- Introducción
sencilla - Una primera aproximación:
¡Cuidado con las neurociencias! - El sistema
nervioso - ¿Por
qué necesitamos sistema nervioso? - Objetivos de
la neurociencia - Neurociencia
y salud - Cerebro: como
funciona – principios generales - Bibliografía en
línea
Introducción
sencilla
Revista EnContrArte 2 (45), 15 de julio de
2006
República Bolivariana de Venezuela
Revista EnContrArte (Acceso abierto / Open access)
Año 2 – No 45 – 15 de julio de 2006
Sección Teoría
e ideología
Subsección Ciencia y
tecnología
http://encontrarte.aporrea.org/teoria/ciencias/45/a12309.html
Refundando la institucionalidad cultural
En contra del arte de la
mentira
En contra del pensamiento
único
Palabras clave:
neurociencia – neurobiología –
consciencia – mente – psiquismo
– cerebro – psicología
–
Historia de la psicología y las
neurociencias
Una primera
aproximación: ¡Cuidado con las
neurociencias!
¡Cuidado con las neurociencias! A fines del siglo
XX asistimos a una revolución
en biología
que no tiene precedentes en la historia. Los conocimientos
sobre el cerebro avanzan a
tal ritmo, que cada día se percibe más su impacto
social. Por ello se los emplea también para fines
políticos. Hacer creer a la gente que la gente es un
robot, manejado por su cerebro, sirve a ambos extremos del
espectro político.
Al capitalismo
salvaje, que pone la gente al servicio del
dinero, le
conviene que la gente se crea robot para que acepte la
exclusión cultural y económica de grandes grupos
empobrecidos, su explotación e incluso su bombardeo:
"total", haráse pensar, "no son más que formas
naturales, estructuras
que se rompen y se los favorece al terminar con su vida
miserable". A los revolucionarios menos ilustrados, que ponen la
gente al servicio de la sociedad, les
conviene que la gente se crea robot para que crea que la vida no
tiene sentido más que en lo material, de modo de socavar
las religiones
utilizadas políticamente por algunos regímenes como
la monarquía francesa del siglo
XVIII.
Coinciden, pues, los dos extremos políticos. Al
capitalismo salvaje le conviene que las neurociencias digan que
la gente son robots para bloquear la solidaridad
internacional y a los revolucionarios de filosofía
hegeliana les conviene que las neurociencias digan que la gente
son robots para atacar al uso político de la fe religiosa.
Ambos son antipersonalismos; para ambos las personas no tienen
valor
intrínseco y otras cosas (el dinero, o los grupos
colectivos) son lo único que vale. Pero las neurociencias
no dicen lo que los antipersonalismos quieren; no dicen que la
gente sea una máquina cerebral, ni que el cerebro crea la
mente.
A menudo se lee eso porque muchos centros de
neurociencias son sostenidos por aquel capitalismo para generar
su propaganda o
por científicos materialistas que honestamente creen que
la vida no tiene sentido fuera de lo material. Esos son las
fuentes
más numerosas de lo que se lee como "neurociencias".
Pero sus desaciertos y falsedades han ido revelándose y es
posible leer otras fuentes, incluso en Internet, donde van
apareciendo descripciones más precisas de los hechos
neurocientíficos.
Las neurociencias no tratan de contestar a la pregunta
"¿Qué son la consciencia y la mente humana?"
Sabemos que el cerebro sólo genera sensaciones en un
psiquismo, digamos el psiquismo del lector, que se halla asomado
a ese cerebro; no en el psiquismo del vecino.
La determinación de a qué cerebro se asoma
cada uno no proviene de ese cerebro. Este no podría
determinar quén lo va a usar, de modo que las
neurociencias, que estudian el cerebro, no pueden contestar
aquella pregunta – ni tienen por qué intentarlo.
Pretenderlo es parte de la propaganda de los dos extremos
ideológicos, los antipersonalistas antes mencionados.
Sí sabemos que cada cerebro es manejado por un psiquismo
particular e incanjeable, que puede cambiar los estados de ese
cerebro de modo de comandar conductas (por ejemplo, usted puede
mover un dedo) y que es afectado por los estados de ese
cerebro.
¿Por qué experimentamos emociones? Porque
los campos eléctricos del cerebro generan estructuras
dinámicas en otro campo físico al cual el psiquismo
allí asomado (no el de un vecino) reacciona. ¿Por
qué aparecen las enfermedades
psiquiátricas o neurológicas? Porque cerebro y
psiquismo interactúan, aunque no pueden reducirse uno al
otro. Estas son algunas preguntas básicas que la
neurociencia intenta contestar detalladamente en beneficio de la
humanidad.
Las Neurociencias estudian el sistema nervioso
desde un punto de vista multidisciplinario, esto es mediante el
aporte de disciplinas diversas como la Biología, la
Química,
la Física, la
Electrofisiología, la Genética,
la Psicología, la Antropología Filosófica, la Epistemología genética, la
Paleoneurobiología, la Neuropaleontología, la
Gnoseología, la Ontología, la Informática, la Farmacología, la
Historia de las Ideas, etc. Y por supuesto la Filosofía,
que permite a las neurociencias encuadrar y conceptualizar lo que
están haciendo; hoy sería absurdo creer que alguna
ciencia se
reduce a contemplación o experimento ingenuo, sin ninguna
filosofía. Todas estas aproximaciones, dentro de una nueva
concepción de la mente humana, son necesarias para
comprender el origen de las funciones
nerviosas, particularmente aquellas más sofisticadas como
las que sirven al pensamiento, resultan en emociones y coordinan
los comportamientos.
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