar, o actúa por todo lo que no
tiene, especialmente si carece de lo afectivo.

La escuela ya no tiene el poder
performativo*
de otros tiempos.
Dejó de ser "espacio de ascenso social", se alteró
el orden existente; asumiendo muchas veces un rol asistencialista
desde una mirada reduccionista. Se diluyó el rol docente
relacionándolo con lo específicamente
pedagógico, para pasar a ser en forma constante mediador,
contenedor, árbitro en la resolución
de conflictos.

De esta manera, la violencia se engendra fuera del
ámbito escolar, pero sus efectos están adentro de
la escuela, es desde aquí donde nosotros tenemos que
trabajar.

La violencia escolar abre un espectro muy amplio, es
más que la violencia entre pares, involucra también
a los adultos. Se resuelven muchas veces los conflictos en el
cuerpo (esto ya no es privativo del género, las mujeres,
en menor medida, también dirimen sus conflictos a
través de la agresión física. Lo vemos, en
nuestro ámbito escolar y cada vez con mayor frecuencia en
las noticias de
actualidad); la violencia va desde la agresión verbal ,
pasa por la falta de respeto mutuo entre distintos integrantes de
la Institución, por el atropello a los derechos del otro,
por el desprecio y el hostigamiento hacia el más
débil o el diferente, la discriminación, la
segregación dentro de los grupos ( donde hay chicos que
son apartados del resto de pares); y sigue con reiterados actos
que parecen sencillos, pero por acumulación degradan la
calidad de
vida de todos los actores del sistema
educativo, alterando el ánimo.

Mucho es lo que se expresa y piensa de la violencia
dentro de la escuela pero no se sabe qué hacer cuando
adquiere características de realidad. Algunos docentes que
participaron con sus opiniones en esta investigación,
sienten que el sistema no les da respuestas, deben ocuparse de
los casos sin asistencia. Librados a su suerte y conocimientos,
muchas veces toman medidas que no hacen más que castigar a
los alumnos sin que con esto se posibilite un aprendizaje
posterior, ya que frecuentemente vuelven a incurrir en el mismo
error. "El dolor no es límite"(Mario
Zerbino).

Hay un vacío desde las autoridades, una falta de
acompañamiento y de sostén, no se construyen redes
de trabajo conscientes, con criterio, que se realimenten
diariamente entre distintos actores de la comunidad. Se genera
una verticalidad desde la superioridad que no permite generar
experiencias de intercambio con el otro. Hay una marcada
indiferencia, donde prima el "sálvese quien pueda",y ante
cualquier problema, lo primordial es estar los docentes cubiertos
por la ley.

Los discursos sobre esta problemática de
violencia escolar pocas veces rozan los modos de
intervención y transformación. No se habilitan
espacios de contención, se toman acciones ante el hecho ya
consumado, pero no hay una intervención desde la
prevención. Hay cambios en la sociedad, nuevos
desafíos, hay un cambio
profundo en la morfología
social de los niños que habitan la escuela, entonces
debemos posicionarnos en base a estas transformaciones para poder
construir nuevas subjetividades.

La desesperanza sobre los resultados suele aparecer como
una regularidad, hay un descreimiento a proyectos de
escritorio y teorías
que se quedan simplemente en eso, no se interviene sobre la
realidad, y terminamos actuando siempre "como sï". Algunos
docentes expresan que "no quieren más teoría"; pero debemos entender que
teoría y experiencia no pueden disociarse, esto nos
permite comprender lo que está sucediendo, para así
poder diseñar intervenciones más
pertinentes.

Hay que definir políticas y consistentes para
tratar problemas dentro de las escuelas. Elaborar proyectos
institucionales que trabajen desde la prevención:
anticipándose y adelantándose a lo que está
por venir. Convertir a las aulas en espacios de encuentro y
reflexión permanente, habilitando las diferencias,
oyendo otras voces y otras realidades "Incorporar situaciones
diferentes a las propias, otros mundos posibles que conecten con
el propio" (Bruner).

Pero el trabajo se torna difícil cuando no hay
una reacción democrática, cuando el grupo docente
no acuerda formas de conducir al alumnado, y se cae en forma
constante en contradicciones. Desde la mirada del docente
tradicional se juzga el accionar del docente que escucha, que se
implica en las problemáticas de las nuevas realidades, que
atiende desde la individualidad, trabajando de una forma abierta,
enfrentando diariamente desafíos, aceptándolos,
incorporándolos, elaborándolos y
resolviéndolos. Muchos docentes fueron formados bajo el
paradigma del
"todo está bien, prolijito y ordenado, así se
imparte educación",. Las distintas formas de violencia
escolar trastocan ese paradigma, entonces ellos tienen que
reacomodarse constantemente a los cambios, a través de una
actitud
reflexiva y apoyados por la capacitación
continua.

No se trata de decir que "no es posible
enseñar en este nuevo tiempo"
(ésto manifiestan
algunos docentes), se trata de trabajar con todos los medios
disponibles para transformar una situación tensionante,
para hacerla "habitable". Tenemos que demostrar que podemos
"romper contra lo establecido". No tenemos que operar desde
supuestos, porque de esta forma uno termina dándose por
vencido, abandonando al chico y en consecuencia uno se abandona a
sí mismo. Los docentes no creen estar capacitados para
resolver esta problemática que reiteradamente dicen que
excede a su profesión. De los docentes entrevistados
sólo los que tuvieron una preparación universitaria
creen que cuentan con estrategias para enfrentar estos nuevos
desafíos.

El docente se siente impotente ante tanta falta de
respuestas, ante una labor sobrecargada, ante tanto desamparo,
entonces muchas veces reacciona violentamente, olvidándose
así de la ética de la vocación. La
preocupación, el stress que puede
provocar el convivir con la violencia (con el riesgo que ello
significa tanto para el que la ejerce como para el que la
recibe), va en desmedro de su propia salud. Los docentes
manifiestan estar cansados, cansados de sobrellevar todo sobre
sus espaldas, pero tampoco quieren ver ni adaptarse a esta
realidad, porque no quieren convertirse en "asistentes sociales",
"psicólogos", "mediadores"; quieren como lo acostumbraban
desde sus prácticas "enseñar" y siguen esperando a
los chicos de antes, es frecuente escucharles decir: "qué
educados eran", "nunca te iban a faltar el respeto", "estos no
saben nada"…Se rompió el orden instituído, y
no habrá posibilidad de construir subjetividad si desde
esta actitud de "resistencia" no mediamos entre el niño y
la realidad que hoy se presenta.

Así desde el lado docente se potencia muchas
veces la violencia a través de la discriminación,
del no reconocimiento de las diferencias individuales,
también somos protagonistas de actos de humillación
hacia nuestros alumnos al minimizar los conflictos, al
desoír su palabra. De esta manera los maestros
también incurren en agresiones, pero agravadas por su
condición docente. En nuestras prácticas comunes
hablamos mucho contra la discriminación,
intervención en conflictos, pero no se trabaja con los
chicos sobre nuestra mirada estigmatizadora involuntaria que fue
formada durante años.
Lo que para ellos es violento, para nosotros es parte de
una práctica enraizada, difícil de modificar. Lo
que desde la intervención podríamos frenar termina
consumándose en un acto de violencia escolar.

La violencia para ser diluida necesita de una
práctica diaria y constante por parte de los adultos, que
escuchen a los chicos y que tengan una mirada valorativa,
considerándolos "sujetos de derecho, sujetos de palabra".
De esta manera también nosotros, como docentes,
estaríamos actuando contra las prejuicios que tienen los
alumnos con respecto a nuestra tarea "para qué voy a
decirle a la maestra si no hace nada" "no quieren que las
molestemos". Educar es llevar a cabo la tarea
"haciéndose cargo". Pensar y hacerse cargo de la
situación que nos toca vivir, trabajar desde aquí y
ahora para un futuro más esperanzador.

Desde la mirada de docentes y alumnos encontramos
algunas contradicciones en las entrevistas,
acerca de las formas de abordaje y prevención de actos de
violencia en la escuela .

Los alumnos ven a algunos docentes poco compresivos,
autoritarios, indiferentes a los problemas que se suscitan, sin
compromiso alguno, desatentos a lo que a ellos les pasa, injustos
ante determinadas situaciones, proclives a utilizar diferentes
métodos de castigo (con notas en el cuaderno de comunicaciones, dejándolos sin recreo,
poniéndoles un memo), imponiéndose de esta forma el
docente mediante sanciones disciplinarias, el reto y desde su
propio descontrol. Esto también fue observado en distintas
situaciones en el recreo, en el turno de entrada o salida, en
hora de clase. Consideran también que hay actitudes
violentas de padres a maestros y viceversa.

Los alumnos, desde lo que se deja leer en las
entrevistas, para combatir la violencia, impondrían reglas
más estrictas (que todos conozcan), más control,
orden, más educación, y piden ser escuchados, que
actúen profesionales especializados para atender casos
extremos, maestros menos agresivos, con actitudes no violentas,
que se propongan acciones tendientes a permitir el logro de
acuerdos y entendimientos.

Los docentes reconocen trabajar desde el abordaje y la
prevención elaborando reglas con los alumnos,
comprometiéndose a respetarlas, observando un problema
desde distintas miradas, generando en el aula un espacio de
habla, escucha y debate, con
los chicos (y muchas veces con los padres), priorizan la
reflexión directa, elaboran pactos de no agresión
entre actores. Trabajan desde valores, gestos y actitudes que
favorecen una alternativa al insulto, al golpe, al desprecio por
la salud y por la vida. Proponen dos vías de
solución ante el conflicto:
atendiendo la emergencia (contención) y con una
proyección hacia el futuro, para que no se repita. Surge,
desde uno de los docentes como propuesta de trabajo, la
formación de niños multiplicadores para llevar la
información de la clase a sus hogares, con posibilidades
de diseñar talleres con padres.

La mayoría de los docentes descree de las
mediadas de prevención que surgen en instancias
superiores, donde se contempla al sujeto en forma fragmentada
desde lo cognitivo y emocional, sin una mirada psicosocial, se
habla de programas y proyectos pero no se actúa en el
llano.

Para que existan escuelas más habitables, justas
, pacíficas y democráticas, debemos mejorar la
convivencia, el respeto por el otro, revisar nuestra
práctica docente, contar con gente especializada que
trabaje desde la prevención, acordar
democráticamente maestros y alumnos reglas de disciplina y
normas de convivencia significativas que puedan aplicarse a
diferentes contextos, reorientar conductas por canales más
aceptables socialmente, recuperar la autoridad docente, la que
deviene del saber y se gana en la práctica, (contraria al
autoritarismo que se ejerce y se padece), hay que reconocer "el
saber" como el medio que nos facilita la participación en
el mundo.

Empecemos entonces a construir lazos de
protección social, de confianza respaldada en la seguridad,
respondiendo a nuestra función, para reorientar caminos
posibles, preparando al sujeto para que aún cuando las
condiciones le sean adversas pueda construir su propio camino
desde su autonomía.

A través de este trabajo se intentó
reflexionar sobre el problema de la violencia en este contexto
socio-histórico que hoy nos toca vivir y su
relación con la función que la escuela
debería cumplir para la construcción de nuevos
sujetos sociales.

Debemos repensar sobre nuestra práctica cada vez
más adversa y reflexionar sobre aquellas acciones que
pueden favorecer o inhibir distintas formas de
violencia
que se manifiestan en la actualidad
.

Por parte de los docentes, hay una gran resistencia al
cambio, no hay una aceptación de la realidad que nos
dice "las instituciones ya no son lo que eran", "los alumnos de
ahora no son los alumnos "disciplinados, controlados, respetuosos
que se dejaban moldear". Los maestros siguen esperando "esos
chicos". Actúan muchas veces, desde la insensibilidad y la
quietud (desentendiéndose de los problemas, ejerciendo
muchas veces una violencia encubierta, no escuchando a los
chicos) , estas formas de actuar son de por sí
violentas.

Quieren descentralizar responsabilidades, abocarse a una
función específica la de "enseñar", haciendo
con esto referencia sólo a la transmisión de
conocimientos, sin tener en cuenta la educación integral,
que además debe proporcionar valores, creencias y
actitudes frente a distintas situaciones. Están cansados,
agotados de desempañar un rol cada vez más complejo
y los alumnos siguen sin encontrar respuestas a sus
demandas.

Hay que estar atentos, encontrar una nueva forma de
pensar "esta escuela", abordar las situaciones, creando las
condiciones para que algo se movilice en los sujetos y en las
instituciones, decidiendo desde sus propias
singularidades.

A nuestro alcance está la tarea de la
prevención de la violencia escolar, poniendo en marcha
medidas apropiadas para impedir la aparición de
interacciones violentas en los individuos y en la comunidad en
general: mediante un compromiso ético con nuestra
profesión; adaptándonos a lo diverso sin
rechazarlo; tomando conciencia de lo que nos pasa , reflexionando
y operando a través de una intervención creativa;
comunicándonos, esto nos permite crear un espacio, ser
protagonistas y respetar al otro; proporcionando modelos
alternativos de funcionamientos de las instituciones más
democráticos y menos autoritarios.

Podremos desde una acción conjunta de la escuela
empezar a reconstruir el sentido de la institución, para
que cada uno pueda "inscribirse" en ella. De esta forma no
seremos un engranaje funcional a un sistema cada vez más
injusto e inequilibrado.

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    sociológica a la violencia escolar.
    Catalina Mertz, : Chile, Santiago, 2004.

 

AUTORA:

Mirna Mabel Moralli

Docente

Argentina, Buenos, Aires, noviembre de
2006

Partes: 1, 2
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