La educación en valores y el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Matemática: dos aristas de un mismo problema
RESUMEN
La situación del mundo contemporáneo es
muy convulsa. El planeta constantemente se ha estado
transformando en todos los órdenes: el derrumbe del Campo
Socialista y la desaparición de la URSS, las diversas
crisis
económicas capitalistas, las diferencias políticas
y militares entre gobiernos que producen el estallido de injustas
acciones
bélicas, la implantación del modelo
económico neoliberal como sistema
favorecedor de una minoría y devastador para una
mayoría.
Todo ello ha incidido sobre Cuba que ha
sabido resistir al recrudecimiento del bloqueo y la guerra
ideológica (prácticamente en todos las esferas)
impuesta por Estados
Unidos.
Los elementos antes mencionados, unidos al
período de crisis económica acaecido en Cuba a
partir de 1990, influyen directamente en la dinámica de la sociedad
cubana, reflejándose en el surgimiento de diversas
manifestaciones negativas como egoísmo, individualismo,
afán de lucro, falta de fe, indisciplinas laborales y
sociales, entre otras.
Es por ello que en el sector educacional resulta
imprescindible abordar la educación en
valores a
través de las potencialidades educativas del contenido, el
ejemplo personal del
maestro, las actividades extradocentes y
extraescolares.
INTRODUCCIÓN
En la última década, antes del
período especial, se hizo énfasis en el
sistema de contenidos cognoscitivos y en el de hábitos y
habilidades. Esto no quiere decir que esa tendencia haya sido
negativa, pero junto con lo cognoscitivo, debe estar el
componente afectivo, y en su interacción dialéctica contribuir a
la educación
en valores en correspondencia con nuestro proyecto social,
elemento que ha cobrado una gran fuerza a
partir de la nueva revolución
educacional en la que estamos inmersos.
De una forma u otra cada asignatura puede contribuir a
la formación del hombre nuevo;
ejemplo de ello es el proceso de
enseñanza–aprendizaje de la
Matemática
que cuenta con elementos de suficiente valor para
desarrollar este trabajo de
encomioso empeño por parte de los profesores, que en estos
momentos le abren un espacio a la educación en valores
entre los números, figuras geométricas, funciones,
etc.
La clase de
Matemática está llamada a una singular
remodelación que integre acciones dirigidas a la
instrucción, al desarrollo y a
la educación de los alumnos y alumnas, los que
interactúan dinámicamente con el objeto de
aprendizaje y entre sí.
DESARROLLO
Diversos momentos del proceso de
enseñanza-aprendizaje de la Matemática se
caracterizan por ser poco productivos, mecánicos,
repetitivos, donde los alumnos no necesitan realizar esfuerzos
mentales significativos, así como es catalogada de pobre
la influencia que se ejerce sobre los valores, normas de
comportamientos y hábitos sociales.
El aprendizaje mecánico y reproductivo de los
contenidos matemáticos está condicionado por el
poco análisis y la poca reflexión de los
estudiantes frente a un tema o problema determinado, del cual no
pueden ofrecer ricas explicaciones o plantear inquietudes
interesantes, provocando un proceso docente pasivo, donde no
alcanza ningún protagonismo la figura estudiantil,
mostrándose poco independiente, aburrida y deseosa de que
concluya la clase.
La enseñanza-aprendizaje de la Matemática
debe ser un proceso dinámico, estrechamente vinculado con
la vida práctica, desarrollador y movilizador de la
inteligencia.
Las actividades que en ella se desarrollen deben buscar la
variedad de contenidos que abarquen toda la esfera
motivacional-afectiva de un adolescente, elemento que en este
período biológico resulta de gran importancia. Esa
diversidad se concreta en las riquezas que contiene la
relación asignatura-vida práctica, aunque algunos
profesores del claustro no dominan la metodología con que se debe impartir la
asignatura.
Las clases de Matemática deben contribuir a que
los estudiantes demuestren el patriotismo y el rechazo al
imperialismo
yanqui, puedan decidir por la continuidad de estudios, se
planteen y resuelvan problemas de
la vida práctica, y sean portadores de hábitos de
convivencia social, responsabilidad, honradez y honestidad.
Cada uno de los temas a tratar en la clase de
Matemática han de vincularse con los valores
que se quieren fortalecer en los alumnos como ciudadanos de un
proyecto socialista. De esta forma los estudiantes que egresan de
las aulas poseerán un vasto conocimiento
sobre aspectos importantes del desarrollo de las ciencias;
así como desarrollarán habilidades mentales y
capacidades creadoras atendiendo a sus intereses cognoscitivos,
fortaleciendo valores como el patriotismo, la solidaridad, el
antimperialismo, la responsabilidad ciudadana, entre otros, y en
donde desempeña un papel importante el rol profesional del
maestro.
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