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Familias Lógicas (página 2)



Partes: 1, 2, 3


Desarrollo de
las tecnologías MOS: familia
CMOS

La integración de transistores MOS
presentó inicialmente grandes dificultades, derivadas de ser
un efecto superficial que es afectado por cualquier impureza o
dislocación en la superficie del cristal de silicio; fue
preciso desarrollar técnicas
de muy alta limpieza ambiental que no estuvieron disponibles
hasta mediados de los años 70. Sin embargo, una vez que se
dispuso de tales técnicas, las extraordinarias ventajas de
los transistores MOS (referidas a autoaislamiento, auto
alineamiento, tamaño y consumo)
determinaron un rápido desarrollo y difusión de los
circuitos
integrados digitales MOS.

En una primera fase resultó más sencillo
integrar transistores MOS de canal P, pero pronto fueron
desplazados por los transistores NMOS cuya velocidad de
conmutación es apreciablemente mayor (debido a la mayor
movilidad de los electrones respecto de los huecos).

La utilización de transistores MOS como
«resistencias
de polarización» permite configurar puertas
lógicas utilizando únicamente transistores y reduce
considerablemente el área de integración, al
prescindir de resistencias integradas de valores
relativamente altos. De esta forma, las puertas MOS suponen un
nuevo avance cualitativo en la miniaturización de la
electrónica digital, reducción que
afecta no solamente al tamaño y a la densidad de
integración, sino también, y en forma aún
más significativa, al consumo.

La figura siguiente muestra la
evolución de las puertas NMOS en
relación con el transistor que
actúa como «resistencia de
polarización»:

En los tres inversores de la figura el transistor
superior se encuentra siempre en conducción y equivale a
una «resistencia de polarización».

Para que dicho transistor superior conduzca se requiere
una tensión entre puerta y fuente igual o superior a su
tensión umbral: por ello, inicialmente (primer inversor)
fueron necesarias dos tensiones de alimentación (V'
> VCC + VTO
); luego (segundo inversor) se utilizó
una sola tensión de alimentación pero la
tensión de salida para el 1 quedaba reducida a
VCC – VTO.

Actualmente las tecnologías NMOS emplean como
polarización un transistor MOS de empobrecimiento, en cuyo
proceso de
integración se crea un canal mediante implantación
iónica, de forma que conduce incluso en ausencia de
tensión entre puerta y fuente; su tensión umbral es
negativa VTO < 0, de modo que para cortar la
conducción se requiere una tensión de puerta
aún más negativa que destruya el canal.

El análisis circuital de los tres inversores
es análogo: – para Vi < VTO el transistor
inferior se encuentra en corte y el superior comunica a la salida
la tensión VCC: Vo = VCC = 1 (si bien en el
segundo caso se produce un desplazamiento de dicha
tensión: Vo = VCC – VTO ); – para Vi >> VTO
el transistor inferior conduce, pero también lo hace el
transistor superior: es preciso establecer una relación
geométrica entre ambos para que el transistor inferior
presente una resistencia mucho menor que el superior y la
tensión de salida sea muy pequeña: Vo << 1
V
(con lo cual Vo 0).

Habida cuenta de que la intensidad que conduce un
transistor MOS es directamente proporcional a su anchura W
e inversamente proporcional a su longitud L, para asegurar
que, cuando conducen ambos transistores, el inferior presente una
resistencia mucho menor que la del transistor superior se
requiere que:

[W/L]inferior >>
[W/L]superior
.

Esta desigualdad expresa una relación entre las
geometrías de los dos transistores que ha de mantenerse en
el diseño
y posterior integración de este tipo de puertas
NMOS. La tecnología
NMOS actual utiliza puertas formadas por un plano de
transistores activos NMOS y un
transistor MOS de empobrecimiento como resistencia de
polarización; aprovecha plenamente la tensión de
alimentación, pues VoH = VCC y VoL 0 V, y su
consumo es muy reducido, ya que Ri ~ ∞ y la resistencia del
transistor de polarización se hace adecuadamente alta.
Esta tecnología resulta muy apropiada para la
integración de muy alta densidad (VLSI) y sigue
utilizándose en grandes bloques digitales (microprocesadores, memorias,
etc.) y en los circuitos
integrados programables de tipo matricial (PROM, PAL, PLA,
PLS).

Ahora bien, la utilización conjunta de
transistores de canal N y de canal P (NMOS y PMOS) permite que el
consumo estático de las puertas sea nulo; ello dio lugar a
la lógica
CMOS (lógica con transistores MOS
complementarios).

La primera serie CMOS adoptó el indicativo
40 y presentaba fuertes limitaciones en cuanto a velocidad
e inmunidad frente al ruido. Esta
serie admite un amplio intervalo de tensiones, desde 3 a 18
voltios, y rizados del 10 % (debido a su reducido consumo), lo
cual elimina la necesidad de un buen filtrado y estabilidad en la
fuente de alimentación; su velocidad depende fuertemente
de la tensión de alimentación, con tiempos de
propagación de 200 ns para VCC = 3 V que pasan a ser de
100 ns para VCC = 5 V y se reducen a 20 ns

cuando VCC = 15 V.

La gran difusión que había tenido la familia
TTL, con anterioridad a la disponibilidad de integrados CMOS,
había habituado a quienes trabajaban en el ámbito
de la electrónica digital a la utilización de los
circuitos integrados de dicha familia y a conocer los
números y los terminales de tales circuitos; por ello,
atendiendo a la demanda de los
usuarios, se desarrolló la serie 74C, compatible en
cuanto a funciones y
terminales de los circuitos integrados del mismo número
con la familia TTL (por ello adopta el mismo indicativo
numérico 74).

Las características de la primera serie
74C son algo mejores que las de la serie inicial
40; pero, muy pronto, el desarrollo continuado de las
tecnologías de integración MOS hizo posible la
utilización de transistores de dimensiones cada vez
más pequeñas y, consiguientemente, más
rápidos.

La serie 74HC de «alta velocidad»
ofrece la misma velocidad de trabajo que la
serie LS-TTL (tiempos de propagación inferiores a
10 ns) y análoga inmunidad frente al ruido, con un consumo
estático nulo; por ello, ha desplazado por completo a la
familia TTL y es actualmente la más utilizada.

Para facilitar la utilización conjunta de
circuitos integrados TTL y CMOS se introdujo la
serie 74HCT, compatible con los niveles de tensión
y de intensidad de la familia TTL, que permite la
conexión directa entre ambas familias.

Recientemente, se ha presentado una serie avanzada
74AHC, con tiempos de propagación inferiores a 5 ns
y una significativa reducción del «ruido» que
las puertas producen en su conmutación. Existe
también una serie de alta velocidad 74AC, con
tiempos de propagación del orden de 3 ns, pero con
problemas de
«ruido» en la

conmutación debido a la gran verticalidad de sus
flancos.


Lógica
«interbús»

Una aplicación particular de los circuitos
digitales que requiere prestaciones
específicas se refiere a aquellos circuitos que han de
situarse en medio de un bus (adaptadores de bus,
controladores o decodificadores, etc.); tales circuitos, a los
que nos referiremos con el calificativo de
«interbús», precisan de tiempos de
propagación muy bajos para no retrasar las señales
que circulan por el bus y de altas intensidades de salida, ya que
el bus que transmiten suele ir conectado a un amplio
número de circuitos.

La serie 74ALS, además de sus reducidos
tiempos de propagación, inferiores a 4 ns, permite
intensidades de salida de 24 mA para el 1 y 32 mA para el
0, resultando adecuada para su utilización
«interbús».Por otra parte, el proceso de
desarrollo de las tecnologías MOS ha proseguido a
través de la integración conjunta de transistores
MOS y transistores
bipolares NPN, mediante una ampliación directa del
proceso de integración CMOS. Esta nueva tecnología,
mezcla de bipolar y CMOS, recibe el nombre de BiCMOS y resulta
muy apropiada para los circuitos «interbús» y
para la integración de circuitos mixtos, con parte
analógica y parte digital.

Una puerta (o un bloque integrado) CMOS necesita que los
transistores que proporcionan la salida sean de gran anchura para
que la intensidad suministrable sea del orden de 10 mA. La
tecnología BiCMOS añade a las puertas CMOS una
etapa de salida totem pole de transistores bipolares,
análoga a la que llevan las puertas TTL, la cual permite
altas intensidades de salida y evita el fuerte efecto capacitivo
de los transistores MOS de gran anchura.

La tecnología BiCMOS ha evolucionado a
través de diversas series, de las cuales se ha consolidado
y se utiliza actualmente la serie avanzada 74ABT
(advanced BiCMOS technology), que permite intensidades de
salida de 32 mA para el 1 y 64 mA para el 0 y cuyos
tiempos de propagación son menores de 3 ns.

Además, la tecnología BiCMOS presenta
consumo estático también nulo para su salida en
alta impedancia, siendo así que en tecnología TTL
dicho consumo es aún más elevado que para salida
booleana 0/1.

Lógica de baja
tensión

En la última década ha adquirido una gran
importancia el desarrollo de circuitos de muy bajo consumo, en
particular para sistemas
portátiles, aplicaciones médicas, sistemas de
alimentación ininterrumpida o por energía
solar,… y, en general, para reducir la fuente de
alimentación y el consumo energético que requieren
los sistemas
digitales amplios.

Ciertamente el consumo CMOS estático es nulo pero
no así el dinámico, el cual es apreciable en el
caso de altas frecuencias. Ahora bien, el consumo dinámico
depende cuadráticamente de la tensión de
alimentación (VCC)2 y, por ello, una disminución de
la misma tiene una incidencia muy favorable sobre el consumo
global de los circuitos CMOS: la reducción de la
tensión típica de 5 V a otra de 3 V se traduce en
una disminución del consumo a la tercera parte (ahorro del 65
%).

Se han desarrollado series de «bajo voltaje»
cuya tensión nominal es de 3,3 V que admiten
también tensiones de alimentación inferiores,
abarcando el intervalo que va desde 1,2 hasta 3,6 V; este
intervalo cubre adecuadamente desde las pequeñas
baterías de níquel-cadmio 1,2 V hasta las
pilas de litio
de alta capacidad 3 V, pasando por las diminutas pilas de
mercurio 1,3 V y las habituales pilas alcalinas 1,5
V
.

La serie 74LV es equivalente a la 74HC
para bajas tensiones de alimentación, con análogos
tiempos de propagación (~10 ns) cuando la tensión
de alimentación no es inferior a 3 V; sus tiempos de
propagación aumentan fuertemente al disminuir la
tensión, situándose en los 50 ns para 1,2
V.

Existe asimismo una serie BiCMOS de baja tensión
74LVT para trabajar en el intervalo 2,7-3,6 V con tiempos
de propagación inferiores a 4 ns.


Lógica de Altas
Velocidades

Para la construcción de sistemas digitales que han
de funcionar a muy altas velocidades (por encima de los 50 MHz)
es preciso utilizar series especiales, con muy bajos tiempos de
propagación.

La serie CMOS 74AC (tiempo de
propagación de 3 ns) alcanza los 80 MHz de frecuencia de
reloj en los sistemas síncronos, mientras que las series
TTL 74F y 74AS (2,5 y 1,5 ns, respectivamente)
permiten trabajar con frecuencias de reloj de 100 y 150 MHz,
respectivamente.

Para velocidades aun mayores se cuenta con una familia
ultrarrápida ECL (lógica de acoplo por
emisor) que utiliza como etapa básica un amplificador
diferencial, aprovechando la intensidad constante que tal etapa
conduce para conmutarla entre las dos ramas que configuran la
etapa diferencial.

La familia ECL no emplea la conmutación en
tensión entre los estados de corte y saturación
(con los retrasos inherentes a la transición entre ambos)
sino que funciona en «modo de corriente», haciendo
corresponder cada valor booleano
con la conducción de intensidad por una de las ramas del
amplificador diferencial.

La intensidad que circula por la puerta ECL es
constante y los estados booleanos vienen definidos por el paso de
dicha intensidad por una u otra de las dos ramas diferenciales.
Los transistores no alcanzan la situación de
saturación, por ello su conmutación es muy
rápida; sus tiempos de propagación, inferiores a
0,8 ns (serie 100K), permiten alcanzar 300 MHz de velocidad de
reloj en los sistemas síncronos.

El consumo de la familia ECL es relativamente
alto, cercano a los 40 mW por puerta. En cambio, al no
existir variaciones de intensidad entre ambos estados booleanos,
se evita el «ruido electromagnético» que las
conmutaciones producen sobre las líneas de
alimentación; esta anulación del ruido «auto
inducido» es muy importante cuando se trabaja a muy altas
frecuencias y, por tanto, los intervalos de tiempo disponibles
para la estabilización de los valores
booleanos son muy pequeños.

Conviene expresar aquí la siguiente
aclaración: Acostumbrados como estamos en los
últimos años a las extraordinarias velocidades de
los procesadores (que
alcanzan varios GHz) debe tenerse en cuenta que se refieren al
interior del circuito integrado y que la velocidad de trabajo
«hacia fuera», en sus terminales, es
considerablemente inferior. En el interior de un circuito
integrado pueden conseguirse velocidades muy altas, debido a que
los componentes y conexiones internos son diminutos y los efectos
capacitivos son muy reducidos; en cambio, la velocidad de trabajo
del circuito integrado en relación con el exterior ha de
referirse a capacidades del orden de 10 pF y a etapas de salida
amplias, capaces de suministrar varios miliamperios.

Características a tener en
cuenta en una familia lógica

Las características funcionales de una familia
que es preciso tener en cuenta para su utilización en el
diseño, montaje y comprobación de sistemas
digitales son las siguientes:

? Esquema y comportamiento
circuital de su puerta básica

? Tensión de alimentación

? Tensiones e intensidades Vo, Io, Vi, Ii, para ambos
valores booleanos

? Velocidad de trabajo

? Consumo

? Intervalo de temperaturas

? Conectividad (fan-out, fan-in y
flexibilidad de entradas y salidas)

? Coste

? Otra característica de particular importancia,
el comportamiento frente al «ruido
electromagnético»

? Esquema y comportamiento circuital
de la puerta básica

En primer lugar, es preciso conocer el esquema del
circuito que configura la puerta básica de la familia
lógica, a un nivel genérico y conceptual (que no
tiene necesariamente que incluir todos los detalles), y
comprender su comportamiento eléctrico en los dos estados
booleanos y en las transiciones entre ambos. Parte fundamental de
este comportamiento es identificar con claridad la variable
física que
diferencia la situación que corresponde al 0
booleano de la que corresponde al 1; es decir, la causa
física que determina el que la puerta lógica se
encuentre en un estado
booleano o en el otro.

Las puertas CMOS contienen dos planos de
transistores (PMOS y NMOS) y para cada vector de entrada conduce
solamente uno de ellos. Cada transistor se encuentra en
conducción o en corte según que la tensión
entre puerta y fuente supere o no a la tensión umbral del
transistor: los transistores NMOS conducen cuando Vi >
VTO
y los PMOS lo hacen cuando Vi < VCC – VTO. La
combinación dual serie-paralelo entre ambos planos
determina que conduzca uno y solamente uno de ellos; el plano
P transmite a la salida un 1, mientras que el plano
N lleva la salida a 0.

La puerta básica TTL se encuentra
conformada por tres etapas sucesivas: una puerta "y" de
entrada, un inversor central y un amplificador de intensidad que
configura la etapa de salida. La diferencia entre los dos estados
booleanos corresponde al hecho de que la intensidad que circula
por la etapa inicial (la intensidad en la resistencia de la
puerta "y") sea asumida «hacia afuera» a
través de alguna de sus entradas (0 booleano en la
misma) o circule «hacia adentro» saturando el
transistor intermedio T (situación que corresponde a todas
las entradas a 1).

Del comportamiento circuital de la puerta básica
puede deducirse una serie de consecuencias prácticas que
deben tenerse en cuenta en la utilización de los circuitos
integrados de la familia.

? Tensión de
alimentación

La tensión típica de alimentación
de los circuitos digitales es de 5 voltios. Dicha tensión
es la propia de las diversas series TTL (entre 4,75 y 5,25
V) que, además, requieren que su rizado sea muy reducido;
en suma, necesitan una fuente de alimentación bien
filtrada y estabilizada.

Las puertas CMOS admiten tensiones de
alimentación diversas dentro de un intervalo relativamente
amplio y no requieren estabilidad ni ausencia de rizado en las
mismas. La serie HC admite una alimentación entre 2
y 6 V.

Actualmente hay una fuerte tendencia a utilizar
tensiones de alimentación más reducida para
disminuir el consumo dinámico y para permitir, con ello,
mayores velocidades de trabajo y mayores densidades de
integración. En tal sentido, la tensión de
alimentación de 3 V está sustituyendo
paulatinamente a la habitual de 5 V; cada vez es más
frecuente que circuitos integrados complejos y de muy alta
velocidad se suministren solamente para alimentación de 3
V e incluso para tensiones inferiores (2,5 V; 1,8 V).

? Tensiones e intensidades Vo, Io,
Vi, Ii, para ambos valores booleanos

Interesa conocer los intervalos de tensión
propios del 0 y del 1 booleano tanto en la entrada
como en la salida, así como las intensidades asociadas a
dichos intervalos. Los valores de las tensiones pueden expresarse
en forma conjunta y directa mediante una gráfica
«tensión de salida / tensión de
entrada» (función de
transferencia Vo / Vi ), representando para cada valor de
tensión de entrada entre 0 y VCC el valor de
tensión que adopta la salida.

Generalmente, los catálogos no incluyen estas
curvas de transferencia sino que expresan tales datos en forma
tabular mediante los siguientes parámetros:

+ Referentes a la entrada:

ViLmáx: tensión máxima que
la entrada entiende como 0

ViHmín: tensión mínima que
la entrada entiende como 1

IiL: intensidad en la entrada cuando su valor es
0

IiH: intensidad en la entrada cuando su valor es
1

+ Referentes a la salida:

VoL: tensión de salida para valor booleano
0

VoH: tensión de salida para valor booleano
1

Ambas tensiones de salida dependen de la intensidad que
se requiere de ella, de forma que se expresan siempre para una
intensidad determinada: IoL e IoH,
respectivamente.

Por convenio se asigna a las intensidades, tanto en las
salidas como en las entradas, el signo + cuando circulan hacia
dentro de la puerta lógica o circuito integrado y el signo
– si lo hacen hacia fuera. Los datos citados de tensiones e
intensidades de entrada y de salida, para los valores booleanos
0 y 1, pueden expresarse agrupados según el
diagrama de la
siguiente figura (se representa la salida a la izquierda y la
entrada a la derecha para referirse a un nudo booleano, es decir,
a la conexión de la salida de una puerta con la entrada de
la siguiente, supuestas del mismo tipo):

El anterior diagrama salida/entrada expresa, en forma
conjunta y resumida, toda la información de interés
sobre las tensiones e intensidades de los dos valores booleanos:
– tensión de salida correspondiente para una determinada
intensidad de salida – intervalo de tensión que la entrada
acepta como tal valor booleano

– intensidad que requiere la entrada.

En dicho diagrama queda reflejado, asimismo, el margen
de tensión para cada uno de los valores booleanos:
.V(0) = ViLmáx – VoL y .V(1) = VoH –
ViHmín
y la relación entre las intensidades de
salida y de entrada Io / Ii en cada uno de ellos. El
margen de tensión constituye un intervalo de seguridad, de
forma que modificaciones de la tensión de entrada que se
mantengan dentro del mismo no afectan a la tensión de
salida, o sea, al valor booleano que proporciona la puerta. El
cociente entre intensidades representa el número de
entradas que una salida puede soportar en situación
estática (en términos de intensidad
suministrable a las mismas).

? Velocidad de Trabajo

Es obvio que la velocidad es un dato fundamental en
sistemas que han de realizar miles de operaciones en
tiempos mínimos; la velocidad de trabajo determina la
capacidad operativa del sistema.
Más aún, habida cuenta de que las operaciones
digitales son en gran medida repetitivas, en muchas ocasiones
resultan preferibles arquitecturas con unos pocos módulos
que realizan grandes series de operaciones sucesivas, en lugar de
utilizar un mayor número de módulos en paralelo. De
esta forma, si la velocidad de trabajo lo permite, cabe reducir
el circuito operativo al mínimo, con la consiguiente
reducción de tamaño y de coste
económico.

Al llegar una señal a la entrada de una puerta
lógica, la respuesta a dicha señal no aparece
instantáneamente en la salida, sino que existe un cierto
tiempo de retardo; este tiempo es diferente según la
transición de estado de la puerta sea de 0 a
1 o de 1 a 0:

tPLH o tP(1): «tiempo de
propagación del 1», retardo de la salida
respecto de la entrada cuando la salida cambia de 0 a
1;

tPHL o tP(0): «tiempo de
propagación del 0», retardo de la salida
respecto de la entrada cuando la salida cambia de 1 a
0.

Ambos tiempos de propagación suelen tener valores
próximos entre sí, lo cual permite utilizar su
promedio como tiempo de propagación
genérico:

tP = (tPLH + tPHL) / 2.

Los tiempos de propagación, es decir, los
retrasos de la salida respecto a las variaciones de las entradas
dependen de la impedancia de carga conectada sobre la salida, es
decir, de la capacidad equivalente que presenta el conjunto de
entradas conectadas a ella.

Por ello, los tiempos de propagación se miden en
condiciones similares al funcionamiento normal de la puerta,
supuesto un número máximo razonable de entradas
conectadas a su salida; en el caso CMOS, sus entradas son de tipo
capacitivo, del orden de unos pocos picofaradios, de forma que
los tiempos de propagación CMOS suelen medirse y
expresarse en relación a una carga de 50 pF.

Los valores típicos de los tiempos de
propagación se expresan para 25°C, ya que tales
tiempos dependen de la temperatura,
aumentando con ella; esta dependencia se debe a que las
resistencias de paso de los transistores MOS aumentan con la
temperatura, por disminuir con ella la movilidad de sus
portadores. Interesa, por ello, evitar el funcionamiento de los
circuitos digitales a temperaturas altas y, si es necesario, se
les dota de adecuados mecanismos de refrigeración.

Al conectar dos puertas, una a la salida de la otra, el
tiempo de propagación del conjunto es mayor que los
tiempos individuales pero es inferior a la suma de ambos. Es
decir, los tiempos de propagación no son linealmente
acumulativos ya que la segunda puerta inicia su
conmutación antes de que la primera complete la suya. Para
facilitar la suma de tiempos en puertas sucesivas, cada tiempo de
propagación suele medirse por el retraso entre el punto
medio de conmutación (tensión Vcc/2) de la onda de
entrada y el punto medio de la conmutación de la
señal de salida.

Una estimación aproximada de la velocidad de
trabajo de un circuito digital puede hacerse en la forma
siguiente:

– parece razonable que en una secuencia de operaciones
de una puerta lógica o, lo que es lo mismo, en una
secuencia de bits, el tiempo dedicado a cada uno de ellos ha de
ser mayor que el tiempo de propagación de la
puerta;

– si denotamos con tBIT el tiempo mínimo
para la propagación y formación estable de un bit,
ha de asegurarse que, al menos, tBIT > 2 tP para
permitir que cada bit se estabilice antes de pasar al
siguiente;

– de manera que f < 1/2 tP es una
estimación adecuada de la velocidad de trabajo en
términos de bits por segundo.

Otra medida de la velocidad de trabajo de una familia
lógica la constituye la máxima frecuencia de reloj
que admiten sus biestables síncronos fCK, que
determina la máxima velocidad de trabajo de los sistemas
secuenciales y, en particular, de los contadores y de los
registros.

Cada una de las semiondas del reloj corresponde a la
actuación de uno de los dos biestables básicos que
configuran un biestable síncrono (estructura
master/slave), de forma que cada semionda debe abarcar un
intervalo de, al menos, 2 tBIT; el periodo del reloj debe
ser mayor que 4 tP y su frecuencia máxima
será: fCKmáx ~ 1/(4 tP).

? Consumo

En general, un sistema digital está constituido
por un gran número de puertas booleanas, de forma que el
consumo energético, en términos de intensidad o de
potencia, de una
puerta individual queda multiplicado por un número
relativamente alto. Ello tiene importancia desde dos puntos de
vista, consumo de energía (y consiguiente
alimentación del sistema) y disipación de calor (y
mecanismos para facilitarla):

– la fuente de alimentación (que proporciona la
tensión de alimentación VCC) ha de suministrar
suficiente intensidad, de acuerdo con el consumo global del
sistema digital;

– la energía consumida por el sistema se disipa
en el mismo en forma de calor que ha de ser desalojado para
evitar un aumento excesivo de la temperatura, lo cual requiere,
en ocasiones, el correspondiente sistema de
refrigeración.

Intensidad de alimentación y disipación de
calor constituyen dos aspectos a tener en cuenta en el diseño de
sistemas digitales; la complejidad, tamaño y coste de
la fuente de alimentación y del mecanismo de
refrigeración dependen fuertemente del consumo, aumentando
drásticamente con él.

Conviene tener en cuenta que el calentamiento de un
circuito digital, por efecto de la disipación de potencia
en el mismo, puede llevar a su destrucción pero, mucho
antes que eso, afecta a los tiempos de propagación de sus
puertas lógicas que aumentan con la temperatura. En muchas
ocasiones se precisa de un adecuado sistema de
refrigeración simplemente para asegurar la velocidad de
trabajo del circuito. Por ejemplo, los procesadores Pentium de los
PCs, para alcanzar las altas velocidades de tabajo que consiguen
(varios GHz), requieren un fuerte disipador con un ventilador
situados directamente sobre el propio circuito integrado, En cada
uno de los dos estados booleanos tendremos un consumo
estático:

ICCL = intensidad consumida cuando la salida es
0

ICCH = intensidad consumida cuando la salida es
1

Los datos de consumo estático que figuran en los
catálogos vienen expresados en términos de
intensidad global consumida por el circuito integrado; es decir,
en el caso de puertas lógicas el consumo no se expresa en
términos de intensidad por puerta (ya que no puede medirse
el consumo individual de una de ellas), siendo necesario dividir
el dato de catálogo por el número de puertas que
configuran el integrado.

El consumo estático no incluye el debido a las
transiciones entre los dos estados booleanos. Por ello,
además del consumo estático, ha de tenerse en
cuenta el consumo dinámico, es decir, el que se produce
durante las transiciones.

En la familia TTL prevalece el consumo
estático, siendo el dinámico despreciable respecto
al estático; en cambio, en la familia CMOS el
consumo estático es nulo mientras que el dinámico
es apreciable para frecuencias por encima del MHz. El consumo
dinámico depende de la frecuencia de conmutación de
las puertas booleanas: en cada transición se
«gasta» una cantidad determinada de energía
utilizada en la carga y descarga de las capacidades presentes en
el circuito (la energía que se disipa al cargar o al
descargar un condensador C a una tensión V es C.V2/2).
Para efectuar el cálculo
del consumo dinámico se utiliza la capacidad equivalente
de la puerta a efectos de disipación de potencia
Cpd (power dissipation capacitance)

P = Cpd . (VCC)2 . f siendo VCC la
tensión de alimentación y f la frecuencia de
conmutación (considerada en forma de onda cuadrada: paso
de 0 a 1 y posterior paso de 1 a
0).

Por otra parte, en la evaluación
global del consumo dinámico de un sistema digital ha de
tenerse en cuenta que no todas sus puertas o biestables conmutan
a la vez; aun más, en determinados subsistemas lo hace
solamente un pequeño número de ellas. Por ejemplo,
en una memoria RAM, al
leer o escribir sobre ella solamente se activa uno de los
múltiples registros que la forman (obviamente,
también conmutan el decodificador que selecciona los
registros y el circuito de control de
entradas/salidas).

? Intervalo de
temperaturas

Existe un intervalo de temperaturas para el que
está garantizado el funcionamiento de los circuitos
integrados digitales: el intervalo «normal» de
funcionamiento va de -40°C a 85°C para CMOS y de 0ºC
a 70ºC en TTL (en ambos casos con indicativo
74).

Existen, además, series denominadas
«militares» para aplicaciones que requieren mayor
rango de temperaturas, de -55°C a 125°C; se distinguen
porque su numeración empieza por 54 y su
encapsulado es cerámico.

Ha de tenerse en cuenta que las características
de una puerta lógica varían fuertemente con la
temperatura; en general empeoran al aumentar la temperatura, lo
cual se refleja en reducción de los márgenes de
ruido y de la velocidad de trabajo. El mismo circuito desprende
calor, como consecuencia de la disipación de la
energía que utiliza en su funcionamiento, y causa una
elevación de su propia temperatura que, en ocasiones,
puede ser importante. Por ello, el diseño de un sistema
digital ha de tener en cuenta el rango de temperaturas en el que
va a trabajar y, si es preciso, debe incluir un mecanismo de
refrigeración adecuado.

Otra indicación de temperatura que proporcionan
los catálogos es el rango que soportan los circuitos
integrados para su almacenamiento,
que suele ser de -65°C a 150°C.

? Conectividad.

Se emplea un parámetro denominado fan-out
(abanico de salida) o capacidad de carga para expresar el
número de entradas que pueden conectarse sobre la salida
de una puerta lógica. Este parámetro viene
determinado por dos factores:

– el cociente entre las intensidades de salida y de
entrada Io/Ii para cada valor booleano, que representa el
número máximo de entradas a las que la salida es
capaz de suministrar adecuada intensidad sin deteriorar el valor
booleano que les transmite;

– el cociente entre la capacidad de carga que la salida
puede soportar (con referencia a unos tiempos de
propagación determinados) y la capacidad equivalente de
las entradas (de las puertas a conectar) CL/Ci, ya que una
capacidad de carga mayor se traducirá en una
disminución de la velocidad de trabajo de la puerta (un
aumento de sus tiempos de propagación).

En la familia TTL la limitación relativa al
fan-out viene dada por el cociente entre intensidades
Io/Ii, pero no así en las series CMOS cuya
intensidad de entrada es nula y lo que limita es la carga
capacitiva que pueden soportar CL/Ci.

CL no es un parámetro
característico del propio circuito digital, sino la
capacidad de carga con la que ha sido medido el tiempo de
propagación; es decir, para asegurar dicho tiempo de
propagación es preciso que la capacidad que se conecta a
la salida sea menor que CL.

A efectos del fan-out o capacidad de carga
de una puerta debe tenerse en cuenta que en el caso de bloques
combinacionales, biestables, registros, etc.,? cada uno de los
terminales de entrada se encuentra conectado a las entradas de
varias puertas lógicas, de forma que su conexión
sobre la salida de otra puerta o bloque supone una carga
equivalente a varias entradas; es decir, cada una de las entradas
de un bloque digital ha de contabilizarse en términos de
su carga equivalente o sea del número de entradas
individuales o básicas a las que se encuentra
conectada.

Asimismo se utiliza el término fan-in
(abanico de entrada) o disponibilidad de entradas para
indicar el número de entradas que posee una puerta
lógica. La limitación en cuanto al número
máximo de entradas con que puede construirse una puerta
depende de la estructura electrónica de la misma: en el
caso CMOS el número de entradas no debe ser superior a 6 u
8 debido al hecho de que la conexión de múltiples
transistores MOS en serie empeora en gran medida las
características de velocidad e inmunidad frente al ruido
de las puertas.

Conviene recordar, en relación con las entradas
de los circuitos integrados MOS, que requieren una
Manipulación cuidadosa, debido a la posibilidad de
perforación de la delgadísima capa de óxido
que conforma la puerta de los transistores MOS; tal
perforación puede producirse por la propia carga
estática acumulada en el cuerpo de quien los
maneja.

En los catálogos, los fabricantes indican una
serie de normas para una
manipulación que evite las cargas estáticas (tanto
el personal como los
soportes e instrumentos deben estar adecuadamente conectados a
«tierra»); asimismo, los circuitos integrados
MOS deben conservarse en fundas antiestáticas y en
ningún caso deben agarrarse por los terminales
metálicos (pines) sino por la carcasa de plástico.

Interesa conocer la disponibilidad de diversas opciones
de entradas y de salidas:

– Entradas con histéresis (entradas tipo
Schmitt), que presentan dos tensiones de
conmutación o comparación Va y Vb y
son útiles para evitar rebotes (y para la
construcción de osciladores astables). En la familia CMOS
(alimentada a 5 V) las tensiones Va y Vb de las
entradas de tipo Schmitt suelen ser simétricas, 2 y
3 V aproximadamente, mientras que en la familia TTL suelen ser
mas bajas, 0,8 y 1,6 V.

– Salidas con posibilidad de desconexión (salidas
triestado) que permiten conectar múltiples salidas
en paralelo, actuando en cada momento una de ellas y
manteniéndose en alta impedancia las
demás.

– En ocasiones, se incluye en la salida una resistencia
de valor alto conectada a 0 V (resistencia de pulldown) o
a VCC (pullup), para asegurar que en la
inicialización o en estado de alta impedancia la salida
adopte valor 0 o valor 1,
respectivamente.

– Salidas de colector o drenador abierto que
prescinden de los transistores superiores (los que transmiten el
1). Son puertas incompletas que requieren una resistencia
de polarización RP conectada a la
alimentación VCC y precisamente por eso resultan
útiles para efectuar acoplos con otras familias
lógicas o con otros componentes

electrónicos que empleen niveles de
tensión diferentes y para la conexión de varias
salidas (operación "y" cableada). Existen
adaptadores de este tipo (buffer) que admiten tensiones o
intensidades relativamente altas (hasta 15 ó 30 V de
tensión y unos 50 mA de intensidad).

? Coste

El coste es un parámetro esencial en cualquier
diseño de ingeniería y suele entrar en competencia con
otras especificaciones del mismo, como pueden ser la velocidad de
trabajo, el conjunto de prestaciones, etc.,… En «productos de
consumo», de fabricación en serie, el coste suele
ser uno de los parámetros más importantes del
diseño; en cambio, en la realización de equipos de
producción o de prototipos o
pequeñas series especializadas el coste suele quedar en un
segundo orden de exigencias, precedido por las prestaciones que
se requieren.

? Comentario en relación con
la forma actual de construir los sistemas
digitales

Desde los años 70 las diversas familias
lógicas integradas han permitido la disponibilidad de
amplios catálogos de circuitos integrados, relativos a
puertas lógicas, biestables, bloques combinacionales y
bloques secuenciales. Con estos «elementos
constructivos» (con estas piezas o ladrillos
digitales
) el diseño de un sistema digital consiste en
la adecuada selección
y conexión de circuitos integrados estándar; el
resultado es una «tarjeta» formada por un conjunto de
circuitos integrados sobre una placa de circuito impreso, cuyas
pistas efectúan las conexiones entre ellos.

Los circuitos integrados estándar siguen siendo
útiles para probar pequeños diseños, para
simular el comportamiento de subcircuitos reducidos o,
también, para prácticas de laboratorio en
el proceso de aprendizaje (para
entrar en contacto con las puertas y los bloques digitales y con
las características de la tecnología).

Pero la forma de proceder basada en seleccionar y
conectar circuitos integrados estándar «ha pasado a
la historia».
Hoy día, cualquier diseño digital se construye
dentro de un único circuito integrado:

– para la realización de prototipos o de
pequeñas series se dispone de circuitos integrados
programables para «encajar» sobre ellos, por programación, el diseño
específico que interesa (la variedad de los dispositivos
programables, en cuanto a tamaño y capacidad de acoger
diseños complejos, es enorme);

– cuando el número de ejemplares a utilizar es
alto, es preferible fabricar el propio diseño, dando lugar
a un ASIC (circuito integrado para una aplicación
específica).

Por ello, cada vez se utilizan menos los circuitos
integrados estándar y, con ello, se desdibuja la idea de
«Familia lógica integrada»; lo que importa, en
cuanto al diseño y al producto
final, es:

– elegir un circuito integrado programable con capacidad
y velocidad suficientes para nuestro diseño y conocer en
profundidad las características de tal circuito
integrado;

– o bien, seleccionar un fabricante y, dentro de su
oferta, un
tipo de ASIC adecuado para nuestro diseño y conocer,
igualmente, las características de tales ASICs.

En todo caso, los aspectos funcionales a tener en cuenta
son los descritos en este apartado y, por lo general, tanto los
dispositivos programables como los ASICs pertenecen a la gran
familia lógica CMOS.

La tecnología CMOS, con sus diversas variantes y
continuas mejoras (en especial, en lo que se refiere a
tamaño de los transistores y, con ello, a la densidad de
integración y a la velocidad de trabajo) ha sido durante
la última década, y lo seguirá siendo en la
presente y en la próxima, la más adecuada para la
integración de circuitos digitales (incluyendo los
programables).

  • El ruido en los sistemas
    digitales

En el entorno físico de los sistemas digitales se
encuentran siempre presentes señales de tipo
electromagnético que inciden sobre ellos, bien procedentes
del medio ambiental en el que se encuentran (motores,
relés, transformadores,
radiofrecuencias, emisiones de los cables, perturbaciones de la
red, etc.,?),
bien producidas por los propios sistemas digitales (variaciones
de consumo que generan parásitos sobre la
alimentación, oscilaciones propias de los circuitos,
acoplo entre señales, radiación
de las pistas y cables de interconexión,
etc.,?).

Todas estas señales reciben el nombre de
«ruido» y son siempre indeseables para un sistema
electrónico por cuanto pueden afectar a su correcto
funcionamiento; en el caso de un sistema digital pueden modificar
puntualmente los valores booleanos presentes en el mismo por
desplazamiento de las tensiones en los nudos del
circuito.

El problema del «ruido
electromagnético» es mayor en las plantas
industriales, en las que existe un gran número de máquinas,
motores y sistemas eléctricos de tipo diverso, cuyo
funcionamiento genera ondas
electromagnéticas en una amplia gama de frecuencias que se
transmiten, no solamente por el aire, sino
también por todo tipo de cables o conductores y, en
particular, a través de la red de tensión
eléctrica. Asimismo, la propia red puede encontrarse
distorsionada por las fuertes variaciones de consumo que suelen
producirse, principalmente, por la conmutación sobre ella
de elementos de potencia.

En un circuito electrónico las señales
parásitas debidas al ruido se hacen presentes en
términos de tensión transmitida a través de
las interconexiones del sistema; pero, también, en
términos de potencia que incide como onda
electromagnética desde el exterior. En general, el ruido
que genera el propio sistema digital se transmite por el mismo en
forma de señal de tensión, principalmente por las
líneas de alimentación (VCC y 0), y el ruido
electromagnético ambiental se recibe como señal de
potencia radioeléctrica, captada por las diversas
líneas, componentes y bucles del sistema que actúan
como pequeñas antenas
receptoras, en particular las líneas de
interconexión, incluidas las de
alimentación.

  • Mecanismos físicos de generación
    y captación de ruido

Las leyes
físicas ignoran las fronteras conceptuales que el
diseñador impone a su circuito y parte de la
energía del mismo puede alcanzar a otros circuitos de su
entorno y a otras partes del propio circuito; además, por
causa de esas mismas leyes físicas, los componentes
circuitales no se comportan de forma ideal (no se limitan a ser
los elementos de circuito en los que el diseñador piensa)
sino que presentan multitud de efectos
parásitos.

Por otra parte, los circuitos electrónicos, como
circuitos
eléctricos que son, serán afectados por los
campos eléctricos, magnéticos y
electromagnéticos que llegan a ellos, procedentes de otros
equipos o fenómenos de naturaleza
eléctrica.

Los principales mecanismos físicos de
generación o captación de «ruido
electromagnético» son los siguientes:

– tensiones producidas por variaciones de intensidad
sobre elementos auto inductivos

– actuación de los bucles de intensidad (espiras)
como receptores y como emisores

– oscilaciones debidas a la presencia de autoinducciones
y capacidades parásitas

– acoplo capacitivo entre conductores
próximos

– impedancia común en las líneas de
retorno de varias señales.

A continuación, analizaremos con un poco de
detalle estos fenómenos.

a) Todo conductor presenta una cierta componente
inductiva y responde a las variaciones de la intensidad que
conduce con un transitorio de tensión:

.V = L.dI/dt.

De esta forma las variaciones de intensidad sobres las
líneas de alimentación producen perturbaciones que
afectan a la tensión que transmiten. Lo mismo sucede con
las variaciones de consumo sobre la red de tensión
eléctrica, que provocan perturbaciones que son propagadas
a través de la red.

También en las líneas de señal se
produce este efecto auto inductivo, pero tiene poca importancia,
debido a que, por lo general, tales líneas son muy cortas;
una excepción a tener en cuenta puede ser la línea
que transmite el reloj en los sistemas
síncronos.

Los picos (glitches) de tensión originados
dependen de la amplitud de la variación de intensidad y,
también, de la velocidad de dicha variación, de la
pendiente dI/dt, de forma que .I reducidas pero muy
rápidas pueden producir .V apreciables; una línea
conductora de 10 cm, cuya autoinducción será
cercana a 0,1 µH, responde a un aumento de intensidad de 10
mA en 1 ns con una variación de tensión de 1
V.

En la conmutación de una puerta booleana se
producen importantes dI/dt, debidas a la carga y descarga de sus
capacidades parásitas y de las capacidades de entrada de
las puertas conectadas a su salida.

Asimismo, en la conmutación suele presentarse un
fuerte pico de intensidad, debido a que durante un muy
pequeño intervalo de tiempo pueden conducir a la vez los
dos transistores de la etapa de salida de la puerta: los dos
planos P y N en el caso CMOS o los dos transistores de la
configuración totem pole en TTL. Este pico de
intensidad a través de la malla de salida es debido a que
antes de pasar a corte los transistores inferiores comienzan a
conducir los superiores o viceversa; no tiene importancia
respecto al consumo, ya que su duración es mínima,
pero sí respecto a la generación de ruido porque su
amplitud es apreciable y su pendiente muy alta.

De esta forma, la conmutación de las puertas
booleanas genera perturbaciones sobre la tensión de
alimentación que afectan al conjunto del circuito digital.
Este ruido, producido sobre las líneas de
alimentación por las variaciones de intensidad en las
conmutaciones de las puertas, puede reducirse en gran medida
utilizando condensadores
de desacoplo: pequeños condensadores de unos 10 nF
conectados a los terminales de alimentación y situados
justo al lado de cada circuito integrado.

La misión de
los condensadores de desacoplo es «filtrar las altas
frecuencias», suministrando directamente las variaciones
bruscas de intensidad. No deben ser condensadores
electrolíticos, ya que éstos presentan a altas
frecuencias una componente inductiva en serie no despreciable por
lo que no resultan efectivos para el filtrado de variaciones muy
rápidas.

b) En los circuitos electrónicos una
señal eléctrica es transmitida de un punto a otro
del circuito mediante una intensidad que, luego, requiere una
línea de retorno; es decir, toda señal
eléctrica, incluida la propia tensión de
alimentación, forma un «bucle de intensidad»
(circula a través de una espira cerrada).

Todo bucle o espira es un receptor de campos
magnéticos y electromagnéticos y la efectividad de
tal recepción es tanto mayor cuanto lo es el área
del bucle. De forma, que los cables y pistas de conducción
de un circuito actúan como antenas y como espiras
receptoras de interferencias: recogen el efecto de los campos
magnéticos y de las ondas electromagnéticas que
llegan hasta ellos.

De ahí la conveniencia de minimizar la longitud
de las conexiones y el área de los bucles: debe prestarse
gran atención al diseño del circuito
impreso, tanto en la colocación de los componentes como en
las pistas de conexión. Los circuitos impresos no son un
mero soporte mecánico y un simple conexionado
eléctrico, sino que determinan la topología del circuito y, con ella, los
acoplamientos de las perturbaciones: un buen diseño
geométrico es fundamental para prevenirlas.

Pero, además, en sentido inverso, cuando la
intensidad es variable, los bucles generan campos
magnéticos y ondas electromagnéticas, es decir,
cada bucle de intensidad puede producir interferencias, que
causarán perturbaciones sobre el propio circuito y sobre
otros circuitos. También en lo que se refiere a la
emisión de interferencias interesa en gran medida
minimizar la longitud de las líneas de conexión y
el área de los bucles.

c) Cables o pistas largas presentan una
autoinducción parásita apreciable que puede
combinarse con las capacidades parásitas del circuito y
producir oscilaciones. Normalmente, este tipo de oscilaciones se
evita con condensadores de desacoplo que filtren las
alimentaciones, lo más cerca posible de las etapas
funcionales.

d) Dos conductores próximos (por ejemplo,
dos conductores de un mismo cable plano o dos pistas que circulan
paralelas por una placa) presentan un efecto capacitivo entre
ellos, de forma que una variación de tensión en uno
de ellos es transmitida parcialmente como transitorio al otro
conductor.

Ésta es otra razón para reducir la
longitud de las pistas o cables de conexión y procurar que
no circulen paralelas entre sí; cuando lo anterior no es
posible (buses o cables planos) puede reducirse mucho el acoplo
capacitivo intercalando una pista intermedia conectada a
tensión 0 (masa).

e) Toda línea conductora presenta una
impedancia (R, L) y, cuando por dicha línea viajan dos
señales, tal impedancia es compartida por ambas
(impedancia común) y las variaciones de tensión
producidas por una de ellas afectan también a la
otra.

La línea de retorno suele ser utilizada, a la
vez, por varias alimentaciones y/o señales, lo cual supone
la existencia de una impedancia común, de modo que las
caídas o variaciones de tensión generadas sobre
dicha impedancia afectan a las diversas etapas conectadas a la
línea de retorno.

  • Medida de la inmunidad frente al
    ruido

Interesa conocer el margen disponible frente al ruido,
es decir, el intervalo dentro del cual el ruido no produce
errores sobre los valores booleanos, porque los desplazamientos
de tensión que provoca quedan dentro de los intervalos
asignados a tales valores. La inmunidad frente al ruido debe
considerarse tanto en términos de tensión, como en
términos de potencia y, especialmente, en estos
últimos: el ruido es una potencia parásita
(energía actuante por unidad de tiempo) que perturba el
sistema electrónico. El efecto de tal perturbación
depende de la resistencia sobre la que actúa; sobre
resistencias bajas generará débiles desplazamientos
de tensión, mientras que sobre altas impedancias
dará lugar a fuertes modificaciones de
tensión.

Se considera el efecto del ruido sobre los nudos
booleanos: los valores booleanos están presentes en la
salida de cada puerta lógica y sobre dicha salida se
encuentra conectada la entrada o las entradas de las puertas
siguientes. Para cada uno de los valores booleanos la diferencia
entre la tensión de salida que corresponde a dicho valor y
la tensión límite que la posterior entrada admite
para ese mismo valor booleano expresa el margen de
tensión, .V(0) y .V(1):

. V(1) = VoH ? ViHmín .V(0) = ViLmáx ?
VoL
.

Siempre que el efecto del ruido en tensión sea
inferior a dicho margen la segunda puerta lógica
actuará correctamente pues el desplazamiento en
tensión permanece dentro del intervalo correspondiente al
valor booleano.

El margen de tensión no es completamente
representativo de la inmunidad frente al ruido; interesa conocer
también el margen de potencia (es decir, en
términos de energía por unidad de tiempo): P = V2/R
.P = (.V)2/R

Para calcular el margen de ruido en potencia es preciso
conocer la resistencia equivalente presente en el nudo
booleano:

Ro

En la conexión de una salida a una o varias
entradas, la resistencia equivalente corresponde al paralelo de
la resistencia Ro de salida de la primera puerta con las
de entrada Ri de las siguientes y, en dicho paralelo,
predomina la resistencia de salida Ro por ser de valor
mucho menor que las de entrada (lo cual viene exigido para que
exista un buen acoplo en tensión).

La resistencia de salida puede medirse (o calcularse a
partir de los datos de catálogo) considerando el
desplazamiento en tensión que se produce en la salida
cuando se fuerza un
consumo de intensidad a través de ella: Ro = |Vo – V'o|
/ I
, siendo Vo la tensión de salida sin consumo
de intensidad y V'o la tensión que corresponde a
una intensidad I en la salida.

Conocida la resistencia de salida de la puerta, el
margen de ruido en potencia será:

Diseño para evitar la producción y
la recepción de ruido

En el diseño de un sistema digital es importante
reducir al mínimo tanto la generación de ruido por
parte del propio sistema como la incidencia del ruido
electromagnético presente en su entorno.

? Condensadores de
desacoplo

La generación de ruido por parte de los circuitos
integrados digitales puede deberse, como hemos visto, a dos
factores principales: variaciones de consumo u
oscilaciones.

Las variaciones de consumo, particularmente en la
conmutación de las puertas, causan pequeñas
oscilaciones amortiguadas sobre las líneas de
alimentación (que necesariamente son largas para alcanzar
a todo el circuito); conviene reducir tales oscilaciones mediante
condensadores de desacoplo conectados sobre la
alimentación: un condensador de unos 10 nF (no
electrolítico) al lado de cada circuito
integrado.

El condensador de desacoplo de la alimentación
proporciona los «picos» de variación
rápida de intensidad que se producen en las conmutaciones,
evitando que tales dI/dt actúen sobre las autoinducciones
parásitas de las pistas de alimentación;
además, divide en dos partes el «bucle de
alimentación», reduciendo su área
efectiva.

Estos mismos condensadores sobre la alimentación
eliminan las oscilaciones de alta frecuencia que aparecen en los
circuitos electrónicos por acoplo entre capacidades y
autoinducciones parásitas (asimismo, conviene utilizar
pistas de conexión cortas).

Los condensadores de desacoplo configuran un filtro LC
pasa-bajo hacia el circuito integrado que reduce las
perturbaciones transmitidas a través de las líneas
de alimentación; el filtrado se produce en ambas
direcciones, también respecto a las perturbaciones del
circuito integrado hacia las líneas de
alimentación.

Conviene asimismo filtrar la alimentación en la
entrada de la misma a cada placa circuital, mediante un par de
condensadores de unos 100 µF y 100 nF, respectivamente (el
segundo de ellos, no electrolítico); este filtrado
pasa-baja actúa; también; en ambas direcciones:
impide el paso de las perturbaciones que llegan por las
líneas de alimentación y evita que las producidas
en la placa se transmitan al resto del sistema.

? Apantallamiento y separación
galvánica

Las interferencias exteriores llegan a un circuito
electrónico mediante ondas electromagnéticas o a
través de líneas de entrada o salida; se trata de
poner pantallas frente a la propagación de tales
perturbaciones. Cuando un sistema digital va a trabajar en
situación de alto ruido electromagnético ambiental
(plantas industriales con máquinas y motores potentes,
etc.?), es preciso apantallarlo mediante una carcasa de tipo
ferro magnético que constituya una buena jaula de Faraday
y aislar galvánicamente, si es posible, sus entradas y
salidas, por ejemplo mediante acopladores opto
electrónicos.

La mejor efectividad de las carcasas se consigue
mediante la utilización de dos materiales: el
exterior conductor (cobre) que
refleja los campos electromagnéticos y el interior de tipo
ferro magnético que atenúa fuertemente las ondas
que lo atraviesan. Es preciso, además, minimizar las
dimensiones lineales de las aberturas de la carcasa, asegurar la
continuidad eléctrica de la tapa de la misma y apantallar
adecuadamente los cables de conexión que salen de la
carcasa (cables coaxiales, trenzados,…).

Es importante conectar la carcasa a la
«masa» (tensión 0 V) del circuito que contiene
para evitar acoplos capacitivos dobles entre conductores del
circuito y la carcasa, que pueden causar peligrosas
realimentaciones positivas; esta conexión debe hacerse en
un solo punto, a través de un condensador. Los acopladores
opto electrónicos integrados están constituidos por
un diodo emisor de radiación y un transistor foto
detector; de esta forma separan físicamente su entrada de
su salida y transmiten el correspondiente valor booleano a
través de una radiación óptica.

Los opto acopladores permiten establecer una
separación galvánica en las entradas y salidas que
conectan el circuito con el exterior; esta separación
interrumpe la continuidad eléctrica y, con ella, la
comunicación de ruido a través de ella, filtra
fuertemente el ruido (ya que el escalón energético
para atravesar un opto acoplador es alto), divide los bucles en
dos partes (reduciendo su área efectiva) y rompe los
posibles bucles que se forman al conectar la «masa»
de las líneas largas de entrada o salida a
«tierra» en sus dos extremos.

? Filtro de red

En relación con la conexión a la red de
tensión eléctrica de los circuitos alimentados
desde ella, es necesario filtrar las perturbaciones de alta
frecuencia que se transmiten a través de la red y, a la
vez, impedir que el circuito transmita interferencias hacia la
red.

Ambos propósitos se consiguen mediante un filtro
de red adecuado; suelen ser filtros de tipo LC en
configuración ð que realizan el filtrado de las
señales de alta frecuencia en ambos sentidos: un par de
condensadores conectados a tierra a ambos lados de una bobina,
duplicando dicho filtro para cada una de las dos líneas de
entrada de la red y con ambas bobinas enrolladas sobre un toroide
de ferrita de forma que los campos magnéticos debidos al
consumo de intensidad se compensen y no se sature la
ferrita.

? Plano de masa

Una última consideración, que resulta ser
de suma importancia, se refiere a disponer de una buena distribución de la «masa» (nudo
de tensión de referencia, 0 V); se trata de los caminos de
retorno (tanto para la alimentación como para las
señales), con el objetivo de
reducir en lo posible la longitud de las líneas de
retorno, el área de los bucles que conforman y la
impedancia compartida que presentan.

Lo ideal, a ser posible, es configurar un «plano
de masa», dedicando a ella toda una capa de circuito
impreso multicapa. Sobre un plano de masa los caminos de retorno
de la alimentación y de las señales se ajustan a la
condición de recorrido mínimo en el caso de
señales de baja frecuencia o de área mínima
de bucle para señales de alta frecuencia; ambas
situaciones son las más favorables desde el punto de vista
de captación o generación de ruido.

Además, este tipo de caminos reduce
también al mínimo la impedancia común
compartida por varias señales: en el caso de bajas
frecuencias prevalece el efecto resistivo de tal impedancia,
mientras que para frecuencias altas importa más el aspecto
inductivo. Cuando no es posible disponer de un plano de masa,
conviene distribuir dicha tensión 0V en la forma que
más se aproxime al mismo: aprovechar toda la superficie
libre del circuito impreso para generar «áreas de
masa»; utilizar pistas directas, cortas y gruesas;
conectar, en la medida de lo posible, las diversas pistas de
«masa» en retícula;… Cuando coexistan en una
misma placa circuital partes digitales, analógicas y/o de
potencia conviene trazar por separado las líneas de masa
de las mismas, de forma que los retornos de intensidad de la
parte digital no se vean afectados por los analógicos o de
potencia y viceversa.

Estudio Especifico de las Familias
Lógicas Cmos y TTL

Circuitos Lógicos CMOS (Metal Óxido
Semiconductor Complementario)

La tecnología CMOS es la más
utilizada actualmente para la construcción de circuitos
integrados digitales, como las compuertas, hasta los circuitos
como las memorias y los microprocesadores. La tensión
nominal de alimentación de los circuitos CMOS son +5
V
y +3,3 V.

Niveles Lógicos CMOS

En la figura (a) se muestran las tensiones
VIL, VIH, VOL,
VOH
válidas para los dispositivos
CMOS de nivel +5 VDC.

Figura (a)

Puertas lógicas de la familia
CMOS

  1. Un dispositivo CMOS consiste en distintos
    dispositivos MOS interconectados para formar funciones
    lógicas. Los circuitos CMOS combinan transistores PMOS
    y NMOS, cuyos símbolos más comunes son los que
    se muestran en la Figura (b)

    Figura (b)

    La circuitería del INVERSOR CMOS
    básico se muestra en la Figura ( c ). El INVERSOR CMOS
    tiene dos MOSFET en serie de modo que, el dispositivo con
    canales P tiene su fuente conectada a + VDD (un voltaje
    positivo) y el dispositivo de canales N tiene su fuente
    conectada a masa. Las compuertas de los dos dispositivos se
    interconectan con una entrada común. Los drenajes de
    los dos dispositivos se interconectan con la salida
    común.

    El circuito mostrado en la Figura ( c ) representa
    un INVERSOR CMOS y está formado por un transistor de
    canal tipo P (QP1) y otro de canal tipo N (QN1). Los niveles
    lógicos para CMOS son esencialmente + VDD para 0 y 1
    lógicos y 0 V para el 0 lógico. Consideremos
    primero el caso donde A1 = + VDD (la entrada A1 está
    en un nivel alto (?1?)). En está situación, la
    compuerta de QP1 (canales P) está en 0 V en
    relación con la fuente de QP1. De este modo, QP1
    estará en el estado
    OFF con ROFF =10*10 Ω. La compuerta de QN1
    (canales N) estará en + VDD en relación con su
    fuente, es decir, transistor QP1 se pone en estado de corte y
    el transistor QN1 se activa. El resultado es un camino de
    baja impedancia de tierra a la salida y uno de alta
    impedancia de VDD a la salida F.

    A continuación, consideremos el caso donde A1
    = 0 V (la entrada A1 está en nivel bajo (?0?)). QP1
    tiene ahora su compuerta en un potencial negativo en
    relación con su fuente, en tanto que QN1 tiene VGS = 0
    V. De este modo, QP1 estará encendida con RON=1 k
    Ω, y QN1 apagada con ROFF = 10*10 Ω,
    produciendo un F de aproximadamente + VDD.

    En resumen QP1 se activa y el transistor QN1 se pone
    en estado de corte. El resultado es un camino de baja
    impedancia de VDD a la salida F y uno de alta impedancia de
    tierra a la salida.

    Como podemos observar, los transistores operan de
    forma complementaria. Cuando la tensión de entrada se
    encuentra en alto (1 lógico), el transistor NMOS entra
    en estado de conducción y el transistor PMOS entra en
    corte, haciendo que la salida quede en bajo (0
    lógico). La situación inversa ocurre cuando la
    tensión se encuentra en bajo.

    Estos datos de operación se resumen en la
    Figura ( c ), donde se muestra que el circuito actúa
    como un INVERSOR lógico.

    Figura ( c )Inversor
    Lógico CMOS

    Figura ( c.1 )Tabla de Estados
    Inversor Lógico CMOS

  2. INVERSORES CMOS.

    Se pueden construir otras funciones lógicas
    diferentes del INVERSOR básico. La Figura (d) muestra
    una compuerta NAND formada por la adición de un MOSFET
    de canales P en paralelo y un MOSFET de canales N en serie al
    INVERSOR básico. Para analizar este circuito conviene
    recodar que una entrada de 0 V enciende el P-MOSPET y apaga
    el N-MOSFET correspondientes, y viceversa para una entrada
    +VDD. Cuando ambas entradas (A1 y B1) están en nivel
    alto (+VDD), hacen que los transistores QP1 y QP2 entren en
    corte y se encienden ambos N-MOSFET (transistores QN1 y QN2),
    con lo cual ofrece una baja resistencia de la terminal de
    salida a tierra (la salida pasa a bajo (0) a través de
    QN1 y QN2).

    En todas las otras condiciones de entrada, de cuando
    menos un P-MOSFET estará encendido en tanto que al
    menos un N-MOSFET estará apagado. Esto produce una
    salida ALTA (a través de QP1 y QP2). Las entradas no
    usadas de una compuerta CMOS no se pueden dejar abiertas,
    porque la salida resulta ambigua. Cuando sobra alguna entrada
    de una compuerta CMOS se debe conectar a otra entrada o a uno
    de los dos terminales de alimentación. Esto
    también es válido para circuitos secuenciales y
    demás circuitos CMOS, como por ejemplo, contadores,
    Flip-Flops, etc. Estos datos de operación se resumen
    en la Figura, donde se muestra que el circuito actúa
    como una compuerta NAND CMOS.

    Figura (d)

    Figura (d.1)

  3. COMPUERTA NAND CMOS

    Una compuerta NOR CMOS se forma agregando un
    P-MOSFET en serie y un N-MOSFET en paralelo al inversor
    básico Figura (e).

    Una vez más este circuito se puede analizar
    entendiendo que un estado BAJO en cualquier entrada enciende
    P-MOSFET (QP1 y QP2 entran a conducción) y apaga el
    N-MOSFET (QN1 y QN2 entran a corte) correspondiente. La
    salida pasa a alto (1) a través de QP1 y
    QP2.

    Las entradas en un estado ALTO, hacen que los
    transistores QP1 y QP2 entren en corte y ambos transistores
    QN1 y QN2 en conducción (la salida pasa a bajo (0) a
    través de QN1 y QN2).

    En las parejas de transistores ya sean de canal n
    ó de canal p, si cualquier entrada es baja, uno de los
    transistores entra a corte y otro a conducción. La
    salida pasa a bajo (0) acoplándose a través de
    transistores en conducción a tierra.

    Figura (e)

    Figura(e.1)

  4. COMPUERTA NOR CMOS

Partes: 1, 2, 3
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