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Modelos de intervención psicopedagógica (página 2)



Partes: 1, 2

B. ENFOQUE COGNITIVO CONDUCTUAL

El enfoque cognitivo conductual se inicia con el Dr.
Alber Ellis quien inicia una nueva corriente terapéutica
conocida con el nombre de Terapia Racional Emotiva conductual.
Posteriormente, en 1962, el Dr. Aaron T. Beck inicia una nueva
propuesta en psicoterapias que denomina Terapia Cognitiva. El
desarrollo de
estas corrientes y otras como la Terapia de los Esquemas
planteada por Jeffrey Young, el aprendizaje
social de Albert Bandura, etc. conforman lo que hoy se conoce
corriente cognitiva conductual

El término "cognitivo" refiere a las
"cogniciones", que son los pensamientos racionales, los
pensamientos automáticos, las creencias y esquemas
cognitivos (inconscientes). Con los términos "conductual"
o "comportamental" nos referimos a las conductas que derivan de
las emociones y
cogniciones. (ARCH: COGNITIVO

El enfoque cognitivo conductual plantea un acercamiento
hacia la concepción del ser humano, fundamentándose
en la mediación cognitiva. La reacción(o respuesta
emotiva o conductual) ante una situación(o
estímulo) está mediada por el proceso de
significación (o evaluación) en relación a los
objetivos
(metas, deseos) de cada persona (ARCH.
TAHOMA MODELO
ELLIS)

En esta corriente se privilegian los procesos
internos que subyacen a la conducta; es por
ello que el objeto de análisis sea la cognición:
pensamientos, sentimientos, autoverbalizaciones y emociones. Con
respecto a esto Beidel y Turner, 1986 citado (ARCH LAS
PSICOTERAPIAS COGNITIVAS: UNA REVISION) afirma que las
cogniciones son entonces, la vía para producir, moldear y
cambiar la conducta, dado que son las relaciones descriptivas
funcionales, entre antecedentes ambientales y la conducta
consecuente. "Los organismos desarrollan cogniciones sobres
distintos estímulos, y que la formación de
éstas, constituía el aprendizaje; por
tanto, son responsables de la conducta" (Tolman, citado por
Rodríguez. L, Díaz-Gonzáles E. y Zarzosa L.
2002)

En este mismo sentido (ARCH. TAHOMA MODELO ELLIS) afirma
que Las estructuras
cognitivas, generalmente denominadas esquemas, que dan lugar a
las evaluaciones y a las respuestas, son el resultado de
predisposiciones genéticas y del aprendizaje generado a
través de las experiencias vividas, propias de cada
persona.

Esta corriente actual, refleja su interés
por mezclar teorías del
aprendizaje con postulados cognitivos al afirmar que "la
mayor parte del aprendizaje humano se comunica
cognoscitivamente"; además de mencionar que "los
pensamientos, sentimientos y conducta son causalmente
interactivos" (Rodríguez. L, Díaz-Gonzáles
E. y Zarzosa L. 2002); así se afirma que: Los cambios de
la conducta se encuentran bajo la influencia del estado
fisiológico actual del organismo, su historia de aprendizaje, la
situación ambiental existente, y una variedad de procesos
cognoscitivos (atención selectiva, consecuencias
anticipatorios, etc.)(Mahoney, 1983 citado por Rodríguez.
L, y col. 2002)

A modo de síntesis
se propone los principios de la
Escuela
cognitivo-conductual planteado por Kendall y Norton (1988),
citado por Rodríguez. L y col. (2002) y son como
sigue:

1) El organismo humano responde a las representaciones
cognoscitivas del medio, más que al medio propiamente
dicho;

2) Las representaciones cognoscitivas están
relacionadas con el aprendizaje.

3) La mayor parte del aprendizaje humano se comunica
cognoscitivamente;

4) Los pensamientos, los sentimientos y las conductas
son causalmente interactivos.

III.
CLASIFICACIÓN

Los docentes a
menudo se encuentran con niños
con problemas de
conducta caracterizándolos como niños inquietos,
con falta de reglas, etc. A continuación trataremos de
caracterizar a niños con problemas conductuales en base a
la experiencia del equipo de trabajo y con
la ayuda de algunos autores.

El niño con problemas de conducta se muestra
impulsivo, inquieto y desobediente. Es muy inestable
emocionalmente y tiene un temperamento explosivo.

Enfocado desde el ambiente
familiar; los padres de un niño con problemas conductuales
se enfrentan en primer término a la crítica
que reciben desde fuera del medio familiar. Por otra parte, los
padres consideran la conducta de su hijo como un rechazo a su
forma de actuar; esto les lleva a autoacusarse de ineficaces y
negligentes.

En relación con los hermanos, si el niño
es el más pequeño, su influencia se deja notar
especialmente en el hermano mayor. En estos casos, el hijo mayor
se hace en cierta forma responsable de sus hermanos menores,
entre los que lógicamente esta el niño con
problemas conductuales. Esta situación lleva a problemas,
ya que el hermano no tiene la paciencia, la experiencia o la
autoridad de
un padre. En estas circunstancias el hermano mayor, haciendo uso
de la autoridad conferida por los padres, puede llegar a utilizar
un lenguaje duro
o incluso hacer uso del castigo físico con tal de
conseguir que el hermano pequeño le obedezca.

Ávila. C y Polaino A.(2002) describe las
características de niños con problemas de conducta
en las diferentes edades así:

  • Niños de 4 a 6 años de
    edad.

El perfil de conducta de estos niños se
caracteriza por la inquietud, la impulsividad, la falta de
atención, la agresividad (en algunos casos) y la
desobediencia. Se levanta más veces que sus
compañeros del pupitre, reclama la atención del
profesor
continuamente y no termina las actividades que se le
proponen.

Con frecuencia "está como distraído" o "no
parece escuchar cuando se le habla", tiene un temperamento
explosivo y las relaciones con sus compañeros no son
buenas, sino que se caracterizan por peleas y discusiones
continuas.

Por otra parte, el comportamiento
de estos niños durante el juego es muy
revelador. Aparte de no saber jugar solos, lo más curioso
es su forma de utilizar juguetes.

  • Niños de 7 a 12
    años

En esta edad los niños que describimos pasan a
ocupar el primer plano de su clase; ya que
no es capaz de seguir la disciplina
impuesta en el colegio; además tiene más
dificultades para el aprendizaje que sus
compañeros.

Algunos profesores no entienden el porqué de esta
conducta, mientras empiezan a emerger juicios, sentimientos y
actitudes
negativas ante el niño y sus padres.

Poco a poco estos niños se hacen solitarios pero
no por elección, sino por el rechazo de sus
compañeros debido fundamentalmente a su conducta agresiva,
el no atenerse en los juegos a
ninguna regla y la actitud
dominante que a veces adoptan.En algunos casos son los
líderes de la clase; en estas circunstancias, sus mismas
fechorías son vistas como grandes hazañas a los
ojos de sus compañeros.

A medida que el niño con problemas de conducta
crece, sus intereses van cambiando y la conducta disruptiva
adquiere más trascendencia. Si una madre puede tener
dificultades para que su hijo de siete años se duche, coma
o cuide sus juguetes, luego los problemas se pueden agravar:
quiere salir con sus amigos y nunca encuentra el momento de
volver, no estudia al volver del colegio. Pero, además la
rabieta de un niño de siete años no es lo mismo que
el enfado de un de doce años y apenas si puede controlarse
con un castigo físico o una amenaza verbal.

  • Adolescencia

Esta etapa es la más difícil para
cualquier persona (rebeldía, malestar personal,
inestabilidad emocional, confusión en general, etc.) y
más aún para adolescentes
con problemas de conducta.

En el ambiente familiar la relación entre padres
e hijos se hace más estresante. El adolescente con
problemas conductuales se vuelve discutidor, desafiante e
intolerable por sus propios caprichos.

En la escuela el rendimiento académico empeora y
esto condiciona que las relaciones entre el adolescente y los
profesores tampoco sean buenas.

TÉCNICAS PARA LA MODIFICACIÓN
DE LA CONDUCTA

Los enfoques antes descritos analizan la
modificación de la conducta y proponen diversas técnicas
para el logro y mantenimiento
de ésta. Es así que describiremos las que a nuestro
juicio son más favorables y pertinentes para su
aplicación en la escuela.

 1. TÉCNICAS DE LA
TEORÍA CONDUCTISTA

A) EL refuerzo positivo:

     Se emplea para incrementar la
frecuencia de una respuesta mediante un refuerzo consistente en
proporcionar un estímulo grato al alumno. Cuando el alumno
realiza la acción
deseada se le refuerza con alguno de estos medios,
según lo que a él más le agrade.

Se utiliza cuando queremos desarrollar una nueva
habilidad, aumentar la frecuencia de una conducta o cuando el
refuerzo de esa conducta disminuye la aparición de una
conducta incompatible no deseada. (Garrido E.2000).

Para (ARCH:
ARALAM) 
el modo más eficaz de formar
una buena conducta es moldearla con elogios. Moldear con elogios
es una herramienta educativa que debe usarse repetidamente para
mostrar la aprobación de los comportamientos nuevamente
establecidos del niño.

El propósito de elogiar, afirma este autor, es
aumentar conductas deseables, de modo que es necesario hacer
hincapié en qué conducta concreta se persigue.
Cuanto más concreto sea
el elogio, mejor comprenderá el niño qué es
lo que hace bien y será más probable que lo
repita.

El refuerzo positivo también puede darse a
través de recompensa; así(ARCH:
ARALAM) 
menciona que "las recompensas a
conductas deseables actúan como refuerzos que hacen que el
niño se siente bien por lo que ha hecho y quiera hacer lo
mismo más a menudo, proporcionar motivación".

Pero se debe tener en cuenta la variación de las
recompensas como estrategias
menciona ARCH: ARALAM), para que no pierdan su valor.

Además se debe tener como punto capital que
estas recompensas se deben entregar inmediatamente; de lo
contrario el estudiante lo tomaría como una
traición. Como punto final a tomar en cuenta por el autor
es: se tiene que premiar en principio el progreso del alumno,
para posteriormente ir diminuyendo hasta que la nueva conducta
que totalmente internalizada; es decir, comenzar con el refuerzo
continuo hasta llegar al refuerzo intermitente.

Para llevar el control de la
conducta del alumno se recomienda la utilización de
gráficos ya que estos
permitirán proporcionar un medio visual para
trazar la conducta del niño. En el aula se debe tener un
cuadro dividido por horas y premiar en cada una de ellas
según los indicadores
acordados, como por ejemplo, otorgarle un punto cuando no se
queje, o no fastidia a sus compañeros, etc.

TECNICAS CONDUCTISTA UTILIZADAS EN EL TRATAMIENTO
PSICOPEDAGÓGICO)  muestra distintas modalidades del
refuerzo positivo así tenemos:

  • Programa de razón fija.

Cada cierto número de veces que el alumno realice
la respuesta deseada se le concede un refuerzo. Al comienzo de un
programa se le
deberá reforzar todas las veces que la conducta se
produzca. Conforme se avanza en el programa, podrá ir
aumentándose de forma paulatina dicha razón fija.
Es una modalidad eficaz, por la que se suelen comenzar la mayor
parte de los programas, aunque
después se cambie de modalidad. El alumno se
habitúa a la proporción establecida, siendo sus
realizaciones intermedias (en el supuesto de razones fijas
amplias) más imperfectas, y mejores las finales del ciclo.
Cuando se suprime el refuerzo, suele extinguirse la conducta con
más facilidad que con las otras modalidades.

  • Programa de razón variable.

En este caso se varía la proporción de
respuestas correctas por cada refuerzo, de manera que el alumno
no sepa cuándo va a recibirlo. Al principio la
oscilación de la razón debe ser pequeña y
aumentarse poco a poco. Es un procedimiento muy
eficaz para lograr la modificación de la conducta, ya que
todas las respuestas del alumno se realizan con la expectativa
del posible premio, al desconocer el momento en que se
producirá. Incluso cuando se suprime el refuerzo, resulta
difícil la extinción de la respuesta.

  • Programa de intervalo fijo.

Siempre que el alumno obre correctamente, es decir,
realice la conducta deseada durante un espacio de tiempo fijo,
se le proporciona el refuerzo. Esta circunstancia es
independiente del número de veces que lo haga. Su eficacia es
discreta, ya que puede habituarse, con una sola acción, a
esperar el refuerzo en el tiempo que, por repetición,
llega a conocer. Al suprimir el refuerzo se produce la
extinción con rapidez.

  • Programa de intervalo variable.

En esta modalidad se aplica el refuerzo al alumno en
intervalos de tiempo variables
siempre que, durante los mismos, responda con la conducta
deseada. Es un procedimiento más eficaz que el anterior
para la modificación de la conducta, ya que el alumno
desconoce cuándo se va a producir el refuerzo, y ello le
obliga a obrar correctamente de modo permanente. Cuando se
suprime el refuerzo, la extinción se produce con
lentitud.

B. el refuerzo
negativo
     

 Consiste en la desaparición de un objeto o
hecho desagradable que antecede a la respuesta que nos interesa;
como consecuencia de dicha desaparición aumenta la
frecuencia de la conducta deseada. La respuesta que buscamos es
el medio que hace que se retire dicho objeto u hecho, es decir,
desaparece como consecuencia de la conducta.

C. El castigo.

Esta técnica consiste en eliminar algo grato, o
bien en proporcionar algo que resulte molesto al alumno, siempre
que responda con una conducta distinta a la deseable, facilitando
así la extinción de la misma.

El castigo aplicado de forma intermitente es menos
eficaz que cuando se hace de forma continua, es decir, siempre
que se produzca la respuesta inadecuada. Los castigos deben
aplicarse lo más inmediatamente posible tras la
acción incorrecta. TÉCNICAS UTILIZADAS EN EL
TRATAMIENTO PISOPEDAGÓGICO)

Entre los castigos que más corrientemente pueden
aplicarse, tanto en ambientes escolares, se encuentran los
siguientes: suprimir o privar al alumno de palabras
cariñosas, elogios, dirigirle la palabra, comidas o platos
que le agradan, sonrisas y gestos de aprobación, cosas
gratas, como algunos objetos, ambiente o personas gratas para
él, etc.

D. Técnica del Aislamiento
(TIME-OUT
)

El aislamiento, como modelo especial de castigo, es una
técnica muy utilizada para eliminar una conducta
problemática y consiste en separar al niño del
contexto en el que está ocurriendo la conducta
anómala ARCH: MODIFICACION DE LA CONDUCTA EN EL
AULA). Durante el intervalo de tiempo fuera, el
sujeto no tiene acceso a los reforzadores positivos que se
encuentran disponibles normalmente en el escenario
(Hernández E. s.f.) Dicha separación o
aislamiento debe conllevar una privación social. Por
ejemplo: separar a un alumno del resto de compañeros de la
clase cuando su comportamiento sea inaceptable y no se pueda
ignorar por la gravedad del mismo. El nuevo contexto, debe ser un
lugar en el que no pueda obtener ninguna gratificación o
refuerzo porque, de lo contrario, el lugar de aislamiento
sería una consecuencia agradable de molestar en
clase con lo que se estaría reforzando esta
última

La primera vez que se aplique se dejará claro que
hasta que no cese la conducta no se dejara de "aislarle".Antes de
aplicar el aislamiento conviene dar una señal o aviso para
intentar que sólo la aclaración verbal tenga
poder de
controlar la conducta problemática que deseamos
eliminar.

El tiempo de aislamiento será aproximadamente de
un minuto por cada año de edad, siendo útil hasta
los 15 años. Demasiado tiempo da opción a buscar
otras actividades, y debemos asegurarnos que no obtiene
recompensas. Si en una semana el procedimiento de aislamiento no
da resultado será mejor cambiar de procedimiento. (Garrido
E. 2000).

E. Economía de
fichas

Es una técnica específica para desarrollar
conductas incipientes y también para disminuir conductas
problemáticas.

En ella intervienen el reforzamiento positivo
(las fichas que el
alumno ganará por las respuestas deseadas) y el castigo
negativo
(las fichas que perderá por hacer conductas
no deseadas).

La técnica consiste en establecer un sistema de
refuerzo mediante la utilización de unas pequeñas
fichas o tarjetitas para premiar las conductas que se desean
establecer. Realizando las conductas que se determinen
previamente los alumnos son recompensados con fichas que
posteriormente son intercambiadas por reforzadores materiales y/o
sociales que, en un principio se han acordado con el
profesor.

Para utilizar correctamente el sistema de fichas,
previamente y de modo conjunto (profesor y alumnos)
deberán fijar claramente el valor de las fichas o puntos
que se otorguen y las conductas que van a ser premiadas. Dichas
conductas deben corresponder a aquellas situaciones que el
profesor desee implantar en el alumno (disciplina,
atención, tarea académica, etc.)

Las fichas deben tener un valor de intercambio muy claro
para el alumno y referirse tanto a situaciones gratificantes que
se puedan obtener (escuchar durante unos minutos una
grabación preferida) como a refuerzos materiales
(golosinas, lápices, etc.).

Una vez puesto en funcionamiento el sistema inicialmente
se debe reforzar con fichas cada vez que ocurre la conducta
deseada para motivar al alumno y lograr implementarla. Cuando la
conducta ya está adquirida y mantenida, se deberá
reforzar de un modo intermitente. Del mismo modo, los
intercambios de fichas o puntos deben ser frecuentes en el inicio
de la aplicación del programa para, posteriormente,
retardar de modo gradual y progresivo el intercambio.

Cuando las conductas se vayan instaurando y consolidando
paulatinamente se debe ir espaciando los intervalos de
intercambio de tal modo que se produzca una deshabituación
progresiva de las fichas y de los reforzadores que obtiene el
alumno reemplazando los anteriores reforzadores materiales por
reforzadores sociales (elogio, alabanza, sonrisa,
aprobación, etc.).

La técnica está especialmente indicada
para la modificación de conductas problemáticas
tales como: llamar la atención con risas, payasadas,
alborotar, peleas, correr y gritar por la clase, cualquier
comportamiento disruptivo y para incrementar el rendimiento
académico.

F. Contratos
conductuales.

Garrido E.(2000) plantea esta técnica que a
continuación se describe:

Los contratos tienen el valor de quedar por escrito las
consecuencias positivas que supone el adquirir la meta
propuesta.

Deben incluir:

1. Descripción clara y detallada de la
conducta en cuestión. De modo positivo (que

dé la sensación de que cumpliéndolo
se avanza y sin que induzca al miedo al castigo).

2. Determinación de los criterios para saber
cuándo una conducta se da por conseguida (forma,
frecuencia…). También hay que fijar la duración
máxima del contrato. Debe
incluir condiciones aceptables en las que se mantenga un equilibrio
entre las exigencias y la recompensa.

3. Especificación de los reforzadores (premios)
que se conseguirán a medio y largo plazo (fijados en
fechas, días concretos).

4. Acuerdo sobre las consecuencias negativas en caso de
que las condiciones no se cumplan.

5. Acuerdo sobre "premios especiales" cuando se consigan
los mínimos exigidos porel contrato.

6. Acuerdo del método de
control sobre la conducta de quien hace el registro.

7. Buscar que pase el menor tiempo posible entre la
conducta acordada y las consecuencias de
éste.

2. TÉCNICAS COGNITIVA
CONDUCTUAL

Las técnicas cognitivo conductuales como se
presente en líneas anteriores enfoca el papel principal de
los procesos internos como el pensamiento,
sentimiento, etc. Desde esta perspectiva plantea diferentes
técnicas ayudando a los alumnos a razonar sobre sus
problemas conductuales y en base a ese razonamiento promover un
cambio de
conducta. Entre estas técnicas tenemos:

A. RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS

El primer paso es "darse cuenta del que hay un
problema"; los sentimientos negativos son el primer indicador de
que hay un problema. Luego es detectar el problema: párese
y piense, salga de la situación (física y mentalmente)
y decida cuál es el problema para posteriormente decidir
un objetivo:
qué quieres que ocurra y pensar en la mayoría de
soluciones
posibles y sus consecuencias. Finalmente escoger la mejor
solución y planificar paso a paso su
concreción.

TÉCNICAS COGNITIVAS PARA LA MODIFICACIÓN
DE CONDUCTA

B. El refuerzo positivo encubierto

Si se induce a un sujeto a imaginar una conducta y
ésta se asocia a estímulos agradables o
desagradables, también imaginativos, dicha conducta se
incrementará o disminuirá, respectivamente, en la
realidad.

En el caso del refuerzo positivo encubierto se hace
imaginar al alumno una escena en la que se produzca la respuesta
a sensibilizar, e inmediatamente se asocia a otra escena
imaginaria gratificante para él.

Esta ejercitación se repite varias veces al
día hasta que el sujeto va adquiriendo en su vida normal
la respuesta adecuada.

Un problema de falta de interés hacia el estudio,
por falta de sensibilización, puede ser tratado haciendo
imaginar al alumno que a su llegada a casa, y tras merendar, se
pone inmediatamente a estudiar con verdadero interés y se
asocia inmediatamente con el pensamiento de que sus padres le
hacen el regalo que desea por sus buenas notas. Si en este caso
la falta de interés hacia el estudio era como consecuencia
de un exceso de atracción hacia la
televisión, previamente habría que
desensibilizar este hábito inadecuado.

C. El refuerzo negativo encubierto

En el caso del refuerzo negativo encubierto, la
respuesta que se pretende incrementar se asocia con el cese de un
estímulo imaginario desagradable o aversivo para el
alumno. En vez de proporcionar algo agradable, como ocurre en el
caso del refuerzo positivo encubierto, lo que se hace es eliminar
imaginariamente algo que era desagradable para el
sujeto.

De esta manera el paciente experimenta un alivio o, lo
que es lo mismo, siente una sensación
agradable.

La técnica consiste en imaginar inicialmente la
situación o escena que es desagradable al sujeto;
después el alumno vive en su imaginación la
realización de la conducta deseada, e inmediatamente
siente imaginariamente que cesa el estímulo desagradable
inicial.

Dicha asociación debe reiterarse varias veces
(entre 10/12 veces) durante varios días, hasta que se
modifique la conducta real.

El refuerzo negativo encubierto está indicado
cuando no es posible proporcionar el refuerzo positivo encubierto
y, especialmente, en casos de conducta desadaptada y
temores.

Supongamos una conducta de falta de atención en
clase. Puede iniciarse la imaginación del estímulo
aversivo que en este caso consistirá en la escena del
profesor leyendo en alto en clase los nombres de los alumnos que
menos interés han demostrado durante la 1ª
evaluación, entre los cuales figura el interesado. Se
continúa imaginando lo que el alumno debe realizar y
cómo debe estar durante la clase. Se termina imaginando la
escena inicial en la que el profesor cita los nombres de los
peores alumnos, pero sin incluir al suyo.

D. El autocontrol

En esta técnica el alumno se propone determinados
objetivos en su conducta, los cuales debe realizar
periódicamente, llevando a cabo su seguimiento,
evaluación y reforzamiento.

Puede ser empleada como elemento de terapia por
sí misma o bien como medio de apoyo a otras
técnicas. Constituye una técnica base
imprescindible para lograr resultados eficaces, ya que mediante
ella el sujeto se acostumbra a observarse, lo que hace con
arreglo a unas pautas que previamente se ha propuesto,
reforzándose su nivel de aspiración cada vez que
las ejecuta correctamente. Constituye un refuerzo constante de su
fuerza de
voluntad, junto al seguimiento de su actitud a lo largo de un
proceso.

Es utilizada a veces como medio para conocer la
línea base en relación con un problema, es decir,
la frecuencia o incidencia del mismo durante un período de
tiempo. Otras veces constituye el punto de partida o de apoyo a
otras terapias.

En la práctica consiste en que el alumno se
propone pequeños objetivos en relación con su
trabajo o su forma de actuar en determinadas circunstancias,
permaneciendo atento a su conducta para poder evaluarla al final
de cada día y estableciendo expectativas para el
siguiente. Todo ello hace que poco a poco vaya siendo más
consciente y responsable de sus actos, ilusionándose por
sus progresos y modificando su actitud.

 E. La
autosugestión

Es una técnica apropiada para alumnos inestables,
impresionables, con bajo control emocional o faltos de fuerza de
voluntad.

El sujeto repite varias veces al día frases que
le proporcionan confianza y seguridad en
orden a su actuación deseada. Esta reiteración
llega a sugestionarle, llevándole al convencimiento de que
es capaz de lograr lo que se propone realizar, y además lo
hará bien.

F. Terapia asertiva

Algunos sujetos presentan dificultad por manifestar sus
sentimientos, bien por timidez, prevención o complejo de
inferioridad. Ello puede constituir en determinados casos, un
grave perjuicio para su vida de relación social y el
desarrollo evolutivo de su personalidad.
A fin de modificar su actitud de forma adecuada se utiliza la
terapia asertiva, que consiste en estimular al sujeto a que
manifieste verbalmente sus emociones y sentimientos con toda
libertad.

La modalidad más frecuentemente empleada es la
del ensayo de
conducta o psicodrama, en la que el sujeto practica la
actuación a desarrollar en diversas circunstancias.
Posteriormente se fija determinados objetivos asertivos,
vigilando su actuación diaria y evaluándola. Sus
pequeños triunfos constituyen refuerzos que van
consolidando poco a poco su actitud.

G. La relajación

Mediante esta técnica se actúa sobre los
diversos músculos del cuerpo para lograr su total
distensión.

La tensión muscular y la tensión
psíquica guardan cierta relación, de tal forma que
una excesiva tensión muscular en determinadas zonas
corporales puede provocar también tensión
psíquica o incluso dolor. De la misma manera, la
distensión muscular favorece la distensión
psíquica, creando una situación placentera y
reconfortante.

Para lograr la relajación muscular completa se
parte de la posición de sentado en un sillón; la
cabeza recostada en el respaldo; los brazos apoyados de forma que
la palma de la mano quede hacia abajo descansando sobre las
piernas; las rodillas flexionadas y la planta de los pies en
contacto con el suelo.

Desde esta posición inicial puede procederse
así:

Con los ojos entornados, se cierra el puño
derecho con fuerza, notan do la tensión en el brazo; se
permanece unos segundos haciendo tensión; se abre la mano
distendiéndola totalmente, experimentando uru
sensación de alivio y relajación. Se hace lo mismo
con el puño izquierdo.

Se flexiona por el codo uno de los brazos; notar la
tensión en el bíceps; se mantiene la
posición unos segundos; distender a continuación el
brazo hasta que la palma de la mano descanse sobre el mismo hacia
arriba; notar la distensión, al tiempo que se piensa lo
agradablemente distendido que se siente. Hacer lo mismo con el
otro brazo.

Después hacer lo mismo con cada una de las
piernas: se eleva y dobla por la rodilla mientras se actúa
con tensión en sus músculos durante unos segundos.
A continuación retornar a la posición inicial,
apreciando la distensión y descansando plácidamente
al tiempo que se piensa en lo relajado que se
está.

Cuando se ha logrado la relajación de brazos y
piernas correctamente se pasa a la cabeza; se tensa y distiende
sucesivamente la frente, las cejas, los ojos, la boca y las
mandíbulas. Tras la distensión descansa brevemente
notando el alivio.

Se pasa al cuello, tensando los músculos y
distensándolos los hombros; la espalda. En cada uno se
hace lo mismo, descansando tras la distensión.

Después se pasa a inspirar profundamente aire en los
pulmones, manteniéndolo unos segundos y
expulsándolo después suave y profundamente, al
tiempo que se descansa plácidamente.

Se descansa unos segundos totalmente relajado, sintiendo
la propia respiración.

Se termina cada sesión flexionando el brazo
varias veces con energía al tiempo que se respira
profundamente dos o tres veces. Se abren los ojos y se
habla.

H. El castigo encubierto

Si imaginamos la conducta que se pretende eliminar,
asociándola inmediatamente con la imaginación de
una situación aversiva o desagradable, dicha conducta se
irá reduciendo en la realidad.

En la práctica se hace que el alumno imagine la
conducta desadaptativa y a continuación haga lo mismo con
una situación que para él resulte molesta o
desagradable. Esta asociación se repite varias veces al
día, pudiendo variarse la escena o situación
desagradable a fin de evitar monotonía.

Esta técnica es muy útil cuando la
conducta a desensibilizar está muy arraigada y requiere
actuaciones contundentes.

I. El autocastigo

Consiste en que el sujeto preste atención a su
conducta y siempre que aprecie que se ha producido la conducta
desadaptativa, o que se quiere modificar, se aplique algo molesto
o desagradable para él, previamente estipulado.

Un control adecuado y diario de las veces que se produce
el acto a modificar y aquéllas en las que el sujeto se ha
aplicado el autocastigo, contribuye a disminuir su
repetición, hasta su total desaparición.

Es una técnica aplicable en aquellos casos en los
que el alumno no sea capaz de imaginar el castigo
encubierto.

J. La inundación emocional

Denominada también terapia implosivo-expresiva,
se basa esta técnica en la respuesta emotiva que el
organismo puede dar aun estímulo neutro cuando se asocia a
este último un estímulo aversivo, En ella se expone
al alumno a estímulos que le provocan un elevado grado de
angustia. Ante esta emoción, el alumno expresa verbalmente
el sentimiento angustioso que le produce, de lo cual se sigue una
disminución de la intensidad del mismo.

Se realiza así:

Se enseña al alumno a suspirar
rítmicamente, permaneciendo unos minutos realizando dicho
ejercicio.

Se le instiga a que verbalice la emoción o el
temor que le preocupa, poniendo de manifiesto los motivos de su
angustia.

En otra sesión el profesor le presenta una escena
global con sus preocupaciones, que le provoque un intenso grado
de angustia, haciendo que se produzca una explosión verbal
de sus sentimientos.

Se repite la escena hasta que el alumno acepte sin
temor, incluso con sensación de bienestar, la
emoción. De esta manera se irá extinguiendo su
temor al dominar la situación emotiva de forma
apropiada.

(ARCH. TECNICAS COGNITIVAS PARA LA MODIFICACION DE LA
CONDUCTA

IV. ANTECEDENTES

Sánchez R., Sotelo G., Cerda C., Chávez A.
y Cano A. en su trabajo titulado: "Aplicación de la
técnica de economía de fichas para incrementar el
nivel de desempeño en cálculo
aritmético en niños de primer año de
primaria" llegaron a la conclusión que la técnica
de economía de fichas si aumenta el rendimiento
académico en el área de matemáticas (sumas y restas) en
niños de primer grado de primaria.

V.
RESUMEN

El presente trabajo tiene la intensión de
proporcionar alcances sobre el estudio de la conducta
principalmente desde dos enfoques: Condicionamiento Operante y la
corriente cognitivo conductual. A su vez, se describe
también las características resaltantes de
niños con problemas de conducta en el aula para
posteriormente proponer algunas técnicas para la
modificación de éstas planteadas desde cada
enfoque.

Además argumentamos los beneficios de cada
técnica de acuerdo a la edad del estudiante para poder
optimizar los beneficios.

VI. BSTRACT

The present work has the intensión of providing
reaches mainly on the study of the behavior from two focuses:
Condicionamiento Operante and the average behavioral cognitivo.
In turn, it is also described the characteristic resaltantes of
children with behavior problems in the classroom it stops later
on to propose some techniques for the modification of these
outlined from each focus.

We also argue the benefits of each technique according
to the student's age to be able to optimize the
benefits.

VII. ANÁLISIS
CRÍTICO

Al analizar los enfoques anteriormente
descritos observamos que el primero: Condicionamiento Operante se
desarrolló como una primera alternativa de solución
a los problemas de conducta buscando siempre lo observable y
práctico, así Skinner,
(citado por Primero G.) máximo representante de esta
corriente, afirma: El conocimiento
científico es un conjunto de reglas para la
acción eficaz, es más "verdadero" cuanto más
posibilita la acción eficaz. Empero, la
extrapolación de conclusiones que se pretendió
hacer de la conducta animal a la conducta humana
significó una serie de vacíos que fue la base para
el desarrollo del enfoque cognitivo conductual en donde sí
se incluye todo el bagaje de procesos internos; valorando al ser
humano como tal; teniendo en cuenta el pensamiento como filtro
entre estímulo y respuesta.

Con respecto a las técnicas
que cada enfoque propone consideramos que las
técnicas conductistas funcionarían mejor con
niños pequeños desde jardín hasta los
primeros años de escolaridad. Las técnicas
pertenecientes a la corriente cognitivo conductual se potencian
más con estudiantes con un desarrollo cognitivo
mayor.

Ambas técnicas no deben ser exclusivas ni
excluyentes; dependerá del docente a aplicación de
alguna de ellas teniendo en cuenta diferentes factores como a
quién se le aplica, el contexto
familiar del estudiante, etc.

Además, es capital para la eficacia de las
técnicas, el apoyo familiar; con el mismo lenguaje,
escuela y familia pueden
lograr la modificación real y duradera del
estudiante.

No debe olvidarse que es importante conocer las
corrientes de donde se desprende las diversas técnicas ya
que así se poseerá un marco
teórico que nos permita tener una visión
holística de la problemática que enfocamos en este
trabajo y dejar de ser sólo técnicos para
convertirnos en investigadores educativos.

VIII.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

Publicado por:

Licenciado Nils Pacherres Ganoza

Maestrante en Psicopedagogía Cognitiva

Trujillo-Perú

17 de diciembre del 2006

Partes: 1, 2
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