- Introducción a la
producción del café - Problemas al
momento de la producción - El
café y los cambios Sociales - Exportación
y el papel del Estado - La
crisis económica de 1929 sus repercusiones en la
producción y exportación del
café - El
futuro de la reactivación de la producción del
café - Conclusiones
1.
Introducción a la producción del café
El café se transformó en el producto
sustituto a explotar (después de la producción de
cacao, añil y bálsamo) los países Centro
Americanos solo pudieron ampliar la producciones del café
porque los habitantes de los países industrializados
empezaron a consumir café en tales cantidades que el grano
se convirtió durante el siglo XIX en un producto muy
popular.
La demanda de la
gente para tomar café significo asimismo, que el precio que se
pagaba por el grano llego a tales niveles que muchos
países decidieron integrarse al mercado mundial
del café. Es decir que el café se convirtió
en la "mayor esperanza", para los países agricultores y el
gobierno de el
salvador impulso la principal fuente de "riqueza natural" a la
agricultura
con el fin de producir el café.
No fue suficiente, por supuesto, que haya habido una
demanda en el mercado mundial para que el "grano de oro" se
impusiera por encima de todos los otros productos de
exportación de El Salvador. Para establecer
una producción cafetalera cualquier tamaño, un
factor determinante es la obtención de tierras de
suficiente altura y fertilidad como para permitir el crecimiento
y la productividad
óptimos del árbol de café. A mediados del
siglo 19, El Salvador tenía muchas tierras adecuadas para
el café, pero la mayor parte de estas nunca habían
sido explotadas, excepto para la extracción de maderas y
la caza de animales.
Antes de que fueran utilizadas para el café,
muchas de estas tierras altas del occidente, centro y oriente del
país estaban cubiertos de bosques de distintos
tipos.
2. Producción
Dado que El Salvador tenía tierras
fértiles para la producción del café esta
fue planeada de la manera siguiente:
2.1 Preparación de la tierra
Los empresarios o agricultores que quisieran establecer
una finca de café primero tenía que preparar el
terreno para la siembra de las plantitas de café, que
previamente habían sido atendidas en semilleros, Parte de
esa preparación consistía en despejar los suelos mediante
la tala de algunos de los árboles, dejando en pie otra cantidad
considerable que se conservaba para dar sombra a los
cafetales.
Los productores también tenían que
asegurar suficiente mano de obra para cuidar los árboles y
limpiar los cafetales regularmente. Cuando los árboles
comenzaban a producir granos de café a los cinco o seis
años de haber sido sembrados, el productor tenía
que obtener suficiente mano de obra
Durante los meses de cosecha (generalmente de diciembre
a febrero) como para recoger todo el café y hacerlo llegar
a los comerciantes o beneficiadores. Esta mano de obra
podía provenir de los propios miembros de la familia del
productor de café o de trabajadores a quienes se les
pagaba de acuerdo al peso del grano que recogieran.
En esta labor participaban adultos y niños
de ambos sexos, pero en especial figuraban las mujeres y muchos
trabajadores de la vecina república de Guatemala que
venían a trabajar a El Salvador por unos meses al
año.
Además del cultivo propiamente, la
producción de café incluye una fase industrial
mediante la cual se despulpa la semilla y se seca para que quede
solamente el grano.
2.2 Maquinarias Utilizadas
Al principio, durante los años de 1860 a 1880, no
se usaba maquinaria muy complicada para este proceso.
Existían unas máquinas
pequeñas para despulpar y secar, algunas de las cuales
fueron inventadas en El Salvador. A medida que la producción
de café se expandió, algunos de los productores
y comerciantes invirtieron en la compra de maquinaria más
compleja, casi siempre de fabricación inglesa o
norteamericana.
Con esto, los beneficiadores lograban una mayor ganancia
al comprar el grano sin procesar de muchos productores, ya fueran
estos campesinos o agricultores mayores.
2.3 Formas y lugares de producción del
café
Para iniciar los trabajos del ciclo agrícola,
muchos de los productores de café a menudo se endeudaban
con los comerciantes, beneficiadores o exportadores. Estos
comprometían su próxima cosecha para pagar el
préstamo. Si el precio del café subía, el
productor lograba cancelar el préstamo sin problema; pero
si el precio del café bajaba, entonces el productor
podía terminar endeudado por más de lo que le
pagaban por su café.
Si estas deudas se acumulaban, los productores
podían terminar perdiendo sus tierras a manos de sus
acreedores. Esto dificultaba especialmente la
participación de los pequeños propietarios en la
producción cafetalera, pues, como no existían
bancos que les
prestaran, casi siempre tenían que depender de
comerciantes o terratenientes grandes que cobraban tasas de
interés de hasta el 2% mensual.
Ya que la producción cafetalera estaba
restringida a ciertos tipos de suelos, incluyendo aquellos
ubicados cerca de carreteras, ferrocarriles y puertos existentes,
la economía
del grano tuvo siempre un carácter regional. Los departamentos
productores siempre han sido los mismos: Santa Ana,
Ahuachapán, La Libertad,
Usulután y, en menor grado, La Paz y San Vicente. Y aun
dentro de estos departamentos existen zonas costeras y otros
terrenos planos que nunca han sido utilizados para la
producción de café. La producción cafetalera
empezó casi siempre en las afueras de las ciudades (Santa
Ana, Ahuachapán, Santa Tecla, Santiago de María) y
se extendió hacia el interior, llegando a veces a ocupar
tierras en municipios aledaños.
Las fincas de café durante el siglo 19 no eran
muy grandes; sólo unos pocos productores tenían
fincas de más de veinte o treinta hectáreas. La
mayor parte de las fincas estaban por debajo de este
tamaño, aunque para fines de siglo ya existían
empresarios que ocupaban varios cientos de hectáreas,
además de tener sus propios beneficios y casas de
exportación. Por ejemplo, a comienzos del siglo 20, el
señor Ángel Guirola ya tenía 310
hectáreas en producción en Nueva San Salvador y era
uno de los productores más fuertes del país en esa
época. Otros productores producían café en
sólo unas pocas hectáreas, a la par de sus siembras
de granos básicos, frutas y vegetales. En algunos casos,
varias haciendas en la región costera que se originaron en
el período de la colonia también participaron en la
producción de café, pero sólo dedicando una
pequeña porción de sus tierras al
arbusto.
Aunque la producción cafetalera trajo al
país ingresos que de
otra manera tal vez no hubiera tenido, la dependencia alrededor
de un producto que absorbía grandes recursos
naturales y humanos también acarreó riesgos y
problemas. El
principal problema durante el siglo 19 fue la fluctuación
frecuente de los precios del
café en Europa o
Norteamérica, que a veces bajaban por debajo del costo de
producción del grano. Cuando el precio bajaba, los
ingresos de los distintos sectores sociales relacionados con el
café bajaban también, afectando así los
ingresos del estado y el
bienestar de la economía en general.
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