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Enfermedades Laborales (página 2)



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Generalmente, si los materiales
que contienen asbesto están en buenas condiciones, son
seguros si
no se tocan. Si tiene dudas sobre al asbesto que pueda haber en
su casa, su oficina o su
lugar de trabajo tal
vez sea conveniente que el material en cuestión sea
inspeccionado. La eliminación de los materiales que
contienen asbesto debe ser realizada por especialistas. El
mesotelioma, un cáncer en cierto modo poco frecuente que
compromete al revestimiento del pecho, también
está ocasionado por la exposición al asbesto. La
Asociación Estadounidense del Pulmón (American
Lung Association) calcula que 60.000 personas podrían
morir a causa de mesotelioma antes de 2060. 

Neumoconiosis de los trabajadores del
carbón
La neumoconiosis de las personas que trabajan con carbón
es debida a la inhalación de polvo de carbón.
También llamada "enfermedad de los mineros", o
enfermedad del pulmón negro, en casos severos, se
caracteriza por la formación de cicatrices en los
pulmones (que con frecuencia dañan los pulmones
permanentemente y pueden llevar a la dificultad respiratoria).
Aproximadamente el 4.5 por ciento de los mineros de
carbón padecen de este tipo de neumoconiosis.

  • Silicosis
    La silicosis es una enfermedad de los pulmones causada por la
    inhalación de cristales de sílice que se
    encuentran en el aire de las
    minas, fundiciones y de manejo de explosivos, así como
    en las fábricas de piedra, arcilla y vidrio.
    Caracterizada por la formación de cicatrices en los
    pulmones, la silicosis puede aumentar el riesgo de otras
    enfermedades
    pulmonares, incluso la tuberculosis
    (una infección bacteriana crónica que suele
    afectar a los pulmones). De acuerdo a la Asociación
    Americana del Pulmón, cada año mueren de
    silicosis unas 300 personas. Hasta la fecha, se calcula que
    1.600.000 trabajadores se han expuesto a dicho polvo, y
    aproximadamente 60.000 se espera que padezcan
    silicosis.

Ejemplos de enfermedades por polvos
orgánicos:

  • Bisinosis
    La bisinosis es causada por polvo que se produce al procesar
    cáñamo, lino y algodón. También llamada "disnea
    del lunes", o enfermedad del pulmón pardo, es una
    enfermedad crónica que se caracteriza por
    opresión en el pecho y dificultad para respirar. Se
    calcula que hasta la fecha la bisinosis ha afectado a unos
    35.000 trabajadores o antiguos trabajadores de fábricas
    textiles.
  • Neumonitis por hipersensibilidad
    (alérgica)

La neumonitis por hipersensibilidad es una enfermedad de
los pulmones debida a la inhalación de esporas de hongos
procedentes de heno mohoso, excrementos de pájaros y otros
desechos orgánicos. La enfermedad se caracteriza por la
inflamación de los alvéolos, que
provoca la formación de cicatrices de tejido fibroso en
los pulmones y respiración anormal. Existen diversas
variantes de la neumonitis alérgica en función
del trabajo que se realice, como por ejemplo la de los
trabajadores del corcho, la de los granjeros y la de las personas
que cultivan champiñones (hongos, setas).

  • Asma ocupacional

El asma ocupacional
o asma laboral es debida
a la inhalación de ciertos irritantes en el lugar de
trabajo, tales como polvo, gases, humos y
vapores. Caracterizada por los mismos síntomas del asma
común (como la tos crónica y las sibilancias), el
asma ocupacional es un trastorno reversible si se diagnostica en
sus primeras etapas. Las personas con mayor riesgo de padecer
asma ocupacional son las que trabajan en operaciones de
fabricación y procesamiento, en granjas, cuidando animales,
procesado de alimentos, en
industrias
textiles y del algodón y en operaciones de
refinado.

¿Cómo se pueden prevenir las
enfermedades laborales de los pulmones?

La mejor prevención contra las enfermedades
laborales de los pulmones consiste en evitar inhalar las
sustancias que la producen. El Instituto Nacional del Corazón,
el Pulmón y la Sangre (National
Heart, Lung, and Blood Institute, su sigla en inglés
es NHLBI) recomienda además otras medidas preventivas,
entre las que se incluyen las siguientes:

  • No fumar. Fumar puede aumentar el riesgo de padecer
    una enfermedad laboral pulmonar.
  • Utilizar los dispositivos de protección
    adecuados, como por ejemplo mascarillas, cuando en el aire haya
    irritantes y polvo.
  • Evaluar la función del pulmón mediante
    una espirometría (una evaluación de la función del
    pulmón que se realiza en el consultorio del
    médico) con la frecuencia que su médico le
    aconseje para familiarizarse con la función de su
    pulmón.
  • Educar a los trabajadores sobre los riesgos de
    enfermedad del pulmón.
  • Contratar a un experto en salud laboral para que
    investigue el ambiente en
    el lugar de trabajo en busca de riesgos de enfermedad laboral
    de los pulmones.

Tratamiento de las enfermedades laborales de los
pulmones:

El tratamiento específico será determinado
por su médico basándose en lo siguiente:

  • Su edad, su estado
    general de salud y su historia
    médica.
  • Que tan avanzada está la enfermedad del
    pulmón y el tipo de enfermedad.
  • Su tolerancia a
    determinados medicamentos, procedimientos o terapias.
  • Sus expectativas para la trayectoria de la
    enfermedad.

La
depresión

Según el Instituto Nacional de la Salud Mental
(NIMH siglas en inglés), cada año, el 9.5 por
ciento de la población estadounidense (aproximadamente
18.8 millones de adultos americanos) padece de enfermedades
depresivas. Desgraciadamente, muchas personas no saben que la
depresión es una enfermedad , muchas veces
laboral,tratable.

NIMH dice que el trastorno depresivo es una enfermedad
que afecta el organismo (cerebro), el
ánimo, y la manera de pensar. Afecta la forma en que una
persona come y
duerme. Afecta cómo uno se valora a sí mismo
(autoestima) y
la forma en que uno piensa. Un trastorno depresivo no es lo mismo
que un estado pasajero de tristeza. No indica debilidad personal. No es
una condición de la cual uno puede liberarse
voluntariamente.

Tipos de depresión

Al igual que en otras enfermedades, por ejemplo las
enfermedades del corazón, existen varios tipos de
trastornos depresivos:

  • Depresión severa. La depresión
    severa se manifiesta por una combinación de
    síntomas que interfieren con la capacidad para
    trabajar, estudiar, dormir, comer y disfrutar de actividades
    que antes eran placenteras. Un episodio de depresión
    muy incapacitante puede ocurrir sólo una vez en la
    vida, pero por lo general ocurre varias veces de la
    vida.
  • Distimia. La distimia, un tipo de
    depresión menos grave, incluye síntomas
    crónicos a largo plazo, que no incapacitan tanto, sin
    embargo inpiden el buen funcionamiento y el bienestar de la
    persona. Muchas personas con distimia también pueden
    padecer de episodios depresivos severos en algún
    momento de su vida.
  • Trastorno bipolar. Otro tipo de
    depresión es el trastorno bipolar, llamado
    también enfermedad maníaco-depresiva. No es tan
    frecuente como los otros trastornos depresivos. El trastorno
    bipolar se caracteriza por cambios cíclicos en
    el estado
    de ánimo: fases de ánimo elevado o
    eufórico (manía) y fases de ánimo bajo
    (depresión). Los cambios de estado de ánimo
    pueden ser dramáticos y rápidos, pero
    más a menudo son graduales. Cuando una persona
    está en la fase depresiva del ciclo, puede padecer de
    uno, de varios o de todos los síntomas del trastorno
    depresivo. Cuando está en la fase maníaca, la
    persona puede estar hiperactiva, hablar excesivamente y tener
    una gran cantidad de energía. La manía a menudo
    afecta la manera de pensar, el juicio y la manera de
    comportarse con relación a los otros. Puede llevar a
    que el paciente se meta en graves problemas
    y situaciones embarazosas. Por ejemplo, en la fase
    maníaca la persona puede sentirse feliz o
    eufórica, tener proyectos
    grandiosos, tomar decisiones de negocios
    descabelladas, e involucrarse en aventuras o fantasías
    románticas. Si la manía se deja sin tratar
    puede empeorar y convertirse en un estado sicótico (el
    paciente pierde temporalmente la razón).
  • Depresión posparto. Las mujeres deben
    de estar alertas de cambios mentales que pueden ocurrir,
    durante el embarazo y
    después del parto. La
    Academia Americana del Médico Familiar reporta que los
    síntomas de lo que más comúnmente se le
    llama "baby blues" pueden comenzar de tres a cuatro dias
    después del parto, y esto incluye cambios de
    temperamento, el llorar repentinamente y los problemas de
    concentración. Estos síntomas desaparecen por
    lo regular diez días después del parto. Pero si
    se prolongan o se intensifican, se le llama depresión
    posparto y puede necesitar ayuda médica.

Síntomas de depresión y
manía

NIMH dice que no todas las personas que están en
fases depresivas o maníacas padecen de todos los
síntomas. Algunas padecen de unos pocos síntomas,
otras tienen muchos. La gravedad de los síntomas
varía según la persona y también puede
variar con el tiempo.

Depresión:

  • Estado de ánimo triste, ansioso o
    "vacío" en forma persistente.
  • Sentimientos de desesperanza y pesimismo.
  • Sentimientos de culpa, inutilidad e
    impotencia.
  • Pérdida de interés
    o placer en pasatiempos y actividades que antes se disfrutaban,
    incluyendo la actividad sexual.
  • Disminución de energía, fatiga,
    agotamiento, sensación de estar "en cámara
    lenta."
  • Dificultad en concentrarse, recordar y tomar
    decisiones.
  • Insomnio, despertarse más temprano o dormir
    más de la cuenta.
  • Pérdida de peso, apetito o ambos, o por el
    contrario comer demasiado y aumento de peso.
  • Pensamientos de muerte o
    suicidio;
    intentos de suicidio.
  • Inquietud, irritabilidad.
  • Síntomas físicos persistentes que no
    responden al tratamiento médico, como dolores de cabeza,
    trastornos digestivos y otros dolores
    crónicos.

Manía:

  • Euforia anormal o excesiva.
  • Irritabilidad inusual.
  • Disminución de la necesidad de
    dormir.
  • Ideas de grandeza.
  • Conversación excesiva.
  • Pensamientos acelerados.
  • Aumento del deseo sexual.
  • Energía excesivamente
    incrementada.
  • Falta de juicio.
  • Comportarse en forma inapropiada en situaciones
    sociales.

Causas de la depresión

Algunos tipos de depresión tienden a afectar
miembros de la misma familia, lo cual
sugeriría que se puede heredar una predisposición
biológica. Esto parece darse en el caso del trastorno
bipolar. Los estudios de familias con miembros que padecen del
trastorno bipolar en cada generación, han encontrado que
aquellos que se enferman tienen una constitución genética
algo diferente de quienes no se enferman. Sin embargo, no todos
los que tienen la predisposición genética para el
trastorno bipolar lo padecen.

Al parecer, hay otros factores adicionales que
contribuyen a que se desencadene la enfermedad: posiblemente
tensiones en la vida, problemas de familia, trabajo o
estudio.

En algunas familias la depresión severa se
presenta generación tras generación. Sin embargo,
la depresión severa también puede afectar a
personas que no tienen una historia familiar de depresión.
Sea hereditario o no, el trastorno depresivo severo está a
menudo asociado con cambios en las estructuras o
funciones
cerebrales.

Las personas con poca autoestima se perciben a sí
mismas y perciben al mundo en forma pesimista. Las personas con
poca autoestima y que se abruman fácilmente por el
estrés
están predispuestas a la depresión. No se sabe con
certeza si esto representa una predisposición
psicológica o una etapa temprana de la
enfermedad.

En los últimos años, la investigación científica ha
demostrado que algunas enfermedades físicas pueden
acarrear problemas mentales. Enfermedades tales como los accidentes
cerebro-vasculares, los ataques de corazón, el cáncer,
la enfermedad de Parkinson y
los trastornos hormonales, pueden llevar a una enfermedad
depresiva.

La persona enferma y deprimida se siente apática
y sin deseos de atender a sus propias necesidades físicas,
lo cual prolonga el periodo de recuperación. La
pérdida de un ser querido, los problemas en una
relación personal, los problemas económicos, o
cualquier situación estresante en la vida (situaciones
deseadas o no deseadas) también pueden precipitar un
episodio depresivo.

Las causas de los trastornos depresivos generalmente
incluyen una combinación de factores genéticos,
psicológicos y ambientales. Después del episodio
inicial, otros episodios depresivos casi siempre son
desencadenados por un estrés leve, e incluso pueden
ocurrir sin que haya una situación de
estrés.

Evaluación diagnóstica y
tratamiento

El primer paso para recibir un tratamiento adecuado para
la depresión consiste en un examen médico. Ciertos
medicamentos, así como algunas enfermedades, por ejemplo
infecciones vitales, pueden producir los mismos síntomas
que la depresión. El médico debe descartar esas
posibilidades por medio de un examen físico, entrevista del
paciente y análisis de laboratorio.
Si causas físicas son descartadas, el médico debe
realizar una evaluación psicológica o dirigir al
paciente a un psiquiatra o psicólogo.

La selección
del tratamiento dependerá del resultado de la
evaluación. Existe una gran variedad de medicamentos
antidepresivos y psicoterapias que se pueden utilizar para tratar
los trastornos depresivos.

Muchas formas de psicoterapia,
incluso algunas terapias a corto plazo (10-20 semanas), pueden
ser útiles para los pacientes deprimidos. Las terapias "de
conversación" ayudan a los pacientes a analizar sus
problemas y a resolverlos, a través de un intercambio
verbal con el terapeuta. Algunas veces estas pláticas se
combinan con "tareas para hacer en casa" entre una sesión
y otra.

Los profesionales de la psicoterapia que utilizan una
terapia "de comportamiento" procuran ayudar a que el paciente
encuentre la forma de obtener más satisfacción a
través de sus propias acciones.
También guían al paciente para que abandone
patrones de conducta que
contribuyen a su depresión o que son consecuencia de su
depresión.

Hay varios tipos de medicamentos antidepresivos
utilizados para tratar trastornos depresivos. Estos incluyen los
"inhibidores selectivos de la recaptación de
serotonina"(SSRI siglas en inglés) que son medicamentos
nuevos, los tricíclicos y los "inhibidores de la
monoaminoxidasa" (MAOI siglas en inglés). Nunca se deben
combinar medicamentos de ningún tipo – recetados, sin
receta o prestados – sin consultar al médico.

Cualquier otro profesional de la salud que pueda
recetarle un medicamento (por ejemplo el dentista u otro
especialista) tiene que saber qué medicamentos está
tomando el paciente. Aunque algunos medicamentos son inocuos
cuando se toman solos, si se toman en combinación con
otros pueden ocasionar efectos secundarios peligrosos. Algunas
substancias, como el alcohol y
las drogas de
adicción, pueden reducir la efectividad de los
antidepresivos y por lo tanto se deben evitar. Las preguntas
sobre los antidepresivos recetados y problemas que puedan estar
relacionados con el medicamento, deben tratarse con su
médico.

Dermatitis

¿Qué es la dermatitis?

La Dermatitis Atópica es un padecimiento
crónico y recurrente de la piel que se
caracteriza por lesiones con enrojecimiento, prurito intenso, y
frecuentemente resequedad en diferentes partes del cuerpo, que se
presenta en episodios agudos, por tiempos e intensidad variables, y
generalmente también con períodos "sanos" de
duración variable. Además se caracteriza por
manifestar una reactividad muy alta de la piel a estímulos
físicos e irritantes directos, y una mayor susceptibilidad
a cierto tipo de infecciones cutáneas (como los hongos
ó el estafilococo). Las personas con Dermatitis
Atópica son, en resumen, "muy delicados" ó
"sensibles" de la piel.

¿Cómo se clasifica?

La dermatitis más común es la
atópica, aunque es frecuente la aparición de
dermatitis alérgica, que puede deberse a reacciones
alérgicas a animales y otras sustancias; la dermatitis por
contacto, también conocida como eczema de contacto porque
se manifiesta como una lesión con eczemas, es una
inflamación de la piel, la dermatitis seborréica y
la dermatitis de pañal que es una erupción que
aparece en un área anatómica especialmente expuesta
a sustancias irritantes.

En la zona del pañal del niño se suman
factores de oclusión, rozamiento, humedad, y la acción
directa irritante de la orina (ph de 5 a 8)
sobre la superficie cutánea. Las heces también
juegan un papel irritante debido a diversas enzimas que
contienen.

¿Qué la produce?

Se ha podido demostrar una tendencia genética
heredable en éste padecimiento, frecuentemente ligado a
otras enfermedades, como el Asma Bronquial y la Rinitis
Alérgica, por ello, se ha podido demostrar la
participación de reacciones alérgicas como causa de
la gran mayoría de los casos con éste padecimiento,
aunque tenemos que aclarar que existen muchos otros factores que
influyen en la evolución y severidad de la Dermatitis
Atópica.
Anteriormente, se conocía a éste padecimiento como
"Neurodermatitis", ya que se demostró que
éste tipo de piel tiene una reacción anormal en
ciertos reflejos cutáneos, debido a alteraciones en las
terminaciones nerviosas sensitivas, que normalmente controlan,
por ejemplo, la sudoración, la dilatación de los
capilares ó la secreción de las glándulas
sebáceas de la piel.

Desgraciadamente, esto ha originado que se malinterprete
como un padecimiento de origen psicológico ó
"nervioso", y que, aún hasta la fecha, muchos de
éstos casos se manejen inadecuadamente con sedantes,
psicoterapia, etc.

Actualmente se sabe, que, aunque el estrés
ó las emociones
intensas pueden exacerbar ó producir un nuevo brote de
dermatitis, esto no quiere decir que ésa sea la causa del
padecimiento en sí. Esto es, el estrés es otro
más de los factores que influyen en éste
padecimiento, así como también lo son: el exceso de
sudor; de sol; de frío; el roce con ropas ásperas;
el contacto directo con sustancias irritantes como los solventes,
jabones, detergentes, combustibles, y ciertos metales.

En cuanto a factores alérgicos, los alimentos
son, con mucho, los más frecuentemente relacionados con la
sensibilización cutánea, ya sea ingeridos ó
contactados directamente por la piel. También muy
frecuentes son los sensibilizantes cutáneos directos de
muy diversos tipos: cremas lubricantes; con antibióticos;
algunos jabones y detergentes; materiales plásticos
como el látex, nylon, la lycra ó el dacrón ;
y algunos metales como el níquel y el zinc utilizados como
aleación en los botones de la ropa, extensibles y
joyería de fantasía ó fina.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la dermatitis suele ser
complejo en la medida en que La característica principal y
distintiva de cualquiera de las formas de la enfermedad es el
prurito ó comezón, que suele ser intensa y en
ocasiones difícil de controlar. Algunas veces éstos
episodios ceden solos si no son intensos, y no requieren
medicamentos ó cremas especiales, sin embargo, la
mayoría de las veces sí se necesitan. Estas
recaídas pueden durar pocos días ó
mantenerse por tiempos muy prolongados, dependiendo de la causa y
de la severidad y extensión de las zonas afectadas en cada
caso.
¿Cómo se maneja?

Temperatura ambiental: el calor es mal
tolerado por los pacientes con dermatitis atópica. Debe
evitarse la temperatura
ambiental elevada y el uso de ropa de abrigo excesiva.

Humedad ambiental: la sequedad del ambiente
incrementa el prurito o rasquiña en la dermatitis
atópica. Las calefacciones por aire caliente (ej.: las de
los carros) pueden ser un factor agravante importante. La
humidificación ambiental con instalaciones adecuadas es
beneficiosa, en cambio las
medidas caseras con pequeños humidificadores o recipientes
de agua son poco
eficaces.
Exposición solar: suele resultar beneficiosa en la
dermatitis atópica, pero debe evitarse siempre la
quemadura solar. Algunos pacientes tienen mala tolerancia al sol
e incluso pueden sufrir agravamiento de sus lesiones.
Ropa: Se debe evitar el contacto directo de la piel con
lana, plásticos, gomas, etc. La tolerancia de las fibras
sintéticas es muy variable y deberá evaluarse en
cada caso.

Alimentos: algunos alimentos ácidos
(ej.: cítricos, tomate) pueden
irritar la piel del atópico al ingerirlos o ser
manipulados. Los excitantes, como el café,
el cacao y el alcohol incrementan el prurito y son
contraproducentes. Algunos alimentos, por su contenido en
histamina o por liberar esta sustancia, sobre todo si se consumen
en grandes cantidades (ej.: fresas, mariscos), pueden
desencadenar también prurito. Exceptuando estas
circunstancias, no es necesario efectuar restricciones
dietéticas en la dermatitis atópica.
Vacunas: Los niños
con dermatitis atópica deben recibir todas las vacunas a su
debido tiempo, si no existen otras contraindicaciones. Durante
los tratamientos con corticoides sistémicos no deben
realizarse vacunas con virus vivos (
poliomielitis, sarampión- parotiditis-rubéola,
varicela ).

Higiene: El baño, especialmente con agua
muy caliente y detergentes agresivos, irritan la piel del
atópico. No obstante, debe mantenerse una higiene
suficiente combinando el uso de emolientes. Es preferible la
ducha con agua templada y geles de ph ácido.

Emolientes: la aplicación una o varias
veces al día de una crema emoliente ("hidratante") en todo
el cuerpo es una medida esencial en el tratamiento de la
dermatitis atópica. El momento más adecuado para
aplicar la crema es inmediatamente tras la ducha o el
baño. Debe tenerse en cuenta que muchos pacientes
atópicos tienen mala tolerancia a algunos de los
compuestos de uso más habitual en este grupo, como la
urea.

Rascamiento: es esencial convencer al paciente o
a sus familiares que el rascarse frotarse son factores decisivos
en el mantenimiento
de las lesiones y de la necesidad de evitarlos.

Laringopatías

Consiste en una enfermedad a la voz que se produce
cuando ésta es utilizada como principal herramienta de
trabajo. Por eso, no es de extrañar que el 79% de quienes
la padecen sean profesores de educación
básica y media.

Sintomas

  • Sensoriales. Carraspera y tos laríngea
    (no productiva)
    Fatiga vocal progresiva, tras el empleo breve
    o progresivo de la voz.
    Irritación o dolor en la laringe, faringe o en sus
    alrededores.
    Contractura de los músculos del cuello.
  • Auditivos. Disfonía o ronquera aguda o
    crónica.
    Cambios del tono que van desde una voz clara hasta una voz
    jadeante, raspada, chirriante, apagada o
    áspera.
  • Visuales. Laringoscopía indirecta:
    puede existir enrojecimiento, inflamación o edema de las
    cuerdas vocales. También puede ser normal.

Hipoacusia laboral

Cualquier persona expuesta a ruido de forma
repetida, puede desarrollar una hipoacusia progresiva, al cabo de
los años. La pérdida auditiva empieza en la zona
extraconversacional y, por tanto, no es percibida por el
paciente. A menudo, el síntoma inicial es el
acúfeno que suele presentarse al término de la
jornada laboral.

En fases posteriores, se inicia la pérdida de
comprensión del lenguaje oral,
sobre todo en ambientes ruidosos, hecho que origina "la
comprensión del mal" por parte del afectado y la
búsqueda de soluciones,
imposibles ya en ese estadio. Si la agresión no cesa,
sobreviene distorsión de los sonidos y aún
sensaciones de inestabilidad, traducidas como vértigo, con
manifestaciones neurovegetativas más o menos importantes,
casi siempre fugaces.

Este cuadro no tiene tratamiento. Por tanto, la medida
más correcta es impedir la aparición o su
evolución en el peor de los casos.

Los trabajadores sometidos a ruido de cualquier origen,
durante su trabajo, deben controlar su audición, desde el
inicio de la exposición.

El protocolo
más sencillo y operativo implica, en primer lugar, la
realización de una anamnesis completa, que incluya el
historial laboral, actual y anterior, con especificación
de los puestos de trabajo (no es suficiente saber en qué
empresas ha
trabajado).

Asímismo, se reseñarán los
antecedentes personales y familiares, de gran utilidad en la
elaboración del dictamen final.

El procedimiento
continúa con una otoscopia cuidadosa, previa a cualquier
otro tipo de intervención y que al menos ha de garantizar
la prexistencia de obstáculos en el conducto auditivo
externo, y la descripción del estado de la membrana
timpánica. Cualquier contingencia a este nivel o en el
interior del tímpano, ha de remitirse al
otólogo.

La presencia de inestabilidad/vértigo hace
aconsejable una exploración neurológica
mínima para descartar la presencia de síndrome
vestibular de cualquier origen.

Diagnóstico de la hipoacusia por
ruido

El principal signo diagnóstico de la hipoacusia
por exposición al ruido es el cambio del umbral auditivo,
objetivable por audiometría. Sin embargo, cualquier
oído
sometido a un sonido de
intensidad suficiente se fatiga y sufre un aumento de dicho
umbral que se recupera en un plazo de tiempo entre 12 y 16 h.
(Pérdida transitoria del umbral).

Los cambios tras este periodo de tiempo sin
exposición son considerados permanentes.

Una vez iniciada, esta pérdida de audición
tiene un patrón audiométrico bastante
típico. Los cambios iniciales suelen verse a 4000 Hz, pero
no es inusual que el pico máximo se halle entre 3000 y
6000 Hz. En los primeros 10 años, el escotoma se hace
más profundo y luego se detiene, mientras el defecto se
extiende a las frecuencias más próximas. Si el
estímulo no cesa, la muesca se hace más evidente en
las frecuencias más bajas y la curva adquiere un aspecto
de «cubeta» que desaparece a medida que aumenta el
umbral para, las frecuencias agudas.

Este déficit auditivo es de tipo neurosensorial
y, por tanto, las curvas obtenidas por vía aérea y
ósea siguen la misma trayectoria en el audiograma. La
bilateralidad y simetría de la lesión son otras
características clásicas en el
diagnóstico.

No obstante, en el inicio de la enfermedad o en
presencia de focos sonoros especiales, se observan audiogramas
asimétricos. Es un hecho poco frecuente, pero de necesaria
consideración.

Factores influyentes en la lesión
auditiva

De la extensa lista de datos aparecidos
en la literatura, se
extraen los más representativos.

Intensidad del ruido

Se considera que el límite para evitar la
hipoacusia es de 80 dB (A) para una exposición de 40 h.
semanales, a un ruido constante. Aunque no es un punto de total
seguridad, por
encima de esta cifra, la lesión aparece y aumenta en
relación con la misma.

Puede existir pérdida de audición por
ruido por debajo del nivel diario equivalente
señalado.

Frecuencia del ruido

Las células
ciliadas más susceptibles corresponden a las frecuencias
entre 3000 y 6000 Hz, siendo la lesión en la banda de 4000
Hz el primer signo en la mayoría de casos.

Algunos autores señalan la relación,
curiosa pero típica, entre la lesión a una
determinada frecuencia y la presencia de ruido correspondiente a
la banda inmediatamente inferior.

Así, un escotoma a 4000 Hz se correlaciona con
exposiciones en la banda de octava de los 2000 Hz.

Tiempo de exposición

La lesión auditiva inducida por ruido sigue una
función exponencial. Si el deterioro es importante puede
continuar tras la exposición.

Susceptibilidad Individual

Se acepta como un factor de riesgo, aunque es de
difícil demostración por la cantidad de variables
que intervienen en el desgaste fisiológico de la
cóclea.

Edad

No hay acuerdo. La mayor probabilidad de
lesión a partir de la mediana edad, se contrarresta con
estudios en animales jóvenes que sugieren lo
contrario.

Sexo

No hay estudios que confirmen la supuesta
protección auditiva de la mujer con
respecto al ruido.

Enfermedades del oído medio

Si existe una hipoacusia de conducción, se
necesita mayor presión
acústica para estimular el oído interno, pero
cuando la energía es suficiente penetra directamente y
provoca un daño
superior al esperado.

Por otra parte, cabe suponer mayor fragilidad coclear
cuando existe una pérdida auditiva neurosensorial, aunque
tampoco existen evidencias
suficientes.

Naturaleza del ruido

Es evidente que la exposición a ruido, de forma
intermitente, es menos lesiva. Uno de los mecanismos
organizativos para disminuir la probabilidad de lesión, es
disminuir el tiempo de exposición.

Los ruidos permanentes son menos lesivos que los
pulsados, a igualdad de
intensidades, gracias al sistema
muscular de amortiguación del oído
medio.

Cálculo del porcentaje de
pérdida

Realizada la audiometría y comprobada la
presencia de hipoacusia, es posible cuantificar la pérdida
mediante el uso de fórmulas sencillas, preparadas
específicamente con este fin.

En Medicina del
Trabajo se siguen las recomendaciones de la AAOO, promediando el
resultado de los umbrales auditivos para fonos puros, por
vía aérea, en las frecuencias 500, 1000, 2000 y
3000 Hz, consideradas las más representativas en
relación con la percepción
de la palabra.

En consecuencia, el déficit auditivo de los
individuos con desarrollo
normal del lenguaje, puede calcularse de la forma siguiente. Este
procedimiento no prevé pérdidas por presbiacusia,
razón por la que puede emplearse un factor de
corrección.

Prevención médica

Debe basarse, ante todo, en los antecedentes laborales,
la exploración otoscópica correcta y la medición del nivel de
audición.

Es importante la realización de
audiometrías prelaborales para certificar el correcto
funcionamiento de oído y establecer criterios de
prevención si los trabajadores van a estar expuestos a
ruido o existe una lesión anterior.

Las audiometrías periódicas proporcionan
una visión evolutiva de la hipoacusia. Lo lógico es
repetirlas cada ano, pero no siempre es posible. Sin embargo, es
imprescidible analizar cualquier cambio en el audiograma o la
aparición de una pérdida súbita de
audición y la aparición de acúfenos, durante
o al final de la jornada laboral.

Lumbalgia

El dolor en la parte baja de la columna puede deberse a
múltiples factores como un esfuerzo excesivo o una mala
postura. La lumbalgia se ha conocido familiarmente como "dolor de
riñones" y su origen puede estar en alteraciones de las
diferentes estructuras que forman la columna vertebral como
ligamentos, músculos, discos vertebrales y
vértebras.

Causas
Las causas de la lumbalgia son múltiples. Puede deberse a
malas posturas, factores relacionados con la actividad física del individuo o
factores psicológicos.
De todos modos, pueden establecerse dos causas fundamentales que
pueden ocasionar la lumbalgia: las causas de origen
mecánico y las de origen inflamatorio.
De origen mecánico: Son las más frecuentes.
Se debe a una alteración de las estructuras que forman la
columna lumbar. Así, la degeneración del disco
vertebral que evita el contacto directo entre las
vértebras de la columna, la aparición de artrosis
en las vértebras lumbares, la existencia de osteoporosis o
una alteración de las curvaturas normales de la columna
son las causas más frecuentes del dolor lumbar.

Las malas posturas también pueden provocar
lumbalgia.

Además, la práctica deportiva sin un
entrenamiento
adecuado puede producir lumbago.
La práctica clínica también ha observado que
determinados factores psicológicos pueden provocar dolores
de la columna en general.
De origen inflamatorio: Tienen su origen en determinadas
enfermedades que producen una inflamación de las
vértebras, de los tendones o de las articulaciones
próximas. Asimismo, otras patologías no
inflamatorias pero que podrían causar lumbalgia son las
infecciones o los tumores malignos. Estos últimos son muy
poco frecuentes.

Diagnóstico
Al igual que otras enfermedades reumáticas, el
diagnóstico de la lumbalgia no ofrece dificultad debido a
que los síntomas de la enfermedad son muy claros.
Para determinar la causa que ha producido esta dolencia es
preciso realizar un interrogatorio amplio sobre los
hábitos de vida del paciente así como su
situación anímica.

Tratamiento
El tratamiento de la lumbalgia consiste en la
administración de analgésicos, relajantes
musculares y aplicación de calor en la zona dolorida. Asi
como de coregir en forma constante las formas en que nos
agachamos, escribimos en la computadora
etc.

Estrés

El estrés es un fenómeno que se presenta
cuando las demandas de la vida se perciben demasiado
difíciles. La persona se siente ansiosa y tensa y se
percibe mayor rapidez en los latidos del
corazón.

"El estrés es lo que uno nota cuando reacciona a
la presión, sea del mundo exterior sea del interior de uno
mismo. El estrés es una reacción normal de la vida
de las personas de cualquier edad. Está producido por el
instinto del organismo de protegerse de las presiones
físicas o emocionales o, en situaciones extremas, del
peligro".

El estrés es la respuesta del cuerpo a
condiciones externas que perturban el equilibrio
emocional de la persona. El resultado fisiológico de este
proceso es un
deseo de huir de la situación que lo provoca o
confrontarla violentamente. En esta reacción participan
casi todos lo órganos y funciones del cuerpo, incluidos
cerebro, los nervios, el corazón, el flujo de sangre, el
nivel hormonal, la digestión y la función
muscular.

El estrés es un estímulo que nos agrede
emocional o físicamente. Si el peligro es real o percibido
como tal, el resultado es el mismo. Usualmente provoca
tensión, ansiedad, y distintas reacciones
fisiológicas.

Es la respuesta fisiológica, psicológica y
de comportamiento de un sujeto que busca adaptarse y reajustarse
a presiones tanto internas como externas.

¿Qué causa el
estrés?

"El estrés es causado por el instinto del cuerpo
de protegerse a sí mismo". Este instinto es bueno en
emergencias, como el de salirse del camino si viene un carro a
velocidad.
Pero éste puede causar síntomas físicos si
continua por mucho tiempo, así como una respuesta a los
retos de la vida diaria y los cambios.

Cuando esto sucede, es como si su cuerpo se preparara
para salir fuera del camino del carro, pero usted está
inmóvil. Su cuerpo está trabajando sobre tiempo,
sin ningún lugar para usar toda esa energía extra.
Esto puede hacerlo sentir ansioso, temeroso, preocupado y
tenso.

¿Por qué se produce el
estrés?

En principio, se trata de una respuesta normal del
organismo ante las situaciones de peligro. En respuesta a las
situaciones de emboscada, el organismo se prepara para combatir o
huir mediante la secreción de sustancias como la
adrenalina, producida principalmente en unas glándulas
llamadas "suprarrenales" o "adrenales" (llamadas así por
estar ubicadas adyacentes al extremo superior de los
riñones). La adrenalina se disemina por toda la sangre y
es percibida por receptores especiales en distintos lugares del
organismo, que responden para prepararse para la
acción:

  • El corazón late más fuerte y
    rápido
  • Las pequeñas arterias que irrigan la piel y
    los órganos menos críticos (riñones,
    intestinos), se contraen para disminuir la pérdida de
    sangre en caso de heridas y para dar prioridad al cerebro y los
    órganos más críticos para la acción
    (corazón, pulmones, músculos).
  • La mente aumenta el estado de alerta
  • Los sentidos se agudizan

Utilidad del estrés

En condiciones apropiadas (si estamos en medio de un
incendio, nos ataca una fiera, o un vehículo está a
punto de atropellarnos), los cambios provocados por el
estrés resultan muy convenientes, pues nos preparan de
manera instantánea para responder oportunamente y poner
nuestra vida a salvo. Muchas personas en medio de situaciones de
peligro desarrollan fuerza
insospechada, saltan grandes obstáculos o realizan
maniobras prodigiosas.

El problema del estrés

Lo que en situaciones apropiadas puede salvarnos la
vida, se convierte en un enemigo mortal cuando se extiende en el
tiempo. Para muchos, las condiciones de hacinamiento, las
presiones económicas, la sobrecarga de trabajo, el
ambiente competitivo, etc., son circunstancias que se perciben
inconscientemente como amenazas. Esto les lleva a reaccionar a la
defensiva, tornándose irritables y sufriendo consecuencias
nocivas sobre todo el organismo:

  • Elevación de la presión
    sanguínea (hipertensión arterial)
  • Gastritis y úlceras en el estómago y el
    intestino
  • Disminución de la función
    renal
  • Problemas del sueño
  • Agotamiento
  • Alteraciones del apetito

Causas

Cualquier suceso que genere una respuesta emocional,
puede causar estrés. Esto incluye tanto situaciones
positivas (el nacimiento de un hijo, matrimonio) como
negativas (pérdida del empleo, muerte de un familiar). El
estrés también surge por irritaciones menores, como
esperar demasiado en una cola o en tráfico. Situaciones
que provocan estrés en una persona pueden ser
insignificantes para otra.

Signos y síntomas

El estrés afecta órganos y funciones de
todo el organismo. Los síntomas más comunes
son

  • Depresión o ansiedad
  • Dolores de cabeza
  • Insomnio
  • Indigestión
  • Sarpullidos
  • Disfunción sexual
  • Palpitaciones rápidas
  • Nerviosismo

Tratamiento

Frente a la falta de respuesta al tratamiento
físico, el doctor puede recomendar algún tipo de
psicoterapia.

También puede recetar tranquilizantes,
antidepresivos o betabloqueadores como medida a corto
plazo.

Sin embargo, en general el uso de medicamentos no se
recomienda como solución a largo plazo. En estos casos no
se recomienda el uso de bebidas alcohólicas.

Para afrontar el estrés en el trabajo
debes:

Adapta tu entorno de trabajo para un mayor
aprovechamiento de tus tareas: Fotografías, música favorita,
amuleto de la suerte, trofeos.

Trata de ver las tareas y los contratiempos como
desafíos que te permitirán crecer, y no como
situaciones amenazadoras.

Aprende y habitúate a medir tus capacidades, y no
te violentes intentando hacer algo más allá de tus
posibilidades. Evita "exprimirte" hasta el agotamiento. A veces
se pierde, intenta extraer lo positivo de los sucesos
negativos.

Cuando una tarea no avanza, realice otra tarea o haz una
pausa, y si puedes sal del lugar donde te encontrabas.

A veces lo trágico no son tanto las situaciones
como el modo de interpretarlas. Es posible que cambiando la forma
de ver los conflictos, se
reduzca tu malestar y puedas elaborar otras
soluciones.

 

Kelmith Medrano Vargas

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