Monografias.com > Religión
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Los hijos de Dios



Partes: 1, 2

    1. Los hijos de
      Dios

    INTRODUCCIÓN

    Amados hermanos, esta vez el estudio bíblico se
    va a centrar en conocer parte de nuestra identidad en
    Cristo, y cómo nos debemos comportar como sus hijos
    legítimos. Este estudio es el primero que hago de este
    tema, y al menos escribiré otro para afianzar el
    conocimiento de quiénes somos realmente como hijos(as)
    de Dios. No dejes de leer los estudios de: Cuerpo, alma y
    espíritu, El Nuevo Nacimiento y El Nuevo Pacto, si es que
    no los has leído, para que te actualices y entiendas mejor
    este estudio, además de que tengas la oportunidad de
    convertirte en un(a) verdadero(a) hijo(a) de Dios.

    Es muy importante saber todo esto porque nos evitaremos
    paradigmas
    mentales que nos ofusquen e incluso que nos frustren nuestro
    parecer de Dios. Una de las cosas que tenemos que tener en mente,
    es que Dios nos ama, y nos ama al punto tal que se entregó
    asimismo, bajo la figura de Jesús, para librarnos del
    pecado. Tenemos que saber que nosotros valemos la Sangre de Cristo
    para Dios. Esto es algo a considerar.

    No quiero empezar con el análisis sin antes decir que todos estos
    postulados que a continuación se verán, aplican
    únicamente a hijos de Dios, o sea, a aquellas personas que
    han hecho la oración de entrega u oración de fe,
    como se quiera llamar, que se colocó al final de la
    clase de "El
    Nuevo Nacimiento" o una oración similar; no tiene que ser
    esa oración específicamente, una similar basta,
    siempre que cumpla con algunos puntos, entre los cuales destacan:
    Pedir perdón por nuestros pecados, reconocer que
    Jesucristo es nuestro Señor y Salvador, darle gracias por
    la obra que hizo en la cruz e invitar a Jesucristo a vivir en
    nuestro corazón
    para siempre. Si hacemos una oración que incluya estos
    puntos como fundamentales y sobretodo, si la hacemos de
    corazón, con fe, creyendo, entonces seremos hijos
    legítimos de Dios, porque Él nos adoptó como
    hijos. Ahora queda adoptarle a Él como Padre.

    Normalmente cuando nos hacemos hijos de Dios, tenemos
    muchas fortalezas mentales y una de ellos es el modelo que
    seguimos para tratar a Dios o para pensar en cómo
    Él nos puede tratar; ese es el modelo que implantaron en
    nuestras cabezas nuestros padres con la manera en que ellos nos
    trataron. Entonces muchas veces creemos que Dios es castigador
    porque nuestro papá fue castigador y nos trató
    duramente; o creemos que Dios es implacable porque nuestros
    padres fueron implacables con nosotros. Pero esto en realidad no
    es así. Dios es un Dios de amor, de
    perdón, de misericordia, tardo para la ira, paciente.
    Nuestro Papá celestial es PERFECTO.

    LOS
    HIJOS DE DIOS

    • Isaías 64

    "Saliste
    al encuentro del que con alegría hacía justicia, de
    los que se acordaban de ti en tus caminos
    ; he aquí, tú te enojaste porque pecamos;
    en los pecados hemos perseverado por largo tiempo;
    ¿podremos acaso ser salvos? Si bien
    todos nosotros somos como
    suciedad
    , y
    todas nuestras justicias como trapo de
    inmundicia
    ; y caímos
    todos nosotros como la hoja, y nuestras maldades nos llevaron
    como viento. Nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte
    para apoyarse en ti; por lo cual escondiste de nosotros tu
    rostro, y nos dejaste marchitar en poder de
    nuestras maldades. Ahora pues, Jehová,
    tú eres nuestro
    padre
    ; nosotros barro, y
    tú el que nos formaste; así que obra de tus manos
    somos todos nosotros".

    La gran mayoría de las personas creen que son
    hijos(as) de Dios simplemente por el hecho de nacer, y este es un
    engaño generalizado, así como también el
    hecho de pensar que alguna persona es
    realmente justa o que uno mismo tiene un sentido de la justicia
    bastante bueno. Muchos dicen: "Vamos a decirle a tal persona lo
    que pasó que seguramente nos aconsejará bien ya que
    es muy equilibrado, muy justo". Nosotros siempre hemos conocido
    personas que tienen un alto sentido de la justicia, pero la
    Biblia estipula que realmente no hay ningún justo
    (Eclesiastés 7:20 y Romanos 3:10-11) porque simplemente
    Dios llama justo a aquel que ha sido justificado por Él, o
    sea, a un hijo(a) de Dios.

    El hecho de ser justificados, es decir, que Dios es
    quien nos justifica, significa que Él es el que me hace
    JUSTO; no que yo sea justo por mí mismo, sino que es Dios
    mismo quien me hace justo al justificarme. ¿Y por
    qué me justifica? Simplemente por haber creído en
    Jesucristo como mi Señor y Salvador. Tan simple como eso.
    Tenemos un Dios de cosas simples, no de
    complicaciones.

    Por tal motivo, el profeta Isaías escribe que
    Dios salió al encuentro de "…los que con
    alegría hacían justicia…". Este quiere decir
    que el pueblo de Dios hacía justicia, pero no por ellos
    mismos, sino porque Dios lo hacía en ellos, porque
    más adelante dice: "…de los que se acordaban de ti
    en tus caminos…" Notemos que los que hacían
    justicia la hacían en los caminos de Dios, y no en los
    caminos de ellos. La única justicia verdadera proviene de
    Dios, no de nosotros.

    Por eso Isaías continúa diciendo que TODOS
    nosotros somos como suciedad, porque delante de Dios somos como
    suciedad por más justos que nosotros nos consideremos.
    Incluso sigue diciendo que TODAS nuestras justicias son:
    "…como trapo de inmundicia…" Así que,
    estimado lector, si te consideras "justo" porque todo el mundo te
    lo dice, o consideras que eres "equilibrado", entérate de
    cómo te ve Dios.

    Por otro lado, cuando nos hacemos hijos(as) de Dios,
    Él mismo nos justifica y nos empieza a ver revestidos de
    Jesucristo, su Hijo. Es un error pensar que somos basura delante
    de Dios, porque la Palabra dice que somos "como" basura, pero no
    somos basura, de hecho, Dios mismo se fue a la cruz por nosotros;
    nadie se sacrifica por basura, todo lo contrario. Valemos la
    Sangre de Cristo.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter