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El ahuyentamiento de "colas" de agua: tradición viva de un pueblo (México)



Partes: 1, 2

    1. Justificación
    2. Breve
      recorrido por Zinacantepec
    3. Algunos
      aspectos técnicos sobre el origen de los tornados, micro
      tornados o ráfagas de viento
    4. Las
      creencias de nuestros antepasados con respecto al viento y la
      lluvia
    5. Rituales en
      torno al viento y la lluvia que se llevan a cabo en nuestros
      días
    6. Conclusiones
    7. Fuentes

    JUSTIFICACIÓN

    Es una realidad el hecho de que muy poca gente conoce
    los verdaderos orígenes del lugar en donde vive y,
    más aún, las tradiciones y costumbres que han sido
    heredadas de nuestros antepasados. Todo esto no tiene otra
    explicación más que la continua educación que hemos
    recibido a lo largo de nuestra vida y que da prioridad a toda la
    enseñanza europea iniciada con los griegos.
    En este sentido, todo aquello que no tenga nada que ver con los
    conocimientos del viejo continente será relegado como
    simple información adicional a nuestra
    formación.

    Es así como podemos entender la nula
    preocupación que la gente tiene sobre la extinción
    de conocimientos antiguos que bien podríamos adquirir si
    pasáramos algún tiempo
    platicando con nuestros abuelos o la gente adulta de nuestro
    barrio, pueblo o municipio.

    Uno de los ejemplos más firmes del que puedo
    hablar para sostener tal indiferencia es que la mayoría de
    las personas, ajenas a los procesos
    agrícolas o a los rituales encaminados a su buena
    ejecución, exponen un desdén muy marcado hacia la
    realización manual de tales
    prácticas argumentando que en nuestros días "eso"
    es un síntoma de atraso para la comunidad, pues
    ya existe tecnología que puede
    realizar tales trabajos o, bien, que esos terrenos bien
    podrían utilizarse para instalar fábricas o
    sucursales comerciales; por tal razón, explican,
    sería necesario erradicarles para darle paso a una vida
    más tecnificada y fácil.

    En mi caso, he logrado adquirir una inquietante conciencia sobre
    mis orígenes y sobre los conocimientos antiguos debido a
    que en una de las muchas y extensas pláticas con mi
    abuelita, ya finada, Leonor Martínez Azotea, he encontrado
    reminiscencias de nuestros antepasados.

    En este sentido, no me queda más que decir que no
    hay nada más estimulante y edificante que los cuentos que
    son relatados por la gente adulta. Mi abuela, en este tenor, un
    día me despejó la duda del porqué en una
    ocasión en que se avecinaba una tormenta decidió,
    después de meter a buen resguardo a sus animales (gallos,
    guajolotes y borregos), salir con un machete para hacer cruces en
    el aire y en
    la tierra, al
    momento que decía: "fuerzas celestes, fuerzas del viento,
    eviten pasar por estos lugares dejando a su paso la
    destrucción. Por favor, San Miguel Arcángel,
    virgencita de los Dolores del Rayo ampárenme para evitar
    esta tormenta. Córtate, córtate, huye, huye,
    así sea…Gracias Dios, gracias San Miguel, gracias
    virgencita".

    Tal experiencia significó para mi algo confuso y
    que no tenía relevancia; sin embargo fue muy grande mi
    sorpresa cuando me percaté de que las nubes que avizoraban
    la tempestad muy pronto se deshicieron hasta quedar como simples
    nubes blancas, inofensivas a la vista y, por supuesto, a la
    siembra.

    Para mi pensamiento,
    totalmente occidentalizado, esto representaba más el
    poder de
    fuerzas sobrenaturales, cosas del diablo o de alguna otra entidad
    enfatizada por mi religión; pero poco a
    poco al convivir más con ella y con las labores
    agrícolas comprendí que todo esto respondía
    a una fuerte comunicación con el medio
    ambiente. A partir de entonces mi perspectiva cambió y
    mi conciencia sobre el pasado fue reforzada, también,
    gracias mis clases dentro de la Facultad.

    No obstante, con tales pensamientos ignorantes y
    despectivos, como los que mencioné anteriormente, podemos
    percatarnos de la grave situación en la que se encuentra
    nuestra verdadera historia, si así
    puede llamársele, y que está condenada, tal y como
    lo expusieron los zapatistas chiapanecos que se rebelaron en
    1994, al olvido. No obstante, el trabajo que
    tenemos nosotros como historiadores consiste precisamente en ese
    rescate de nuestros conocimientos, creencias y mitos del
    pasado, para así difundirlo a nuestra sociedad e
    impedir su extinción. Hoy, adelantándome, a mi
    escrito, puedo decir que esta ponencia sólo es una parte
    del tributo que le debo a mi abuelita y la obligación que
    tengo con mi pasado, pues yo mismo, ahora, llevo a cabo tal
    ritual.

    Es por esta razón, entonces, que creí
    necesario hacer la recopilación y estudio de una creencia
    muy difundida en el municipio de Zinacantepec: el ahuyentamiento
    de las "colas" de agua. Tal
    creencia tiene como principal finalidad "espantar" las nubes que
    pudieran traer una tormenta o granizo y así cuidar las
    parcelas, y los animales que pudieran resentirla. La
    realización de estas prácticas de acuerdo a lo que
    he podido observar ha sido tachada de absurda e irrelevante, pues
    algunas personas, minoría afortunadamente, tachan de locos
    e "ignorantes" a los practicantes de tales ritos.

    Debido a esto, siento necesario realizar el rescate de
    estas creencias, por medio de su difusión, para demostrar
    que todos estos procedimientos
    tienen un fundamento místico-religioso muy elaborado y que
    obedece a conocimientos muy antiguos surgidos de años de
    estrecha relación con la naturaleza.
    Todos los ritos que realizaron nuestros antepasados y que
    realizan algunas personas que heredaron los conocimientos siempre
    tienen un fin: apoyarse en la naturaleza para resolver sus
    necesidades físicas y espirituales, siempre y cuando se le
    respete y prodigue un gran cuidado.

    INTRODUCCIÓN

    En el presente texto pretendo
    exponer el procedimiento que
    se lleva a cabo en el municipio de Zinacantepec para ahuyentar
    las nubes que provocan las lluvias intensas, granizadas o fuertes
    vientos. Asimismo, buscaré cuáles fueron los
    orígenes de tal ritual y así encontrar un
    fundamento sólido para entender su
    realización.

    Para tales efectos, he decidido dividir mi trabajo en
    cuatro capítulos, con el fin de lograr una mayor
    comprensión sobre el tema. El primero de ellos dará
    cuenta de algunas características generales que tiene el
    municipio en cuanto a geografía, cultura y
    meteorología, así como algunas prácticas que
    se llevan a cabo en cuanto a la cuestión
    agrícola.

    El segundo capítulo tratará sobre los
    conocimientos técnicos que tenemos hasta el día de
    hoy para entender la aparición de estas actividades
    meteorológicas y se analizarán a partir de las
    disposiciones geográficas del municipio, con el fin de
    entender la constante presencia de éstos en la vida
    agrícola del territorio.

    El tercer capítulo expondrá las creencias
    que nuestros antepasados tenían con respecto a la lluvia y
    el viento. Con esto se podrá entender el origen de las
    prácticas en nuestros días y se mostrará el
    fundamento místico o religioso. Tal tarea tendrá
    que ir encaminada con la idea de que la conquista española
    trajo consigo nuevas ideas y formas de entender el entorno, por
    lo que, nuevamente me adelanto, hay que reconocer un sincretismo
    que hace peculiar el contenido de los rituales.

    El cuarto capítulo hablará de los ritos
    tal y como se llevan a cabo en nuestros días tomando en
    cuenta que hubo esta integración o sincretismo entre nuestra
    cultura mexicana antigua y la española. Se
    advertirán las distintas formas de practicarlos que tienen
    las personas que se dedican a ahuyentar nubes.

    Por último, se anotarán las conclusiones
    que hayan surgido a partir del conocimiento
    de los distintos rituales en mi municipio y la razón por
    la cual son contadas las gentes que los llevan a cabo. Asimismo,
    explicaré cuál es la importancia de retomar
    nuevamente los valores
    indígenas en nuestra vida y el daño
    que le hemos hecho a la naturaleza al pensar que sólo vale
    nuestra satisfacción material si ésta se logra a
    costa de la destrucción del entorno.

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