Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

El drama humano de los desplazados en el conflicto armado colombiano (página 7)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7

CAPÍTULO 9

ORGANISMOS NACIONALES E INTERNACIONALES DE AYUDA A
LOS DESPLAZADOS

El tema de los desplazados en Colombia, ha sido
considerado de interés
mundial. Este capitulo analiza las posiciones, ayudas e incluso
exigencias que los organismos internacionales hacen sobre el
fenómeno migratorio. Incluye a instituciones
nacionales e internacionales que trabajan por los desplazados en
Colombia, en diversas áreas como la salud, por ejemplo, en la
cual se encuentran comprometidas varias ONGs:

  • CICR – COMITÉ INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA:
    El Comité Internacional de la Cruz Roja es una organización que trabaja en favor de la
    fiel aplicación del derecho
    internacional humanitario. En este sentido, realizamos ante
    las Partes en conflicto,
    es decir, las autoridades gubernamentales y los grupos de la
    oposición armada, las necesarias gestiones para obtener
    el pleno respeto del
    derecho. En el cometido de ayuda a los desplazados se
    aúnan la intervención jurídica y las
    actividades operacionales.
  • MSF – MÉDICOS SIN FRONTERAS: Los
    Médicos sin Fronteras son una organización no
    gubernamental, apolítica y aconfesional, cuyo principal
    objetivo
    consiste en proporcionar ayuda sanitaria de urgencia de forma
    rápida y eficaz.
  • MÉDICOS DEL MUNDO: Los Médicos del
    Mundo, son ONG de
    medicina
    humanitaria, que aplica el derecho a socorrer a las
    víctimas, a los enfermos, a los refugiados. Denuncia las
    injusticias sociales y políticas en aquellos países en
    los que desarrolla proyectos de
    acción humanitaria.
  • MOVIMIENTO INTERNACIONAL DE LA CRUZ ROJA Y DE LA
    MEDIA LUNA ROJA: La acción en favor de los refugiados y
    de las personas desplazadas, conviene tener en cuenta,
    asimismo, las actividades de los demás componentes del
    Movimiento,
    es decir, las Sociedades
    Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, y su
    Federación. De hecho, el Movimiento ha adoptado una
    verdadera política con
    respecto a los refugiados y a las personas
    desplazadas.
  • MEDICOS SIN FRONTERAS: Los Médicos Sin
    Fronteras (MSF) se crearon en Francia en
    1971. A principios de
    los setenta, coincidieron en ese país un grupo de
    médicos testigo del genocidio de la minoría vio
    durante la guerra de
    secesión de Biafra (Nigeria, 1968) y otro grupo
    recién llegado de socorrer a las víctimas de las
    inundaciones que asolaron Pakistán Oriental (actual
    Bangladesh) en 1970. El primer grupo, que trabajaba con el
    Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), se
    sentía frustrado ante la obligación de guardar
    silencio sobre lo visto y hecho en Biafra que dicha
    organización exigía a sus miembros. El segundo
    grupo fue testigo de la descoordinación, falta de
    medios y
    escasa eficacia de la
    ayuda humanitaria a las víctimas de las inundaciones. En
    plena resaca de mayo del 68, ese grupo de personas se dio
    cuenta de que, una vez finalizado el proceso de
    descolonización, el escenario internacional estaba en
    fase de transformación y se imponía adaptar la
    ayuda humanitaria a las nuevas necesidades. A partir de ahora,
    atender a las víctimas no sería suficiente:
    había que denunciar las violaciones de los derechos
    humanos, crear corrientes de opinión a través
    de los medios de
    comunicación y profesionalizar la ayuda.

Los MSF son una organización no gubernamental,
apolítica y aconfesional, cuyo principal objetivo
consiste en proporcionar ayuda sanitaria de urgencia de forma
rápida y eficaz y denunciar las violaciones del derecho
internacional.

La red internacional de
Médicos Sin Fronteras cuenta con seis secciones
operacionales en Bélgica, España,
Francia, Holanda, Luxemburgo y Suiza. Una oficina
internacional en Bruselas con enlaces en las oficinas de
Naciones Unidas
en Nueva York y Ginebra. Además, la
organización tiene oficinas de representación
en Alemania,
Australia, Austria, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos,
Grecia, ONG
– ONG, Italia,
Japón, Noruega, Reino Unido y
Suecia.

Los MSF llevan más de 25 años de
experiencia atendiendo a las víctimas de
catástrofes de origen natural o humano, decenas de miles
de personas que han aportado su profesionalidad durante este
cuarto de siglo y con programas en 70
países, Médicos Sin Fronteras es la mayor
organización humanitaria independiente de ayuda
médica de emergencia del mundo.

  • MEDICOS DEL MUNDO FRANCIA: Los Médicos del
    Mundo Francia ( MDM-F ) es una organización
    humanitaria no gubernamental internacional, sin ánimo
    de lucro y apolítica cuya meta es brindar asistencia
    médica a poblaciones vulnerables víctimas de
    crisis o
    exclusión en todo el mundo inclusive en países
    desarrollados como Francia. Desde 1980 brinda asistencia,
    curando las heridas que se ven pero también las que
    no, a través de una red de voluntarios
    profesionales de los sectores de salud, sin
    consideración de sexo,
    religión o nacionalidad. Sus fondos provienen de la
    solidaridad internacional, de donaciones
    privadas o de la Cooperación Internacional (
    Embajadas, Unión
    Europea, etc..
  • Misiones: Los Médicos del Mundo
    Francia en la actualidad están realizando 297
    proyectos de salud en 88 países diferentes del mundo,
    con poblaciones víctimas de catástrofes
    naturales, violencia,
    refugiados, desplazados, minorías en peligro, niños de la calle, inmigrantes,
    drogodependientes, excluidos de los sistemas
    de salud, etc.

Los proyectos de atención dentro de este contexto de ayuda
internacional, pueden ser:

De emergencia: es decir ayuda rápida a
las víctimas en situación de crisis, un ejemplo de
ello es la misión en
Armenia, para apoyar a la población damnificada por el
terremoto.

De desarrollo: dentro de los cuales el
principal objetivo es mejorar el acceso a la salud en un contexto
marcado por la pobreza y la
carencia de recursos a
través de la transferencia de un ¨saber
hacer¨.

En América
Latina y Caribe existen proyectos de MDM-F, de apoyo a la
salud, en Brasil, México,
Cuba,
República Dominicana, Haití Guatemala,
Honduras (Mitch), Perú, Colombia, Nicaragua, El Salvador.
Siempre intentando unir nuestros esfuerzos para el desarrollo de
los pueblos.

MDM-F en Colombia está realizando 3 proyectos de
apoyo a la salud, en los siguientes lugares:

El programa en la
Amazonia sobre el acceso a la salud para la población
indígena en el Amazonas Colombiano localizado en las
comunidades indígenas del río Apaporis con los
siguientes ejes de trabajo: a)
formación pluridisciplinaria de promotores b)
rehabilitación / construcción de puestos de salud c) apoyo
en las acciones de
prevención d) la integración de las poblaciones
indígenas al sistema de
seguridad social
por medio de una EPS. Desde 1987.

El Acceso a la salud para los habitantes de la calle de
Bogotá con los siguientes ejes de trabajo: a)
Atención médicosocial b) Formación de
Gestores de salud c) Regularizar de su situación y lograr
la afiliación de esta población al régimen
subsidiado. Desde 1995.

El Apoyo en salud a la población desplazada por
la violencia en Urabà, desde julio de 1997, con los
siguientes ejes de trabajo: a) Capacitar a promotores de salud en
coordinación con las instituciones
colombianas encargadas de dicho mandato.b) Concienciar y
sensibilizar a la población de desplazados en salud c)
Mejorar las condiciones higiénico-sanitarias d)
Acompañamiento psicológico y sensibilización
sobre psicotraumatismo y atención en salud
mental.

  • ANESVAD -ACCIÓN SANITARIA Y DESARROLLO
    SOCIAL:
    ANESVAD realiza Proyectos Sanitarios, Sociales
    y Educativos con el fin de mejorar las condiciones de vida de
    los habitantes de los países de menor desarrollo. Es una
    de las ONG´s más antiguas de España y la de
    mayor presencia en el Sudeste Asiático.

ONG´s COLOMBIANAS

  • CORPORACIÓN AVRE: La Corporación AVRE
    es una Organización No Gubernamental concebida para
    disminuir las secuelas psicológicas de los afectados por
    la violencia sociopolítica y facilitar su
    adaptación a la situación generada por ella,
    mediante el acompañamiento a procesos
    organizativos que busquen dar respuesta a este fenómeno.
    Este objetivo se cumple mediante acciones tendientes
    a:

– Apoyar emocionalmente a la víctimas de la
violencia sociopolítica.

– Asesorar y capacitar a entidades y comunidades para
participar en la recuperación emocional y el mantenimiento del apoyo a las
víctimas.

– Establecer relaciones e intercambiar opiniones con
las diferentes entidades sobre esta problemática para
preparar acciones conjuntas que tienden a la mejoría en
la calidad de
vida de las víctimas.

La Corporación AVRE ejecuta actividades de
salud mental comunitaria articulados a programas de desarrollo
de las afectadas.

Áreas de Trabajo:

– Acciones preventivas e intervenciones
terapéuticas específicas, individuales y
grupales, en los casos en que se presenta alteración o
disfunción emocional importante de la persona o del
grupo.

– Actividades de Asesoría a las comunidades, a
las personas y a las entidades gubernamentales y no
gubernamentales, especialmente de derechos humanos en
aspectos de salud mental, organización y manejo de
grupos, resolución de problemas
intra e intergrupales, desarrollo institucional o
comunitario.

– Actividades terapéuticas que consisten
esencialmente en la atención
médico-psiquiátrica individual y
grupal.

– Actividades educativas relacionadas a la capacitación en salud mental y en
entrenamiento en el manejo de la
problemática emocional de las víctimas d de la
violencia, a agentes de la comunidad y a
entidades interesadas.

– Desarrollo de proyectos de
investigación sobre el impacto emocional de la
violencia en sus víctimas y la mejor manera de
apoyarla.

Historia :

La corporación AVRE nació en 1989 cuando
un grupo de psiquiatras del Departamento de Psiquiatría
de la Universidad
Nacional de Colombia, diseñó un programa para la
atención a las consecuencias emocionales d de las
víctimas de la violencia sociopolítica en
Colombia. El programa se inició con la atención a
los pacientes que llegaban al departamento de
Psiquiatría y luego se extendió diversas regiones
del país. En 1997 el grupo se constituyó como una
organización no gubernamental.

Cubrimiento :

El trabajo tiene cubrimiento nacional y se adelanta en
diferentes ciudades: Magdalena, Montería, Sincelejo,
Bogotá, Bucaramanga, Cali, Popayán,
Villavicencio.

  • SINERGIA: La Sinergía es una ONG que trabaja
    por la salud psicosocial de la comunidad como respuesta a
    nuestra situación de violencia y de estrés
    producidos por desastres
    naturales o no, para mejorar el nivel de salud mental de la
    población.
  • FUNDACIÓN CEDAVIDA: La Fundación
    CEDAVIDA es una ONG que busca cubrir un nivel de
    prevención y protección del niño entre
    cero y siete años, uno de atención psicosocial
    con salud física y mental y
    uno de reconstrucción del proyecto de
    vida a través de la formación con todos los
    miembros de la familia
    de la población desplazada.

La Fundación Social Colombiana CEDAVIDA es una
institución sin ánimo de lucro, que trabaja en
favor de los desplazados y víctimas de la violencia
política en Colombia. Inició su trabajo en 1.988,
año en el cual se produce el primer gran éxodo de
familias campesinas de los últimos
años.

CEDAVIDA desarrolla su labor en Santa Fe de
Bogotá, Villavicencio, Barrancabermeja, Apartadó,
Chigorodó, y Soacha. Las anteriores ciudades son
receptoras de un gran número de desplazados,
provenientes de diversas zonas del país.

La experiencia adquirida en los primeros años
hizo evidente la necesidad de desarrollar un trabajo integral
con la población civil no combatiente en los aspectos
que requerían atención en prevención,
atención humanitaria de emergencia y
consolidación socioeconómica. Para ello
construyen un modelo de
intervención que se denomina "Comunidades Constructoras
de Paz". En ellas se busca cubrir un nivel de prevención
y protección del niño entre cero y siete
años, un nivel de atención psicosocial con salud
física y mental y un nivel de reconstrucción del
proyecto de vida a través de la formación con
todos los miembros de la familia. Este a
su vez propicia un nivel preventivo de que los hechos se
repitan a su interior y en la comunidad rompiendo la espiral de
la violencia. La Guerra es una consecuencia de la
violación de los derechos humanos y del modelo de
formación implementado desde la escuela y la
familia el cual posteriormente revierte a través de las
personas formadas para nutrir la Guerra.
Es una
relación de circulo vicioso, que tiende a ascender en
espiral y que solo puede enfrentarse adecuadamente, como
circulo vicioso, atacando al mismo tiempo los
dos extremos.

El proyecto de formación se constituye en el
eje de la Comunidad constructora de paz, involucrándose
en su desarrollo toda la familia y a la comunidad. No es
posible resolver los problemas de los desplazados sin antes
lograr su reparación moral, para
vencer de alguna manera la impunidad y
aceptar los niveles de responsabilidad para que retomen la
conducción de su vida como sujetos
históricos.

CEDAVIDA considera que su labor se debe realizar con
la participación directa de los beneficiarios, quienes,
luego de ser formados, intervienen directamente en la
coordinación y dirección de los proyectos. El 70% de los
funcionarios son personas desplazadas. En la actualidad cuenta
con 28 hogares infantiles, que constituyen el núcleo de
la Comunidad Constructora de Paz, donde son atendidos 420
niños por 28 maestras, 8 mujeres que preparan alimentos y 8
coordinadoras de área, además de 12 profesionales
y un equipo administrativo de 7 personas. Alrededor de estos
hogares existen aproximadamente 2.500 personas, familiares de
los niños atendidos en el proyecto pedagógico,
vinculadas a CEDAVIDA a través de los siguientes
proyectos: proyectos formación de líderes,
derechos humanos, negociación de conflictos y
pedagogía para la paz,
capacitación para el empleo,
proyectos de generación de ingresos, salud
integral.

El objetivo general de CEDAVIDA es contribuir al
desarrollo de un conglomerado social, a efectos de garantizar
el pleno ejercicio de los derechos humanos, elaborando y
ejecutando planes y programas que permitan a los desplazados
por la violencia política, rehacer su proyecto de vida,
dignificando su existencia.

  • PASTORAL SOCIAL: La Pastoral Social es una
    organización que Impulsa la Nueva Evangelización
    de los grupos humanos afectados por los fenómenos
    migratorios (emigrantes de dentro y fuera de Colombia,
    pescadores, itinerantes y desplazados), para promover sus
    derechos fundamentales y facilitar su integración en las
    nuevas comunidades de vida y de fe, respetando sus valores
    culturales.
  • CORPORACIÓN MARÍA CANO: La
    Corporación María Cano es una ONG Colombiana que
    cumple con funciones de
    capacitación, asesoría y apoyo económico,
    mediante proyectos de cofinanciación con organismos
    internacionales de cooperación al desarrollo y de ayuda
    humanitaria. En este momento están desarrollando un
    programa nutricional llamado la "Olla comunitaria" en el
    departamento de Córdoba.
  • CORPORACIÓN ANTIOQUIA PRESENTE: La
    Corporación Antioquia de Occidente es una Organismo No
    Gubernamental que desde 1983 trabaja en la atención
    integral de comunidades afectadas por desastres
    naturales.
  • PAZ Y TERCER MUNDO: Paz y Tercer mundo tiene la
    intención de iniciar en Colombia proyectos de apoyo a
    las poblaciones más vulnerables. Para lo cual se han
    identificado dos pequeñas acciones a ejecutar en
    Medellín y Ocaña, que servirán para ir
    conociendo mejor la realidad nacional y calibrar las
    posibilidades de mutua colaboración. En Medellín
    se tiene previsto co-financiar un programa de
    acompañamiento y asesoría técnica a grupos
    de producción agropecuaria de comunidades
    campesinas. En Ocaña se apoyará un proyecto de
    autosostenimiento colectivo de viudas de la población de
    Abrego.
  • FUNDACIÓN EDUCATIVA AMOR: La
    Fundación Educativa Amor es una ONG Colombiana y se
    encarga a través de una escuela y de actividades con las
    familias desplazadas en Soacha mantener un contacto con
    más de 10.000 familias desplazadas situadas en las
    montañas de Soacha. Ataca los efectos psico-Sociales del
    Desplazamiento.

El proyecto nace como respuesta a la creciente
problemática de desplazamiento forzado "gota a gota" que
vive el municipio de Soacha, Cundinamarca. Incluye:

– Centro de recepción y diagnóstico de desplazados

– Organización social y desarrollo
comunitario

– Fomento y recuperación de la salud
mental

Promoción de la salud y prevención
integral

– Estabilización sociolaboral: cursos de
capacitación técnica, formación humana y
formación empresarial.

Educación formal a la población
infantil y juvenil. Alfabetización para población
adulta.

– Comunicación y coordinación
interinstitucional.

  • Apoyo a los desplazados por la violencia: El
    Proyecto, se inició en 1997 en colaboración con
    el Servicio
    Jesuita de Refugiados, consiste en prestar una atención
    integral a los desplazados por la violencia. Se puso en marcha
    un Plan de
    Emergencia para prestar servicio de acogida a la nueva
    población desplazada, alcanzando la ayuda a 500
    familias; un Plan de Redefinición del Proyecto de vida
    para 200 familias desplazadas, que les permita tomar decisiones
    vitales a la hora de reorganizar su vida; un Plan de
    Prevención que permita buscar soluciones
    al conflicto armado; y un Plan de Coordinación de
    Trabajos con desplazados.
  • Fondo de emergencia para apoyar a personas
    amenazadas:
    La escalada de violencia ha afectado a la
    Asociación "Programa por la Paz", ya que dos de sus
    miembros han sido amenazados de muerte. Se
    les ha proporcionado los medios necesarios para que ellos y sus
    familias puedan salir del país y reiniciar una nueva
    vida lejos de Colombia.
  • Promoción del desarrollo local con
    campesinos del Departamento del Valle del Cauca:
    El
    Instituto Mayor Campesino-IMCA, situado en Guadalajara de Buga,
    trabaja con comunidades campesinas e indígenas
    pertenecientes a los Municipios de Buga, Restrepo y
    Riofrío. Se ha conseguido que las familias
    pertenecientes a estos Municipios se conviertan en los
    verdaderos actores de un desarrollo
    humano sostenible, y que alcancen mayores niveles de
    autonomía, conservación y uso de los recursos
    naturales.

CAPÍTULO 10

CONCLUSIONES

La terminación de la Guerra
Fría, evidenció la complejidad del problema de
los desplazados internos en varios lugares del mundo, al igual
que en sus dimensiones políticas, sociales,
económicas, psicológicas y jurídicas. En
efecto, el número de personas afectadas en el mundo
resalta la necesidad de considerar a las personas desplazadas con
la misma o con más atención con la que se considera
a los refugiados en el mundo. Se calcula que el número de
desplazamientos internos en el mundo aumentó a 25-30
millones de personas, mientras que el número de refugiados
disminuyó a 14.4 millones. La situación, que
comienza a preocupar a la comunidad internacional, es
protagonizada por varias naciones en desarrollo entre las cuales,
infortunadamente, Colombia ocupa un lugar preeminente. Desde hace
varios años, el Desplazamiento en Colombia dejó de
ser un problema para convertirse en una tragedia
nacional.

Los Desplazados como se conocen a quienes han tenido que
abandonar sus hogares por la violencia y la pobreza, han
venido aumentando considerablemente y hoy se calcula que hay
aproximadamente tres millones de ellos, quienes han abandonado
sus sitios de origen a causa de los diversos tipos de violencia,
practicados en el país desde 1985. La historia reciente del
país está llena de altos y bajos difíciles
de interpretar por quienes están metidos en esta horrible
tarea de dar cuenta de esa pesadilla, resultado de una guerra
irracional, que deja secuelas e intereses fallidos de
represión y diálogo
ante la persistencia de lucha armada, de luchas sociales, que
buscan la conformación de nuevas realidades, y
también por esas dinámicas urbanas marcadas por el
éxodo, el desarraigo y la voluntad de volver a
empezar.

El tema de los desplazados no es un tema nuevo; durante
mucho tiempo, una gran parte de la opinión
pública se acostumbró a vivir en una
situación de "ni guerra- ni paz", reaccionando sobre todo
a los acontecimientos de contornos más terribles, a las
masacres más impresionantes, los magnicidios, los
atentados terroristas, y se manifestaba sensible a los
fenómenos de violencia urbana que la afectaba
directamente: sicarios y bandas juveniles. Pero no se tomó
conciencia sino
muy tardíamente de las transformaciones profundas que la
violencia había producido, la expansión de las
guerrillas, las nuevas estrategias
territoriales de los paramilitares o la continua expansión
del cultivo de droga. Para
que se alcanzara a tomar conciencia de lo que estaba sucediendo
no bastaba con que se multiplicaran los desplazados en las
ciudades. Se necesitaba también que la opinión
pública y sus voceros adoptaran nuevas categorías
para pensar en los fenómenos de la violencia. Mientras
tales fenómenos fueron percibidos como una suerte de mal
crónico que golpeaba ciertas zonas rurales o como el
resultado de una economía de la droga
inducida desde le exterior y que tendría sus lados buenos
y malos, los desplazamientos no podrían aparecer sino como
realidades capilares e individuales. Por supuesto no se
podía ignorar la campaña de exterminación
que golpeaba a la Unión Patriótica, ni tampoco las
acciones de desestabilización realizadas por los
narcotraficantes o el aumento del poder de la
guerrilla y de los paramilitares. Pero no se quería
reconocer que todo esto engendraba verdaderas situaciones de
terror en diversas regiones. Muchos sabían que en las
ciudades como Barrancabermeja o Apartadó existían
fronteras invisibles entre los barrios bajo la tutela de uno u
otro grupo y que los habitantes vivían en medio del miedo.
Pero Colombia es un archipiélago: Lo que sucede en una
región no parece necesariamente ser susceptible de
difundirse hacia las otras.

Los portavoces de la opinión pública
llevaban a cabo lo que puede llamarse una negación
colectiva, en la medida en que no se solidarizaban verdaderamente
con alguna de las partes en conflicto; sin ubicarse ante lo que
parecía un enfrentamiento confuso donde los protagonistas
de la violencia combinaban a su manera todas las formas de lucha,
echando discursos
políticos, acaparando recursos financieros y utilizando
métodos de
gran delincuencia,
se negaban a reconocer que una buena parte de la población
estaba sometida a una verdadera situación de guerra.
Recientemente cuando la polarización de los
enfrentamientos se volvió evidente, las percepciones
comenzaron a cambiar.

El empuje de las fuerzas paramilitares y las masacres
sistemáticas que los acompañan, la expansión
de las guerrillas y el fortalecimiento de su capacidad militar
han quebrado la banalidad de la violencia. Solo así se ha
podido tomar conciencia de la existencia de poblaciones que
están en medio de fuegos cruzados, sometidas al terror, en
amplias regiones del país. Los fracasos de las fuerzas
militares, que empezaron con la operación de las FARC en Las
Delicias, y siguieron con varios otros reveses, acabaron por
convencer que el conflicto ya no tenía mucho en
compón con el cuadro de la violencia rutinaria. Fue
entonces que el problema de los desplazados emergió a
plena luz. El
recrudecimiento de los enfrentamientos y los desplazamientos
masivos de poblaciones no son más que dos caras de una
misma situación.

El tema de los desplazados está, ahora sí
en la agenda nacional. El Congreso ha aprobado una ley, pero se sabe
que ninguna ley, por si sola, hace una política y el
gobierno
pareciera tener dificultad en adoptar alguna. Las autoridades
locales no muestran gran afán por ocuparse del tema:
además de las dificultades financieras a las que se ven
enfrentadas, insisten en que los desplazados engendran tensiones
sociales y que una ayuda a su favor contribuye a fijarlos
definitivamente en el sitio donde sea otorgada. Aún las
ONGs tienen dificultades en identificar los objetivos a
seguir, cuando de trata de ir más allá de las
acciones asistenciales de primera necesidad. ¿Se debe
perseguir la instalación definitiva de los desplazados en
las ciudades o, por el contrario, favorecer su regreso a sus
lugares de origen, cuando éste es posible? Existen
diferentes respuestas a esta pregunta que dependen de la manera
como se interpreta la violencia y sus posibles
salidas.

El desplazamiento forzado como salida de una localidad
hacia otra región ha constituido una respuesta obligada en
el conflicto armado Colombiano. La historia Colombiana con sus
procesos está repleta de acciones de sobrevivencia, de
resistencia y se
observa cómo a manera de puentes forzados se han ido
tejiendo las relaciones entre el campo y la ciudad, entre
regiones socio-culturalmente distintas y entre países
fronterizos. La violencia política hace navegar a Colombia
en contra de la corriente mundial, estar fuera de órbita,
parece estar aislándolo y ubicándolo entre los
temores y aún entre las amenazas por parte de ciertas
potencias hegemónicas internacionales.

Las amenazas, el miedo, el incendio de las viviendas, el
temor de las personas que huyen por las masacres y los
asesinatos, por los enfrentamientos entre los actores armados que
generan violencia y afectan a la población civil junto con
las desapariciones forzosas, son características del
desplazamiento y la comunidad internacional busca encontrar
condiciones de seguridad y paz a través de la salvaguarda
de la dignidad
humana y para ello ha puesto los derechos humanos en la primera
línea de la agenda política y social.

En igual forma, reforzó la democracia en
una nación
pluriétnica y multicultural. Pero en los últimos
años, la situación se ha empeorado y los derechos
humanos de los colombianos con respecto a la salud, el trabajo, la
vivienda y la educación por
nombrar sólo algunos, han hecho que la población
clame por un orden y en especial, por una protección de
sus derechos fundamentales.

La Constitución de 1991, consagró en su
titulo II "Los derechos, las garantías y los deberes" en
el cual se contemplan los mecanismos de aplicación y
protección de estas personas, las responsabilidades del
Estado, de los
funcionarios, y las acciones que se pueden tomar para conservar y
mantener los derechos humanos. Los derechos fundamentales de
índole social son poco distinguidos por la
población en situación de desplazamiento,
desconociéndose por estas personas que son estos
pilares fundamentales al momento de hacer las exigencias a
que tienen derecho ante las autoridades nacionales, "Estos
derechos implican una prestación por parte del Estado y
por lo tanto una erogación económica que por lo
general depende de una decisión
política.

Su razón de ser está en el hecho de que su
mínima satisfacción es una condición
indispensable para el goce de los derechos civiles y
políticos, con lo cual adquieren el carácter de fundamentales; las diferentes
categorías de tales derechos un todo indisoluble que
encuentra, encuentran su base en el reconocimiento de la
divinidad humana, característica que exige
protección permanente con el propósito de obtener
su plena vigencia, sin que jamás pueda satisfacerse la
violación de unos en aras de la realización de
otros." La población desplazada lo que busca
primordialmente es solucionar su crisis alimentaria, educacional,
de salud y de vivienda y que infortunadamente han sido pocas las
familias que se han preocupado por el tema, y que han sido
asesoradas para instaurar alguna acción.

El conflicto armado que ha dado pie a la violencia en
Colombia en las últimas décadas, se ha constituido
en un determinante y condicionante del desplazamiento individual,
familiar y colectivo que tiene un fuerte impacto en la vida
social, puesto que deja a un vasto sector de la población
en situaciones de vulnerabilidad, por cuanto ha sido la causa de
la migración
interna forzada de más de dos millones de personas. Las
familias que se han desplazado del campo a la ciudad, tejen
historias nuevas, salpicadas de resentimientos profundos y odios
naturales, tensiones y dolor por la forma como se han visto
obligadas a salir, pero con el tiempo, ellas aunque presionan de
manera contundente a la familia y reviven culpas, se disuelven y
se moldean a través de una oralidad agradable, por medio
de la cual recrean los grupos de amistad y dan
rienda suelta a los recuerdos imaginados, en donde en espacio y
el tiempo se convierten en la ayuda imprescindible de un nuevo
modo de vida en donde los conflictos diferentes, se
atenúan, se modifica, cuando no, se ven menguados ante las
circunstancias presentes.

La guerra que atraviesa la vida individual, familiar y
colectiva de las personas, deja marcas en sus
historias, modifica su modo de vida y sus expresiones. La guerra
destruye y, recrea la acción colectiva existente al
dividir y polarizar las diferentes identidades. En este sentido,
guerra y desplazamiento, son a la vez generadores de
fragmentaciones espaciales y de fronteras internas, provocadoras
de dinámicas de construcción y
reconstrucción de referentes de identidad y de
territorio que se constituyen en nuevos códigos de
reracionamiento social. Así, los pobladores en distinta
medida y con diversa responsabilidad se van configurando como
victimas y actores de la guerra. La ubicación de ellos en
los nuevos espacios geográficos no aptos para hacer vida
social o familiar, deteriora las condiciones de vida y lleva al
surgimiento de nuevos conflictos, productos de
la contradicción, del enfrentamiento interno, hasta de la
insolidaridad y rechazo de sus propios lideres.

El desplazamiento forzado, no es únicamente una
consecuencia del conflicto armado, por cuanto al tipificarse
el o la desplazada como víctima de una
violación compleja de derechos humanos, victima de un
delito, victima
de una infracción al derecho internacional humanitario y
victima de un crimen de guerra que la obliga a desplazarse, el o
ella se constituyen en titulares de todos los derechos que tiene
toda victima de un delito, de una violación a los derechos
humanos y de una infracción al derecho internacional
humanitario, según reza la sentencia de la Corte
Constitucional del año 2001.

El desplazamiento forzado implica, la salida abrupta de
las parcialidades, de sus resguardos y territorios colectivos,
con los cuales mantienen unas relaciones exclusivas de
intercambio y de generaciones, y que cimienta a su vez el
desenvolvimiento y autoproducción de las culturas. Implica
un tipo especial de desarraigo cultural, al encontrarse ellos con
prácticas culturales no sólo diferentes, sino
enfrentadas con las propias, y al incorporarse en modelos
productivos basados en el crecimiento, la productividad y
la monetarización, sin posibilidad de decidir su futuro
como pueblos. Con esto se impide el derecho a adoptar libremente
las decisiones sobre el futuro como pueblos y como individuo, por
lo cual se resisten a desplazarse y a esperar la muerte por
parte de los actores armados: militares, guerrilla y
autodefensas, que buscan expansión y control
territorial. Las FARC, estarían asumiendo una
posición torpe sin razón de ser, pues hace 500
años las comunidades indígenas adelantan un proceso
de resistencia civil neutral en defensa de sus
territorios.

Los desplazados son en su mayoría campesinos que
en los últimos diez años, huyeron de las amenazas y
homicidios
cometidos por grupos guerrilleros, de las masacres perpetradas
por los paramilitares, de los abusos y ejecuciones
extrajudiciales de la fuerza
pública y de la violencia generalizada por el narcotráfico. Solo el 1.28 % de estas
personas han recibido algún tipo de ayuda humanitaria. En
otros términos y gracias a la violencia, a la incapacidad
del Estado y al secular abandono del campo, Colombia ha creado
una legión de seres humanos víctimas del
desarraigo. Son personas humilladas y despojadas de su dignidad,
que sufren la marginalidad, la
discriminación y el temer por su futuro, y
sin quererlo se convierten en materia prima
para alimentar todas las formas de delincuencia o de indisciplina
social, a quienes se les discrimina sin resolver sus enormes
necesidades. Si a esto le sumamos la indiferencia social, que
lleva a mirar el pavoroso drama del desplazamiento como algo
remoto y ajeno. Pero tienen algo que les queda en común y
es el miedo y las imágenes
del terror que transportan con ellos, un miedo y un terror que,
aún cuando se ubiquen en otro sitio, no los abandona,
porque la desconfianza subsiste hasta en las ciudades.

La situación actual también se distingue
de la de los años 50´, ya que durante la Violencia,
las ciudades eran refugios más o menos seguros para los
desplazados. Es cierto que los asesinatos urbanos no estuvieron
ausentes en ese tiempo, y se sabe que una de las ciudades mas
golpeadas fue Cali. También es cierto, que muchos
debían establecerse en terrenos de invasión con el
riesgo de
suscitar la reacción violenta de la policía, pero
podían por lo menos sustraerse al dominio de sus
antiguos jefes y otros gestionarios locales de la
violencia.

Hoy en día, las cosas acontecen de otra manera;
las ciudades ya no representan un refugio y estas personas no
pueden soñar con escapar a la influencia de los
protagonistas que han conocido en el lugar de la partida y menos
aún de los que actúan en el medio urbano. Ya no hay
espacios libres de la autoridad, de
las redes informales
o ilegales de poder en Colombia, que pueden estar formadas por
bandas juveniles, por milicias que controlan los barrios, por
individuos que mantienen contacto con la guerrilla o con los
paramilitares. Puede tratarse también sencillamente de las
organizaciones
que asumen la voz de asentamientos de desplazados. Entre todas
estas redes las interferencias son muchas. No faltan los casos en
los cuales estas personas por la acción de los
paramilitares y por la acción de la guerrilla se
encuentran instalados los unos cerca de los otros, lo que agudiza
todavía más las tensiones. En cualquiera de estas
condiciones se hace difícil la emergencia de lazos que de
cohesión entre ellos.

La situación entonces, no es muy diferente de la
tenían cuando partieron, prevalece la desconfianza, los
rumores circulan, es posible la incursión de tal o tal
grupo, la sensación de ser espiados por los agentes de uno
u otro grupo es general. Estas personas pueden considerarse como
rehenes ya que de un día para otro pueden ser
instrumentalizados en función de
planes que no son los suyos. Mientras tanto, alimentan los
argumentos de cada campo para denunciar los desmanes del
otro.

No solo son rehenes sino también sospechosos; lo
son a los ojos de la población que está alrededor
de los asentamientos que se preocupan del desorden provocado por
los recién venidos. Lo son de la misma forma para las
autoridades, que insisten en que su instalación favorece
la intromisión de los grupos armados y no saben que
medidas tomar, dudando como se ha señalado, entre aceptar
su instalación definitiva y presionar para hacerlos
regresar al punto de partida, sin ofrecerles alguna
garantía sobre todo de seguridad; es lo único que
tienen claro estas autoridades que están frente a un
problema social explosivo. La condición en que las
autoridades han delimitado los asentamientos, alejándolos
lo más posible del centro de la ciudad, muestra la
intensidad de ver las cosas, sin atenuar con ello el desorden
ocasionado.

Según informe del
Codhes, realizado en el ultimo trimestre de este año, el
litoral pacífico, tiene concentrado a 32.000 desplazados a
nivel nacional; así, en todo el territorio el total
asciende a 91.467 personas distribuidas en 18.293 hogares, en 564
municipios de 29 departamentos. Esos 91.467 con los del primer
trimestre suman una cifra de 153.463 desplazados. Hace diez
años cuando el Codhes en uno de sus informes hizo
las primeras advertencias sobre la realidad que hoy se denuncia,
el Valle del Cauca tenía 53.000 personas desplazadas de
diferentes lugares; de ese número, había 32.000 en
Cali. Ahora de esos números se le agregan los 51.700 que
han llegado a la capital en los
últimos seis años. El informe del Codhes anota que
Cali ha recibido entre abril y julio 6.500 personas en
situación de desplazamiento, siendo la segunda ciudad en
esta condición a nivel nacional después de
Bogotá con 11.191; en promedio a la ciudad llegan cada
día de cuatro a cinco familias, por lo tanto el Gobernador
del Valle del cauca, Angelino Garzón, se pronunció
diciendo que el Gobierno Nacional debe hacer una mayor inversión social, que se necesitan acciones
conjuntas y eso se logra en la medida en que el Estado haga
presencia, no solo militar. Esto no puede seguir si el Gobierno
está por un lado, la comunidad internacional por el otro y
los departamentos por otro, se necesita un fondo común
para trabajar en la educación, salud, mejoramiento y
construcción de viviendas y empleo, para lograr una
considerable disminución de desplazados.

Bajo la Ley 387 de 1997, conocida como la ley de los
desplazados, se adoptan medidas para la prevención,
consolidación y estabilización
socio-económica, pero tiene dos aspectos negativos que
mucha importancia y es el bajo nivel de coercitividad y dos
problemas que merecen la atención y el ser subsanados como
son:

  1. La ausencia de verdaderas estrategias de apoyo
    psicosocial, este es el aspecto mas ausente y el mas
    importante, ya que para estas personas lo mas difícil de
    llegar a vivir a una ciudad es el estar rodeadas de personas
    con costumbres totalmente distintas a las suyas y, que a vez se
    muestran indiferentes ante ellos y ante ésta grave
    situación.
  2. Los programas que se brindan no son lo
    suficientemente sólidos y estructurados para garantizar
    la más adecuada y pertinente ayuda.

La sociedad
Colombiana, ante un problema tan serio, está en mora de
enunciar una verdadera estrategia para
responder de raíz a este drama. Aunque se han empezado a
plantear soluciones desde sectores oficiales y no oficiales, se
constata que en contraste con el acelerado crecimiento del
problema, la definición de respuestas y programas avanza a
un ritmo muy lento. Es indudable que un tratamiento exhaustivo
ante la situación de desplazamiento debe ocuparse de sus
causas, la protección y las soluciones para su
regreso.

Estas personas como ciudadanos – as de un
país, exigen por encima de todo que las autoridades
respeten y apliquen sus derechos de ciudadanos, incluido el
derecho a la libertad de
circulación y residencia. Se debe trabajar para evitar que
ésta población no se siga viendo obligada a
enfrentar el drama de la exclusión, la
estigmatización y el desarraigo, por lo tanto hay que
hacer partícipes a la comunidad en general o al colectivo
para buscar una pronta solución y brindar una mejor y
óptima calidad de vida
que es la que se merecen.

Considerar lo que el desplazamiento forzado conlleva y
llegar a la conclusión de qué genera un imaginario
y buscar una solución, amerita un estudio profundo y una
visión integral, por lo tanto ha llevado a formular los
siguientes interrogantes: ¿Son suficientes las
políticas que el Gobierno ha implementado a las entidades
creadas a favor de los de los desplazados con base en las
disposiciones de la Ley 387 de 1997?; ¿Como reincorporar a
los desplazados en la sociedad?; ¿Es suficiente el nivel
de coercitividad de las normas sobre
desplazados para la efectiva reinserción a su antiguo
medio y adaptación a la zona urbana?; ¿En la ciudad
Santiago de Cali, como se podría vincular a los
desplazados dentro de un proyecto que les garantice ingresar a la
sociedad de una manera activa y productiva?. La razón de
estos interrogantes es porque las normas para regular el problema
del desplazamiento no han tenido la suficiente fuerza
determinante para solucionar su situación actual,
además para esto es necesario que el Gobierno tome las
medidas necesarias para que se reincorporen a la sociedad, sin
considerarlos ni que ellos se consideren una carga social,
así mismo brindarle capacitación en diferentes
campos, para que puedan conformar agrupaciones de trabajo,
crearles un espacio de desarrollo
económico y con esto impulsar la economía de su
grupo familiar, de trabajo, de Santiago de Cali y del Valle del
Cauca.

Las investigaciones
sociales como tal no tienen fin, en tanto que el ser humano es
indescifrable, es por ello que con un grupo de profesores
investigadores y 3 alumnas de la Facultad de Derecho, se ha
creado del grupo HERNANDO DEVIS ECHANDIA, avalado
institucionalmente y registrado ante Conciencias, con dos
semilleros de investigación, uno de ellos "Desplazados
por Colombia" (GIDESCO) busca cambiar la imagen que se
tiene de los desplazados, a través del proyecto de
investigación Reconstrucción del Imaginario
Colectivo frente a los desplazados en la ciudad Santiago de
Cali,
teniendo como base que estas personas normales,
envueltas en un conflicto en el que no participan como actores y
son una de las consecuencias de la irracional guerra irregular
que enfrenta Colombia.

"Si hay guerra, que no compartimos, que se respete a
los civiles, que haya una política para atender los
costos sociales.
El desplazamiento se ha convertido en una expresión del
fracaso de la política de seguridad
democrática"

Recomendaciones

Con base en lo anterior, la Comisión formula las
siguientes recomendaciones:

1. Las partes en el conflicto armado interno deben
observar los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos,
particularmente para evitar y prevenir las condiciones que llevan
al desplazamiento forzado interno.

2. El Estado colombiano debe requerir a todas sus
instituciones y agentes respetar las normas internacionales y
nacionales relativas a los desplazados internos, en particular la
obligación de respetar los derechos a la vida, integridad
física y seguridad personal de los
desplazados. En este sentido, el Estado colombiano debe difundir
ampliamente el texto de los
Principios Rectores de los Desplazamientos Internos.

3. El Estado debe asegurar el reasentamiento o regreso a
los lugares habituales de residencia. La Comisión subraya
que los procesos de retorno deben efectuarse de manera
voluntaria, y en condiciones de seguridad y dignidad para los
retornados.

4. El Estado colombiano debe desarrollar una
campaña sobre la situación de los desplazados
enfatizando su calidad de población civil, no combatiente
ni asimilable a ninguna de las partes en el conflicto, para
evitar las confusiones difundidas por algunas personalidades del
Estado, incluyendo miembros de las Fuerzas Militares y de la
Policía.

5. El Estado colombiano debe ejecutar los programas de
asistencia humanitaria y de desarrollo en coordinación con
entidades internacionales con experticia en el tema, asegurando
que se facilite el alojamiento adecuado, se cumpla con las reglas
básicas en materia de
salud e higiene, y se
respeten las unidades familiares.

6. El Estado colombiano debe garantizar el respeto por
parte de todas las autoridades nacionales y locales, elegidas o
designadas, de los principios de igualdad y no
discriminación a los desplazados internos,
para evitar situaciones de rechazo.

7. El Estado colombiano debe consolidar los mecanismos
judiciales para impedir la proliferación de la impunidad
de los actores institucionales y/o particulares que han causado
el desplazamiento forzado de personas y su correlativo
sentimiento de extrema vulnerabilidad en el seno de la
población afectada.

8. El Estado colombiano debe reforzar en prioridad la
protección de los defensores de los derechos humanos de
los desplazados.

9. El Estado debe iniciar en los plazos más
breves una campaña para documentar a los desplazados
internos, tomando en cuenta la experiencia de varios
países de la región y la cooperación de las
organizaciones con experiencia en esta tema.

10. El Estado debe fortalecer la presencia y
coordinación del sector internacional para compartir y
coordinar programas eficaces de atención que permitan
soluciones coherentes y duraderas.

11. El Estado debe implementar la política de
distribución de tierras dentro del marco
legal ya establecido y con mayor involucramiento y
protección a los funcionarios de INCORA para el cabal
desarrollo de sus funciones durante todas las etapas de
adjudicación de tierras a los desplazados.

13.
BIBLIOGRAFÍA

AGUDELO VILLA, Hernando, El Liberalismo:
Una visión democrática de la propiedad en
función del bien común,
Revista
Historia y política, Universidad de Antioquia,
Medellín, 1984.

AMÉRICAS WATCH, Informe sobre las reformas que
buscan disminuir la violencia en Colombia
, Institutos de
Estudios Políticos y Relaciones
Internacionales de las Naciones Unidas, 1997.

AMÉZQUITA, Dolores A, La falsa sostenibilidad
bananera y la irrealidad de la zona
, documento El Colombiano,
agosto de 2000.

Amnistía Internacional, Colombia, ¿Just
What Do We Have to Do to Stay Alive ? Colombia´s
Internally Displaced : Dispossessed and Exiled in Their Own
Land, octubre de 1997.

AMNISTIA INTERNACIONAL, informe "Colombia: Cuerpos
marcados, crímenes silenciados: Violencia sexual contra
las mujeres en el marco del conflicto armado
, Bogotá,
octubre de 2004.

ANNAN, Kofi, Intervención sobre la
situación en Bosnia
, Secretaría General de las
Naciones Unidas.

ARAUJO, Consuelo, Programa para difundir el Español
entre las gentes del Putumayo. Escuelas de Idiomas:
¿Porqué hablan portugués?
, Ministerio de
la Cultura,
Bogotá, 1997.

BARRETO, Francisco Javier; VALDERRAMA, Juan Camilo;
SANDOVAL VILLABA, Clara Lucia, Interpretación del
artículo 3 común a los convenios de Ginebra. Una
panorámica de la guerra que se vive, en el Derecho
Humanitario, La otra guerra
, Plaza & Janés,
página 311, Bogotá, 1999.

Boletín de Procuraduría Regional de
Santiago de Cali, Nro. 142, pag. 38.

BUSTILLO, Juan Manuel, El Derecho a la Salud de los
desplazados en Colombia: Entre la formalidad y la
realidad.

CABRERA SUÁREZ, Lisandro Alfonso,
Desplazados, Universidad Santiago de Cali,
Colección 2000, Cali, 2000.

CABRERA SUÁREZ, Lisandro Alfonso. Con el honor en
la mochila: Experiencias del retorno, pág. 25.

CASTRO, Jaime, La sensibilidad jurídica ante
los vacíos de procedimiento
, El Tiempo,
1997.

CODHES, Consultoría para los Derechos Humanos y el
Desplazamiento; Análisis, 2004.

Comisión Vida, Justicia y
Paz, Arquidiócesis de Cali, desplazados en Cali :
Entre el miedo y la pobreza, 1997.

CONSTITUCION NACIONAL DE COLOMBIA,1991.

DE ROUX, Carlos Vicente, Los derechos humanos, el
Derecho Internacional Humanitario y la Paz en la Colombia de hoy,
Fundación Social, Agenda Ciudadana para la Paz, Santa Fe
de Bogotá, septiembre de 1998.

Decreto 1165 del 28 de abril de 1997

Defensoría del Pueblo, tercer Informe Anual del
defensor del Pueblo al Congreso de Colombia, 1996, pág.
82.

DIAGO AGUILAR, José María, América
Latina frente a la internacionalización de la
economía, México, UNAM, Septiembre 2003.

DÍAZ CALLEJAS, Apolinar. "Colombia; La
Cuestión Agraria
". Ediciones siglo XXI, pag 7,
Medellín, Colombia, 1978.

DÍAZ W, Fabio, La tugurización: Una
cultura urbana del siglo XX que pelea su espacio
,
artículo revista Claridades, Comunidad Urbana "Ciudad
Bolívar",
mayo de 2001.

DÍEZ, Danilo, Marquetalia o el inicio de una
guerra dependiente
, Mora Editores, Barranquilla,
2002.

DOMINGUEZ CAMARGO, Hernando, (1606-1659) Invectiva
apologética
, 1678.

ECHEVERRY MEJÍA, Gilberto, El origen de las
Convivir
, artículo El Mundo, Medellín,
1996.

El Decreto Reglamentario 2569 de 2000

El Tiempo, 31 de diciembre de 1997.

ESPINOSA VALDERRAMA, Abdón, Sobre la falacia
urbana y otros mitos
, revista Eco, Bogotá,
1987.

ESQUIROL, Jorge L, El proceso de paz: Conforme al
Derecho Internacional, La otra Guerra
, Plaza & Janes
Editores, Bogotá, 1999.

FORERO BENAVIDEZ, Abelardo, Breve reseña de la
violencia colombiana
, Tercer Mundo, Bogotá,
1979.

FUNDACIÓN MANUEL CEPEDA VARGAS, Genocidio de la
Unión Patriótica, documento, 2005

GILIBERT, Gilberto, Conferencia,
Policía Nacional de Colombia: "Las cuatro principales
ciudades andinas de Colombia generan el ochenta por ciento de los
delitos y de
los muertos del país
", Bogotá, 2002.

GIRALDO, Javier, sobre El conflicto social, Humana,
Bogotá, 2001.

GÓMEZ, Juan Gabriel, La humanización
del conflicto armado y la realización de acuerdos de paz
en el caso salvadoreño"
.

GROSS RIVER, Jacques, ¿La humanización
facilita el proceso de paz?, Humanizar la Guerra: Una
opción urgente
, colección Sociedad y Conflicto,
Cinep, 1996.

GUEVARA CORRAL, Rubén
Darío, DESPLAZAMIENTO Y DERECHOS HUMANOS.

GUTIERREZ M, Alfredo, El sempiterno problema de la
tenencia de la tierra en
Colombia: Una inamovible
estructura de latifundios
devoradores y minifundios engullidos,
revista Apuntes y
Desarrollo, Facultad de Agronomía Universidad Nacional,
Bogotá, 1999.

GUTIERREZ, Elio Fabio, La necesidad de un nuevo
sistema curricular en la Educación
Superior de Colombia,
revista Itinearios,
publicación de las universidades regionales,
2003.

IGLESIAS, Enrique, Banco
Interamericano de Desarrollo, Carta
Informativa, 2000.

Informe de la Conferencia Episcopal de Colombia,
Derechos Humanos: Desplazados por violencia en Colombia,
1995.

Inited states Commttee for refugees, Colombia?s Silent
Crisis : One Million Displaced by 280 280 Violence, marzo de
1998.

Internet : ///A/violacionalosderechoshumanos
/romero.html.

JIMENEZ GÓMEZ, Carlos, Procurador General de la
Nación,
en la Cámara de Representantes, Bogotá,
1983.

KOMPASS, Anders, "Hay que desactivar la guerra",
Delegado de la ONU para los
Derechos Humanos, en revista Semana, octubre de 2000.

La Ley de Desplazados inicio curso en el Congreso de la
República con el proyecto de Ley número 15 de 1996,
presentada por Fernando Fernández, Yolima Espinoza y
Nelson Villoria, sancionada finalmente por el presidente Ernesto
Samper Pizarro el 18 de Julio de 1997.

LARA BONILLA, Rodrigo, Estamos enfrentando a
verdaderos ejércitos privados
, intervención
ante el Senado, Bogotá, 1982.

LEMOS SIMONDS, Carlos, Guerrilla, apoyo internacional y
compromisos, El Tiempo, Editorial, Bogotá 1992.

LEY 387, de 18 de julio de 1997

LIÉVANO AGUIRRE, Indalecio, Los grandes
conflictos económicos y sociales de nuestra historia
,
Norma, Santa Fe de Bogotá, 2001.

LIMA, Leila, La construcción de la paz,
informe sobre la población desplazada de Colombia para la
Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados, Bogotá, 1998.

LLERAS RESTREPO, Carlos, Cuestiones básicas.
Apuntes sobre una reforma
agraria en Colombia y la integración
económica de extensas tierras ociosas,
El
Espectador, junio de 1973.

MARTINEZ T, Emilio, El proceso de la
retaliación urbana contra campesinos desplazados
, El
Magazín, Barranquilla, 1999.

MARTINEZ, Guillermo, Los civiles atrapados en los
santanderes
, revista Discrepancia, Cúcuta, julio de
1999.

MENDEZ GÓMEZ, Alfonso, Las ausencias del Estado
Constitucional en varias regiones colombianas, conferencia,
Asociación Colombiana de Municipios, Bogotá,
2000.

MENDEZ, Ignacio, La cosecha "vacunada": Un
campesinado en quiebra
, artículo en El Heraldo,
septiembre de 2003.

MENDEZ, Juan E, La violencia continúa,
Informe del Director del Comité Américas Watch,
Tercer Mundo Editores, Bogotá, 1993.

MOLANO, Alfredo, Ventana al Porvenir, Siguiente
el corte, 1990.

MONTAD F, Carlos, El futuro depredado y otras notas
sobre el desastre ecológico en el Amazonas
,
Universidad Autónoma de México, UNAM,
México, octubre de 1998.

MONTES L, Gabriel, Las mentiras de la muerte:
¿Quién responde por las masacres del bajo cauca
antioqueño?,
Grupo Solidaridad, Universidad de
Antioquia, Medellín, 1989.

NAVARRO, Antonio, Una economía campesina capaz
de producir eficientemente
, El problema rural da la clave,
Tierras en Conflicto, Santa Fe de Bogotá, marzo-abril del
2005.

OFICINA HUMANISTARIA DE LA COMUNIDAD EUROPEA, ECHO,
Boletín informativo, septiembre 1993.

ONU. Boletín Naciones Unidas. Julio de
1997.

PARDO LLADA, José, El Fidel que yo
conocí
, Plaza & Janes, 1988.

Periódico El País. Agosto 20 de 1999, pag.
12.

PRETTEL DE LA VEGA, Sabas, Intervención ante la
Cámara de Representantes, Proyecto Justicia y Paz, Santa
Fe de Bogotá, julio de 2005.

"Pushed by US, Colombia Plans New Chemical Attack on
Coca", New York Times, 20 de junio de 1998.

RAMIREZ T, Iván, MD, Una clínica para
la guerra
, Universidad del Tolima, Ibagué,
2000.

RAMOS GARBIRAS, Alberto, Derechos Humanos y
Democracia
, Departamento de Publicaciones Universidad Libre
de Colombia, Seccional de Cali, Editorial FAID, 1999.

RAMOS GARBIRAS, Alberto, Violencia, fronteras e
intervención
, Textos Académicos, FAID Editores,
Cali, 2000.

RANGEL SUÁRES, Alfredo, Colombia: Guerra en el
fin de siglo
, Universidad de los Andes, facultad de Ciencias
Sociales, TM Editores, Bogotá, 1998.

RANGEL SUAREZ, Alfredo, Colombia: Guerra en el fin de
siglo
, Universidad de los Andes, facultad de Ciencias
Sociales, TM Editores, Bogotá, 1998.

Resolución 1998/50 de la Comisión de
Derechos Humanos, 17 de abril de 1998,
E/CN.4/1998/53/Add.2.

Revista Ejercito Nacional de Colombia, Nro. 98, pag.
20.

Revista SEMANA, No 967, de noviembre 13-20 de
2000.

REYES POSADA, Alejandro, El problema territorial del
desplazamiento forzoso

RIVAS M, Luis, Historia del bandolerismo en el
Tolima
, Editorial Andes, Ibagué, 1997.

RODRIGO ESCOBAR GIL, Rodrigo, ponente sentencia T-1346
DE 2001.

RODRIGUEZ SILVA, Alberto, De las masacres y la
violencia en Colombia
, 1997.

ROJAS RODRÍGUEZ, Jorge, Para una lectura de Un
país que huye, inducción al Informe Un país que
huye. Desplazamiento y violencia de una nación
fragmentada
, de la Consultoría para los Derechos
Humanos, CODHES, y la UNICEF Colombia, volumen I, Santa
Fe de Bogotá, 1999.

RUBIANO SAENZ, Pedro, Epístola por la paz,
Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia,
Bogotá, 2004.

RUIZ H, José Luís, Antropología
del desarraigo, una forma de leer los abandonos de los
desplazados,
Imprenta
Temis, Bogotá, 1987.

SABOGAL, Melquesidec, Crisis social agraria,
narcóticos y guerra
, Conversaciones de paz, Santa Fe
de Bogotá, junio del 2000.

SALINAS, Yamile, Estándares Internacionales,
Corte Interamericana de Derechos Humanos, ONU, 2004.

SAMPER STRAUSS, Jacquin, Los Desplazados : Esa
Colombia que no podemos ignorar
, Presidencia de la
República, Despacho de la Primera Dama de la
Nación, 1997.

SANCHEZ LOW, Alfredo, La violencia en Colombia: Un
fenómeno epidemiológico
, Universidad Nacional,
Cuadernos Sencillos, Bogotá, 2001.

SANTOS CALDERON, Enrique, Contraescape, El
Tiempo, Bogotá, septiembre de 1986.

SANTOS FRANCISCO, Documentos
Vicepresidencia de la República, Bogotá,
2004.

SARMIENTO P, Eduardo, Análisis, La gravedad de
una apertura sin condiciones
, El Espectador, Bogotá,
1998.

SARMIENTO P, Eduardo, Los cuestionamientos al Dane,
Análisis
, El Espectador, agosto de 2005.

SARMIENTO, Domingo Faustino, Apuntes sobre la raza y
otras notas
, Buenos Aires,
1867.

SUÁREZ NAYAS, Ramón A,
Apuntes sobre la ideología del terror en las culturas de
oriente
, Universidad Autónoma de México,
México, 1998.

TEHORTÚA CRUZ, Adolfo León; VÉLEZ
RAMÍREZ, Humberto, Estado y fuerzas armadas en
Colombia
, Universidad Javeriana, Cali, 1994.

TORRES, Mauro, Camilo o la exacerbación de un
ideario
, Ed. Pinto, Bogotá, 1998.

TOVAR PINZON, Hermes, Colombia: Droga,
economía, guerra y paz
, Planeta, Bogotá,
1999.

URIBE VELEZ, Álvaro, Hacia la meta en la
reducción del déficit fiscal
, Conferencia de
prensa,
Informe de Gobierno, Bogotá, julio 2005.

VALENCIA TOVAR, Álvaro, La población
civil entre el fuego
, análisis revista Estrategia,
Bogotá, diciembre 18 de 1998.

WILLIAMS SANMARTIN, Augusto, En esta lucha el pueblo
pone los muertos
, ensayo,
editorial Girasol, Neiva, julio de 1971.

YUSTY, Miguel, Paz & Región. Un presente
que horroriza
, Artes Gráficas Univalle, Santiago de Cali, julio
de 1998.

ZULUAGA NIETO, Jaime, Una mirada sobre el
fenómeno paramilitar
, revista Punto de Encuentro,
Bogotá, marzo-abril del 2005.

DEDICATORIA:

A UNA MUJER QUE
TRANSFORMO MIS DIAS: MI ESPOSA VIVIANA, MI VIVI

GRACIAS POR DARME TU INCONDICIONAL APOYO
Y AMOR VERDADERO.

Lizandro Alfonso Cabrera Suárez

Profesor Investigador

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter