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Ciclo sexual de la cerda (página 2)




Enviado por Y. Espinosa



Partes: 1, 2

FACTORES QUE PUEDEN AFECTAR EL INDICADOR
REPRODUCTIVO PARTO/CUBRICIONES.

  1. NUTRICIÓN DE LA CERDA
    REPRODUCTORA.

Uno de los aspectos de más difícil
solución en la explotación porcina es la alimentación, y no
existen dudas de su intima relación con la reproducción, la alimentación ocupa
un lugar primordial en todos los procesos de la
reproducción (Campabadal, 2001)

  • Carbohidratos:

Los carbohidratos
junto con las fibras de los cereales determinan el volumen de la
ración. Una ración balanceada para cerdas debe
contener alrededor de 2,5-3 Mcal/Kg de alimento seco, (Alonso,
1990).

Ha sido demostrado que niveles altos de energía
pueden tener efecto en la ovulación si se suministra antes
del celo o durante este, sin embargo, tiene un efecto adverso si
se suministra durante los primeros días de
gestación, pudiendo provocar mortalidad embrionaria,
(Close, 1998).

Los estudios de Self y Cosida, (1996) han demostrado que
las marranillas sometidas a una abundante alimentación
alcanzan la pubertad
más tarde que las deficientemente alimentadas, esto indica
que el excesivo engrasamiento puede afectar la
presentación de la edad púber.

Aunque los grupos bien
alimentados tuvieron mayor porcentaje de ovulaciones que los
deficientemente nutridos, el número de embriones
supervivientes fue más bajo en los primeros, lo que parece
indicar mayor porcentaje de embriones conservados mediante un
régimen constante de alimentación restringida,
éste compensa la menor ovulación que lleva
asociada.

  • Requerimiento de
    proteína
    .

Niveles muy bajos de proteínas
en cerdas gestantes pueden presentar efectos
catastróficos, pero el peso de la camada al nacimiento
será muy bajo. Generalmente la aparición del celo y
la concepción se ven notablemente afectadas, los efectos
de la reducción de proteínas en las dietas se
aprecia de forma más promovida en los cerdos
jóvenes, (Figueroa, Cervantes,
Cuca, 1999).

  • Suplementación con forraje
    verde.

Díaz, (1970), plantea que aunque el cerdo no es
un animal herbívoro y no dispone de un aparato digestivo
adaptado para la alimentación a base de forrajes
exclusivamente, es indudable que estos son muy apetecibles para
el animal y constituye una ración nutritiva y digestible,
aditivamente rica en minerales y
carbohidratos que estimulan la presentación del celo.
(Nielseen, Lewis, Peo, 1993), consideran que la
restricción de energía disminuye la función
endocrina post-destete en la cerda, lo cual se traduce en
trastornos del comportamiento
como son: baja incidencia del celo y la disminución de la
fertilidad.

González y et al, (1996), comprobaron que en
cerdas comerciales 50% Yorkshire y 50% Landrace en una unidad de
crías en la empresa porcina
de Camagüey, hallaron un aumento de la eficiencia
reproductiva sobre todo en la efectividad cuando agregaron
forraje verde troceado en la dieta.

  1. FACTORES
    AMBIENTALES.

  • Temperatura y la Humedad
    Relativa.

Como es lógico, las temperaturas extremas
perjudican a las hembras reproductoras, no obstante en los casos
extremos, las temperaturas elevadas ocasionan más problemas que
las temperaturas bajas.

Las necesidades nutritivas del animal dependen de la
temperatura
del medio. La reducción y la cesación del
crecimiento corporal a altas temperaturas se deben aparentemente
a la disminución voluntaria de la ingestión de
alimentos,
aumento de gastos
energéticos por la disipación de calor,
disminución de la cantidad de nitrógeno, grasa o
agua
almacenados, y a cambios diferenciales en el crecimiento de los
órganos corporales, (Albarrán, 2002).

El efecto de la temperatura es especialmente importante
en las fases de fecundación y de implantación.
Durante estos períodos fisiológicos existe una
elevada correlación entre la eficacia de los
fenómenos reproductivos y la temperatura ambiente, que
a su vez condiciona la temperatura corporal de las cerdas,
(Wrathall, 1975).

Las temperaturas ambientales elevadas (33 ° C) reducen la tasa de ovulación,
aunque no influyen en la duración del ciclo estral.
También las altas temperaturas en el período final
de la gestación determinan la producción de camadas más ligeras y
de menor vitalidad, así también como la
aparición de muertes fetales; cuando las temperaturas son
adecuadas (15-18 ° C), estos
fenómenos se reducen o desaparecen, (Colectivo de Autores,
1988a).

Evidentemente las altas temperaturas afectan la
fertilidad. Esto se produce debido al desequilibrio hormonal, a
la elevación de la temperatura corporal y de la sangre o ambos,
(Colectivo de autores, 1999b).

Las altas temperaturas del aire disminuyen
la duración e intensidad del estro, aumenta el
período interestro e inducen el anestro.

La acción
básica directa de la temperatura sobre los animales de
granja, se produce a través de la modificación del
balance térmico del animal y la activación de los
mecanismos termorreguladores, lo cual conlleva una serie de
reacciones nerviosas, endocrinas neurohumorales y motoras,
tendientes a mantener una temperatura corporal normal y a ajustar
todas las funciones
biológicas a las necesidades de tales condiciones
ambientales, (Quiles y Hevia, 2003).

En las Provincias orientales de nuestro país la
mejor eficiencia de las cubriciones de cerdas comerciales se
logra en los meses de Abril hasta Junio y de Octubre a
Diciembre, determinando que el factor temperatura y
humedad relativa más bajos determinaron dichos resultados,
(Acosta, 1995).

(Díaz, 1990) La productividad en
la especie porcina es alta y esta determinada en primer lugar por
su precocidad al presentar la pubertad de 180-200 días, su
alta prolificidad (8-10 crías) por camada y la capacidad
de presentar el celo pocos días después del
destete.

Refiere entre los factores climáticos
principalmente las temperaturas elevadas y la humedad relativa
pueden demorar la aparición de la pubertad en las
cochinatas como consecuencia del stress provocado
por la dificultad para eliminar el calor del cuerpo y la
pérdida del apetito.

Tomas y Nielseen (1988), manifiestan que durante los
meses de calor (Mayo – Agosto) disminuyen los índices
reproductivos y la efectividad económica en las cerdas.
Las temperaturas elevadas independientemente de su
duración pueden ser la causa primaria de los cambios
estaciónales de la reproducción del ganado
porcino.

Las altas temperaturas ambientales ejercen un efecto
negativo sobre el proceso
espermiogénico del verraco, lo cual unido a la baja
fertilidad reportada por diversos autores en la hembra ocasiona
trastornos en el proceso procreativo de esta especie.

Días, Santos y García, (1980), encontraron
un efecto marcado del mes en la efectividad de las cubriciones en
rebaños comerciales en Cuba con los
resultados más bajos en los meses de temperaturas
elevadas.

Te Broke, (1975), comprobó que la exposición
continuada de las cerdas a las altas temperaturas ejerce efectos
depresivos sobre la actividad reproductiva, entre ellos afecta la
tasa de ovulación, manifestaciones de anestro y una baja
considerable de la fertilidad medida por el tamaño
más pequeño de la camada y por un aumento en el
índice de repetición.

Muñoz, (1994), reporta que en el verano los
golpes de calor son una causa importante de mortalidad
embrionaria en las cerdas, disminución de la fertilidad en
las reproductoras, así como deficiencias en la
presentación del celo. Recomienda el uso de revolcaderos
acompañados de zonas sombreadas.

Palomo, (2000), reporta que al final del verano se
constato un riesgo de
mortalidad fetal mayor entre los 14 -35 días de
gestación. En estos casos se producirá una
reabsorción y aborto
precoz.

Según (Hafez, 1996), en mamíferos cuando las temperaturas
ambientales permanecen dentro de los límites
compatibles con los mecanismos de termorregulación rara
vez se informa efectos de la variación estacional de la
temperatura sobre la fecundidad.

Al parecer el período post – fecundación
es crítico en animales domésticos. Los embriones de
vacas, ovejas y cerdas son susceptibles a dañarse durante
los primeros 10 días de desarrollo.

Trevis (1998). Opina que las altas temperaturas pueden
provocar demora en la presentación del celo, anestros,
reducción del numero de partos, abortos, y
reducción del número de camada, siendo las cerdas
unas de las hembras domésticas más sensibles a
estas condiciones.

3. CONTROL DEL
MANEJO. GESTIÓN DE LA GRANJA

  • Síntomas del celo en la
    cerda

Una vez que eludimos la responsabilidad del verraco en el incremento de
repeticiones regulares hemos de prestar especial atención a la
organización del trabajo por el
personal en la
granja lo que se refiere a la detección de celos y al
momento adecuado de la inseminación.

El celo es el período del ciclo reproductivo en
que la hembra esta acta para la aceptación del macho,
existiendo una correlación directa entre la actividad
cíclica del ovario y la reproductividad sexual.

El fenómeno más significativo durante el
ciclo estral, es el período de estro (celo o calores), el
cual se repite (con excepción durante la preñez),
rítmica y cíclicamente, caracterizándose por
el aumento de la líbido sexual (irritación sexual),
período durante el cual la hembra esta dispuesta para la
cópula. Dentro de la rama y función reproductiva,
el período del celo es necesario considerado como el
resultado de la actividad ovárica folicular (Holy y
Martínez, 1968)

Las cerdas en celo se manifiestan nerviosas e inquietas,
existiendo una notable reducción del apetito. Trata de
escapar del resto de los animales. Suele observarse
salivación y sonidos acústicos
característicos, una vez avanzado el celo es común
que monten al resto de las hembras del corral. La vulva y
vestíbulo vaginal se tornan tumefactos y enrojecidos. De
todos los síntomas del celo en las cerdas; el más
importante es el denominado reflejo de inmovilidad. (Fuentes
Maritza, 1999).

  • Detección de celos.

Para ello debemos entrenar al responsable de la gestión
en los signos de
celos que a su vez subdividiremos en tres períodos como
son: Precelo, celo verdadero y postcelo, (Palomo,
2000)

  • El Precelo: Se caracteriza por
    que:

La cerda esta muy nerviosa y prueba montar a sus
congéneres.

– Cuando la cerda es montada no presenta el reflejo de
inmovilidad.

– La vulva muy roja y edematizada. Hinchada.

– Las mucosas vulvares están rojas y solo
contienen una ligera mucosidad pastosa.

– Dura de dos a cinco días (menos en
nulíparas y primerizas).

  • El celo verdadero: Se caracteriza
    por:

La cerda se deja montar del verraco en esta fase se
distinguen tres periodos claramente que son.

– P.V.1. (Primer periodo de verraco): La vulva
esta todavía roja, pero menos hinchada y presenta un moco
opaco. La cerda permanece más tranquila y se deja montar
por las compañeras. Esta fase donde la cerda se deja
montar por el verraco y queda inmóvil, presenta una
duración de ocho a diez horas.

– P.I. (Periodo del investigador): Es el periodo
critico para llevar a cabo la inseminación,
obteniéndose los mejores resultados cuando la misma tiene
lugar dentro de los primeros tres cuartos de fase. La vulva esta
roza y no hinchada, sino arrugada, la mucosidad es menos opaca y
más acuosa, fase transparente. La cerda presenta el
reflejo de inmovilidad.

– P.V.2. (Segundo periodo de verraco):
Aquí la cerda no presenta más el reflejo de
inmovilidad a las manipulaciones del investigador, pero sí
aun para el verraco. La taza de infertilidad cuando se insemina
en este período es muy alta.

  • El Postcelo: Se caracteriza por:

– La desaparición total del reflejo de
inmovilidad tanto como para el periodo del investigador como para
el periodo del verraco.

– Los signos exteriores de celos son
dispares.

– En esta fase no existe ninguna posibilidad de
fecundación.

  • Síntomas clínicos observados en
    granjas a escala
    reproductiva, (Palomo, 2000).
  1. Retornos a celo: Objetivo
    inferior al 15 %.
  • Tempranos antes del día 18 post
    cubrición.
  • Regulares entre los 18 – 24 y 39 – 45
    días de gestación.
  • Irregulares entre 25 – 38 días de
    gestación.
  • Tardíos más de 45 – 50
    días de gestación.

1.1 Retorno a celo regular:

Según (Palomo, 2000), se define como la
repetición al celo de una cerda después de su
cubrición o inseminación artificial tras el
desarrollo de un ciclo ovárico normal. Puede presentarse
como consecuencia de tres causas fundamentales que
son:

  • Conservación del semen, inseminación
    artificial demasiado temprana o tardía, malformaciones
    anatómicas del aparato genital femenino.
  • La mortalidad de los óvulos después de
    la fecundación debido a un excesivo envejecimiento bien
    de los espermatozoides o bien de los mismos óvulos por
    no realizarse la inseminación en el momento
    oportuno.
  • La mortalidad de los óvulos fecundados antes
    del 12 día. El organismo reconoce la fecundación
    a partir de este día.

Para que la cerda quede gestante los cuerpos amarillos
deben de persistir (cuerpos lúteos), la cual depende de la
ocupación del útero por los óvulos
fecundados o blastocitos. Si después del día 12 no
tenemos óvulos fecundados, el ciclo sexual recomienza para
dar lugar a nuevos celos. Este mismo efecto se producirá
sí al término de 12 días son menos de 5 los
óvulos fecundados, ya que la baja ocupación del
útero no producirá la estimulación
suficiente para hacer persistir los cuerpos lúteos los
cuales sufrirán una regresión, (ACT,
1996).

1.2 Retorno a celo irregular:

Martín, (1999) lo define como la vuelta al celo
de una cerda después de su inseminación, tras una
duración del ciclo prolongado. Estos ciclos tienen una
duración habitual de 35 días o más. En los
ciclos prolongados es donde constatamos una duración
múltiple de alrededor de 21 días, antes de pensar
en un retorno a celo normal. La repetición al celo anormal
fisiológicamente hablando puede presentarse por dos
motivos:

  • Actividad folicular retardada de los
    ovarios:

Tiene lugar cuando no se produce la concepción o
cuando todos los blastocitos han degenerado antes del día
12, los cuerpos lúteos periódicos sufrirán
regresión alrededor del día 16. A
continuación los folículos se desarrollaran y las
cerdas presentaran un nuevo celo.

Este trastorno de celo anormal se presentara sobre todo
en los meses de verano dentro de los cuadros de infertilidad
estival, relacionándose con un intervalo destete
cubrición fértil elevado y un incremento en los
días no productivos.

  • Degeneración total de los óvulos
    fecundados entre los 14 y 35 días de
    cubrición.

En estos casos donde los óvulos degeneran y el
contenido completo del útero puede ser absorbido. Los
cuerpos lúteos van a regresar después de la
degeneración de los óvulos fecundados y como
consecuencia la cerda repetirá celo después de un
ciclo prolongado (Alonso, 1988)

La degeneración de los óvulos puede estar
producida por causas idiopáticas durante el período
precario de 7 a 20 días como consecuencia de factores
alimenticios, ambientales, o propia de la cerda; Así como
por causas infecciosas tales como septicemia (mal rojo,
infecciones pódales con fiebre) o
enfermedades con
embriotropía en los cuales el virus infecta a
los fetos originándoles la muerte
(Aujesky).

  • Momento de la ovulación y momento optimo
    para la inseminación en la cerda.

El momento de la ovulación tiene gran importancia
en la práctica de la inseminación artificial. Este
fenómeno ha sido motivo de estudios por numerosos
investigadores, realmente no existe una unidad de criterios en
relación con este aspecto tan importante en la
reproducción.

Lo cierto es que el momento de la ovulación
podemos enmarcarlo en las cerdas al final del estro,
pudiéndose retrasar cuando se prolonga el celo, de igual
forma se considera que este momento este influenciado por
numerosos factores como la alimentación, raza, clima y la
herencia,
(Valencia, 1986).

El número de óvulos aumenta con los
siguientes ciclos estrales pero independientemente de la cantidad
de óvulos liberados en cada estro difiere el número
de cerdos al nacimiento. Las literaturas consultadas reportan que
más del 90% de los óvulos son fertilizados, pero
las perdidas embrionarias son del 30 al 40% ocurriendo el mayor
número antes del período de implantación, el
resto suelen morir por alteraciones en el proceso de
organogénisis, defectos cromosómicos, causas de
manejo y procesos infecciosos o patológicos,
(González, 1993).

Goodwin, (1995), plantea que la cerda está en
celo 2 días y medio. Durante este período y en
ausencia de un macho al presionar sobre su región lumbar
permanece inmóvil. Este período de inmovilidad dura
hasta 29 horas y es el tiempo
idóneo para efectuar la inseminación artificial,
pues de 12 a 30 horas después de presentarse el celo es
cuando la cerda aceptará mejor al macho, de igual manera
Hugheas y Varley, (1994) señalan este mismo período
para practicar la inseminación artificial.

Self, (1996) plantea por experiencia realizada que la
calidad del
celo de la hembra influye notablemente en el éxito
de la inseminación artificial, también el
comportamiento de la cerda en el momento de la
inseminación influye en el porciento de gestación.
Las hembras que se manifiestan intranquilas en el momento en que
se practica la inseminación artificial, su fertilidad se
reduce.

  • Control de la cerda:

En el caso de que el origen de los retornos o celos
regulares se ubiquen en la propia cerda reproductora este debe
deberse básicamente a cuatro causas, (Alonso,
1988).

1. Mastitis como
consecuencia de partos distócicos.

2. Procesos del complejo MMA (Mastitis – Metritis
– Agalactia).

  1. Metritis causada por contaminación bacteriana durante la
    inseminación artificial.
  2. Síndrome de descargas. (SSC. Síndrome
    cerda sucia)

En la mayoría de estos casos se observa una
descarga vaginal, que suele tener lugar entre los días 16
y 18 post inseminación, seguida de un retorno a celo a los
3 a 5 días de cesar la descarga. Si el porcentaje de
animales es inferior al 1% la mejor solución es eliminarlo
de la propia explotación.

  • Esterilidad y fertilidad reducida en la
    cerda
    .

Tanto los casos de esterilidad como los de fertilidad
reducida pueden tener su origen en defectos anatómicos,
disfunciones o desequilibrios endocrinos y a problemas en el
manejo de los animales.

La infertilidad en la cerda se caracteriza
frecuentemente por la falta de celo sin que se comprueben
alteraciones patológicas en los órganos
genitales.

La causa más frecuente la constituye la
alimentación inadecuada, tanto en cantidad como en
calidad.

  • Anomalías del aparato
    genital
    .

Las anomalías del tractus genital tienen una alta
incidencia en las hembras del ganado porcino, un número
elevado de alteraciones es posible encontrarlas en estas hembras,
pudiéndose encontrar aquellos que conducen a la
infertilidad y otros a la esterilidad completa, (Alphonsus,
1983).

Por otra parte estos trastornos pueden tener un carácter congénito y otros pueden
ser adquiridos, (Alonso, 1988).

(Alonso, 1976), aseguran que las anomalías del
aparato genital de la cerda tienen en nuestro medio una
frecuencia alta, siendo causa de infertilidad ó
esterilidad, estos pueden tener un carácter hereditario,
como también pueden encontrarse aquellos de
carácter adquirido.

  • Aplasia segmentaría del cuerno
    uterino
    .

Generalmente se afirma que este defecto del aparato
genital tiene una etiología desconocida como en el caso de
otros animales y aunque no influye en la preñez si influye
en el número de la camada.

  • Útero unicornis.

La frecuencia de esta afección nunca alcanza
cifras superiores al 1%, pero su importancia radica en el
carácter hereditario de la misma.

  • Quistes paraováricos.

Se opina que este defecto no tiene una influencia
notable sobre la reproducción y este depende de su
localización y tamaño.

  • Intersexos.

En la cerda existen muchos defectos anatómicos,
la mayoría de las cuales son asociados con genes
resecivos.

La condición de intersexos es de aparición
frecuente de un gen resecivo ligado al sexo,
así como de uno o más genes aditivos.

En la cerda es posible distinguir dos tipos de
hermafroditas.

Hermafrodita verdadero: presencia de tejido
ovárico y testicular.

Pseudohermafroditismo: aparece el tejido testicular,
aunque no ovárico, en presencia de órganos sexuales
la presencia de vulva, vagina y útero.

Dado el carácter genético de la entidad y
dado a que la misma se haya bajo el control de un gen recesivo,
animales con estas anomalías deben ser
eliminados.

  • Enfermedades de la vulva, vagina y
    cervix.

Las lecciones de la vagina y del cervix son producidas
por partos distócicos, aunque no son frecuentes,
también pueden tener su origen en el coito, especialmente
en hembras jóvenes.

  • Enfermedades del útero.

Lo importante de la endometritis, como elementos de
esterilidad, es mucho menor en las cerdas que en las otras
especies, como lo ratifican las investigaciones
realizadas a partir de úteros de cerdas sacrificadas por
causa de esterilidad.

Representa entre el 2-5% de las causas de infertilidad.
Este se puede presentar después de una septicemia
puerperal, de un parto con fetos enfisematosos, como consecuencia
de infecciones que se originan en el parto y sobre todo
dependiente de embriones realizados con machos que tengan alguna
infección de las vías genitales. Las malformaciones
uterinas (miomas y tumores), pueden desencadenar una
endometritis. (Alphonsus et al, 1983).

  • Enfermedades de las trompas
    uterinas
    .

Las afecciones de las trompas uterinas en la cerda
tienen una incidencia bastante baja. Entre las afecciones podemos
citar: salpingitis, hidrosalpingitis y oclusión de las
trompas uterinas.

  • Enfermedades de los ovarios.

En las reproductoras destinadas al sacrificio se
encuentran con gran frecuencia degeneraciones quísticas de
los ovarios o neoformaciones, que pueden alcanzar el
tamaño de un puño y cuerpos amarillos
quísticos. Cerdas con quistes o neoformaciones
unilaterales del ovario, tumores de células
granulosas, adenocarcionomas, muestran casi siempre celo
continuo, mientras que la presencia de quistes de cuerpo
lúteo conduce a un estado de
anestro que generalmente duran largo tiempo. (Alonso,
1988).

Ha sido sugerido que los quistes del ovario pueden ser
adquiridos por una complicada combinación de altas
temperaturas, sensibilidad, enfermedades crónicas y
disturbios nutricionales. La recuperación se
lograría mejorando los trastornos nutricionales y de
manejo, (Alonso, 1990)

  • Anafrodisia de la cerda.

Esta entidad en la cerda es conocida como ausencia del
reflejo de la inmovilidad y puede también estar en
íntima relación con el celo silente o con quistes
del ovario. Se considera normal cuando afecta un 19% de las
cerdas jóvenes y adultas con más de10 días
del destete, cuando es el 20% de los animales afectados se
presenta los problemas del rebaño.

Los factores del clima juegan un importante papel en la
incidencia de esta entidad en la cerda, en nuestro medio la
influencia ejercida por las condiciones climáticas son de
un interés
marcado, las altas temperaturas así como una humedad
relativa igualmente elevada, propia del clima cubano nos pone en
condiciones desventajosas, actuando como un factor de stress en la
reproducción de las hembras.

Factores relacionados con el manejo son de especial
interés en la presencia de la anafrodisia en la cerda,
especialmente los aspectos relacionados con la
alimentación.

  • Mortalidad embrionaria.

Es corriente que en el período que transcurre
entre la concepción y el parto en la cerda se pierda del
30 al 40% de los fetos en vías de desarrollo. Más
de la mitad de estas pérdidas se producen durante los
primeros 25 días (poco después de la
implantación).

Las momificaciones son también pérdidas
que se producen durante la última parte de la
gestación.

  • Síndrome de la cerda
    delgada
    .

Bajo esta denominación se conoce un estado del
adelgazamiento y pérdida de reservas de grasas de la
hembra, que va asociado a una serie de problemas reproductivos
(sin aparecer causa infecciosa) que se traduce en dificultad de
manifestar los síntomas clínicos del celo, muy en
especial en cerdas en su primera lactación. (Ortiz y Flores,
1999)

La aparición de este problema se ha relacionado
con un estado de subnutrición energética de la
reproductora, según va transcurriendo la vida
reproductiva.

  • Los abortos.

Los abortos pueden estar originados por diversas
causas:

  • Nutricionales

Los alimentos inestables de animales en estado de
preñez, hay dos aspectos a tener en cuenta –
Alimentación insuficiente. – Alimentación
excesiva.

La madre asegura los elementos nutritivos para un normal
desarrollo fetal. Si la hembra esta sometida a una
sub-alimentación por largo tiempo se produce
disminución de la resistencia
biológica del feto y el
mismo se hace más sensible a los factores nocivos, por el
contrario una alimentación excesiva provoca un engorde
exagerado en los animales, creándose perturbaciones
metabólicas que repercuten negativamente en la esfera
sexual, lo que constituye un factor predisponente para el aborto. Las
deficiencias nutricionales están ligadas a problemas de
reabsorciones, infertilidad, abortos y muerte
neonatal. Leman, (1995)

  • Deficiencias de Proteínas:

Una deficiencia de proteína ocasiona disturbios
en el desenvolvimiento y desarrollo
embrionario y fetal, las cerdas con un insuficiente aporte de
proteína pueden abortar en la segunda etapa de la
gestación. Figueroa Vilda, (2001)

Una alimentación pobre de proteína en
cerdas conduce a un aborto completo o al desarrollo de
momificaciones en los fetos.

Los abortos por insuficiencia de proteínas
transcurren sin complicaciones pero si se le añade
infecciones pueden ocurrir complicaciones que se desarrollan
después del aborto como son retenciones placentarias y
metritis, cuadros que repercuten en la salud de las
madres.

  • Abortos físicos
    (Traumatismo).

Rebaños gestantes en naves con poca capacidad que
sufren con frecuencia patadas y cabezazos.

Caídas.

Golpes y maltratos.

Traslado de animales gestantes.

El estrés,
posee un efecto adverso sobre la supervivencia embrional, aunque
este es mayor cuando las cerdas están mezcladas con otras
en un mismo alojamiento (Alonso, 1988).

  • Abortos ambientales.

Cambios bruscos en las temperaturas sobre todo cuando
existen enfriamientos bruscos por temperaturas muy
bajas.

L a exposición continua de atas sexualmente
maduras a altas o bajas temperaturas tiene un efecto negativo
sobre la ovulación y provoca una marcada incidencia de
anestros y reducción del porcentaje de gestación.
(D' Arce, 1970)

  • Abortos Infecciosos.

Los abortos en cerdas, pueden ocurrir desde muy temprano
en la gestación, con repeticiones de servicios
dentro de un ciclo normal; así ocurre en caso de
enfermedades infecciosas como la Leptospira, Brucelosis, o
infecciones por Coli entre otras. Ensminger (1984).

  • Control del verraco.
  • Características del eyaculado del
    verraco.

El eyaculado en el verraco constituye un volumen
considerable que está integrado por secreciones
glandulares, uretrales y líquidos prostáticos que
representan del 5 – 20 % del mismo.

La fracción espermática del 30 – 50
% del eyaculado y la secreción procedente de las
glándulas vesiculares que significa el 15 – 20 % del
volumen total recogido.

La fracción prostática del eyaculado es un
líquido claro, transparente y de aspecto cristalino,
proveniente de las glándulas prostáticas y
uretrales y constituye la primera porción del eyaculado.
Posee una alta concentración bacteriana, pH ligeramente
ácido y abundante en electrólitos, por lo que
resulta altamente nocivo a los espermatozoides. Su función
principal es el acondicionamiento del conducto uretral en el
momento previo a la eyaculación. (Pérez Y
Pérez, 1965)

La segunda fracción es rica en espermatozoides,
proviene del epidídimo a la cual se le suman las
secreciones de las vesículas seminales, siendo emitidos en
esta fracción más del 80 % de los espermatozoides
del eyaculado, posee un pH de 7.4 – 7.9. (MC Kenzie et al,
1983) citado por (Fuentes, 1997).

Por ultimo la fracción seminal que es la
más abundante del eyaculado de aspecto claro y
transparente, proveniente de las vesículas seminales y
ampollas de Henle, en su inicio se presenta ligeramente mezclado
con la fracción espermática, posee pH alcalino y un
alto contenido de electrólitos. (Pérez Y
Pérez, 1965)

Finalmente debemos hacer mención de una parte del
eyaculado que se convierte en material gelatinoso, denominado
fracción gelatinosa, que se elimina mediante
filtración, debido a los inconvenientes que trae durante
la manipulación del semen.

Para la buena marcha de la explotación es
imprescindible un correcto control de los diferentes verracos. Un
control bien llevado nos debe permitir determinar de forma
inmediata la responsabilidad del verraco en estas repeticiones,
pudiendo detectar un problema de fertilidad que clasificamos a su
vez en:

  1. La cubrición es normal pero el esperma
    anormal. Se trata de casos de:

    – Esterilidad juvenil, frecuente en verracos menores
    de 9 meses.

    – Frecuencia de cubriciones elevadas, que provoca
    una disminución de la concentración
    espermática.

    – Enfermedades que pueden provocar desórdenes
    temporales en la espermatogénesis.

  2. Impotencia generandi.
  3. Impotencia Couendi.

El esperma es normal mientras que la inseminación
no se produce o es incorrecta. Se trata de casos en los
que.

– El verraco tiene el pene corto en monta natural
(Pietrain). En este caso no se habla de una esterilidad del 100
%.

– Cojeras agudas o crónicas.

– Mala colocación del catéter.

– Técnica de inseminación
inadecuada.

  • Problemas inherentes a la técnica de
    inseminación artificial, derivados de problemas de
    recogidas, contrastación, dilución,
    conservación y aplicación de la dosis
    seminal.

– Utilización de semen envejecido con demasiados
días de conservación.

– Malas condiciones de conservación: saltos
térmicos, luminosidad…

– Diluciones imprecisas de la fracción rica que
pueden originarnos una mortalidad precoz de los
espermatozoides.

– Uso de diluentes mal dosificados a pH
inadecuados.

– Ausencia de antibióticos en dosis seminal
contaminada.

– Incorrecto calentamiento de la dosis
seminal.

Tanto en los casos de impotencia Couendi, como en los
fracasos de la inseminación artificial, no obtendremos una
esterilidad total, pero sí una menor fertilidad. (Palomo,
2000)

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Dr. MV. Y. Espinosa;

M.Sc. Y. Rodríguez;

Lic. Aliuska Castillo*.

Departamento de Sanidad Animal.

*Departamento de Morfofisiología.

Facultad de Medicina
Veterinaria de
la Universidad de Granma. Cuba.

 

Partes: 1, 2
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