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Marx: biografía de una teoría (página 3)




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8.- MANUSCRITOS
ECONÓMICO-FILOSÓFICOS DE 1844.

En 1844, el joven filósofo alemán inicia
sus manuscritos económicos por en análisis de las tres fuentes de
ganancia: el salario, la
ganancia del capital y la
renta del sueldo.

Su siguiente paso fue llegar a la conclusión de
que el punto de partida real del análisis de estas fuentes
de ganancia no es el salario sino la ganancia del
capital.

Esta conclusión tiene importancia
metodológica porque muestra que
Marx, desde el
principio, vio la raíz de todos los problemas de
la sociedad
burguesa, en el capital y en su naturaleza
relacionada con el fenómeno peculiar de la ganancia del
capital.

El capital es trabajo
acumulado. Pero no todo trabajo acumulado es capital, sólo
el que asegura a su propietario cierto beneficio o
ganancia.

Únicamente la ganancia lleva con regularidad,
nuevo trabajo materializado al capital inicial.

Considerando que el poseedor del capital no es el
verdadero propietario del trabajo acumulado, sino lo son los
trabajadores que lo producen, podemos afirmar que el capital es
trabajo ajeno acumulado o, como escribe Marx, "Propiedad
privada de productos de
trabajo ajeno".

La paradoja es que los productos del trabajo no son
considerados productos ajenos. Por el contrario, la
legislación vigente el la sociedad capitalista los
considera pertenecientes al detentador del capital, quien es un
parásito.

La ley está
de parte del capitalista, en otras palabras, el capitalista es el
dueño de la ley. Junto con el capital el hombre no
solo adquiere bienes, sino
también el poder de
gobernar. El capitalista posee este poder de gobernar no por sus
cualidades personales o humanas, sino porque es propietario del
capital, propietario según sus propias leyes.

La economía
política burguesa considera al obrero como si fuera un
caballo que debe recibir lo que le capacite para
trabajar.

No tiene en cuenta cuando no trabaja, ni lo considera
ser humano, transfiere estas apreciaciones a la ley criminal, a
los médicos, a la religión, a las
tablas estadísticas, a la política y a los que
vigilan a los mendigos.

Para concluir leamos lo que el propio Marx
escribió en su famosos "manuscritos
económicos-filosóficos de 1844"; "El trabajador se
empobrece más cuando más riqueza produce, cuanto
más poderosa y extensa se hace su producción.

"A medida que se valoriza el mundo de las cosas, se
desvaloriza el mundo de los hombres. El trabajo
asalariado, bajo el capitalismo,
no produce solamente mercancías; se produce a sí
mismo y produce al obrero como una mercancía y hace esto,
en la misma proporción en que produce mercancías en
general.

"El objeto producido por el trabajador, su producto, se
le enfrenta al productor, como algo ajeno, como una potencia
independiente del obrero.

"La realización del trabajo es su
objetivación. Esta realización del trabajo, tal
como se presenta en la economía
política burguesa aparece como la desrealización
del trabajador, la objetivación se manifiesta como la
pérdida y servidumbre del objeto, la apropiación
como enajenación, como
alineación.

"La apropiación del objeto se manifiesta hasta
tal punto como enajenación, que cuando más objeto
produce el trabajador, menos puede poseer y más cae bajo
la independencia
de su producto, del capital.

"Cuando más se mate el obrero a trabajar,
más poderoso es el mundo ajeno de objetos creados por
él en contra suya, más se empobrece él mismo
y su mundo interior, menos le pertenece éste a él
como suyo propio. Lo mismo ocurre en la religión. Cuando
más pone el hombre en Dios
menos se retiene para sí mismo.

"La enajenación del trabajador en su producto no
significa solamente que su trabajador se traduce en un objeto, en
una existencia externa , sino que ésta existe fuera de
él, como algo ajeno y que adquiere frente a él un
poder propio y sustantivo; es decir que la vida infundida por
él al objeto se le enfrenta ahora como algo ajeno y
hostil.

El trabajo asalariado produce maravillas para los ricos,
pero produce miseria y desamparo para los trabajadores. Produce
palacios, pero también tugurios para los que trabajan.
Produce belleza, pero también invalidez y
deformación para el trabajador. Sustituye el trabajo por
máquinas, pero obliga a una parte de los
obreros a retornar a los trabajos de la barbarie y convierte a
otros obreros en máquinas. Produce espíritu, pro
produce también estupidez y cretinidad para el
trabajador.

"El trabajo es algo exterior al trabajador, algo que no
forma parte de su esencia, el trabajador no se afirma en su
trabajo sino que se niega en él, no se siente feliz, sino
desgraciado, no desarrolla al trabajar, sus libres
energías físicas y espirituales, sino por el
contrario, mortifica su cuerpo y arruina su
espíritu.

El trabajador solo se siente él mismo fuera del
trabajo, y en trabajo se encuentra fuera de sí. Cuando
trabaja no es él mismo y solo cuando no trabaja cobra su
personalidad.
Su trabajo no es libre, voluntario, sino obligado, es un trabajo
forzoso. No constituye la satisfacción de una necesidad,
sino simplemente un medio para satisfacer necesidades exteriores
a él. Su trabajo no le pertenece, sino pertenece a otro.
Como la religión, donde la propia actividad de la
fantasía humana, del cerebro y del
corazón
humanos, obra como si se tratase de una actividad independiente
del individuo,
divina o diabólica, así también la actividad
del obrero no es su propia actividad. Pertenece a otro, es la
pérdida de sí mismo".

9.- LA SAGRADA
FAMILIA

Cuando Engels, en 18844 encuentra a Marx ocupado en
criticar a Bruno Bauer y sus seguidores de Berlín. Marx
Había postergado su proyecto de
redactar el libro
"Crítica
de la política y de la Economía Política" y
se dedicaba a rebatir detenidamente los artículos de ese
grupo de
hegelianos de derecha, convencido de la concepción de
ellos acerca de la sociedad y de la historia era idealista y
reaccionaria y que sembraba la confusión en el movimiento
democrático e ignoraba la función
histórica decisiva del proletariado.

Al coincidir Engels y Marx en su crítica a los
hegelianos derechistas, deciden redactar y publicar una obra en
conjunto, cuyo título fue "Crítica de la
Crítica Crítica", mejor conocido como "La sagrada
familia".

En este libro, los autores a la crítica puramente
teórica de los jóvenes berlineses, oponen la
transformación revolucionaria, práctica, de las
condiciones materiales de
la existencia humana de los trabajadores bajo el
capitalismo.

Saben los obreros que la propiedad, el capital, el dinero, el
trabajo asalariado, etc., no son precisamente quimeras ideales de
sus cerebros, sino creaciones muy prácticas y materiales
de su enajenación, que sólo podrán ser
superadas así mismo, de un modo práctico y
material, para que el hombre se convierta en hombre, no
sólo en el "pensamiento",
en la "conciencia", sino
en el "ser", en la "vida".

No son las ideas, ni las élites intelectuales,
las que hacen la historia, como piensan los berlineses. Son los
hombres. Como trabajadores, con necesidades e intereses
materiales muy concretos; sin actividad práctica, las
ideas resultan históricamente impotentes.

"las ideas no pueden ejecutar nada. Para la
ejecución de las ideas hacen falta los hombres que pongan
en acción
una fuerza
práctica".

Son las condiciones existentes, materiales y
prácticas, de la clase
trabajadora bajo el capitalismo, las que posibilitan el desarrollo de
su conciencia de clase, con vistas precisamente a la
transformación material y práctica de dichas
convicciones sociales.

Al criticar las concepciones idealistas de Bruno Bauer y
su grupo, los autores de La Sagrada Familia, formularon
una de las principales tesis del
materialismo
histórico, consistente en afirmar que los
auténticos artífices de la historia no son los
héroes, sino las masas populares. Presagiaron que
esas masas serían agentes inconscientes y activos de ese
proceso.

Contrariamente a los socialistas utópicos, que
veían en el proletariado unas masas impotentes y sufridas,
Marx y Engels demostraron que la clase obrera, en virtud de su
situación en la sociedad capitalista, podía y
debía llevar a cabo la transformación
revolucionaria de todos los países del mundo.

10.- TESIS
DE FEUERBACH.

Federico Engels caracteriza estas tesis como notas
escritas para desarrollar, más tarde, notas a vuelo de
pluma y no destinadas a ala publicación, pero valiosas,
pues son el primer documento en que se contiene el germen genial
de la nueva concepción del mundo.

Para el maestro Ludovico Silva, estas tesis son partos
súbitos de la gran idea, la nueva idea que ve del
revés todos los hechos históricos, la idea
materialista en plenas funciones y
dueña de sí misma.

Son una suerte de programa
intelectual que sólo será realizado con los
años y al cual pertenecerá siempre fiel
Marx.

Son la ruptura con la concepción anterior: son la
concepción de la práctica como criterio
último del conocimiento:
son la caracterización definitiva de la ideología religiosa como una inversión del mundo real: son la
desmitificación de la célebre "esencia humana"; son
la reducción de la filosofía a los
hechos.

Al igual que Hegel idealiza la
historia al considerarla conducida por la idea absoluta, los
economistas burgueses invierten la concepción
científica acerca de la realidad al "canonizar" la
explotación de los asalariados.

También la religión hace lo mismo que
Hegel y los economistas, pues una de sus funciones
ideológicas específicas ha consistido siempre en la
bendición de la pobreza
existente.

La teología divide en dos al hombre y lo alienta
para después identificar con el hombre a este ser alienado
(dividido). Es como decir: la religión divide en dos al
hombre; divide su ser mundano y ser divino ; y, luego, decreta
que el verdadero de estos dos seres es el
divino.

La religión, según Marx, surge como un
recurso ideal para subsanar en el pensamiento la impotencia del
hombre ante la naturaleza. A falta de un dominio
técnico de los medios de
producción, el hombre se inventa un dominio religioso de
los mismos, a través de unos dioses que, estimulados por
ritos y sacrificios, proveerán al hombre de los medios
necesarios para producir su existencia.

Dios no es más que un predicado del hombre, una
criatura de la fantasía humana.

La alineación religiosa ha puesto este orden al
revés, ha convertido al creador. Es preciso reinvertir el
orden, poner sobre sus pies a la creación; esta es la
vía para la superación de la alineación
religiosa.

"La coincidencia del cambio de las
circunstancias con el de la actividad humana o
transformación de los hombres mismos es algo que
sólo puede concebirse y entenderse racionalmente como una
práctica revolucionaria".

Marx insiste en que la ideología religiosa
sólo puede desaparecer cuando desaparezcan las
contradicciones mundanas, sociales, que la originaron.

11.- LA
IDEOLOGÍA ALEMANA

En la ideología alemana, escrita en abril de
1846, Marx y Engels formularon por primera vez las principales
tesis sobre la interpretación materialista de la
historia.

Según Stepánova, biógrafa de Marx,
este gran descubrimiento marcó una revolución
en la filosofía, en la ciencia que
estudia la sociedad y las leyes de su desarrollo, convirtiendo la
historia en una verdadera ciencia que
permite estudiar el pasado, comprender el presente y prever el
futuro.

En esta obra, que fue abandonada a la crítica de
los roedores y publicada en este siglo, los autores fundamentan
la importante tesis del materialismo
histórico acerca del papel determinante que
desempeña la producción de bienes materiales en la
vida de la sociedad y en su historia.

Del modo de producción dependen las relaciones
sociales, políticas,
culturales, reales y, en definitiva, distintas formas de la
conciencia social; la filosofía, la moral, la
religión, etc.

Contrariamente a la filosofía idealista, los
autores demostraron que: "no es la conciencia la que determina la
vida, sino la vida la que determina la conciencia".Marx y Engels
escribieron en este libro, que el proceso histórico se
basa en el desarrollo de las fuerzas productivas, es decir, los
medios de trabajo y los hombres que los ponen en
movimiento.

A medida que se desarrollen las fuerzas productivas
entran en contradicción con las relaciones de
producción (las relaciones de propiedad).Las
contradicciones entre las fuerzas productivas en desarrollo y las
relaciones de propiedad que las entorpecen, se manifiestan en las
luchas de clases, que debe culminar en la revolución
social y política.

Resultando de esta revolución un sistema
económico social y político nuevo, sustituyendo al
anterior; el feudalismo es
sustituido por el capitalismo; el capitalismo es sustituido por
el comunismo.

En pocas palabras, en la ideología Alemana los
autores sentaron las bases sobre la teoría
de las formaciones económico-sociales y la lucha de clases
como fuerza motriz del desarrollo de las sociedades
clasistas, basadas en las sociedades clasistas legalizadas por el
aparato del Estado,
defendidas por el ejército de clases dominantes,
justificadas por las burocracias políticas y cimentadas
por ese cemento
ideológico y moral,
sembrado en la mente de las clases explotadoras y
oprimidas.

Al analizar las contradicciones de la sociedad
capitalista, demuestra la inevitable sustitución del
capitalismo por el comunismo.

Esta revolución se diferencia de las anteriores
por la supresión de la explotación de una clase por
otra, por la supresión de la propiedad social en pocas
manos (propiedad privada) y con ello la desaparición de la
injusticia social, económica y política.

Para que se lleve a cabo esta revolución (que
deberá ser violenta), los trabajadores deberán,
ante todo, conquistar el poder político.

Mientras que en las viejas sociedades los hombres se
encontraban en poder de las fuerzas y leyes del desarrollo
social, en el comunismo, los trabajadores, al frente del
destino político, dominarán por primera vez la
producción, el intercambio, sus propias relaciones
sociales y su propia cultura y
sexualidad.

El golpe del Estado militar, de tres días,
realizado por el ejército rojo y la policía
política stalinista en contra del reformista y traidor de
Gorbachov, demuestran que el sistema económico, social y
político, de la Unión Soviética, debido al
stalinismo de los años 20, en realidad es un capitalismo
de Estado, regido por una casta parasitaria
burocrática.

Al fracasar el intento reformista de Gorbachov, que
pretende restaurar el capitalismo, el pueblo soviético, se
levantará y luchará por mejores condiciones
económicas, sociales y políticas.

La única esperanza es la
organización y lucha, no solo de los trabajadores
rusos, sino de todos los proletarios del mundo por derrocar
definitivamente a los capitalistas, burgueses, burócratas
stalinistas e imperialistas de todo el planeta.

12.- MISERIA DE
LA FILOSOFÍA

En este libro, Marx crítica la concepción
idealista de Proudhon, su falseamiento de la dialéctica
hegeliana y fundamenta el materialismo histórico al
escribir: las relaciones sociales están íntimamente
vinculadas a las fuerzas productivas.

Al adquirir nuevas fuerzas productivas, los hombre
cambian de modo de producción, cambian la forma de ganarse
la vida y con ello, cambian sus relaciones de propiedad y todas
sus relaciones sociales.

El molino movido a brazo nos da la sociedad de los
señores feudales; el molino de vapor, la sociedad de los
capitalistas industriales.

Al establecer los hombres las relaciones sociales con
arreglo al desarrollo de su producción material, crean
también los principios, las
ideas y las categorías conforme a sus relaciones
sociales.

Estas categorías no son eternas, al igual que las
relaciones a las que sirven de expresión. Son productos
históricos y transitorios.

En esta obra, Marx expuso las conclusiones a las que
había llegado como resultado de sus estudios
económicos.

Criticó las concepciones económicas
pequeño-burguesas de transformación pacífica
del capitalismo que planteaba Proudhon, que sustentaba la
eliminación de sus aspectos "malos" y la
conservación de sus aspectos "buenos".

Proudhon sembraba ilusiones perniciosas de que, mediante
el intercambio directo (sin dinero) de
mercancía y el crédito
barato o gratuito, es posible eliminar la explotación y
las crisis
inherentes al capitalismo, dejando intacta la propiedad privada
de los medios de producción; al igual que los economistas
burgueses, consideraba inmutables y eternas las relaciones
capitalistas existentes y las categorías económicas
capitalistas.

Sólo un teórico del proletariado, como
Marx, con la valentía y audacia propias de la clase
obrera, era capaz de analizar de modo científico y
objetivo las
tendencias del desarrollo capitalista.

El autor de la miseria de la filosofía, no solo
aplicó la dialéctica histórica materialista
a la Economía Política, sino que también
analizó las contradicciones de la sociedad capitalista y
la agudización del antagonismo entre el trabajo y el
capital, así como también, demostró que el
capitalismo debe ceder lugar a un régimen social superior:
la sociedad comunista.

En este libro que nos ocupa, Marx logró un nuevo
avance en la elaboración de la teoría de la lucha
de clases y fundamentó los principios de la táctica
del proletariado.

Demostró lo nocivo de suavizar las
contradicciones de la sociedad capitalista, como la lucha de
clases.

Consideró al proletariado como clase en
desarrollo que convierte de "clase en sí" que
todavía no tiene conciencia histórica de sus
tareas, en clase "para sí" o sea en clase conciente de su
contraposición a la burguesía y su lucha
histórica por liquidar la esclavitud
capitalista y por una conciencia comunista, sin propiedad
privada, sin clases
sociales y sin explotación y opresión del
hombre pro hombre.

A diferencia de Proudhon que no estaba de acuerdo con el
sindicato y
las huelgas, Marx veía en la lucha económica por
mejores salarios y
condiciones sociales, no solo un medio para defender sus
intereses, sino también una condición,
imprescindible para elevar la conciencia política y la
organización partidaria de la clase
obrera.

Lenin consideraba gran mérito de Marx, el haber
unido la lucha económica y la lucha
política.

Cuando las masas obreras pasan de manifestaciones
dispersas contra individuos burgueses, a lucha contra toda la
clase capitalista y contra el instrumento ideológico y
político de los burgueses, el Estado, la
lucha económica se convierte en lucha
política.

13.- MANIFIESTO DEL
PARTIDO COMUNISTA

Escrito en diciembre de 1847 y enero del siguiente
año, es el primer documento programático del
comunismo científico.

Redactado en su mayor parte por Marx, y completada por
Engels, se expone en esta obra general, una expresión
concisa, íntegra y sistematizada de los fundamentos del
materialismo histórico, así como la estrategia
política de la clase obrera en su lucra por borrar de la
historia al sistema capitalista.

Lenin escribió que esta obra expone, con una
claridad y una brillantez geniales, la nueva concepción
del mundo, el materialismo comúnmente aplicado
también al campo de la vida social, la dialéctica
como la más completa y profunda doctrina del desarrollo,
la teoría de la lucha de clases y del papel revolucionario
histórico mundial del proletariado como creador de una
sociedad nueva, de la sociedad comunista"

Partiendo de los supuestos teóricos del
materialismo histórico, los autores del manifiesto
formularon una clara teoría de la lucha de clases como
fuerza motriz del desarrollo de las sociedades clasistas: "La
historia (escrita) de todas las sociedades hasta nuestros
días, es la historia de la lucha de clases".

Explotados y explotadores, oprimidos y opresores, "se
enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas
veces y otras franca y abierta: lucha que terminó con la
transformación revolucionaria de la sociedad. La sociedad
capitalista se analiza dentro de un contexto histórico,
siguiendo su nacimiento y desarrollo y mostrando sus
contradicciones internas que inevitablemente llevarán a su
desaparición.

Concentrando en las fábricas millones de obreros,
el capitalismo imprime carácter social al progreso de
producción y a este carácter social debe
corresponder la propiedad social de los medios de
producción, pero éstos siguen en manos del capital
privado o del Estado capitalista. La propiedad privada de los
medios de producción se convierte en un obstáculo
para el desarrollo de las fuerzas productivas.

Las crisis económicas son resultado de las
contradicción de las mencionadas fuerzas productivas
(impulsadas por los trabajadores) y las relaciones de propiedad
(defendidas por los capitalistas).

Solo una verdadera revolución socialista (no como
la stalinista que ésta siendo despreciada por las masas
proletarias) puede impedir la destrucción de las fuerzas
productivas, salvar de las ruinas los frutos de la
civilización y abrir a la humanidad el camino de un futuro
mayor.

El Estado capitalista es una junta que administra los
negocios
comunes de la clase burguesa.

En cierta etapa de su desarrollo, la lucha de la clase
obrera debe desembocar en una revolución, en el curso de
la cual el proletariado derrocará (por medio de la
violencia y no
solo por medios electorales a la burguesía y
establecerá su denominación política. Los
trabajadores son los únicos que al liberarse,
liberarán a la humanidad de toda explotación e
injusticias.

Los comunistas -dice el Manifiesto (no se refiere a los
stalinistas que han traicionado el marxismo como
Gorbachov y Yelzin), los verdaderos comunistas (como Marx, Lenin,
Trotsky, etc.) "son el sector más resuelto de los partidos
obreros de todos los países, el sector que siempre impulsa
adelante a los demás teóricamente, tienen sobre el
resto del proletariado la ventaja de su clara visión de
las condiciones, de la marcha y de los resultados generales del
movimiento proletario".

Mientras que en capitalismo, en sociedades seudo-
socialistas, el trabajo asalariado y enajenado, sirve para
enriquecer a una minoría parasitaria, en la sociedad
comunista (que hasta hoy no ha existido el trabajo será un
medio para enriquecer y aliviar la vida de los
trabajadores.

Marx y Engels, fustigan la hipócrita y repugnante
moral burguesa, que se reduce al insensible pago en "dinero
constante y sonante" y le oponen la moral humanista y libre de
todo cálculo
codicioso, de una nueva sociedad comunista que substituirá
el capitalismo.

A la moral autoritaria, antivida que produce las
neurosis y
psicosis, los
verdaderos marxistas en la actualidad debemos oponer una moral
libre y humana que se base en los sentimientos, en el
cariño, el amor y la
libertad
sexual de toda la humanidad.

Otra aportación importante del manifiesto, es la
concepción del internacionalismo proletario y la
teoría de que la revolución comunista tendrá
que ser a escala
mundial.

Los trabajadores como los burgueses, no tienen patria.
Los proletarios deberán primero derrocar, por la violencia
a su propia burguesía, para luego extender, como plantea
la teoría de la revolución permanente de trotsky,
la revolución en todo el planeta.

14.- TRABAJO
ASALARIADO Y CAPITAL

Engels, en la introducción de 1891 al folleto de Marx
titulado Trabajo asalariado y Capital, cuyo origen fueron las
conferencias impartidas por Marx en 1847 en la Asociación
Obrero Alemana de Bruselas, informa que según el texto
original, el obrero vende al capitalista, a cambio del salario,
su trabajo, según el texto actual, acorde con la
teoría científica de El Capital, vende su fuerza de
trabajo.

La economía política clásica
burguesa dentro de las fluctuaciones constantes en los precios de las
mercancías, que suben y bajan, se puso a buscar el punto
fijo, en torno al cual se
movían estas fluctuaciones: arrancó de los precios
de las mercancías para investigar la ley regulada de
éstos el valor de las
mercancías, valor que explicaría todas las
fluctuaciones de los precios y al cual podrían reducirse a
todas ellas.

Así, la economía política
clásica encontró que el valor de una
mercancía lo determina el trabajo socialmente necesario
para su producción encerrado en ella.

La fuerza de trabajo, como toda mercancía, se
determina por su costo de
producción, este costo, consiste
en la suma de medios de vida -o su precio en
dinero- necesario por término medio para que el obrero
pueda trabajar y mantenerse en condiciones para seguir
trabajando, y para sustituirle por un nuevo obrero (que puede ser
su hijo), cuando muera, o quede inservible por vejes o
enfermedad, es decir para asegurar la reproducción de la clase obrera.

Mientras que todas las mercancías se venden por
su valor o costo de producción, la única
mercancía que se vende por debajo de su valor, es la
fuerza de trabajo. De ahí que la plusvalía
(más valor) surja del tiempo de
trabajo NO PAGADO al asalariado.

Considerando que los trabajadores produzcan su salario
en cuatro horas de su jornada de ocho, en estas primeras cuatro
horas producen el equivalente de su salario. Las segundas cuatro
constituyen la plusvalía, es decir el tiempo de trabajo
que el patrón ROBA LEGALMENTE a su asalariado.

Las mercancías producidas por los obreros no les
pertenecen a ellos, sino al capitalista que los ha acumulado,
gracias al robo legal de la fuerza de trabajo de los
asalariados.

En cuanto los patrones se enriquecen robando y
explotando a los obreros éstos al recibir una parte de lo
que producen, se hunden más y más en la miseria
económica, política y sexual.

Es por anterior por lo que la lucha sindical por mejoras
saláriales, no debe reducirse, como los hacen los
dirigentes de la sección XXII del magisterio,
únicamente a exigir aumentos de salarios, sino a luchar
también por la desaparición del sistema asalariado
del trabajo.

Ya que de continuar las redes del trabajo
asalariado, los dirigentes sirven al patrón Estado, ya que
las leyes económicas capitalistas son la telaraña
donde se enredan, ideológicamente, los trabajadores
asalariados y enajenados a la ideología de clase
dominante, quien tiene bajo su control los
medios masivos de información (radio, prensa y
TV.

También cuenta el Estado con el sistema
electoral, para continuar por medio de sus partidos de Estado
(PRI y PAN), oprimiendo políticamente al pueblo trabajador
mexicano.

15.- LA
REVOLUCIÓN PERMANENTE

En marzo de 1850, Marx, ayudado por Engels, redacta el
Mensaje del Comité Central de la Liga de los
Comunistas.

Los autores reconocen, que durante las luchas de masas
de 1848 y 1849, los miembros de la liga, participaron en la
prensa, en las barricada y en los campos de batalla. Estos
comunistas, estuvieron en la vanguardia del
proletariado, la única clase revolucionaria.

En cambio la burguesía y la pequeña
burguesía, al velar por sus intereses se comportaron como
las más reaccionarias, los más odiosos enemigos y
verdugos de los trabajadores.

Según los autores, las tareas de los
proletariados, dirigidos por los verdaderos comunistas, deben
consistir en hacer la revolución permanente, hasta que sea
descartada la dominación de las clases poseedoras hasta
que el proletariado conquiste el poder del Estado.

Hasta que la asociación de los proletariados se
desarrolle, no sólo en un país sino en todos los
países del mundo, hasta que las fuerzas mundiales
estén en manos de sus reales dueños, los
trabajadores.

No se trata de deformar la propiedad privada, sino
abolirla; no se trata de paliar los antagonismos de clase, sino
de abolir las clases, no se trata de mejorar la sociedad
existente, sino de establecer una nueva.

Los obreros y los verdaderos comunistas, deben
establecer una organización propia, un partido obrero,
legal y secreto, y hacer de cada comunidad centro
y núcleo de sociedades obreras en las que los intereses y
acciones
políticas del proletariado se discutan libre e
independientemente de las influencias políticas e
ideológicas burguesas.

Frente a los gobiernos burgueses (como del PRI en
México)
los obreros deben constituir gobiernos obreros revolucionarios,
en forma de clubes o consejos (soviets) municipales o
comités obreros, campesinos, etc.,

De tal forma que los gobiernos capitalistas, no solo
pierdan el apoyo de los trabajadores, sino que se vean vigilados
y amenazados por verdaderos dirigentes de las masas
obreras.

Para poder oponerse enérgica y amenazadoramente
el partido oficial burgués, los obreros, según
Marx, se armarán y tendrán su organización
como la tuvieron los bolcheviques rusos.

Se procederá a armar a todo el proletariado con
fusiles, carabinas, cañones y municiones.

Los obreros deberán organizarse
independientemente como guardia proletaria, con jefes y estado
mayor elegidos por ellos mismos.

Bajo ningún pretexto entregarán sus
armas y
municiones. Todo intento de desarme será rechazado por la
fuerza de las armas.

Una vez derrotado el gobierno
burgués de los capitalistas. Marx plantea la
elección de una asamblea nacional
representativa.

A diferencia de las elecciones controladas por la
burguesía, y su gobierno, las que se realicen convocadas
por los trabajadores al frente el Estado y el nuevo gobierno,
serán verdaderamente democráticas, pues la fuerza
libre de la mayoría de la población, los trabajadores,
elegirán a sus verdaderos representantes.

Los trabajadores, en fin, escribe Marx, con la
suficiente conciencia política de clase,
independientemente de la influencia ideológica burguesa,
organizarán su partido proletario revolucionario y su
grito será LA REVOLUCIÓN PERMANENTE.

16.- LAS LUCHAS DE
CLASES EN FRANCIA.

Federico Engels en la introducción de 1895 al
folleto escrito por Marx en 1850, titulado Las luchas de clase en
Francia, escribió que este es el primer ensayo donde
se explica un fragmento de la historia mediante la
concepción materialista, partiendo de la situación
económica existente.

En el manifiesto
comunista se había aplicado a grandes rasgos la
teoría, a toda la historia moderna y en los
artículos publicados por Marx y Engels en la nueva Gaceta
Renana, esta teoría explica los acontecimientos
políticos del momento.

En este folleto, nos dice Engels, se trataba de poner de
manifiesto, a lo largo de una evolución de varios años, tan
crítica como típica para toda Europa, el nexo
causal interno; se trataba de reducir, siguiendo la
concepción e Marx, los acontecimientos políticos a
efectos de causas, en última instancia
económicas.

Una vez que Engels argumenta que en la actualidad,
jamás podemos remontarnos hasta las últimas causas
económicas, por la velocidad de
los acontecimientos diarios y porque la estadística va siempre a la zaga,
renqueando.

Por lo anterior, una visión clara de conjunto,
sobre la Historia Económica, de un período dado, no
puede conseguirse nunca en el momento mismo, sino solo con
posteridad, después de haber reunido los
materiales.

Por esta razón -continúa Engels- el
método
materialista tendrá que limitarse con harta frecuencia, a
reducir los conflictos
políticos a las luchas de intereses de las clases sociales
y fracciones de clase existentes determinadas por el desarrollo
económico, y a poner de manifiesto que los partidos
políticos son la expresión política
más o menos adecuada de estas mismas clases y fracciones
de clases.

Prueba de la teoría materialista de la historia
fue que la crisis del comercio
mundial, producida en 1847, había sido la madre de las
revoluciones de febrero y marzo, y que la prosperidad industrial,
de 1849 y 1850, fue la fuerza animadora que dio nuevos brios a la
reacción europea.

Por lo anterior, afirma Engels, citando a Marx: Una
nueva revolución sólo es posible, como consecuencia
de una nueva crisis económica".

En el folleto de Marx que nos ocupa, proclama, por
primera vez, la formula en que unánimemente los partidos
obreros de todos los países del mundo condensan su
demanda de una
transformación económica: la apropiación de
los medios de producción de la sociedad.

Diez años antes, en el prólogo a la
tercera edición
alemana al XVIII brumario de Luis Bonaparte, elaborado por Marx,
Engels escribió: "Fue precisamente Marx quien
descubrió la gran ley que rige la marcha de la historia,
la ley según la cual todas las luchas históricas,
ya se desarrollen en el terreno ideológico cualquiera, no
son, en realidad, más que la expresión más o
menos clara de luchas entre clases sociales, que la existencia, y
por lo tanto también los choques de estas clases,
están condicionados, a su vez, por el grado de desarrollo
de su situación económica, por el carácter y
el modo de su producción y de su cambio, condicionado por
ésta".

17.- LOS
"GRUNDRISSE".

Wenceslao Roces, traductor de las obras de Marx, nos
dice que los Grundrisse son el primer borrador completo de la
economía política, cimiento de proyectos y
manuscritos de años posteriores de un -genial esbozo
histórico- crítica de la economía burguesa y
su literatura.

La incursión de Marx en el terreno de la
economía burguesa, a la que se enfrentaba, proponía
un enfoque revolucionario, una perspectiva proletaria que
buscaba, el desenmascaramiento de dicha economía, su
desmitificación, para denunciar su punto de vista
capitalista y su superación final por la economía
política proletaria.

El más preciado valor de los Grundrisse es su
claro intento de las una respuesta decididamente crítica
de demoledora a la economía política
burguesa.

El objeto central de los borradores de Marx, fue
desnudar la economía política capitalista, que se
encuentra cubierta en sus propias mistificaciones
ideológicas burguesas.

Ernest Mandel, por su parte, en su libro: LA
formación del pensamiento económico de Marx de 1843
a la redacción de EL CAPITAL, escribe que los
Grundrisse constituyen, con la Contribución a la
crítica de la economía política, una suma
enorme de análisis política.

Concebidos, estos borradores, como los trabajos
preparatorios del EL CAPITAL, o más exactamente como un
desarrollo del análisis del capitalismo en todos sus
aspectos, del que habría de nacer la obra maestra de Marx,
contiene a la vez, los materiales de construcción de todo lo que Marx
habría de desarrollar después y multitud de
elementos que le sirvieron más tarde.

De ese "esbozo", Marx realiza una serie de observaciones
de la mayor importancia, concernientes a la propiedad de los
bienes raíces, al trabajo asalariado, al comercio, al
comercio
exterior, al mercado mundial,
que no se vuelven a encontrar en ninguno de los cuatro tomo de EL
CAPITAL (el cuarto tomo se tituló Teorías
de la plusvalía).

Por otra parte, el método de exposición
de los Grundrisse es más "abstracto", más deductivo
que el de EL CAPITAL, y si hay menos materiales de
ejemplificación, hay en cambio una infinidad de
digresiones, sobre todo de naturaleza histórica, o que
abren ventanas al porvenir, que fueron suprimidas para la
redacción final del EL CAPITAL, peor que poseen a veces
una riqueza incomparable, y con auténticas aportaciones
complementarias a la teoría socioeconómica
marxista.

Rosdolski, reconoce que esa obra "nos ha introducido en
el laboratorio
económico de Marx, y nos ha revelado todos los
refinamientos, todos los caminos ondulantes de su metodología".

Stepánova, en su libro Carlos Marx,
Esbozo biográfico, escribe que los Grundrisse constituyen
el primer esbozo de EL CAPITAL y ocupan un lugar importante en la
historia del marxismo: reflejan la etapa decisiva de la
formación de la teoría económica de Marx.
Precisamente en ese trabajo expone los fundamentos de su
teoría de la plusvalía.

Con la teoría de la plusvalía (tiempo de
trabajo no pagado al obrero), Marx reveló el mecanismo de
explotación de la sociedad burguesa, fundamentó
desde el punto de vista económico la misión
histórica universal del proletariado, al carácter
necesario de la revolución social.

Para concluir, los Grundrisse contienen importantes
ideas de Marx sobre la sociedad comunista, sobre la ley
económica del tiempo, inherente a esa sociedad, sobre la
organización comunista del trabajo, sobre el inaudito
desarrollo de las fuerzas materiales y espirituales de dicha
sociedad y sobre el desenvolvimiento armónico y
multilateral de la
personalidad, gracias al aumento del tiempo libre para todos
los individuos.

18.- EL MATERIALISMO
HISTÓRICO

En enero de 1859, después de redactar
resúmenes y comentarios de decenas de libros sobre
economía política burguesa, (manuscritos conocidos
como los Grundrisse), Marx expone, en forma resumida, su
concepción acerca de la estructura y
funcionamiento de la actual sociedad capitalista.

La exposición de la historia del materialismo
histórico, aplicado a la sociedad burguesa
contemporánea, la lleva a cabo Marx en su famoso
"Prólogo de la contribución a la crítica de
la economía política".

Aún cuando la parte esencial de este
prólogo, ha sido reproducido muchas veces, por
divulgaciones del marxismo, considero que debe continuarse su
reproducción, pues no sólo sigue siendo de
actualidad, sino porque también existen muchos
jóvenes lectores que no lo conocen.

Rafael Jerez, en su libro Marx y Engels: el marxismo
genuino, divide en 5 claves teóricas el pasaje más
importante del citado prólogo.

1.- En la producción de su existencia, los
hombres entran en relaciones determinadas, necesarias,
independientes de su voluntad; estas relaciones de
producción corresponden a un grado determinado de
desarrollo de sus fuerzas productivas materiales.

2.- Durante el curso de su desarrollo las fuerzas
productoras de la sociedad entran en contradicción con las
relaciones de producción existentes, o lo cual no es
más que su expresión jurídica con las
relaciones de propiedad en cuyo interior de ha movido hasta
entonces.

De formas de desarrollo de las fuerzas productivas que
eran, estas relaciones se convierten en trabas de estas fuerzas.
Entonces se abre una época de revolución
social.

El cambio que se ha producido en la base
económica trastorna, más o menos lenta o
rápidamente, toda la colosal superestructura.

Una sociedad no aparece nunca antes de que sean
desarrolladas todas las fuerzas productoras que pueda contener, y
las relaciones de producción nuevas y superiores no se
destruyen jamás en ella, antes de que las condiciones
materiales de existencia de esas relaciones, hayan sido incubadas
en el seno mismo de la vieja sociedad.

3.- El conjunto de estas relaciones de producción
constituye la estructura económica de la sociedad, la base
real, sobre la cual se levanta una superestructura
jurídica y política y a la que corresponden formas
sociales determinadas de conciencia.

En otros términos: el modo de producción
de la vida material, condiciona el proceso de la vida social e
intelectual en general.

Lo que quiere decir que las relaciones jurídicas,
así como la forma de Estado, no pueden explicarse ni por
sí mismas, ni por la llamada evolución general del
espíritu humano… se origina más bien en las
condiciones materiales (económicas) de
existencia.

No es la conciencia de los hombres la que determina la
realidad; por el contrario, la realidad social es la que
determina su conciencia.

4.- En las épocas de revolución social,
importa siempre distinguir entre el trastorno material de las
condiciones económicas de producción y las formas
jurídicas, políticas, religiosas, artísticas
o filosóficas; en una palabra, las formas
ideológicas bajo las cuales los hombres adquieren
conciencia de este conflicto y lo
resuelven.

5.- Por último; las relaciones burguesas de
producción son la forma antagónica del proceso de
producción social, no en el sentido de un antagonismo
individual, sino de un antagonismo que nace de las condiciones de
existencia de los individuos: las fuerzas productoras que se
desarrollan en el seno de la sociedad burguesa, crean, al mismo
tiempo, las condiciones materiales para resolver este
antagonismo: con esta formación social (la capitalista
actual) termina la prehistoria de la
sociedad humana.

19. EL SALARIO
PRECIO Y GANANCIA

La lucha sindical por el aumento salarial es, desde hace
décadas, una lucha de los obreros no sólo por un
mejor pago a su fuerza de trabajo, sino por mejores condiciones
sociales, culturales y humanas.

En 1865, como resultado de una marea de huelgas por
aumentos saláriales, en el continente europeo, se
levantaron voces, unas a favor de esa demanda y otras en contra
de ella.

Una posición en contra fue la de John Weston, uno
de los dirigentes del movimiento obrero inglés
y miembro del consejo general de la I Internacional
(Asociación Internacional de los trabajadores)

Este dirigente afirmaba que la elevación de los
salarios no es beneficiosa a los obreros y por consiguiente esa
lucha es nociva para ellos.

Muchos dirigentes obreros europeos predicaban conceptos
similares.

El 20 y 27 de junio de 1865, Marx intervino en la
sesión de la I Internacional, con un extenso informe titulado
Salario, precio y ganancia, el cual fue preparado en respuesta a
los planteamientos de weston.

En forma asequible para los obreros, Marx expuso en ese
informe las principales tesis de su doctrina económica,
poniendo de relieve el
papel y la importancia de la lucha del proletariado por el
aumento de los salarios.

Criticó resueltamente a quienes llamaban a los
obreros a la resignación a la pasividad frente a los
capitalistas, actitud que
atentaban contra los derechos vitales de los
trabajadores.

Al mismo tiempo, Marx demostró la necesidad de
unir la lucha económica con la lucha política de la
clase obrera contra la clase dominante.

Borisov, comentarista ruso sobre el documento que nos
ocupa, lo divide en 3 parte fundamentales:

En la primera, se brinda un profuso análisis
crítico de la teoría burguesa y pequeña
burguesa de mayor difusión sobre el salario, el precio y
la ganancia.

Aquí Marx resolvió una tarea de
extraordinaria importancia, tanto para la teoría
económica, como para actividad práctica del
movimiento obrero: no dejó piedra sobre piedra de todas
las elucubraciones teóricas de los economistas burgueses,
tendientes a justificar y argumentar la injusticia social del
régimen capitalista y a evitar la actuación de la
clase obrera contra la explotación del hombre por el
hombre.

En la segunda parte, el autor expuso su nuevo aporte al
teoría económicas, resultante de un verdadero
viraje revolucionario realizado por él, en la
economía política. Parte esencial de ese aporte,
fue la teoría de la plusvalía, teoría que
desnudó, que llevan a cabo los capitalistas al no pagarle
todo su trabajo al obrero asalariado.

Gracias a esa teoría los trabajadores pueden
comprender la forma en que los patrones les roban parte de su
trabajo, la mayor parte de las riquezas producidas por ellos, que
van a dar el los bolsillos de los parásitos
capitalistas.

La parte final, está dedicada a examinar el caso
más importante de la lucha de los obreros por la
elevación de sus salarios o contra la reducción de
éstos. Aquí se fundamentan los objetivos
programáticos de la lucha de clase del proletario contra
la burguesía.

En la actualidad siguen vigentes los planteamientos de
Marx, asentados en este folleto. También hoy día,
brinda a los obreros un programa claro de lucha por sus derechos
económicos, políticos y sociales, y por la
emancipación de todos los trabajadores del mundo, de la
explotación capitalista.

20.- "EL
CAPITAL"

El primer tomo de EL CAPITAL, el único de los 4
tomos que pulió Marx para su redacción al
público y el único que publicó en vida su
autor, dedicado a analizar, el proceso de producción del
capital, pone al desnudo las relaciones económicas
más esenciales y profundas del capitalismo o sea las
relaciones entre los capitales detentadores de los medios de
producción y ladrones de plusvalía (tiempo de
trabajo no pagado al obrero) y los obreros asalariados y
enajenados.

En una carta a Engels,
Marx reconoce que lo mejor de EL CAPITAL, es el carácter
doble del trabajo, que puede expresarse como valor de uso o como
valor de cambio y en análisis de la plusvalía,
independientemente de sus formas particulares: del beneficio, del
interés, de la renta sobre la tierra,
etc.

Marx comienza a investigar el modo de producción
capitalista analizando la mercancía, esa "cédula
económica elemental de la sociedad burguesa", y
demostró que la mercancía contiene el germen de
todas las contradicciones del capitalismo.

Toda mercancía, dice Marx, se compone de su
utilidad y de
su cambiabilidad por otras mercancías.

El valor de uso de la mercancía es su utilidad,
su capacidad para satisfacer diversas, su capacidad para
satisfacer diversas demandas del hombre.

Los valores de uso
constituyen el contenido material de la riqueza
independientemente de la forma social de la misma.

Por otra parte, la mercancía es el producto del
trabajo destinado para el cambio. Es decir tiene valor de
cambio.

El valor de cambio es, ante todo, la relación
cuantitativa entre dos mercancías. Marx demostró
que esta relación se basa en el trabajo invertido en la
producción de ambas mercancías.

El valor de la mercancía se determina por el
tiempo de trabajo, pero no sólo por el tiempo individual,
que necesita el productor, sino por el tiempo de trabajo
SOCIALMENTE necesario para producirla.

Después de aclarar el carácter del trabajo
(el privado y el social), encarnado en las mercancías,
Marx analizó la evolución de las formas del valor,
comenzando por la más simple, el trueque en la sociedad
primitiva y terminando por la monetaria.

Al analizar el proceso de la conversión del
dinero en capital, demostró que el dinero participa en la
circulación de mercancías según la formula
M-D-M (mercancía -dinero- mercancía), es decir,
venta de una
mercancía para comprar otra.

La circulación del dinero como capital se
efectúa según otra fórmula D-M-D.

En el primer caso el objetivo consiste en adquirir una
mercancía necesaria para el uso; el valor de la
mercancía vendida y el de la comprada es igual.

La circulación del dinero como capital es
distinta.

En la segunda fórmula el dinero obtenido por la
venta de la mercancía (D’) representa el dinero
lanzado a la circulación, más cierto
INCREMENTO.

Ese incremento o remanente que queda después de
cubrir el valor primitivo, es lo que Marx llama PLUSVALÍA
(que se origina en la producción de mercancía y
resulta del tiempo de trabajo no pagado al obrero).

Es así como el dinero se convierte en capital y
el que lo detenta, el ladrón y parásito, en
capitalista.

Lo anterior se debe a que la única
mercancía que se vende por debajo de su valor, es la
fuerza de trabajo del obrero.

El capitalista, al comprar la fuerza de trabajo, al
obrero, su poseedor, solo le paga una parte del valor de ella, la
otra parte, la no pagada, se convierte en plus-trabajo
(más trabajo) y que al vender la mercancía,
preñada de esa fuerza robada legalmente, el capitalista
obtiene un plus-valor (más valor) conocido como
PLUSVALÍA.

Al descubrir el mecanismo de la explotación
capitalista y el origen de la plusvalía, Marx
demostró que la aspiración de la producción
capitalista, y de los capitalistas en particular, constituye, el
móvil de la producción capitalista, pero esa
insaciable sed de plus-trabajo tropieza con la resistencia de la
clase obrera.

Esta resistencia, estudiada en el folleto Salario,
precio y ganancia de Marx, y comentado en el artículo
anterior, se manifiesta en la lucha de los obreros
sindicalizados, no solo por mejoras salariales, sino por la
desaparición de la esclavitud de la sociedad capitalista y
su sustitución por la sociedad comunista.

Marx demostró que el desarrollo del capitalismo
produce la profundización y agravamiento de su
contradicción principal: entre el carácter social
de la producción y la forma capitalista privada de
apropiación de los productos del trabajo.

Con una lógica
irrebatible, Marx probó que el capitalismo mismo, en el
proceso de su desarrollo, crea las premisas materiales del
socialismo y
la fuerza social (del proletariado) que desempeña el papel
de sepulturero del capitalismo y será artífice del
modo de producción, y de la sociedad más avanzada y
humana, que hasta hoy no ha existido: el comunismo.

Stepánova, de quien hemos tomado lo esencial de
este resumen, del tomo I de EL CAPITAL, nos dice, que Marx
terminó su análisis de la tendencia
histórica de acumulación capitalista con una
previsión genial, confirmada cada vez más por la
historia: "El monopolio del
capital se convierte en grillete del régimen de
producción que ha florecido con él y bajo
él".

LA centralización de los medios de
producción y la socialización del trabajo, llegan a un
punto en que son ya incompatibles con su envoltura capitalista.
Esta salta hecha añicos. LE LLEGA LA HORA A LA
PROPIEDAD CAPITALISTA: LOS EXPROPIADORES SON
EXPROPIADOS.

 

Humberto Escobedo Cetina

 

Partes: 1, 2, 3
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