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Aplicaciones del tipo de cambio (página 2)



Partes: 1, 2

Tipo de cambio
fijo

El Banco Central
elige un tipo de cambio
nominal, respecto a la moneda de un país o economía que
generalmente es un país grande, estable, y de baja
inflación. Estas características fueron cumplidas
por la economía estadounidense, la economía
alemana, y la región económica europea, es por esto
que muchos países durante la historia ha fijado sus tipos
de cambio nominales respecto al dólar, al marco
alemán, y más recientemente al euro.

Este tipo de cambio puede combinarse tanto con demanda libre
y oferta
parcialmente libre, como con restricciones cambiarias y control de
cambios.

El Banco Central compra y vende la divisa de referencia
al valor fijado
por el mismo, de esta manera, el tipo de cambio se mantiene fijo.
Cuando el banco central compra divisas, inyecta
moneda nacional en la economía, es decir, aumenta la base
monetaria, y viceversa. Las variaciones de la base monetaria
tienen efectos en el volumen de los
medios de
pago, el costo y
disponibilidad del crédito, las tasas de
interés y por consiguiente, en el volumen de inversión, consumo y la
actividad económica. Es por esto que la elección de
un sistema cambiario
en un elemento muy importante para la política
económica de un país.

Las ventajas de este sistema es que se crea un ancla
nominal (del tipo de cambio). Se restringe la discrecionalidad de
la política
monetaria. Las expectativas del tipo de cambio quedan fijas,
y también las de los precios de los
bienes
transables y por lo tanto de la inflación interna. Al
eliminarse las expectativas inflacionarias las tasas de interés
suelen bajar.

En un sistema de tipo de cambio fijo, la
realización de política monetaria
vía aumento en los medios de pago, se esteriliza en el
tiempo,
porque, genera una baja en la tasa de
interés, por lo tanto, una salida de capitales hacia
el extranjero, los inversores venden moneda nacional para comprar
divisas. Al comprar el banco central esta moneda nacional a
cambio de reservas internacionales que están en el banco
central, no solo que disminuye la base monetaria sino que
también el banco central se queda con menos reservas
internacionales, lo que puede traer serios problemas por
la generación de expectativas de devaluación del tipo de cambio. Cuando las
reservas internacionales de un BC bajan mucho, los inversores
dudan de que el BC siga manteniendo el tipo de cambio fijo, es
decir esperan que devalúen, por lo tanto tratarán
de vender lo antes posible la moneda nacional, acentuando la
caída en las reservas del banco central y las expectativas
de devaluación.

También se debe agregar que un sector
público deficitario también es causante de una
devaluación. Como el banco central no puede emitir
dinero para
financiar el sector público deficitario, éste puede
recurrir a dos formas alternativas de financiamiento:

  1. Usar las reservas del BC, lo que crea el mismo
    problema anterior, es decir, genera expectativas de
    devaluación y posiblemente obligue al gobierno a
    devaluar.
  2. Recurrir al crédito interno o internacional.
    El mayor endeudamiento deteriora la solvencia del sector
    público. De no revertirse la situación
    deficitaria (ya sea por mayores ingresos o por
    una reducción en los gastos), el
    acceso al financiamiento comenzaría a disminuir
    aumentando la tentación de utilizar las reservas en
    poder del
    Banco Central para financiar el bache presupuestario. Al igual
    que en el caso previo, el grado de independencia de la Autoridad
    Monetaria determinará el acceso a las reservas que tenga
    el gobierno. En cuanto el sector privado comience a registrar
    que el respaldo de sus pesos comienza a debilitarse se
    desencadenará una "salida de capitales" (venta de
    pesos a cambio de dólares) hasta que se agoten las
    reservas o hasta que el BC deje de vender. El paso siguiente
    natural es la devaluación.

Convertibilidad de la moneda

Se dice que una moneda es convertible si las personas
pueden intercambiar unidades de la moneda local por moneda
extrajera al tipo de cambio oficial, sin enfrentar demasiadas
restricciones. Si existen muchas restricciones, la moneda se
considera inconvertible. Esta definición es bastante
amplia, lo cual resalta el punto de que la convertibilidad es
más bien un asunto de grado antes que una
proposición al estilo todo o nada.

Es posible imponer una gran variedad de restricciones a
la convertibilidad. Hay países, por ejemplo, donde
está prohibida la importación de automóviles de lujo:
el banco central no facilita la moneda extranjera necesaria para
importar un Mercedes Benz o un Lamborghini. Si ésta fuera
la única restricción para la compra de moneda
extranjera, entonces esto podría considerarse más
como una medida de política comercial que como una
política monetaria, y el tipo de cambio todavía
podría considerarse convertible. Pero si las restricciones
se aplican a un gran número de bienes de consumo, se puede
decir que la moneda es inconvertible.

En general, las transacciones de la cuenta de capitales
están sujetas a restricciones. A menudo se prohíbe
a los residentes nacionales comprar activos
extranjeros, como bonos, acciones y
propiedades inmuebles, así como mantener dinero en cuantas
bancarias en el exterior. Esto no significa que todos cumplan con
as normas.
Normalmente, es más fácil evadir las restricciones
a las transacciones de la cuenta de capitales que aquellas que se
aplican a las operaciones de
cuenta corriente. Resulta más sencillo tener una cuenta
bancaria en el extranjero que introducir un Rolls Royce de
contrabando a
un país que prohíbe su importación. El
FMI tiene como
política oponerse a las restricciones a las transacciones
de cuenta corriente. El artículo VIII del acuerdo del FMI
establece que "ningún país miembro podrá,
sin la autorización del Fondo, imponer restricciones a la
realización de pagos en transacciones internacionales
corrientes". En la práctica, muchos países
–incluido algunos de los países miembros de FIM-
mantienen restricciones a la convertibilidad en transacciones de
la cuente corriente, algunas de las cuales son sancionadas por el
Fondo y otras son toleradas aunque no apoyadas. Los
artículos del Acuerdo del FMI no exigen la convertibilidad
de las transacciones de la cuenta de capitales y, desde el punto
de vista del FMI, cada nación
es libre de imponer controles al capital sin
previa aprobación de otras naciones o del propio
FMI.

En los últimos años se han suscitado
acalorados debates con respecto la conveniencia de la
convertibilidad de la cuenta de capitales. Estados Unidos y
el FMI comenzaron a incitar la convertibilidad de l a cuenta de
capitales en la mayoría de los países. La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE), llamada a veces el "club" de los
países ricos, exige a sus miembros la convertibilidad de
la cuenta de capitales. A finales de los años noventa,
cuando algunos países en desarrollo se
encontraron con graves crisis
financieras tras un período en el que se habían
endeudado fuertemente con el exterior, algunos economistas
afirmaron que una de las causas de dichas crisis había
sido la liberalización prematura de los flujos de
capitales. El argumento de tales economistas fue que no se debe
buscar la convertibilidad de la cuenta de capitales antes de
efectuar reformas a la legislación y a la supervisión del sector
financiero.

Un indicador común de la inconvertibilidad es la
diferencia entre el tipo de cambio oficial y el del mercado negro,
diferencia que algunos conocen como brecha cambiaria. Sino se
permite la compra legal de moneda extranjera para ciertos fines,
o si el banco central raciona el tipo de cambio legal,
tenderán a surgir mercados
informales donde se compre la moneda extranjera. Si el tipo de
cambio del mercado negro está muy depreciado con
relación al oficial –lo que significa que comprar
una unidad de moneda extranjera resulta mucha más caro en
el mercado informal que en el oficial-, probablemente el banco
central no esté entregando suficiente moneda extranjera al
precio
oficial. Esto a su vez, es una clara señal de que la
moneda no es realmente convertible.

Tipo de
cambio flexible o flotante

El tipo de cambio flexible es aquel cuyas fluctuaciones
no tienen límites
precisamente determinados, lo que no significa que tales
fluctuaciones sean ilimitadas o infinitas. Son los propios
mecanismos del mercado cambiario y, en general, la dinámica de las transacciones
internacionales del país, los que bajo la condición
esencial de la flexibilidad, permiten una relativa estabilidad de
los cambios, dadas las elasticidades de oferta y demanda
de los diversos componentes.

Bajo un esquema de tipo de cambio variable la
relación de una moneda respecto de otras monedas
estará fijada por la oferta y demanda de divisas en el
mercado.

En este caso, por ejemplo un aumento en la demanda de
dólares por parte de la economía
incrementará el valor de dicha divisa respecto del sol. La
forma del ajuste (a la suba del precio del dólar) puede
darse de dos formas: o sube la tasa de interés interna o
al hacer más baratos en dólares los precios de los
bienes peruanos aumentará la venta de éstos
últimos en el exterior provocando un ingreso de divisas
que estabilizará o disminuirá la presión
compradora sobre el tipo de cambio.

Por el contrario, si un país atrae capitales
porque está creciendo o porque ofrece oportunidades de
inversión atractivas, recibirá muchos
dólares apreciando por ende la moneda local. La forma de
ajuste se daría también a través del sector
externo. La apreciación sol encarecería el valor de
las exportaciones y
abarataría el valor de las importaciones. Al
disminuir las ventas al
exterior disminuiría la oferta de divisas presionando al
alza al tipo de cambio.

Las principales economías del mundo, -Estados
Unidos, Europa y Japón
han adoptado este esquema de tipo de cambio. Las monedas del
resto del mundo se vinculan de "alguna manera" a las tres monedas
líderes (dólar, euro y yen).

Si el BCR no interviene en ningún momento, se
habla de "flotación limpia" y si lo hace ocasionalmente,
de "flotación sucia".

El propio tipo de cambio se encargará de ir
corrigiendo los déficits o superávit de balanza
comercial que puedan ir surgiendo.

Si hay déficit quiere decir que se exporta menos
de lo que se importa, luego la demanda de la moneda nacional
será débil y ésta irá perdiendo valor
(su tipo de cambio se deprecia). Esto hará que las
importaciones se vayan encareciendo y que las exportaciones se
hagan más competitivas, tendiendo a corregir dicho
déficit.

Tipo de cambio
rígido

Es aquel cuyas fluctuaciones están contenidas
dentro de un margen determinado. Este es el caso del
patrón oro, en que
los tipos de cambio pueden oscilar entre los llamados puntos o
límites de exportación e importación de oro,
por arriba o por debajo de la paridad. Si los tipos de cambio
excedieran dichos límites ocurrirían movimientos de
oro que harían volver las cotizaciones al margen
determinado.

Su funcionamiento exige la posibilidad concreta de
dichos movimientos de capital a corto plazo, ligados a una
relación entre los tipos de cambio y las tasas monetarias
de interés.

Tipo de cambio único

Es aquel que rige para todas las operaciones cambiarias,
cualquiera que se su naturaleza o
magnitud. Se tolera cierta diferencia entre los tipos de compra y
de venta de la divisa como margen operativo para los cambistas en
cuanto a sus gastos de administración y operación y
beneficio normal. El ideal es el sistema de cambios
únicos, que no admite discriminación en cuanto a las fuentes de
origen de las divisas ni en cuanto a las aplicaciones de las
mismas en los pagos internacionales. De modo distinto, los tipos
de cambio múltiples o diferenciales permiten la discriminación entre vendedores y entre
compradores de divisas, de acuerdo con los objetivos de
la política monetaria, fiscal o
económica en general. Mediante este sistema puede
favorecerse determinadas exportaciones (con tipo de cambio de
preferencia que proporcionen más moneda nacional por
unidad de moneda extranjera a los respectivos compradores),
determinadas entradas de capital y otras transacciones
internacionales. Es un sistema frecuentemente utilizado por los
países no desarrollados como un instrumento auxiliar de la
política de crecimiento económico.

El Banco Central de Reservas puede establecer unas
bandas dentro de las cuales dejará que su moneda
fluctúe libremente pero si en algún momento el tipo
de cambio se acerca peligrosamente a los límites
establecidos intervendrá para evitar que se salga fuera de
las bandas.

Por ejemplo el BCR puede establecer una banda de
fluctuación del Nuevo Sol respecto al solar entre 3.00 y
3.50 soles/$. El Nuevo Sol fluctuaría libremente salvo
cuando se acercase a los límites marcados en cuyo caso
intervendría.

En general los bancos centrales
buscan que los tipos de cambio de sus monedas sean lo más
estable posible. Si se aprecia mucho dificultará las
exportaciones, lo que se traducirá en un déficit de
la balanza comercial y en desempleo. Y si
se deprecia mucho se encarecerán las importaciones, lo que
se traducirá en un fuerte repunte de la
inflación.

TIPO DE
CAMBIO NOMINAL Y REAL

Tipo de cambio nominal

El tipo de cambio de un país respecto de otro es
el precio de una unidad de moneda extranjera expresado en
términos de moneda nacional.

Entonces el tipo de cambio nominal se puede definir como
el número de unidades de moneda nacional que debemos
entregar para obtener una unidad de moneda extranjera, o de
manera similar, el número de unidades de moneda nacional
que obtengo al vender una unidad de moneda extranjera.

Por ejemplo, si para obtener un dólar, debemos
entregar tres nuevos soles, el tipo de cambio nominal entre
Perú y Estados Unidos es S/.3/U$S. Para saber cuantos
Nuevos Soles se obtienen por cada dólar, se multiplica por
el tipo de cambio, si por ejemplo tengo 100U$S y los vendo al
tipo de cambio de S/.3/U$SD obtendré 100U$S * S/.3/U$S.
Para saber cuántos dólares obtengo por un monto de
Nuevos Soles, divido el monto por el tipo de cambio, por ejemplo
si tengo S/. 300 y compro U$S al tipo de cambio S/.3/U$S
obtendré (S/300)/(S/.300/U$S) = 100U$S.

Las casas de cambio, lugar donde se realizan las
operaciones de compra y venta de divisas, suelen cotizar dos
tipos de cambio según se trate de compra o venta, por
ejemplo, en Octubre del 2006 el dólar en el mercado libre
en Perú, cotizaba a 3.4 comprador, y 3.58 vendedor. Es
decir que si usted iba a vender dólares, por cada
dólar le pagaban S/.3.47, pero si iba a comprar, cada
dólar le costaba S/.3.58. De ésta manera las casas
de cambio obtienen una rentabilidad
mediante la compra y venta de divisas.

Variaciones del Tipo de Cambio Nominal

Los tipos de cambio, como precios que son (precio de una
moneda expresados en términos de otra) suelen variar a
través del tiempo.

Una apreciación de la moneda nacional significa
una subida de su precio en términos de moneda extranjera.
Ahora, para obtener la misma cantidad de dólares que
obtenía antes, necesito menos soles, entonces decir que la
moneda local se apreció es lo mismo que decir que el tipo
de cambio bajó. Una depreciación es una subida en el tipo de
cambio.

Tipo de cambio real (bilateral)

El tipo de cambio de un país (país local)
respecto de otro (país extranjero) es el precio relativo
de los bienes del país extranjero expresados en
términos de bienes locales.

El tipo de cambio real viene dado por:

E = (E x P)/P

Donde:

e = Tipo de cambio real

E = Tipo de cambio nominal

P* = Deflactor del PBI del país
extranjero

P = Deflactor del PBI local

Entonces las variaciones del tipo de cambio real pueden
deberse a variaciones en el tipo de cambio nominal como a
variaciones en los precios de los bienes extranjeros, o a
variaciones en los precios de los bienes locales.

Apreciación Real: los bienes peruanos se hacen
relativamente más caros, cae el precio de los bienes
norteamericanos expresados en Nuevos Soles. Cae el tipo de cambio
real.

Depreciación Real: los bienes peruanos se hacen
relativamente más baratos, sube el precio de los bienes
norteamericanos expresados en Nuevos Soles. Sube el tipo de
cambio real.

Durante la convertibilidad, si bien el tipo de cambio
nominal entre dos países se puede mantener fijo. Es
posible que los precios suban a un ritmo menor que los precios de
los bienes extranjeros, entonces, el tipo de cambio real
sufriría una muy leve depreciación.

El valor absoluto del tipo de cambio real carece de
importancia, ya que depende del año que se haya elegido
como base para los índices de precios, pero no ocurre lo
mismo con las variaciones del tipo de cambio real.

Productos comerciables y no
comerciables

Hasta aquí hemos supuesto que todos los bienes
son comerciales, es decir, que se pueden comerciar en el mercado
internacional. Esto es obviamente una simplificación, ya
que algunos bienes no son comerciables. Hay ciertos bienes que
sólo se consumen en la economía donde se producen y
que no pueden exportarse ni importarse. A estos bienes se los
conoce como bienes no comerciables.

Por ejemplo, en una peluquería la clientela
probablemente viva en el vecindario, y ciertamente dentro del
país. Si cae la demanda por los servicios del
peluquero, éste no puede exportar su exceso de capacidad
de acuerdo con su propia conveniencia. Si los peluqueros del
resto del mundo suben el precio del corte de cabello, no se
llenará el local con extranjeros demandando el servicio. Por
ejemplo, el corte de cabello es muchísimo más
barato en la India que en
los Estados Unidos, tal vez $20 menos, pero no tiene
ningún sentido comprar un billete de avión para
volar, por ejemplo, de Nueva Cork a Nueva Delhi para ahorrarse
$20 en un corte.

Esta naturaleza no comerciable del corte de cabello
tiene varias implicaciones directas. Al no ser posible exportar o
importar el servicio, la demanda y la oferta locales deben
igualarse. Sin comercio
internacional, una caída de la demanda interna no
puede resolverse aumentando la exportación neta, y los
precios internos pueden diferir de los del resto del mundo sin
provocar cambios en la demanda internacional.

Además de los cortes de cabello, hay muchos otros
bienes y servicios que quedan fuera del comercio
internacional. Por lo general, el alquiler de viviendas es algo
no comerciable. Aunque la renta sea más barata en la
Ciudad de México que
en Tokio, es difícil que un japonés pueda
beneficiarse de ello. Por lo tanto, las rentas de una ciudad a
otra pueden diferir en sumas relativamente grandes. Diversas
actividades del sector servicios, como abogados, médicos,
profesores y similares, también son buenos ejemplos de
bienes y servicios no comerciables.

Dos son los factores principales que determinan que un
bien sea comerciable o no. Primero, y primordialmente, el costo
del transporte, el
cual crea barreras naturales al comercio. Mientras menor sea el
costo de transporte como proporción del costo total de un
producto,
más probable será que ese producto se comercie en
el mercado mundial. Los productos con
un alto valor por unidad de peso (y, por lo tanto, con un costo
de transporte menor en relación a su valor total) tienden
a ser muy comerciables. El mejor ejemplo es el oro, que es case
perfectamente transable, y cuyo precio es prácticamente
idéntico cualquier día en cualquiera de las
principales Bolsas de Comercio del mundo.

En el otro extremo está el corte de cabello, que
bien puede costar $35 en Nueva York y apenas $5 en Nueva Delhi.
El alto costo de transporte es lo que hace que este servicio sea
no comerciable. Esta característica del alto costo de
transporte por unidad de valor es común a la mayor de los
bienes y servicios no comerciables. El progreso
tecnológico en las comunicaciones
ha permitido comercial últimamente con distintos tipos de
servicios financieros, como cuentas bancarias
y seguros
personales, entre otros. En realidad, en los países en
desarrollo ha comenzado a crecer este tipo de exportaciones a
rito significativo, especialmente en áreas como procesamiento de
datos, software, ingeniería y turismo. Los trabajadores de
Jamaica, Manila y Corea del Sur, por ejemplo, digitan información básica en computadoras
que pertenecen a empresas
multinacionales localizadas en los Estados Unidos.

El segundo factor que determina si un bien es
comerciable o no comerciable es el proteccionismo comercial. Los
aranceles y
cuotas de comercio pueden impedir el libre flujo de bienes a
través de las fronteras, aun si el costo de transporte es
bajo. Mientras mayores sean estas barreras ratifícales al
comercio, menor será la probabilidad de
que un bien sea comerciado. Pensemos, por ejemplo, en un arancel
del 100% sobre los muebles. Supongamos, para efectos
ilustrativos, que una silla, por ejemplo, se vende en $80 en el
resto del mundo, y que cuesta $20 embarcarla a nuestro
país. Así, la silla costará $100 en el
puerto de ingreso al país. Si el gobierno impone un
arancel del 100%, el costo interno de la silla importada ha
subido a $200. Supongamos ahora que la industria
local produce una silla igual y que la vende por $150.
Claramente, no habrá importaciones porque la industria
nacional puede ofrecer sus productos a precios más bajos
que los productos importados. Pero tampoco habrá
exportaciones, ya que la industria local no puede competir en el
mercado internacional con un producto externo cuyo costo apenas
llega a $80. En consecuencia., la silla no importa ni se exporta:
el proteccionismo la hizo un bien no comerciable.

Lógicamente, las categorías de lo que es
comerciable y no comerciable no son inmutables. Los avances
tecnológicos pueden reducir el costo de transporte y
hacer que más bienes puedan comerciarse. En contraste, el
aumento de medidas proteccionistas tiende a alargar la lista de
bienes no comerciables.

Tipo de cambio real multilateral

Es una medida ponderada de los tipos de cambio reales
bilaterales, en la que las ponderaciones son iguales a las
proporciones que representa el comercio de los distintos
países.

OFERTA Y DEMANDA DE
DIVISAS

Origen de la oferta de divisas

La oferta de divisas se origina en las transacciones
activas o créditos de la balanza de pagos,
tales como: exportación de bienes y servicios, ingresos
sobre inversiones
del país en el extranjero, donaciones y remesas recibidas
por residentes o importación de capital no monetario. El
componente más estable de la oferta es el que se origina
en la exportación de bienes y servicios.

Origen de la demanda de divisas

La demanda de divisas se origina en las transacciones
pasivas o débitos dela balanza: importación de
bienes y servicios, pagos por rendimientos de la inversión
extranjera en el país, donaciones y remesas enviadas
por residentes y exportación de capital no monetario; el
componente más estable de la demanda es el referido a la
importación de bienes y servicios. Los movimientos de
capital son los componentes menos estables, más
dinámicos, del mercado de divisas.

Factores que intervienen en la oferta y la
demanda

La cotización o tipo de cambio se determina por
la relación entre la oferta y la demanda de divisas;
alternativamente, puede decirse que el tipo de cambio se
determina por la relación entre la oferta y demanda de
moneda nacional para transacciones internacionales del
país: efectivamente, la oferta de divisas tiene como
contrapartida la demanda de moneda nacional y la demanda de
divisas tiene como contrapartida la oferta de moneda
nacional.

Las variaciones de la relación oferta/demanda de
divisas determinan las fluctuaciones del tipo de cambio; sin
embargo. Hay un tipo de cambio normal o de equilibrio en
torno al cual se
efectúan las variaciones y que debe corresponder al
equilibrio delos pagos internacionales.

Modificaciones de la Paridad

Los desequilibrios persistentes, o fundamentales, de la
balanza de pagos, exigen, por lo general, modificaciones de la
paridad monetaria, o valor de cambio externo de la moneda, para
inducir ajustes en los diversos componentes de la balanza y en la
actividad económica nacional que faciliten la
recuperación del equilibrio.

La paridad puede ser modificada en el sentido del alza
(revaluación) o de la baja (devaluación),
según se trate de un desequilibrio por superávit o
de uno por déficit. El caso más frecuente es el de
la revaluación.

Los países evitan en lo posible la
revaluación, porque ocasiona desventajas comerciales, ya
que afecta el poder de competencia de
las exportaciones y favorece las importaciones, así como
las salidas de capital. Si el mercado internacional de los
productos exportables es bastante competitivo, el país que
revalúa no puede aumentar los precios de sus exportaciones
para compensar los efectos de la revaluación y los
exportadores recibirán menores ingresos en moneda
nacional, aunque, por otra parte, se podrán adquirir
más bienes y servicios extranjeros por la misma cantidad
de moneda nacional que antes de la revaluación (y sujeto a
que los precios internacionales dela importación no
suban). Desde luego, estos deben ser los efectos perseguidos,
para el ajuste de la balanza de pagos en caso de
superávit: reducción de la exportación, o
menor ritmo de aumento, y aumento de la
importación.

La devaluación permite que los exportadores
reciban mayores ingresos en moneda nacional, sin
alteración de los precios internacionales de sus
productos, o aun con un bandeja de proporción menor que la
de devaluación; en este último caso podrá
lograrse , si la demanda externa es algo elástica, un
incremento de la exportación, que es una meta perseguida
para el reequilibrio de la balanza de pagos; por otra parte, los
importadores tendrán que desembolsar mayor cantidad de
moneda nacional para adquirir determinado volumen de
importaciones y, dada la elasticidad de la
demanda de éstas, podrá ocurrir una
disminución de las mismas, que es otra de las metas de
ajuste que se persigue con la medida. La producción nacional, si disfruta de una
oferta elástica en relación con cierta capacidad
productiva, ociosa o recursos
disponibles y utilizables en corto plazo, podrá
beneficiarse con la situación creada y de este modo la
economía interna puede superar dentro de algún
tiempo los efectos depresivos del desequilibrio pasivo de la
balanza de pagos. Los ingresos de capital, además,
resultan beneficiados por la devaluación.

MERCADO
LATINOAMERICANO DE DIVISAS

Es un gran desafío introducir el Sol Peruano,
el Real Brasilero, el Peso Chileno, y la mayor cantidad de
divisas locales para así hacer de este un mercado
más atractivo y familiar para el público
latinoamericano.

En los últimos años las mesas de dinero
latinoamericanas se han estado fijando
en lo que sucede con el Real, esto ha sucedido debido a varios
factores.

Desde hace un tiempo que los operadores buscaban una
moneda con que compararse y el Real ha demostrado la tendencia
del mercado convirtiéndose hoy en día en la divisa
más mirada de Latinoamérica.

Políticas Macroeconómicas claras,
economía sana y creciendo, y una fuerte liquidez son los
factores que hacen hoy por hoy del Real a la divisa líder
en Latinoamérica.

¿Por qué el Real y no el Sol Peruano o el
Peso Chileno? Principalmente por el factor liquidez, ya que el
tamaño del mercado Brasilero supera ampliamente al peruano
y chileno, por lo que los volúmenes transados del Real
superan ampliamente los volúmenes del Sol y del Peso
Chileno.

Los requisitos para que una divisa se transe
electrónicamente son:

Existencia de un tipo de cambio de flotación
limpia (siempre existen excepciones). Liquidez, esto implica que
a volúmenes mayores no aumenten los spreads, y que los
horarios de transacción sean extendidos dentro del mismo
país, al menos 12 horas continuas de transacciones en los
bancos locales.

Otro requisito es la estabilidad macroeconómica
del país, tiene que ver con la probabilidad de
intervención del gobierno, y la manera en que haga estas
intervenciones, ya que a mayor intento de manejo por parte de los
bancos centrales y de los gobiernos del tipo de cambio, menores
las probabilidades que alguien se interese en especular con esa
moneda.

También es importante el interés de los
mercados
financieros en la divisa, con esto se quiere decir que debe
existir interés de algún banco en USA o Europa en
transar esa divisa, ya que así se logrará tener un
horario más extendido de transacciones.

Cumpliéndose estos puntos, aparece el ultimo,
así podremos ver las monedas latinoamericanas en el
Forex.

Forex es acrónimo de Foreign Exchange
(Intercambio de Monedas Extranjeras). También conocido
como Mercado Internacional de Divisas.

El mercado de moneda extranjera (Forex o FX) existe
dondequiera que una moneda se negocie con otra (como una casa de
cambio). Es el mercado
en gran medida más grande del mundo, en
términos de valor de efectivo negociado, e incluye
negociar entre los bancos
grandes, los
bancos centrales, los especuladores de la
moneda, las corporaciones multinacionales, los gobiernos, y
otros
mercados financieros e instituciones.
Los comerciantes al por menor (especuladores pequeños) son
una parte pequeña de este mercado. Pueden participar
solamente indirectamente a través de corredores o de los
bancos y pueden ser blancos de los scams de la divisa.

Bibliografía

"Macroeconomía". Sachs-Larrain

Daniela Travi Ponce

Lima – Perú

Estudiante de IV ciclo de la Universidad de
San Martín de Porres

Fecha: 20 de Abril 2007

Partes: 1, 2
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