Monografias.com > Religión
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

La Semana Santa Indígena mayo-yoreme en Mochicahui (México)



Partes: 1, 2

    1. Breve resumen
    2. El
      sincretismo
    3. El
      miércoles de ceniza
    4. Los
      viernes de judíos
    5. El
      motivo
    6. La
      Semana Santa, la fiesta mayor
    7. Referencias

    Breve
    resumen
    :

    La semana santa indígena yoreme es uno de los
    acontecimientos más importantes y floridos del grupo
    indígena mayo-yoreme del norte de Sinaloa y sur de Sonora.
    Con ésta se recrea la pasión y muerte de
    Jesucristo, de una manera muy particular en donde se ve con
    claridad el sincretismo religioso, es decir, se manifiestan
    elementos totémicos prehispánicos mezclados con
    aspectos de la Iglesia
    Católica.

    En otras palabras en la fiesta mayor, de semana santa,
    observamos el ritual católico paralelo a las danzas y
    cantos relacionados al venado, pascola y desde luego de los
    judíos
    o fariseos. Tal parece que esto comenzó a darse desde el
    inicio de la evangelización de los naturales para
    convertirlos con mayor facilidad a la religión
    católica.

    El
    sincretismo

    La semana santa indígena yoreme es uno de los
    acontecimientos más importantes y floridos del grupo
    mayo-yoreme del norte de Sinaloa y sur de Sonora. Con ésta
    se recrea la pasión y muerte de Jesucristo, de una manera
    muy particular en donde se ve con claridad el sincretismo
    religioso, es decir, se manifiestan elementos totémicos
    prehispánicos mezclados con aspectos de la Iglesia
    Católica.

    En otras palabras en la fiesta mayor, de semana santa,
    observamos el ritual católico paralelo a las danzas y
    cantos relacionados al venado, pascola y desde luego de los
    judíos o fariseos. Tal parece que esto comenzó a
    darse desde el inicio de la evangelización de los
    naturales para convertirlos con mayor facilidad a la
    religión católica. F. Leandro Quintero recrea esta
    pasión religiosa sincrética, cuando narra la
    primera fiesta después de haberse concluido la construcción de la primera Iglesia dirigida
    por el padre jesuita Andrés Pérez de Ribas y
    fundador de la misión de
    San Jerónimo de Mochicahui, de la siguiente
    forma:

    La dedicación de la iglesia y de la ermita fue
    simultánea. La noche de la víspera se colocaron
    de cada parte, a fin de que alternando se correspondieran los
    sones, un terno de chirimía y otro de trompeta, y se
    encendieron también en una y otra parte vistosos fuegos
    y luminarias. En lo alto de la iglesia ondeaban estandartes y
    gallardetes de seda de china, en
    tanto que, en la anchurosa plaza de enfrente, se encendieran
    fuegos a la luz de los
    cuales los indios con extremado regocijo se entregaron al goce
    de sus danzas vernáculas.
    Al día siguiente
    una procesión recorrió las calles del poblado, ex
    profeso adornadas con follajes de árboles, y concluyó alrededor de
    la plaza, en cuya cuatro esquinas se levantaron enramadas
    ornamentados con ramos y en las que improvisaron altares. Hubo
    misa cantada, con música,
    y un padre dijo el sermón en la lengua. La
    fiesta remató con regalo de abundante comida y de la que
    más gustan los indios…1

    Desde entonces el ritual católico ha ido
    acompañado por las danzas, música y cantos de los
    indios zuaques, manifestándose desde el primer momento el
    sincretismo religioso que hasta hoy se observa.

    El primer misionero entendió, seguramente, que
    había que reencauzar las manifestaciones
    autóctonas, al entender que es imposible cambiar
    radicalmente la cultura de un
    pueblo, y mucho menos de uno tan rebelde y guerrero como el de
    Mochicahui. Ahora sus tambores y danzas tenían otro
    significado, ya no para convocar a la guerra contra
    sus vecinos o contra cristianos celebrando triunfos con sus
    cabezas cortadas, si no para celebrar fiestas a Cristo y a su
    santísima Madre.

    En la actualidad, los indios zuaques de Mochicahui, no
    tienen la ermita en el cerro, pero cuentan con un centro
    ceremonial con una enramada, donde realizan sus cantos y danzas
    relacionados al ritual católico y desde la cual realizan
    la procesión hasta la Iglesia, situada, muy probablemente
    donde se edificó la primera por allá en
    1605.

    Partes: 1, 2

    Página siguiente 

    Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

    Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

    Categorias
    Newsletter