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Educación, evolución e inteligencia: perspectiva cibernética (página 3)



Partes: 1, 2, 3

V. Complementos de Cibernética Educativa.

El concepto de
sistema
constituye una de las piedras angulares de la cibernética.
Esta rama del saber humano se orienta a la búsqueda de las
propiedades de los objetos que además de caracterizarlos,
cumplen la condición de que no son observables en ninguna
de sus partes, y por consiguiente, no pueden ser obtenidas por
los métodos de
la lógica,
pues esta investiga a los objetos dividiéndolos en partes
con el objetivo de
simplificar su estudio.

Se entiende por sistema a un conjunto interrelacionado
de elementos con el objetivo de cumplir una misión,
que los elementos por separado no podrían alcanzar.
Existen los más diversos ejemplos de sistema, entre los
que se destacan: una jauría de lobos (orientados hacia la
caza), la familia
(orientada a la educación de las
nuevas generaciones), la congregación de fe (orientada a
la adoración a Dios), etc.

Los sistemas dejan de
existir cuando pierde sentido la misión que constituye su
razón de existencia. Por lo general la causa que da origen
a la formación del sistema se extienden en el tiempo
más allá de la vida física de los
representantes del mismo, razón que induce el carácter trascendente del sistema respecto
a sus representantes. Esta trascendencia del sistema conlleva a
la conclusión de que los sistemas no son reuniones
fortuitas y temporales de los elementos que los conforman, sino
más bien agrupaciones estables y permanentes que rigen, e
incluso inducen, la propia existencia de sus
representantes.

Los elementos se configuran en sistema no para alcanzar
cualquier cualidad, sino para lograr cualidades que son vitales
para su supervivencia. De esto se infiere que si la única
forma de alcanzar esas cualidades es a través de la
constitución de sistemas, entonces estos
deben existir mientras permanezca vigente la necesidad de tales
cualidades, que dicho sea de paso, son vitales para los elementos
y por tanto se hace imposible que prescindan de ellas a lo largo
de toda su existencia.

La existencia de los sistemas más allá de
la vida de sus representantes crea dificultades
metodológicas que se hace necesario enfrentar.

  • Por un lado el sistema sólo es apreciable a
    través de la presencia y actividad de sus
    representantes.
  • Por otro lado la existencia del sistema va más
    allá de la vida de sus representantes.

Esto implica que la parte esencial del sistema, cuya
manifestación se realiza a través de la actividad y
presencia de sus representantes, permanece oculta y alejada del
alcance de la percepción
directa del hombre.

El hecho de que los sistemas estén dotados de una
inteligencia
perteneciente a un nivel jerárquico diferente al de sus
representantes, implica que en lo más profundo del sistema
se encuentra albergada un tipo muy específico de
inteligencia, capaz de procesar la información que accesa al sistema, y por
consiguiente existe una forma muy peculiar de pensamiento
que propicia la toma de
decisiones por parte del sistema. Obteniéndose
así que en esa esencia oculta del sistema, donde existe
inteligencia y pensamiento, debe refugiarse una forma muy
específica de conciencia que
denota el reflejo del contexto, y de sí mismo, por parte
del sistema, esta vez constituido en sujeto.

Cuando Prigogine I. plantea que "Actualmente empieza
a comprenderse que la vida es el resultado de una evolución que se dirige hacia sistemas cada
vez más complejos
" nosotros advertimos que esos
complejísimos sistemas están presentes ya, y nos
han acompañado a lo largo de toda la historia de la
evolución de la que nosotros también somos producto.

Los animales que
conforman una especie no actúan a su libre
albedrío, sino que responden a intereses y necesidades
mucho más importantes que su propia existencia. El sistema
como un todo los necesita, les asigna roles y exige de ellos
determinados comportamientos orientados a la preservación,
desarrollo y
difusión de la especie. Proceso este
que se realiza bajo la hegemonía de un plan
cuidadosamente elaborado por la inteligencia que le es inherente
al sistema.

El único factor común a toda la
evolución es el creciente incremento del dominio de la
inteligencia sobre la energía. La inteligencia ha logrado
crecer hasta límites
insospechados por los humanos. Es necesidad de cada especie hacer
que su inteligencia crezca más y más, dada la
creciente complejidad del contexto en que ésta se
desarrolla.

VI. La evolución desde la perspectiva de
la cibernética educativa.

Para incursionar en el tema de la evolución desde
la perspectiva que nos ofrece la cibernética educativa, se
hace necesario compartir algunos aspectos fundamentales que
intervienen en el nacimiento y desarrollo de un sistema
educador:

Los elementos, inicialmente aislados, bajo el influjo de
los constantes cambios contextuales, resultan inmersos en un
proceso permanente de adaptación (equilibrio
dinámico) que constituye la única vía para
su supervivencia. Llega el momento en que la creciente
complejidad del contexto, rebasa las posibilidades de los
elementos aislados, reclamando de éstos cualidades,
características y propiedades que sólo pueden ser
alcanzadas bajo la acción
simultánea y sincronizada de varios elementos. Es
así como surgen ciertas agrupaciones de elementos que
denominaremos agrupaciones presistémicas. Fue así
como ciertos tipos de células
accedieron a unirse conformando agrupaciones que les permitieran
gozar de nuevas cualidades, que con el transcurso del tiempo se
convertirían en imprescindibles para la vida de estos
elementos.

El hecho de que estas propiedades sistémicas
acompañen a los elementos a lo largo de toda su existencia
induce necesariamente el carácter estable y permanente de
tales agrupaciones. Las cuales llevan a cabo su actividad en un
medio extremadamente dinámico, de manera que el equilibrio
que induce la estabilidad de estas nacientes agrupaciones ha de
ser también dinámico.

Los constantes e imprevisibles cambios contextuales
oponen los más diversos obstáculos
entrópicos a la existencia de estas agrupaciones, las
cuales están obligadas permanentemente a velar por su
homeostasis
(por su integridad). Resulta pues imprescindible que entre las
cualidades adquiridas por las congregaciones presistémicas
se incluya una de la que no se puede prescindir: "la
inteligencia" a ese nivel jerárquico

Podemos señalar que la adopción
de inteligencia por parte de estas agrupación celulares
presistémica, representa el paso de la vida unicelular a
la vida metazoaria, o sea a los organismos pluricelulares. Si
estas células inicialmente optaron por formar agrupaciones
conformando a los sistemas, luego quedaron indisolublemente
subordinadas a estos perdiendo su independencia
e individualidades.

Pero la inteligencia conlleva consigo una serie de
aspectos que no pueden ser ignorados, y que ya sea
implícita o explícitamente han de estar presentes
en la elección de eventos
favorables por parte de los sistemas educadores.

Entre los componentes imprescindibles para el desarrollo
de la inteligencia podemos señalar los
siguientes:

  • Se necesita de un conocimiento
    explícito o implícito sobre el sentido de su
    existencia como sistema.
  • Se necesita de capacidad para determinar los problemas y
    sus causas.
  • Se necesita de capacidad para generar (¡no al
    azar y sin dirección!) soluciones a
    los problemas detectados.
  • Se necesita contar con la posibilidad de elegir,
    entre las posibles soluciones generadas, la más adecuada
    (toma de decisiones) Aquí es de destacar que se necesita
    contar con la posibilidad de proyección en el tiempo,
    visualizar los posibles resultados a alcanzar con las
    diferentes alternativas propuestas.
  • Se necesita de capacidad para ejecutar la
    solución tomada.
  • Se necesita contar con la posibilidad de evaluar el
    resultado de las decisiones tomadas y contar con los mecanismos
    indispensables de retroalimentación y memoria

Pero la evolución de la vida no quedó en
los organismos pluricelulares y tal y como vaticinó Ilya
Prigogine siguió su curso hacia sistemas más
complejos: Los propios organismos pluricelulares se han visto
necesitados de conformar agrupaciones bajo el influjo de
necesidades análogas a las que obligaron a las
células a conformar los organismos pluricelulares. Estas
agrupaciones suprametazoarias también han requerido de
homeostasis, de permanencia y de un equilibro dinámico que
sólo puede ser suministrado por una inteligencia que rija
la vida en este estrato del mundo viviente. Definitivamente
tenemos que admitir la existencia no sólo de inteligencia,
sino de un tipo jerárquicamente superior de consciencia a
nivel de las especies, de ecosistemas y
de la naturaleza en
general.

El hombre es un ejemplo elocuente de lo planteado,
millones de células de las más disímiles
formas y estructuras se
han reunido, regidas por un plan cuidadosamente elaborado por una
inteligencia oculta a la vista del hombre, y a través de
un verdadero acto de magia han dado como resultado a esa
hermosísima criatura que constituye el ser
humano.

Pero por su parte, los hombres se han reunido
conformando a la especie humana, la cual viene evolucionando
desde hace miles de años, regida por un plan
meticulosamente concebido y ejecutado capaz de asombrar a los
más geniales representantes de esta venerada y arrogante
especie.

En términos cibernéticos se debe
considerar la existencia de una categoría que contenga la
parte trascendente del sistema, esa parte esencial y oculta a que
se ha hecho referencia y que se denominará "sistema
trascendente"
Por otro lado se denomina "sistema concreto"
a la forma espacio temporal de existencia del sistema, se
está haciendo referencia a aquello que se encuentra al
alcance de la percepción humana y que está
directamente relacionada con la presencia y actividad de los
representantes del sistema.

VII. La inteligencia de los sistemas
educadores.

Se debe señalar que la actividad inteligente del
sistema se despliega en tres vertientes fundamentales:

  • La primera esta relacionada con la actividad e
    inteligencia propia de los representantes, los cuales
    evidentemente están dotados también de
    inteligencia.
  • La segunda tiene que ver con la actividad estructural
    del sistema, con la inteligencia orgánica del mismo (se
    asocia a la actividad del sistema concreto).
  • La tercera emerge de la identidad
    más profunda del sistema, formada a lo largo de la
    existencia de muchas generaciones de representantes. Y esta
    relacionada directamente con la actividad del sistema
    trascendente.

Lo expresado con anterioridad puede ser ilustrado si se
observa al hombre como sistema, su inteligencia parte de la
actividad de su conciencia, pero a su vez esta se despliega en
tres vertientes fundamentales:

  • La primera se relaciona con la actividad directa de
    la percepción humana y ha sido denominada
    consciente.
  • La segunda subyace como un verdadero consejero por
    detrás o debajo de la actividad consciente y se denomina
    subconsciente.
  • La tercera parte de las condiciones y conquistas
    evolutivas de la existencia humana y es denominada por los
    psicólogos como inconsciente.

Por su parte en la evolución de cada sistema, en
su desarrollo, se requiere de una inteligencia capaz de dotar al
sistema de la necesaria capacidad para evadir, resolver o atenuar
los permanentes y más disímiles problemas que se
anteponen en el cumplimiento de su misión. Pero para ello
el sistema necesita tanto de proyecciones estratégicas
(fundamentadas en una visión a largo plazo), como de
proyecciones tácticas que le permitan regir el desarrollo
del sistema en etapas espacio temporales concretas de su
existencia.

El sistema trascendente es la única
configuración sistémica capaz de concebir las
proyecciones estratégicas del sistema, dado su
carácter trascendente y por tanto es el único capaz
de ocuparse del diseño
inteligente de una especie como la observada en el "Trilobites" y
en general en todas las especies existentes en la
actualidad.

El sistema concreto, vinculado profundamente a las
condiciones espacio temporales contextuales, se encuentra en
condiciones óptimas para concebir, realizar y evaluar las
proyecciones tácticas requeridas por el desarrollo del
sistema. La inteligencia asociada al sistema concreto no debe ser
identificada con las inteligencias individuales de los
representantes del sistema. Se trata de la existencia de una
inteligencia orgánica cualitativamente superior a la de
los elementos que componen el sistema

Por lo expresado hasta ahora se pueden hacer las
siguientes observaciones:

  • Los representantes no son más que una
    creación o concreción de la entidad inmaterial
    que constituye el sistema trascendente.
  • El sistema trascendente cuenta con un plan
    estratégico que de una forma u otra rige la
    existencia y comportamiento de sus
    representantes.
  • El sistema trascendente es omnisciente, toda vez que
    su inteligencia es jerárquicamente superior a la
    inteligencia de sus representantes.
  • El sistema trascendente es omnipresente, dado que no
    cuenta con una localización espacial
    concreta.
  • El sistema trascendente es eterno, dada su existencia
    trascendente con respecto a la existencia de los
    representantes.
  • El sistema trascendente es omnipotente dado que su
    actividad no depende de la voluntad de sus representantes al
    encontrarse en un nivel jerárquico superior.
  • Dada la relación dirección –
    dirigibilidad y en general considerando la relación
    filosófica que se establece entre el todo y las partes,
    se obtiene que existe una doble penetración entre el
    sistema trascendente y sus representantes. O sea que el sistema
    trascendente se encuentra en cada representante y cada
    representante se encuentra contenido en el sistema
    trascendente.

En conclusión se debe destacar que a
través de la cibernética se percibe la presencia de
una entidad inmaterial inteligente (sistema trascendente) que
además de ser eterna (con respecto a nuestra exigua
existencia) rige y gobierna la vida de sus representantes, para
los cuales ha trazado un plan de existencia al que en principio
no se tiene acceso. Esa entidad inmaterial a que se hace
referencia es a su vez omnisciente, omnipotente, omnipresente y
al mismo tiempo que los representantes forman parte de ella, esta
también dentro de cada uno de sus
representantes.

No es intención de esta obra incursionar en el
ámbito teológico – filosófico, si lo
expresado coincide con algo que el lector conoce o percibe, pues
tómelo como una coincidencia y como una
confirmación de que su fe no está
errada.

VII. Contradicciones del comportamiento
humano.

La coexistencia de inteligencias transhumanas
simultáneamente con el hombre abre
un escenario de confrontación y negociación entre inteligencias de las
más disímiles jerarquías y gradaciones,
donde se conjuga la independencia de cada una de éstas,
con una profunda y compleja interconexión que resulta
extremadamente difícil de descifrar

Este escenario de negociación cultural, en que
cada sistema expone sus conquistas tanto materiales
como espirituales, sus fortalezas y debilidades; y donde trata de
aprovechar sus oportunidades y evadir sus amenazas, constituye el
medio en que viven los seres humanos, inmersos en un profundo
sistema de contradicciones que en última instancia rige el
comportamiento del hombre.

Hasta hace muy poco se consideraba que la fiebre provocada
por ciertos tipos de virus
que invaden al cuerpo humano,
era una conquista evolutiva de esas especies invasoras. La
conclusión era entonces trivial, "combatir la fiebre".
Ahora se ha comprendido que en muchos casos la fiebre es
más bien una conquista evolutiva de la especie humana,
dado que cuando se aumenta la temperatura
del cuerpo, muchos de estos virus no se
sienten a gusto y optan por desistir de sus empeños y
abandonar al cuerpo que habían tomado como
hospedero.

Hace unos meses atrás unos hongos decidieron
hospedarse, por su cuenta, en uno de mis pies. A partir de
entonces he sido testigo de una guerra muy
curiosa en la que se encuentran involucradas, al menos, tres
inteligencias pertenecientes a niveles jerárquicos
diferentes: Un ardor morboso me provocaba un deseo incontenible
de rascarme hasta la saciedad, pero una duda invadió mi
mente:

  • ¿ese ardor morboso será una conquista
    de la inteligencia que ha guiado la evolución de esa
    familia de
    hongos? Y por consiguiente debo abstenerme de rascarme para no
    crearle condiciones propicias para que los invasores se
    desarrollen.
  • ¿ese ardor incontenible será una
    conquista de la inteligencia que ha guiado la evolución
    de la especie a que pertenezco? Y por consiguiente debo
    rascarme hasta destruir y convertir en inhóspita la
    actual morada de mis indeseados invitados.
  • La tercera inteligencia involucrada es la mía
    y la de mis colegas que hasta ahora observamos a los
    gladiadores desde las gradas, con el temor de poner nuestras
    apuestas sobre alguno de los contrincantes, pues no tenemos la
    certeza de salir airosos.

* * * * *

En el hombre, y sus sistemas hospederos (sistemas que
contienen al hombre y con los cuales este establece relaciones de
pertenencia), se produce una contradicción básica
generada por la relación entre su cultura
tangible (aspectos materiales como edificaciones, obras,
instrumentos y los propios seres humanos) y su cultura intangible
(costumbres, tradiciones, modos de pensar y actuar e incluso la
propia conciencia).

Entre cultura tangible y cultura intangible se
manifiesta la contradicción filosófica que se da
entre contenido y forma. El carácter dinámico de la
cultura tangible provoca que periódicamente se rompa la
correspondencia de ésta con la cultura intangible, la cual
cambia muy lentamente. Este conflicto
induce las necesarias transformaciones a la cultura intangible,
describiendo así el sistema un salto cualitativo de
desarrollo.

La dialéctica cultura tangible – cultura
intangible en los seres humanos se encuentra en un creciente e
inminente peligro. La humanidad ya recoge los primeros frutos: el
desarrollo y utilización indiscriminada de las técnicas
de información y comunicaciones
están generando una cultura intangible uniforme para todos
los habitantes del planeta, que corresponde con el nivel de los
más ricos. Los jóvenes de los países pobres,
por sólo poner un ejemplo, han comenzado a pensar, actuar
y comportarse como si vivieran en un país rico, ¡la
catástrofe es impredecible!

* * * * *

Pero incluso en el caso en que la contradicción
cultura tangible – cultura intangible se desarrolle
espontáneamente, el hombre puede caer en una nueva celada.
La dinámica generada por esta
contradicción ofrece un rumbo, y por consiguiente un
sentido (o pseudosentido) a la vida del hombre que en principio
se torna contradictorio con la misión de los sistemas
hospederos que le dieron la vida. Si el hombre modula su
comportamiento en correspondencia con los recursos, por lo
general crecientes, de los que va disponiendo. Llega el momento
en que se puede perder la perspectiva de aquellos sistemas
hospederos (la familia, la comunidad, la
patria, la humanidad, la naturaleza, etc.) que lo han generado y
a los cuales debe su existencia. La tentación que ofrece
el egoísmo, la riqueza y el poder se torna
dominante si el hombre no logra conciliar sus intereses
individuales, con los compromisos sistémicos que les son
inherentes, los que en última instancia determinan el
sentido de su vida. Considérese además, que los
sistemas hospederos cuentan con mecanismos homeostáticos
que adquieren manifestación en inteligencia a su nivel
jerárquico. Inteligencia que de una forma u otra sanciona,
combate o evade todo aquello que represente problemas u
obstáculos para su desarrollo.

* * * * *

Una nueva celada emerge del sistema de contradicciones
en que habita el ser humano: Los sistemas trascendentes que rigen
la evolución de cada especie han diseñado planes
estratégicos que se vienen desarrollando hace miles e
incluso millones de años. La especie humana no es una
excepción y ha venido evolucionando desde la prehistoria por
un camino exquisitamente elaborado. La extraordinaria
perfección humana está lejos de ser explicada por
el
conocimiento del hombre, ¡lo que si es indudable es que
es una realidad! Tenemos mucho que agradecer a todo lo que ha
hecho nuestra especie para que hoy seamos quienes somos,
resultado que no ha dependido en nada de las voluntades
individuales.

El hombre no tiene acceso al plan que actualmente rige
su desarrollo como especie, pero irónicamente está
dotado de capacidad para trasformarlo, tal vez esta sea una de
las pocas diferencias sustanciales entre el hombre y el resto del
mundo animal.

Esto es observable en cuestiones tan simples como la
nutrición:
las sociedades
pobres están obligadas a nutrirse según el plan que
les han reservado los sistemas hospederos correspondientes, y
están obligados entonces a ingerir los frutos y productos
alimenticios locales de las estaciones correspondientes. Los
países ricos cuentan con recursos que permiten al hombre
nutrirse según sus criterios, gustos e intereses
individuales, deviniendo en sociedades enfermas con un alto
índice de diabetes,
enfermedades
cardiovasculares, obesidad,
neuropatologías, etc.

Lo más agravante es que el hombre no sólo
cuenta con los recursos necesarios para modificar el curso de su
desarrollo como especie, sino que está capacitado
además, para transformar los planes evolutivos (a los
cuales tampoco tiene acceso) de aquellas especies que coexisten
con él, pudiendo provocar una catástrofe de
dimensiones inigualables.

* * * * *

Por otro lado debemos señalar que incluso los
hombres más sensatos y comprometidos se encuentran con una
contradicción que en principio resulta ser
antagónica o irreconciliable. Nosotros no asumimos la
definición de hombre como ser biosocial, por considerarla
demasiado amplia, desde la perspectiva de la cibernética
educativa se define al hombre como un ser biosistémico,
definición que enfatiza en la integración del hombre a la familia, a la
comunidad, a la humanidad e incluso a la naturaleza con la que
tiene compromisos ineludibles, y que se escapa de una
concepción social.

En la realidad el hombre no se siente comprometido con
la sociedad en
general, sino con sus sistemas hospederos, o sea con aquellos
sistemas sociales que lo contienen y con los cuales establece
relaciones de pertenencia. Tal vez ese haya sido uno de los
errores básicos de las sociedades comunistas, donde se
supuso al hombre un ser social en detrimento de su pertenencia a
los sistemas de menor jerarquía como la familia,
círculo de amigos, organizaciones
informales y no gubernamentales, etc.

La contradicción a que se está haciendo
referencia estriba en que incluso en el caso que el hombre decida
sacrificar todos sus intereses individuales en función de
los sistemas con los que establece relaciones de pertenencia, se
le hace prácticamente imposible elegir un comportamiento
que satisfaga todos y cada uno de las exigencias establecidas por
los diferentes sistemas hospederos, dado el carácter
contradictorio, y hasta excluyente, de las misiones u objetivos que
presiden la existencia de los mismos.

Por sólo poner un ejemplo, veamos lo que ocurre
con cada uno de nosotros con mucha frecuencia: resulta un
verdadero rompecabezas si nos proponemos asumir un comportamiento
que satisfaga simultáneamente las exigencias de todos los
sistemas hospederos que nos corresponden, como por ejemplo: la
familia restringida (esposa e hijos), la familia ampliada
(abuelos, tíos suegros sobrinos, etc.), el colectivo de
amigos, el colectivo de trabajo, la
comunidad, etc. Sobre todo en estos tiempos que se vive bajo una
tensión y un estrés
inusitados.

Es por ello que se puede afirmar que cualquier
comportamiento que se asuma, entrará necesariamente en
contradicción con alguno, o algunos de nuestros sistemas
hospederos. Esta es una de las encrucijadas más
complicadas que antepone la vida al comportamiento
humano, requiriéndose de mucha inteligencia para salir
lo mejor posible de este acertijo propio de la misma existencia
humana.

* * * * *

También ocurre que incluso en la mejor de las
situaciones, en el caso que podamos cumplir con todos y cada uno
de nuestros compromisos sistémicos, la vida nos puede
tener reservadas sorpresas negativas que desde nuestra
perspectiva no comprendemos. "¡Que mal yo habré
hecho para merecer tal castigo!" o "¿Por qué a
muchas personas que hacen daño la
vida les sonríe y a mí, que cumplo con todas mis
obligaciones,
me va tan mal?" son algunas de las frases que manifiestan nuestra
incomprensión.

Para explicarnos estas interrogantes se debe partir de
las siguientes premisas:

  • El hombre no tiene acceso a los planes que les han
    designado los sistemas hospederos que lo contienen, y por
    consiguiente no puede, en principio, tener certeza de que sus
    acciones
    coinciden y se encuentran en correspondencia con los planes
    estratégicos de dichos sistemas. "Lo que el hombre ve
    correcto desde su perspectiva, no tiene por qué serlo
    desde la perspectiva de un determinado sistema
    hospedero".
  • Los problemas son oportunidades de desarrollo para el
    hombre y los sistemas hospederos que lo albergan, de manera que
    muchas de las situaciones que el hombre interpreta como una
    mala retribución a su buen comportamiento. Puede
    constituir una oportunidad de crecimiento desde la perspectiva
    sistémica e incluso desde la perspectiva
    individual.
  • Los últimos resultados de la ciencia
    han ido enfatizando en el predominio del pensamiento
    probabilístico sobre el pensamiento
    determinístico para describir y dar explicación a
    la mayoría de los fenómenos y procesos que
    se observan. De manera que en la vida no se observan un
    desarrollo recto, sino más bien sinuoso: "Dios escribe
    recto en líneas torcidas"

La última premisa expuesta le permite al hombre
orientar su comportamiento, a pesar de la incertidumbre
implícita en las dos primeras: Las probabilidades de ser
bien retribuidos haciendo el bien, son mucho mayores que cuando
se hace el mal (de no ser así quedaría muy
entredichos la inteligencia humana). Debe pues, hacerse el bien a
cambio de
nada, sin esperar una recompensa por nuestras acciones: una
ley matemática, la ley de los Grandes
Números, se encargará de guiarnos hacia el éxito y
la realización, toda vez que expresa que en grandes
números de ocurrencias la realidad se comporta como la
probabilidad.

*****

Sobre la sinuosidad de la vida cabe señalar que
incluso en la propia realización de las decisiones que el
hombre toma, se manifiesta una contradicción que se
encuentra estrechamente relacionada con sus estados
anímicos y que con frecuencia influye en el éxito
que pueda o no tener.

  • La vida se caracteriza por el hecho de que tenemos
    que tomar decisiones en condiciones de incertidumbre, o
    sea que no contamos con toda la información
    requerida.
  • Una vez que queda superada la fase de la
    incertidumbre, y nos hacemos concientes de la decisión
    tomada, surge una fase en que el predominio de la actividad de
    nuestro conciente nos lleva a reforzar la decisión
    tomada, y sólo percibimos aquellos aspectos que apuntan
    a que la decisión tomada fue correcta, a esta fase se le
    llama fase de la euforia.
  • Incluso ya dentro de la fase de la euforia, comienza
    un proceso de incubación en que nuestro subconsciente
    comienza a revelar los aspectos que apuntan en contra de la
    decisión tomada. Lo más alarmante es que se
    presta más atención a los aspectos negativos que a
    los positivos, los cuales son prácticamente ignorados.
    Esta fase en que nuestro estado de
    ánimo refleja nuestra "frustración" por la
    decisión tomada se llama fase de la
    depresión.
  • La madurez sintetiza todas las fases referidas
    con anterioridad, fase en que se le da el verdadero peso a cada
    aspecto relacionado con la decisión tomada, ya sea
    positiva o negativa. En esta fase el hombre no sólo
    evalúa el resultado alcanzado por la decisión
    tomada, sino el camino que se siguió para llegar a ella,
    lo que le permite influir en los mecanismos relacionados con el
    procesamiento y toma de las decisiones. O sea que se propicia
    el movimiento
    del conocimiento hacia la cultura.

*****

Las contradicciones señaladas no deben ser vistas
como desgracias que gravitan sobre nuestra especie, pues podemos
decir que a ellas debemos nuestro desarrollo. Si la inteligencia
puede ser tomada como capacidad para resolver problemas, entonces
éstos no pueden ser percibidos como otra cosa que como
oportunidades para nuestro desarrollo y él de nuestros
sistemas hospederos.

No hemos pretendido agotar el tema de las
contradicciones del comportamiento humano desde la perspectiva
cibernética en este artículo, sólo hemos
querido esbozar lo que será el artículo
"Dialéctica del comportamiento humano" que será
publicado próximamente.

Conclusiones.

La generalización del concepto de cultura hacia
los sistemas educadores, permitió la generalización
del concepto de educación más
allá de la perspectiva humana abarcando a todo el reino
biológico. Este enfoque abre la posibilidad de revelar
regularidades muy importantes de los complicados procesos
educativos desarrollados por la naturaleza, lo que constituye uno
de los principales aportes teóricos derivados de esta
obra, toda vez que a partir de ella el hombre puede
conceptualizar y perfeccionar su educación aprendiendo de
la naturaleza, cuestión de la que estaba privado hasta
entonces, por haber considerado a la educación patrimonio
exclusivo de los seres humanos.

El hecho de considerar a la educación como el
acto de depositar la cultura del sistema en sus representantes,
reveló que no sólo se transfieren los aspectos
"espirituales", sino también las conquistas materiales de
la especie, en las que se incluyen las características
biológicas necesarias para la preservación,
desarrollo y difusión de la misma. De ahí que la
evolución constituya una parte integrante del objeto de la
cibernética educativa.

La desmistificación del concepto de inteligencia
y el estudio de los principales planteamientos de la Teoría
de Evolución, a la luz de una nueva
definición cibernética de "inteligencia" (como
procesamiento de lo infinito), reveló la inconsistencia de
esta teoría si se excluye la acción de un
componente inteligente en la evolución del mundo
biológico.

Del enfoque de inteligencia como procesamiento de lo
infinito se derivó además, que "el tanteo"
(evolución basada en la generación de variedad
azarosa) y "los procesamientos inteligentes" (evolución
basada en una capacidad innata de los sistemas que evolucionan
para orientarse en la determinación de comportamientos
favorables) son contrarios dialécticos; y que la
absolutización de cualquiera de ellos conlleva a
resultados inconsistentes que obstaculizan la percepción
de los complejísimos procesos evolutivos desarrollados por
la naturaleza.

Sin entrar en disquisiciones filosóficas se
llegó a la conclusión no sólo de que a los
sistemas que evolucionan les es innata un tipo muy
específico de inteligencia, sino también que
ésta está conformada por ciertos componentes entre
los cuales se encuentran: la memoria, el
componente heurístico y la visualización. Lo que
significa que en los sistemas educadores se ha de producir un
tipo muy singular de reflejo, tanto de su interior como del
contexto en que se desarrollan, de manera que en estos sistemas
se alberga un tipo, muy singular también, de
conciencia.

El profundizar en la categoría "sistema"
aportó nuevos elementos teóricos que se hace
necesario destacar. El hecho de que los sistemas constituyan
organizaciones estables y trascendentes que gozan de un
equilibrio dinámico advierte sobre su carácter
inteligente, contando además con las siguientes
características:

  • El sistema es sólo apreciable a través
    de la actividad y presencia de sus representantes.
  • La existencia del sistema va más allá
    de la existencia de sus representantes.

Lo que significa que la parte esencial del sistema, cuya
manifestación se realiza a través de la actividad y
presencia de sus representantes, permanece oculta y alejada del
alcance de la percepción directa del hombre. Es por ello
que cuando Prigogine plantea: "…Actualmente empieza a
comprenderse que la vida es el resultado de una evolución
que se dirige hacia sistemas cada vez más complejos
";
en esta obra se revela que esos complejísimos sistemas
están presentes ya, y han acompañado a la vida a lo
largo de toda su evolución. Es por ello que se hizo
necesario considerar la existencia de una categoría
cibernética que contenga la parte trascendente del
sistema, esa parte esencial y oculta que fue denominada
"sistema trascendente". Al mismo tiempo se denominó
"sistema concreto" a la forma espacio temporal de
existencia del sistema, haciéndose referencia a aquello
que se encuentra al alcance de la percepción humana y que
está directamente relacionada con la presencia y actividad
de los representantes del sistema.

La creciente complejización del contexto
obligó a elementos, inicialmente aislados, a hacerse
portadores de propiedades que sólo se podían lograr
bajo la acción mancomunada de varios elementos. El hecho
de que las propiedades referidas resultaran ser vitales para la
existencia de los elementos, indujo el carácter permanente
de dichas agrupaciones, en tanto que el carácter cambiante
del contexto exigió de ellas una estabilidad y equilibrio
dinámico. Estas agrupaciones fueron convirtiéndose
gradualmente en sistemas, sistemas cibernéticos, sistemas
dinámicos, deviniendo finalmente en sistemas inteligentes
y sistemas educadores.

Los sistemas trascendentes, manifiestos a través
de los sistemas concretos, dotados de inteligencia a su nivel
jerárquico, han asumido comportamientos que han guiado a
las correspondientes especies hasta los niveles evolutivos
observados en la actualidad, contando incuestionablemente con una
proyección hacia el futuro. En la base de los
comportamientos seguidos por los diferentes sistemas
trascendentes se observa una dialéctica en la que
intervienen: el tanteo (muy bien descrito por los
mecanismos de la selección
natural) y los procesamientos inteligentes (que orientan
al sistema a la determinación de comportamientos
favorables). "Para progresar no basta actuar, hay que saber en
que sentido actuar"

Sin bien el enfoque que se sustenta en esta obra
describe el paso de la vida zoaria (unicelular) a la vida
metazoaria (pluricelular), se debe destacar que no se advierte
ninguna condición que se oponga, o limite, al paso de la
vida metazoaria a la vida suprametazoaria (las especies,
ecosistemas, etc.) siguiendo el mismo camino.

El sistema trascendente es la única
configuración sistémica capaz de concebir las
proyecciones estratégicas del sistema, dado su
carácter trascendente y por tanto es el único capaz
de ocuparse del diseño inteligente de una especie como la
observada en el "Trilobites" y en general en todas las especies
existentes en la actualidad.

El sistema concreto, vinculado profundamente a las
condiciones espacio temporales contextuales, se encuentra en
condiciones óptimas para concebir, realizar y evaluar las
proyecciones tácticas requeridas por el desarrollo del
sistema.

Como síntesis
se debe señalar que los representantes no son más
que una concreción de la entidad inmaterial que constituye
el sistema trascendente. Este a su vez cuenta con un plan
estratégico que rige la existencia y comportamiento de sus
representantes, es trascendente, omnisciente, omnipresente,
omnipotente y a la vez que es el todo, se encuentra dentro de
cada una de las partes. La determinación de la naturaleza
filosófica de ese ente se escapa del objeto de la
cibernética y por consiguiente esta fuera del alcance de
esta obra.

El hecho de haber enfocado a la evolución desde
la perspectiva del desarrollo en un sistema educador
genérico, permite revelar regularidades inherentes al
progreso en un extenso diapasón que va desde un organismo
unicelular, pasando por los organismos más complejos como:
las especies, ecosistemas, etc. hasta llegar al propio
comportamiento humano. Los mecanismos seguidos por las especies
en búsqueda del progreso, el desarrollo y la
evolución, pueden y deben ser aplicados para orientar al
hombre por el camino del éxito, el crecimiento y la
autorrealización. Sería desastroso imaginar a un
hombre, o cualquier otro animal que "se encuentre en sus
cabales", comportándose sobre la base de la
generación de diversidad aleatoria y exámenes
correspondientes. Sin embargo los mecanismos derivados del
enfoque de evolución inteligente que se propone revelan
contradicciones fundamentales del comportamiento humano, cuyas
soluciones permiten el perfeccionamiento de la actividad del
hombre.

Finalmente consideramos oportuno destacar los
principales aportes derivados de esta obra:

  • En el plano filosófico se abren nuevas
    posibilidades para profundizar en la relación ciencia
    religión, toda vez
    que en esencia la diferencia sustancial radica en la naturaleza
    que se le atribuya al ente cibernético que hemos
    convenido en llamar sistema trascendente, cuya existencia es
    realmente enigmática para el conocimiento humano en la
    actualidad.
  • Del aporte filosófico referido se deriva un
    importantísimo aporte psicológico: En la
    mayoría de las personas se produce un conflicto que se
    deriva de la contradicción generada por la actividad de
    su hemisferio izquierdo (donde hay un predominio de la ciencia)
    y la actividad del hemisferio derecho (donde la fe es
    predominante). Esta bifurcación interna socava las bases
    de todo el comportamiento humano, restringiendo sustancialmente
    el aprovechamiento de las enormes capacidades del hombre.
    Armonizar la relación ciencia – religión
    implica armonizar, en el hombre, la relación entre fe y
    razón.
  • En lo epistemológico debemos señalar
    que la contribución de esta obra no es menos importante:
    La generalización de los conceptos de cultura,
    inteligencia, educación y conciencia más
    allá de la perspectiva humana remueve las tradicionales
    líneas de demarcación que han separado los
    dominios de las ciencias
    naturales y las ciencias
    humanísticas, generándose un importante escenario
    de interacción
    multidisciplinaria.
  • En lo social se debe destacar la concepción
    del hombre como un ser biosistémico en lugar de tomarlo
    como un ser biosocial. Este enfoque revela la extraordinaria
    influencia que ejercen los sistemas hospederos sobre el
    comportamiento y actividad de los seres humanos.
  • En el plano ético se concibe al hombre como
    una concreción de los sistemas hospederos que lo
    contienen, llegándose a la conclusión de que no
    son los hombres los que determinan los sistemas que lo
    contienen, sino que más bien son los sistemas hospederos
    los que determinan y generan la existencia humana. La
    pertenencia sistémica dota de sentido a la vida del
    hombre, en tanto que el sistema de contradicciones en que vive
    el ser humano permite revelar una especie de dialéctica
    que rige su existencia.
  • En lo gnoseológico – cognitivo se debe
    destacar que el enfoque contenido en esta obra permite al
    hombre aprender de la naturaleza en una serie de procesos y
    fenómenos que hasta entonces habían sido
    considerados patrimonio exclusivo de la actividad
    humana.
  • En especial en los aspectos relacionados con la
    educación se debe señalar que la
    revelación de procesos educativos en la naturaleza
    sienta las bases de una profunda revolución en esta controvertida e
    importantísima esfera de la actividad
    humana.
  • Con respecto a la evolución de las especies es
    de destacar que en esta obra se critica, en sus fundamentos,
    tanto a la Teoría Evolucionista propuesta por Darwin y a
    todas aquellas que absolutizan el papel del tanteo en el
    progreso de las especies; como también son criticados
    aquellos enfoques que absolutizan el papel de la inteligencia
    para dar explicación a la extraordinaria
    adaptación, estabilidad y perfección manifiesta
    en el mundo biológico.

Sin caer en eclecticismos se propone y fundamenta en
esta obra un enfoque que expresa un equilibrio entre el papel
jugado por el tanteo y el papel jugado por la inteligencia en el
progreso de las diferentes especies, de manera que se trata de
una especie de evolución inteligente que, en definitiva,
es quien ha regido el desarrollo en el mundo biológico que
hoy observamos.

En nuestros estudios hemos excluido el problema relativo
a los orígenes, pues siguiendo los cánones de
formación de las diferentes ciencias naturales, somos del
criterio que cualquier ciencia que incluya en sus dominios al
origen más profundo de su objeto, caerá
inexorablemente en aspectos relacionados con la misma
formación del universo.

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Datos de los autores:

Marcelino González Maitland,

Doctor en Ciencias Pedagógicas,

Valarie G. Williamson Cuthbert,

Master en Administración de Empresas de Servicios,

Jaime De León,

Reverendo,

Línea temática:
Educación.

 

Partes: 1, 2, 3
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