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Historia de la Filosofía Moderna (página 2)




Enviado por jpaulo29



Partes: 1, 2, 3, 4

Representamos de una manera nemotécnica el
programa que
desarrollaremos, así :

O TAMBIÉN

1.
Los Principios De La
Filosofía Moderna

1.1 Cartesianismo

1.1.1 Renato Descartes
(1596-1650):
El Padre de la Filosofía Moderna .
estudiaremos a este gran filósofo que dio comienzo al
movimiento
cartesiano, de acuerdo al siguiente esquema.

Esquema del Estudio de Renato
Descartes

1. Vida – CarácterFuentes.

2. El Método.

2.1 Premisas y Propósitos.

2.2 El Método y sus Reglas.

2.3 Etapas.

2.3.1 La Duda Universal.

2.3.2 La Verdad Fundamental: EL COGITO.

2.3.2.1 Su Invención.

2.3.2.2 Su Sentido.

2.3.2.3 Su Originalidad y Valor

2.3.2.4 Criterio de Verdad.

2.3.2.5 Influjos del Cogito.

2.3.2.5.1 Subjetivismo

2.3.2.5.2 Gnoseología.

2.3.2.5.3 Antropología Filosófica.

2.3.2.5.4 Racionalismo.

3. DOCTRINA.

3.1 PREÁMBULO.

3.1.1 Las Tres Ideas.

3.1.2 La Sustancia.

3.1.2.1 Noción.

3.1.2.2 Atributos y Modos.

3.2 ANTROPOLOGÍA

3.2.1 Sustancia creada y pensante.

3.2.2 Unión del Alma y
Cuerpo.

3.2.3 Conocimiento.

3.2.4 Ética.

3.3 TEODICIEA.

3.3.1 La Idea.

3.3.2 Pruebas de la
Existencia de Dios.

3.3.3 Atributos de Dios.

3.4 FÍSICA.

3.4.1 Realidad del Mundo.

3.4.2 La esencia de los cuerpos.

4. CONCLUSIONES

_____________________________________________________________________

Tan grande es la significación histórica
de Descartes que se ha podido decir de él que es el
primero y último gran filósofo
francés.

Aunque como dijimos, ya en el último
período de la Escolástica se dejan sentir las
corrientes precursoras del nuevo pensar, sin embargo Descartes es
el verdadero padre de la Filosofía
Moderna a la cual dio una gran problemática, un punto
de partida (la duda), un método (rigorismo
matemático) en la cual imprimió un sello del
subjetivismo cuyo desarrollo
ulterior fue el Idealismo; en
fin, también es cartesiana la interpretación mecanicista de la naturaleza que
adoptará el Empirismo.

1. Vida

De noble familia,
nació en La Haye (Francia). Su
padre Joaquín Descartes era consejero del Parlamento de
Rannes; su madre Juana Brochard, de la cual heredó,
según sus mismas palabras "una tos seca y un color
pálido" que conservó hasta los veinte años y
que en sentir de los médicos le auguraban una vida corta.
Pero a pesar de su salud endeble, reveló
un talento tan precoz que su madre lo llamaba: «mon
petit philosophe
» por las muchas preguntas que le
hacía.

De los ocho a los diez y seis años estudió
con los Jesuitas en el
colegio de «La Fleche» al que estimará siempre
como una de las más renombradas escuelas de Europa; sin
embargo, en el "Discurso del
Método" afirma que se retiró del colegio con un
profundo desengaño de todas las materias
científicas, con excepción de las matemáticas.

De 1613 á 1617 estudia Jurisprudencia
en París y se licencia en Derecho Civil y
Canónico; después suspende provisionalmente sus
estudios porque quiere buscar la ciencia en
él mismo y en el gran "Libro del
mundo". Se alista como soldado voluntario en el Ejército
de Mauricio de Nasau, luego en el de Maximiliano de
Baviera.

Un día de campaña dice él:
"empecé a entender el fundamento de un invento
admirable
", tal invento consistiría en reducir todas
las ciencias de la
cantidad a una ciencia
general del orden y la proporción, aplicando el
método del análisis y de la síntesis.
Fue entonces cuando concibió su COGITO EGO
SUM.
Quiso entonces comprender una reconstrucción
total del edificio de la ciencia fundándola sobre nuevos
principios.

La inquietud filosófica y el ansia del saber, se
apoderaron de él y convencido de que el cielo le daba una
misión
que cumplir en el campo de la filosofía, hizo voto de
peregrinar a Loreto si la Virgen le ayudaba a despejar sus dudas
sobre la posibilidad de discernir lo verdadero de lo falso.
Cuatro años más tarde cumplió su
promesa.

Pronto se convenció de que su carrera no estaba
en las armas, por lo
cual abandonó la vida militar y volvió a
París. La venta de sus
propiedades le dio el dinero
suficiente para vivir modestamente pero sin preocupaciones el
resto de su vida. Se retira a una vida tranquila manteniendo
contacto con un círculo escogido de amigos. Entre ellos el
Cardenal De Bérulle, fundador del oratorio, quien exhorta
a Descartes para que combata a los libertinos, y este responde
con el "Tratado de la Divinidad".

En realidad la espiritualidad Beruliana influida del
agustinismo marcó su huella en el espíritu y en la
filosofía de Descartes.

En 1629, a sus 33 años pasó a Holanda
donde permaneció 20 años allí
escribió sus más importantes obras:

En 1637 publicó en Leyde su "Discurso del
Método"; esa obra que al mismo tiempo le
valió de celebridad, suscitó grandes controversias
que hicieron intranquilos sus últimos
días.

Católicos y Protestantes que ya habían
abierto fuerte oposición de su obra anterior, la
arreciaron aún más cuando aparecieron en 1641 "Las
Meditaciones Metafísicas". En Amsterdam (1644)
publicó sus "Principios de Filosofía", obra que
contiene sustancialmente las mismas doctrinas que las
meditaciones, pero en estilo más breve, conciso y claro.
Su propósito era el de suplantar la filosofía
aristotélica.

Su obra "Regule ad Directionem Ingenii" que había
empezado en 1626, quedó sin terminar y no fue publicada
sino hasta 1701.

En 1649 viaja a Estocolmo invitado por la reina Cristina
de Suecia que lo recibió magníficamente. Contra sus
costumbre de madrugar, daba clase a la
reina a las cinco de la mañana. En enero de 1650 contrajo
una pulmonía que lo llevó a la muerte.
Murió cristianamente el dos de febrero del mismo
año.

Carácter :

Es ante todo un temperamento matemático, agudo y
rápido, pero superficial. Deja de lado las cuestiones
demasiado especulativas, pues, busca una filosofía clara,
sencilla, práctica. Por eso sus libros son
cortos y aparentemente fáciles de leer, lo cual
contribuyó no poco a su éxito.
Nada pues de raro que con frecuencia se eche de menos en sus
obras una verdadera profundidad, que no compensan suficientemente
su claridad y sencillez.

Fuentes:

Verdaderamente su formación filosófica no
fue muy seria debido sobre todo a su juventud
andariega y a su temprana convicción de que los antiguos
autores había poco aprovechable, más que estudiar
otros autores trata de pensar por sí mismo; de hecho casi
nunca cita autores, quizás para subrayar su propia
originalidad. Sin embargo, el examen de sus obras muestra diversas
influencias, sea de filósofos anteriores, sea de pensadores
contemporáneos.

Es innegable que guarda parentesco con la
Escolástica, la cual había estudiado tres
años en La Fleche; sin embargo, desde el principio su
actitud hacia
ella fue desfavorable y ya sus misma obra "Regule ad Directionem
Ingenii" muestra su ruptura con la filosofía perenne.
Guardó, es verdad, su temática y su
terminología: habla de sustancia, esencia, accidentes,
existencia, modos, causas, formas, etc., pero dando a los
términos sentido muy distinto y con frecuencia
equívoco.

Es de señalar, también tiene el influjo de
San Agustín, es probable que fuera el trato con el
oratorio el que lo introdujo en el pensamiento
agustiniano; hay muchos puntos de contacto: por la duda como
procedimiento
para llegar a la certeza, (utilizada por San
Agustín contra los académicos), las ideas
innatas, el cogito, como certeza fundamental, Dios y el alma como
temas fundamentales de la filosofía, prueba de la
existencia de Dios por la idea innata de lo infinito,
etc.

Pero también aquí hay que decir que la
coincidencia es más que todo verbal, que el
espíritu y el sentido son muy distintos, pues el
espíritu racionalista de Descartes es diametralmente
opuesto al espíritu y al temperamento de Agustín.
Igual cosa respecto a coincidencia de San Anselmo.

También se nota en Descartes algunos elementos de
origen estoico. Ej.: los neumas o espíritus vitales,
localización del alma en el cerebro, sus
ideas del demonio de las pasiones, etc. Pero algunas de esas
ideas bien pudo tomarlas de contemporáneos
suyos.

Varios científicos de su mismo tiempo y con los
cuales trató personalmente o mantuvo correspondencia,
influyeron sobre él. Así tenemos a Isaac Beeckman,
Mersenne, etc.

A pesar de todo, Descartes tiene una conciencia muy
viva de su originalidad; los intentos de los filósofos
anteriores fueron poco menos que estériles; se cree
dueño de un "invento admirable que le permitirá
reconstruir desde sus bases el edificio filosófico con una
robustez que lo hará inconmovible", el camino nuevo
abierto por él conducirá infaliblemente a la
verdad. Y a fe que su originalidad es innegable (a pesar de las
reales influencias que sufrió) sobre todo por su
pretensión de deducir toda la filosofía con rigor
matemático, de un solo principio, de una sola idea innata,
clara y distinta. Cosa no intentada por alguien antes.

2. El Método

2.1 Premisas y Propósitos.

PREMISA : Desencanto de las ciencias menos de
las matemáticas.

PROPÓSITO : Reconstruir la ciencia. (La
Filosofía).

Dijimos que Descartes se retiró de La Fleche
profundamente decepcionado de cuanto allí le habían
enseñado para resolver los problemas de
la ciencia y de la vida. Solamente conservó la estima por
las matemáticas por su valor
práctico y el rigor de sus demostraciones, porque versan
acerca de un objeto tan simple y libre de toda la incertidumbre
que puede provenir de la experiencia y porque consiste nada
más que en deducir consecuencias de la razón. De
ahí su aprecio por el método matemático como
el más seguro, pues
prescindiendo de los estudios procede por rigurosa deducción racional. Así que se
propuso extender el método matemático a todas las
ciencias en general.

Todo estriba en encontrar una certeza primitiva,
inapelable, de la cual pueda deducirse toda la ciencia. Con un
método riguroso construirá la ciencia
única.

En efecto, la ciencia no es sino una, aunque considere
diversos objetos, y por tanto, todas las ciencias, ramas de esa
ciencia única, deberán proceder con un
método único, seguro, exacto, que conducirá
infaliblemente a la verdad, tanto física , metafísica
o moral.
Partiendo de unas cuantas proposiciones claras y sencillas, por
un encadenamiento ordenado, se podrá llegar a las
más alejadas y difíciles.

En "El Discurso del Método" aparecerán ya
los temas que luego repetirá con leves modificaciones en
las Meditaciones y en los Principios de la Filosofía: la
duda, el cogito, las ideas innatas, la idea de Dios, la prueba de
la existencia por la idea que de Él tenemos, los atributos
divinos, la creación, noción de esencia,
concepción mecanicista del hombre,
identidad de
materia y
extensión, etc…

En verdad, a partir de su discurso, el pensamiento
cartesiano se mueve al rededor de unas cuantas ideas fijas que
reitera en todos sus tratados.

Descartes confía en su método con absoluta
seguridad y por
medio de él va a reconstruir todo el edificio de la
filosofía.

En efecto, el fracaso de los filósofos anteriores
se debió a que no encontraron un método adecuado.
Armado del método encontrado por él, no va a
retocar las antiguas filosofías, sino a regalar al mundo
una filosofía.

Sin embargo, los que se propone Descartes no es elaborar
una enciclopedia filosófica, sino ante todo disciplinar la
inteligencia
para capacitarla en orden al conocimiento de la verdad. Para
filosofar no se necesita poseer una inteligencia genial, basta un
talento corriente armado de un buen método.

Ante todo se requiere la firme decisión de no
admitir más que lo cierto en indudable y luego, en gracia
de la sencillez y claridad, descartar las cuestiones
inútiles e insolubles.

La filosofía de Descartes tendrá estas
cualidades :

  1. Universal: Se confunde con la ciencia misma.
    La filosofía es como un árbol cuyas raíces
    son la metafísica, el tronco la física y las
    ramas son todas las demás ciencias, que se reducen en
    tres principales: la medicina, la
    mecánica y la moral que
    es el sumo grado de la sabiduría, de donde la
    filosofía es el
    conocimiento perfecto de todas las cosas que el hombre
    debe saber.
  2. No es una ciencia puramente especulativa,
    sino esencialmente práctica. Quiere llevar al hombre a
    dominar la realidad, hacerlo maestro y poseedor de la
    naturaleza, "saber para poder
    prever". La filosofía da el hombre la sabiduría
    de la vida.

Una última observación es que el proponer su
método, Descartes se autobiografía; lo que
enseña en realidad es el método que él
siguió, pero quien lo imite podrá encontrar en
sí mismo, sin necesidad de maestro, todo lo necesario para
fundamentar sólidamente su ciencia y orientar su conducta.

2.2 El Método y sus Reglas

La cuestión del método no era nueva, ya en
el Organon de Aristóteles y la Lógica
de los estoicos, no era otra cosa que reglas para dirigir el
entendimiento en la investigación científica, pero para
Descartes la cuestión del método se
convirtió en verdadera obsesión. Y sin embargo, no
hizo nunca exposición
pormenorizada de su famoso método, lo cual
decepcionó a varios de sus
contemporáneos.

Lo que él entiende por método son "Las
Reglas ciertas y fáciles, las cuales, quien las observe
exactamente nunca admitirá lo falso como verdadero, y sin
malgastar inútilmente las fuerzas de su razón, sino
aumentando gradualmente su ciencia, llegará al verdadero
conocimiento de todas las cosas de que es capaz".

Descartes dice que en la búsqueda de la verdad
hay que procurar cegar previamente todas las fuentes posibles de
error y de incertidumbre. Ahora bien, la causa principal de
nuestros errores proviene de nuestros sentidos y de la
imaginación.

Descartes quiere desligarse de ellos excluyendo en su
inquisición todo elemento que provenga de la experiencia
sensible para recluirse en su interioridad
intelectual.

Por tanto, él no parte de esa experiencia
sensible, de la realidad de las cosas para llegar a la idea, sino
al revés, de la idea para llegar a la realidad. La
razón tiene que trabajar encerrada en sí misma,
desconectada del mundo externo, a puertas cerradas. El resultado
será una filosofía racionalista, subjetivista e
inmanentista, que prescindiendo del testimonio de los sentidos, los
cuales nos llevan a muchos prejuicios, se construya con los solos
datos de la
razón.

Para ello lo primero que necesita es un punto de partida
incontrovertible, un principio Firme, Seguro, es decir,
una Verdad Fontal, una idea de la cual pueda deducir todas
las demás de manera infalible.

Esa idea tendrá que ser Clara, Distinta,
Simple
(Lo indivisible del conocimiento), Evidente,
Intuitiva, Indudable e Innata.

En cuanto a las reglas mismas que deben seguirse,
Descartes había dado 21 en su "Regulae ad directionem
ingenii" pero en la segunda parte del discurso las redujo a
cuatro :

  1. La Evidencia: no aceptar como verdadero cosa
    alguna que no se reconozca clara y distintamente como tal,
    evitando cuidadosamente la precipitación y los
    prejuicios. En tanto no luzca esa evidencia, Hay Que
    Suspender El Juicio.
  2. El Análisis: dividir cada una
    de las dificultades para examinar en cuantas partes fuere
    posible y en cuantas fuere necesario para su mejor
    solución. En efecto, las dificultades provienen de que
    en nuestras ideas está mezclado lo verdadero con lo
    falso; atomizar las ideas para que todas sean simples, claras y
    distintas.
  3. La Síntesis: o sea comenzar
    por lo más fácil y simple para subir gradualmente
    hacia lo más complejo.
  4. La Enumeración: hacer un
    recuento tan integral y una revisión tan general, que no
    pueda estar seguro de no haber omitido nada.

Todas estas reglas se reducen al criterio de la
evidencia.

Punto de Partida : intuición de la idea
simple, clara y distinta.

Proceso : intuición de la misma
deducción, descomponiendo las ideas compuestas en
simples (Análisis).

Términos : Intuición de conjunto
(Síntesis).

2.3 Etapas

2.3.1 La Duda Universal: La crítica
del conocimiento exige como primer paso el suspender el
asentimiento sobre todo enunciado, admitido comúnmente,
dudar de todo sobre lo cual es posible dudar. Pero si en esta
pretensión radical tropezamos con un principio sobre el
cual la duda no es posible, ese principio debe ser tenido o
considerado Firmísimo o como fundamento de todos
los demás conocimientos.

La duda cartesiana es:

  1. Hasta los conocimientos que se consideran más
    verdaderos como los matemáticos: también esta
    certeza podrá se ilusoria, pues cabría suponer
    que estuviéramos a merced de algún genio
    maligno que se entretuviera en engañarnos.

    Esta suspensión de juicio se refiere a la
    verdad existencial, no a las mismas ideas; en otras palabras
    si con la duda me niego a afirmar la realidad extra mental,
    no por eso niego las ideas que hay en mi mente.

  2. Duda Universal: se extiende a todos los
    conocimientos sensibles pues no hay criterio para distinguir si
    pertenece a la vigilia o al sueño; con frecuencia se
    engañan los sentidos.
  3. Duda Real: se trata de suspender realmente el
    asentimiento y de considerar provisionalmente como falso todo
    aquello sobre lo cual quepa la menor duda.
  4. Duda Metódica: no es duda
    escéptica de carácter demoledor, sino que adopta
    como medida o medio para despejar la verdad.
  5. Duda Positiva: en el sentido de que el
    filósofo la toma no por capricho sino fundándose
    en razones.
  6. Duda Especulativa y no Práctica: pues
    se exceptúan explícitamente las verdades de fe y
    las reglas de una moral provisoria.

De esta manera deja planteado Descartes el problema del
conocimiento el cual aspira a resolver en el descubrimiento de
una verdad fontal.

2.3.2 Verdad Fundamental: El Cogito:

2.3.2.1 Su Invención: después de
haberse esforzado por dudar de todo, Descartes se encuentra con
una certeza que resiste a todos sus ataques. Es la Conciencia
Simultánea del Hecho de su Pensamiento y de su
Existencia.
Puedo dudar de todo, aún pensar que soy
engañado, pues dudar es pensar; igualmente me es imposible
dudar de mi existencia ya que estoy pensando, aunque me
engañe tengo que admitir que yo me engaño, Soy
Algo
, y no nada, o sea que la existencia de mi yo como sujeto
que piensa es cosa cierta. cogito ergo sum = pienso, luego
existo
resulta pues ser una verdad y una certeza
inconmovible.

Aquí cree Descartes haber encontrado la gran
verdad, el gran principio que le serviría para reconstruir
el derrumbado edificio de la ciencia.

2.3.2.2 Su Sentido: el cogito es el modelo de
excelencia de idea clara y distinta que se afirma con la
máxima certeza por encima de toda duda.

Según Descartes no se trata de un etinema o de un
silogismo en que del pensamiento se deduzca la existencia, se
trata más bien de una Percepción Inmediata,
Intuitiva, Evidente y Simultánea
del pensamiento y de
la existencia.

En el cogito se expresa un hecho de conciencia inmediato
y primario: "Yo pienso, luego existo", equivale a Yo Soy Una
Cosa Que Pienso.

Por otra parte la palabra pensar tiene en Descartes un
sentido muy amplio, pues lo extiende a todo fenómeno, a
toda actividad de conciencia. "Con el nombre de pensamiento, dice
él mismo entiendo que aquello que ocurra en nuestra en
nuestra conciencia, en cuanto de ello tenemos conciencia. Y
así, no sólo el entender, el querer, el imaginar,
sino también el sentir vale lo mismo que
pensar".

2.3.2.3 Su Originalidad y Valor: antes de
Descartes habían expresado del cogito muchos pensadores
como fórmulas casi idénticas: Aristóteles,
San Anselmo, San Agustín, Santo Tomás;
también lo tienen varios pensadores contemporáneos
de Descartes, por tanto, la originalidad de éste no
consiste en haberlo afirmado como hecho de conciencia, sino en
Haber Pretendido Deducir de Él toda la
Filosofía.

De cuanto valor cabe observar lo siguiente :

  • Como dato de conciencia es algo cierto e
    indudable.
  • En el orden ideal no es el primer principio, pues
    presupone otros como el de la contradicción.
  • En cuanto al valor de este principio para deducir de
    él toda la filosofía hay que decir que Descartes
    fue Exageradamente Optimista.

Únicamente Dios que por ser la verdad contiene en
sí todas las verdades, puede intuir en sí todas las
cosas; pero en el campo humano tal pretensión es ilusoria.
Ciertamente que la evidencia de mi propia existencia está
en la base de cualquier actividad, pero ni del cogito, ni de la
conciencia del yo, ni de ningún principio por más
universal que sea es posible deducir todas las verdades,
simplemente porque no las contienen.

2.3.2.4 Criterio de Verdad: si el cogito se me
impone como una certeza indudable, es porque es evidente, o
aún más, es la evidencia misma en su fundamento
metafísico, es la transparencia absoluta de su existencia
el mismo sujeto pensante, que éste por tanto percibe clara
y distintamente.

De aquí Descartes ofrece como criterio de verdad
la idea clara y distinta, así las condiciones encontradas
en el cogito son las que deben tener toda proposición para
ser objetivamente ciertas.

En este criterio se da prioridad al pensamiento, pues se
estatuye como regla que es verdadero todo aquello que yo percibo
de modo claro y distinto. No aparece pues aquí ninguna
alusión al objeto como el la antigua definición:
adecuación del entendimiento con la cosa conocida. La
verdad es asunto de la mente, lo que se piensa clara y
distintamente tiene que existir en la realidad. Queda pues
sembrado el germen del idealismo racionalista y aunque Descartes
no pretendió desvincular la mente de la realidad,
así lo hará el idealismo que continuará su
misma línea de pensamiento.

Las propiedades de esta idea clara son las siguientes
:

  1. Intuición : acto en que la mente se
    hace transparente así misma.
  2. Indubitabilidad : pues esa evidencia se
    impone a la mente, y la cual se halla como en estado
    pasivo.
  3. Infalibilidad : pues el error consiste en
    mezclar en el juicio cosas subjetivas en lo cual interviene
    la voluntad, el cambio, la
    intuición es el acto exclusivo del
    entendimiento.
  4. Innatismo : o sea que esas ideas nacen con
    nosotros, Dios las imprime en el alma al crearlas, Él
    es la garantía de su veracidad.

Aquí tocamos un punto delicado de la
filosofía cartesiana. En efecto, para probar la existencia
de Dios, incluida en la duda universal, se necesita la evidencia
del cogito, pero a su vez el valor del Cogito se funda en Dios,
en su veracidad; parece pues haber un círculo vicioso,
así opinan algunos; otros exoneran a Descartes de esta
falla explicando que no se trata de dos ideas distintas sino de
dos aspectos de una misma intuición, que manifiesta tanto
su objeto (el yo) como su origen (Dios). Otros dan otras
explicaciones.

Conviene valorar esta evidencia cartesiana
contrastándola con la evidencia que también para
los escolásticos es criterio de verdad. La evidencia
cartesiana no es algo meramente subjetivo (pues mi evidencia
sí corresponde a la realidad); pero tampoco se objetiva en
el sentido escolástico, es decir, producida por la
claridad del objeto, sino que es producida por Dios que me
infunde sus ideas. Nada pues raro que Descartes haya negado el
poder abstractivo de nuestro entendimiento y que en su sistema, el
proceso de
cognoscitivo tenga más bien carácter pasivo.
Un esquema comparativo nos lo ilustra
más:

El Conocimiento es :

  • Según Aristóteles y Santo
    Tomás :
    Asimilación viva de la mente con el
    objeto. Ni pura pasividad, ni pura actividad arbitraria de la
    mente, conoce el objeto en su especie vicaria.
  • Según Descartes: Es un reflejo de la
    realidad cuya objetividad está garantizada por la
    veracidad divina; conozco las ideas que Dios me ha
    infundido.
  • Según Kant:
    Construcción de la mente; conozco el fenómeno que
    yo construí informando con mis categorías a
    priori el dato de los sentidos.

2.3.2.5 Influjos del Cogito: De los fundamentos
así puestos por Descartes se han derivado diversas
tendencias de la Filosofía Moderna.

2.3.2.5.1 Subjetivismo: De Descartes data una
primacía del sujeto frente al objeto, de lo interior
frente a lo exterior, de la conciencia frente al ser, de la
inmanencia frente a la trascendencia. Es una tendencia netamente
antitética a la del medioevo y a la aristotélica en
que lo primario era el objeto.

De Descartes fluye el psicologismo inglés
y el idealismo inmanentista de los alemanes. Pero estas
tendencias pueden considerarse como deformación más
bien que como el desarrollo natural del cartesianismo. Pues
Descartes, a pesar de su duda metódica está
convencido de la realidad del mundo externo y se sitúa
dentro del presupuesto
Parmenidiano de que el pensar y el ser se
corresponden.

Para él, como para cualquier otro
escolástico hay acuerdo entre la ratio y la
ratio rei. Descartes , pues, con su cogito, no quiso ser
idealista, pero sembró en la filosofía los
gérmenes del idealismo.

2.3.2.5.2 Gnoseología (Teoría del
Conocimiento):
Es cierto que antes de Descartes ya se
consideró el problema del conocimiento; pero a partir de
Descartes tal problema es el gozne mismo de la filosofía.
Se ha profundizado en el significado y alcance de la percepción
sensible en el origen y valor de nuestros conocimientos, en la
naturaleza de la verdad y de la ciencia y de modo especial en el
problema del método.

Todas las grandes figuras de la Filosofía Moderna
consideran a fondo el problema del conocimiento y aportan su
propia solución. Así, Locke, Hume, Kant, pues si
antes la Gnoseología se hacía a partir de la
metafísica, ahora la misma metafísica estará
en función
de la Gnoseología como lo prueba la Crítica de la
Razón Pura de Kant.

Pero también aquí surgen graves
desviaciones con respecto al pensamiento de Descartes. Así
tenemos: su duda metódica que dejaba a salvo la realidad
del conocimiento y la posibilidad de la metafísica, se
tomará tan en serio que una y otra quedará o
resultarán comprometidas.

2.3.2.5.3 Antropología Filosófica:
Aunque el estudio del yo humano no era cosa nueva en la
filosofía (recuérdese como insistía el
agustinismo sobre la riqueza de la propia interioridad) es cierto
que a partir de Descartes cobró gran impulso la
Antropología Filosófica, siguiendo los caminos
abierto de filósofo francés con su famoso
"Cogito".

También en este campo los sucesores de Descartes:
Kant con su "Yo Trascendental", Fichte con su "Yo Absoluto"
más tarde Nietzsche con
su "Superhombre" llegaron a teoría
en las que el maestro jamás hubiera soñado. Sin
embargo, se ha dicho que ahí reside precisamente el mayor
influjo o mejor triunfo de Descartes, en haber abierto un ancho
camino a la antropología.

2.3.2.5.4 Racionalismo: Por fin se atribuye a
Descartes y con razón, la paternidad del moderno
racionalismo. Con su "Idea Clara y Distinta", su
concepción matemática
de la ciencia, su método de análisis y
síntesis, su fe en la transparencia racional de todo el
ser, dejó al racionalismo una herencia que
dicho sistema ha respetado y aprovechado ampliamente. Así
mismo el moderno concepto de
conciencia incluye como la "Cogitatio" de Descartes toda la vida
interior del sujeto. Es pues, herencia cartesiana
también.

3. Doctrina

3.1 Preámbulo

3.1.1 Las Tres Ideas: Con los resultados
obtenidos: certeza fundamental (Yo existo), una cualidad esencia
del yo existente (Yo pienso) y un criterio de certeza (Idea clara
y distinta) Descartes debería emprender la construcción de su anunciado edificio
filosófico. Esta construcción debería ser
espléndida y firmísima, pero a la verdad resulta
pobre y débil.

Si esa verdad fontal tenía el valor que le
atribuía Descartes, debería bastar intuirla y luego
desplegar todo su contenido para percibir todas las demás
verdades.

Pero apenas intenta la reconstrucción de su
edificio filosófico se da cuenta de que no es posible
deducir toda la realidad del simple hecho de conciencia del Yo
pensante.

Sin embargo, no se detiene. Dado que pienso y que es
posible pensar sin ideas, el alma debe tener desde el primer
momento de su existencia ideas innatas, claras y distintas.
Entonces rebusca en el fondo de su conciencia otras ideas que le
representan con idénticos caracteres de claridad y
distinción que el "Cogito". Tales son: Las ideas de un ser
perfecto e infinito (Dios) y la idea de extensión
(Materia). Así pues, el Cogito será la base para
construir la psicología, sobre la
segunda levantará la teología y sobre la tercera la
física. Estas tres ideas corresponden a otras tantas
sustancias.

(Nada pues de raro en una filosofía edificada).
Ya en la base hay un presupuesto falso: En efecto, fuera de hecho
de conciencia de nuestro pensamiento y de nuestra existencia,
nosotros no percibimos esas tres sustancias por intuición
inmediata sino por procesos
más complicados.

Nada pues de raro en una filosofía edificada
sobre un presupuesto falso resulte endeble y conduzca a
lamentables desviaciones.

3.1.2 La Sustancia

3.2.2.1 Noción: Esas tres ideas
corresponden a otras tantas sustancias. En realidad la
metafísica cartesiana es una metafísica de la
sustancia. Descartes la define: "Res quoe ita existit et
nulla aliare indigeat ad existendum"
. Si comparamos esta
definición con la aristotélica: "Res qui
competit esse in se et nom in alio tamquam in subjeto",

vemos de inmediato que hay una gran diferencia, pues en esta se
trata únicamente del modo de existir, mientras que en la
cartesiana se toca el fundamento mismo del ser. En efecto,
Descartes se da cuenta de que esta definición
estrictamente sólo conviene a Dios. Él será
pues la única sustancia. Pero añade que la misma
palabra puede aplicarse a algunas cosas creadas (aunque no en
sentido unívoco con Dios) en cuanto para existir necesitan
únicamente el concurso divino pero no necesitan estar
sustentadas en otras a la manera de cualidades y
atributos.

Al contrario la sustancia es el sujeto inmediato de
cualquier atributo del cual tengamos idea real.

Ya mencionamos que Descartes encontró tres ideas
claras que corresponden que corresponden a otras tantas
sustancias. Vemos aquí cómo él salta de la
idea a la realidad y no de la realidad a la idea. Esas mismas
tres ideas serán las que considere Kant como objeto de la
metafísica, pero negando la posibilidad de afirmar su
realidad.

3.1.2.2 Atributos y Modos: En las sustancias
encontramos propiedades o determinaciones; de esas unas
pertenecen a la esencia, se identifican con la sustancia.
Así, Dios es el ser perfecto el alma ser que piensa y el
cuerpo ser extenso. Tales determinaciones esenciales se llaman
atributos.

En cambio hay otras determinaciones que no pertenecen a
la esencia, se llaman modos y afectan primariamente a los
atributos reales de pensamiento (memoria,
imaginación, voluntad, sensación). La
extensión tiene dos modos reales: figura y movimiento; en
cambio las cualidades sensibles: calor,
sonido, no
son, según Descartes, sino afecciones subjetivas,
producidas por el movimiento.

Los modos son mudables, es decir, que pueden cambiar sin
que cambie la sustancia. Ej.: un cuerpo puede ser más o
menos largo, ancho, profundo, permaneciendo invariable su
sustancia.

3.2 Antropología

3.2.1 Sustancia Creada y Pesante: Según
vimos, la evidencia primera implica no sólo la certeza de
mi existencia sino una cualidad esencial de mi ser que es el
pensamiento.

La esencia del alma es el pensamiento, lo cual se prueba
del modo siguiente: todo lo que puede sustraerse a la idea de una
cosa, permaneciendo intacta su esencia es porque no pertenece a
la esencia. Ahora bien, puedo concebir el alma prescindiendo del
cuerpo por eso no puedo concebirlo sin la facultad de pensar.
Pensar y ser es lo mismo en el alma: Cogito =
sum.

Por tanto, el alma piensa siempre, pues si dejara de
pensar dejaría de existir. Ella se conoce así mismo
por las ideas innatas, sin necesidad de conocer el propio cuerpo,
ni las cosas externas, pero recordemos que la palabra
Pensamiento tiene en Descartes un sentido muy amplio pues
se extiende a todo acto de conciencia: no solo el querer, el
entender, el imaginar, sino también el sentir.

Además el alma es sustancia y por tanto completa
en sí misma, ya que según Descartes sustancia es
aquello que de tal manera existe en sí mismo, que no
necesita de otra cosa para existir, repugna pues una sustancia
incompleta; de ahí que el alma no forma una sustancia con
el cuerpo, sino que cuerpo y alma forman dos sustancias distintas
e irreductibles. En efecto, si podemos concebir claramente la
idea de una cosa distinta de otra, tales cosas son distintas en
la realidad y pueden existir la una sin la otra.

Concebimos el alma como sustancia que piensa y el cuerpo
como sustancia extensa. Son pues dos realidades distintas y si se
juntan no es para formar una sola sustancia sino dos sustancias
unidas mecánicamente (El hombre no es cuerpo y alma sino
un alma estrechamente unida al cuerpo).

En cuanto a las facultades del alma. Descartes conserva
la división clásica: sus facultades propias son el
entendimiento y la voluntad; las demás, memoria,
imaginación, le competen en virtud de su unión con
el cuerpo.

3.2.2 Unión del Alma y Cuerpo: El hombre
es pues un ser compuesto de dos sustancias diferentes, cada una
completa en sí misma; un alma espiritual cuya esencia es
el pensamiento y un cuerpo cuya esencia es la extensión.
Este es una máquina regulada tanto por las leyes generales
de la mecánica, la extensión y el reposo y
el movimiento.

Por tanto, alma y cuerpo son no sólo dos
sustancias distintas sino con propiedades irreductibles y
opuestas: pensamiento y extensión. Entonces
¿Cómo explicar la unión entre ambos y la
manifiesta interacción? Descartes se encuentra
perplejo, la antinimia es tan fuerte que no acierta a
conciliarla.

Afirma que esa unión y compenetración es
mucho más fuerte que la del piloto con el navío y
aún la califica de sustancial, pero como no admita las
formas sustanciales de los escolásticos, la unión
que él establece, no es más que la de dos
sustancias que se acompañan, no la de dos con principios
que se unifican en una sola sustancia.

Nada pues de raro que su teoría sea inconsistente
y aunque dice que el alma esta unida a todo el cuerpo y que no
está en una parte más que en otras, luego afirma
que está localizada en la glándula pineal, donde
ejerce más particularmente sus funciones. En fin
de cuentas tenemos
una máquina acoplada a un espíritu.

La misma vida se reduce a puro movimiento
mecánico; el cuerpo no la recibe del alma pues está
animado aún antes de juntarse con ella; a la muerte el alma
abandona el cuerpo pues sólo ella es inmortal, pero el
cuerpo muere no por separarse del alma sino porque algo se ha
roto en la máquina.

Esa máquina que es el cuerpo tiene un motor que es el
corazón, el cual impulsa la sangre. Con esta
van mezclados los espíritus vitales que son especie de
fluido o vapor compuesto de partículas muy pequeñas
y sutiles, producidas en el cerebro y que circulan por todo el
cuerpo con movimientos rápidos. Hay una especie de doble
circulación: mediante la presión
mecánica que los espíritus vitales ejercen sobre la
glándula ineal, el alma recibe las imágenes
procedentes de los sentidos y a su vez impulsa a los
espíritus hacia los músculos, con lo cual se
producen los movimientos del cuerpo.

Esta es la precaria explicación que Descartes da
al problema de la
comunicación e interacción entre alma y cuerpo.
La solución es del todo insuficiente por lo cual otros
autores después de él se esforzarán, aunque
también inútilmente por resolver el problema
planteado.

Nota: Si eso es el hombre, con mayor razón
los animales son
puras máquinas,
sin alma, que nada conocen, nada sienten, nada esperan, nada
temen; son autómatas complicados, gobernados
únicamente por sus reflejos.

3.2.3 Conocimiento: Lo que percibimos claramente
es la extensión, la figura que resulta de ésta y su
imitación, la posición relativa de las varias
figuras. Pero en cuanto a las cualidades sensibles secundarias:
calor, luz, sonido,
olor, sabor, frío, y demás cualidades sensibles del
tacto, Descartes duda de ellas no sabríamos decir si
existen o no.

En todo caso la sensación no es más que un
estímulo que despierta en el alma de las ideas innatas.
Así excitada el alma consciente de sí, despliega el
mundo inteligible que está en su interior sin que influya
en objeto extenso: sólo hay error cuando la voluntad mueve
al entendimiento a formular un juicio
precipitadamente.

3.2.4 Ética: Ya dijimos que Descartes
exceptúa de su duda metódica las reglas de una
moral provisional para que el hombre no permanezca irresoluto en
sus acciones. Con
ellas conseguirá dominar las pasiones que coartan el uso
del libre albedrío; tales reglas son:

  1. Obedecer las leyes y costumbres del país,
    conservando la religión
    tradicional.
  2. Ser firme y resuelto en el
    obrar.
  3. Vencerse así mismo.

La moralidad no
existe para la máquina que es el cuerpo sino para el
espíritu. Hemos pues de estimular la libertad por
encima de todos los halagos de la sensualidad.

3.3 Teodicea

3.3.1 La Idea: Descartes abandona las pruebas
tradicionales de la existencia de Dios que se fundan en el
movimiento, la causalidad, el orden de los seres en el mundo
sensible, consecuente con su desconfianza respecto a todo
conocimiento proveniente de los sentidos. En la idea clara y
distinta, el testimonio de su conciencia ha encontrado un camino
más corto para llegar hasta Dios. Por tanto, mientras que
en la escolástica el conocimiento de Dios es mediato, ya
que parte de los seres contingentes para llegar al Ser Necesario
por el camino de la analogía. En el sistema de Descartes
ese conocimiento es inmediato pues no basta fijarnos en nuestra
idea clara e innata de lo perfecto e infinito para intuir en ella
la existencia de Dios.

Qué contenga esa idea nos lo explica Descartes
"con el nombre de Dios entiendo una sustancia infinita, eterna,
inmutable, independiente omnisciente y por lo cual yo mismo y
todos los demás seres que existen (si es verdad que
algunos existen) hemos sido creados y producidos".

El la primera idea y en la primera realidad en quien se
identifican plenamente el Cogito y el Sum. Es el
primer Ontologicum y el primer Logicum, idea
plenamente transparente en sí misma en toda la plenitud.
En realidad la idea de Dios es la más clara y distinta.
Lógicamente es anterior a la de lo finito, aunque
psicológicamente la primera es el cogito, la segunda la de
Dios y la tercer la de la extensión. Descartes está
convencido de que "la existencia de Dios es mucho más
evidente que la de las cosas sensibles".

Si fuéramos inteligencias puras la existencia de
Dios sería una verdad "per se nota" que no
necesitaría demostración, pero como no somos
inteligencias puras "la idea de Dios se encuentra como oscurecida
y cegada por las imágenes de las cosas sensibles" y
necesitamos demostrar su existencia.

3.3.2 Pruebas de la existencia de Dios: Para ello
propone tres argumentos que él cree nuevos, originales y
más eficaces que los argumentos tradicionales. En el fondo
los tres se reducen a uno solo: Considerar que la idea de lo
perfecto e infinito pero según tres aspectos distintos: a)
en sí misma; b) en su causa; c) con relación a
nuestro ser.

  1. Por tanto, es evidente que Dios existe. Para
    percibir la fuerza del
    argumento recordemos el principio cartesiano de lo que
    percibimos clara y distintamente eso tiene que ser
    así.

    En toda esta argumentación Descartes juega
    indistintamente con la idea y con la realidad. Por tanto
    contra ella vale lo mismo que objetaba Santo Tomás al
    argumento alsemiano, a saber: que pasaba indebidamente del
    orden lógico al orden real.

  2. La Idea de Dios en sí misma: Esta
    argumentación, llamada ontológica, deduce de las
    necesidades lógicas del pensamiento humano la necesidad
    del Ser; en el fondo es la misma de San Anselmo, aunque
    presenta matices distintos y no obstante que Descartes
    protestó no haber conocido previamente las obras del
    santo. El filósofo francés expone así su
    argumento: "Decir que algún atributo está
    contenido en la naturaleza o en el concepto de una cosa es lo
    mismo que decir que este atributo es verdadero de esa cosa y
    que puede asegurarse que esté en ella. Es así que
    la existencia necesaria está contenida en la naturaleza
    o en el concepto de Dios. Luego es verdadero decir que la
    existencia necesaria está en Dios o bien, que Dios
    existe". Y explica en otra parte que así como no podemos
    concebir la idea de un triángulo sin que su esencia se
    encuentre implícito que la suma de sus ángulos es
    igual a dos rectos, del mismo modo si examinamos atentamente la
    idea de Dios, vemos que en la naturaleza y en el concepto de su
    ser perfecto e infinito está contenida la existencia
    necesaria, como propiedad y
    atributo esencial. En otras palabras, la idea de un ser
    soberanamente perfecto es infinito intuimos necesariamente la
    existencia.
  3. Dios, causa de mi idea de lo perfecto e
    infinito:
    La existencia de Dios se demuestra por el hecho
    de que su idea está en nosotros. Nota Descartes que hay
    tres clases de ideas: innatas, las que me parecen
    haber nacido en mi (esencias); adventicias, las
    que parecen extrañas a mí (de cosas naturales) y
    ficticias, las que están formadas por
    mí (de quimeras). Según lo que representas las
    adventicias y las quiméricas no contienen nada de
    perfecto que no pueda ser producido por mí, pero la idea
    de una sustancia infinita no puede venir de mi mismo pues no
    poseo las perfecciones en ella representadas. Luego la causa de
    esa idea tiene que ser el mismo Dios el cual, por tanto,
    existe.
  4. Dios causa perfecta de mi ser imperfecto: Yo
    comprendo que soy limitado, pues carezco de muchas
    perfecciones; luego no procedo de mí mismo, pues si de
    mí mismo procediera me hubiera dado toda las
    perfecciones que concibo en la idea de Dios. Luego procedo de
    ese Dios que posee los atributos que de él concibo. Es
    decir, que la limitación del hombre supone una
    relación causal del hombre con Dios.

3.3.3 Atributos de Dios: Descartes reconoce a
Dios todas las perfecciones que le atribuye la teodiciea natural
tradicional: es uno, único, eterno, omnisciente, infinito
en poder, en perfección, en bondad; además
absolutamente libre, pues no está limitado por nada ni
depende de nadie. Sin embargo, hay dos aspectos en la
teología cartesiana que vale la pena subrayar:

  1. La libertad de Dios se extiende aún a las
    esencias de las cosas; no hay verdades necesarias,
    independientes de la voluntad de Dios. Ej.: si los
    ángulos de un triángulo son iguales a dos rectos,
    si en todo es mayor que las partes es porque Dios ha querido
    así y Él pudiera determinar que fuera de otra
    manera. Es el voluntarismo divino que en realidad es lo
    más opuesto al racionalismo cartesiano.
  2. Dios como infinitamente perfecto es infinitamente
    veraz y por tanto es Él quien garantiza la verdad de
    nuestro conocimientos ya que todo cuanto hay en nosotros viene
    de Dios, por tanto, nuestra ideas innatas las cuales son como
    afirmaciones divinas de nuestro interior. El ateo al negar a
    Dios se priva del criterio más seguro de
    certeza.

Para Descartes este recurso a Dios reviste la mayor
importancia; en efecto, recluido en su interioridad prescindiendo
de los datos de los sentidos no encuentra otro medio para hacer
coincidir su idea con la realidad del mundo corpóreo, sino
el refugiarse en la veracidad divina.

3.4 Física

3.4.1 Realidad del Mundo: Como hemos dicho
Descartes no fue idealista ni negó jamás la
realidad del mundo exterior; pero al no poder apoyar su certeza
en el testimonio de los sentidos que tuvo que demostrar lo que
para cualquiera es evidente. La existencia de un mundo
corpóreo, y para ello se vio precisado de remontarse hasta
Dios. En efecto, tenemos conciencia clara de recibir sensaciones
que nos parecen venir de fuera, puesto que se nos presentan
aún contra nuestra voluntad; por otra parte tengo la idea
clara y distinta de la extensión; concluye pues que esas
imprecisiones vienen de cosas corporales que existen fuera de
mí; si pues mi idea no correspondiera a la realidad y si
mi poderosa inclinación a crecer (mi idea no
correspondiera a la realidad) que esas imprecisiones provienen de
las cosas corporales no fuera fundada, sería Dios mismo la
causa de mi error. Ahora bien, Dios no puede
engañarnos.

Pero Descartes declara que las razones que ha aducido no
son tan firmes, ni tan fuertes como las que conducen al
conocimiento de Dios y de nuestra alma.

Así pues, a pesar de su racionalismo radical al
querer basar su física no la existencia sino en el
testimonio de Dios, Descartes desemboca en un fideísmo
precisamente en el campo de los objetos más accesibles a
nuestro conocimiento.

3.4.2 La Esencia de los Cuerpos: Descartes
analiza su idea clara de la materia para concluir que en ella
sólo se incluye la extensión en sus tres
dimensiones; no se puede prescindir de la extensión sin
que se destruya el concepto mismo de la materia; luego la
extensión es la esencia de la materia
corpórea.

De la extensión dependen todas las demás
propiedades, las cuales no son más que modos de ella. Las
propiedades esenciales son la figura y el movimiento de los
cuales surge toda la distinción y variedad de las cosas
materiales.

Las cualidades que el llama secundarias: color, olor,
sabor…, son puramente subjetivas.

Todos los cambios no son otra cosa que movimientos
locales, cuya causa es Dios. Descartes no admite los
átomos porque la extensión es continua e
infinitamente indivisible, a diferencia del espíritu que
no tiene partes. Tampoco admite las causas finales sino
sólo las eficientes; el finalismo es una cosa propia de lo
moral, pero en física es ridículo y
estúpido.

Podemos concluir diciendo que esta física
demasiado apriorista tuvo poco éxito en la ciencia moderna
y fue pronto sustituida por la de Newton. Pero
quedó en espíritu mecanicista.

4. Conclusión

Comprobamos pues que le balance de la filosofía
de Descartes es un tanto decepcionista sobre todo después
de sus ambiciosos propósitos. Sus tratados resultan mucho
menos sólidos que los de los grandes maestros griegos y
medievales. Lo que él legó a la posteridad no fue
tanto una filosofía, cuanto un espíritu, una
actitud de arrogancia frente al pasado y unos principios que
resultaron mucho más fecundos en consecuencias de lo que
él hubiera podido calcular. Lo que él hizo fue
levantar la compuerta y deja expeditos los cauces por los cuales
se precipitó en oleadas incontenibles el pensamiento
moderno.

Como todos los hombres importantes, su persona y su
pensamiento han sido objeto de las más variadas
interpretaciones. Mientras algunos contemporáneos suyos,
protestantes o católicos, ponen en litigio su sinceridad y
su ortodoxia, y en el siglo XIX llega a calificarse como
"El Lutero de la Filosofía" , otros en
cambio o presentan como apologista de su fe un cristiano
convencido.

En realidad habrá que distinguir entre su
doctrina y su persona, pues si vivió y murió como
buen cristiano y reiteradamente manifestó su voluntad de
permanecer en el seno de la Iglesia
Católica, es cierto que su tendencia racionalista
desembocaría en una abierta oposición entre la
razón y la fe.

Otros miran en él sobre todo al hombre de
ciencia, inventor de la geometría
analítica, autor de varios estudios y descubrimientos,
este es un aspecto real y muy valioso pero sólo parcial de
Descartes. Cuando varios lo consideran como el gran libertador de
la razón, como el padre del racionalismo moderno, no falta
quien lo mire como representante del espíritu
"clásico" y hasta como oscurantista y poco
avanzado.

Si unos ven en Descartes el precursor del idealismo,
otros lo señalan como el antecesor del positivismo.
En realidad todos tienen un poco de razón. Casi todas las
corrientes del pensamiento moderno, aún las opuestas entre
sí, están emparentadas de algún modo con el
pensamiento del filósofo francés. Recientemente se
ha interpretado también bajo el punto de vista del
existencialismo.

El Discurso del Método (R.
Descartes)

I Parte

En la primera parte hace una autobiografía de su
juventud, se refiere a sus estudios, a sus dudas sobre las
disciplinas aprendidas y a su insatisfacción ante el saber
recibido; confiesa el apego que sentía por las
matemáticas.

Luego dice que la potencia de
juzgar y distinguir lo verdadero de lo falso, es propiamente lo
que se denomina buen sentido o razón; es por naturaleza
igual entre todos los hombres; así la diversidad de
nuestras opiniones no vienen de que unos sean más
razonables que los demás, sino solamente que conducimos
nuestros pensamientos por caminos diferentes y no consideramos
las mismas cosas. O sea no basta con tener un buen entendimiento
sino que lo principal es aplicarlo bien.

II Parte

Método

Habla del orden, que se debe tener para las cosas y para
los pensamientos. Declara su método enunciado, las cuatro
reglas que son:

  1. No admitir como verdadero sino lo
    evidente.
  2. Dividir cada dificultad en tantas partes
    como fuere posible.
  3. Conducir ordenadamente los pensamientos, de
    lo más fácil a lo más
    complicado.
  4. Hacer recuentos completos o revisiones
    generales que se llegue a estar persuadido de no haber omitido
    nada.

Dice que lo que más le satisface de éste
método, es que mediante él está seguro de
usar en todo su razón, si no perfectamente lo mejor que
él puede; además practicándolo siente que su
espíritu se acostumbra poco a poco a concebir más
clara y distintamente sus objeto.

III Parte

Moral

Contiene las máximas de conducta práctica
y de moral a que decidió ajustarse durante el lapso de su
reconstrucción filosófica. Son: La
primera:
consiste en obedecer las leyes y costumbres de
su país, conservar su religión y regirse en todo lo
demás según las opiniones aceptadas
comúnmente por aquellos con quienes tuviera que vivir.
La segunda: es ser lo más firme y resuelto
en sus acciones. La tercera: es tratar de vencerse
antes así mismo que a la fortuna, y modificar antes sus
deseos que el orden del mundo y en general a acostumbrarse a
creer que nada hay en el mundo que dependa de nosotros salvo
nuestros pensamientos. Y la cuarta: hacer una
revisión general de las diversas ocupaciones de los
nombres en esta vida, para tratar de escoger la mejor; siendo
ella el cultivar siempre la razón y adelantar siempre en
el conocimiento de la verdad.

IV Parte

Teodicea

Expone el punto de arranque de su filosofía:
"El pienso luego existo"; demostrando además
la existencia de Dios. Dice que hay que dudar de todo, pero se
fijó que mientras él quería pensar
así, que todo es falso, era preciso que él que
pensaba fuera algo y es cuando ve que es mayor perfección
conocer que dudar; y que todo cuanto hay en nosotros nos viene de
una naturaleza más perfecta y esa naturaleza es
Dios.

V Parte

Física –
Antropología

En ésta manifiesta su concepción sobre el
mundo, el universo con
todos sus astros y el hombre que su espectador, y dice que el
mundo no era como él había pensado que estaba
creado, sino que desde el principio lo hizo Dios tal como
debía ser. Luego habla del alma y dice que ésta
existe independiente del cuerpo.

VI Parte

Habla del orden que sigue de acuerdo a sus experiencias
para escribir de su trabajo y dice
que las experiencias son tanto más necesarias en las
ciencias cuanto más adelantado se está en el
conocimiento; y que en todo lo que vayamos a realizar necesitamos
de la experiencia.

______________________________________________________________________

1.1.2 Blas Pascal
(1623-1662) Reacción contra el
Cartesianismo:

Vida: Notable matemático francés,
filósofo y apologista de la religión
católica, nació en Clermonto – Ferrand, Francia.
Desgraciadamente entró a formar parte de los Jansenistas;
tomó partido por ellos, y fruto de esas ideas y pasiones
Jansenistas fueron sus famosas cartas
"Provinciales".

Inventó la máquina aritmética, hizo
varios experimentos y
observaciones concernientes a las ciencias físicas y
principalmente acerca del peso y del aire al igual que
el equilibrio de
los líquidos.

Como escritor filosófico; es a la vez un
filósofo cristiano, escéptico – místico o
sentimentalista.

Murió como verdadero jansenismo y sin reconocer
la autoridad del
Sumo Pontífice.

Obras: Su principal obra es "Pensamientos"; obra
que no terminó por haberle sorprendido la muerte, cuando
no contaba 40 años de vida. "Discours sur les passions",
De L’art de persuader.

Pensamientos: Su filosofía: El
objeto de su filosofía son los tres mundos:

  1. El de la materia.
  2. El del pensamiento.
  3. El de la fe.

La filosofía necesita de la revelación
divina y de la teología y es completada y perfeccionada
por la fe.

Dios y el Hombre: El Dios de Pascal es el
Dios que hace sentir al hombre su inteligencia y que el propio
tiempo le llena él de esperanza, hasta hacernos incapaces
de otro fin y de otro anhelo que el radicado en Dios
mismo.

Si nuestra religión chocara con las pautas
racionales sería absurda y ridícula.

El hombre es naturalmente crédulo,
incrédulo, tímido y temeroso. Describe a
éste como dependencia, deseo de independencia
y necesidad.

El Corazón y el Espíritu: El
corazón tiene razones que la razón no alcanza. Es
un modo espiritual de valoración profunda, que capta
los valores
más hondos, del hombre y le presenta a la verdad sus
raíces vitales. En el corazón fluyen el
espíritu y el sentimiento. El amor
presupone el conocimiento pero en la raíz misma de nuestra
sed de conocer está el amor. Pensamos
en todo menos en lo que deberíamos pensar. Jamás
vivimos, sino que esperamos vivir.

Desde su pensamiento sigue siendo el hombre el
señor del mundo y de sí mismo.

Pascal y Descartes: Lo que en Descartes es
la razón en Pascal es el corazón de ambos con un
mismo fin encontrar la VERDAD. Pascal desarrolla la idea
de infinitud de Descartes. El hombre infinitamente pequeño
por su cuerpo, es infinitamente grande en su pensamiento: "Es
una Caña que Piensa".

Juicio: Representa las tradiciones y
enseñanzas de la filosofía cristiana en cuanto a la
tesis que se
refiere a las relaciones entre la fe y la razón, entre la
ciencia y la religión católica. Contribuyó
al progreso de las ciencia físicas y matemáticas.
Las cartas "Provinciales" se hallan desvirtuadas por las
calumnias, contradicciones y falsedades de todo género que
contienen.

1.2 Transformaciones del Cartesianismo

1.2.1 Racionalismo.

1.2.1.1 Nicole Mallebranche (1638-1715) Ontologismo y
Ocasionalismo:

Vida y Obras: Nació en París,
estudió teología, recibió órdenes
sagradas y entró en el Oratorio del Cardenal Barulle.
La lectura del
tratado del hombre de Descartes despertó su genio
metafísico y se dedicó por completo a la
filosofía.

Dentro de sus obras vemos como más importantes:
"El tratado de la naturaleza y de la gracia" y "La investigación de la verdad".

Doctrina Filosófica: Partiendo del
Ocasionalismo, explica el conocimiento de un iluminismo
Neoplatónico; este Ontologismo lo llevó a un
idealismo subjetivista, que evitó con cierto
fideísmo.

  1. Ocasionalismo: Dios cuya existencia se prueba
    con un solo pensar en Él, es la única causa
    eficiente, ya que producir es crear, y el crear es exclusivo de
    la divinidad. Además, los cuerpos son sujetos pasivos y
    no causas del movimiento, según la mecánica
    cartesiana. Dice además que no pueden influir en los
    espíritus por ser materiales. Luego la acción aparente de unas criaturas en
    otras es sólo una Ocasión para que
    Dios obre en ellas las cantidades y múltiples ideas y
    efectos.
  2. Las Ideas:
  1. Las conocemos por estar ellas en Dios, ser algo de
    Dios, íntimamente compenetrado en mi alma.
  2. El objeto de tales ideas arquetipas no son: Ni mi
    alma en general, ni el ser infinito; sino únicamente la
    extensión inteligible y sus modos.
  3. Y por ellas conozco tan sólo la esencia del
    mundo, no su existencia.
  4. De modo semejante conocemos a nuestro
    espíritu: Ya que Dios compenetrado en nuestra alma es
    "el lugar de los espíritus, como el espacio lo es de los
    cuerpos"
  1. Fideísmo: Como estas irradiaciones
    pasivas que Dios infunde en el alma, son de las esencia
    posibles, entonces los conceptos no nos cercioran de la
    realidad del mundo externo, que admitimos
    espontáneamente. Pero nos asegura de ello la fe en la
    Revelación.

Juicio Crítico :

La filosofía de Mallebranche, es errónea,
incoherente.

El Cardenal Zeferino decía: Mallebranche "es un
genio que tiene más de Brillante que de Sólido,
así como tiene más de fecundo que de lógico
y racional. La movilidad natural de su genio, unida al virus
racionalista que bebió en la filosofía cartesiana,
dio origen a sus grandes errores e ilusiones y le condujo
más de una vez al borde del precipicio, del cual
sólo la salvó la profesión de la fe
católica.

1.2.1.2 Baruch Spinoza (1632-1677) Panteísmo
Monístico o Racionalístico:

Vida: Nace en Amsterdam en 1632. Es de
ascendencia judía, su familia abandonó España
debido a la expulsión de los reyes católicos.
Gracias a sus ideas es expulsado de las sinagogas judías,
trabaja puliendo lentes para aparatos ópticos y en sus
ratos libres leía y también meditaba y
también escribía algunos libros. Muere en 1677 por
Tuberculosis
Pulmonar.

Obras: Expone los principios filosóficos
de Descartes y un "Tratado teológico – político".
Sus principales obras son póstumas; y son: "De intellectus
emendatione" (Rectificación del entendimiento) y sobre
todo en su obra "Ethica ordine geometrico demonstrata"
(Ética demostrada según el método
geométrico). Donde con rigor matemático va a
exponer su pensamiento filosófico.

Panteísmo Racionalístico: Gracias a
Spinoza la razón adquiere un predominio absoluto, dice,
que todas las cosas dependen en su ser y en su existencia,
incluso en su propia actividad de la sustancia Divina. Quiere
llegar a la verdad a través de conocimientos racionales.
Al querer explicar la realidad aplica método cartesiano y
la va a querer explicar partiendo de Dios como sustancia
única y perfecta. Luego por medio de un método
geométrico abordará los temas del Mundo y del
Hombre.

La creación es una modalidad divina y no una
manifestación libre de ella misma, es decir, de la
sustancia absoluta.

La Sustancia: Descartes con dualismo del cuerpo y
del alma rompió la unidad de lo real, es por eso que
Spinoza con su teoría de la sustancia que propone quiere
instaurar de nuevo esta unidad. Pero al querer hacerlo va a caer
en un mecanicismo.

Su deseo es unir la teología con la ciencia a
través del concepto de sustancia, quiere anunciar sin
lugar a dudas el principio de que sólo existe una
sustancia, la Divina. A partir de ésta se van a explicar
todas las multiplicidades de los seres como modalidades simples
de esa primera sustancia, esto es puro
Panteísmo.

Para Spinoza la única sustancia es Dios.
Sólo para ella y gracias a ella todo se vuelve
comprensible y explicable. Es el origen de las fuentes de la
multiplicación de los seres, tanto corpóreos como
humanos. La sustancia así entendida se convierte en unidad
suprema y aparece como la razón de ser de toda realidad.
Luego, Dios es la verdad.

Es claro que en el concepto de las sustancias que tiene
Spinoza la única realidad sustancial que puede existir y
de hecho existe es: Dios. Hay que admitir que en su concepto ya
van implicadas las nociones de existencia, de infinitud, de
Eternidad. Y como Dios es la Verdad a la sustancia Divina no se
le va a oponer ninguna otra sustancia, ni siquiera podrá
antecederle otra, porque sólo la sustancia divina es causa
de sí misma.

El filósofo de Amsterdam no distingue entre Dios
y los seres creados, explica las creaturas existentes en el mundo
como meras modalidades de Dios, no más. Esto es lo que va
a llevar a Spinoza a hacer una unidad entre la sustancia Divina y
la Naturaleza.

Su concepto de sustancia es unívoco, luego, no
acepta la multiplicación de los seres mundanales a partir
de sí mismos sino que todo va a querer explicarlo a partir
de Dios.

Sustancia: Aquello que existe y se concibe por
sí mismo, a sea aquello cuy concepto no necesita del
concepto de otra cosa, mediante el cual deba ser
formado.

Atributo:Es aquello que percibe el
entendimiento en la sustancia como sustitutivo de su
esencia.

Modo:Afecciones de la sustancia, es decir, lo
que existe en otra cosa mediante la cual es
concebido.

Dios:Sustancia absoluta, única en
infinita en la que se fundan las cosas y el hombre como meras
modalidades de ellas mismas.

Juicio:Spinoza, es el primer exponente
explícito, genuino y completo en Racionalismo Moderno,
en sus tres fases: 1) El Panteísmo en la ciencia. 2) El
Naturalismo en la religión. 3) Y el Liberalismo
en la política. Para serlo, le basto cultivar
ciertas semillas de Descartes, le bastó desenvolver sus
tendencias, a pesar de que no faltó quien sostuviese que
bajó el nombre de Filosofía Cartesiana
veía prepararse un gran combate y formarse un partido
grande contra la Iglesia de Jesucristo.

Lo negativo de Spinoza es, en palabras sencillas, el
hecho de que el dios de Spinoza no sólo de inteligencia y
voluntad así también como de personalidad.
Su dios es la misma naturaleza o totalidad de los seres del
mundo. Esto debido a que hace depender a los seres de la
Sustancia Divina, es decir, todas las cosas no son más que
meras modalidades simples de él, del Ser
Supremo.

1.2.1.3 Godofredo Guillermo Leibniz (1646-1712)
Pluralismo Monádico :

Vida y Obras: Nace en Leipzig. Estudia en la
universidad de su
ciudad natal. Durante sus estudios conoce las obras de
Aristóteles, de muchos escolásticos y
platónicos, de Descartes y de los principales hombres de
ciencia. Mantiene comunicación epistolar con los personajes
más célebres de su tiempo y es consultado por
varios soberanos especialmente por Pedro El Grande de Rusia y el
Emperador de Austria. Muere en Hannover. Leibniz es un hombre
universal por la amplitud de sus conocimientos, es
filósofo, teólogo, jurista, filólogo y
matemático.

Obras: Sus obras filosóficas se pueden
dividir en sistemáticas, polémicas y
monográficas. Las sistemáticas suelen ser muy
breves como monadologías, nuevo sistema de naturaleza de
la Metafísica. Las polémicas son: "Los nuevos
ensayos sobre
el entendimiento humano y teodicea".

Pensamiento:

El Aspecto Lógico del Sistema: Los motivos
que nos hacen ver a Leibniz con esa peculiar fisonomía son
los siguiente:

  1. El filósofo que ha empleado el mayor
    número de principios sensustricto, es decir,
    máximamente generales.
  2. Es el filósofo que ha introducido en
    la teoría filosófica mayor número de
    principios nuevos.
  3. Le vemos en su teoría acudir
    constantemente a uno u otro de sus principios.
  4. El conocimiento depende de los principios.
    Los principios se sintetizan así:
  • Principio de principios.
  • Principio de identidad.
  • Principio de contradicción.
  • Principio de razón suficiente.
  • Principio de uniformidad.
  • Principio de diferencia.
  • Principio de continuidad.
  • Principio de conveniencia.
  • Principio de equilibrio o
    simetría.
  • Principio del mínimo esfuerzo.

Partes: 1, 2, 3, 4
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