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Más de filosofía (página 2)



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Necesitamos probar que la ley está
en el Sánscrito: "Leyes de
Manú", libro primero,
verso 16, "Y habiendo hecho penetrar en los elementos del
alma suprema
partículas imperceptibles de los séis
principios que tiene energía inmensa, formó
todos los seres. Ver. 17- "Y porque estos séis principios
están unidos a las partículas imperceptibles de
aquella, se llama cuerpo a la forma perceptible de ella". 18- "En
ella penetran los grandes elementos con sus propias operaciones, y
también la inteligencia,
factor imperecedero de toda clase de seres
con sus sutiles partículas. 19 – Con las
corpóreas y finísimas partículas de estos
siete principios, cuya energía es inmensa, y que con la
inteligencia, el Yo y los rudimentos sutiles de los cinco
elementos,
se ha producido lo perecedero de lo imperecedero"
(es decir el cuerpo que se crea el espíritu para sus
pruebas) 20-
Cada uno de estos elementos: Eter, Aire, Fuego,
Agua y
Tierra
adquiere la calidad de la que
precede: de suerte que cuanto más lejos está un
elemento en la serie, posee más cualidades". Ahí se
confirma que cuantas más encarnaciones hace el
espíritu adquiere más sabiduría. 21- "El Ser
Supremo asignó desde un principio a cada ser en particular
un nombre, actos propios y manera especial de existir,
según su ley establecida" (queda desmentida la procedencia
de una especie de otra especie en el sentido darwiniano) He
ahí la ley del sistema expuesto
por Demócrito, 32 siglos más tarde descrito el
Sánscrito, donde seguramente comprobó las doctrinas
de Sócrates
en su viaje a la India y en la
Caldea, donde ese mismo principio estaba, llevado por Zoroastro,
Abraham, Jacob y Moisés.

Ahora puede el estudiante de filosofía comprender
el valor de los
átomos, en su incesante movi-miento, forzados por la
eterna ley renovación.

Ha de comprenderse también que no puede existir
el vacío, desde que el Eter todo lo llena y en él
está la perpetua renovación de la vida, porque es
la vida al natural, sin formas en sus elementos, pero Cada
átomo
tiene en su especie
un mandato especial y el modo de vida que
otro átomo no puede hacer; y para su comprensión,
hemos descubierto el Espiritismo Luz y Verdad,
que en su sabiduría todo lo resuelve.

Del sistema de Demócrito, se ha formulado la ley
físico-química moderna
que si tiene un vacío por cada regla, es a causa del
prejuicio y de
los sabios de derecho, pero que no son de hecho, sino los
confirmadores, los verdugos de Antulio, Sócrates, Juan y
Jesús.

La última palabra más escandalosa de
Demócrito es, "El alma humana es como una tabla de cera
en la que todo se imprime"
con lo que ha descubierto la
Psicología racional y el sensualismo de las cosas
admitido al estudio de la filosofía, en la fisiología, biología y
psiquiatría del ser humano.

PLATÓN: sostuvo: "Las leyes
políticas, como las morales, son derivadas de la
idea del bien" que hoy sentamos en verdad. Las leyes humanas
son reflejas de las leyes divinas
.

Platón
veía identidad entre la política y la
religión,
pero en la moral que
debía tener ambas, no pudo ver el significado de
religión, que es sentimentalismo, que no es
sentimiento, pero sí comprendió
que"El estado
tiene por objeto, la formación de
hombres virtuosos"; "Que las leyes del Estado son
iguales a la moral del
pueblo", "Que el estado debe estar subordinado al pueblo" y por
fin, "Que la psicología del Estado es semejante a
la de los individuos que componen el Estado". Principios todos
que excluye la religión; porque todos ellos tienen que
apoyarse en la ciencia, la
que no puede tener religiones, porque
dejarían de ser religiones.

Platón
sembró directamente para Aristóteles, como Hertz
sembró para Guillermo Marconi; pero, ¿acaso no
están esos principios en el sistema de Demócrito? Y
éste, ¿no los recibió de Shet? Y…
éste… ¿no los recibió de Sócrates y
Antulio y los comprobó en los escritos de Shet en la
India?

El gravísimo pecado de la Grecia en el
asesinato de Antulio, reincidiendo en Sócrates, no
podía en justicia
quedar sin el equivalente correctivo de quitarle la
primacía del poder, que lo
da sólo la sabiduría de los hombres de la nación.

La India o el Oriente, la Persia y el Egipto, y
aunque sea el pueblo de Israel el
más señalado en los secretos de la sabiduría
universal, la inflexible ley de Justicia les retiró sus
sagrados depósitos, por haber prevaricado y malversado sus
frutos y no había de hacer la excepción con Grecia,
y así esos depósitos del arte, la ciencia y la
fuerza que da
esa sabiduría, empezó a emigrar de Grecia, con los
hombres perseguidos, naciendo la fuerte Roma que
impondría la ley civil a todo el mundo y primero a la
misma Grecia.

Roma, no nació espontánea como los
demás pueblos, nació adulta y obedece a los
designios de la justicia de la ley inexorable del Progreso.
Nació para implantar el derecho de gentes y dejar Oriente
a la Comuna, o comunismo, que el
mundo presenció, con terror, prejuiciado de todos los
errores políticos, sociales y religiosos; pero nada hay
que lo pueda evitar (hoy resurge de nuevo), como nada
evitó el nacimiento y decadencia de todas las naciones que
vemos en la historia, hasta el deshecho
completo de Roma, por la misma causa que se anularon las
civilizaciones de Oriente, Persia, Egipto y Grecia.
P62v

Zenón. Apreció, como Sócrates, que
"El inmoral es siempre un ignorante para el bien y un
inconsciente para el mal".
Pero queda demostrado hoy, que
"la fuerza suprema de las multitudes, es igual a la cantidad
de moral de los individuos".
Y, también, "el deber
es ineludible"
y las demás cosas pueden ser
convenientes, preferibles o indiferentes..

Nuestra escuela, ha
simplificado esa política en estas máximas:
"¿Quieres tener derechos? Créate
primero obligaciones";
"El que nada sacrifica, a nada tiene derecho". "Sé
señor de ti mismo y esclavo de tu deber".

Pero las pasiones no se desarraigan así como
quiera, porque el Etnicismos se hereda. Y ni aún con la
tiranía moral se consigue el desarraigo de las
pasiones de un pueblo, en una generación: Se necesitan
bien tres generaciones consecutivas bajo una tiranía
moral,
para hacer el hábito o formar un nuevo
etnicismo social, que lo crea la Ética.

Ahora bien. La ley, es sólo una; la fuerza bruta
puede más que la razón; pero son efímeros
esos triunfos, porque quieran que no se transforma la materia y
pierde odio y fuerza bruta, por razón de la
transformación continuada (purificación); y
generación sobre generación, se moraliza y se
impone la Ética a la Etiqueta.

Ese pujar de los espíritus hacia la Ética,
molesta a los que aún no conocen más que el odio,
la venganza, el predominio, la pasión en fin, y se desatan
contra quien los empuja al progreso, a los que obligan a
defenderse y de aquí todas las revueltas y
hecatombes.

Sufrida la derrota de la Etiqueta, los de la
Ética con su luz y sentimiento, van adelantando y
sosteniendo una lucha de principios que también se ven
locuras, fluctuaciones, vaivenes, zig-sag y sube y baja agitados,
que mantienen un estado incierto, porque en las sombras, los de
la Etiqueta, siempre que pueden, hacen una de las suyas que sacan
de quicio a los que empiezan en la Ética, como lo tenemos
representado en la revueltas de Roma, que anuncian su apoteosis
con Nerón.

Este, discípulo del gran Séneca, hombre
profundo en el análisis de las pasiones humanas, siendo ya
su discípulo emperador y estando él, para contener
lo más posible las pasiones que el imperio
despertaría en el joven Nerón, tiene que transigir
con muchos desbordes de la bestia humana y tiene
Séneca que resignarse a ver el grandioso cuanto
terrorífico espectáculo del incendio de Roma,
vieja, vetusta, insaciable y corrompida, después de cuya
purificación, un plano nuevo y bellos edificios,
darían satisfacción a los horrorizados moradores de
la trágica Roma.

Queda aquí trazada la lucha del espíritu y
la materia, con el parangón de la Ética y la
Etiqueta y son puntos que deben dar la llave para
desentrañar las causas de las luchas humanas,
desarrollando así vuestro espíritu en el estudio de
las causas por los efectos

. "La filosofía es el arte de obtener la
felicidad humana. Todas las sensaciones son iguales en valor;
pero difieren de intensidad, duración y consecuencias. El
espíritu tiene placeres muy superiores a los del cuerpo;
pero ha de saber elegirlos para alcanzar la dicha".

Como filosofía moral está bien; pero como
verdad de filosofía Austera sólo es
relativa, porque el espíritu no tiene en lo absoluto el
libre albedrío, desde que tiene una ley que
cumplir".

"Para evitarse dolores, el hombre debe
restringir sus deseos". Como consejo moral, pase; pero como
cuestión filosófica, no puede admitirse; puesto que
es indiscutible que el progreso es eterno o infinito e
indefinido; y como el espíritu tiene que imprimir
continuamente deseos de mayor belleza as sus cuerpos y alma,
resultaría que jamás podría el hombre
disfrutar un solo momento de la felicidad. Pero con una buena
filosofía de conformidad de las cosas, cada uno
tendría felicidad que en esa forma sea capaz de hacerse.

El producto de
las dudas de tantos filósofos, dejando un vacío en cada
examen de causas, había de traer por necesidad, el
escepticismo, del cual, es fundador de la escuela
Megárica, Pirrón de Elide.

Dudando de todo, llegó a afirmar que "la
verdad no existe
y que si existe, el hombre no la
poseerá nunca". De aquí dedujo y
enseñó que "para gozar de una perfecta tranquilidad
lo mejor es no afirmar nada". El mismo se contradice, ya que no
puede anularse; pues creía que la impasibilidad
Atoraxia puede alcanzarla no afirmando nada.
p68

En la tibieza, todo muere: y en el fanatismo y el
escepticismo, también mueren los efectos de la
razón, por lo que no es necesario la conciencia, que
es el regulador.

La causa en esos estados es el Antagonismo: y
éste surge de los instintos no dominados que el
fanático quiere matar y no puede y el escéptico
vive por ellos desarrollándose la
pasión.

Hay un Axioma supremo e innegable que eternamente no se
acabará de estudiar y sí cada vez se comprende
más: La vida. En el cual está el
Creador con el espíritu. Todos los axiomas
son relativos, aunque no cambian por el progreso, en la
esencia, pero sí en las formas. P71.

El Testamento Secreto de Abrahán, dice lo
que son los ángeles y demonios, que no son otros que
espíritus buenos y malos y propiamente dicho,
espíritus de luz y de tinieblas, o progresados y
retrógrados.

Si Apolonio y Plutarco, quisieron coordinar su
misticismo con un sistema panteísta. Pero si hubieran
poseído aquel testamento, no hubieran sentado esos
errores; pero la maldad de la religión, acaso hubiera
querido acabar con la especie humana, para no verse descubierta
en su falsedad y a esto se debió el que Moisés
ocultara para algunos siglos, los máximos secretos de la
ley Suprema, que hoy se descubren, para enterrar las
religiones.

Estos Neo-Pitagóricos, pues, concebían la
verdad; pero se les ocultaba en justicia, para que no sufriera la
humanidad, intensamente más que ha sufrido por causa de la
maldad de las religiones mís-ticas y
dogmáticas.

Pero las religiones que saben aprovechar los flacos
humanos, toman como fundamentales la con-cepción
Neo-Pitagórica y consagra artículo de Fe, la
existencia de Ángeles y
Demonios con su infierno y cielos por habitación necesaria
y con sus horribles sufrimientos desesperados y sin esperanza de
rehabilitación, a los goces de una vida inactiva, en una
contemplación imposible; todo esto es la muerte por
necesidad, consagrada por el dogma, lo que significa la
descalificación del autor de la vida. Resultando
acusado de vengativo, parcial, e injusto: pero como en un juicio
frío, filosófico, no puede ocultarse nada a la luz
del espíritu, éste, descubre que, nadie es capaz de
pensar, más que según el estado de su
discernimiento; con lo que la religión, se sentencia al
calificativo de absurda y temeraria, símbolo verdadero de
ignorancia y fanatismo; lo que envuelve todas las tendencias de
su negra historia.

La Naturaleza es
sólo una
. ¿Cómo puede tener tres el
creador de la Naturaleza? No será capaz toda la ciencia de
hoy, ni lo será toda la que hemos de alcanzar de demostrar
tres ni dos sino una naturaleza, aunque en
cada especie que examinamos encontramos diferentes
fisiologías, fisiognosias y etnologías; la
naturaleza siempre será una y ésta
será siempre Eter, única
sustancia.

Sí, las supremacías civiles y religiosas
que las Víboras de Raza han perdido los dientes: y
en prueba ved como el pueblo libertado los domina, aunque no lo
puede hacer como Juan y Jesús le enseñaron con
sólo el Amor; pero
es a causa de que, si han perdido los dientes no perdieron aun la
vida y les duran las mañas y se agitan y coletean furiosas
y mueven los Caldos (incautos y engañados hombres)
que inconscientes les siguen por afinidad, y estos hombres, que
los hace más duros de corazón
que el pedernal y como esta piedra, cortan, muelen y destrozan la
obra de los libres. No es menos penosa hoy la lucha que en el
tiempo de Juan
y Jesús; pero sí es más intensa y extenso
moralmente, material y espiritualmente. Como que entonces
nacía la causa del mal nuevo y hoy, aunque es
decrépita, el viejo es Socarrón y
desentrañado, como el poder supremático.

Juan no es filósofo: es el genio de la
verdad dura y desnuda y la voz de la justicia sin
contempla-ciones; pero justamente, su obra, encierra esta
filosofía, que no tiene componendas ni paños
tibios. Así conviene al reinado del espíritu.

Gamaliel, es maestro de la escuela secreta
(esénica) fundada bajo formula cabalística y
donde únicamente los Profetas, Mesías y Maestros
podían oír a sus hermanos Espíritus de
Luz;
y Gamaliel, maestro de la Kábala, es
también Rabino del pueblo judío liberal, disidente
del pontífice plutócrata: pero para poder tener
asiento en el Sanedrín (Consejo Supremo de los judíos)
era necesario ser maestro (doctor) y Gamaliel, sostuvo de su
peculio esa escuela con el nombre de Teología, para bajo
ese título tener libertad en
sus explicaciones sobre el destino del alma, el Ser del
Espíritu y la creación del Dios único,
teniendo por base y programa el
decálogo de Moisés.

En esta escuela no tienen entrada los mediocres
porque no pueden resistir la luz de la verdad en su rigor
y encuadra en el ser de Juan y Pablo, que fue condiscípulo
de Juan, aunque aprendió para la vida política y
comercial y Gamaliel no le dio instrucción de los secretos
de la Kábala, pero sí en la moral y la
fortaleza.

Juan, ha recibido todo lo que el espíritu
necesita; y para salir al público, se retira antes un
tiempo a estudiar la naturaleza en la práctica y sale por
fin al público, al que encuentra corrompido, diferente de
su naturaleza y olvidado del sentimiento y del amor, que la
ley del decálogo exigía.

En la ley de higiene
existía un artículo, de la purificación; el
mismo, aunque variado, que tenían el Veda y tiene los
bracmanes; pero que en la ley judía hecha por los
sacerdotes, consistía en ir al Jordán y tomar
abluciones. Juan, supo aprovechar esas ocasiones y empezó
a predicar del Juicio Final y de la venida del Mesías
prometido; pero aludía a Jesús al cual no
conocía ni sabía como hombre que existiese; pero en
espíritu, sí lo sabían ambos.

Aquí se descubre el secreto de la ley suprema, a
la que todos los espíritus están sujetos y la cual
rige todo, por los mismos espíritus.

En esa ley, se marcaba la hora de descubrir a los
hombres la libertad del pensamiento y
el reinado del amor, con la descubierta del espíritu,
descubriendo la necesidad de la reencarnación del
espíritu, para el progreso material y
espiritual.

La promesa a la humanidad de la venida del
Espíritu de Verdad, sería de gran escándalo
a los sacerdotes, ya que no eran ellos los que lo
prometían y esto era despertar en el pueblo la primer
sospecha de la falsedad de la religión y de la mentira del
ministerio divino de los sacerdotes y de los reyes.

Esto levantaría las iras de los sacerdotes, los
que exigirían al poder civil la represión y la
muerte de
tales revolucionarios. La ley no puede equivocarse, ni ser
transferida, cuando la esfera y su fiel marca el segundo
de cada evolución que debe obrarse.

En los concejos del Creador, que los forman los
espíritus maestros de la creación, se toman las
medidas con el tiempo justo y descienden y encarnan tres
espíritus misioneros: El fuerte Elías que es Juan;
El obediente Isaac y sabio Antulio Asesinado en Grecia, que es
Jesús; y El legislador Shet, que fue Jacob, Moisés
y Sócrates, es el hermano menor de Jesús, que tuvo
que dirigir el apostolado de su hermano Jaime o Santiago
apóstol de España.

Todo el cielo fantástico creado a Jesús
de Nazaret
, se desploma con un rugido de fiera que muere
herida a fuego. Todo el cimiento de ese falso edificio se
descubre apestando su podredumbre a todo el género
humano y aun escandaliza a los engañados por el
apócrifo nombre de Cristo cargado con tanta infamia
al hijo legítimo en la carne, del carpintero
José.

Voluminosos tomos en blanco que esperan tranquilos;
luego que la legua de acero pronuncie
impresas estas verdades lacónicas, duras, frías
como filosóficas, preparen a los enfermos a pedir por
ellos mismos la medicina y el
remedio eficaces a su mal, los hombres los
llenarán.

¡Jesús!… ¡Ya es hora! Sal al
público como hombre entero, sin apócrifos ni
infamias; sin la vergüenza de Dios vengativo ni la ruindad
del ídolo irracional y preséntate hombre de ley,
hijo como los hombres del creador y por lo tanto, hermano de
todos los hombres, bajo cuya verdad, sólo puedes ser
querido sin ser temido y reconocido en tu valor. Y no sólo
no lo has tenido, sino que según la ciencia, en la forma
inicua que eres expuesto y consagrado, no has existido; eres un
mito;
estás vilipendiado por los científicos, porque eres
ultrajado por los que quieren pasar por ministros
divinos.

Tu situación es, la que ningún ser de
la tierra
soportó; pues no puedes ser Dios y dejas de ser
hombre. Dejamos esta acusación a la
filosofía y la parte de culpa de los causantes al tribunal
del Padre común, de este delito,
insólito en la historia de los infinitos mundos del
Universo, para
que hagan justicia.

Como consecuencia de los acuerdos de los Concejos y
Tribunal del Padre Creador, atrás anotado, nace
Jesús hijo primero de José de Nazaret y
María de Jericó, los que tuvieron 7 hijos. Ya,
José, viudo de Débora tenía 5
hijos.

No es verdad que la niña María, estuviera
depositada en el templo; siendo la mayor garantía de esto,
que Joaquín, el pastor de Jericó su padre, era
antirreligioso, puesto que era miembro de la Kábala
Secreta de Moisés. Y, otra no menor prueba es, la
sentencia de muerte de Jesús dada por los sacerdotes; que
sí María habría sido la virgen que
los sacerdotes esperaban, su influencia, habría evitado
tal crimen perpetrado de largo tiempo. Luego, ni María es
la virgen, ni Jesús el mesías prometido: y con
esto, filosóficamente, por todas las reglas inductivas y
lógicas, quedan: María, mujer simple como
todas las mujeres; y Jesús, hombre como todos lo hombres,
y así, su obra es meritoria ¿Hay algún Falaz
que pueda destruir esta verdad? Si alguien se atreve oponer una
sola objeción, ese es su enemigo. Ese es uno de los
mixtificadores; ese es uno de sus asesinos; ese es un enemigo del
progreso y un verdugo de la especie humana.

José, aunque sea bajo el traje del humilde pero
honrado del obrero, su espíritu es el del Padre de Shet,
Adán histórico, y María, Eva: no en el
paraíso, sino en la hoy ciudad de Abderabat, en la India.
Son los mismos, Abrahán y Sara, padres de Isaac y la ley
de justicia, terminan la obra encomendada sus espíritus
regeneradores y son ahora padres de nuevo, de Isaac-Jesús
y Shet-Jaime.

Por tales actuaciones en la regeneración humana,
acuden como espíritus conscientes a donde la ley les
marcas y donde
están depositados los principios dejados por ellos mismos,
y José, es miembro de la Kábala y amigo
entrañable del otro José, secretario de la
Kábala y miembro del sanedrín, a cuya amistad y
conocimientos de Arimatea en los secretos de la ley suprema,
debemos la conservación de algunas cartas o misivas
escritas en pieles por José el carpintero, al de Arimatea,
siendo la más esencial y expresiva la que llevó el
mismo Jesús a los 12 años, acompañado de su
Madre y de su hermanastro Eleazar, dice así, según
la traducción: "Amado hermano".

"Con motivo de haber cumplido 12 años mi hijo
Jesús, primero de María, va a esa para cumplir con
la ley de presentación al Templo: Lo acompañan
María y mi otro hijo Eleazar; yo los alcanzaré dos
días más tarde: Entretanto estudia ese niño,
porque yo no lo entiendo; hace falta sacar provecho; pero creo
que para el taller no será útil; estúdialo y
a ver que se puede sacar de provecho para la casa, porque mi
familia se
aumenta que es una bendición".

"Jehová nos bendiga, hasta luego, tu hermano.
– José.

Este documento como tantos otros, referente a la verdad
de Jesús hombre y no Dios, conservados en la Kábala
y custodiados para dar fe a quien corresponde, destruye, cuando
es hora, toda la Falacia Católica.

No nació Jesús en Bethlehém; no
hubo tales reyes Magos, ni la degollina de inocentes, ni la fuga
a Egipto; no hubo nada milagroso, porque el milagro no existe ni
lo sobrenatural.

A los 12 meses y 8 días de sus desposorios,
más claro: a los 373 días, nace Jesús y no
Emanuele ni otro caso y fue en Nazaret: correspondiendo al
día 4 de nuestro actual mes de diciembre.

La casa de José, era de la más amplia de
la ciudad, con todas sus comodidades deseables en aquel tiempo y
rodeada de jardines, cuyo suelo es el que
constituye la plaza principal de Nazaret hoy.

Obviando muchos otros detalles. Ha quedado el
niño en Jerusalén, muy satisfecho, porque su
espíritu llegaba a su centro y aquí es justo
recordar el examen que hace su protector maestro, José de
Arimatea.

Al recibir la carta o misiva
de manos del niño, le pregunta: "No tienes afición
al oficio de tu padre". –No. Pues para ser maestro de las
escrituras, se necesita ser muy abnegado y amar de verdad a los
hombres, aun a sus más grandes enemigos. ?"Lo sientes
tú?" – Lo siento en mí y siento que todo
está mal y que alguno lo tiene arreglar, enseñando
la verdad. ¿Tu sabes niño lo que significan tus
palabras? –No lo sé pero lo presiento; y cuando haya
estudiado las escrituras lo sabré y lo diré a los
hombres. – Niño, no eres tú el que hablas:
pero esas doctrinas, sólo en la Kábala se pueden
aun exponer y allí recibir consejo de los espíritus
de Luz, hasta que venga el Juez a juzgar… Y… ya vino; y…
también ya se fue.

No trae Jesús por destino subir al
Gólgota; tampoco Juan el de perder su hermosa cabeza,
arca de luz y sabiduría; es el arma del verdugo
religión que se opone a la declaración de las
verdades, bajo cuyo odio, volverán a caer los antes
sacrifica-dos por la misma causa y por los mismos
verdugos.

Ante la terrible profecía de Arimatea, el
niño no se amilana, y aunque en la Kábala no pueden
entrar más que los juramentados, los sabios, Jesús
es llevado y ya oyó su deber y misión que
se le oculta a la madre y a José y, Jesús es
llevado a la comunidad de los
Esenios, para hacerse maestro y en su día
predicar.

Sigue Jesús en los estudios, progresando como
aquel que los repasa después de saberlos, y, 12
años más tarde de su salida de Nazaret, muere su
padre y no está Jesús presente.

Después de algunas persuasiones de su tío
Jaime, para que deje sus tendencias revolucionarias, (pues
había dado algunas conferencias y levantado al pueblo).
María bajó a Jerusalén y trae a su
último hijo que no conocía Jesús y con
él y el tío; llama María a las puertas,
anunciando ser la madre y hermano de Jesús de Nazaret y
éste contesta que "Para él, su madre y sus hermanos
son los que cumplen la ley de su padre". Contestación que
hirió a María como madre. Pero que por la luz de su
espíritu, se conformó, aunque habría hecho
todo lo posible para retirar a su hijo del peligro seguro que se la
avecinaba, ya que Jaime la impuso de las algaradas que levantaba
cuando hablaba al pueblo.

María, si lo hubo de ver, fue esperando a que con
los demás colegiales saldría de paseo, pero no
podría hablarlo porque era prohibido ya que iban en
comunidad; así fue y así vio el pequeño
Jaime a su hermano, por primera vez.

María se llevó ya la convicción de
que no le sería posible retirar al hijo del peligro de los
sacerdotes, porque comprendió que no podía torcer
al Misionero; sin embargo, le hubiera sido provechoso seguir su
consejo y habría podido cumplir su misión, que solo
esbozó, pero dijo lo que traía encomendado su
espíritu.

La escuela esénica, poseía los secretos de
la Kábala y desarrollaba las facultades
mediumnímicas y el magnetismo con la
alta Magia, con lo que operaban lo que se conoce hoy en los
Fakires y Brahmanes, como lo que obró Mahoma más
tarde y Simón y Cipriano: que, a falta de conocimientos,
el vulgo los llama milagros, de lo que ha hecho tan descarado
comercio.

Jesús en todas esas ciencias
penetró y en las escrituras y el Veda, era un verdadero
Maestro, que junto a sus facultades mediumnimicas, le era muy
fácil penetrar en los pensamientos de los que le rodeaban
y siempre su dominio
Magnético, lo sobrepuso a los demás.

En esas condiciones es graduado maestro en la Escuela
Esénica: Empezó su predicación en las calles
y la sinagoga a los 28 años, levantando siempre el
ánimo del pueblo, declarándole sus derechos y
aclarando la ley, lo que puso en cuidado a los Sacerdotes y
Doctores, puesto que cada vez que Jesús hablaba en la
plaza, había revueltas y protestas contra los sacerdotes y
poderes, empezando a formarse partidos revolucionarios. Su moral
era perfectamente civil, nada de misticismo, pero siempre
acusadora.

Su doctrina, de progreso y amor al hermano que
son todos los hombres y declarando, que "no había
privilegios en la ley para nadie, ni las Castas son por la ley
divina, sino por la ley humana a causa de las concupiscencias de
los sacerdotes de los falsos dioses que no eran Jehová, ni
Hellí, hoy Eloí".

En sus controversias con los doctores de la ley y con
los sacerdotes sobre las escrituras, era intransigente y nunca
quedó vencido, lo que exasperaba a aquellos y
soñaban con su muerte; de lo que fue avisado por Arimatea
y otros pidiéndole que dejara la ciudad, pues a cada
instante se revolucionaba y convenía que para alargar sus
días, se saliera de aquel nido de víboras.
Jesús no lo hizo de buena gana, pero hubo de obedecer por
bien de la escuela Esénica.

Ya Jesús va de pueblo y ejecuta actos simples de
poder Psíquico-Magnético, acompañados de la
Botánica, para curar enfermos. La
ignorancia y la superstición del pueblo empezó a
clamarlo por lo que no comprendía y ya le seguían
algunos deseosos de aprender y acompañarlo.

Ha reunido un día un gran número de
oyentes y les habló de las cosas que le podían
comprender de las doctrinas Vedas, ensalzando la humanidad, la
mansedumbre, el trabajo y
la ayuda mutua, lo que han llamado el sermón de la
montaña, o de las bienaventuranzas. (Abro
paréntesis para obviar la historia entre Juan y
Jesús).

Jesús vuelve a Tiberíades, tratando
entonces de formar un grupo de
discípulos a quienes enseñar los secretos de la
doctrina y es cuando empieza a predicar en parábolas para
no ser atajado por los sacerdotes y sus espías escribas y
fariseos apoyaban la ignorancia y el entusiasmo de los curados,
propagando los milagros que figurarán como
acusación.

En este tiempo ha recibido Jesús avisos de su
madre que, en su facultad mediumnímica veía los
peligros de su hijo; y consintió en ir a Nazaret a conocer
a sus hermanos, descansar un poco y arreglarse (pues andaba ya
echo una lástima en su vestimenta).

Su entrada en Nazaret en esas fechas, ocasionó
algunas mofas que predispusieron al pueblo contra él,
probándose en esto el adagio de que: "Nadie es profeta en
su pueblo".

Reunido el consejo de familia para disuadir a
Jesús de su vida nómada, no lo pudieron convencer.
María, buscaba todos los medios y le
anuncia las bodas de unos parientes en Canaan, pidiéndole
que asistiera, prometiéndolo Jesús; pero
quería volver a sus discípulos antes, para que no
se enfriaran en la fe y porque entre ellos había algunos
parientes de los futuros desposados. Jesús
concurrió a Canaan, llevando consigo a sus
discípulos Juan y Andrés.

En las bodas se consumía demasiado vino y
había una combinación tendiente a que Jesús
se embriagara y saliera casado y de esa forma formaría
familia y esto acabaría los temores de la madre y sus
hermanos.

Pero Jesús, cumplido su deber y saludos a los
desposados, hablándoles del deber de unos para otros, se
retiró diciendo a su madre: "No es prudente mi estancia
entre esta gente, capaz de consumir el agua de
todas las tinajas si se convirtieran en vino". Sólo fue un
pensamiento, y no un milagro, que no existe; sino, causa y
efecto.

El plan de
María, sin embargo, ha triunfado. Hay allí dos
mujeres que se fijan en Jesús; las dos bellísimas,
pero una, Susana, hermana de Gamaliel, por sus prejuicios de
clase, no se manifiesta y queda en el secreto. La otra, pariente
de María, menos sabia que Susana pero aun más
bella, oye las peticiones de la madre y concierta con ella
encontrarse con Jesús, al que invitara a su casa a un
festín, Es María de Magdala, (que no es verdad que
fuera una mujer de vida pública; era una mujer exuberante
de belleza y toda ternura, pero que despertó la vista de
Jesús su corazón al amor) En el convite, en el que
se encontraba también Susana y muchos otros, Magdalena, se
descubre en toda su arrebatadora belleza cubierta con el sin
igual manto de su cabellera y rompiendo con todos los atavismos y
prejuicios, se tira a los pies de Jesús, suplicando
perdón por tal hecho, pero ofreciendo su amor para la
seguridad de su
vida.

Sigue sus predicas Jesús. Han arreciado los
escribas su campaña difamándolo y quieren tentarlo
presentándole para que la juzgue, a una mujer
adúltera, previniéndole, que la ley la condena a
morir apedreada. Jesús les contesta: "Si entendéis
la letra que mata ¿por qué no comprendéis el
espíritu de la ley? ¿Habrá de ser el Juez
menos limpio que el reo? Pues el que de vosotros esté
limpio de culpa, que tire la primera piedra". Esta suprema
filosofía, cruda, austera, acusadora, desconcertó
hasta el anonadamiento a los escribas, pero no se quedaron
conformes; pues ellos, no entendían más que la
letra, lo que ocasiona la sentencia: "La letra mata el
espíritu de la ley; sois duros como la letra hecha en la
piedra". Lo que comprendieron como ofensa a las tablas de la ley
y les replicó, "Os contentáis con tener la ley en
el corazón". Se hace superior a Moisés objetaron
los escribas. "Yo fui antes y después de
Moisés y no vengo a invalidar la ley, sino a cumplirla". Y
llamó Jesús a muchos niños
que allí había y no los dejaban acercase y dijo a
los que le rodeaban: "Dejad que los niños se acerquen a
mí, porque en ellos se graban fácilmente las
verdades porque son corazones limpios", lo que era despedir a los
importunos. P97

Jesús, para darse autoridad y
prolongar todo lo posible su vida, empezó a llamarse
hijo de Dios y se agitaba en la predicación del
juicio venidero he hizo la parábola de la siega, la
separación del trigo y la cizaña y de la vendimia.
Tanto se agitó que se debilitaba demasiado y sintió
la necesidad de acudir a su madre que temblaba por el fin que
preveía para su hijo, como lo había tenido
Juan.

Era el último reducto que le quedaba a
María: y ya Jesús en casa, le rodean todos sus
hermanos y el que le seguía a Jesús en orden de
edad, Efraín, lo acometió con las palabras de
impostor, calumniador, vergüenza de la familia y
otros epítetos que podían sublevar al más
místico.

Pidió cuentas
Efraín a Jesús de la deshonra que les echaba a sus
padres al llamarse hijo de Dios; "Hijo de José y
María eres como yo; Pero tú a nada has ayudado a la
casa y, ¿aun nos deshonras renegando de nuestros padres?
Efraín levantó los puños y descargara su
justa ira de buen hijo, si la pronta intervención de
María y su hermano Jaime, no se pusieran por medio. Y
Efraín se marchó como alocado diciendo:
"¿Por qué nos deshonras andando como
vagabundo?"

"¿Por qué no cumples la ley formando un
hogar y demostrará que eres Maestro?" Jesús viendo
marchar a su hermano, le dice: "¿Quién te ha dicho
a ti que no cumplo la ley? ¿Acaso sabes tú, que sea
más grande la familia del hogar que la del universo? "Yo
te agradezco la ayuda que has prestado a nuestros padres y
nuestros hermanos, pero cada uno tiene un deber; tú
cumples el tuyo, yo cumplo el mío"..

Jesús rodeando la cintura de su madre y
descansando su cabeza sobre el pecho, la llevó a un
rincón del jardín, donde desahogó su dolor y
mirando al fugitivo Efraín, decía: "Pobre hermano
mío otra oveja más que habrá que recoger, te
perdono". María manda a su hermano a que vuelva a
Efraín, porque ha llegado el momento de la última
deliberación y acuerdo.

Jesús oye los consejos de su madre; pero
éste le dice que, "ya no es posible retroceder sin
deshonra del hombre y sin una pérdida irreparable de la
causa que defendía".

María pregunta con autoridad a su hijo:
"¿Estás convencido de tu misión?" –
"Sí, madre mía". María tomó una
resolución suprema, y llevando a Jesús a sus
hermanos, se paran oyendo al tío Jaime defender con
calor las
doctrinas de su sobrino; "porque, decía, si tienen el
valor de sublevar un pueblo, es porque ellas apoyan y defienden
los derechos del pueblo."Efraín ya no encuentra razones
pero aun ataca, "pero ¿por qué se llama hijo de
Dios?" Jesús se adelanta y le dice: "Yo y todos los
hombres que cumplen la ley del padre, tienen derecho a llamarse
su hijo; yo la cumplo". María corta toda discusión
y dice: "Jesús tiene razón por la doctrina que
sostiene de la que está convencido y al convencido, no se
le puede volver atrás; yo apoyo su misión y
sólo tengo que hacerle una petición". Todos
quedaron estupefactos ante esta decisión. María ha
tomado en su regazo al menor Jaime que recién
cumplía 20’ años. Y dirigiéndose a
Jesús, le dice: "Puesto que eres maestro y estás
convencido de tu misión y tienes discípulos,
éste tu hermano menor, no tiene quien lo enseñe y
ya el taller poco puede dar, desde que sus hermanos, cada uno ha
creado su hogar; tómalo y llévalo contigo;
él concentra todo mi amor, porque cerró mi
maternidad y mi pensamiento en él, será
también sobre ti; pero aceptarás también a
mi hermano, vuestro tío Jaime, que tenga de vosotros el
cuidado que yo no podré tener". Jesús abraza a su
madre y todos se confundieron abrazados, presenciando el universo aquel
cuadro de la más sublime abnegación que madre
alguna haya podido tener. Sólo Efraín, el duro de
corazón, no pudo soportar aquella escena, prólogo
de la regeneración humana y marcho blasfemando.

Jesús acepta el ofrecimiento y descansa unos
días, mientras se hacen los preparativos para ponerles
todo lo más posible y encarga a Jaime que avive el amor en
la Magdalena, por si es posible que forme hogar Jesús para
librarlo de la muerte; y sino, que la tenga al corriente de
cuanto suceda y que no deje al pequeño nunca y pida a la
larga parentela que les ayuden en todo; lo que explica que
Jesús estuviera casi a diario de convite.

Jesús ha vuelto repuesto de cuerpo y más
fuerte en espíritu, obra curaciones y crece su nombre
tanto como exaspera a los sacerdotes. Los escribas lo asedian a
preguntas de toda laya y le conminan a que diga sí
él es el Mesías prometido. Él
contestó: "Yo soy el camino; cualquiera que andáre
por mis senderos, llegará a la vida Eterna". Entonces
¿tú eres el Mesías que esperamos?
¿Para que queráis que lo sea sino me
recibís? "Yo vengo en nombre de mi Padre y no me
queréis, por eso no aceptáis mi doctrina; pero otro
vendrá y aquél, sí lo recibiréis;
más en aquel día, serán cumplidas y pesadas
todas las cosas y el Espíritu de Verdad (entiéndase
Espíritu
Santo) descenderá y justificará mis palabras"
Hablas como profeta; y constó: "todo el que tiene luz,
puede ser profeta; pero en verdad os digo, que estas cosas
pasarán cuando las ya habéis olvi-dado; pero yo
repetiré mis palabras y entonces os sorprenderá
el juez como ladrón de sorpresa"

Este es el punto capital de la
misión de Juan y Jesús y ya queda cumplido; ha
triunfado la ley una vez más. Jesús debía
entonces ya, o esquivar la acción
de sus enemigos, o afrontarla decidido, hasta la
muerte.

Trató de lo primero, pero no lo podía
conseguir en aquella tierra de víboras. ¿Y
cómo emigrar dejando a sus discípulos
débiles, que dejarían morir la semilla? Entonces se
dedicó a enseñarles los secretos e instruirles en
la predicación y se trasladaba de ciudad en ciudad y de
aldea en aldea sin poder fijar hogar. Esa es la presión de
las religiones, cuando cuenta con pueblos esclavizados por la
superstición e ignorancia.

Jesús se veía acorralado, porque el pueblo
se había sublevado muchas veces por causa de su
prédica. Pero aun necesitaba dar el último
apóstrofe, dentro de la ciudad, para lo cual necesitaba
fuerza y consejo que no se lo podían dar los hombres,
desde que Juan no vivía.

Acude a sus armas
facultativas; toma a su hermano Jaime a Juan y Pedro y
subió al Tabor, retirándose del barullo.
Allí se reconcentra y llama a consejo a Elías y
Enos. Jesús, en su fuerza psíquica, deja salir de
sí su aureola fluídica que ilumina a su persona y presta
materia a los espíritus de Elías y Enos, con los
que conversa, recibiendo consejo y valor y ya sabe "Que su
sentencia está dada; pero que puede defenderse y tomar el
templo y reinar aun, si así lo quiere" cosa que no
comprendían los discípulos que veían la
transfiguración y las figuras de Elías y Enos,
materializados.

Este es el único hecho visible que la ignorancia
podría llamar sobrenatural pero es todo lo material y
natural que podáis pensar y es producto de una causa
natural y material también.

Su ley está en el Magnetismo Psíquico;
pero hoy tenemos tomos completos de tales fenómenos
fotografiados y es del todo científico, por lo que no hay
nada de milagroso ni sobrenatural. Ha dado Jesús cuenta a
la Kábala de su conversación con Elías y
Enos y la escuela esénica idea la forma de dar
cumplimiento, procurando la toma del templo y poner en el trono a
Jesús, que tanto partido tenía entre el
pueblo.

La escuela Esénica, cuenta entre sus adeptos al
príncipe de Ur, ciudad no rendida a los Romanos en la
Caldea, cuyo príncipe empezó a formar
ejército para cuando fuese la hora.

Sabiendo que los sacerdotes y escribas estaban en la
sinagoga se acercó y dejó a sus discípulos a
las afueras que se ocultaron en casa Raab. Entró
Jesús en la sinagoga sembrando el pánico
entre los Doctores, Escribas y sacerdotes, que trataron de
echarle mano; pero el pueblo lo rodeó y Jesús los
trató con la galantería que merecían sus
enemigos llamándolos "Sepulcro Blanqueados", "Manada de
puercos", "Vil manada de esclavos encadenados de noche", "Yo
predico el progreso, un reino que no muere; La libertad del
hombre y el amor, para la paz de los hombres".

"Me cerráis las puertas del templo; pero no
podéis cerrar las del campo libre y las plazas
públicas y os acuso de vuestras acciones".

Se levantaba ya la gran marejada que corría a los
escribas. Jesús llamó al pueblo y les dijo: "No es
esa la guerra que
predico: yo predico el amor de hermanos y la muerte no castiga al
delincuente, sino el mostrarle la fuerza de la
doctrina".

Puede decirse que este es el último sermón
de Jesús. Jerusalén se convulsionó y los
sacerdotes se convencieron que por el camino de justicia, no
podrían quitarse del medio a Jesús. Pero juraron
los sacerdotes crucificarlo y buscaron el medio de la intriga por
cualquier medio. Salió Jesús de Jerusalén y
sus discípulos le salieron al encuentro
imponiéndole de cuanto habían oído de
crucificarlo.

El tío Jaime, llamó a María a
Jerusalén; la Samaritana que se metía por todas
partes, sabía todo y sorprendió el primer
conciliábulo de los escribas con Judas Iscariote, el que
amaba mucho a Jesús, pero estaba celoso de que el amor del
Maestro se significara más en Juan y esto lo
predispuso.

Llegó María alarmada, corriendo los
caminos hecha una lástima, sin poder alcanzar a
Jesús, que tenía que estar en constante movimiento
esquivando la persecución, hasta que fuera
ordenado.

A María la encontró la Samaritana, y
conocida, la condujo enferma a casa del gobernador, donde
servía. La Samaritana ha instalado a María, dando
conocimiento a
su amo de quien es la huéspeda, a la que el gobernador
visitó y la consoló asegurándole "que la ley
civil no había sido desconocida por Jesús, por lo
que no lo sentenciaría y defendería en cuanto
pudiera; pero que convenía, que Jesús, para sus
doctrinas, eligiera otro Teatro, porque
sus doctrinas (con las que estaba conforme) eran destructoras de
la religión y todo lo temía de los sacerdotes y
además, en el pueblo no se puede tener con-fianza
porque es del último que llega, del último que le
habla"
Respuesta María con los pródigos cuidado
que se le prestaron y auxiliada por los medios y regalos que el
gobernador le diera, con más cartas y recomendaciones,
salió de aquella granja, acompañada de la
Samaritana, hasta encontrarse con las Marías
(Cleofás y Magdalena) avisadas a tiempo por la sirvienta
del gobernador, que las impuso, ocultando a la madre la trama que
sorprendió de Judas y los sacerdotes.

Llegaron donde estaba Jesús y al ver a su madre
lloró en sus brazos y a sus ruegos cedió en
retirarse a Bethania, lo que alegró y dio esperanzas a las
mujeres; pero, enterado Jesús de la acción de
Judas, comprendió que ya no tenía remedio por el
camino de la fuga y avisó a la Kábala. Esta,
activó los preparativos con el
Príncipe de Ur.

Avisado Jesús por la Kábala y la escuela,
la decisión de "tomar el templo y arrojar a los sacerdotes
proclamándolo Rey del pueblo Judío que en herencia
correspondía, aceptó y señaló el
día Domingo 22 de Marzo anterior a la Pascua, para su
entrada a Jerusalén.

Jesús ha guardado silencio de ese gran acto
político-religioso y no ha trascendido y lo ignoran los
sacerdotes y sus mismos discípulos..

Ha comido en Bethania e invita a los discípulos a
ir a Jerusalén; pero está emocionado y María
presiente que algo trascendental ocurre, pues, las otras
Marías que han estado fuera, a su vuelta han conversado
con Jesús y, en su presentimiento, dijo a su hermano y al
joven Jaime que la tengan al corriente de todo.

Cuando Jesús y su comitiva avistaban a
Jerusalén, desfilaban por las colinas columnas de gente
armada, que al unirse, le notificaban a Jesús la
última resolución de proclamarlo Rey de los
Judíos
bajo el imperio Romano,
lo que no contrariaba la ley del imperio.

Marchaba Jesús, siguiéndole la gente
armada: el Príncipe de Ur, sale al encuentro y lo proclama
Rey de los Judíos; Jesús le contestó, "No es
mi reino de este mundo; pero lo quiere el pueblo y
obedeceré hasta la muerte".

La sorpresa ha desconcertado a los sacerdotes y es tarde
para toda acción pues han entrado escoltando a
Jesús veinte mil hombres armados, encabezados por un
Príncipe de derecho reconocido.

Las gentes cubrieron el camino de telas y ramas y lo
aclamaban como Rey y como Cristo sin saber el
significado de la palabra Cristo, repetida por el pueblo de
Israel.

Formáronle arcos de palmas; cruzan la ciudad y
toman el templo, arrojando Jesús, con un látigo, a
los sacerdotes. Entre aquel tumulto, se traban algunas
escaramuzas con los guardias del templo y corre sangre a los pies
de Jesús, con lo que no había contado y con lo que
él no podía transigir y apenas sentado en el trono,
renunció de Rey. Ante cuya actitud, los
soldados de Ur lo abandonaron diciendo: "No queremos un Rey
débil" y Jesús se retira a Bethania.

Ahora los sacerdotes que saben de su renuncia, extreman
sus esfuerzos, hacen denuncias; pero el gobernador justifica "Que
no había ofensa al imperio; que allá los
sacerdotes".

Jesús es avisado y teme que no podrá
llegar a celebrar la pascua y aún no ha dado a sus
discípulos el título de apóstoles, ni les ha
comunicado los secretos de su misión y de su poder en
obrar lo que han visto y dispone adelantar la celebración
de la Pascua, para lo que mandó aviso a su amigo
Simón en el monte de los olivos, que le preparara el
cenáculo el día Jueves 26.

Las mujeres, que por lo que sabía
presentían lo que sucedería, sin que pudiera verlas
Jesús, se adelantaron encerrándose en casa de
Simón inmediata al cenáculo, donde oían
todo.

Jesús se entristeció, cuando no vio que
faltaba Judas. Evocó Jesús la bendición;
partió el pan y puso vino y les dijo "ha llegado mi hora"
en ese momento entró Judas y se sentó donde le
correspondía. Jesús continuó "Cuando yo
faltare os desca- rriaréis; pero cuando os juntéis
dos o más, el pan que comáis y el vino que
bebáis, creed que es mi cuerpo y mi sangre y hacedlo en
memoria
mía para que tengáis valor". "Id y predicad la
doctrina que os enseñé y sed mis apóstoles
porque yo, resucitaré al tercer día y os
confortaré: Ya sabéis que os he dicho (este es el
secreto) que la resurrección que os anuncio es del
espíritu que despierta del letargo; pero los hombres creen
que es la resurrección de la carne; y si esto es arma
conveniente, blandirla".

"Amáos los unos a los otros, como el Padre nos
ama a todos y todos sois hermanos y todos son salvos en el Padre"
"Guardad mis palabras y si todas no las recordáis,
recordar el espíritu de ellas, y si os entendéis,
hablad como queráis".

"No todos los que me oís sois limpios de
corazón; pero perdonar a vuestros enemigos".

Pidió una palangana con agua y una toalla y
fijó los ojos en Judas, diciendo: "Esta es la hora de las
tinieblas, y como voy yo a hacer con vosotros, haced con todos
los hombres; limpiadlos".

Judas viéndose descubierto sale y huye;
Jesús lo ha visto marchar y levantándose dice:
"Pobre hermano mío te compadezco y yo también soy
culpable, no te estudié".

Esto es lo más importante dicho en este acto en
que los discípulos son confirmados apóstoles.
Caía la tarde y Jesús invita a dar un paseo por el
monte para admirar la belleza de la puesta del Sol.

María que lo ha visto todo, por Simón,
hace llamar a su hijo Jaime y le dice: "Tengo terribles
presentimientos, cualquier cosa que ocurra, ven que aquí
te espero".

Jesús sabe que no puede escapar al odio de los
sacerdotes, pero de algo necesita deshacerse y deja a sus
discípulos en un punto y él se interna. No fue como
dicen a orar, él sabe la entrada secreta a la
Kábala y allí se internó a recibir el valor
necesario y a entregar lo que ya no podía guardar
consigo.

Cuando vuelve, ya Judas llega con su centurión
que los sacerdotes habían pedido y que no había
más remedio que darles.

Se adelanta Judas y va a darle el beso al maestro, que
era la consigna y los guardias lo apresaron maniatándolo.
Jaime que ve a su hermano preso, medio se enloquece y sale
corriendo seguido por Juan y cuando María y las otras lo
ven llegar en aquel estado, lo comprenden todo: María cae
en un letargo del que no vuelve hasta el medio día del
Vienes.

Todos andan desorientados; las mujeres tratan con el
gobernador; éste les asegura que él no lo
sentenciará; pero que todo lo teme de los sacerdotes que
ejercen la curia religiosa.

Se echa mano de todos los medios. Dimiten del jurado
Arimatea y Nicodemo; pero son integrados por otros en el acto.
Susana, Gamaliel y Joiadas, influyen; nada vale.

En la noche es llevado del Sanedrín, al
pontífice, haciendo escarnio. Pero temen el despertar del
día y delegan acusadores falsos que pregonen que
Jesús ha querido destruir el templo; abolir la ley de
Moisés; que se ha llamado hijo único de Dios; Y
todo esto en los oídos de los esclavos, aquellos mismos
que le entramaron el camino, piden su sangre; la
crucifixión. Tenía razón Pilatos, "Todo los
temo de los sacerdotes". "El pueblo es del último que
habla".

Entre todo el interrogatorio Falaz, sin orden ni
sentido, capcioso, la pregunta de más interés
es: "¿Te has llamado hijo de Dios?" a los que Jesús
contesta: "Tú lo dices"."Ha blasfemado" dice el
pontífice y rasga su vestidura. ¿dónde la
blasfemia?.

Hay que mandarlo a Pilatos. ¿Con qué
acusaciones? No hay una sola de fundamento, ni para un simple
arresto. Porque si ha levantado al pueblo en sus prédicas
hablándole de sus derechos, es señal evidente de
que el pueblo los deseaba y no se los daban.

Idean causas y no se encuentra ninguna, ni aún
con las más absurdas leyes del altar y flaquean:
¿Qué hacer? El pontífice encuentra
solución. "Conviene que muera dice, para bien de la
religión" ¡gran razón la del sacerdote! Y
esto, que el pueblo lo ha aclamado " Hijo de Dios!" pero si fuera
el mismo Dios, lo mismo hiciera y moriría.

Ya han soliviantado al pueblo esclavo, que por esto, es
una horda de bestias con figura humana y vocifera hostigado por
los sacerdotes: "El pueblo pide" –que muera dice el
pontífice y Caifás como Anás, saben que no
pueden encontrar artículo en la ley y quieren cargarle el
fardo a Poncio, pidiendo que lo sentencie a muerte, 1) "Porque
subleva al pueblo contra las leyes del imperio", 2) "Porque se
proclamó rey de los Judíos" y 3) "Porque
atentó contra la religión y se llamó hijo de
Dios"

Pilatos recibe la ingrata visita. Examina las
acusaciones y se vuelve a los acusadores y dice: "Si otra cosa no
tenéis, este hombre es inocente; y nada tengo que hacer
con él en este asunto". "ha blasfemado"
–prorrumpieron—"Nada importa eso a la ley civil"
–contestó Pilatos—"Quiso derribar el imperio"
–objetaron—"No es verdad" –dijo Pilatos y lo
declaró inocente de todas vuestras
acusaciones"p108

Todo lo que pasaba en el Pretorio lo sabían los
sacerdotes por los chasquis que de palabra en palabra les
llevaban: y viendo el caso perdido lanzaron al comprado populacho
a las puertas del pretorio y con estentora voz
gritaban!"Crucifícalo! ¡crucifícalo! Pilatos
sale a la galería y le dice al pueblo: "Este hombre es
inocente". ¿De qué le acusáis?
¡Crucifícalo! ¡crucifícalo". Caiga su
sangre sobre nuestras cabezas de nuestros hijos… Fue la
contestación. Pasemos de largo muchas
minuciosidades.

No es cierto que Jesús subiera al calvario con la
Cruz a cuesta, ni lo intentaron, porque no había llegado
por su estado que apenas andar sostenido podía. Sí,
lo vieron las mujeres que lo seguían y Juan y Jaime,
desgarrados, lo acompañan de cerca.

A las 12 del día Viernes 27 de Marzo del
año 33, cortaban el aire los ecos de los martillos
clavando a Jesús de pies y manos y la Cruz es levantada,
con un grito de horror.

Una mujer, pálida como la muerte, sube la cuesta
y ya el monte está desierto. Un joven de 23 años se
arroja al pie de la Cruz, pone su mano sobre la piedra que recibe
la sangre de su hermano y levantando la otra mano al cielo clama:
"Hermano mío, juro al Dios vivo quitarte los cargos del
Cristo".

María se abalanza con los brazos tendidos y oye
de Jesús: Mujer he ahí a tu hijo; ese es el que
ahora necesita de ti", era Jaime. María se abraza a Jaime
y las otras mujeres con Juan y Pedro que llegó avergonzado
y abatido, rodea al grupo de Jaime y su madre, que los salpicaba
la sangre que corría por la Cruz. P110.

Jesús ha caído en un desmayo, su
espíritu no estaba allí.

Se acercaban las tres, cuando llega el soldado Longinos
y rasga el pecho de Jesús para ayudarle a morir antes.
Longinos no lo hizo con maldad y no miró al clavar la
lanza y no hirió el corazón.

Jesús al sentir el dolor del desgarrón,
reaccionó y exclamó: ¡Hellí,
Hellí" Padre, Padre, perdónalos que no saben lo que
hacen.

Arimatea, que había pedido el cuerpo de
Jesús, llegaba con los elementos necesarios para
descenderlo de la Cruz y darle sepultura: En aquel momento, el
firmamento se encapotó y ruidos subterráneos se
oyeron, lo que alejó todos los escasos curiosos que
llegaban o merodeaban y un terremoto hizo temblar el
suelo.

Descienden a Jesús: la guardia había huido
espantada y en su prejuicio corrían diciendo:
"Verdaderamente es Hijo de Dios y nos castiga".

Arimatea aprovecha aquella soledad y viendo que
Jesús vivía, encargó el silencio; el
sepulcro destinado (que el Arimatea, encerrando allí la
sábana que lo recogiera de la cruz manchada de sangre) y
llevan al mártir a la Escuela Esénica, lo curan y
reacciona. El secreto sólo lo saben las mujeres, Pedro,
Juan, Jaime, Arimatea y Nicodemo.

Los sacerdotes recuerdan que había hecho creer
Jesús que resucitaría al tercer día. Saben
éstos que esto no puede ser, pero temían
algún hecho de la Magia que la gente creerá y el
cual será peor.

Ya era tarde; pero piden que el gobernador ponga
guardias en el sepulcro que creían estaba Jesús: La
Escuela y la Kábala toman sus disposiciones; en la noche
del domingo, han ido al Sepulcro llevando algunas bebidas, de las
que los guardias han tomado, (no es extraño
tratándose de soldados) y con el narcótico
preparado, duermen.

Los visitantes levantan la losa y dejan la sábana
dentro. A su tiempo, los soldados sueñan según la
sugestión del narcótico, viendo la
resurrección, cuyo fenómeno, puede y lo hizo un
espíritu materializado y los soldados despiertan y corren
asustados gritando: "ha resucitado, ha resucitado".

La Kábala no descuida los acontecimientos y
prepara en su poder psíquico –hipnótico
– magnético y espiritual las causas, para producir
los efectos que han de ser castigado a los sacerdotes, que saben
éstos lo que son, pero que no pueden declararlo al pueblo,
porque sería perderse ellos mismos; y si habían
triunfado en fuerza bruta, no podían lo mismo en fuerza
psico-magnética, y aun el mismo Jesús solo, los
venció siempre.

Por estos hechos psíquico-magnéticos y
actos de alta Magia, con la cooperación de los
espíritus de Misión, ha quedado el pueblo bajo la
duda, sin negar afirmar, pero amedrentado y pesaroso. (Efecto de
la causa ignorancia)

Jesús no curaría, la escuela
representará la ascensión como convenía
"para entero castigo de los asesinos de Jesús y del
pueblo: y si éstos (los sacerdotes) tienen el valor de
declarar los actos de Magia, la Escuela y la Kábala
declararán la verdad, suceda lo que suceda"; así
quedó escrito en aquellos Archivos, que
sólo en el siglo 18 dejó sacar dos copias, (no del
todo enteras porque aun no era hora) las que están una en
Berlín y la otra en Londres.

El primer jueves de la luna de mayo, aprovechando una
magnífica aurora vespertina, salió un maestro de la
Escuela Esénica con vario novicios con sus clásicos
mantos albos y se colocan en la cúspide del Monte Olivete,
reflejándose en los mantos el rojo áureo de la
aurora. El maestro, conforme a las reglas de la Magia,
extendió sus brazos, en cuyo momento los novicios con sus
mantos extendidos destaparon francos de productos de
alquimia, envolviéndolos una nube blanca pasada por los
rayos áureo rojos, que se elevaba hasta perderse, mientras
los actores cantaban "Hosanna in exelsis Deo" desapareciendo tras
la nube por la falda de la montaña: y queda fraguada la
famosa Ascensión, que no se atrevieron a desmentir los
asesinos sacerdotes. P111

Esta es la verdad de los hechos y ya Jesús queda
invisible para todos menos para su madre, Jaime su hermano, y
Juan, Jaime recibe todos los secretos, mandatos y ayuda de la
Cábala y Jesús desencarna a los 88 días de
su crucifixión, corres-pendiendo al día 22 de Junio
de nuestros meses.

Ahora bien: los hechos reales ha habido que envolverlos
bajo sombras dudosas, aunque con hechos de la más alta
sabiduría, la que lucha y triunfa por sus medios de la
maldad opresora religiosa, que ha hecho un pueblo esclavo por la
ignorancia, la falacia y el terror. ¿Es culpa de la
verdad?…, el maestro no quiso filosofar en este punto. Ha
dejado escrita esa página de historia ocultada, por
sabiduría suprema del espíritu en defensa de la
verdad misma, ocasionada a causa y por la maldad religiosa
únicamente. Toca ahora a la razón limpia, hacer
juicio filosófico: y ésta gran página que
encierra todas las filosofías hasta aquel momento
histórico expuestas, será donde los estudiantes de
estos cursos han de encontrar material suficiente para su
desarrollo, en
todos los conocimientos de las llamadas fuerzas y ciencias
ocultas que quedan enumeradas y que en verdad de verdad rigen
todos los actos de los hombres individual y
colectivamente.

Sólo queda afirmar que: ninguno de los hechos
descubiertos con motivo de esta página suprema
están fuera de las ciencias positivas y exactas, pero que
se enlazan con lo espiritual, y sabed para siempre que los
números son la representación metafísica
de la única sustancia condensada en el hombre, con sus
tres representaciones de cuerpo, alma y espíritu, de lo
que Jesús era consumado Maestro, el que deja (en lo que
son capaces) enseñados sus apóstoles, que obran
algunos pequeños actos, que como en Jesús, la
ignorancia y la malicia los llamara milagros; Pero que el
espíritu trajo las ciencias para demostrar a su hora que
el milagro, ni lo sobrenatural existe; sino efectos naturales de
causas naturales; y el único milagro que existe es la
ignorancia.

Ni Pedro ni otro apóstol recibió
supremacía ni encargo de Jesús de fundar una
iglesia y
mucho menos religión, como lo prueba valientemente 19
siglos más tarde el obispo Strossmayer en Concilio
Vaticano en 1870 ante el mismo Pío IX y todo el concilio
allí reunido con motivo del acto más escandaloso
que anota la historia, declarándose Pío IX
infalible, Dios. Pero que el espíritu levanta a Garibaldi
y le muestra su
infalibilidad, destronándolo como rey emperador: Es que ya
se había cumplido el tiempo, cuya mitad señalaron
Juan y Jesús, y los espíritus hablaban y se
movían en todas formas y figuras, y en verdad había
nacido aquel que, con la mano ensangrentada en el calvario, hemos
visto jurar "quitar a su hermano el cargo del Cristo" y
derribar la cruz para siempre, y se cumple.

A raíz de la desaparición física de
Jesús, cada uno de los apóstoles asumió su
responsabilidad en diferentes partes; Pedro y
Pablo en Roma. Santiago (Jaime) pasa a España, que los
vigilaba a los dos, costándole varios viajes a Roma
a arreglar sus pleitos y rencillas.

Santiago tuvo mejor acogida y mejor acierto, porque su
programa era político-social, por lo que en poco tiempo
consiguió la unión de 52 ciudades y pueblos bajo el
señor de Salduba (Zaragoza), lo que le dio ascendencia,
respeto y
cariño, que acrecentó cuando su anciana madre fue a
su lado, dedicándose a enseñar a las madres
españolas.

Allí vivió esta gran madre 12 años
y dejó allí sus restos sagrados de madre proficua
de misiones. No es verdad la asunción que la iglesia
católica dice del cuerpo de esta mujer.
¿Adónde está el cielo?.

Santiago (Jaime, hijo menor de María),
apóstol de España: sintetiza la doctrina en su
Carta
Universal, que es un documento antirreligioso; pero por eso mismo
tiene un máximo valor de justicia y libertad y no
cayó el original en manos de los fundadores de la Iglesia
Católica, por lo que es el documento menos adulterado; y
quitando la palabra Cristo, que aparece en el
encabezamiento, puede tenerse por buena la traducción de
Valera.

Pablo, quien no conoció a Jesús, fue el
único que fundó religión: mal llamada
cristiana porque asocia a Jesús con la palabra "Cristo";
que, en la visión del Apocalipsis del vidente Juan
apóstol, lo señala como el Dragón de 10
cuernos (reinados) que cabalga en una bestia de 7 cabezas (7
religiones (que fundaron la católica).

Pedro, que también, se quedó en Roma, no
fundó ninguna religión. Pues, no es verdad que
él fundara la Católica, que nace de una bestia
vieja que muere es la religión cristiana y nace de sus
cenizas otra bestia nueva, la Católica con 7 cabezas;
alianza de religiones y 10 cuernos (10 reyes o naciones) Esta
extraña visión Juan, no la entiende y pide
explicación, pero dan orden de no declararlo y Juan dice:
"Esto encierra sabiduría: el que tiene entendimiento,
entienda". Pero señala a la bestia que nace con el
número 666, número correlativo en los registros del
investigador de las religiones que habían pasado hasta
entonces en la tierra.

El obispo Estrossmayer, en su discurso ante
Concilio Vaticano l870, certifica que Pedro no fundó la
Religión Católica, desde que, esto sucedió
325 años después, en el Concilio de Necea cuando ya
Pedro hacía 250 años que no
existía.

La historia de los otros apóstoles está
menos adulterada, por la poca relevancia, en los Evangelios; pero
no exenta de incoherencias, falsedades, chismes, pobreza de
idiomas y múltiples traducciones. Pero, como dice mi
Maestro: la Biblia, hay que leerla de atrás para
adelante.

Lo más relevante de las profecías del
Apocalipsis se han cumplido (el que tenga entendimiento que
entienda), sólo falta de cumplirse en estos momentos, es
la caída del incensario o de "una estrella que
arrastrará una tercera parte de la tierra y dos terceras
partes de la humanidad"; lo que ya está preparado y cerca.
P118.

Como todo el programa allí expuesto está
cumplido, no tiene ya más que el valor histórico y
el de confirmar que el espíritu de luz penetra en los
secretos de la ley suprema y los advierte muchos siglos antes de
operarse para prevenir a los hombres en amor a ser prudentes, a
obrar en justicia lo inevitable, lo que toca analizar a los
filósofos, verdaderos filósofos.

Pero, ¿Quién fue el primer papa de la
Religión Católica? Manuel obispo que habla ante el
emperador, comprenden los otros obispos, los pactos y tratos que
ya hay y proclaman Pontífice a Manuel I que es el
primero que puede llamarse Papa: pero que ahora no aparece en las
cronologías y la Iglesia Católica sabrá
porqué, como también han quitado de la Biblia a
Elías y su profecía, y sin embargo en el calendario
existe San Elías profeta.

Manuel I Papa, celebra el concilio ecuménico
donde consagran sus 14 absurdos artículos de fe y acuerda
llamar o pedir a las principales Religiones la unión; para
lo cual mandarían representantes y sus doctrinas, ritos y
cultos, acudiendo siete, entre ellas: La Islamita, la
Judía, la Fúlica, la Isica, la Veda y otras
menores.

Manuel I (su concilio), promete hacer un código
único para todas y reclama la primacía que obtiene;
pero en vez de un código moral les mandaron las armas de
Constantino. Tiene el concilio aquel, todos los Ritos, Dogmas,
secretos, y fines de las religiones y los usa como armas contra
ellos mismo apropiándose de sacramentos y ritos y
concordando a su placer los absurdos de aquellas religiones con
el mayor absurdo del "Credo" o artículos de fe, en los que
se nos declara a toda la humanidad, huérfanos, desde que
declaran a "Jesucristo único hijo de Dios". Pero a ese
Dios, se le confirma irracional porque quiebra sus
leyes, haciendo concebir y parir a una mujer sin obra de
varón, quedando Virgen… y, por que compone una Trinidad
imposible.

Protestan las religiones signatarias, hacen peligrar a
esa nueva Religión que es "La bestia 666 del Apocalipsis".
Pero ¿qué le importa a Manuel I? "Después de
esto yo sé lo que me haré" había dicho al
Concilio; y ahora, le dice al Emperador Constantino: En
política, el más astuto triunfa y la justicia es
del más fuerte, y… In hoc signum Vencis" y
Constantino, manchado de sangre de los suyos (asesinó a su
suegro y su mujer), ve en la cruz su triunfo, crucificando a toda
la humanidad.

Constantino organiza ejércitos y lleva el
terror a todas partes. Manuel I encomienda al concilio la
mixtificación de las escrituras; raspan pergaminos y
destruyen Archivos e incendian Bibliotecas: se
destierra al pueblo Judío excomulgándolo
perpetuamente y aun le persigue la maldición sin lograr
formar pueblo y sufriendo matanzas hasta estos días, lo
que prueba el pacto de la religión Católica con el
poder civil, creado a su semejanza, en Constantino.

La historia de 19 siglos es toda luto, sangre y
desolación y es el fruto de la bestia y el Dragón,
que se sienta en ella. Aquí queda, estudiantes, un
depósito inmenso de material para filosofar. Puntos
maliciosamente unos y otros adulterados y mixtificados; por lo
que, todas las filosofías hasta hoy, adolecen forzosamente
en los principios y las ciencias quedan llenas de vacíos e
hipótesis que se desvanecen en la
razón, dejando otro vacío por largo
tiempo.

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