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La demanda del dinero (Perú) (página 2)



Partes: 1, 2

1.2 ¿QUÉ ES EL
DINERO?

El dinero juega
un papel fundamental en todas las economías modernas. Como
el dinero parece ser un elemento natural de la vida
económica, normalmente no nos detenemos a pensar
cómo sería la vida sin él. Sin dinero, la
vida económica sería tremendamente
incómoda. Incluso las
simples operaciones de
compra y venta se
volverían complejas y engorrosas.

Para comenzar a integrar el dinero a nuestro esquema
analítico, nuestra primera tarea será definir
qué es el dinero. Aunque parezca sorprendente, esto es
bastante complicado. El dinero es un conjunto de activos
financieros (que incluye el circulante, las cuentas
corrientes, los cheques de
viajero y otros instrumentos) con características muy
particulares, que lo diferencian de otros tipos de títulos
financieros.

Al igual que todos los activos financieros, el dinero
confiere poder sobre
los recursos. Pero, a
diferencia de otros activos financieros, posee un rasgo especial:
puede usarse para

hacer transacciones. Cuando vamos al cine, cuando
compramos comida o adquirimos un automóvil, no tratamos de
pagar con bonos o acciones, sino
que usamos alguna forma de dinero para realizar la
transacción. Es esta característica, la de ser un
medio de cambio
aceptado por todos, lo que constituye la quinta esencia del
dinero.

Una razón tan importante como por qué el
dinero es tan útil como medio de cambio merece una
mención especial. En general, la moneda nacional es un
medio legal de pago. Por ejemplo, si tomamos un billete en
dólares estadounidense de cualquier denominación,
veremos que tiene impresa la leyenda: "Este billete es un medio
legal de pago para todas las deudas, públicas y privadas".
Esto significa que todas las obligaciones
pueden liquidarse con dinero por ley. En virtud de
la ley, nadie puede negarse a aceptar dinero como pago de una
obligación. Y, típicamente, los gobiernos insisten
en cobrar los impuestos en
moneda nacional.

1.3 LAS FUNCIONES DEL
DINERO

Esta breve descripción de la economía de trueque
ilustra la importancia del dinero. En efecto, el dinero juega
tres papeles fundamentales en esta historia. Primero, es un
medio de cambio. Las personas están dispuestas a aceptar
dinero a cambio de bienes y
servicios, por
lo que ya no se requiere de la coincidencia de deseos para
realizar una transacción. Segundo, el dinero sirve como
unidad de cuenta. Como tal, los precios se
cotizan en unidades de dinero en vez de fijarse en
términos de otros bienes y servicios.

En ambos aspectos, el dinero facilita el proceso de
intercambio. Y tercero, el dinero sirve como reserva de valor. En este
rol se parece a otros instrumentos financieros. Cuando las
personas reciben dinero a cambio de bienes o servicios, no tienen
que gastarlo inmediatamente porque puede mantener su valor
(excepto en períodos de alta inflación, en cuyo
caso el dinero pierde su eficacia como
reserva de valor).

Con seguridad, el
hielo no funcionaría bien como dinero: si no se congela al
instante comienza a perder valor, entonces, tras cada
transacción ¡habría que correr al congelador!
Por lo tanto, dos características necesarias del dinero
son que mantenga su valor físicamente y que sea barato de
almacenar

1.4 PRECIOS

Para construir una teoría
de la demanda de
dinero comenzamos por los precios. Los precios no son otra cosa
que la tasa a la cual puede intercambiarse dinero por bienes. Si
un bien tiene el precio P (P
dolares, por ejemplo, en los estados unidos)
significa que habra que entregar P unidades de dinero para
adquirir una unidad del bien. Para los afectos de esta
discusión, cada unidad de producto Q
tiene el precio P en el periodo actual el PIB real es Q
y el PIB nominal es PQ ( por "real" se entiende el volumen de
producto, y "nominal" , su valor expresado en dinero).

CAPÍTULO II

DEMANDA DEL DINERO

2.1 COMPONENTES DE LA OFERTA
MONETARIA

La oferta monetaria está compuesta por los
activos financieros que utilizan en las funciones anteriores.
¿Cuáles son estos activos en Estados Unidos? Es
más difícil responder esta pregunta de lo que
parece a primera vista. De hecho, hay varias medidas diferentes
de la oferta monetaria. Todas ellas, se componen de moneda y
depósitos en los bancos
comerciales y otras instituciones
de depósito (por ejemplo, asociaciones de ahorro y
préstamos).

Una medida, llamada M1, es la más restringida de
todas las medidas del dinero en Estados Unidos. Consiste en
moneda más depósitos en cuentas de
cheques.

Depósitos en cuentas de cheques son aquellos
sobre los que se pueden expedir cheques, es decir, aquellos en
los que usted puede dar instrucciones al banco por escrito
para que efectúe pagos a otra parte.

El efectivo claramente cumple con las tres funciones
monetarias que acabamos de analizar. Lo mismo hacen los
depósitos bancarios, mientras usted pueda extender cheques
sobre ellos. Los cheques sobre los depósitos bancarios,
mientras usted pueda extender cheques sobre ellas. Los cheques
sobre los depósitos se pueden usar para comprar cosas
(función
de medio de cambio), los depósitos son un almacén de
valor y el efectivo o los depósitos son una unidad de
cuenta.

Otras dos medidas, M1 y M2, son mas amplias. Incluyen el
componente M1 mas depósitos bancarios adicionales que no
tienen provisiones para cheques o estas son limitadas.

En cuanto a M2, por ejemplo, incluye las cuentas de los
fondos de inversión del mercado
monetario, que sólo permiten cheques por importes
superiores a algún mínimo (por ejemplo 500
dólares) y ahorros y depósitos a plazos regulares
sobre los que no se pueden extender cheques. M3 es una medida
todavía más amplia de dinero, que incluye
depósitos grandes, llamados certificados de
depósito, sobre los que no se pueden extender
cheques.

La razón fundamental de las medidas de dinero
más amplias es que las categorías de
depósitos adicionales que se incluyen con respecto a M1
son muy parecidas a los depósitos en cuentas de cheques o
que fácilmente se pueden convertir en cuentas de cheques
(o en efectivo) sencillamente con ir al banco.

2.2 LA DEMANDA DE DINERO (TEORIA)

En este apartado, pasamos revista a los
principales motivos que subyacen a la demanda de dinero y
centramos la atención en la influencia de las
variaciones de la renta y el tipo de interés en
la demanda de dinero. Antes de comenzar el análisis, debemos hacer una observación fundamental sobre la demanda de
dinero: la demanda de dinero es una demanda de saldos
reales.

En otras palabras, el público tiene dinero por su
poder adquisitivo, por la cantidad de bienes que puede comprar
con él. No le interesan sus tenencias nominales de dinero,
es decir, el número de billetes de dólares que
posee. Esta observación tiene dos
implicaciones.

  1. La demanda real de dinero no varía cuando sube
    el nivel de precios y no varía ninguna de las variables
    reales, como el tipo de interés, la renta real y la
    riqueza real.
  2. En otras palabras, la demanda nominal de dinero
    aumenta en proporción al aumento del nivel de precios,
    dadas las variables reales que acabamos de
    especificar.

Existe un nombre especial para determinar la conducta que
hemos descrito. Una persona esta
libre de la ilusión monetaria si una variación del
nivel de precios, manteniendo todas las demás variables
reales constantes, no altera su conducta real, incluida la
demanda real del dinero. En cambio, una persona cuya conducta
real vira cuando varia el nivel del precio y no varia ninguna de
las variables reales, se dice que padece una ilusión
monetaria.

Las teorías
que vamos a examinar corresponden a los tres famosos motivos de
Keynes para
tener dinero:

  • Para realizar transacciones: se trata de la demanda
    de dinero que tiene su origen en la utilización de
    dinero para realizar pagos regulares.
  • Como precaución: se trata de la demanda de
    dinero para hacer frente a contingencias
    imprevistas.
  • Para especular: se trata de la demanda de dinero que
    se debe a la incertidumbre sobre el valor monetario de otros
    activos que tienen los individuos.

Al analizar la demanda de dinero para transacciones y
como precaución, estamos analizando principalmente el M1,
mientras que, como veremos la demanda de dinero para especular se
refiere más a M2 o M3.

Aunque examinamos la demanda de dinero analizando los
tres motivos para tenerlo, no podemos separar las tenencias de
dinero de una persona, por ejemplo, de 500 dólares, en
tres claros montones, por ejemplo, de 200 dólares, 200
dólares y 100 dólares, de acuerdo con los tres
motivos. El dinero que tenemos para satisfacer un motivo siempre
está disponible para satisfacer otro. La persona que tiene
unos saldos excepcionalmente grandes por razones especulativas
también dispone de esos saldos para hacer frente a una
emergencia imprevista, por lo que también son saldos
precautorios. Los tres motivos influyen en las tenencias de
dinero de una persona.

Estas teorías de la demanda de dinero se basan en
una disyuntiva entre los beneficios de tener más dinero y
sus costes en intereses. El dinero (M1, el efectivo más
algunos depósitos a la vista) generalmente no rinde
intereses o rinde menos que otros activos. Cuando mayores sean
los intereses que se pierden por tener dinero, menos dinero es de
esperar que tenga una persona. En la práctica, podemos
medir el coste de tener dinero como la diferencia entre el tipo
de interés que se paga por el dinero (quizá cero) y
el que se paga por el activo más parecido, como un
depósito de ahorro o, en el caso de las grandes empresas, un
certificado de depósito o efectos comerciales. El tipo de
interés del dinero se denomina tipo de interés
propio y el coste de oportunidad de tener dinero es igual a la
diferencia entre el rendimiento de otros activos y el tipo
propio.

  1. LA DEMANDA PARA TRANSACCIONES

La demanda de dinero para transacciones tiene su origen
en la utilización del dinero para realizar pagos regulares
por la adquisición de bienes y servicios. Todos los meses
efectuamos todo una variedad de pagos por el alquiler o un
crédito
hipotecario.

alimentos,
el
periódico y otras compras. En este
apartado vemos cuánto dinero desea tener una persona para
financiar estas compras.

Para que el problema sea más concreto,
consideremos el caso de una persona que gana, por ejemplo, 1,800
dólares (una vez deducidos los impuestos) al mes.
Supongamos que gasta los 1,800 dólares de una manera
uniforme a lo largo del mes a un ritmo de 60 dólares al
día. En un caso extremo, esta persona podría dejar
simplemente los 1,800 dólares en dinero líquido (ya
fuera en efectivo o en depósitos a la vista) y gastarlo a
razón de 60 dólares al día. También
podría coger el primer día del mes los 60
dólares y gastarlo ese día y depositar los 1,740
dólares restantes en una cuenta de ahorros que pagara
intereses diarios. Al final del mes, habría obtenido
intereses por el dinero que quedara cada ría en la cuenta
de ahorros. Ese sería el beneficio que obtendría
por tener solamente 60 dólares al comienzo de cada
día.

El coste de tener poco dinero es simplemente el coste y
la incomodidad de ir al banco a retirar diariamente 60
dólares.

La figura muestra el
análisis. Como muestra la curva horizontal de coste
marginal, CM, el coste de realizar otra transacción
siempre es igual al ct su beneficio económico esta
representado por la curva BM (beneficio marginal),que indican los
intereses que se ahorran por realizar otra transacción y
tener un saldo medio de dinero mas pequeño. La
reducción de los costes en intereses que se consiguen
realizando mas transacciones disminuye rápidamente
conforme aumenta su numero de transacciones. Eso significa que el
beneficio marginal de de realizar mas transacciones disminuye
conforme aumente el numero. La curva

BM de la figura tiene, pues, pendiente negativa. En esta
figura, el número óptimo de transacciones viene
dado por n*, que es el número al que el beneficio marginal
en forma de intereses ahorrados es igual al coste marginal de
realizar una transacción. Aquí mostramos que dado
el número de transacciones y la renta del individuo, las
tenencias óptimas de dinero se calculan por medio de la
famosa fórmula de la raíz cuadrada de la demanda de
dinero, desarrollada por William Baumol y James Tobin.

La Ecuación (1) muestra que la demanda de dinero
para transacciones aumenta conforme mayor es la comisión
del agente de bolsa, o sea, el coste de la transacción, y
el nivel de renta. La demanda de dinero disminuye conforme sube
el tipo de interés.

2.4 LAS ELASTICIDADES DE LA DEMANDA DE
DINERO

La Ecuación (1) muestra que el cociente entre el
dinero y la renta, M/YN’ disminuye cuando
aumenta el nivel de renta. Una persona que tenga un nivel
más alto de renta tiene proporcionalmente menos dinero.
Este punto se expresa a veces con otras palabras diciendo que hay
economías de escala en la
gestión
del efectivo. También puede decirse que la elasticidad-renta
de la demanda de dinero es menor que 1 {es igual a ½ en la
Ecuación (1)}. La elasticidad-renta mide la
variación porcentual que experimenta la demanda de dinero
cuando la renta varía un 1 por 100.

La elasticidad-renta de la demanda es:

D (M/P)

M/P

D Y

Y

Del mismo modo, la elasticidad con respecto al tipo de
interés es:

D (M/P)

M/P

D i

i

Del mismo modo, la ecuación (1) implica que la
elasticidad de la demanda de dinero con respecto a la
comisión del agente de bolsa es ½ y la elasticidad
con respecto al tipo de interés es –
½.

¿A qué se debe el hecho de que los
individuos puedan arreglarse de alguna manera con menos efectivo
por dólar de gasto cuando aumenta la renta? La
razón se halla en que la gestión del efectivo es
más eficaz en los niveles altos de renta porque el coste
medio por dólar de transacción es menor cuando las
transacciones son grandes. Cuesta tanto transferir 10
dólares como 10 millones de dólares, por lo que el
coste medio por dólar transferido es menor cuando se trata
de grandes transferencias.

Sin embargo, en el caso de las economías
domésticas, deberíamos reconocer que el "coste de
corretaje" (ct, el coste de retirar dinero de una cuenta de
ahorros) es, en parte, el coste del tiempo y la
molestia de tener que ir al banco. Dado que el coste del tiempo
del individuo probablemente es mayor cuando más alta sea
su renta, ct puede aumentar cuando aumenta YN. En ese
caso, un aumento de la renta daría lugar a un aumento de
la demanda de dinero mayor de lo que indica la elasticidad-renta
de ½, ya que ct aumenta junto con
YN.

2.5 LA DEMANDA DE SALDOS REALES

Anteriormente hemos señalado que la demanda de
dinero es una demanda de saldos reales. El enfoque basado en la
teoría de las existencias debería implicar e
implica que la demanda de saldos reales no varía nada
cuando se duplican (o suben en una proporción cualquiera)
todos los precios. Cuando se duplican todos los precios, se
duplican tanto YN como ct en la Ecuación (1);
es decir, se duplica tanto la renta nominal como la
comisión nominal del agente de bolsa. Por lo tanto, se
duplica la demanda de saldos nominales, por lo que no
varía la demanda de saldos reales. La fórmula de la
raíz cuadrada no implica que haya ninguna ilusión
monetaria en la demanda de dinero.

Así pues, debemos tener cuidado cuando decimos
que la elasticidad-renta de la demanda de dinero que implica la
Ecuación (1) es ½. La elasticidad de la demanda de
saldos reales con respecto a la renta real es ½. Pero si
la renta sólo aumenta porque suben todos los precios
(incluido ct) la demanda de saldos nominales aumenta
proporcionalmente

2.5.1 MATIZACIONES

La fórmula (1) de Baumol y Tobin implica que las
elasticidades de la demanda de dinero con respecto a la renta
real y al tipo de interés son exactamente ½ y
-½ , respectivamente. Una vez que tenemos en cuenta el
hecho de que el número de transacciones que pueden hacer
los individuos tiene que ser entero -1, 2, 3, etc.- y de que no
es posible hacer 1,25 ó 3,57 transacciones, observamos que
muchas personas sólo harían una o dos transacciones
al mes entre el dinero y los bonos.

Por lo tanto, puede demostrarse que la elasticidad-renta
de la demanda de dinero que implica el enfoque basado en la
teoría de las existencias oscila entre ½ y 1 y la
elasticidad con respecto al tipo de interés entre –
½ y 0.

Además, una vez que se tiene en cuenta el hecho
de que sólo es posible hacer un número entero de
transacciones, puede demostrarse que la demanda de dinero para
transacciones depende de la frecuencia con que cobran los
individuos (del período de pago). La razón estriba
en que en la práctica algunas personas reciben su renta
mensual a través de su cuenta corriente y no realizan
transacciones entre el dinero y los bonos de la manera que
describen Baumol y Tobin en su modelo. En el
caso de esas personas, las tenencias medias de dinero son la
mitad de la renta mensual. Si recibieran la renta semanalmente,
sus tenencias medias de dinero serían la mitad de la renta
semanal, es decir, solamente una cuarta parte de las que
tendrían si recibieran la renta mensualmente. Por lo
tanto, cuando más largo es el período de pago,
mayores son las tenencias medias de dinero.

2.6 LA DEMANDA ESPECULATIVA DE DINERO

Un individuo que posea riqueza ha de tenerla en activos
específicos. Estos constituyen una carera. Cabe imaginar
que los inversores desean tener los activos que general los
mayores rendimientos. Sin embargo, dado que el rendimiento de la
mayoría de los activos es incierto, no es prudente tener
toda la cartera en un único activo arriesgado.

Aunque tuviéramos la información más confidencial de que
una determinada acción
tendrá seguramente el doble de valor en los
próximos dos años, sería prudente reconocer
que las informaciones confidenciales distan de ser infalibles y
de que tanto podríamos perder como ganar una gran cantidad
de dinero con esa acción. Un inversor prudente y renuente
al riesgo no apuesta
todo a una acción. Un inversor prudente y renuente al
riesgo no apuesta todo a una misma carta. La
incertidumbre sobre los rendimientos de los activos arriesgados
lleva a adoptar una estrategia de
diversificación de la cartera

El inversor representativo deseará tener dentro
de esa cartera diversificada una cierta cantidad de un activo
seguro para
asegurarse contra las pérdidas de capital que le
ocasionen otros cuyos precios varíen de una manera
incierta. El dinero es un activo seguro porque se conoce con
seguridad su valor nominal.

En un famoso artículo, James Tobin sostiene que
los inversores tienen dinero en sus carteras como un activo
seguro. El título del artículo "Liquidity
Preference as Behavior toward Risk" ("La preferencia por la
liquidez como conducta frente al riesgo"), explica la idea
esencial. En este modelo, la demanda de dinero –que es el
activo más seguro- depende del rendimiento esperado y del
grado de riesgo de los rendimientos de otros activos. Este grado
de riesgo se mide por medio de la variabilidad del rendimiento.
Partiendo de unos supuestos razonables, Tobin muestra que un
aumento del rendimiento esperado de otros activos –un
aumento del coste de oportunidad de tener dinero (es decir, del
rendimiento al que se renuncia por tener dinero)- reduce la
demanda de dinero. En cambio, un aumento del grado de riesgo de
los rendimientos de otros activos eleva la demanda de
dinero.

La aversión de un inversor al riesgo ciertamente
genera una demanda de un activo seguro. Sin embargo, no es
probable que ese activo sea M1. Desde el punto de vista del
rendimiento y de los riesgos de
tener dinero, es evidente que los depósitos a plazo o de
ahorro o las CDMD tienen el mismo riesgo que el efectivo o los
depósitos a la vista, aunque generan un rendimiento mayor.
En los dos casos, los riesgos son los que se derivan de la
incertidumbre sobre la inflación. Dado que los riesgos son
los mismos y que los rendimientos de los depósitos a plazo
y de ahorro son mayores que los del efectivo y los
depósitos a la vista, la diversificación de la
cartera explica la demanda de activos como los depósitos a
plazo y de ahorro, que forman parte de M2, mejor que la demanda
de M1.

Las implicaciones de la demanda especulativa de dinero
son similares a las de las demandas de dinero para transacciones
y por precaución. Una subida del tipo de interés de
los activos no monetarios, como los rendimientos de los bonos a
largo plazo o de las acciones, reduce la demanda de M2. Una
subida del tipo de los depósitos a plazo aumenta la
demanda de este tipo de depósitos, quizá incluso a
costa de la demanda de M1, ya que el público aprovecha los
rendimientos mayores que puede obtener por sus carteras
ampliándolas.

Una última observación sobre la demanda
especulativa. Muchas personas tienen, de hecho, una parte de esa
riqueza en cuentas de ahorro para diversificar su cartera. Pero
los grandes inversores a veces pueden comprar otros
títulos que generan más intereses y que
también tienen unos valores
nominales fijos (es decir, exentos de riesgo). Un ejemplo de este
tipo de activo es el CD (superior a
100.000 dólares).

2.6.1 EVIDENCIA EMPÍRICA

Los estudios empíricos han demostrado, de
hecho, que la demanda de dinero está relacionada
negativamente con el tipo de interés.

La teoría de la demanda de dinero también
predice que ésta debe depender del nivel de renta. La
respuesta de la demanda de dinero al nivel de renta, medida por
su elasticidad-renta, también es importante desde el punto
de vista de la política
económica. Como veremos, la elasticidad-renta de la
demanda de dinero sirve de guía al banco central para
saber el ritmo al que debe aumentar la oferta monetaria con el
fin de mantener una determinada tasa de crecimiento del PNB sin
alterar el tipo de interés.

2.6.2 AJUSTE RETARDADO

Los estudios empíricos sobre la demanda de dinero
han introducido una complicación que no hemos estudiado, a
saber, que la demanda de dinero se ajusta a las variaciones de la
renta y de los tipos de interés con un desfase. Cuando
varía el nivel de renta o el tipo de interés, al
principio la demanda de dinero sólo experimenta una
pequeña variación. Pero con el paso del tiempo la
variación de la demanda de dinero es cada vez mayor,
acercándose progresivamente a su valor total a largo
plazo.

Estos retardos tienen dos causas básicas. En
primer lugar, el ajuste de las tenencias de dinero tiene costes;
en segundo lugar, las expectativas de los tenedores de dinero se
ajustan lentamente. Los costes del ajuste son los costes de
encontrar la mejor manera de gestionar el dinero y el coste de
abrir un nuevo tipo de cuenta si es necesario. Por lo que se
refiere a las expectativas, si el público cree que una
variación del tipo de interés es temporal, es
posible que no esté dispuesto a introducir grandes cambios
en sus tenencias de dinero. A medida que pasa el tiempo y resulta
más claro que el cambio no es transitorio, se muestra
dispuesto a realizar mayores ajustes.

2.7 TEORÍA DE KEYNES DE LA
DEMANDA DE DINERO COMO DEPÓSITO DE
RIQUEZA

Los economistas keynesianos que trabajan en la
década de 1950 siguieron el planteamiento de Keynes de la
demanda de dinero en lo que consideraban la función del
dinero como almacén de riqueza (o valor), además de
la función de medio de pago. Sien embargo, modificaron y
ampliaron el análisis de Keynes para remediar lo que
consideraron como debilidades de su teoría de la demanda
de dinero por el motivo especulativo.

La teoría de Keynes de la demanda especulativa de
dinero se ha criticado por dos causas. Primero, recuerde que la
teoría de Keynes implica que el inversionista particular
tendría toda su riqueza en bonos (excepto la cantidad de
dinero que tiene como saldos para transacciones) mientras la
tasa de
interés esté por arriba de la "tasa crítica", una tasa debajo de la cual la
pérdida de capital esperada sobre los bonos superaba las
ganancias de intereses sobre los bonos. Si la tasa de
interés caía por debajo de su tasa crítica,
el inversionista transfería toda su riqueza a dinero. Por
consiguiente, la teoría de Keynes no puede explicar por
qué un inversionista particular tiene saldos de dinero y
bonos como almacenes de
riqueza, aunque existe dicha diversificación de
cartera.

Segundo, de acuerdo con la teoría de Keynes, los
inversionistas tienen dinero como activo cuando la tasa de
interés es baja, porque esperan que la tasa de
interés suba y regrese a un nivel normal. Un elemento
crucial de la teoría de Keynes es la existencia de un
nivel normal fijo, o que por lo menos cambie lentamente, de la
tasa de interés, alrededor del cual fluctúa la tasa
de interés real. El supuesto de un nivel normal de
tasas de
interés, alrededor del cual fluctúan las tasas
en un momento dado es más congruente con el comportamiento
de la tasa de interés durante el periodo previo a que
Keynes escribiera the General Theory en 1936 que al posterior. En
el periodo que inicia en 1950, las tasas de interés
tenían una tendencia pronunciada a subir. En esa
circunstancia, el supuesto particular de Keynes de que los
inversionistas siempre esperarían que las tasas de
interés volvieran a un nivel normal debe modificarse. Como
mínimo, debe suponerse que el nivel normal mismo cambia
con el tiempo. Los economistas keynesianos modificaron la
teoría original de Keynes de una manera que explica por
qué se lleva a cabo la diversificación de la
cartera y que no depende del supuesto particular de Keynes sobre
las expectativas del inversionista de un regreso de la tasa de
interés a un nivel "normal". El punto de partida de esta
teoría de la cartera de la demanda de dinero es el trabajo de
James Tobin.

2.8 LA TEORÍA CUANTITATIVA

La ecuación es la famosa ecuación
cuantitativa, que relaciona el nivel de precios y el nivel de
producción con la cantidad de dinero. La
ecuación cuantitativa se convirtió en la
teoría cuantitativa de dinero clásica cuando se
afirmó que tanto V, la velocidad-renta del dinero, como Y, el nivel de
producción, eran fijos.

Se consideró que la producción real era
fija porque la economía se encontraba en el nivel de pleno
empleo y se
supuso que la velocidad no variaba mucho. Ninguno de estos dos
supuestos se cumplen en la realidad, pero es interesante ver
dónde nos llevan. Si tanto V como Y son fijos, el nivel de
precios es proporcional a la cantidad de dinero. Por lo tanto, la
teoría cuantitativa clásica era una teoría
del nivel de precios y de la inflación

La teoría cuantitativa clásica es la
proporción de que el nivel de precios es proporcional a la
cantidad de dinero:

V x M

P =

Y

La teoría cuantitativa clásica se aplica
en la función de oferta del caso clásico.
Recuérdese que en ese caso, en el que la función de
oferta agregada es vertical, las variaciones de la cantidad de
dinero alteran el nivel de precios y el nivel de
producción permanece en el nivel de pleno empleo. Cuando
la función de oferta agregada no es vertical, los aumentos
de la cantidad de dinero elevan tanto el nivel de precios como la
producción, por lo que el nivel de precios no es
proporcional a la cantidad de dinero. Naturalmente, si la
velocidad es constante, el PIB nominal (el nivel de precios
multiplicado por la producción) es proporcional a la
cantidad de dinero.

2.8.1 LA VELOCIDAD Y LA DEMANDA DE
DINERO

El concepto de
velocidad es importante en gran medida porque es útil para
analizar la demanda de dinero. Representemos la demanda de saldos
reales por medio de la expresión L (i, Y). Recordemos que
Y es la renta real. Cuando la oferta monetaria es igual a la
demanda de dinero, tenemos que:

M

= L (i, Y)

P

o sea, M = P x L(i, Y). Ahora podemos sustituir M, que
es la oferta monetaria nominal, por su valor de acuerdo con la
Ecuación V º YN
/ M y tenemos que:

YN Y

V = (3b)

P x L (i, Y) L(i, Y)

donde hemos reconocido que YN/P = Y es el
nivel de renta. La velocidad-renta es el cociente entre el nivel
de renta real y la demanda de saldos reales.

En la ecuación (3b) vemos que la velocidad es una
función de la renta real y del tipo de interés. Una
subida del tipo de interés reduce la demanda de saldos
reales y, por lo tanto, eleva la velocidad: cuando aumenta el
coste de tener dinero, sus poseedores lo obligan a trabajar
más y, por lo tanto, hacen que cambie de manos más
a menudo.

La forma en que las variaciones de la renta real afecten
a la velocidad depende de la elasticidad-renta de la demanda de
dinero. Si la elasticidad-renta de la demanda de saldos reales
fuera 1, la demanda de saldos reales variaría en la misma
proporción que la renta. En ese caso, las variaciones de
la renta real no afectarían a la velocidad.

2.8.2 LA DEMANDA DE DINERO Y LA INFLACIÓN
ELEVADA

La demanda de saldos reales depende del coste
alternativo de tener dinero. Ese coste se mide normalmente en
función del rendimiento de otros activos, como las letras
del Tesoro, el papel comercial o los fondos de inversión
en el mercado de dinero. Pero existe otro margen de
sustitución. Las economías domésticas o las
empresas pueden tener su riqueza no sólo en activos
financieros, sino también en activos reales: alimentos,
viviendas o maquinaria. Este margen de sustitución es
especialmente importante en los países en los que la
inflación es muy elevada y los mercados de
capitales no funcionan satisfactoriamente. En ese caso, es muy
posible que el rendimiento de la tenencia de bienes sea
aún mayor que el de los activos financieros.

Consideremos el caso de una economía
doméstica que no sabe si tener 100 dólares en
efectivo o en un depósito a la vista o tener su riqueza
almacenada en forma de alimentos. La ventaja de tener alimentos
reside en que éstos, a diferencia del dinero, conservan su
valor real. En lugar de disminuir el poder adquisitivo de los
saldos monetarios debido a la inflación, la
economía doméstica se deshace del dinero, comprando
bienes y evitando así una pérdida.

Esta "huida del dinero" se produce
sistemáticamente cuando las tasas de inflación son
altas. En un famoso estudio son las tasas mensuales de
inflación que superan el 50 por 100), Phillip Cagan,
profesor de la
Universidad de
Columbia, observó que los saldos reales experimentaban
grandes variaciones cuando aumentaba la
inflación.

En la hiperinflación más famosa, la que
sufrió Alemania en el
período 1922-1923, la cantidad de saldos reales existentes
en el momento de mayor hiperinflación, era una veinteava
parte de la cantidad existente antes. El aumento del coste de
tener dinero provoca una reducción de la demanda real de
dinero y altera, pues, los hábitos de pago del
público, ya que todo el mundo trata de deshacerse del
dinero como de una patata caliente.

En los mercados de capital perfectamente desarrollados,
los tipos de interés reflejan las expectativas sobre la
inflación y, por lo tanto, da lo mismo que midamos el
coste alternativo de tener dinero por medio de los tipos de
interés o de las tasas de inflación. Pero cuando
los mercados de capitales no son libres porque los tipos de
interés están regulados o no pueden traspasar un
determinado nivel, a menudo conviene utilizar la tasa de
inflación en lugar de los tipos de interés para
medir el coste alternativo. Franco Modigliani ha propuesto la
siguiente regla práctica: el indicador correcto del coste
de oportunidad de tener dinero es el que tenga el valor
más alto de los dos: los tipos de interés o la
inflación.

CONCLUSIONES

  • El dinero es un activo fundamental en todas las
    economías modernas. Sin él, todas las
    transacciones tendrían que hacerse por medio del
    trueque.
  • La demanda de dinero depende del ingreso y de la tasa
    de interés.
  • La demanda de dinero, presenta una relación
    negativa con el tipo de interés: Si suben los tipos
    aumenta el coste de oportunidad de tener el dinero
    líquido y no tenerlo depositado en un banco donde
    produce intereses. Por ello, la gente tratará de
    mantener en líquido el mínimo necesario. Si por
    el contrario bajan los tipos este coste de oportunidad se
    reduce, lo que hará que a la gente no le importe
    mantener en efectivo una mayor proporción de sus
    ahorros.
  • Existen dos tipos de demanda de dinero: la
    nominal, que es la cantidad de dinero que desean los
    demandantes; y la demanda real que es la nominal
    expresada en cantidad de bienes que pueden comprarse con el
    dinero, es decir divida por el índice general de
    precios.
  • Los principales motivos por los que se desea tener
    dinero según keynes es:" Para realizar transacciones: se
    trata de la demanda de dinero que tiene su origen en la
    utilización de dinero para realizar pagos regulares. 2.-
    como precaución: la demanda de dinero para hacer frente
    a contingencias imprevistas y 3.- para especular: es aquella
    demanda de dinero que se debe a la incertidumbre sobre el valor
    monetario de otros activos que tienen los
    individuos.

BIBLIOGRAFÍA

  • DORNBUSCH, Rudiger & FISCHER, Stanley. Macroeconomía. Sexta Edición. Editorial Mc Graw Hill
    Interamericana de España
    S.A., Madrid,
    1994.
  • FROYEN, Richard T. Macroeconomía,
    Teorías y Políticas. 5ta. Edición. Editorial
    Prentice Hall Hispanoamericana S.A., México, 1997.
  • LARRAÍN B, Felipe & SACHS, Jeffrey D..
    Macroeconomía en la economía global. Segunda
    Edición. Editorial Prentice Hall y Pearson Educación S.A., Buenos Aires
    Argentina, 2002.

Aquino Chavez, Renzo

BIOGRAFÍA

Renzo Aquino Chávez, nací en Lima
Perú el 04 de marzo de 1983, mis tres últimos
años de secundaria, la estudié en el Colegio
Militar Leoncio Prado.

En el 2005 ingresé a la Universidad de San
Martín de Porres, Facultad de Administración de Empresas, estudiando
hasta la fecha.

Perú, Lima, 18 de abril de 2007.

UNIVERSIDAD DE SAN MARTIN DE PORRES

ADMINISTRACION DE EMPRESAS

PROFESOR: CORDOVA EGOCHEAGA, JORGE

MONOGRAFIA PARA EL CURSO DE
MACROECONOMIA

Lima – Perú

2007

Partes: 1, 2
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