- Aparición
del menemismo en América Latina - Una
axiología, la ideología del
menemismo - El Poder en el
menemismo - Ocaso y
caída - A manera de
epílogo
Introducción.
En los años ´70 se produjo en el mundo el
ocaso del keinesianismo. No hay certeza acerca de los motivos de
este derrumbe, pero parece estar ligado a la imposibilidad del
capital de
crecer y acumularse en un marco de políticas
distributivas. El capitalismo
concentrado lleva entonces a la práctica la necesidad de
intentar sortear la Ley de la
Tendencia Decreciente de la Tasa de Ganancia. Es esta una
de las leyes
fundamentales del análisis marxista del capitalismo. Se
expresa así:
Tg = p/v + c
Donde:
Tg: es la tasa de ganancia.
p: es el plusvalor
v: los gastos en
salarios
c: los gastos en maquinaria y materias
primas.
Se habla de una composición técnica de la
Tg (proporción de la maquinaria en relación a la
mano de obra) y una componente orgánica (proporción
del capital constante en relación al variable debido a la
mecanización).
Según Marx hay un
incremento de la primera y un decremento de la segunda y esto
conduce a la tendencia a la reducción de la tasa de
ganancia. Volvemos a resaltar la palabra tendencia debido a que
se trata nada más – y nada menos – que eso.
Algunos sectores marxistas cuestionan la inexorabilidad
de esta ley. Solo lo mencionamos para aquellos que quieran
profundizar en ello.
Mencionamos que se dice que Marx, al descubrir el
"sintoma" se comporta como el mejor médico del
capitalismo, en tanto le da la posibilidad de un "tratamiento",
que – esto creo, por lo menos – prolonga su
agonía.
Decíamos, entonces, que el capitalismo intenta
sortear esta ley. Inventa, para eso, una escuela
económica a la que da el nombre de "monetarismo" y
a la moda que la
acompaña, como si fuera una ideología, le llama "neoliberalismo".
Es Inglaterra el
primer estado
nación
que lo hace praxis, de la
mano de Margareth Tatcher y sobre las espaldas del sufrido pueblo
inglés.
La resistencia de
los sindicatos es
fuerte, pero no se pueden imponer a la prédica
revolucionaria de …los medios masivos
de comunicación. Inglaterra se privatiza de manera
salvaje. Cierto es qué, en tanto nación
próspera, tiene un seguro social
que garantiza la satisfacción de las necesidades
básicas de gran parte de la población.
El ejemplo se desparrama por toda Europa, que
está consolidando la unidad a partir de lo
económico.
España la sigue, siempre atenta a lo que pasa con
sus vecinos para imitarlos, como aprendió con los Austria
Menores, que terminaron en los Borbones de tan triste memoria.
Alemania del Este implota, el muro se derrumba y las
riquezas de la Alemania unida
no alcanzan para evitar que todos los alemanes se sientan peor;
caen, entonces, en la moda avasallante, que cruza el
Atlántico, atraviesa el Pacífico y ya se convierte
en una epidemia solo resistida por algunos pueblos que, porque
saben de donde vienen, tienen la certeza de adonde
van.
Todo este proceso viene
acompañado de otro, que tiene olor a moda pero no lo es:
la globalización. La segunda que produce el
capitalismo y que lo preña de su extinción. O al
menos de una amenaza tan fuerte como nunca antes tuvo.
El capitalismo en expansión a mediados del siglo
diecinueve crea los estados nación, por un lado, y estos,
en el afán de colocar sus excedentes en el exterior,
llevan adelante la primera globalización. Inglaterra – cuando no –
abre el camino con la "arquitectura de
ingeniería", sobre todo, que convierte a
una fábrica o una estación ferroviaria en lo que
luego se llamará un "no lugar". Bélgica, Alemania y
Francia la
siguen.
Los estados nación son, entonces, funcionales a
la expansión del capitalismo y, a la vez, comienzan a
dificultar su desarrollo en
tanto significan una nueva competencia entre
estados exportadores con que el capitalismo no contaba y,
además, hay una pretensión de soberanía en los importadores que "no se
dejan", como las chicas decentes del barrio cuando el mundo era
más joven y los prejuicios mas fuertes.
Así ocurren las guerras, la
colonización para conseguir las materias primas que se
necesita con avidez y, en la dialéctica de los estados
nación contra la
globalización, ganan momentáneamente los
estados nación, al menos planteando la necesidad de
regular esta caza feroz de mercados. Se
inventa, como fenómeno moderno, el nacionalismo.
Y deviene el estado de
bienestar.
Este es el comienzo del círculo cuyo colapso
describimos al iniciar estas líneas.
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