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Hussein: Juicio, Venganza u Homicidio (página 2)



Partes: 1, 2

"El veredicto contra el presidente Saddam Hussein es
totalmente político y todas las condiciones de un juicio
justo, como lo estipula la ley
internacional, han sido transgredidas gravemente, incluyendo el
derecho a apelar el veredicto en un tribunal de casación",
dijo en una declaración escrita el principal abogado de
Saddam, Jalil al-Dulaimi. NUEVA YORK3.

"Uno de los grandes problemas ha
sido el fracaso para defender y proteger a los abogados
defensores", señala Richard Dicker, responsable del
programa de
Justicia
Internacional de Human Rights Watch. "No creo que podamos decir
que el juicio no ha sido justo, pero tampoco podemos decir que lo
haya sido.

Hay que esperar a estudiar los argumentos en los que se
basa la sentencia, aunque tenemos muchas dudas porque hemos
identificado fallos muy graves en el procedimiento,
además de los asesinatos que han rodeado el proceso",
prosigue Dicker, entrevistado por teléfono en Nueva York.

La jurista Jessica Almqvist, experta en derechos humanos
y justicia internacional de la Fundación para las Relaciones
Internacionales y el Diálogo
Exterior (FRIDE), mantiene que "la mayoría de las ONG
internacionales coinciden en que no se han alcanzado los
estándares necesarios". "Las medidas de seguridad han
sido insuficientes, la independencia
de los jueces ha quedado en tela de juicio, el Gobierno
iraquí ha tenido intervenciones directas, no se han
investigado alegaciones de torturas por parte de los acusados, el
tribunal no ha compartido toda la información con la defensa",
señala.

Otro problema, reconocen los expertos consultados, es
que la famosa frase "culpable más allá de toda duda
razonable" no se ha aplicado en el búnker de la Zona
Verde, donde se celebra el proceso. Uno de los aspectos
más criticados en el estatuto del Tribunal Especial
Iraquí es que para condenar a un acusado a muerte basta
con que los magistrados estén "satisfechos" con las
pruebas, sin
necesidad de que sea "más allá de toda duda
razonable".

No es la primera vez que un proceso se lleva a cabo en
medio de un clima de amenazas
insoportable, pero la violencia
desatada y la anarquía que reinan en Bagdad no parecen el
mejor marco para que tenga lugar un juicio justo: los terroristas
suníes amenazan a jueces, fiscales, testigos y
funcionarios, mientras que los escuadrones de la muerte
chiíes no han dudado en asesinar a tres abogados
defensores. "Hay muchos procesos en la
historia que han
tenido lugar en medio de la violencia, pero si los que crearon
este tribunal hubiesen sabido que casi iba a estallar una
guerra civil
sectaria en medio del proceso, hubiesen hecho las cosas de otra
forma", afirma por teléfono Michael P. Scharf, director
del Centro de Justicia Internacional de la Universidad Case,
en Cleveland, y que participó en la formación de
los jueces que componen el tribunal de Saddam.

Un día después del comienzo del juicio, el
20 de octubre de 2005, el abogado Saadun Sughaiyer al Yanabi fue
sacado de su oficina en Bagdad
y asesinado en la calle. El 8 de noviembre, Adel al Zubeidi,
miembro del equipo de defensores, fue acribillado cuando se
desplazaba en su coche. El 21 de junio, el letrado Jamis al
Obeidi fue sacado de su casa, torturado y asesinado en
público en la populosa barriada chií de Ciudad
Sáder, mientras una multitud gritaba: "¡Que venga
Saddam a salvarle!". Nadie ha sido detenido por esos
crímenes. Un familiar de uno de los jueces fue asesinado
en septiembre, mientras que hace tres semanas fue tiroteado el
hermano de uno de los fiscales. Otras cinco personas relacionadas
con el tribunal -entre ellos un padre y un hijo que eran
funcionarios- han sido asesinadas durante los 282 días que
duró la vista oral.

Casi nadie dudaba de que Saddam sería condenado a
muerte. Una vez conocida la sentencia, los abogados de Saddam
pueden recurrir ante un tribunal formado por nueve jueces, en un
proceso que puede prolongarse. Pero, como explica Anthony Dworkin
del proyecto
Crímenes de Guerra, Saddam tiene 69 años y la
pena de muerte
en Irak no se
aplica a partir de los 70 años. El dictador, que los
cumple el 28 de abril, estará entonces en el
límite"4.

"Ramsey Clark, ex fiscal general
de Estados Unidos
y miembro de la defensa de Saddam, calificó el juicio de
"burla a la justicia", lo que motivó que el presidente del
tribunal le expulsara de la sala. Sin llegar tan lejos, varios
grupos de
derechos humanos
han criticado el desarrollo del
juicio.

"No ha sido un desastre, pero ha estado plagado
de errores", lamentó Hanny Megally del Centro
Internacional para la Justicia Transitoria. "El tribunal no ha
sido imparcial", denunció por su parte Amnistía
Internacional que, como Human Rights Watch, teme que los fallos
hagan dudar a los iraquíes de que se ha hecho
justicia"5.

El argumento que se ha sostenido es que Hussein era un
dictador y que por tanto no podía pedir más,
además porque él mismo nunca había dado
justicia y había sido mucho más injusto. Estas
razones, además de pobres, son una vergüenza para
quien las pregone y una ratificación de que se
continúa de igual manera. Entonces solo cabe esperar
venganza, mas no justicia. "Los iraquíes nunca perdonan.
Por eso, para los chiítas es sumamente importante que lo
maten. Es más: no quieren simplemente matarlo, sino
humillarlo. Por eso no aceptan que le peguen un tiro sino que
quieren ahorcarlo. El 95% de los chiítas quiere verlo
colgado, nada menos que eso…"6.

En torno a lo mismo,
falta agregar que es al Estado de ocupación sobre quien
debe recaer todo acto de injusticia que se cometa, tanto desde el
derecho como desde el ejercicio del gobierno en el plano
internacional. Mientras sea un estado de ocupación
tendrá iguales responsabilidades e incluso mayores en el
entendido que es él quién promovió el estado de
caos y de injusticia que se halla establecido. Lo que hagan los
ocupados es un acto del ocupador y por ello debe responder. El
procesado siempre estuvo bajo la custodia del ocupador – en un
acto de ocupación – en el campamento Cropper
(prisión militar estadounidense).

Una vez dictado el fallo en "Justicia y en legalidad" las
reacciones fueron diversas: prácticamente el único
que avaló la decisión, incluso como si fuera
propia, fue el ocupador, "marca un hito
importante en los esfuerzos de los iraquíes para
reemplazar las reglas de un tirano por las normas de la
ley"7. Los demás Estados condenaron el fallo.

Pero este rechazo debe ser considerado como
hipócrita, endeble, de dientes para fuera y de
satisfacción para adentro. Algunos de lo Estados que lo
condenaron fueron "…el embajador de España en
Irak, Ignacio Rupérez, ha advertido hoy de que la posible
ejecución de Saddam es un "nuevo elemento de
crispación y antagonismo" que "no beneficia en absoluto"
al país árabe, ya que "no conviene crear
héroes o mártires" para los elementos partidarios
del ex presidente iraquí8.

"El Gobierno español
recalcó que todos los países de la UE, incluido
España, están en contra de la pena de muerte "sea
quien sea" el condenado e instó a que la comunidad
internacional "pida que no se ejecute" a Saddam
Hussein.

Según la portavoz socialista en la
Comisión de Exteriores del Parlamento, Fátima
Burto, una ejecución "nunca ha tenido la virtud de frenar
la criminalidad" y "degrada al Estado que la inflige".
Aunque la situación en Irak "es difícil" que vaya a
peor, "ejecutar a Saddam Hussein no va a ir a favor" del futuro
del país, sino que "probablemente lo que se consiga es
crear un mártir", dijo Burto"9.

Por su parte, el Ministerio francés de Asuntos
Exteriores ha confirmado que hay contactos entre los
países comunitarios en este sentido. El portavoz adjunto
del Ministerio, Denis Simonneau, afirma en una declaración
a la prensa que "nos
mantenemos en contacto con nuestros socios". También
recuerda que Francia y la
UE en general se han expresado en favor de la abolición
universal de la pena de muerte, como ya hicieron en noviembre
tras conocer la condena al ex presidente
iraquí"10.

"Francia confirmó que hay contactos entre los
países comunitarios tras la ratificación de la
sentencia a muerte. Portavoces del Ministerio de Asuntos
Exteriores de este país recordaron que la UE en general se
han expresado a favor de la abolición universal de la pena
capital, como
ya hicieron en noviembre tras conocer la condena a Saddam Hussein
por su responsabilidad en la matanza de
Duyail.

"Después de que la sentencia haya sido confirmada
muchos países europeos se han manifestado en esa
línea", indicaron, antes de matizar que la decisión
judicial "pertenece al pueblo y a las autoridades soberanas de
Irak" y de abogar porque los iraquíes trabajen "en la
reconciliación nacional y favorezcan la plena soberanía del país".

También, el Gobierno de La India se
mostró contrario a que se aplique la condena a muerte a
Saddam Hussein y, en un comunicado, el portavoz de Asuntos
Exteriores, Navtej Sarna, expresó su "esperanza" en que la
sentencia no se lleve a cabo y "se perdone la vida" al
exdictador. "Esperamos que nadie dé pasos que puedan
obstruir el proceso de reconciliación o que retrasen la
restauración de la paz en Irak",
señaló.

"Alemania
reiteró su rechazo a la condena a muerte de Saddam Hussein
y tomó "nota" de la decisión del tribunal
iraquí. Respecto al proceso, el portavoz gubernamental
Thomas Steg evitó pronunciarse y se limitó a decir
que "no había indicio alguno" de que el juicio vulnerase
el derecho vigente iraquí"11.

El rechazo a la condena, como ya se dijo, fue pobre,
pareciera como existiera el temor a no desairar al Estado
Ocupador. Si se mira la calidad de estos
Estados se puede ver que son de peso internacional, incluso
miembros determinantes de los organismos internacionales Ej.
Francia que es miembro permanente del Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas y
que de acuerdo a sus facultades podía citar ha dicho
organismo a reunión extraordinaria. Pero Hussein ya estaba
en desgracia internacional y ninguna potencia iba a
correr el riesgo de que
fuera denominado aliado de un dictador; asÍ fuera para
salvar el derecho
natural de la vida humana y del orden internacional
vigente.

El rechazo también provino de las organizaciones no
gubernamentales (ONG), aunque las razones fueran diferentes,
dejaron constancia de su negativa "La presidenta de la
sección española de Amnistía Internacional
(AI), Eva Suárez, pidió a la comunidad
internacional que ejerza "toda la presión"
sobre Irak para paralizar la ejecución y se permita la
reparación de miles de víctimas cuyos juicios
siguen pendientes, pues, de lo contrario, éstas
quedarán en una situación de "tremenda
indefensión".

Human Rights Watch (HRW) calificó de "error" la
ratificación de la sentencia de muerte y pidió al
Gobierno iraquí que no permita su
aplicación.

"La imposición de la pena de muerte,
injustificable en ningún caso, es especialmente
errónea en un proceso tan injusto como éste",
afirmó esta organización en un comunicado.

La Federación Internacional de Ligas de Derechos
Humanos (FIDH) pidió al presidente iraquí, Jalal
Talabani, que ordene una moratoria de la condena de muerte
dictada contra Saddam Hussein y dos de sus antiguos
colaboradores"12.

"Un grupo de
abogados españoles integrados en el Comité de
Defensa de Saddam ha expresado su "más enérgica
repulsa" por las circunstancias en que se efectuó el
juicio, en el que, aseguran, no se respetó "en
ningún momento las garantías y normas del Derecho
Internacional referentes a los Derechos
Humanos"13.

"Al Duleimi -abogado- ha instado a las organizaciones de
defensa de los Derechos Humanos, a la Liga Árabe y a la
ONU a realizar
una "intervención inmediata" para salvar la vida del
depuesto mandatario. Otro miembro del equipo de la defensa, Najib
Naimi, ha dicho que "todo parece indicar que la ejecución
será el sábado"14.

También medios de
comunicación tan importantes como el país de
España editorializó sobre la condena a muerte como
un acto innecesario "…Si el derrocamiento de Saddam no fue el
esperado amanecer de la democracia en
Irak, ni su posterior captura representó la
pacificación del país árabe invadido por
EE.UU. en 2003, su ajusticiamiento tampoco significará la
reconciliación que predica el Gobierno de supuesta unidad
nacional de Bagdad. Si Irak tiene alguna esperanza de
apaciguamiento en los tiempos venideros, el cadalso no
ayudará a conseguirlo, por mucho que a Washington le
parezca un "hito importante…"15.
Nadie se atrevería a discutir que la negativa a dicha
sentencia de muerte fue tremendamente mayoritaria del mundo
entero y sin embargo hoy cabe la pregunta como fue materializada
la sentencia por un Estado tan precario en todas sus
manifestaciones: en el gobierno, en la legitimidad de origen o
popular, en la eficacia del
ejercicio de la soberanía, en el cuestionamiento en el
orden internacional, entre otros ¿Cómo aceptar que
la decisión de enjuiciar, juzgar y ahorcar se haya
realizado por unas "autoridades tan insignificantes"? Lo
lógico es pensar, que no eran ellos los que estaban
decidiendo, sino obedeciendo.

La
ratificación:

Un punto que no ha quedado claro respecto al proceso de
ejecución de Hussein es el atinente a la
ratificación o no que debía realizar el presidente
y los dos vicepresidentes:

En un principio no cabía ninguna duda de que ella
debía proceder y por tanto ésta tendría que
materializarse. "La decisión del tribunal de apelaciones
aún debe ser ratificada por el presidente Jalal Talabani y
los dos vicepresidentes de Irak. Talabani se opone a la pena
capital pero en situaciones similares ha dejado que un
vicepresidente firme la orden de ejecución en su nombre,
una medida alterna que ha sido aceptada legalmente"16. Como puede
verse con esta cita se infiere que la decisión o
ratificación operaba (u opera) como una instancia
extraordinaria, en la que cabía la posibilidad de que la
sentencia no se ejecutara, como en el evento en que no fuera
ratificada. Esta cita que es del 27 de diciembre, no es la
única; ya que desde el 5 de noviembre se tenía
claro en la comunidad internacional que así debía
procederse en aras de salvaguardar el debido proceso de Hussein y
la recta administración de justicia Iraquí.
"…La sentencia puede ser recurrida tanto por los condenados
como por la fiscalía o por la defensa. Las leyes judiciales
en Irak establecen que los recurrentes tienen un mes
(exactamente, 30 días) para presentar su recurso ante el
"comité general de casación", dependiente del
Tribunal Penal Supremo y compuesto por nueve magistrados,
explicaron a Efe fuentes
jurídicas.

Este comité puede aprobar, rechazar o modificar
las sentencias pronunciadas por el Tribunal Especial, y para ello
no hay límite expreso de tiempo, pero
según las fuentes, puede tardar entre uno y cinco
meses.

Si el comité aprueba las sentencias, éstas
vuelven al Tribunal Especial que las dictó -sin
límite de fechas-, que a su vez las remiten a la
Presidencia de la República para ratificarlas.

Por último, la presidencia las envía al
Ministerio de Defensa en el caso de que haya que aplicar la pena
de muerte, ya que las ejecuciones son competencia de
este ministerio.

Se da la particularidad de que el Presidente de la
República, Yalal Talabani, es contrario a la pena de
muerte y ha advertido de que no piensa asistir a la
ejecución de Saddam, aunque también ha dicho que no
se opondrá a la decisión que tome el tribunal"17.
Subrayas fuera de texto.

Sin embargo pareciera que la ley Iraquí no era,
ni es tan clara en un aspecto tan vital como el analizado, debido
a que existían otras posiciones jurídicas o
políticas más diferentes. "La
decisión del Tribunal de Apelaciones deberá ser
ratificada por el presidente de Irak, Jalal Talabani, y por los
dos vicepresidentes. Una vez dado este paso, Saddam Hussein y el
resto de condenados serían ahorcados en un plazo de 30
días. Talabani se opone a la pena de muerte, pero en
varias ocasiones ha delegado en un vicepresidente la firma de
sentencias de muerte, un trámite legalmente
aceptado.

Un portavoz del Tribunal Supremo, Raed Juhi, ha
asegurado que el sistema judicial
iraquí garantiza que Saddam Hussein será igualmente
ejecutado incluso en el caso de que Talabani y los dos
vicepresidentes se nieguen a ratificar la condena. "Aplicaremos
el veredicto mediante el poder de la
ley", ha declarado Juhi sin dar más detalles"18. Estaba
claro que la ejecución de Hussein era un hecho que
tenía que darse con la ley o sin la ley, en un claro acto
de venganza.

"La Presidencia iraquí ha anunciado esta
mañana que la sentencia, confirmada ayer por el Tribunal
de Casación de lo Penal de Irak, es definitiva y no
requiere la aprobación del presidente, Jalal Talabani,
abiertamente contrario a la pena capital. Las autoridades
iraquíes habían asegurado antes de la
decisión del tribunal de apelaciones que la posible
condena a muerte debía ser ratificada por el presidente
Talabani y por sus dos vicepresidentes"19. Subrayas fuera de
texto Al presidente Talabani se le puso el asunto difícil,
por principio se tenía que era un enemigo de la pena de
muerte, por la ley debe decidir sobre la ratificación o no
de la sentencia y ratificarla por un crimen contra los
chiítas, cuando existían otros muchos mas graves
contra los kurdos, lo hacían ver como un traidor con su
pueblo por no permitir que se horcara a Hussein por un delito kurdo y no
Chiíta, entonces decidió ser bíblico
"Viendo, pues, Pilato que nada conseguía, sino que el
tumulto crecía cada vez más, tomó agua y se
lavó las manos delante de la muchedumbre, diciendo: yo soy
inocente de esta sangre; vosotros
veáis"20.

Hussein –
Bush:

Mención especial merece la relación entre
estos dos gobernantes: desde 1979 – otros sostienen que es desde
1968 cuando ejecuta un golpe de Estado
Hussein poseía el poder en Irak, en ese tiempo es mucho lo
que puede decirse de su obra política: El partido
Baaz y su relación con Siria; su pretensión de
Occidentalizar a Irak; sus relaciones-alianzas con diferentes
líderes de potencias militares-económicas
mundiales; su forma de gobernar bajo un gobierno laico;
igualmente como líder
de los árabes y patrocinador-protector de luchadores o
guerreros musulmanes.

Se puede sostener con fundamento serio que para el
presidente norteamericano George Bush, el asunto Hussein se
había convertido desde hace muchos años en un tema
personal y
rayando en lo obsesivo. Bush pensaba que de cualquier forma
debía eliminar políticamente e incluso
materialmente a Hussein, tanto por conveniencia nacional como por
venganza personal. "Después de todo, estamos hablando del
hombre que
intentó matar a mi padre". George W. Bush -que guarda como
recuerdo en un pequeño estudio al lado del Despacho Oval
la pistola que llevaba Saddam Hussein cuando fue detenido cerca
de Tikrit hace algo más de tres años-
pronunció estas palabras en Tejas, en septiembre de 2002,
en un acto de campaña de las legislativas de aquel
año. El presidente estaba en plena construcción de los argumentos para ir a la
guerra, y habló de las armas de
destrucción masiva y de los vínculos con el
terrorismo,
pero también mencionó el complot organizado en
abril de 1993, supuestamente por el espionaje de Bagdad, para
atentar contra el ex presidente George Bush padre en su visita a
Kuwait, 25 meses después de que las tropas estadounidenses
expulsaran del emirato a los soldados iraquíes que lo
invadieron en el verano de 1990.

El atentado contra Bush padre, en el que iba a
utilizarse un coche bomba con dinamita, fue desarticulado. Su
sucesor en el cargo, Bill Clinton, pensó que se trataba de
un asunto grave -otros tuvieron más dudas- y dio la orden
de lanzar misiles sobre centros de espionaje en Bagdad. Eso
ayudó a Bush hijo a explicar que no era un asunto
personal, que Saddam era peligroso para EE.UU.

["No hay duda de que su odio se dirige sobre todo contra
nosotros; no hay duda de que no puede soportarnos"]. La frase
revelaría, para analistas como Maureen Dowd, de the New
York Times, deseos personales de venganza y tortuosas razones
edípicas de derrocar a Saddam y acabar la faena que su
padre no quiso hacer en 1991.

Pero hay más indicios de que el asunto estaba en
el radar presidencial: en noviembre de 1999, antes de llegar a la
Casa Blanca, Bush declaró a la BBC: "Nadie anticipó
que Saddam iba a durar tanto; hay que finalizar la
tarea".

El 22 de febrero de 2001, en su primera conferencia de
prensa como presidente, Bush dijo sobre Irak: "el Secretario de
Estado va a escuchar a los aliados para ver cuál es la
mejor manera de aplicar una política cuyo objetivo
primordial será decir a Saddam que no vamos a tolerar que
desarrolle armas de destrucción, y que deje en paz sus
vecinos". Y en agosto de ese mismo año, cinco semanas
antes del 11-S, señaló: "Saddam Hussein ha sido una
eterna amenaza. Tiene que abrir las puertas de su país a
las inspecciones para saber si está o no desarrollando
armas de destrucción masiva". En 2002, en su discurso en la
academia militar de West Point, Bush dijo: "si esperamos a que
las amenazas que tenemos se materialicen, habremos esperado
demasiado".

La historia anterior de las relaciones entre Washington
y Bagdad fue muy distinta. Con Kennedy, EE.UU. ayudó a
consolidar el partido Baaz, que preparó el camino para el
golpe de Estado que llevó a Saddam al poder después
de 1968. En los años 80, durante la guerra
Irán-Irak, Saddam fue el hombre
clave para contener el incendio fundamentalista de
Jomeini:

EE.UU y los países occidentales, neutrales al
principio, apoyaron con armas y material químico a Saddam
en cuanto las cosas empezaron a ir mal; nada menos que Donald
Rumsfeld fue el enviado especial del presidente Reagan que
estrechó la mano de Saddam el 20 de diciembre de 1983. Por
exceso de confianza, megalomanía dictatorial o mero error
de cálculo, Saddam rompió esta
relación con la invasión de Kuwait de 1990. Bush
padre orquestó con éxito
-la batuta fue de Jim Baker- una coalición internacional
que liberó el emirato. En una decisión muy debatida
-y criticada por los neoconservadores que programaron
después la guerra de 2003- la Casa Blanca ordenó no
llegar a Bagdad para derrocar al dictador.

Saddam estaba convencido de que Francia y Rusia
impedirían la guerra para salvar sus intereses
económicos y demostrar su poder en la ONU. Incluso una vez
comenzada la guerra, el dictador pensaba que su principal riesgo
eran los posibles levantamientos de kurdos y chiíes, y que
los estadounidenses harían como en 1991. Pero Saddam se
equivocó de Bush"21.

Las cartas:

El comportamiento
personal de Hussein puede explicarse a partir de varias formas:
una frente al pueblo iraquí y musulmán; otro frente
a sus "jueces" y otros frente a sus verdugos.

Con los primeros. Quedó compendiado en sendas
cartas dirigidas al pueblo iraquí. En la primera sostiene
que el pueblo iraquí debe mantener la lucha contra el
invasor y deben mantener la resistencia, para
lograr la liberación iraquí; también invita
a la unidad de todos los grupos islámicos chiítas y
sunitas como esencial para lograr la victoria.

El ex presidente de Irak, Saddam Hussein, ha manifestado
en una carta abierta a
sus compatriotas que la "liberación" de Irak está
"al alcance de la mano", por lo que les ha pedido que pongan fin
a las diferencias religiosas y étnicas y se centren en la
expulsión de las fuerzas estadounidenses del país.
Saddam también ha pedido a los iraquíes que sean
tolerantes con quienes les han traicionado, al tiempo que ha
asegurado que está preparado para perdonar a quienes
colaboraron para matar a sus dos hijos, Uday y Qusey, en julio
del 2003, "La hora de la liberación está al alcance
de la mano, Dios lo quiera, pero recordad que vuestro objetivo a
corto plazo consiste en centrarse en liberar a vuestro
país de las fuerzas de ocupación y de sus
defensores y no en ajustar cuentas", se lee
en la carta, escrita
en árabe, dictada a sus abogados y firmada por "Saddam
Hussein al Mayid, presidente y comandante en jefe de las fuerzas
armadas de la guerra santa".

El abogado principal de Saddam Hussein, Jalil al
Dulaimi, ha asegurado que el ex presidente le dictó la
carta el pasado sábado durante una reunión de
cuatro horas de duración en el centro de detención
de Bagdad.

En la carta, de tres páginas, Saddam Hussein
asegura que los iraquíes están "viviendo el
período más difícil de su historia debido a
la ocupación, el asesinato, la destrucción y el
saqueo". Asimismo, afirma que su anhelo es "un gran Irak unido,
que no esté escindido por colores,
facciones o acusaciones"22.

En la segunda, su posición ratifica la aptitud
anterior y se auto-proclama como mártir, esta
última posee dos mensajes de fondo: el de inmortalizarse
como líder de un pueblo y ser ejemplo de lucha (un icono
musulmán para eterna memoria) y el
segundo mensaje es el de restarle importancia a sus verdugos, o
sea que no es voluntad de ellos sino de Dios o el Clemente, ""me
ofreceré a mí mismo como sacrificio". "Si el
Clemente (Dios) quiere llevarse mi espíritu, éste
ascenderá para vivir con los mártires". "A pesar de
las dificultades a las que hemos hecho frente antes de la
revolución
y después", prosigue la misiva, "Dios el Todopoderoso no
quiso (entonces) tomar la vida de Saddam Hussein, si quiere tomar
mi vida ahora, depende de Él, porque Él ha sido
quien me ha traído a la vida y me ha protegido hasta
ahora", proclama".
El dictador también hace una llamada a la
reconciliación y unidad del pueblo iraquí para que
sea "tolerante" y evite "el odio hacia los demás".
"¡Oh pueblo iraquí!, tienes que recordar que Dios el
Altísimo te ha elegido para ser un símbolo de
tolerancia,
coexistencia fraternal y amnistía, por lo tanto me dirijo
a ti para que evites el odio y la malevolencia", dice la nota. Al
final del mensaje, de tres páginas, Saddam añade un
poema que rubrica con su lema habitual: "¡Dios es grande,
larga vida a nuestro pueblo, larga vida a Irak, y larga vida a
Palestina!"23.

Con los segundos. El segundo evento a considerar tiene
que ver con la postura asumida cuando se enfrenta a los "jueces"
al proferir la sentencia del juicio de juzgamiento por la matanza
de 148 chiítas ocurrida en el año 1983 la
posición es la misma: invoca a Dios como máxima
expresión de la existencia; enfrenta a sus "jueces" y los
cataloga como cómplices de los invasores y les desea la
muerte; también existe un claro acto de valor como
líder y como hombre ante el infortunio. Se ve en su
actitud un
acto de ejemplo heroico como otros que han existido en lucha por
la resistenciaárabe ante occidente: Omar al Mokhtar,
(libio) que fue ahorcado en 1931 por los ocupantes italianos de
la Cirenaica; Sayyid Qutb (Egipcio), entre otros; "Visiblemente
nervioso, el ex presidente iraquí, que inicialmente se
había negado a ponerse de pie para escuchar el veredicto,
gritó: "¡Alahu Akbar!" (¡Dios es el más
grande!) y "¡Larga vida a Irak!". Como desde que empezara
el juicio hace 11 meses, el hombre que impulsó el laicismo
en Irak a través del Partido Baaz sostenía en su
mano un ejemplar del Corán, el libro sagrado
de los musulmanes. Desafiante hasta el final, no tuvo ni un solo
gesto de
arrepentimiento"24.

"Los tres morirán en la horca, pese a que el ex
presidente iraquí había manifestado su deseo de ser
ejecutado ante un pelotón de fusilamiento. Al ser
condenado, Saddam, con un Corán en la mano, gritó
varias veces: "Alahu Akbar" ("Alá es grande").

Nada más entrar en la sala del tribunal,
acompañado por la policía, Saddam se sentó y
el juez, Rauf Abderrahman, le pidió que se pusiera de pie,
a lo que éste se negó aduciendo que quería
"escuchar la sentencia sentado". El magistrado tuvo que pedir a
la policía que lo obligaran a incorporarse.

Durante la lectura de
la sentencia, Saddam intentó tapar la voz del magistrado
con gritos como "viva el pueblo", "viva la nación", "abajo los agentes", "sois parte
de la ocupación", "para nosotros la vida y para los
enemigos la muerte".

Durante:

Con los terceros. "El juez, que estuvo presente durante
el ajusticiamiento, afirmó que Saddam "rechazó que
le cubrieran su cabeza antes de que le pusieran en la horca y
así fue ejecutado. Tenía en la mano un Corán
y leyó las frases de la profesión de fe musulmana
(no hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta) y
no se dirigió en ningún momento al pueblo contrario
de su postura durante el proceso".

La ejecución se llevó a cabo en torno a
las 6.00 hora local de Bagdad (4.00 hora peninsular
española), sólo cuatro días después
de que el Tribunal de Casación de Irak ratificara su
sentencia a muerte.

El consejero de la Seguridad Nacional de Irak, Muafaq al
Rubai, que estaba presente durante la ejecución,
afirmó que el ex dictador "parecía sólido y
no se resistió a la muerte".

"No, no temía la muerte. Cuando se acercó
al lugar donde está la horca me miró y me
pidió a mí que no tuviera miedo", dijo Rubai en
declaraciones a la
televisión estatal iraquí 'Al Iraquiya'.
Señaló que la única petición del ex
dictador fue que su copia del Corán "fuera entregada a un
hombre que se llama Bandar"25.

"….El juez Abbawi, que estuvo presente en la
ejecución, afirmó a los medios de
comunicación que Saddam Hussein "rechazó que le
cubrieran su cabeza antes de que le pusieran en la horca, y
así fue ejecutado". "Tenía en la mano un
Corán, leyó las frases de la profesión de fe
musulmana -'No hay más Dios que Alá y Mahoma es su
profeta'- y no se dirigió en ningún momento al
pueblo".

Por su parte, el consejero de Seguridad Nacional de
Irak, Muafaq al Rubai afirmó que el ex dictador
"pareció sólido y no se resistió a la
muerte".

"No, no temía la muerte. Cuando se acercó
al lugar donde está la horca me miró y me
pidió que no tuviera miedo", declaró Rubai a la
televisión
estatal iraquí 'Al Iraquiya'. La única
petición de Saddam Hussein fue que su copia del
Corán "fuera entregada a un hombre que se llama
Bandar"26.

"Saddam Hussein se mantuvo desafiante hasta el final. No
sólo se negó a que le cubriesen el rostro para ser
ahorcado, sino que se encaró con uno de sus verdugos, que
dio vivas por el clérigo chií Múqtada al
Sáder, acérrimo enemigo del dictador iraquí.
Saddam le respondió ninguneando al clérigo. Fue lo
último que dijo antes de morir. Su cuerpo fue sepultado el
domingo en Auya, la localidad natal de Saddam, en la
región de Tikrit, en la misma tumba donde yacen sus hijos
Uday y Qusay. La violencia en Irak, lejos de aplacarse con la
muerte del dictador, se incrementó en las últimas
48 horas.

Hay dos testimonios clave de los últimos gestos y palabras
del dictador iraquí antes de morir. Uno es un vídeo
grabado con un teléfono móvil por uno de los
asistentes a la ejecución, difundido por la cadena
Al Iraqiya. El otro es el testimonio del juez Munir
Hadad, que corrobora lo que aparece en las imágenes.
Ambos testimonios sirven para reconstruir los últimos
minutos del dictador.

– Vídeo. Saddam Hussein está de pie sobre
la puerta trampa de la horca y con la soga al cuello. Uno de sus
verdugos la sujeta con firmeza por detrás. En esos
instantes se oye la versión chií de una plegaria.
Saddam es suní, por lo que el rezo es ofensivo para el
dictador. Sin embargo, pese a la afrenta, Saddam permanece
impasible.

– Juez Munir Hadad. Este juez relata con claridad a la
cadena CNN lo que se oye también en el vídeo. Uno
de los verdugos le reprocha a Saddam Hussein haber destruido el
país, y varios de los presentes en la sala se suman a la
crítica.

-"Larga vida a Múqtada al Sáder", en
referencia al líder chií, grita el
verdugo.

-"¿Múqtada al Sáder?", responde
Saddam en tono despectivo.

El juez Hadad declaró que el dictador era
"totalmente consciente de lo que estaba sucediendo en la sala".
"Me sorprendió mucho. No parecía temer a la
muerte", añadió el juez.

– Vídeo. Saddam Hussein repite con sorna el
nombre de Múqtada al Sáder para dejar claro que el
clérigo chií no era nadie para
él.

-"Compórtense como hombres", se oye al dictador
decir con su voz ronca.

-"Vete al infierno", responde a Saddam Hussein alguno de
los asistentes.

-"Silencio… Este hombre está a punto de morir",
dice otro de los asistentes, preocupado por el rumbo que
está tomando la ceremonia de ejecución.

Saddam Hussein apenas tiene tiempo para ordenar sus
pensamientos. Comienza a murmurar una plegaria, pero apenas logra
invocar el nombre de Mahoma cuando su verdugo jala de la palanca
que abre la puerta bajo sus pies. El cuerpo del dictador cae con
una fuerza
tremenda. Debió de haber muerto de inmediato. La
última imagen es la del
cuerpo balanceándose"27.

Sin duda, con Hussein ocurrirá lo mismo que con
el otro líder árabe (Sayyib Quth), que
vivirán más tiempo que sus verdugos. Da pena que
grandes guerreros mueran ante verdugos judiciales y materiales tan
insignificantes.

Los abogados:

"El abogado del ex dictador, Jalil Dulaimi,
afirmó que la decisión del tribunal era
"previsible", y denunció de nuevo lo que a su juicio es un
"proceso político". El tiempo dic. 27 de 2006.

El abogado ha explicado que le habían asegurado
que Saddam sigue bajo custodia estadounidense. Sin embargo, ha
añadido: "no creo a los estadounidenses y pienso que
cualquier cosa es posible". "El presidente es un prisionero de
guerra y no debería ser entregado a sus enemigos", ha
opinado. Sobre la fecha de la ejecución, Al Duleimi ha
dicho que no descarta que sea ahorcado en breve. "Todo es
probable, teniendo en cuenta la experiencia con EE.UU y su cada
vez mayor pérdida de credibilidad en el mundo", ha dicho
desde Amán. Además, ha advertido de que EE.UU
cometerá "un grave error si da el visto bueno al
ahorcamiento", que avivaría la resistencia y que "toda la
región arderá"28.

Rel Hussein-Estados
Unidos-Occidente:

"Si se abre el cadalso bajo sus pies, nunca lograremos
oír la respuesta de Saddam Hussein a dos importantes
acontecimientos históricos: la campaña Anfal para
exterminar a los kurdos en los años ochenta y la
sanguinaria manera en que recuperó el poder después
de la guerra de Kuwait. Y siempre habrá sospechas de que
podría haber señalado con el dedo la complicidad
occidental en ambos episodios terroríficos. Debería
haber sido acusado por un tribunal internacional mucho antes de
2003, y la negativa de los gobiernos americano y británico
a actuar de acuerdo con esa posibilidad
-apuntada, de manera especialmente relevante, por la
parlamentaria británica Ann Clwyd y su
organización, Indict- siempre será un reproche que
hacer a nuestros gobiernos"29.

Quién dio la
orden:

Otro tema que no ha tenido claridad suficiente es en
definitiva quien dio la orden de ejecución de Saddam
Hussein: "las autoridades" iraquíes o las fuerzas
ocupantes "El Gobierno iraquí ha salido al paso de las
informaciones difundidas por varios medios de
EE.UU, que aseguran que Saddam Hussein está bajo
vigilancia de las autoridades iraquíes y que va a ser
ahorcado este mismo fin de semana. El Ministerio de Justicia ha
negado tajantemente que el ejército estadounidense le haya
traspasado la custodia del ex dictador y ha subrayado que su
ejecución no se producirá antes de un mes, como
marca la legislación. El primer ministro iraquí, el
islamista chií Nuri al Maliki, ha anunciado que no
habrá revisión de la sentencia ni retrasos en su
aplicación, pero no ha puesto fecha a la muerte de
Saddam…En EE.UU, la NBC ha informado de que el ex gobernante
iraquí será ejecutado este fin de semana, tras ser
condenado a muerte por el asesinato de 148 personas en 1982.
Según la cadena, que cita a un militar estadounidense de
alto rango, Saddam será ahorcado antes del comienzo de la
festividad religiosa de Eid, que se inicia el domingo. Por su
parte, la CNN ha desvelado que el Gobierno de EE.UU espera que la
ejecución de la condena contra Hussein se lleve a cabo
este fin de semana, en concreto el
sábado. The New York Times apura aún más y
habla de mañana por la mañana.

En la misma línea, la agencia Reuters apunta a
que el alto mando militar de EE.UU en Irak ha entregado la
tutela de Saddam
a los responsables iraquíes para que hagan efectiva la
sentencia. Sin embargo, este extremo ha sido posteriormente
negado por una fuente del Ministerio de Justicia iraquí,
que ha añadido que la ejecución no se
producirá antes del 26 de enero. "No es verdad,
está todavía con los estadounidenses", ha
respondido al ser preguntado sobre las noticias
procedentes de EE.UU. Por su parte, el jefe del equipo legal de
Saddam, Jalil al Duleimi, ha explicado que el dictador
se despidió ayer de sus hermanos en la prisión en
la que está recluido y que las tropas estadounidenses han
pedido hoy a los abogados que recojan sus objetos
personales…."30. Como puede verse desde distintas fuentes se
puede concluir que la orden de ahorcar provino de los EE.UU. y no
de las autoridades iraquíes: el primer ministro
iraquí el 29 de diciembre sostenía que no se
había fijado fecha de cumplimiento de la sentencia y
varios medios informativos norteamericanos daban por hecho dicha
ejecución y tenían por fuente a los militares
norteamericanos asentados en Irak: NBC, CNN, THE NEW YORK TIMES,
AGENCIA REUTERS. Este comentario se refuerza con las
declaraciones dadas por otras autoridades de Irak -el ministerio
de justicia- que ratifican que Saddam Hussein no iba a ser
ejecutado antes de un mes. La orden de ejecución provino
de los EE.UU. Y las autoridades iraquíes simplemente
obedecieron la voluntad del Estado norteamericano, así
hayan tenido que violar el término que "marca la
legislación".

"El abogado ha explicado que le habían asegurado
que Saddam sigue bajo custodia estadounidense. Sin embargo, ha
añadido: "no creo a los estadounidenses y pienso que
cualquier cosa es posible". "El presidente es un prisionero de
guerra y no debería ser entregado a sus enemigos", ha
opinado. Sobre la fecha de la ejecución, Al Duleimi ha
dicho que no descarta que sea ahorcado en breve. "Todo es
probable, teniendo en cuenta la experiencia con EE.UU. y su cada
vez mayor pérdida de credibilidad en el mundo", ha dicho
desde Amán. Además, ha advertido de que EE.UU.
cometerá "un grave error si da el visto bueno al
ahorcamiento", que avivaría la resistencia y que "toda la
región arderá". Al Duleimi ha instado a las
organizaciones de defensa de los Derechos Humanos, a la Liga
Árabe y a la ONU y a la realizar una "intervención
inmediata" para salvar la vida del depuesto mandatario. Otro
miembro del equipo de la defensa, Najib Naimi, ha dicho que "todo
parece indicar que la ejecución será el
sábado"31.

En estos tres días 29, 30 y 31 de diciembre
también fueron de nerviosismo entre ambas entidades, las
autoridades norteamericanas y las iraquíes, ya que unos
sostenían que las otras tenían bajo custodia a
Hussein y las otras lo negaban, parecía como si las dos
partes no quisieran cumplir la voluntad o el capricho del
presidente norteamericano. Mírese como las autoridades son
claras en desmentir a los norteamericanos.
Hoy es claro que hubo acuerdo en como matar a Hussein: los
Estados Unidos conservaban la custodia hasta último
momento y luego era entregado a los verdugos iraquíes,
para luego ser devuelto, pero como cadáver y así
EE.UU: conservaba el trofeo para su presidente. De esta forma
quedaban limpios ante la historia de que no habían sido
ellos – los EE.UU.- los que habían matado a Saddam
Hussein: Con lo demostrado hasta aquí sí se puede
sostener esto, o mas bien es forzado concluir que fueron los
EE.UU. Directamente quienes planearon el juicio y la condena de
Hussein como retaliación contra los ataques contra
soldados y distinto personal norteamericano, escarmiento para
todo el mundo que se atreva a enfrentar a la mayor fuerza militar
de todo el mundo y de satisfacción personal para su
mediocre e insignificante hombre y presidente.

Puede pensarse con mucho sentido que las carreras para
ejecutar a Hussein, fuera de las anteriores, se debió a
varias situaciones: Desde principios de
enero del año 2007 el presidente Bush no tendría la
misma tranquilidad para gobernar, teniendo un Congreso con
mayoría demócrata y con una oposición que
desde noviembre – fecha de elecciones- le venían
sosteniendo en qué iba a consistir. También que la
fiesta del sacrificio duraba un mes y ello podía
significar un reacomodamiento de la resistencia militar
iraquí tratando de impedir la ejecución; igualmente
podía ser que otras naciones se levantaran o buscaran
diplomáticamente apoyo para Hussein (ej. Siria, Libia,
entre otros), también grupos protegidos por Hussein, como
Izbolla, Hamas y otros no protegidos, pero con alto interés en
alterar el "orden Iraquí" como Alqaeda; igual podía
ocurrir con otros Estados no árabes ni islámicos y
pertenecientes a esta locura invasora, como la unión
europea, la misma Rusia, China; por
último que la ejecución no se realizara antes de
que Hussein cumpliera setenta años -le faltaban menos de
tres meses- y ya no se pudiera cumplir la sentencia, puesto que
las "leyes" iraquíes no permiten la ejecución a
personas mayores de setenta años.

Algunos instrumentos
jurídicos y la ejecución de Saddam
Hussein:

Ahora es necesario acudir a algunas normas
jurídicas internacionales que tienen relevancia para
analizar la ejecución de Hussein. Lo primero es determinar
si el expresidente iraquí es o no prisionero de guerra y
en tal evento cual era el trato jurídico que debía
dársele:

1. Convenio (II) de La Haya de 29 de Julio de 1899,
relativo a las leyes y usos de la guerra terrestre, y su anejo:
reglamento sobre las leyes y costumbres de la guerra terrestre.
Este último reglamento conserva su vigencia, dado que fue
parcialmente reafirmadas y desarrolladas por los Protocolos
adicionales a las convenciones de Ginebra de 1949 adoptados en
1977.

Entre los Estados-partes está los Estados Unidos
como parte obligada.

"ANEJO AL CONVENIO. Reglamento sobre las leyes y
costumbres de la guerra terrestre.
Sección primera

De los beligerantes

CAPITULO PRIMERO
De la cualidad de beligerante. (Resalta que es beligerante quien
pertenezca a los ejércitos, a las milicias, y a los
cuerpos de voluntarios. En este sentido no cabe duda que Hussein
era beligerante por ser el comandante en jefe de las fuerzas
iraquíes desplazadas por las fuerzas internacionales
comandadas por Estados Unidos, y que luego asume el rol de jefe
de la resistencia armada contra la invasión).

….CAPITULO II

De los prisioneros de guerra.

Art. 4. Los prisioneros de guerra están en poder
del Gobierno, pero no en el de los individuos o en el de los
Cuerpos que los hayan capturado.
Deben ser tratados con
humanidad
Todo lo que les pertenezca personalmente, excepto las armas, los
caballos y los papeles militares queda de su propiedad.

…Art. 8. Los prisioneros de guerra estarán
sometidos a las leyes, reglamentos y órdenes vigentes en
el ejército del Estado en cuyo poder se
encuentren…".
En este instrumento jurídico de carácter internacional y obligatorio para
Estados Unidos se tiene claro que Hussein tenía que estar
desde su captura a disposición de la parte que lo haya
capturado, en este caso el coloso del norte.

La otra conclusión concreta es que el prisionero
"pertenencía" al Gobierno y no a los miembros
individualmente considerados. Ello es determinante y quiere decir
que no es que nazca un derecho de
propiedad, sino que surge una responsabilidad
internacional para el gobierno y el Estado.
2. Convenio de La Haya de 29 de Julio de 1899, para aplicar a la
guerra marítima los principios del convenio de Ginebra de
22 de agosto de 1864.también ratificado por Estados
Unidos.
"…Art. 9. Son prisioneros de guerra los náufragos
heridos o enfermos de un beligerante que caen en poder del otro.
A éste corresponde decidir, según las
circunstancias, si le conviene conservarlos en su poder,
enviarlos a un puerto de su nación,
a uno neutral y hasta a uno del adversario.
En este último caso, los prisioneros devueltos así
a su país no podrán volver al servicio
mientras dure la guerra".

Obsérvese que esta norma de derecho internacional
es una norma muy diferente a las anteriores. En un principio se
tiene que se expidió el mismo día que la anterior
-Convenio (II) de La Haya de 29 de Julio de 1899, relativo a las
leyes y usos de la guerra terrestre, y su anejo: reglamento sobre
las leyes y costumbres de la guerra terrestre-; se aplica para
guerras
marítimas; se acepta que se devuelva a una parte neutral u
adversaria; pero de ninguna manera se puede interpretar o aceptar
que se pueda entregar al enemigo del prisionero, como
ocurrió con Saddam Hussein. La responsabilidad de los
Estados Unidos se mantiene y se ratifica con este instrumento
jurídico.

3. Convenio (IV) de La Haya de 18 de Octubre de 1907,
relativo a las leyes y usos de la guerra terrestre, y reglamento
sobre las leyes y usos de la guerra terrestre. Aquí se
ratifica integralmente la cualidad de beligerante desarrollada en
el instrumento reseñado en el numeral primero, por tanto
se conservan los mismos argumentos.

También se repiten los artículos 4 y 8
sobre los prisioneros de guerra.

4. Convenio de Ginebra, de 27 de julio de 1929, relativo
al tratamiento de los prisioneros de guerra. Es la primera norma
internacional de manera integral y específica sobre los
prisioneros de guerra. Fue acogido tanto por Estados Unidos y por
Irak entre otros Estados.

Se tiene que beligerante o prisionero de guerra es la
misma de la reseñada arriba. Se ratifica la voluntad de la
comunidad internacional de considerar como beligerante a aquel
que pertenezca a los ejércitos, a las milicias y a los
cuerpos voluntarios armados.

En el art. 2 de este instrumento se tiene que los
prisioneros de guerra son obligación de los gobiernos y
los Estados y exige un trato para dichos prisioneros de
humanidad, de protección en todas sus formas. "Los
prisionero de guerra quedan en poder de la Potencia enemiga, pero
no de los individuos o Cuerpos de tropa que los hayan
capturado.

Deben ser tratados, en todo tiempo, con humanidad y
protegidos especialmente contra los actos de violencia, insultos
y la curiosidad pública.

Quedan prohibidas las medidas de represalias en
relación a ellos".

Lo anterior se reitera en el artículo tercero:
"los prisioneros de guerra tienen derecho al respeto de su
personalidad y
honor. Las mujeres serán tratadas con todas las
consideraciones debidas a su sexo. Los
prisioneros conservan su plena capacidad civil".

Queda visto como los prisioneros de guerra sin
consideración de causas o delitos
cometidos poseen unos derechos que no pueden ser conculcados a la
luz del
derecho internacional. Nacen unas obligaciones
para los Estados partes y quedan obligados por ello ante la
comunidad internacional. Incluso, en el artículo cuarto se
consagra la prohibición para los Estados- partes de
establecer desigualdades de trato entre prisioneros, o coacciones
para obtener información. También se prohíbe
cualquier forma de amenaza, insultos, molestias o desventajas de
cualquier tipo.

Sobre la normatividad a aplicar a los prisioneros de
guerra debe acatarse o cumplirse con lo ordenado en el art. 45:
"los prisioneros de guerra estarán sometidos a las leyes,
reglamentos y ordenanzas vigentes en los Ejércitos de las
Potencias en cuyo poder se encuentren…" y El artículo
46: "no podrán imponerse a los prisioneros de guerra, por
las autoridades militares y los Tribunales de la Potencia en cuyo
poder se encuentren, otras penas que las que estén
previstas para los mismos hechos con respecto a los militares de
los Ejércitos nacionales….

Quedan prohibidas toda pena corporal, toda
encarcelación en locales no iluminados por la luz del
día, y de una manera general, cualquiera forma de
crueldad…".

En el art. 61 se establece que no podrá juzgarse
un prisionero de guerra sin haber tenido una defensa
idónea y técnica. En el artículo 63 se
ratifica que todo prisionero de guerra debe ser sometido de
acuerdo a los procedimientos y
tribunales competentes.

En el artículo 64 se consagra el principio
procesal de la doble instancia como un derecho fundamental del
prisionero de guerra.

Y por último se consagra en el inciso segundo del
artículo 66 que "la sentencia no será ejecutada
antes de la expiración de un plazo de tres meses, como
mínimum, a partir de dicha comunicación".
5 Convenio (III) de Ginebra, de 12 de agosto de 1949, relativo al
trato de los prisioneros de guerra.

Este convenio reemplaza al Convenio de Ginebra, de 27 de
julio de 1929.

Buscó este instrumento completar o detallar lo
atinente a los prisioneros de guerra, en especial luego de haber
padecido la humanidad dos espantosas guerras
mundiales.

Tanto Estados Unidos como Irak lo
suscribieron.

Campo de aplicación. El art. 2 estipula que este
convenio se aplicará "…en caso de guerra declarada o de
cualquier otro conflicto
armado que surja entre dos o varias de las Altas Partes
contratantes, aunque el estado de guerra no haya sido reconocido
por una de ellas.

El Convenio se aplicará igualmente en todos los
casos de ocupación de la totalidad o parte del territorio
de una Alta Parte contratante, aunque esta ocupación no
encuentre resistencia alguna militar…"este artículo da
una claridad diáfana en cuanto que se debe aplicar el
convenio al conflicto iraquí. Encierra una competencia
tanto desde los sujetos- ambas partes pertenecen a las Naciones
Unidas-, como de la materia– es
para casos de guerra o cualquier otro conflicto
armado.

Definición. El artículo 4 define lo que se
considera como prisionero de guerra:

Ser miembro de las fuerzas armadas de una de las partes
combatientes.

Hussein era Presidente Constitucional y Comandante de
las tropas iraquíes y luego comandante de la resistencia.
Incluso el art. permite otorgar la calidad de prisionero de
guerra a aquellos que hayan pertenecido a dichas fuerzas
armadas.

La calidad de prisionero de guerra está
consagrada en una norma de las consideradas como normas
jurídicas ius cogens o normas obligatorias para las altas
partes contratantes; ello incluye a los individuos
individualmente considerados. Hussein tenía la calidad de
prisionero de guerra y ninguna de las partes podía
renunciar a dicho estatus o calidad (art. 7).

Sobre la responsabilidad. Ratifica que son los Estados o
Altas Partes los responsables del prisionero de guerra. Los
militares que lo hayan capturado actúan como agentes o
actores del Estado y no adquieren calidad de independientes para
tomar decisiones. El responsable es el Estado sobre cualquier
trato que reciba el prisionero.

La protección del prisionero se extiende a todo
tiempo y lugar en que se encuentre. Incluso en el evento de ser
trasladado a otra parte debe respetarse el contenido del
convenio. Se extiende la responsabilidad a la potencia que lo
reciba. En el evento de que no se cumpla con lo ordenado, la
Parte originaria debe hacer todo lo posible para "recuperar" al
prisionero de guerra (art. 12).

Sobre el trato. El tener la calidad de prisionero de
guerra crea para éste unos derechos y por ende unas
obligaciones para los Estados Partes: el trato debe ser humano
(art. 13), se debe respetar su persona y su
dignidad,
entre otros (art. 14).

Es una grave infracción al derecho internacional
del Estado Parte realizar o permitir cualquier acto u
omisión que implique la muerte o ponga en grave peligro la
salud del
prisionero; tales como mutilaciones físicas, experiencias
médicas (art. 13). Debe proveer todas las condiciones de
manutención, y la atención médica
necesaria.

También los prisioneros de guerra tienen el
derecho de ser protegidos contra cualquier acto de violencia o
intimidación, contra insultos y contra la curiosidad
pública (art.113), tortura física o moral,
amenazas, insultos (art.117).

Sobre la normatividad vigente. A los prisioneros de
guerra se les debe aplicar la normatividad que exista en su
momento en el Estado Parte que dio captura o que tenga en su
poder al prisionero de guerra. Dicha normatividad comprende las
leyes, ordenanzas y reglamentos; es decir se relaciona de manera
enunciativa para ratificar que es todo el ordenamiento
jurídico el que debe aplicarse. Esta regla general
está consagrada en el art. 82 del convenio.

Juez y Procedimiento. Art. 84 "únicamente los
tribunales militares podrán juzgar al prisionero de
guerra, a menos que la legislación de la Potencia en cuyo
poder se encuentre autorice expresamente a los tribunales civiles
a juzgar a los individuos de las fuerzas armadas de dicha
Potencia por la misma infracción que aquella causante de
la acusación del prisionero.

En ningún caso se hará comparecer a un
prisionero de guerra ante un tribunal, cualquiera que éste
sea, si no ofrece las garantías esenciales de
independencia e imparcialidad generalmente admitidas, y en
particular si su procedimiento no asegura al acusado los derechos
y medios de defensa previstos en el artículo
105.".

Derechos y medios de defensa. El art. 105 consagra un
conjunto de derechos atinentes a la defensa del prisionero de
guerra y que deben integrarse con los derechos ya
reseñados y otros que existen en el convenio materia de
este numeral:

Tener una verdadera defensa técnica (real) y no
una defensa aparente o simulada. Apoderados, cargos o
imputaciones etc.

Enumeración de los derechos procesales y
necesarios del prisionero.

Tiempo necesario y suficiente para la preparación
de la defensa.

Respeto por la confidencialidad en la relación
defensor- acusado.

El otorgamiento de los recursos
ordinarios universalmente aceptados; tales como apelación,
casación o revisión contra sentencia. (Art.
106).

Las Penas. A ningún prisionero de guerra puede
imponérsele pena distinta a aquella que la potencia tenga
para imponer a los individuos de sus fuerzas armadas.
(Art.87).

6. Protocolo I, de 8
de junio de 1977, adición a los convenios de Ginebra de 12
de agosto de 1949, relativo a la protección de las
víctimas de los conflictos
armados internacionales.

Este instrumento internacional no fue adoptado ni por
Estados Unidos ni por Irak, por lo tanto, no se debe aplicar a
dichos Estados; sin embargo se debe recordar que es una norma
complementaria de los convenios de Ginebra de 1949 y no
modificatoria, ni derogatoria, por lo tanto dichos convenios
continúan vigentes y son de obligatorio cumplimiento para
los Estados Partes.

Pedro Luis Pemberty Lopez
Abogado
Profesor
universitario: Universidad Luis Amigo  de Medellin –
Colombia
U. Pontificia Bolivariana de Medellín – Colombia
Especialista en estudios politicos (2006), en derecho
administrativo (2005), en ciencia
polItica (1999)

Partes: 1, 2
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