- Glándulas
Endocrinas - Trastornos de
la Función Endocrina - Glándulas
Exocrinas - Conclusión
- Bibliografía
- Anexos
Introducción
Sistema
endocrino, conjunto de órganos y tejidos del
organismo que liberan un tipo de sustancias llamado hormonas. Los
órganos endocrinos también se denominan
glándulas sin conducto o glándulas endocrinas,
debido a que sus secreciones se liberan directamente en el
torrente sanguíneo, mientras que las glándulas
exocrinas liberan sus secreciones sobre la superficie interna o
externa de los tejidos cutáneos, la mucosa del
estómago o el revestimiento de los conductos
pancreáticos.
Las hormonas secretadas por las glándulas
endocrinas regulan el crecimiento, el desarrollo y
las funciones de
muchos tejidos, y coordinan los procesos
metabólicos del organismo. La endocrinología es la
ciencia que
estudia las glándulas endocrinas, las sustancias
hormonales que producen estas glándulas, sus efectos
fisiológicos, así como las enfermedades y trastornos
debidos a alteraciones de su función.
Los tejidos que producen hormonas se
pueden clasificar en tres grupos:
glándulas endocrinas, cuya función es la producción exclusiva de hormonas;
glándulas enxocrinas, que producen también otro
tipo de secreciones además de hormonas; y ciertos tejidos
no glandulares, como el tejido nervioso del sistema nervioso
autónomo, que produce sustancias parecidas a las
hormonas.
SISTEMA ENDOCRINO
Glándulas Endocrinas
La Hipófisis:
La hipófisis, está formada
por tres lóbulos: el anterior, el intermedio, que en los
primates sólo existe durante un corto periodo de la vida,
y el posterior. Se localiza en la base del cerebro y se ha
denominado la "glándula principal". Los lóbulos
anterior y posterior de la hipófisis segregan hormonas
diferentes.
El anterior libera varias hormonas que estimulan la
función de otras glándulas endocrinas, por ejemplo,
la adrenocorticotropina, hormona adrenocorticotropa o ACTH, que
estimula la corteza suprarrenal; la hormona estimulante de la
glándula tiroides o tirotropina (TSH) que controla el
tiroides; la hormona estimulante de los folículos o
foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH), que
estimulan las glándulas sexuales; y la prolactina, que, al
igual que otras hormonas especiales, influye en la
producción de leche por las
glándulas mamarias. La hipófisis anterior es fuente
de producción de la hormona del crecimiento, denominada
también somatotropina, que favorece el desarrollo de los
tejidos del organismo, en particular la matriz
ósea y el músculo, e influye sobre el metabolismo de
los hidratos de carbono.
La hipófisis anterior también secreta una
hormona denominada estimuladora de los melanocitos, que estimula
la síntesis
de melanina en las células
pigmentadas o melanocitos. En la década de 1970, los
científicos observaron que la hipófisis anterior
también producía sustancias llamadas endorfinas,
que son péptidos que actúan sobre el sistema nervioso
central y periférico para reducir la sensibilidad al
dolor.
El hipotálamo, porción del
cerebro de donde deriva la hipófisis, secreta una hormona
antidiurética (que controla la excreción de
agua)
denominada vasopresina, que circula y se almacena en el
lóbulo posterior de la hipófisis. La vasopresina
controla la cantidad de agua excretada por los riñones e
incrementa la presión
sanguínea. El lóbulo posterior de la
hipófisis también almacena una hormona fabricada
por el hipotálamo llamada oxitocina. Esta hormona estimula
las contracciones musculares, en especial del útero, y la
excreción de leche por las glándulas
mamarias.
La secreción de tres de las
hormonas de la hipófisis anterior está sujeta a
control
hipotalámico: la secreción de tirotropina
está estimulada por el factor liberador de tirotropina
(TRF), y la de hormona luteinizante, por la hormona liberadora de
hormona luteinizante (LHRH). La dopamina elaborada por el
hipotálamo suele inhibir la liberación de
prolactina por la hipófisis anterior. Además, la
liberación de la hormona de crecimiento se inhibe por la
somatostatina, sintetizada también en el páncreas.
Esto significa que el cerebro también funciona como una
glándula.
Glándulas Suprarrenales:
Cada glándula suprarrenal está
formada por una zona interna denominada médula y una zona
externa que recibe el nombre de corteza. Las dos glándulas
se localizan sobre los riñones. La médula
suprarrenal produce adrenalina, llamada también
epinefrina, y noradrenalina, que afecta a un gran número
de funciones del organismo. Estas sustancias estimulan la
actividad del corazón,
aumentan la tensión arterial, y actúan sobre la
contracción y dilatación de los vasos
sanguíneos y la musculatura. La adrenalina eleva los
niveles de glucosa en
sangre
(glucemia). Todas estas acciones
ayudan al organismo a enfrentarse a situaciones de urgencia de
forma más eficaz. La corteza suprarrenal elabora un
grupo de
hormonas denominadas glucocorticoides, que incluyen la
corticosterona y el cortisol, y los mineralocorticoides, que
incluyen la aldosterona y otras sustancias hormonales esenciales
para el mantenimiento
de la vida y la adaptación al estrés.
Las secreciones suprarrenales regulan el equilibrio de
agua y sal del organismo, influyen sobre la tensión
arterial, actúan sobre el tejido linfático,
influyen sobre los mecanismos del sistema
inmunológico y regulan el metabolismo de los
glúcidos y de las proteínas.
Además, las glándulas suprarrenales también
producen pequeñas cantidades de hormonas masculinas y
femeninas.
Tiroides:
El tiroides es una glándula
bilobulada situada en el cuello. Las hormonas tiroideas, la
tiroxina y la triyodotironina aumentan el consumo de
oxígeno
y estimulan la tasa de actividad metabólica, regulan el
crecimiento y la maduración de los tejidos del organismo y
actúan sobre el estado de
alerta físico y mental. El tiroides también secreta
una hormona denominada calcitonina, que disminuye los niveles de
calcio en la sangre e inhibe su reabsorción
ósea.
Glándulas Paratiroides:
Las paratiroides se localizan en un
área cercana o están inmersas en la glándula
tiroides. La hormona paratiroidea o parathormona regula los
niveles sanguíneos de calcio y fósforo y estimula
la reabsorción de hueso.
Ovarios:
Los ovarios son los órganos
femeninos de la reproducción, o gónadas femeninas.
Son estructuras
pares con forma de almendra situadas a ambos lados del
útero. Los folículos ováricos producen
óvulos, o huevos, y también segregan un grupo de
hormonas denominadas estrógenos, necesarias para el
desarrollo de los órganos reproductores y de las
características sexuales secundarias, como distribución de la grasa, amplitud de la
pelvis, crecimiento de las mamas y vello púbico y
axilar.
La progesterona ejerce su acción
principal sobre la mucosa uterina en el mantenimiento del
embarazo.
También actúa junto a los estrógenos
favoreciendo el crecimiento y la elasticidad de la
vagina. Los ovarios también elaboran una hormona llamada
relaxina, que actúa sobre los ligamentos de la pelvis y el
cuello del útero y provoca su relajación durante el
parto,
facilitando de esta forma el alumbramiento.
Testículos:
Las gónadas masculinas o testículos
son cuerpos ovoideos pares que se encuentran suspendidos en el
escroto. Las células de Leydig de los testículos
producen una o más hormonas masculinas, denominadas
andrógenos. La más importante es la testosterona,
que estimula el desarrollo de los caracteres sexuales
secundarios, influye sobre el crecimiento de la próstata y
vesículas seminales, y estimula la actividad secretora de
estas estructuras. Los testículos también contienen
células que producen el esperma.
Páncreas:
La mayor parte del páncreas
está formado por tejido exocrino que libera enzimas en el
duodeno. Hay grupos de células endocrinas, denominados
islotes de Langerhans, distribuidos por todo el tejido que
secretan insulina y glucagón. La insulina actúa
sobre el metabolismo de los hidratos de carbono, proteínas
y grasas,
aumentando la tasa de utilización de la glucosa y
favoreciendo la formación de proteínas y el
almacenamiento
de grasas. El glucagón aumenta de forma transitoria los
niveles de azúcar
en la sangre mediante la liberación de glucosa procedente
del hígado.
Placenta:
La placenta, un órgano formado
durante el embarazo a partir de la membrana que rodea al feto, asume
diversas funciones endocrinas de la hipófisis y de los
ovarios que son importantes en el mantenimiento del embarazo.
Secreta la hormona denominada gonadotropina coriónica,
sustancia presente en la orina durante la gestación y que
constituye la base de las pruebas de
embarazo. La placenta produce progesterona y estrógenos,
somatotropina coriónica (una hormona con algunas de las
características de la hormona del crecimiento),
lactógeno placentario y hormonas
lactogénicas.
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