El desarrollo tecnológico y su impacto en el medio ambiente en diferentes etapas de la historia
- Resumen
- El medio ambiente. Apuntes para
la reflexión - Cambios en el
medio ambiente con el desarrollo del sistema instrumental del
nomadismo - Cambios en
el medio ambiente con el desarrollo del sistema instrumental
propio del sedentarismo - El
dominio de la cultura moderna: la
capitalista - Conclusiones
- Referencias
- Bibliografía
Resumen
En este artículo se hace un breve recuento de
cómo el desarrollo
instrumental y determinados patrones culturales como partes
inalienables y tipificantes de la civilización humana
han sido responsables de los impactos negativos al medio
ambiente. Se destaca el papel que ha tenido la llamada
cultura
occidental en la situación medioambiental mundial, y del
desarrollo
sostenible como nuevo modelo de
crecimiento, a partir de la integración de factores
económicos, sociales y ambientales que expresan un nivel
de desarrollo real que no esté basado sólo en el
crecimiento de la producción.
Introducción
El hombre
forma parte del medio ambiente
total, y es a la vez, artífice de su medio ambiente
socio – cultural, lo que supone un nexo recíproco entre
ambos, de ahí que, según Jorge R. Cuevas, "El
medio ambiente y los seres humanos son indudablemente,
entidades inseparables" 1.
Sin embargo, a través del tiempo, la
interacción entre ambos;
sistemática e innovadora, ha tenido un carácter irracional, y en muchos lugares
se manifiesta en la ocurrencia de daños ambientales en
sus más diversas dimensiones, entre las que se destacan:
la modificación de las características del medio
natural, el deterioro de los valores
ambientales y de los indicadores
de salud y de
bienestar humano, son expresiones de las relaciones que
establecen los hombres con la naturaleza
en el proceso de
producción material.
El desarrollo de la humanidad ha transitado por una
espiral impresionante, pero quebrada, e inconsistente para
enfrentar los grandes desafíos del futuro, sin
considerar al medio ambiente.
En las últimas centurias, la naturaleza ha
estado
sometida al salvajismo de la cultura moderna; especialmente la
del capitalismo,
que acentúa el dominio de la
razón instrumental como sinónimo de progreso, ya
no solo para obtener ganancias, sino también para
acumular riquezas y que se ha basado siempre en la violencia
humana sobre la naturaleza.
Esta concepción está presente en el
pensamiento
de filósofos como Descartes
(1596 – 1650): "… debemos tratar a la naturaleza
como si fuera nuestra esclava, descifrar su lenguaje,
acaparar su energía y someterla a nuestros pies como una
esclava que nos sirve." 2
La relación hombre –
naturaleza es un elemento esencial para el desarrollo de toda
sociedad y
una condición indispensable en la supervivencia humana.
En dependencia de como se establezca esta conexión, ya
sea planificada o arbitraria, racional o irracional, consciente
o espontánea, así será el futuro del medio
natural en que vive el hombre y por consiguiente el de la
humanidad.
Entrado el último cuarto del siglo pasado, con
el desarrollo tecnológico y el inobjetable paradigma de
desarrollo y consumo que
durante años ha enarbolado la ideología del capitalismo en un grupo
reducido de países industrializados, como
sinónimo de bienestar y poder, los
problemas
ambientales se agravaron hasta alcanzar, en sus diferentes
dimensiones espaciales, niveles inusitados en la
reducción de la calidad de
vida de la población.
Daños como el agujero de la capa de
ozono estratosférico; el calentamiento
global y el cambio
climático asociado, y otros, son un sostenido dilema que
ha conducido a la existencia de una creciente
preocupación universal por parte de políticos,
científicos, pedagogos e investigadores, y de cuya
solución depende, en gran medida, la calidad de vida
y la propia supervivencia del principal componente de nuestra
casa común: el hombre.
El deterioro ambiental es, a fin de cuentas,
resultado de las injustas relaciones sociales establecidas, por
lo tanto, es un problema sociopolítico cuya
solución exige una nueva escala de
valores y
una nueva ética,
profundamente humana y de dimensión social.
El objetivo del
este trabajo es
contribuir a concienciar a los decidores a en la necesidad de
buscar y practicar infatigablemente una nueva ética en
la relación con el medio ambiente.
Desarrollo:
El medio ambiente es una definición que ha
tenido un carácter dinámico desde su
consideración como tal en la Conferencia de
Estocolmo (1972). En Cuba,
según la Ley 81, es
considerado un "sistema de
elementos abióticos, bióticos y
socioeconómicos con que interactúa el hombre, a
la vez que se adapta al mismo, lo transforma y lo utiliza para
satisfacer sus necesidades" 3.
En lo sucesivo, para una mejor comprensión de
la evolución de los problemas
del medio ambiente, es pertinente hacer algunas consideraciones
con relación a una característica del concepto: el
carácter de sistema, que se refiere a "un conjunto de
elementos en interacción que siendo susceptible de ser
dividido en partes, adquiere entidad precisamente en la medida
en que tales partes se integran en totalidad"
4.
En el sistema medio ambiente, como cualquier otro, se
distinguen componentes en distintos estados con
características inherentes al proceso de
evolución natural, social o tecnológica que han
experimentado, y una estructura
que está determinada por las relaciones que posibilitan
las interconexiones entre los componentes.
Es obvia la compleja red de relaciones
existentes, sin embargo, cada una de estas está matizada
por la posición del hombre como sujeto en ese sistema de
relaciones. La interacción hombre – medio ambiente
en su más amplia expresión puede concebirse como
el aprovechamiento por el hombre de las condiciones y recursos de la
naturaleza mediante la actividad del trabajo, para satisfacer
sus necesidades, cuestión esta que se materializa a
partir de la transformación del mono en
hombre.
" El
trabajo, señaló Marx, es, en
primer término, un proceso entre la naturaleza y el
hombre, proceso que éste realiza, regula y controla
mediante su propia acción su intercambio de materias con
la naturaleza" 5 "… hasta cierto punto, debemos
decir que el trabajo ha creado el propio
hombre"6
Los vínculos y las relaciones sociales que los
hombres contraen entre sí para producir le permiten
conectarse con la naturaleza, a la vez que se verifica la
unidad dialéctica hombre – naturaleza, que se efectúa desde que el
trabajo posibilitó el tránsito del hombre al
estado social. En la medida que se clarificaba su conciencia
fue cambiando en modo de relación del hombre con el
mundo, que al poner en práctica sus ideas creadoras,
empezó a transformar o cambiar la naturaleza.
Esto significó un proceso largo – fruto de su
propia humanización -, de aprendizaje,
que les permitió, inicialmente, usar los elementos
naturales como instrumentos. El manejo de objetos naturales, no
fabricados, fue típico de los llamados hombres –
monos o primigenios (Pitecántropos y Sinántropos)
que existieron en el período de transición entre
la era Terciaria y los inicios de la era Cuaternaria, lo que
fue considerado por Marx, "como forma embrionaria, poco
desarrollada, de actividad laboral"7.
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