Importancia y uso actual de las técnicas moleculares en el análisis y tipificación de patógenos
- Antecedentes
- Técnicas
moleculares - La
Huella Dactilar de Plasmidos (PF) - Análisis
de Endonucleasas de Restricción de ADN de Plasmidos
(REAP) - Análisis
del Polimorfismo de Largos Fragmentos Amplificados
(AFLP) - Técnica
de electroforesis en gel de campos pulsantes
(PFGE) - La
Reacción en cadena de la Polimerasa
(PCR) - La
Reacción en Cadena de la Polimerasa con Primers
Arbitrarios (AP-PCR) - Análisis
de la secuencia de los nucleótidos - Conclusiones
- Referencias
Introducción
En el presente trabajo se
aborda lo referente a las técnicas
genéticas moleculares, tópico que en la actualidad
reviste gran importancia debido tanto al gran avance
científico como tecnológico en el mundo, el cual ha
permitido avanzar a la ciencia en
el diagnóstico, prevención, control y
curación de las enfermedades que desde
épocas pasadas han afectado tanto al hombre como a
los animales,
ocasionándoles incluso la muerte,
debido a la carencia de instrumentos y equipo moderno para
combatir y erradicar dichas enfermedades.
El documento está estructurado de la siguiente
manera, primeramente se hace referencia a algunos antecedentes
respecto al surgimiento de la biología molecular,
su importancia y contribución en la medicina y
la
investigación en la actualidad, y posteriormente se
aborda lo relacionado propiamente a las diferentes
técnicas moleculares que desde la década pasada y
hasta el momento actual han contribuido a través de la
tipificación de microorganismos patógenos en la
vigilancia y control epidemiológico de enfermedades que
afectan tanto al hombre como a los animales.
Su objetivo,
consistió en describir la importancia y el uso actual de
las técnicas moleculares en el análisis y tipificación de
microorganismos patógenos causantes de enfermedades tanto
en el hombre como
en los animales.
Antecedentes
La biología molecular es una disciplina
relativamente joven, originada en los años 30s y los 40s,
e institucionalizada en los años 50s y los 60s. El
período clásico de ésta comenzó en
1953 con el descubrimiento de la doble hélice del ADN por James
Watson y Francis Crick. La relación científica de
Watson y Crick unificó varios acercamientos
disciplinarios: Watson, estudiante de Luria y el grupo fago,
reconocieron la necesidad de utilizar la cristalografía
para aclarar la estructura del
ADN, por lo que hicieron un uso amplio de datos a partir
del trabajo de cristalografía con rayos X en ADN
realizado por Maurice Wilkins y Rosalind Franklin en el
King´s College, de Londres (Darden y Tabery,
2005).
Con la estructura del ADN a disposición, la
biología molecular cambió su enfoque por lo que la
estructura de la doble hélice ayudó a la
elucidación de los mecanismos de replicación y
función
genética,
las claves para entender el papel de los genes en la herencia. Esta
investigación subsecuente fue guiada por la
noción de que el gen era una molécula informativa.
La secuencia linear de las bases de los ácidos
nucleicos a lo largo de una hebra de ADN proporcionó la
información codificada para dirigir el
orden linear de aminoácidos en las proteínas
(Darden y Tabery, 2005).
Posterior a los anteriormente expuesto, el código
genético vino a ser caracterizado como la relación
entre un sistema de tres
bases en el ADN ("un codon") y uno de veinte aminoácidos,
los bloques de construcción de las proteínas. Las
tentativas para desentrañar el código
genético incluyeron esfuerzos teóricos fallados,
así como la competencia entre
los genetistas y los bioquímicos. Una brecha importante
surgió en 1961 cuando los bioquímicos Marshall
Nirenberg y J. Heinrich Matthaei, en los Institutos Nacionales de
Salud de los
Estados
Unidos, descubrieron que una secuencia única de las
bases de los ácidos nucleicos se podía leer para
producir un producto
único del aminoácido (Darden y Tabery,
2005).
En la actualidad, la aplicación de la
biología molecular al estudio de la
genética humana ha dado lugar a un crecimiento sin
precedente en nuestro entendimiento del
mecanismo básico de la enfermedad y las bases
del nuevo campo clínico de la medicina
molecular, ya que las bases genéticas de un
gran número de enfermedades se están
identificando, lo cual tendrá un impacto
importante para el diagnóstico,
pronóstico, y manejo confidencial de pacientes. Por
lo que, un gran desafío para los
servicios de
patología en esta nueva era es apoyar la
medicina molecular para asegurarse de innovaciones
técnicas y nuevos desarrollos que pueden ser
realizados como un servicio
rutinario de una manera oportuna, eficiente,
rentable, en beneficio de un mayor número de
pacientes (Boxer, 2000).
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