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La revolución indígena mundial (página 2)




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CAPITULO TRES

LA
FILOSOFÍA MAYA.

La esencia de la filosofía maya se encuentra en
su concepción de los seres vivos.

Su fraternidad hacia la humanidad y a los astros del
cosmos, conforman una totalidad armónica, dulce y
libre.

Todo ello unido por el
amor.

Por el contrario, ese ruido lleno de
odio asesino llamado neoliberalismo, globalización o religión
judeocristiana, se encuentra basada en la propiedad
privada, el Estado
autoritario, el dios dinero,
la moral
sexual antivida, el esclavismo, la
idiotización de las masas por medio de la
televisión, radio y prensa.

Medios de masas que se encuentran en manos de los
parásitos políticos y empresariales, mismos que
están conduciendo a la destrucción de la vida en
nuestro planeta.

Para los mayas
antiguos, sus descendientes y demás indígenas de
México y
del mundo, todo lo viviente (piedras, plantas, animales, seres
humanos, astros, etc.) contienen "corazón",
gozan y sufren como nosotros.

Esta filosofía no sólo se encuentra en el
"Popol Vuh" y
el "Chilam Balam", sino también en la mentalidad y la
conducta diaria
de los indígenas del planeta azul.

Mientras la filosofía neoliberal y la
globalización capitalista consideran a la naturaleza
como la mercancía, a la que debe sacársele
ganancia, aún a costa de la desaparición de la vida
en nuestro planeta azul.

La filosofía de los mayas expresa:
Vivimos gracias a nuestra madre tierra.

Ella nos ha cargado en su seno.

También ella nos sostiene.

En otras palabras: la tierra no
sólo nos ha dado la vida (junto con el padre sol), sino
también gracias a ella continuamos viviendo, pues nos da
oxígeno
para respirar y nos sigue protegiendo y alimentando con sus
productos.

En la vida cotidiana, se expresa la filosofía
maya en todas sus manifestaciones sociales, culturales,
religiosas, sexuales, etc.

CAPÍTULO CUATRO

LOS CALENDARIOS
MAYAS.

Fue en la década de 1840, cuando Stephens y
Catherwood, al publicar su libro
ilustrado del viaje que realizaron en los centros
arqueológicos de la zona maya de Centroamérica y
Yucatán, cuando se iniciaron los estudios de una de las
más grandes culturas del mundo.

En esos años aparecieron los libros del
Popol Vuh, Chilam Balam, así como tres códices
descubiertos en Europa.

Fue Domingo Martínez Paredes, yucateco
mayólogo, lingüista y esotérico, quien
comentó el códice desconocido o sexual y el
Códice Porrúa, ambos editados por Porrúa
Hermanos, en México.

Silvanus G. Morley, autor del libro: "La
civilización maya", en su guía a las ruinas de
Quirigua, nos dice que de los logros materiales e
intelectuales
de los mayas, destacan la invención de las matemáticas, la construcción de una completa
cronología con un punto fijo de inicio, un conteo del
tiempo
más exacto que el calendario gregoriano, y una astronomía más avanzada que la de
los antiguos egipcios y babilonios.

Morley concluye que los antiguos mayas fueron los
aborígenes más brillantes que han existido en este
planeta.

Fueron dos los calendarios mayas, el primero, el corto,
considerado sagrado, que consta de 260 días que se
utilizaba no sólo para la agricultura,
sino también servía para sus festividades, para
nombrar a los recién nacidos, etc.

El segundo, el largo, consta de 5125
años.

Su punto de inicio fue el año de 3113 antes de
Cristo y concluirá en el 2012 después de
Cristo.

Según José Argüelles, en su libro El
factor maya, en el 2012 la humanidad tendrá la oportunidad
de reconstruir la cultura maya,
agregándole todos los avances científicos y
culturales que los hombres y mujeres del mundo han aportado a los
seres humanos.

CAPÍTULO CINCO.

LA DEMOCRACIA
INDÍGENA.

Existe una máxima tojolabal que expresa la
verdades democracia: "Lajan lajan aytik", que quiere decir
estamos parejos, todos somos sujetos.

No existe un autoritario (sujeto), y los demás
sumisos, esclavos (objetos).

Como ha existido desde el esclavismo griego y romano
hasta nuestros días con los gobiernos neoliberales
capitalistas.

Carlos Lenkersdorf fue testigo durante veinte
años de las asambleas verdaderamente democráticas
de los tojolobales.

Donde se aplica el "mandar obedeciendo".

Una vez que el presidente del comité, elegido
democráticamente por sus hermanos o que varios de ellos
han expuesto a la comunidad el
problema que los reúne, todos los asistentes hablan
simultáneamente, levantan la voz para que sus
compañeros los oigan, para dialogar con ellos.

Algunos tienen preguntas que requieren aclaraciones y
otros las responden, otros quieren convencer a sus
vecinos.

La reunión se convierte en una catarata de
palabras que desesperaría a cualquier sumiso y a los
mismos autoritarios de cualquier partido
político.

El tiempo transcurre y la tormenta de voces, poco a poco
va calmándose y la asamblea entra en aguas tranquilas, la
última voz solitaria se apaga.

La calma toca el corazón de los
presentes.

Nadie habla. Todos esperan.

Por fin el silencio se rompe.

Un anciano anuncia: "Nosotros pensamos y
decidimos…"

En este nosotros se saben igualitariamente
representados. El sabio anciano sabe captar el pensar de la
comunidad exteriorizado en el hablar-escuchar simultáneo
de todos sus hermanos.

En las palabras: "Nosotros

somos iguales", el anciano, gracias al hecho de tener
corazón ya (tiene juicio), intuye "nuestro pensar
comunitario" y lo anuncia.

En la democracia indígena no existe el dedazo y
la imposición autoritaria de los funcionarios de gobierno, ni de
ningún dirigente de partido político alguno que
tome decisiones sin consultar a las bases.

Estoy seguro que la
humanidad, en este siglo XXI, se reorganizará por medio de
la Democracia Indígena.

CAPÍTULO SEIS

INDIGENISMO Y
MAGONISMO.

El pensamiento
político de Ricardo Flores Magón está basado
en dos fuentes
principales: la filosofía comunitaria indígena, y
el socialismo
libertario Europeo.

La fuente indígena la encontramos en el medio
social mazateco, en el cual nació y vivió su
niñez Ricardo.

Desde muy pequeño aprendió, de los
indígenas Oaxaqueños, que no es necesaria la
propiedad privada, ni tampoco es imprescindible un gobierno
constituido por una minoría de parásitos que viven
a expensas de los productores de la riqueza social.

El "tequio", la "guelaguetza", el apoyo mutuo, y los
usos y costumbres, fueron heredados de sus antepasados
indígenas, quienes lograron construir las civilizaciones
mesoamericanas que alcanzaron (antes de la llegada de los
españoles) un esplendor tan grande como las de medio
oriente, Grecia, y
Asia.

Este esplendor logrado, en especial por los mayas,
aztecas,
zapotecas, incas,
dakotas, etc., se debió a su religión
científica, basada en la propiedad común de la
tierra, que les permitió vivir en armonía entre
ellos mismos y con la naturaleza.

Su visión cósmica de la vida les hizo
posible desarrollar sus conocimiento
agrícolas, calendáricos, matemáticos,
astronómicos, arqueológicos, etc.

En lo cultural hicieron florecer la arquitectura, la
poesía,
la música,
la danza, el
teatro, la
pintura, la
escultura, la cerámica, etc.

Ahora bien ¿a qué se debe que en la
mayoría de los libros sobre las culturas de América, sobre todo acerca de los mayas y
aztecas, está escrito que existieron clases
sociales, y que la mayoría de la población se encontraba explotada y
oprimida por una minoría gobernante
teocrática-militar?

Se debe a que los historiadores redactan sus obras con
la visión ideológica europea donde el esclavismo,
el feudalismo y el
capitalismo,
se encuentran basados en la explotación del trabajo y la
opresión política de la
mayoría de la población, por parte de una
minoría gobernante parasitaria.

Basta comparar los frutos científicos,
culturales, que brotaron de los antiguos mayas y aztecas, con la
putrefacción actual de la civilización
europea.

No en necesario buscar ejemplos lejanos, con sólo
darnos cuenta hasta dónde ha llegado la
civilización moderna en México, para tomar conciencia de la
autodestrucción de la sociedad y del
suicidio
colectivo que sufrimos los mexicanos.

Este humanicidio se debe a que nosotros reproducimos,
con nuestra conducta neurótica y enajenada, una sociedad
basada en la propiedad privada, y sus productos las clases
sociales, el Estado,
así como todos los males e injusticias que
padecemos.

Por último, algo acerca del ORDEN, UNIDAD y
TOTALIDAD que existen en la comunidad indígena.

Ese orden, esa unidad y esa totalidad, se manifestaron
en las grandes civilizaciones antiguas del resto del mundo, en su
filosofía científica y en su equilibrio
ecológico de los seres humanos con su padre sol y su madre
tierra.

Así como en su religión científica
que los unía con la naturaleza.

Hasta hoy el peyote y los hongos
alucinantes son los instrumentos, los medios, por
los cuales, en especial, los indígenas Huicholes y
Mazatecos etc. se unen con sus dioses y viven su propia muerte.

En el futuro se cumplirán las profecías
mayas y la
organización social indígena, con los avances
tecnológicos, será una realidad.

Los primeros pasos lo están caminando los
rebeldes indígenas de la Selva Lacandona.

CAPÍTULO SIETE.

SOCIALISMO
LIBERTARIO Y MAGONISMO.

Si la primera fuente del magonismo fue la
filosofía indígena, la segunda fue el socialismo
libertario europeo.

Cuando Ricardo Flores Magón asistió al
primer congreso liberal en 1901, en San Luís
Potosí, se encontró, en el librero de Camilo
Arriaga, las obras de Proudhon, Bakunin, Kropotkin,
etc.

A partir de ese momento, Ricardo, influido por el medio
comunitario mazateco, en el cual se practicaba la teoría
de los socialistas libertarios ya mencionados, le parecen
acertados esos planteamientos y comienza a militar en las filas
del anarquismo.

Errico Malatesta nos dice que la palabra anarquía
(sin gobierno) es considerada como sinónimo de desorden,
de confusión y se utiliza en ese sentido por los
ideólogos de la clase
dominante, interesados en ocultar o en desfigurar la
verdad.

Este prejuicio
considera que el gobierno es un órgano indispensable para
la vida social y que una sociedad sin gobierno es presa del caos
y el desorden.

Hijo de esclavos, el hombre cree
que la servidumbre es condición natural de su
vida.

El patrón, el sacerdote, el maestro, etc., nos
enseñan, desde que nacemos, que el gobierno y los amos son
necesarios e indispensables.

El Estado y sus fuerzas represivas se dedican a
encarcelar y hasta asesinar a todo aquel que no esté de
acuerdo con esa mentalidad servil.

En realidad la anarquía, es orden natural,
armonía de necesidades e intereses de todos, libertad y
solidaridad
completas.

El primero que formuló las concepciones políticas
y económicas del anarquismo fue William Godwin.

Este autor escribió que las leyes de las
sociedades,
basadas en la propiedad privada no son resultado de la
sabiduría de nuestros antepasados, sino producto de
las pasiones, timidez, envidias y ambición de una
minoría parasitaria.

Si se aboliesen todas las leyes y tribunales y se dejase
decidir sobre los pleitos que surjan, a hombres razonables
elegidos para este fin, se crearía gradualmente una
auténtica justicia.

En cuanto al Estado, Godwin pedía abiertamente su
abolición.

Una sociedad -escribió- puede existir
perfectamente sin gobierno y sin propiedad privada.

Godwin no supo que muchas comunidades indígenas
de América y del mundo vivieron y continúan
viviendo sin gobierno y sin propiedad privada.

Proudhon, por su parte, ataca duramente a la propiedad,
al Estado ya la Iglesia.

Propone que la lucha contra esos tres enemigos de los
trabajadores, tiene que basarse en la igualdad, en
la reciprocidad (mutualismo) y federalismo que,
partiendo desde abajo, alcance la libre asociación de
todos.

La desaparición de la propiedad privada, de los
medios de producción y del Estado, son condiciones
indispensables para avanzar hacia una sociedad nueva sin
opresión política ni explotación
económica.

Un seguidor de Proudhon en México, en septiembre
de 1911, declarará la guerra a esos
tres enemigos del pueblo (capital,
autoridad y
clero).

Ese discípulo es Ricardo Flores
Magón.

"La conquista del Pan", de Kropotkin, fue la Biblia
anarquista de Ricardo Flores Magón.

Un continuador consecuente de Proudhon fue sin duda
Miguel Bakunin, quien luchara en las trincheras de Europa por la
desaparición del Estado y de toda forma de
autoritarismo.

A diferencia de Marx que
inició el socialismo autoritario, que lucha por otro
Estado, tal como lo practicaron sus discípulos Lenin y
Stalin, Bakunin defendió el socialismo libertario, en el
que el federalismo y la abolición del Estado son ya
cuestiones centrales.

Por último serán Kropotkin y Malatesta,
quienes elaborarán el cuerpo teórico del
anarquismo.

CAPÍTULO OCHO.

MAGONISMO Y NEO
ZAPATISMO.

Desde que los colonizadores españoles les robaron
las tierras a las comunidades indígenas que trabajaban
colectivamente y sin gobierno, las luchas armadas en
México han tenido como objetivo
principal la restitución de esa propiedad común a
sus verdaderos dueños.

Las rebeliones durante la colonia, la lucha por la
independencia, la reforma, el porfiriato,
los movimientos armados de 1906, 1908 y 1910 de los magonistas,
la insurrección armada de Emiliano Zapata
y la rebelión de Rubén Jaramillo, Lucio
Cabañas y Genaro Vásquez, hasta el levantamiento
del EjércitoZapatista de Liberación Nacional
(EZLN.), han sido intentos por recuperar esas tierras robadas a
los indígenas.

El pensamiento indígena Libertario de Ricardo
Flores Magón ha influido en el programa
político del EZLN.

Para demostrar lo anterior basta leer la Cuarta
Declaración de la Selva Lacandona.

Donde el EZLN, propone que los integrantes del Frente
Zapatista de Liberación Nacional (FZLN) no
desempeñen ni aspiren a desempeñar cargos de
elección popular o puestos gubernamentales en cualquiera
de sus niveles.

Plantea que esa organización civil sea una fuerza
política que no aspire a la toma del poder
político.

Una fuerza que no sea partido
político.

Este frente organizará la solución a los
problemas
colectivos "sin la intervención de los partidos
políticos y del gobierno".

Esta nueva fuerza política luchará contra
el Capital y el Estado, pues se enfrentará a "la
concentración de la riqueza en pocas manos y en contra de
la centralización del poder".

Igual que los magonistas, los nuevos zapatistas luchan
por una nueva constitución, por la justicia, libertad y
democracia (poder del pueblo), "una fuerza política que no
luche por la toma del poder político, sino por la
democracia de que el que mande, mande obedeciendo".

Otra característica de los magonistas, es el
llamado a la "Sociedad Civil", para que luche por una nueva
sociedad, en la que impere la verdad y no la mentira, la paz y no
la guerra, el amor y no el
odio, el federalismo y no el centralismo
presidencial, la naturaleza y no el ecocidio de la
humanidad.

Por último debemos recordar el discurso
magonista del "Sub-comandante Marcos", del 4 de abril de 1996,
donde después de citar un artículo de Ricardo
Flores Magón, del 3 de abril de 1911, antes de finalizar
reconoce que "los autores intelectuales del delirio que nos
convoca, los locos que se atrevieron antes que nosotros a
soñar nuestro anhelo son Manuelita Saénz,
Simón Bolívar,
RICARDO y ENRIQUE FLORES MAGON, Emiliano Zapata y Ernesto
Che
Guevara".

CAPÍTULO NUEVE.

"¡TIERRA Y
LIBERTAD!".

Ricardo Flores Magón no sólo
influyó en el movimiento
armado de Emiliano Zapata, sino también en el
levantamiento indígena del primero de enero de 1994, en la
Selva Lacandona.

Por medio de los artículos de Ricardo, publicados
en el
periódico "Regeneración", la semilla magonista
germinó primero en las mentes de los campesinos
morelenses.

Son muchos los artículos que influyeron en los
zapatistas de Morelos y han influido en los nuevos zapatistas de
Chiapas.

En especial, los artículos publicados de 1911 en
adelante, en los que Ricardo plantea sus posiciones
anarquistas.

Uno de esos escritos políticos, que
todavía sigue vigente, es el titulado EL DERECHO DE
PROPIEDAD, que apareció el 18 de marzo de 1911 en
Regeneración.

En este trabajo Ricardo sostiene que, antes de la
llegada de los españoles, las comunidades indígenas
de México no conocían el derecho de propiedad de
ningún individuo.

"Las tierras eran trabajadas en común… las
cosechas se repartían a los miembros de la comunidad
según sus necesidades".

Cuando llegaron los invasores-colonizadores
españoles, en 1492, lo primero que hicieron fue robarles
las tierras y la libertad a los indígenas de
México.

Así por medio de la fuerza y la violencia del
más fuerte, militarmente, nació el derecho de la
propiedad privada.

Es decir, las riquezas, que pertenecían a las
comunidades indígenas, les fueron robadas por los
europeos, quienes para justificar legalmente su robo, redactaron,
ellos mismos, las leyes para defender lo que llamaron y llaman en
este siglo su "derecho".

Esto es, la facultad que ellos mismos se dieron de usar
las tierras que habían robado, y disfrutar del producto de
ellas sin que nadie los molestase.

Este "derecho", escribió Ricardo, "se ha venido
trasmitiendo de padres a hijos por medio de la herencia",
perpetuándose así el robo de la tierra y de la
libertad a los indígenas, verdaderos dueños del
suelo de
México".

Así, no sólo por medio de la violencia,
los conquistadores les robaron las tierras y la libertad a los
nacidos en nuestro país, sino también sus
descendientes, por la violencia, continúan detentando, en
forma "legal", lo robado.

Han pasado muchos años y continúan
dominando los gobiernos surgidos de la "dictadura
perfecta", los emanados de los partidos de Estado PRI y
PAN.

Las condiciones económicas y políticas en
México y su producto el autoritarismo presidencial,
continúan siendo las mismas que a principios de
siglo.

CAPÍTULO DIEZ.

EL REGRESO DE LOS
MAYAS.

En este siglo XXI, la cultura
occidental, judeo-cristiana, basada en la propiedad privada, se
encuentra en la fase de autodestrucción y lenta
agonía.

El peligro mayor es que esa cultura de la muerte
amenaza con su caída, (con su militarismo suicida y
envenenamiento del planeta), a la humanidad entera.

La última expresión del actual sistema
económico social y político, basado en la propiedad
privada, la explotación y opresión de la
mayoría de los seres humanos, así como el intento
de exterminio total de los indígenas de los cinco
continentes, es el neoliberalismo y la
globalización.

Afortunadamente, no todo está perdido, nuestros
antepasados con su ejemplo de las grandes culturas que
desarrollaron, nos dan la solución.

Todas las grandes culturas que florecieron antes de la
aparición de la propiedad privada y de los gobiernos
autoritarios, tuvieron en común el hecho de organizar sus
sociedades en forma comunal y con la toma colectiva de
decisiones.

De todas esas culturas la que logró destacar por
su alto desarrollo
filosófico, científico, religioso,
artístico, lingüístico, astronómico,
calendárico, etc., fue la civilización
maya.

Por desgracia cuando llegaron las hordas europeas, con
sus pezuñas pisotearon las flores de la cultura de
Indoamérica.

Cientos, o tal vez miles de códices, fueron
destruidos por los españoles ignorantes, ladrones,
violadores y asesinos, que llegaron a este continente para
enriquecerse fácilmente.

Para ello tuvieran que asesinar a sus hermanos, a los
que consideraban menos valiosos que a los animales.

Pero los conquistadores y colonizadores no sólo
se limitaron a robar, violar y tratar de exterminar a los
indígenas, sino también intentaron de borrar,
desaparecer de la historia, la herencia
cultural de una de las civilizaciones más desarrolladas
del planeta.

Los vencedores escribieron la historia, desde su
óptica
de ladrones y asesinos, viendo en nuestro pasado su
concepción inhumana del mundo, afirmando que
también en Indoamérica existía la propiedad
privada y los gobiernos que ellos tenían en
Europa.

Pero la realidad es más terca que las mentiras
escritas por los conquistadores.

Si bien, al principio, los autores que escribían
acerca de los antiguos mayas, tuvieron la mentalidad europea,
racista y antiindígena.

Con el paso de los años (más de
quinientos), han aparecido autores que han ido revelando la
verdad histórica de los mayas.

Basta mencionar a tres autores que han rescatado el
mensaje de los antiguos mayas: Domingo Martínez Paredes,
Humbatz Men y José Argüelles.

Recientemente, desde enero de 1994, otro autor nos ha
estado transmitiendo la herencia filosófica de nuestros
abuelos mayas: el Subcomandante Marcos.

CAPÍTULO ONCE.

LA REBELIÓN
ZAPATISTA.

José Argüelles en su libro "El factor maya",
nos dice que los antiguos mayas, por medio de su calendario
largo, de más de cinco mil años, nos dejaron el
mensaje de que la humanidad iniciará un nuevo ciclo en el
2012 después de Cristo.

Este mismo autor afirma que los sabios mayas, al darse
cuenta de que habían alcanzado su propósito, al
obtener el máximo desarrollo cultural y humano y previendo
que se acercaban más de 600 años, durante los
cuales, bajo la dominación europea sufrirían
hambre, miseria, discriminación y hasta exterminio,
decidieron, en el noveno baktun (435 después de Cristo)
retirarse.

Algunos permanecieron como vigilantes y supervisores,
transmitiendo su sabiduría en forma oral a sus
descendientes (como hizo el viejo Antonio con el Subcomandante
Marcos).

Fue el primero de Enero de 1994 cuando los descendientes
de los antiguos mayas (los tzeltales, los tzotziles, los
tojolabales, etc.) se levantaron, comenzaron a caminar y lanzaron
su voz, salida del corazón, con el mensaje para toda la
humanidad.

De que ha llegado el momento que todos los seres humanos
seamos una sola voz y un solo caminar, que resuene, reverbere, no
sólo en la madre tierra y en el padre sol, sino hasta las
hermanas estrellas.

Los mayas han regresado y han reencarnado en cada ser
humano que entiende, habla y lucha por una sociedad realmente
humana, en la que no haya propiedad privada, ni
gobiernos.

Una sociedad comunal, acorde con la música del
cosmos.

CAPÍTULO DOCE.

LOS ZAPATISTAS
CHIAPANECOS.

Desde el levantamiento armado de Espartaco, quien
luchó por la liberación de los esclavos, la
historia no ha registrado un movimiento libertario más
profundo, humano y radical que la rebelión
indígena.

Cuando el primero de enero de 1994, el Ejército
Zapatista de Liberación Nacional, compuesto por miles de
mayas, se levantó en armas, , nadie se
imaginaba que se estaba iniciando una transformación que
revolucionaría no sólo en la vida de los nacidos en
cuatro municipios de Chiapas, sino también en la de los
mexicanos y de la humanidad entera.

Desde el inicio del movimiento armado de los
indígenas de Chiapas, el gobierno del PRI-PAN de los ricos
(mexicanos y yankis), ha intentado aplastar esa
insurrección.

Pero gran parte del pueblo mexicano, "la sociedad civil",
ha detenido (con grandes manifestaciones en la capital del
país) las manos genocidas del gobierno y su brazo armado
el ejército.

Los explotadores y opresores que están en el
poder, han tratado de minimizar la lucha de los zapatistas
chiapanecos afirmando que son una minoría inconforme a la
que nadie hará caso.

A pesar de la utilización de la mayoría de
los medios masivos de información (prensa escrita, radio y TV),
el gobierno no ha podido engañar al pueblo al intentar
exterminara los indígenas y al Ejército
Zapatista.

Quienes han detenido lamasacre han sido las organizaciones no
gubernamentales, una parte del pueblo mexicano, el PRD, una
fracción de la iglesia católica; los periodistas
honestos, la pluma de Marcos (cuyos mensajes contienen la
sabiduría maya) y la presión
internacional de los pueblos del mundo.

No cabe duda que los indios de México y del mundo
encontraron en Marcos a su mejor portavoz.

Los ricos de México y su gobierno, están
llevando una "guerra sucia" de baja intensidad, en la que el
ejército, usando grupos
paramilitares, está aislando al EZLN de sus bases
sociales, con el fin de ahogar a los peces
guerrilleros y así fácilmenteacabarlos.

Todas las fuerzas sociales mencionadas (nacionales y
extranjeras), están presionando al gobierno
priísta-panista a dialogar y cumplir los acuerdos de San
Andrés Larraizar que firmó con el EZLN en febrero
de 1996.

Es por lo anterior que el inicio de la solución
humana al conflicto de
Chiapas será el encarcelamiento a los autores materiales e
intelectuales de la matanza de Acteal, Chiapas y la
inclusión del derecho indígena plasmados en los
textos originales de los acuerdos de san Andrés, en la
Constitución Política de México.

Una vez legalizado ese derecho, todos deberemos
defenderlo y vigilar que se aplique correctamente.

CAPITULO TRECE.

DIÁLOGO
IMPOSIBLE.

El intento de diálogo
entre el gobierno federal mexicano y los indígenas mayas
de Chiapas es imposible.

Mientras los rebeldes luchan por la libertad de los
seres humanos porque exista una verdadera democracia y para que
impere la justicia humana, los gobiernos priístas y
panistas autoritarios, constituyen la dictadura de Estado, que
representa y defiende los intereses de una minoría social
parasitaria

En tanto los zapatistas hablan con la verdad, el
gobierno bipartidista habla con la mentira.

Los acuerdos de San Andrés, de febrero de 1996,
no han sido cumplidos por los hipócritas que detentan el
gobierno desde hace muchos años.

Al mismo tiempo que hablan de paz y reparten caridad a
los refugiados, que ellos mismos alejaron de sus comunidades con
su ejército y sus grupos paramilitares , están
esperando el momento para arrasar militarmente al ejército
zapatista indígena.

La negativa de los gobiernos priísta y panista
para entrevistarse con la dirigencia del EZLN, es una prueba de
que el autoritarismo presidencial es una traba para el
diálogo.

Esta negativa recuerda la intransigencia y la
intolerancia del expresidente Gustavo Díaz Ordaz, quien no
aceptó el diálogo con los dirigentes estudiantiles,
pero si los masacró en Tlaltelolco en octubre de
1968.

De no ser detenido por el pueblo mexicano y los pueblos
del mundo, el gobierno mexicano continuará asesinando a
los indígenas no sólo de Chiapas, sino a todos los
millones que subsisten en todo el país.

De todos nosotros depende impedir el genocidio y el
exterminio de nuestros hermanos indígenas

Su mensaje de fraternidad y amor no morirá, pues
ellos se encuentran ya en la mente y el corazón de los
seres humanos del planeta, que soñamos y luchamos por una
sociedad libre y humana, acorde con la naturaleza y la
música del cosmos.

CAPÍTULO CATORCE.

EL FACTOR
MAYA.

Cuando los europeos llegaron a nuestro continente
indoamericano y se encontraron con los nativos creían
estar ante seres primitivos, bárbaros, a los que se les
debía civilizar, cristianizar, explotar y
oprimir.

Nunca se imaginaron que los códices
"endemoniados" contenían no sólo la
manifestación de una de las más grandes culturas
del mundo, sino la antítesis de su
filosofía inhumana europea.

Ha sido durante este siglo que estudiosos americanos,
como Martínez Paredes, Humbatz, Argüelles, etc.
están revelando "El factor maya".

Antes de estos autores, la "civilización"
europea, dominante en casi todo el mundo occidental, consideraba
su ciencia y su
filosofía, la más avanzada del planeta.

Es gracias a los autores mencionados como podemos
afirmar que el factor maya es el mensaje que nuestros abuelos nos
transmiten, con el fin de solucionar los grandes problemas
económicos, políticos, militares, ecológicos
y humanos que sufrimos en este planeta.

Nuestros antepasados estuvieron unidos fraternalmente
entre sí y con la naturaleza, a la que consideraban como a
su madre y padre y estaban ligados científicamente con la
energía cósmica.

Los europeos, 500 años antes de la era cristiana,
conocieron la propiedad privada, las clases sociales y los
gobiernos civiles y religiosos, el ejército, y con ello la
mentalidad genocida nazi, el racismo y la
mentalidad esclavista y matricida, al estar desapareciendo la
vida en nuestro planeta.

Más de 500 años han pasado desde que los
españoles pisaron nuestro suelo y hasta hoy, no
sólo no han podido destruir y exterminar el mensaje
cósmico de nuestros abuelos, sino tampoco han logrado
acabar con los indígenas.

Nunca podrán borrar ese mensaje, ni mucho menos
desaparecer a los descendientes de esa cultura humana, ese factor
humano mesoamericano, cuyas cenizas han sido removidas por los
mayas de la selva Lacandona.

Doce años han pasado y en lugar de que ese fuego
de amor a la humanidad haya sido apagado por los neoliberales y
globalizadores, por el contrario, su luz comienza a
iluminar de esperanza y alegría los corazones de una parte
de la humanidad que ha comenzado a despertar, caminar y lanzar su
voz, como un solo hombre y una
sola mujer, unidos
para religarse con su madre tierra, su padre sol y sus hermanos
animales, plantas y estrellas.

CAPÍTULO QUINCE

LOS MAYAS Y EL
EZLN.

Cuando el primero de enero de 1994, el Ejército
Zapatista de Liberación Nacional se levantó en
armas, los rumores no se hicieron esperar.

Hubo quienes decían que era financiado por los
hermanos Salinas o por Gutiérrez Barrios, Camacho
Solís, José María Córdoba,
etc.

Más tarde se pensó que el único
dirigente y teórico era el subcomandante
Marcos.

También se especuló que detrás de
ellos se encontraba la teología de la liberación y
especialmente el obispo Samuel Ruiz.

Los viejos militantes de izquierda aseguraron que era un
grupo
guerrillero guevarista o maoísta.

Pero nadie se imaginó que detrás y por
dentro, se encontraba y se encuentra, la filosofía humana,
ecológica y cósmica de los antiguos
mayas.

Sólo así podemos entender las siguientes
palabras; "Nuestra voz comenzó a caminar desde siglos y no
se apagará nunca más".

En otras palabras: nuestros hermanos indígenas
han despertado de un largo sueño en que los tenían
los conquistadores europeos y sus descendientes: los gobernantes
priístas y panistas neoliberales y su aliado, el clero
político, dependientes del imperialismo
yanqui.

A pesar de que el gobierno mexicano ha intentado
acallarlos, nuestros hermanos indígenas, por medio de su
vocero, el Subcomandante Marcos, utilizando los medios masivos de
información y el Internet, han elevado su voz
de rebeldía a los cinco continentes.

Es mentira que los zapatistas chiapanecos sólo
luchen por los indígenas de su Estado, ya que su mensaje
esta dirigido a todos los seres humanos del planeta tierra, en
especial a la mayoría que sufre hambre, miseria, discriminación, genocidio, etc.

Desde la rebelión de los esclavos dirigidos por
Espartaco, la humanidad no había experimentado una
revolución
tan radical, llena de fraternidad y amor hacia todos los seres
VIVOS.

Por tanto un movimiento como éste nunca
podrá ser derrotado, aun cuando más de 40,000
soldados del ejército del gobierno mexicano arrasen, como
lo hacían los nazis, a las comunidades indígenas de
Chiapas.

De ser asesinados nuestros hermanos zapatistas, su
sangre
será el abono que hará crecer, en los corazones de
millones de seres humanos del mundo, la milpa que en el siglo
venidero vibrará, resonará y reverberará en
la madre tierra, en el padre sol y hasta en las más
lejanas hermanas estrellas.

CAPÍTULO DIECISEIS

ECOLOGÍA E
INDIGENISMO.

En una ocasión el hermano Ailtan, indio Krenak
del amazonas, dijo: "hemos vivido en este lugar por mucho tiempo,
por muchísimo tiempo, desde aquellos tiempos en que el
mundo no tenía la forma actual.

"De los antepasados aprendimos que somos
partícipes muy pequeños de este universo inmenso,
compañeros de viaje con todos los animales, plantas y
aguas.

"Todos formarnos parte del todo. No podemos descuidar ni
destruir este hogar nuestro".

En cuanto a la naturaleza existen dos mentalidades: la
del indígena (de América y del mundo), consistente
en tratar a las plantas y a los animales como hermanos y a la
madre tierra como aun ser viviente, fertilizada por los rayos del
padre sol.

Y la del europeo que ha convertido casi todo en
mercancía, es decir en cosas que pueden venderse' y
comprarse.

Los indígenas cuidan y aman a la madre tierra,
consideran a los seres vivos como sus hermanos y viven
comunalmente en una sola familia que
abarca a todos los seres humanos del planeta.

Por el contrario los imperialistas y sus lacayos,
gobernantes de los países dependientes (como
México), con su mentalidad individualista, egoísta
y posesiva, se han apropiado de la naturaleza, la exprimen para
sacarle ganancias, acaban con los bosques para enriquecerse,
contaminan aguas y aire, rompen la
capa de ozono,
todo con el fin de que una minoría parasitaria se
enriquezca a costa de acabar con la vida en nuestro
planeta.

Es por lo anterior por lo que el mensaje de nuestros
abuelos, cuyos portavoces son sus descendientes, los
indígenas chiapanecos levantados en armas en el EZLN
constituye la salvación de la humanidad.

En tanto el neoliberalismo capitalista, y la
globalización, amenaza con la vida de todos los seres
vivos, la filosofía indígena de los cinco
continentes es el antídoto y la terapia que hará
despertar a la humanidad del letargo en que la han narcotizado
los gobernantes, los capitalistas (nacionales y extranjeros) y el
clero.

Sólo nos queda entender el mensaje de nuestros
antepasados, comprenderlo y comenzar a convivir como hermanos,
comunalmente, sin propiedad privada y sin gobiernos, para
reorganizar la sociedad humana como la tenían las grandes
civilizaciones anteriores al esclavismo.

Es decir una sociedad libre, democrática, basada
en el amor y acorde con la naturaleza y la música azul y
cariñosa del cosmos.

CAPÍTULO DICISIETE

EL IDIOMA
TOJOLABAL.

Carlos Lenkersdorf en su libro "Tojolabales los hombres
verdaderos", nos dice que en la actualidad existen 30 grupos de
hermanos indígenas que hablan el idioma maya, uno de ellos
es el tojolabal.

Lenkersdorf, después de haber convivido 20
años en la selva lacandona con los tojolabales y de haber
aprendido su idioma, afirma que la cosmovisión que
contiene dicho idioma es la antítesis de la
cosmovisión del idioma español
que nos trajeron los colonizadores europeos.

Mientras que en el tojolabal todos los seres vivos son
considerados sujetos, es decir en un plano de hermandad e
igualdad, el idioma español expresa en sus frases la
existencia de un sujeto y a los demás seres los considera
objetos.

La diferencia se explica por las mentalidades
contrapuestas de los pueblos mencionados.

El pensamiento maya manifiesta una vida comunal, en la
que seres humanos, animales, plantas, planetas,
estrellas, etc., constituyen un todo armónico unido por el
amor.

Su opuesto es la filosofía europea que expresa
una forma de vida basada en la propiedad privada, en el
individualismo, en la mercantilización de la vida y la
naturaleza. Unido todo por el odio.

Esta es la principal razón por la que el intento
de diálogo entre los indígenas chiapanecos,
descendientes de los antiguos mayas y el gobierno
priísta-panista neoliberal, descendiente de los
conquistadores europeos, nunca podrán entenderse y ponerse
de acuerdo.

Después de doce años del levantamiento
armado de nuestros hermanos indígenas en Chiapas, miles de
seres humanos de los cinco continentes han comprendido el mensaje
de los antiguos mayas, en el que todos los seres vivos somos una
familia que debe construir la sociedad, sin propiedad privada y
sin gobierno, comunalmente, tal como vivieron por miles de
años los mayas, los aztecas, zapotecas, mixtecos y un
largo etc., que incluye a todos los hermanos indígenas del
planeta.

CAPÍTULO DIECIOCHO.

LIBERTAD Y
COMUNIDAD.

En la sociedad moderna impera el individualismo
egoísta, iluminado por el dios dinero.

La familia, base de la sociedad actual, se encuentra
dividida por intereses monetarios, políticos y
religiosos.

Todo bendecido por una institución religiosa que
reprime, con su moral
autoritaria, la sexualidad de
los niños y
los jóvenes, represión que hunde en la
sumisión neurótica y política a los
ciudadanos de México y del mundo.

En cambio en la
comunidad indígena existe la unión familiar, no
sólo a nivel sanguíneo, sino también social,
con la naturaleza y el cosmos.

En la sociedad moderna, judeo-cristiana, en apariencia
se goza de libertad, ya que ésta es egoísta,
individualista, y en los hechos resulta un libertinaje suicida
que enriquece aún más a las compañías
televisivas, cigarreras, alcohólicas, de refrescos, de
enervantes como la marihuana, la
cocaína,
etc., que sirven de huida de los problemas monetarios, amorosos,
sexuales, etc.

Por el contrario en la comunidad indígena, al no
existir el individualismo, cada uno de sus integrantes es libre
de poder desarrollar todas sus potencialidades humanas, ya que
éstas no se contraponen a los intereses y sentimientos de
sus hermanos.

En la sociedad de hoy la libertad individualista
está llevando a la destrucción de la humanidad, al
enfrentar entre sí a los hermanos por intereses
monetarios, religiosos, raciales, de nacionalidad,
etc.

En la comunidad de tipo indígena la libertad
llevará no sólo a la Libertad de los seres humanos
de un país, sino a la libertad de nuestros hermanos de
todos los países del mundo.

No es una casualidad que en el Congreso Indígena
de 1974, en San Cristóbal de la Casas, Chiapas; cuatro
pueblos mayas (que 20 años más tarde se
levantarían en armas) compusieran esta canción en
ese acto:

"Tzotzil tzeltal tojolabal ch'ol, tzotzil, tzeltal,
tojolabal ch’ol".

"Con un solo corazón caminaremos, en un solo
corazón alcanzaremos la libertad en todo el mundo, en toda
la tierra".

La libertad para los tojolabales no es individualista,
sino social, comunitaria, de hermanos.

Como dice Lenkersdorf: para los tojolabales "la
comunidad no representa ningún obstáculo para vivir
en libertad sino todo lo contrario, es la vida en comunidad lo
que proporciona la verdadera libertad a aquellos que están
bien unidos. Es decir, la libertad será de los
comprometidos con la comunidad".

No hay libertad si no hay un lugar donde echemos
raíces que nos den vida, comunidad y
sostén.

En la comunidad indígena, en la medida de que
todos somos sujetos, hermanos, no es posible convertir a
éstos en objetos (explotados y sumisos) que obstaculicen
nuestra libertad y se oponga a ella.

La libertad no se logra oponiéndonos a ellos,
sino en colaboración con ellos.

Mientras que en la sociedad dominante se afirma:
"Queremos ser libres de los demás y para nosotros mismos";
en la sociedad tojolabal se manifiesta: "La comunidad nos hace
libres para los demás y de nosotros mismos".

Indigenismo y zapatismo se unen cuando los tojolabales
afirman que la libertad es inseparable de la madre tierra,
armonizadas ambas en la comunidad.

En otras palabras: tierra, libertad y comunidad son
inseparables.

La comunidad para los mayas-tojolabales no se reduce a
los lazos familiares consanguíneos, sino que abarca a
todos los seres vivos, la humanidad y a todos los astros del
cosmos

CAPÍTULO DIECINUEVE

PRIMERA
DECLARACIÓN DE LA SELVA.

No nos cansaremos de afirmarlo porque es verdad: la
raíz del Ejército Zapatista de Liberación
Nacional es la filosofía humanista y ecológica de
los antiguos mayas e indígenas de todo el
mundo.

Las primeras palabras de la declaración de la
selva lacandona, del primero de enero de 1994, lo dicen
claramente: "Somos producto de 500 años de
luchas…"

Es decir que los zapatistas de Chiapas son los
continuadores de la existencia indígena en América
y por tanto de la resistencia de
los aborígenes de los cinco continentes.

Esta resistencia, primero fue contra los invasores y
colonizadores europeos, quienes llegaron a Indoamérica a
robar las tierras, a explotar y exterminar a los
indígenas, y a imponerles una filosofía
monetarizada, egoísta, antinatural, hipócrita,
represora sexual, castrante, neurótica, etc.

Después de 300 años de coloniaje, los
criollos y mestizos se ponen de acuerdo para "independizarse" de
España
y desde esa fechas, 1821, hasta hoy, todos los gobiernos han
continuado lo que comenzaron los europeos.

Han pasado casi 200 años y los gobiernos
liberales y neoliberales han seguido discriminando y explotando
inhumanamente a los nativos de este continente, y cuando
éstos se rebelan ante las injusticias de los finqueros,
hacendados y gobernantes, son asesinados por el ejército
mexicano, policías, guardias blancas y grupos
paramilitares entrenados por el ejército
oficial.

El ejército mexicano, a su vez, recibe entrenamiento del
ejército del gobierno de los Estados Unidos de
Norteamérica.

En los primeros párrafos de la mencionada
declaración de la selva lacandona, los indígenas
reconocen que son hombres pobres a los que se les ha negado la
preparación más elemental, para así poder
utilizarlos como carne de cañón.

Mientras que los terratenientes y ricos del campo,
apoyados por el gobierno y su ejército, saquean y venden
las riquezas del país, los aborígenes se mueren de
hambre y enfermedades
curables, careciendo de tierra, techo digno, trabajo, salud, alimentación,
educación,
etc.

Nuestros hermanos, nativos no tienen derecho a elegir
democráticamente a sus autoridades, y carecen de paz y
justicia.

Luego declaración citada hace un llamado a los
millones de hermanos pobres a que se unan a los zapatistas, ya
que es el único camino para no morir de hambre, ante la
ambición insaciable de la dictadura de una camarilla que
representa a los grupos más conservadores y
vendepatrias.

El sistema
político mexicano, basado en el presidencialismo
autoritario y los partidos de Estado (PRI-PAN), desde 1929 a la
fecha, en los hechos, ha sido una dictadura con máscara
democrática.

Los gobiernos mexicanos no sólo defienden los
intereses de los ricos mexicanos, sino también sirven a
gobiernos como el de los Estados Unidos de
Norteamérica.

El ejército oficial no sólo ha masacrado a
obreros (1958) y estudiantes (1968), sino también a
campesinos e indígenas de todo el país.

No es una casualidad que en Chiapas haya estallado la
rebelión indígena zapatista, pues por más de
500 años los hermanos mayas de ese lugar han sido
explotados, asesinados y abandonados a morir de hambre y
enfermedades curables.

Por estas causas morían anualmente mil quinientos
hermanos.

Hoy Chiapas sufre un estado de sitio, ya que más
de 40,000 soldados del gobierno mantienen ocupado militarmente
ese estado.

Después de más de dos años de no
cumplir los acuerdos de San Andrés, el gobierno intenta,
por medio del ejército y sus grupos paramilitares, aislan
a los integrantes del EZLN, con fin de poderlos eliminar sin
dejar uno vivo, como sucedió en Perú con los
tupamaros.

Pero si esa estrategia
resultó favorable al gobierno cuando derrotó la
guerrilla guerrerense de Genaro y Lucio, en esta ocasión
no conseguirá su objetivo.

Pues aun cuando logre exterminar a los hermanos mayas
del EZLN, las semillas que ellos han sembrado en los corazones de
millones de seres humanos del planeta, crecerá y
florecerá en la nueva humanidad rebelde que desde hoy
sueña y lucha por una sociedad en la que existan libertad,
democracia y justicia, acordes con la naturaleza y el
cosmos.

CAPÍTULO VEINTE

LAS DEMANDAS
ZAPATISTAS.

Una característica esencial de la primera
declaración de la selva lacandona del EZLN. es que el
objetivo de su lucha no es sólo para que los
indígenas vivan como seres humanos, sino que la
mayoría de la humanidad viva en una sociedad en la que
haya libertad y justicia.

El último párrafo
de la declaración del EZLN. que comentamos, nos dice que
la lucha de los indígenas mayas, no es sólo para
detener la guerra genocida, no declarada, que desde hace
más de 500 años llevan a cabo los gobernantes
contra los nativos mexicanos, sino también para que
éstos gocen de los productos de su trabajo y tengan una
vida de seres humanos.

Este llamado a los trabajadores mexicanos ha sido
continuado por los dirigentes zapatistas a lo largo de doce
años.

Los Acuerdos de la Convención Nacional
Democrática, y otros intentos para que el pueblo mexicano
participe, no son únicamente para apoyar a los
indígenas mayas de Chiapas, sino para que todos los seres
humanos de México y el mundo detengamos a los
parásitos asesinos, los gobernantes, y reorganicemos
nuestra vida.

Y qué mejor forma de reorganizar nuestra vida,
que desde hoy comencemos a luchar por las demandas neozapatistas,
que al cumplirse, poco a poco, vayamos siendo los verdaderos
constructores de nuestros destino y el futuro de nuestros hijos y
nietos.

CAPÍTULO VENTIUNO

EL PROGRAMA DEL EZLN.
(La Tierra).

Para la filosofía occidental europea la tierra es
una mercancía, en cambio para los indígenas de
México y del mundo, es sagrada.

Cada árbol, río, bosque, colina, viento,
el sonido de
insectos, son cosas sagradas para los
indígenas.

La tierra es nuestra madre, que junto con el padre sol
nos han dado vida (por medio del oxígeno) y nos
continúa dando sus productos.

Las flores, los animales y las estrellas son nuestros
hermanos y hermanas.

Por el contrario el apetito voraz de los ricos por
aumentar sus ganancias ha llevado a la desaparición de los
bosques, ríos, lagos y con el peligro de producir la
muerte en el planeta.

Si ya no existieran árboles, aguas, animales, también
desaparecería la humanidad, pues todos somos una
armonía musical.

La tierra no es del hombre sino que el hombre es de la
tierra.

Los gobernantes neoliberales putrefactos, con su
corrupción han contribuido y siguen
contribuyendo a la infección de la tierra.

De no ser detenidos, los ciudadanos del mundo
despertarán ahogándose con sus propios
desperdicios, contaminados por su obra suicida.

La tierra no debe ser propiedad particular de nadie,
pues pertenece a todos.

Al convertir la tierra en propiedad privada de una
minoría, la mayoría queda condenada a la esclavitud.

Cuando los zapatistas en la primera declaración
de la selva plantean que la tierra se reparta entre todos los que
la trabajan comunalmente, no solo reivindican la bandera de
Emiliano Zapata, sino que proponen una vieja demanda
indígena.

Tierra, Libertad, y Comunidad son unidad
inseparable.

El arrepentimiento del gobierno neoliberal mexicano por
haber firmado, en febrero de 1996, los acuerdos de San
Andrés se debe a que en esos documentos se
encuentran plasmados los ideales zapatistas de la comunidad
indígena, autogestionaria e independiente del
gobierno.

Aun cuando de palabra el ejecutivo federal dice aceptar
los mencionados acuerdos que firmó hace varios
años, en la realidad se niega a cumplirlos.

El autoritarismo presidencial y sus partidos de Estado
nunca aceptarán en los hechos que los indígenas se
administren autónoma e independientemente.

La demanda del uso común de la tierra, en forma
libre y comunal, constituye un principio que no
traicionarán los Zapatistas, pues constituye la esencia de
la verdadera democracia, Libertad y Justicia.

CAPÍTULO VEINTIDOS

El programa
del EZLN.(el
trabajo).

Las 11 demandas zapatistas contenidas en la
declaración de la selva lacandona, del primero de enero de
1994, constituyen no sólo un programa mínimo, sino
también, al mismo tiempo, es un programa
máximo.

Esas demandas no son sólo para obtener un mejor
nivel de vida para todos los mexicanos, sino también son
la forma de vida de las comunidades indígenas, que se ha
conservado miles de años.

Los mayas de Chiapas lo proponen como solución a
los problemas que sufren los seres vivos del planeta.

El trabajo contiene su contradicción: al mismo
tiempo que liberó a! ser primitivo de la naturaleza al
humanizar a nuestros antepasados, también, desde que
existe la propiedad privada y el gobierno, ha sido un medio de
explotación y de enajenación (división) del hombre
consigo mismo.

En las comunidades indígenas el trabajo une
fraternalmente al panal de los dioses terrenales.

En cambio en las sociedades basadas en la esclavitud,
antigua y moderna, enriquece sólo a una minoría
parasitaria y empobrece a la mayoría productora de las
riquezas sociales.

Desde la aparición de la propiedad privada en
Europa, hasta hoy, el trabajo asalariado de los esclavos modernos
los ha hundido en la miseria económica, en la ignorancia,
en la sumisión a sus líderes sindicales traidores,
en la neurosis y
castración mental y política.

Los ciudadanos están dominados por
políticos corruptos (de cualquier tendencia
política), por la idiotización al fútbol,
las telenovelas y programas de
concursos.

El aparato de Estado con la domesticación y
neurotización de los niños en el seno familiar, con
su educación escolar lobotomizante de los jóvenes,
apoyado por la iglesia católica, castra la rebeldía
y convierte en sumisos políticos a la mayoría de
los mexicanos.

El Estado también contribuye a la
contaminación de la naturaleza y la vida, recibiendo
dinero de los dueños de aserraderos y empresas
químicas

El egoísmo individualista corroe cancerosamente a
los seres humanos, por el odio racial, nacionalista, religioso
que existe entre hermanos, que los lleva (como en Yugoslavia,
África y otros países) a matarse entre
sí.

Para que la humanidad no desaparezca es necesario y
urgente que reorganicemos a la sociedad tal como la han tenido y
la tienen organizada los indígenas de México y del
mundo.

Esta organización está basada en la
filosofía humanista, amorosa, fraterna, ecológica y
cósmica de nuestros hermanos indígenas.

Para que el trabajo no sea un medio de
explotación, no debe existir la propiedad privada y el
gobierno.

Los seres humanos como abejas de un panal, debemos
trabajar unidos repartiéndonos, sin egoísmos
individualistas, las riquezas producidas por todos.

Ricardo Flores Magón propuso que todo lo que se
produzca se reúna en un almacén,
donde todos acudan a recoger lo que necesiten.

Este sueño es realidad en comunidades
indígenas de México y del mundo.

CAPÍTULO VEINTITRES

Cuatro demandas
neozapatistas.

Vivienda, alimentación, salud y
educación.

Estas demandas son necesidades que a los
indígenas de México se les han negado, son demandas
que los esclavos del mundo están enarbolando desde hace
más de dos mil años.

Desde la aparición de la propiedad privada y del
esclavismo en Europa, precisamente en Grecia, 500 años
antes de Cristo, en la "Época de Oro de la
Civilización Griega", sabemos que los productores de las
riquezas sociales y culturales han carecido de una casa y un
techo dignos de seres humanos, de una sana y nutritiva
alimentación, de salud y educación
escolar.

En cambio las clases dominantes siempre han tenido
grandes palacios donde ostentan sus riquezas como lo hacen los
"capos" del narcotráfico, los patrones capitalistas y
sus funcionarios corruptos.

Cuentan estos parásitos y depredadores con
abundantes alimentos para
sus esposas e hijos y pueden pagar las más caras
clínicas y doctores especializados.

Algunos de estos gobernantes y narcos, junto con obispos
y arzobispos y grandes capitalistas son pederastas y participan
en orgías de sexo, alcohol y todo
tipo de drogas.

Tienen suficiente dinero para inscribir a sus hijos en
las mejores universidades, para que continúen
administrando sus empresas y sigan gobernando.

La falta de techo, alimentación, salud y
educación para millones de seres humanos, son un aviso de
que el Neoliberalismo y globalización capitalista,
encabezado por las grandes potencias imperialistas, como EU.,
Japón,
Europa, etc., están pudriéndose y amenazan con
exterminar (con muerte por hambre, enfermedades curables,
fenómenos naturales y matanzas entre hermanos) a los
millones de pobres del mundo.

Por la contaminación que resulta de su hambruna de
ganancias, intentan desaparecer la vida de nuestro
planeta.

Pero no todo está perdido.

Antes de los Zapatistas de Chiapas han vivido una
pléyade de revolucionarios y movimientos de
rebeldía que también han luchado por una sociedad
realmente humana, libre, democrática, con justicia y
paz.

Desde el levantamiento de los esclavos, pasando por el
Magonismo, Guevarismo y el actual Zapatismo, han existido
utópicos y soñadores (Espartaco, Ricardo Flores
Magón. Ernesto "Che" Guevara y el Subcomandante Marcos),
que han dedicado su vida y la han ofrendado (Los tres primeros)
en aras de que la humanidad ya no sufra hambre, miseria, muerte
por enfermedades curables, una casa para seres humanos y la
facilidad para estudiar en todos los niveles
educativos.

En este Siglo XXI la humanidad hará desaparecer
la propiedad privada y los gobiernos y reorganizará su
sociedad comunalmente, en libertad, sin esclavismo,
democráticamente.

Todos participaremos en nuestro destino, habrá
justicia humana y existirá la paz en el mundo.

CAPÍTULO VENTICUATRO

Independencia y
libertad.

Estas dos demandas Zapatistas son un viejo sueño
de los países dependientes y de los seres humanos en
general.

Un pueblo culto es un pueblo Libre e
Independiente.

Un ser humano Independiente económica y
políticamente, es libre.

Juan Jacobo Rosseau afirmó que los seres humanos
nacemos libres, pero vivimos encadenados.

Desde la aparición de la propiedad privada y el
Estado, la mayoría de la población del planeta ha
estado esclavizada.

La esclavitud no sólo es económica sino
también mental.

La sumisión política es complemento
reproductor de la Sociedad esclavista, antigua y
moderna.

La explotación del esclavo asalariado es la base
de la mentalidad sumisa y neurótica del esclavo
moderno.

Mientras exista la propiedad privada y los gobiernos,
existirán ricos y pobres, así como países
imperialistas que se enriquecen a costa de la miseria, hambre y
muerte de los países dependientes como
México.

La mentalidad sumisa del esclavo es transmitida de
padres a hijos por medio de la educación familiar
autoritaria, reforzada por la educación escolar, la
iglesia y los medios masivos de información.

La esencia de esta domesticación castrante del
ciudadano moderno se encuentra en la moral sexual propia de los
gobiernos autoritarios.

Ricardo Flores Magón escribió que el
revolucionario es ilegal por naturaleza, ya que las leyes
domestican y castran.

El Estado, compuesto por los tres
poderes, la burocracia y el
ejército, posee también los aparatos
ideológicos (familia, escuela, iglesia,
los medios masivos de información, jurídicos como
la constitución y demás leyes, etc.) y los
represivos (ejército y todas las policías, jueces,
abogados, cárceles, etc.).

Los aparatos represivos del Estado utilizan la violencia
institucional para defender la propiedad que detentan los ricos
parásitos.

Esta violencia es legal y la ejerce el Estado contra los
rebeldes, explotados y oprimidos.

La violencia del Estado se justifica legalmente, como
los asesinatos de más de 500 militantes del PRD, las
matanzas de Tlaltelolco, Chenalhó y Acteal, así
como los crímenes de Estado de Manuel Buendía, del
cardenal de Guadalajara, Colosio, Ruiz Massieu, etc.

Por el contrario la insurrección armada de los
indígenas chiapanecos que tiene como fin el de que vivamos
como seres humanos, es considerada "delito" por los
gobernantes.

Por eso las demandas de independencia y libertad son
banderas no sólo para el pueblo mexicano, sino para todos
los pueblos del mundo.

CAPÍTULO VEINTICINCO

Democracia,
justicia y paz.

Estas tres últimas demandas zapatistas, de la
primera declaración de la selva lacandona de enero de
1994, constituyen por sí solas un programa de lucha por
una sociedad que existió y existe en la comunidad
indígena y que el EZLN, le propone a la humanidad y a
todos los pueblos del mundo.

En el viejo mundo desde hace más de 2000
años existe una falsa democracia

Ya que desde su cuna, la Grecia clásica, los
únicos que podían elegir, ser elegidos y participar
en la política, es decir los que gozaban de sus derechos ciudadanos gozaban
de justicia y conocían la paz, eran los
esclavistas.

En cambio la inmensa mayoría de la
población griega eran los esclavos que producían
las riquezas sociales y se encontraban pobres.

En la actualidad esa falsa democracia todavía
existe y no sólo en Europa, sino también en EU. y
en el resto del mundo dominado por los imperialistas
neoliberales.

El modelo de la
democracia que los gobernantes gringos han intentado implantar en
todos los países del mundo, consiste en que una
minoría social parasitaria y depredadora, es la que puede
votar y decide el destino de la gran mayoría de la
población.

Los indígenas de EU., los negros, los latinos,
los mexicanos y demás países, suman ya millones que
hasta hoy son explotados, oprimidos, perseguidos y en carcelados
por el "delito" de luchar por una vida de seres
humanos.

En cambio, desde hace miles de años existen
comunidades indígenas en los cinco continentes, donde la
democracia (demos=pueblo y cratos=poder) ha sido y es una
realidad.

Basta asistir a una asamblea indígena, (como la
de los mayas tojolabales) en la que no existen parásitos
militantes de ningún partido político, ni
funcionarios de gobierno, que impongan y manden autoritariamente,
para comprobar que en esas comunidades sí existe la
democracia.

En tanto no exista democracia no habrá justicia
para todos los seres humanos, ni mucho menos paz
social.

En la actualidad no existe país en el mundo donde
haya democracia, Justicia y Paz Social, basta leer los diarios y
ver las noticias en la
TV para comprobarlo.

No nos cansaremos de afirmarlo.

Durante este siglo XXI la humanidad adoptará la
filosofía humanista y ecológica de las comunidades
indígenas y con ello se alcanzará la verdadera
democracia, justicia y paz en nuestro planeta azul.

CAPÍTULO VEINTISEIS

La
autonomía indígena.

Horacio Labastida afirma que el gobierno federal no
cumple su palabra, comprometida hace varios años al
aceptar, parcialmente, los acuerdos de San Andrés
Larrainzar, porque no quiere debilitar más al sistema
autoritario presidencial basado en partidos de Estado.

Los hermanos indígenas de Chiapas tienen
razón y deben reconocérseles sus derechos a nivel
constitucional.

La tesis oficial de que la autonomía exigida por
las comunidades indígenas es una violación a la
soberanía, es una
aberración.

Desde 1821, en los hechos, ha prevalecido el centralismo
político.

La idea del municipio libre surgió en el congreso
constituyente de 1917.

El federalismo siempre ha sido una batalla del pueblo
contra el centralismo.

Propio del centralismo es la negación
jurídica de los derechos de los
indígenas.

Cabe asentar que aun cuando el Congreso constituyente de
1917 acordó el federalismo, hasta hoy, en la realidad
todavía sigue existiendo el centralismo bajo la forma de
un autoritarismo presidencial.

El reconocimiento al municipio libre sólo fue un
triunfo de papel pues hasta hoy sigue siendo una
promesa.

La esencia de los acuerdos de San Andrés
Larrainzar es que dentro de la Federación se reconociera
la autonomía de las comunidades indígenas, ya que
éstas representan una poderosa cultura propia que quiere
desenvolverse de acuerdo a las raíces filosóficas
humanistas, heredadas por sus sabios abuelos.

Ahora bien, si la autonomía que exigen los
indígenas no se contrapone al espíritu federalista
de la constitución de 1917 ¿Por qué el
gobierno federal no quiere cumplir lo que firmó en febrero
de 1996 en San Andrés Larrainzar?

Porque el sistema autoritario se debilitaría al
no poder tener el control que ha
tenido sobre las comunidades indígenas, las cuales se
autogobernarían con base en sus usos y
costumbres.

Es paradójico que el gobierno acuse al EZLN, de
tratar de romper la unidad nacional y balcanizar al país,
cuando es la clase gobernante la que ha entregado la nación
al capital extranjero.

Desde hace muchos años los gobiernos de
México han servido a los intereses de la oligarquía
nacional extranjera.

Gilberto López Rivas escribió que los
pueblos indígenas se han convertido en una parte
constitutiva de la cuestión nacional, sin ellos es
imposible transitar a la democracia.

Este mismo autor afirma que la forma para establecer un
reglamento democrático, basado en el pluralismo y el
multiculturalismo es la autonomía.

La autonomía indígena se armoniza con una
sociedad realmente democrática que todavía no
tenemos.

Esta autonomía es el instrumento básico
para desaparecer al racismo.

Resonará, reverberará, en una democracia
nacional y mundial.

Es por lo anterior, que las demandas indígenas no
sólo democratizarán al país, sino
también al mundo entero.

CAPÍTULO VEINTISIETE

El derecho
indígena.

Francisco López Bárcenas, miembro del
Congreso Nacional Indígena nos dice que todos los
mexicanos somos hermanos y por tanto formamos parte de una sola
familia, y México es nuestra casa.

Este mismo autor afirma que todos los gobiernos que
hemos tenido, liberales y conservadores, monárquicos o
republicanos, centralistas o federalistas, han sido injustos con
los indígenas.

Los gobernantes mexicanos no solo han explotado a los
aborígenes sino también los han marginado,
abandonado y en los derechos no los consideran ni ciudadanos ni
seres humanos.

Las constituciones de 1824 y 1857 los denominó
tribus extranjeras.

En la constitución de 1917 se intentó su
reconocimiento pero sólo en materia
agraria, se les estigmatizó como hijos
bastardos.

Todos sabían que existían pero
ningún gobierno los aceptaba con sus diferencias,
querían que los indígenas renunciaran a sus
costumbres, a su idioma, a su filosofía humana y a su
ecología.

Desde el primer gobierno del periodo independiente hasta
el neoliberalista de hoy, no les reconocen ningún
derecho.

Para engañar a los hermanos de otros
países, el gobierno mexicano firmó el convenio 169
relativo a pueblos indígenas y tribales, en países
independientes.

Ahora se niega a reconocer los derechos indígenas
en que firmó a nivel internacional.

Durante más de 500 años los
indígenas de nuestro país han buscado formas
pacíficas para que los escuchen los
gobernantes.

Como todos sabemos el primero de enero de 1994, miles de
hermanos, descendientes de los antiguos mayas, se levantaron en
armas para exigir sus derechos negados.

Ese levantamiento ha desencadenado varios encuentros
entre indígenas y mestizos que llevaron a una
reunión entre una organización armada y un
movimiento civil que busca los mismos objetivos: que
los excluidos de siempre sean reconocidos y se les reconozcan y
defiendan sus derechos.

En todos estos encuentros se han expresado libremente la
voz de indígenas y mestizos.

El reclamo ha sido el mismo; que a los indígenas
se les de la razón y trate como a nuestros hermanos,
respetando sus diferencias de lengua y
cultura.

En febrero de 1996 el gobierno priísta neoliberal
encabezado por E. Zedillo firmó los acuerdos de San
Andrés, donde aceptó que a los indígenas se
les respetarían sus usos y costumbres, su
autonomía, idiomas y culturas.

Han pasado varios años y el gobierno se niega a
cumplir su palabra.

En otros países como Rusia,
Yugoslavia y Checoslovaquia, los indígenas se han
independizado, y en otros, como Colombia y
Nicaragua, han creado nuevas formas de relación entre
ellos, aceptando que son diferentes y tolerándose entre
sí.

En México nuestros hermanos indígenas
jamás han pensado dejar nuestro, país ni separarse
de la nación.

Por el contrario han dicho: "Nunca más un
México sin nosotros".

CAPÍTULO VEINTIOCHO.

Limpieza
étnica en Chiapas.

La masacre de 45 indígenas chiapanecos, en
Acteal, la mayoría niños y mujeres, realizada por
una organización paramilitar priísta ("paz y
justicia"), no es un hecho aislado en la historia de la humanidad
y en especial de México.

Desde la aparición de sociedades patriarcales
esclavistas, basadas en la propiedad privada, en Europa, la
expansión de los imperios capitalistas como el de Inglaterra y
España han tenido como objetivo no sólo explotar
inhumanamente a los indígenas de Asia, África,
América y Australia, sino sobre todo, exterminar a los
nacidos en estos cuatro continentes.

En nuestro país, los españoles durante
más de 300 años llevaron acabo la "limpieza
étnica".

Después de la "Independencia" los gobernantes
mexicanos, desde los siglos pasados hasta los que forman parte
del sistema político priísta, basado en el
presidencialismo autoritario que lleva casi 70 años en el
poder, han tenido la misma mira: Exterminar a millones de
indígenas mexicanos.

Por eso la matanza de Chenalhó a pocas horas de
la celebración cristiana del nacimiento de Jesús,
es una advertencia de que el gobierno priísta de ese
sexenio decidió acelerar el exterminio de los
indígenas.

A doce años del levantamiento armado zapatista en
Chiapas, esta masacre no sólo es un aviso al EZLN, de que
el gobierno carrancista ha decidido arrasar militarmente con los
zapatistas indígenas chiapanecos

Sino también es un aviso a los millones de
indígenas de todo México.

Sólo resta a la "Sociedad Civil", a los
más de cien millones de mexicanos, y a la humanidad
entera, de que nos rebelemos como un solo ser humano, para evitar
esta limpieza en la que caerán asesinados niños,
mujeres, ancianos e indígenas, hermanos
nuestros.

La única solución es apoyar y participar
en la revolución indígena mundial, que
comenzó el primero de enero de 1994, en la selva lacandona
de Chiapas.

CAPÍTULO VEINTINUEVE.

Indigenismo en Chiapas.

Hace miles de años, durante el florecimiento de
las grandes civilizaciones del planeta tierra, nuestros abuelos
que no conocieron la propiedad privada, ni los gobiernos,
vivieron acordes con la naturaleza.

Su religión fue científica, humana y
basada en el amor entre todos los seres vivientes.

Es con la llegada de los europeos, cuando nuestro suelo
es pisoteado por una horda de ladrones, violadores y
asesinos.

A partir de ese negro día hasta la actualidad,
más de 500 años los indígenas de
América han sido explotados y humillados; discriminados,
perseguidos y casi exterminados, como si no fueran seres
humanos.

Como si no fueran nuestros hermanos.

En México, desde el porfiriato hasta hoy y en
especial desde 1929, el sistema político, basado en el
presidencialismo autoritario y los partidos de Estado, ha
continuado el objetivo de los europeos: explotar, humillar y
tratar de exterminar a los nativos de este continente (mayas,
zapotecos, etc.).

Fue hasta octubre de 1974, durante el primer congreso
indígena en San Cristóbal de las Casas, Chiapas,
cuando se escucharon las primeras voces de rebeldía
indígena.

Esos días se escucharon los corazones de los
Tzeltales, Tzotziles, Tojolabales, Choles, etc., quienes
denunciaron a los caciques priístas finqueros,
funcionarios del partido oficial, gobernantes corruptos, que les
han robado sus tierras comunales, los han idiotizado con el
alcohol, los han esclavizado con míseros salarios y cuando
se han rebelado, han sido reprimidos y asesinados por
policías, soldados del ejército, guardias blancas y
grupos paramilitares (compuestos por sus hermanos).

Grupos financiados por los terratenientes y hacendados
priístas.

Después de soportar más de 500 años
estas injusticias, ha sido el primero de enero de 1994 cuando las
cenizas reviven y la luz ha comenzado a calentar, con amor, los
corazones indígenas.

CAPÍTULO TREINTA.

Internacionalismo indígena.

La revolución indígena mundial, que
comenzaron los hermanos mayas de la selva lacandona en enero de
1994, ha estado floreciendo.

La primera reunión internacional a favor de la
humanidad y en contra del neoliberalismo se realizó en
Chiapas y la segunda fue en España.

Por otra parte, desde enero de 1994, organizaciones no
gubernamentales de México y del mundo han estado
participando, para que se respeten los derechos humanos
de los hermanos indígenas.

El gobierno federal ha desatado una campaña en
contra de ese apoyo internacional.

La Secretaría de Gobernación, el
coordinador para el diálogo en Chiapas y Canal Azteca han
sido los instrumentos del ejecutivo federal.

La causa de esta campaña xenofóbica se
debe a los miles de manifestantes de muchas capitales del mundo
que han salido a la calle a expresar su apoyo a los hermanos
indígenas y a la llegada a Chiapas de cientos de
extranjeros, más sensibles que muchos mexicanos, que dicen
apoyar a los zapatistas pero no lo hacen.

El gobierno federal ve un peligro para su
política antiindígena en el hecho de que los
zapatistas reciban apoyo exterior.

La guerra sucia de baja intensidad que aplica el
gobierno mexicano, asesorado por el gobierno y el ejército
Yanqui, no sólo consiste en aterrorizar a las comunidades
indígenas con matanzas como la de Acteal, (con sus grupos
paramilitares entrenados por su ejército).

Sino también utiliza a falsos periodistas como
Lolita de la Vega, quien se ha caracterizado por servir fielmente
al gobierno mexicano.

Al estilo de "Ciudad desnuda", de Alatorre, De la Vega
realizó el papel de policía de gobernación y
se presentó en una población zapatista, sin avisar
ni solicitar permiso.

Con el apoyo de gobernación, logró filmar
la presencia de estos extranjeros (según ella armados) que
sólo portaban cámaras fotográficas, e
hiriendo a un niño indígena con una lámina
que se desprendió a causa del aire generado por el
helicóptero lo cual, claro, se le olvidó
narrar.

Televisión Azteca, así como Televisa, ha
demostrado que también le son útiles al
gobierno.

En lugar de que estos canales digan la verdad y apoyen a
los indígenas que se encuentran en desgracia, apoyan al
más fuerte, que les paga grandes cantidades de
dinero.

La posición oficial se entiende, es apoyada por
el gobierno y el ejército de EU.

Ahora es cuando debemos apoyar a nuestros hermanos
indígenas y a los hermanos de otros países que,
desinteresadamente, vienen a dar su apoyo a los chiapanecos, que
están en peligro de ser exterminados.

Si queremos que nuestros hijos y nietos no sufran las
injusticias que padecemos, debemos apoyar, con todas las formas
posibles de lucha, la revolución indígena mundial
que se inició en la selva lacandona en 1994.

 

Humberto Escobedo Cetina

Partes: 1, 2
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