El Síndrome de Burnout en trabajadores de la salud de la Atención Primaria
- Introducción
- Objetivos
- Material y
Métodos - Análisis y
Discusión de los resultados - Conclusiones
- Recomendaciones
- Referencias
Bibliográficas - Anexos
Resumen
El estudio del Burnout en
médicos de atención primaria ha revelado cifras de
presencia importantes en los últimos años. La
incrementada sobrecarga de trabajo,
asociado a factores sociodemográficos, afecta
silenciosamente el bienestar mental de los médicos,
enfermeros y técnicos de nuestros policlínicos, que
no disponen de un servicio
encargado de viabilizar soluciones de
salud a los
mismos mediante una atención priorizada.
La principal motivación de nuestro trabajo fue
determinar la presencia del síndrome de Burnout en
trabajadores de la salud (médicos, técnicos y
enfermeras) de la atención primaria e identificar las
principales variables
sociodemográficas asociadas a éste y a cada una de
sus dimensiones. Se realizó una investigación epidemiológica,
analítica y transversal. Fueron estudiados 130
trabajadores de referencia, activos al
momento de la encuesta, de
un universo de 439
trabajadores de 4 policlínicos del municipio 10 de
Octubre.
Las variables estudiadas fueron: edad, sexo,
situación conyugal, años de ejercicio profesional,
años de convivencia con la pareja, presencia de hijos,
número de hijos, situación laboral de la
pareja, profesión, agotamiento emocional,
despersonalización, realización personal,
presencia de Burnout y agrupación de dimensiones quemadas.
Los datos obtenidos
se agruparon en tablas y gráficos, aplicándose el método
estadístico del porcentaje y ji cuadrado.
Introducción
El término desgaste profesional o Síndrome
de Burnout se utiliza para describir un tipo de estrés
laboral e institucional que se da específicamente en
aquellas profesiones que mantienen una relación constante
y directa con las personas que son los beneficiarios de su propio
trabajo, en concreto
personal sanitario, docente, fuerzas del orden público (1)
y significa estar o sentirse quemado, agotado, sobrecargado,
exhausto (2).
Este concepto surge en
Estados Unidos
a mediados de la década de los años setenta con
Freudenberguer (1974) (3), y explica el deterioro en la
atención de las organizaciones de
servicios de
voluntariado, sanitaristas, de servicios sociales y educativos de
las Free Clinic que habían proliferado en los EE.UU. a
partir de los años 60(4). Más tarde lo define como
el resultado de desgastarse por la pretensión persistente
de un conjunto de expectativas inalcanzables (5). El
síndrome de quemarse es pues una respuesta al estrés
laboral crónico integrado por actitudes y
sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja
y hacia el propio rol profesional así como el encontrarse
emocionalmente agotado (3-6).
Aunque no existe una definición
unánimemente aceptada sobre Burnout, sí parece
haber consenso en que se trata de una respuesta al estrés
laboral crónico.
Desde una perspectiva psicosocial, la mayoría de
sus adeptos aceptan la definición de Burnout elaborada por
Maslach y Jackson (1986), quienes lo consideran como una
respuesta principalmente emocional, situando los factores
laborales y organizacionales como condicionantes y antecedentes.
Los estudios de Maslach y Jackson (1981, 1985, 1986), defienden
que el Burnout es un síndrome tridimensional que se
desarrolla en profesionales cuyo objeto de trabajo son personas
(usuarios) y añaden tres dimensiones
características (7).
En su análisis se apoyaría en los
conceptos que le servirían para ahondar en este tipo de
comportamiento. El primero era la noción de
preocupación distanciada (Lief y Fox, 1963), que
aludía al comportamiento característico de
profesiones sanitarias que deben implicarse en la cura sin caer
en sobreimplicaciones emocionales. El segundo era el concepto de
deshumanización defensiva (Zimbardo, 1971) que se
refería a la necesidad de defenderse de estados
emocionales continuos y desequilibradores, actuando con las
personas como si fuesen objetos o problemas a
solucionar. Estos conceptos tenían su campo de
explicación más extensivo en las profesiones
sanitarias. Su punto de arranque estuvo en las profesiones
asistenciales, preferiblemente las sanitarias. Mas tarde
encontró que un fenómeno semejante se daba en
abogados que trabajaban con personas en situación de
extrema pobreza y en
otras profesiones de servicio (4,8).
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