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La Muerte de Jesús. Salvación o simple acontecimiento histórico (página 2)



Partes: 1, 2

El Bautizo de
Jesús.

Del relato bíblico de Juan sobre el Bautizo de
Jesús se desprenden muchas inquietudes, sobre las cuales
los eruditos en las prácticas religiosas de los judíos
nos pueden aclarar de mejor manera. Siendo un simple creyente de
la Salvación del hombre, me
pongo a meditar en base de lo que está relatado en los
evangelios, con la firme convicción que los escritos
(llegados a nuestras manos de una traducción española del griego
originario de los manuscritos más antiguos que se tiene de
los Evangelios) son dignos de credibilidad y son fieles a los
escritos originales.

Los padres terrenales de Jesús, como eran las
costumbres y tradiciones religiosas judías, a los ochos
días de nacido es llevado al templo para ser circuncidado.
Este acto lo hacía "santo al Señor", de acuerdo con
la ley Mosaica. La
presentación del niño en el templo es causa de
admiración de Simeón al considerarle el Enviado del
Señor.

Debemos recordar que los profetas del Antiguo Testamento
predecían la venida del Mesías salvador del pueblo
de Israel, y debemos
anotar que el pueblo judío se encontraba bajo el dominio del
Imperio Romano.
No sé si es fácil colegir, pero al menos así
pienso, la salvación que esperaba el pueblo judío
era de la esclavitud
romana; Jesús con sus mensajes deja corto la esperanza
terrenal del pueblo judío y, más bien, predica
el amor entre
los hermanos, realiza todo tipo de manifestación divina
(milagros) para el bien del hombre; deja un mensaje del Reino de
Dios, etc. (Ya reflexionaremos sobre lo que Jesús
realizó en la Tierra y el
mensaje profundo de sus prédicas y acciones).
Luego, Lucas recoge la "historia" de Jesús a
los doce años cuando es llevado por sus padres terrenales
al templo en Jerusalén para la fiesta de la Pascua;
Jesús, dice el relato, se queda en el templo discutiendo
con los sabios de la época; cuando es hallado es
reprendido por sus "progenitores", más Jesús les
dice: "¿Por qué me buscan? ¿No saben que en
los negocios de mi
Padre me conviene estar?"

Las palabras que siguen en el Evangelio, no dejan de
sorprenderme, analicemos: Lucas, al parecer, pone los
pensamientos y la actitud en los
padres de Jesús, pues ¿Sabían que
Jesús era el Mesías enviado por Dios para la
Salvación del Mundo? O simplemente, ¿Lucas escribe
porque supone que esa fue la actitud y pensamiento de
los padres?, fue: ¿Creación literaria?
¿Forma expresiva de un acontecimiento no sucedido?
¿Buscaba un propósito religioso? Sin embargo, de
acuerdo con mi criterio, deja al manifiesto que Jesús no
era ningún niño especial, como tampoco era
considerado un "Mesías", ni aún por su propia
familia,
contradiciendo lo declarado por Simeón cuando es llevado
al Templo en su nacimiento.

Contradiciendo las mismas palabras que Jesús
acaba de decirles. ¿Por qué lo digo? Lucas
manifiesta la actitud que adoptaron los padres de Jesús:
"Mas ellos no entendieron las palabras que les habló".
Entonces, como dije, Jesús fue un niño normal, nada
especial que denotara una actitud de "Elegido"; su infancia, su
niñez, y parte de la vida adulta pasó
desapercibido, ya que no realizó nada "especial" que
denotara su condición de Enviado de Dios. ¿Es
cierto lo que estoy diciendo? Parece que no, púes de otra
manera no se explica porque María, su madre, en la bodas
de Caná le pide que ayude en la fiesta "convirtiendo
el agua en
vino". (Estas bodas me tienen intrigado, hablaré de esto
en otra ocasión). Decía que María
conocía a su hijo, razón más que suficiente
para pedirle que colaborara con la fiesta. María
sabía que Jesús "podía" realizar "milagros".
La última frase la puedo hacer pregunta, que me parece lo
correcto. Dejo planteada las inquietudes en estos
hechos.

Jesús aparece en la escena pública cuando
está preparado realmente para llevar adelante la
campaña de amor al
prójimo, pero no lo hace de improviso, sino que lo hace
mediante un anunciador previo: Juan el Bautista (su primo). (En
este momento el diablo entra en mis pensamientos -¿siempre
lo ha estado?- y me
saltan ideas locas, como: ¿No fue un complot familiar que
en conjunto entre su primo y Jesús prepararon toda la
comedia?). Decía que, Juan el Bautista, predicaba el
arrepentimiento de pecados y anunciaba la llegada del
Mesías; decía que él bautizaba con agua pero el
que Fue, Es y Será nos bautizaría con el
Espíritu; que él no era merecedor ni de desatarle
las sandalias. Pero, ¿qué significaba el bautizo de
Juan? ¿Ya se estaba fraguando una nueva creencia
religiosa? ¿Juan bautizaba para convertirse a la religión
judía?

En todo caso, Jesús entra en escena y le pide a
Juan también ser bautizado, Juan, a regañadientes
acepta, y procede a bautizarle a Jesús. Sea como fuere que
haya sido, solo el Evangelio de Juan recoge las siguientes
palabras. "…el cordero de Dios que quita el pecado del
mundo", pero no son palabras dichas por Jesús, sino,
supuestamente, pronunciadas por Juan; tampoco indica que la
muerte de Jesús limpia el pecado de los hombres.
Por supuesto que Jesús quita el pecado del mundo, porque
El es el único que puede perdonarnos de todo nuestro mal.
Pero, ¿El es el Único? ¿El perdón que
puede, si quiere, otorgarme mi prójimo no me limpia del
mal cometido hacia él? En la principal oración
cristiana rezamos: "Perdona nuestras ofensas (deudas) como
también nosotros perdonamos (a nuestros deudores) a los
que nos ofenden", entonces ¿tenemos o no la capacidad de
perdonar?

Se lee en los Evangelios que un enfermo se acerca hacia
Jesús para ser curado, Jesús, en primer lugar, le
dice: "Tus pecados te son perdonados", y al ver la
reacción de los que le rodean, procede a sanarle. Esta
escena pone de manifiesto que Jesús no necesitó
morir para perdonarnos los pecados. El muere para decirnos que El
puede vencer la muerte. Que
después de la muerte existe
la vida. La interpretación de la muerte del Hijo de
Hombre como la muerte de los pecados del hombre, nace con
Pablo.

Sin embargo, Pablo mismo indica que quién no cree
que la resurrección de Jesús, vana es nuestra fe.
Entonces, en que debemos tener fe. ¿En la muerte de
Jesús? ¿Qué su muerte me limpio de la maldad
de mi pecado? ¿Nos basta con la muerte de Jesús
para ser salvo? Jesús, de acuerdo con la religión
cristiana, nace sin pecado y vive sin pecado, pero Pablo dice
que: "la paga del pecado es la muerte", entonces su muerte sirve
para limpiar nuestro pecado, pero ¿si Jesús
murió por nosotros? Entonces, ¿porque nosotros
tenemos que morir? Hay más preguntas y reflexiones que se
pueden hacer, pero…

La muerte de Jesús debe ser tomada
alegóricamente de morir al pecado, de salir de nuestra
condición pecaminosa, de nacer de nuevo (Nicodemo) para
una nueva vida en ésta tierra con la
esperanza (fe) de tener una vida (Jesús lo
demostró) después de esta vida o luego de la
muerte. ¿Cierto?

Los primeros
cristianos.

En el libro: "Los
Hechos de los Apóstoles" se relata que los primeros
cristianos vivían en comunidad,
vendían sus propiedades, y el fruto de la venta era
repartido entre todos los fieles. … <<Y el
Señor añadía cada día a la iglesia los
que habían de ser salvos>>. (Hechos 2.
44-46).

A través de los tiempos esta costumbre, o manera
de vivir, se ha modificado. Dentro de los cambios
dialécticos que ha tenido la sociedad, hoy
estamos avocados a sujetarnos al libre mercado de la
oferta y la
demanda. Lo
que ha pretexto de una tan mentada "libertad" se
hayan cometido y se cometan muchas y diversas injusticias, lo que
ha generado la lucha de clases. La sociedad ha tenido que cruzar
por varias formas de producción: Desde la esclavista hasta el
capitalismo,
pasando por el feudalismo. La
sociedad en la que vivieron los primeros cristianos si bien no
fue netamente esclavista, sin embargo, el pueblo judío
estaba bajo el dominio del imperio romano.

El pueblo judío no gozaba de ningún
derecho civil;
los derechos
solamente se otorgaban a los romanos (nacidos en Roma) o se
compraba la nacionalidad
romana a un alto precio (los
pobres no accedían a estos privilegios).

A pesar de eso, los romanos (autoridades y ciudadanos)
respetaban la religión del pueblo judío y
éstos no fueron impedidos de realizar ceremonias o ritos
de acuerdo con sus costumbres; al perecer, el pueblo romano
respetaba la libertad de culto. En fin, con la evolución del pensamiento de los seres
humanos nace Marx,
quién realiza estudios y formula que la sociedad y la
lucha de clases se debe a que los medios de
producción están en manos de la clase
dominante, y manifiesta que para terminar con la desigualdad
social  los medios de producción pasen a la clase
proletaria. Lenin, en Rusia,
siguiendo este pensamiento revolucionario, promueve esta forma de
vivir y el pueblo Ruso se levanta en armas contra los
Zares y se conforma, en su tiempo la gran
nación
rusa, luego la historia nos dice que, movidos o no por el
imperialismo
yanqui, se derrumba esta nación
y se divide en los quince estados que la conformaban.

Los primeros cristianos dentro de la sociedad que les
tocó vivir, tuvieron que alejarse del mundo y del dominio
de los romanos, y sobrevivir de la manera que nos relata la
Biblia. Es decir, en un sistema
"comunista"; claro que ellos no tenían un medio de
producción (no producían nada) ya que la forma de
producir sus bienes de
consumo, fue
mediante la venta de sus pertenencias y la repartición de
los mismos entre todos los fieles; su forma de vivir era una
sociedad de consumo en base de la venta de las cosas que
poseían.

En este sistema sobrevivían los primeros
cristianos, que fue necesario que el Señor "dotara" de
más fieles (con bienes y propiedades) cada día. Y
los nuevos creyentes estaban obligados ha entregar todas sus
propiedades, caso contrario, el "Señor" les castigaba o
les mataba, tal como les sucede a Ananías y Safira. En
este punto, detengámonos a reflexionar sobre lo que les
acontece a esta pareja de casados que se comportaron,
según los primeros apóstoles, como no muy fieles
cristianos.

Como se conoce de la lectura
bíblica, todos los nuevos integrantes de esta nueva
creencia debían vender todas sus pertenencias y entregar
todo el producto de la
venta para ser parte de ellos. Dentro de la sociedad judía
existían los diezmos y primicias, pero esta nueva creencia
demandaba todo. ¿Dios se adelanto en la "idea" de la
sociedad comunitaria? ¿Este sistema de convivencia es la
más justa? ¿Este sistema de vida está
señalado por Dios y por lo tanto es divina? Tal parece que
así es la idea ya que, el mismo Dios no permite que exista
egoísmo dentro de los creyentes y nadie ni nada debe
quedar en posesión propia, so pena de algún
castigo.

Muchos me pueden decir que Dios quiere que nuestra
entrega sea total; es cierto, pero no puedo pensar que se refiera
a los bienes materiales,
sino ante todo, a las cuestiones espirituales. Es celoso y nos
mandó que no tuviéramos dioses ajenos delante de
Él (Dios no necesita de nuestros bienes y aún,
creo, que tampoco de nosotros). Los bienes materiales que
poseamos deben ser bien administrados (parábola de
mayordomo), pero también que seamos generosos con ellos.
Sin embargo ¿Por qué se da la muerte de
Ananías y Safira? ¿Por la deshonestidad de los
esposos? ¿Por la mentira? ¿Por el corazón
mezquino de la pareja? Sin embargo, ¿Dios castiga solo a
sus hijos? Parece que es así, porque de otra manera no se
explica que siendo tan corrompido el sistema de ese entonces, muy
pocos o nadie fue castigado en vida por Dios. Pero  vamos un
poco adelante de la muerte: ¿Ananías y Safira
están en la otra vida? ¿En qué lado: de Dios
o de la Muerte Eterna? Si es de lado de Dios, fueron bendecidos;
su "obra" y su manera de comportamiento
en la tierra estuvo o fue aceptada por Dios aunque fue rechazada
por los Apóstoles, entonces ¿Por qué su
muerte temprana? Digo muerte temprana, porque todos, algún
día, debemos morir. Si luego de la muerte temprana de
Ananías y Safira fueron a la Muerte Eterna ¿el
egoísmo o lo que sea que cometieron de falta, merece
castigo tan grande? ¿Dios no es amor?

Con el paso del tiempo y la degeneración de las
creencias religiosas, el hombre fue
aprovechándose de las riquezas del hombre. Cuando
Jesús fue ungido con aceite en la
casa de María y Marta, Judas reprende no a María
sino ante todo a Jesús por permitir que se gaste una gran
cantidad dinero en El
antes que se emplee ese dinero en los pobres. Entonces
Jesús les dice que, a Mi me tendrán por poco tiempo
y a los pobres los tendrán siempre. Muchas preguntas
surgen de la lectura de
cualquier pasaje de las Escrituras (¿Por qué
empleamos éste término que se utilizaba para
señalar el libro principal de los judíos?) Pero no
quiero alejarme de ésta reflexión. No quiero llegar
a ninguna conclusión, tampoco dejar sentado ninguna
filosofía, peor crear algún credo o fundar
cualquier cosa que se les ocurra. Pienso porque quiero pensar, y
además, no me cuesta nada; tampoco quiero ganar nada. Lo
hago porque si.

Decía que, con el devenir del tiempo el hombre
quiso tener las riquezas materiales de los otros hombres, por lo
que realizó y realiza todo tipo de cosas para obtenerlo.
Dios lo puede todo, ¿necesita del hombre para cumplir su
propósito? En todo caso, parece que Dios envía,
cada cierto tiempo, a algunas personas para que nos guiaran por
el verdadero camino ¿podemos los seres humanos reconocer
cuando un hombre es un enviado de Dios o no?, uno de estos
enviados, considero, que fue Lutero, veamos lo que dice en la
Tesis
27: "Mera doctrina humana predican aquellos que aseveran que
tan pronto suena la moneda que se echa en la caja, el alma sale
volando
". Con este pensamiento se resquebraja el sistema
establecido y poco a poco se va perdiendo esa falsa doctrina,
aunque aún no se ha perdido del todo. Mala acción
que la Iglesia cristiana medieval haya cometido oficialmente este
tipo de actos; es decir, engañar a la gente
haciéndoles creer que mediante el dinero se
podía sacar almas del purgatorio (Pero ¿Qué
es el purgatorio?); pero ésta acción ¿no es
menos cruel que la que la hicieron a Ananías y Safira?
¿Por qué lo digo? Veamos: Si Ananías y
Safira por su acción fueron reprobados en tierra mucho
más lo serán en la eternidad; es decir, su
comportamiento no solo los condenó a la muerte carnal sino
a la muerte de su espíritu.

La Biblia no dice que los esposos fueron castigados en
la eternidad, pero la doctrina cristiana si asegura que seremos
juzgados por nuestras acciones en el día postrero.
Entonces me salta otra pregunta humana ¿Puede o debe un
hombre ser condenado o juzgado dos veces por un mismo "pecado"?
Si fueron reprobados por los apóstoles en vida y su
castigo fue la muerte, ¿deben recibir también el
castigo de Dios con la muerte eterna?. Pero nadie sabe los
propósitos de Dios. No puedo ponerme en la posición
de El, El lo sabe todo…Yo soy solamente un pobre ser
humano. Sin embargo, qué es menos humanitario: ¿dar
la muerte por no ser generoso con su dinero o recibir dinero a
cambio de
algún engaño? Repito, nadie sabe los
propósitos de Dios.

La vida
después de la vida.

Muchas personas hemos tenido que cumplir
obligatoriamente ciertos requisitos para ingresar en un centro
educativo o en alguna empresa de
trabajo;
cumplir ya sea con algunas pruebas de
aptitudes intelectuales,
físicas, de salud, mentales e incluso
presentar certificados que acrediten que somos portadores o no, o
transmisores de ciertas enfermedades, especialmente
del virus VIH
(Sida); claro
que en caso de encontrarse un portador positivo, dicha persona muy
difícilmente logrará ingresar dentro del campo
laboral; no
digo que no exista personas que acepten a éstas personas,
pero siempre estará presente la discriminación, y no solo en estos casos,
también existe discriminación por el color de la
piel, por la
religión, por el dinero, por el vestido que se usa, por el
sexo, por la
edad, por…bueno, al fin y al cabo, somos seres humanos,
sin embargo, no es pretexto para ser como somos.

El ser humano desde que nace hasta que muere debe pasar
ciertas etapas de desarrollo,
alcanzar una para proyectarse a otra. Si no se ha realizado bien
una etapa, en la siguiente puede tener dificultades para lograr
salir avante. El progreso del ser humano nunca se termina, se
alcanza una meta y se busca otra más lejos. Siempre
tendemos a cambiar; en mentes normales estará fijada
siempre en hacer el bien, aunque hay quienes deseen ir por otro
camino; pero ese no es nuestro caso ni nuestro punto de
reflexión. Lo que tratamos en este tema es de aquellas
personas que buscan ir hacia un punto más alto del bien.
Ya pensaremos lo que puede significar "hacer el bien".

Decíamos, una persona para alcanzar un nivel
más alto en cualquier ámbito debe realizar
algún esfuerzo o cumplir ciertos requisitos para que sea
merecedor de ese nuevo nivel. Al alcanzar un nuevo nivel, luego
de haber cumplido los requerimientos necesarios, se hace poseedor
de nuevas obligaciones,
responsabilidades; y en recompensa, de nuevos privilegios. No
todos podemos alcanzar un nuevo nivel debido a que las aptitudes
que poseemos o las actitudes que
tomamos no son las adecuadas para merecer otra categoría;
por lo que, o realizamos los esfuerzos necesarios para avanzar o
nos resignamos a mantenernos en el mismo nivel. Pero me estoy
alejando mucho del tema, volvamos a centrarnos en lo que estamos
pensando, continuemos con la reflexión de la vida
después de ésta vida…

En primer lugar, depende de la religión en que
nos hayamos formado para tener una concepción de nuestra
vida luego de la vida terrenal. Si nos hemos formado dentro de la
Religión Católica Apostólica Romana, nuestra
salvación estará sujeta a nuestras acciones
realizadas en la Tierra. Dentro de este concepto son
nuestras actuaciones la que nos hacen merecedores de la vida
eterna. En éste ámbito muy poco aporta Dios para la
salvación del ser humano, aunque se pregone que su Hijo
murió en una cruz para la Salvación de los
hombres.

Existen otros pensamientos o corrientes religiosas
(Evangelistas, Protestantes, etc.) que afirman que la
Salvación del ser humano se debe a una gracia de Dios, y
que luego de haber recibido el regalo de la Salvación, la
vida del ser humano, en la Tierra, no puede ser la misma y, por
lo tanto, las actuaciones deben ser acordes con la nueva
categoría adquirida, es decir, de "hijos de
Dios".

Dentro de las creencias nacidas luego de Martín
Lutero, no se acepta la idea del Purgatorio luego de nuestra
muerte. Podemos decir que solamente la Religión
Católica Apostólica Romana enseña, dentro de
sus doctrinas, la existencia del Purgatorio.

En segundo lugar, tenemos que analizar el concepto del
espíritu o alma en el cual nos desdoblamos luego de
nuestra muerte. No espero realizar un análisis de este concepto en las diferentes
religiones del
mundo, es demasiado profundo y extenso, y no estoy a esa altura;
pero al menos espero alcanzar un modesto concepto en la
religión cristiana. Mi forma de concebir el
espíritu o alma es muy limitada. Intentaré realizar
un bosquejo del mismo. Veamos:

¿Cuándo nace mi alma?

Empezaré mi reflexión con una pregunta:
¿Desde cuándo existe nuestra propia alma? Este
problema ya se ha discutido desde muchos siglos atrás,
pero por ser un tema que sobrepasa el entendimiento humano nadie
sabe, a ciencia
cierta, cuándo se origina.

Puede haber muchas respuestas, pero todas ellas
serían solamente conjeturas. Se puede pensar que nuestro
ser interior existe desde que el ser comienza su existencia; es
decir, desde su concepción o sea desde que el primer
espermatozoide fecunda al óvulo de nuestra madre, o desde
que un cierto grupo de
células
se las considere como a un ser humano.

Otros pueden considerar que nuestro ser interior se
origina desde el alumbramiento; es decir desde el momento de
nacimiento del niño; otros pueden decirme que nuestra alma
nace cuando nuestro cuerpo muere o deja de vivir; es decir vive
desde que nuestro cuerpo muere. La última posibilidad es
recogida o aceptada por Pablo en su carta a los
Corintios, cuando dice: "…lo que tú siembras no se
vivifica, si no muriere antes" Corintios 15.36.

Aunque en otras partes de sus epístolas parece
contradecirse cuando asegura que los llamados "hijos de Dios"
hemos sido escogidos antes de la formación del mundo.
Muchos aceptan la predestinación de nuestras vidas (de
nuestras almas) lo que traducido a la existencia del ser humano
-o al menos de los "escogidos"- nos señala que sus almas
ya existieron aún antes de la creación del mundo o
coexistieron con Dios; es decir fueron parte de Dios y por lo
tanto ¿son también dioses? Puede ser, por esa
razón son llamados: hijos de Dios, es decir nacieron
-literalmente- de Dios; y, por lo tanto, coexistieron con Dios,
siendo parte del Todo antes de la Creación.
 

Desconocemos lo que vaya a suceder luego de la muerte;
puede suceder, al menos, las tres situaciones siguientes: 1) Que
nuestro espíritu alcance inmortalidad o 2) Que muramos en
espíritu al morir nuestro cuerpo o 3)  Que muera el
espíritu luego de transcurrido cierto tiempo de nuestra
muerte corporal. Pero ¿existe "tiempo" luego de
ésta vida terrenal?

El destino de nuestra alma.

El destino que le depara a nuestra alma estará
sujeto a las creencias que hayamos adquirido en nuestra
formación religiosa, o al menos, le daremos el destino
según nuestra creencia, es decir, estará sujeto a
nuestros prejuicios. No sé la verdad, nunca he ido para
allá, son solo conceptos los que estoy reflexionando, no
realidades.

Considerar que mí creencia es una realidad o una
verdad es pretencioso, además, puedo estar completamente
errado; cuando muera y sepa la verdad tal vez no la pueda
resistir y puedo perecer eternamente por no querer aceptarla. La
verdad puede ser distinta a mis creencias, y ésta puede
estar presente solamente si esta conciente mi ser interno luego
de muerto.    

La esencia del Alma.

¿La esencia de nuestra alma es diferente a la de
nuestro cuerpo? Analicemos desde los siguientes aspectos: 1)
Forma física 2)
Capacidad Intelectual (El yo) 3) Características Morales
(El pecado).

Dentro del primer aspecto, no me referiré
solamente a su apariencia física o de si tiene o no una
configuración corporal, sino ante todo a lo que la o las
religiones nos
han prejuiciado con sus doctrinas. La religión cristiana
nos ha enseñado que luego de ésta vida tendremos,
ya sea una recompensa o un castigo de acuerdo con nuestro
comportamiento en vida. Esa recompensa o ese castigo para que sea
efectivo debe, al menos así lo pienso, ser susceptible de
gozo o rechazo de "ciertos sentidos", pero ¿Cuáles
son los sentidos del
alma?

No considero que el alma tenga los mismos sentidos que
nuestro cuerpo terrenal, claro que ciertas doctrinas así
lo consideran, pero eso sería limitar la capacidad de
nuestra alma, en todo caso, para que nuestra alma sienta el gozo
o el sufrimiento debe contar con un "centro nervioso" que detecte
el castigo o la recompensa de nuestros actos terrenales. Caso
contrario, si nuestra alma no cuenta con su centro de sentidos de
nada sirve recibir cualquier merecido por nuestros actos
mundanos.

Siendo lo último cierto, es decir, que luego de
ésta vida terrenal no vamos a "sentir nada" en nuestra
alma, entonces  ha sido falsa la doctrina que nos han
enseñado nuestros padres (Iglesia). Pienso como humano con
las limitaciones propias de nuestro ser y pensamiento.

No estoy muy convencido de que estoy en la verdad, pero
¿a que se refieren cuando Jesús nos dijo:
"allá será el llanto y crujir de dientes" y cuando
rechazaba a los fariseos diciéndoles: "ellos
tendrán mayor condenación"? Es evidente que
Jesús conoce el más allá y, por tanto, sabe
como es la "otra vida". El ha sido el único ser humano que
ha regresado del más allá, pero, lamentablemente,
no nos ha dejado su testimonio, seguramente porque ¿le
importó más ésta vida que la vida luego de
la muerte? No lo sé. Pero en su vida aquí en la
Tierra se preocupó mucho de la gente pobre, humillada y
desvalida a quienes sanaba de sus dolencias y enfermedades.
Entonces, de acuerdo con la religión cristiana, luego de
la muerte corporal de nuestro ser a nuestra alma le espera un
castigo o una recompensa por las actitudes tomadas en la vida
terrenal, y nuestra alma debe sentir la satisfacción de la
recompensa y el dolor por el castigo, por ende el alma debe estar
dotada de sentidos que hagan placentera o llena de tormentos la
próxima vida.

Bien, aquí me surgen algunas situaciones: 1) El
tipo de recompensas 2) La clase de castigos y 3) El ser que nos
somete a los premios o recompensas (¿Quién nos
somete a las gratificaciones o penas?).

En un inicio parecería que los castigos
deberían ser lo contrario u opuesto a los premios; sin
embargo, considero que son dos cosas totalmente diferentes y no
solamente antagónicas. Recibimos recompensas luego del
cumplimiento de obligaciones y deberes. No se puede obtener una
recompensa por algo que no se ha realizado.

En cierto modo la recompensa es la paga por algún
acto o servicio
realizado a la persona de quién esperamos una
retribución. Una recompensa, por lo general, se considera
dentro del ambiente o
hechos realizados para bien de otro; nunca como pago por algo que
hemos realizado para mal. ¿Podemos obtener algo sin haber
dado nada a cambio? Parece que si, ya que dentro del pensamiento
de Pablo, en sus epístolas, nos indica que Jesús
nos dio la gracia de formar parte del reino de Dios si creemos en
Él, y dicha fe nos es dada por Dios. Ahora bien, en el
caso de que mi vida merezca una recompensa, solo se deberá
a que realmente haya efectuado las cosas que mi prejuicio
religioso me dictó que haga. Si mi prejuicio me indica que
comer mucho es malo, entonces en mi pensamiento estará
presente que por realizar esos actos no recibiré una
recompensa, sino más bien un castigo.

Sin embargo cuales serían las recompensas por no
cometer los actos que me han dicho que no cometa.
¿Será que me dejarán comer mucho en la otra
vida? Siendo el alma intangible, con proyección al
infinito, para llenarla de satisfacción será
necesario de recompensas infinitas. ¿Qué tipo de
sentimientos o estímulos pueden lograr una
satisfacción plena de nuestra alma? La religión me
ha dicho que puedo tener una vida eterna si cumplo a pie
juntillas con lo que me dicen que cumpla. La vida eterna, dentro
del pensamiento humano, quiere decir que mi ser no morirá
jamás. Otros me dicen que tendré la
Salvación, que en definitiva es lo mismo que decir que no
moriré jamás. Sin embargo cuáles son las
satisfacciones que encontrara mi alma. Porque no puede ser una
vida por vivir, una existencia infinita sin conciencia de
existir ¿Cómo concebimos mentalmente una vida plena
en la presencia de Dios? Si podemos ver y sentir a Dios en la
verdadera magnitud que Él representa, entonces seremos
dioses y partes integrantes de ÉL; y por lo tanto, con la
misma capacidad creadora ¿Crearemos nuevos mundos para que
nos adoren y nos
sirvan?        

Ahora bien, en caso de no ser merecedor de una
recompensa, la religión me indica que seré sujeto
de castigo; en los evangelios se recogen palabras supuestamente
dichas por Jesús, como: "Allá será el llanto
y crujir de dientes". Al entendimiento humano significa que esa
existencia será de sufrimiento y dolor. Con igual
razonamiento mencionado anteriormente en la recompensa, quiere
decir que mi alma tendrá sentidos que puedan sufrir dicho
castigo. Sin embargo, muchos se han preguntado, es "justo" que
por no dar todos mis bienes a la comunidad (Caso de
Ananías y Safira) tengo que ser condenado a un sufrimiento
eterno. Creo que no, ya que si Dios es Amor e Infinito no puede
caber en su "espacio" el dolor. Por tanto, no nos queda lugar
para los que no hemos recibido la gracia de Dios y nuestro
destino es la muerte eterna: La perdida de mi Yo eternamente y de
mi conciencia de vivir. Simplemente ya no seré
jamás.

Por último ¿quién será el
verdugo que cumpla los designios de Dios? No puedo pensar que sea
Dios, ya que si dependiera de Él, pienso como humano,
nadie debería ser juzgado peor condenado sino más
bien todos seríamos parte de Él. Entonces, si no es
Dios, debe ser otra fuerza ajena a
Dios quién juzgue con imparcialidad los actos cometidos
por el hombre. Un Ser que dictamine con justicia lo
que ha sido mi vida, pero que conozca mi existencia real e
intelectual, que haya vivido al lado, fuera y dentro de mi Yo.
Esa Persona o Ser no puede ser otra que mi Conciencia. Mi
conciencia dictará lo que ha sido mi vida. ¿Pero
solamente lo que ha sido? No, también la que
es.

Conclusión.

En conclusión, será mi Conciencia,
quién me condene o me dé la salvación para
ser parte de un Dios eterno. Gozaré de las cualidades
eternas que tiene El Creador, siendo parte integrante de
Él, fundiéndonos en una solo Espíritu por
toda la eternidad. ¿Para qué? No lo sé, pero
no quiero ser parte de los que no merecemos su gracia y, por lo
tanto, ser condenado a morir eternamente.

Respecto del Purgatorio, me preguntarán; pues,
simplemente no existe ya que nuestra alma tiende al infinito y no
puede caber en la eternidad espacios
temporales.

L. Miguel Torres Encalada

Ingeniero Civil

Lo escribí este año (2007) en la ciudad de
Cuenca, en mi querido País, Ecuador.

Partes: 1, 2
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