- Resumen
- Ideas
fundamentales de lo que es la vida - La
corrección de las inclinaciones desde la primera
edad - Conclusión
- Referencias
bibliográficas
Resumen
La educación y el
ambiente
pueden agobiar, torcer o conducir bien la moral innata
de los seres humanos. Siendo el ser humano una unidad trina de
cuerpo, alma y
espíritu, en esta monografía sobre la homosexualidad
se rebasan los límites de
lo material para penetrar lo que esta mas allá de lo
físico, en busca de respuestas.
"El que conoce la verdad y no la dice,
se hace cómplice del mentiroso".
José Ingenieros
INTRODUCCIÓN
Estamos ya en el siglo XXI, la humanidad ha alcanzado
grandes progresos materiales y
sin embargo, olvidada de la moral
espiritual, no los disfruta como progreso común del que
debieran beneficiarse todos los humanos. La confusión
material y el agobio espiritual es tal, que la tierra "parece
una casa de locos".
No hay efecto sin causa y la causa mayor está en
la ignorancia, la mala educación y la errada organización política en la que
malviven los hombres y las mujeres, cuya moral material,
cívico-social,
es el reflejo de la moral espiritual en ellos
inculcada.
Se es ignorante de algo o alguien, cuando se desconoce
su esencia. Se conoce el ser humano a si mismo? Sabe acaso, de
donde viene, por qué esta y para donde va? Qué es
la vida? O si existe lo que llaman muerte? Por
qué después de tantos avances de la ciencia del
siglo XX y principios del
XXI, los científicos aun no dan con esas
respuestas?
Porque siendo científicos solo en lo material,
hasta los limites de lo material pueden llegar, sin poder penetrar
lo que está mas allá de lo físico puesto que
desconocen y aun hay quienes niegan la existencia y la acción
del espíritu, siendo hombres solo por el espíritu,
con lo que se comprueba que no hay peores ciegos que aquellos que
no quieren ver, ni peores sordos que los que se niegan a
oír.
Muchas han sido las voces a través de los siglos,
entre ellas la de Joaquín Trincado, quien al respecto
dice:
"El yerro materialista está solo y justamente,
en querer hacer de la materia el
todo, y por lo tanto usurpan los derechos del
espíritu, al que sin embargo no puede ni desconocer, ni
dejar de confesar tácitamente, la ciencia
materialista: y es porque no es posible separar lo
físico de lo metafísico. (Trincado, 1932,
Pág. 273)
Por ello, el científico materialista
"… da luz de
corriente continua, pero solo del polo negativo con el neutral,
ciencia regulada por la razón: es media fuerza; no
puede mover grandes masas, grandes motores, porque
le falta el positivo, el vivo, el espíritu; pero como
imanta, atraerá por fin el positivo al negativo y con el
neutral formará el Trifilar, que alcanza doble distancia
con la mitad de resistencia y
más calorías, con menos
pérdidas." (Trincado, 1932,
Pág.80)
De lo que se desprende que la ciencia puramente
materialista no podrá encontrar las respuestas hasta que
dé el paso necesario para unirse con la parte metafísica
y Magnético-Espiritual. Ese es el terrible paso
señalado por Schopenhauer,
-agrega Trincado- acaso el único materialista de
razón del que parece huir los materialistas "y ninguno
sobre todo si son sabios, puede negar; deben investigar sin
descanso, pero repito, con luz entera, con los dos polos, con la
materia y el espíritu y un día se alegrarán;
y advierto que no tengan prejuicio, ni
de Dios (para decirlo todo)".
Prejuicios que son productos de
la mala educación dada a los pueblos, responsabilidad que recae en quienes
históricamente se abrogaron el derecho a educar, por lo
que la crisis moral
de ayer y de hoy, ha sido y es fruto de la inmoralidad religiosa,
puesto que la moral cívica o del pueblo, no puede ser otra
que la de sus educadores, y éstos, fueron hasta ayer
descubiertamente u oficialmente las religiones y aún hoy,
infiltran los muros de las universidades y no hay otra moral que
la inmoral religiosa.
"El yerro religioso y sobre todo
católico, es inverso; acepta lo metafísico y
denigra lo físico, lo material y lo declara enemigo del
espíritu. Pero aquí hace un cúmulo de
absurdos y un infinito de blasfemias, que no es posible
transigir, mas que siendo ignorante; siendo jurado en una fe
ciega; una fe sin razón, desde que debe creer sin
investigar: y si a un Santo Tomás
de Aquino se le antojó decir que los bueyes vuelan,
deben creerlo so pena de caer en desgracia. (Trincado, 1932,
Pág. 273 )
" … da luz de corriente alternada que no tiene polos
y a cualquier descuido quema, fulmina, mata: no tiene
regulación". (Trincado, 1932, Pág. 80)
Y así la humanidad deshumanizada por la
superstición y la ignorancia y alejada de la razón,
ha construido una errada organización política en
la que ha reinado y reinan las desigualdades de las que nacen
todas la injusticias, y la mayor de las confusiones en las "que
figuran coronados la insolencia, la indisciplina, el desenfreno y
el impudor; y elogian y adulan a éstos, llamando a la
insolencia buena educación; a la indisciplina, libertad; al
desenfreno, grandeza de ánimo, y al impudor,
hombría".(Miranda, 2003), todo lo cual se tiene como lo
mas natural, justificando lo injustificable y sin medir su
trascendencia.
Cuando iniciamos esta investigación nos encontramos que habiendo
sido considerada por muchos tiempo la
homosexualidad como una enfermedad, a partir del séptimo
decenio del siglo XX (desde 1973) la
Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene que la
homosexualidad no es una enfermedad. Al respecto señala
Jokin de Irala, Doctor en Medicina y
Doctor en Salud
Pública de la Universidad de
Navarra, España en
articulo en línea "El homosexual se merece la verdad"
(2005), que:
…, el origen del cambio de la
OMS es que la Asociación de Psiquiatras Americanos (APA)
eliminó la homosexualidad del manual de
clasificación de enfermedades en los
años 70 coincidiendo con presiones sin precedentes de
algunos activistas homosexuales. Organizaron actos de violencia
como romper paneles científicos en congresos
médicos y amenazaron a especialistas que presentaban sus
estudios sobre el tratamiento de la homosexualidad. Como
consecuencia de este ambiente tan «tolerante»,
acabaron votando solamente un 25% de los miembros de la APA. No
fue fruto de un debate y
análisis científico sereno ni
serio y no creo que haya ningún precedente similar en la
medicina. En este campo no se han aplicado los criterios de la
medicina basada en la evidencia y se intenta hacer todo lo
posible para que nadie lo haga.
En otro artículo titulado ¿Se puede
discrepar? (2005), este autor señala el papel
fundamental que en tal cambio cumplió la publicidad,
cuando algunos colectivos de gays y lesbianas contrataron a los
mejores especialistas en marketing, de
prestigiosas universidades americanas, para que les organizaran
una campaña de propaganda
mundial con el objetivo de
"normalizar" la homosexualidad. En palabra de los organizadores
–agrega Jokin de Irala-: "la ciencia, la verdad tienen poco
interés; es una cuestión de poder" Y
ante la molestia de algunos por la disconformidad de Jokin de
Irala con algunas teorías
que se vierten sobre la homosexualidad, se le califica de
"obsesión", "quizás patológica", ante lo
cual responde:
Es curioso que los datos que
aporto, corroborados por otros científicos en todo el
mundo, le parezca una obsesión mientras no parece
sorprenderle que, últimamente, las personas homosexuales
o sus mensajes estén tan desproporcionadamente presentes
en la radio, en la
política, en películas como —Love
actually", en los dibujos
animados como los Simpson o Shreck II, en programas de
televisión, teleseries, —reality
shows" y recientemente, incluso, en el espacio infantil
—Los Lunnis", en un intento de inculcar a lo niños
la opinión oficial del gobierno y de
los colectivos de gays y lesbianas.
Expresa además Jokin de Irala (2005), que hay
muchos científicos que ven evidencias
abrumadoras para clasificar la homosexualidad como un
«desarrollo
alterado de la identidad
sexual» y que ofrecen ayuda a los homosexuales que
así lo desean. Agrega, que las personas homosexuales deben
ser acogidas con respeto y
delicadeza, por lo que, es preciso evitar, respecto a ellos, todo
signo de discriminación injusta; criterio
éste que compartimos. Pero, advierte, que debería
ser compatible con permitir que los científicos puedan
discrepar en temas científicos y no ser objeto de insultos
por ello, puestos que son muchas las personas homosexuales, sus
seres queridos y otras que simplemente tienen dudas sobre su
orientación sexual, las que esperan esto de los
médicos porque quieren y necesitan comprender mejor los
determinantes de su orientación sexual y entre esas
determinantes, agregamos nosotros en esta investigación,
están las inclinaciones del alma, lo que nos impone
intervenir corresponsablemente en la orientación que todo
ser humano se merece, de conocerse así mismo, mas
allá de lo meramente corporal. Por ello, y convencidos
que: NADIE CONVENCE A NADIE, sino que cada uno se convence a
sí mismo, cuando su grado de progreso le da la
convicción. Mientras no es así, son inútiles
cuantas pruebas se les
den y ni aun los fenómenos más acabados los
convencerán: encontrarán siempre SIN RAZONES que a
él parecerán RAZONES para combatir y es tiempo
perdido para aquél, aunque muchos otros lo
aprovecharán.
Cumplimos con este trabajo
nuestro deber fraternal de: EXPONER SIN
IMPONER:
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