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Elementos míticos en García Márquez, Sábato y Neruda (página 2)




Enviado por Berta Lucía Estrada



Partes: 1, 2

En Macondo encontramos almendros eternizados por
José Arcadio Buendía, y él mismo va a estar
atado durante los últimos años de su vida al
castaño de su casa. Este castaño es en realidad el
Axis-Mundi que le permite emprender el viaje extático
característico de todo chamán.

Construcción de Macondo: En los pueblos naturales
es el chamán quien decide la ubicación de la maloca
o de las tiendas, y su construcción es, por lo general, una fiel
copia de la vivienda de los ancestros míticos y siempre va
acompañada de la recitación del mito
cosmogónico.

En CIEN AÑOS DE SOLEDAD la recitación
está de hecho representada en el nombre mismo del
patriarca: José Arcadio Buendía. La Arcadia era una
zona de pastoreo del Peloponeso antiguo. La literatura bucólica
la toma siempre como escenario de sus acciones. La
Arcadia, es un lugar ideal, armónico, y las historias que
allí se desarrollan tienen, como común denominador
un final feliz: "…era el hombre
más emprendedor que se vería jamás en la
aldea, había dispuesto de tal modo la posición de
las casas, que desde todas podía llegarse al río y
abastecerse de agua con igual
esfuerzo, y trazó las calles con tan buen sentido que
ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del
calor".

El pueblo es, en su totalidad, una fiel copia de la casa
del patriarca.

Otra de las características sagradas de Macondo
la encontramos en una frase de Úrsula:

"-No nos iremos -dijo-. Aquí nos quedamos, porque
aquí hemos tenido un hijo.

-Todavía no tenemos un muerto -dijo él-.
Uno no es de ninguna parte mientras no tenga ningún muerto
bajo la
tierra.

-Si es necesario que yo muera para que se queden
aquí, me muero."

Ningún espacio sagrado puede abandonarse, este
mismo tópico lo encontramos en la narrativa de Juan
Rulfo.

Regreso al caos: Todos los males de Macondo provienen
del exterior, son siempre elementos o personas foráneas
los causantes de la profanación del espacio. Las primeras
casas son de cañabrava y sus techos de paja son
reemplazados luego por techos de zinc. El retorno al caos implica
que Macondo tendrá que soportar siete plagas antes de
desaparecer por completo de la memoria de
los hombres:

  1. La fiebre del
    insomnio: Traída por Rebeca.
  2. La rivalidad entre Rebeca y Amaranta: El causante es
    Pietro Crespi.
  3. La violencia:
    Proveniente del gobierno
    conservador. Hasta ese momento Macondo se había
    mantenido alejado del gobierno central, pero la llegada del
    corregidor Moscote y la posterior violación de las urnas
    en favor del gobierno que representa, marcan el inicio de las
    32 guerras
    civiles que emprenderá el Coronel Aureliano
    Buendía.
  4. La fiebre del banano: Comienza con la
    explotación de la fruta por parte le la United Fruit
    Company, representada por Mr. Brown.
  5. La masacre de las bananeras.
  6. El diluvio: Que durará 4 años, 11 meses
    y 2 días.
  7. El olvido: "Macondo olvidado hasta por los
    pájaros, donde el polvo y el calor eran tan tenaces que
    costaba trabajo
    respirar"

Las 7 plagas significan la destrucción total del
pueblo, y el caos, que había comenzado a apoderarse
tiempo
atrás de la casa de los Buendía y del pueblo,
termina su labor, lo borra definitivamente de la memoria de los
hombres, como si nunca hubiera existido un villorrio llamado
Macondo ni donde sus habitantes hubieran sido los más
felices de la tierra:

'"…empezó el viento tibio, incipiente… cuya
potencia
ciclónica arrancó de los quicios las puertas y las
ventanas, descuajó el techo de la galería oriental
y desarraigó los cimientos… (porque) las estirpes
condenadas a cien años
de soledad no tenían una segunda oportunidad sobre la
tierra"

El apocalipsis puede producirse por medio del diluvio,
del fuego o del calor; en el caso de Macondo, es un verano
tórrido. La misma visión la encontramos en La
Biblia:

"Se convertirán sus torrentes en pez,

su polvo en azufre,

y se hará su tierra pez ardiente".

MITO DEL ETERNO RETORNO: El tiempo, como el espacio, no
es homogéneo ni continuo. Existen, por lo tanto, dos
clases de tiempo: sagrado (o tiempo de fiestas) y profano (o
lineal). Entre estos dos tiempos hay continuidad y el hombre puede
pasar de un tiempo a otro. Mircea Eliade hace la siguiente
diferenciación:

TIEMPO SAGRADO

-Es reversible

-Es recuperable

-Es repetible

-No transcurre

-Es antihistórico

TIEMPO PROFANO

-Es irreversible

-Es irrecuperable

-Es irrepetible

-Transcurre

-Es histórico.

 

El ejemplo más claro de la antihistoricidad, en
la obra que nos ocupa, la encontramos en la siguiente
cita:

"A pesar del encierro de muchos años, el aire
parecía más puro que en el resto de la casa. Todo
era tan reciente, que varias semanas después, cuando
Úrsula entró al cuarto con un cubo de agua y una
escoba para lavar los pisos, no tuvo nada que hacer."

Como puede observarse es un tiempo sobrenatural, que no
transcurre, es siempre nuevo, puro e incorrupto.

¿Cómo se recupera un instante
mítico?: La reactualización se logra por medio de
la conmemoración de las fiestas religiosas y de los ritos
correspondientes. La tradición judeo-cristiana cuenta con
infinidad de fiestas, sin contar los días festivos
dedicados al culto y alabanza de la divinidad, no habría
sino que enumerar el nacimiento y muerte de
Jesucristo. Al conmemorar alguno de estos dos acontecimientos el
cristiano se convierte en su contemporáneo, y al restaurar
el tiempo primordial, el tiempo histórico queda
aniquilado. Esto es lo que comúnmente se conoce como
tiempo circular o mito del eterno retorno, tema que se
desarrollará más adelante.

En CIEN AÑOS DE SOLEDAD la intemporalidad
está dada en el viento que destruye a Macondo, y la
abolición de la historia con el olvido de
la familia
Buendía:

"…la ciudad… sería arrasada por el viento y
desterrada de la memoria de los hombres en el instante en que
Aureliano Babilonia acabara de descifrar los pergaminos,
(porque)… todo lo escrito en ellos era irrepetible desde
siempre y para siempre".

Paralelo entre mito e historia: El viaje que hace
José Arcadio Buendía en busca de una ruta que lo
lleve a la civilización es el primer ejemplo de la
diferenciación entre tiempo mítico e
histórico:

"…rodeado de helechos y palmeras, blanco y polvoriento
en la silenciosa luz de la
mañana, estaba un enorme galeón español.
Ligeramente volteado a estribor, de su arboladura intacta
colgaban las piltrafas escuálidas del velamen, entre
jarcias adornadas de orquídeas".

El hallazgo del galeón es una irrupción de
la historia, del "descubrimiento" de América
y de su correspondiente despojo. José Arcadio
Buendía no cae en cuenta que el galeón se encuentra
en medio de la selva, a cuatro días de marcha de la costa
más cercana. Esto es explicable porque, como ya se
había analizado, dentro del mundo del mito todo es
posible. El "espacio de soledad y olvido" es en realidad un
testigo inmortal, tal vez el único, de la llegada de los
españoles a tierras americanas.

Tiempo histórico: La llegada de don Apolinar
Moscote, primer corregidor de Macondo, será la segunda
irrupción de la historia. Con él, llega la realidad
imperante en el país; el gobierno conservador, la
violencia política, las
órdenes arbitrarias. Recuérdese que todos los males
que sufre Macondo provienen del exterior. Hasta la llegada de don
Apolinar, el gobierno había sido de corte patriarcal,
ejercido por José Arcadio Buendía, y aún
mítico:

"Su primera disposición (de don
Apolinar Moscote) fue que todas las casas se pintaran de azul
para celebrar el aniversario de la independencia
nacional,"

En realidad no sólo se está haciendo
alusión a la lucha bipartidista, entre conservadores y
liberales sino al dictador Rafael Leónidas Trajillo, quien
siendo el propietario de la única fábrica de
pinturas dominicana, ordenaba cada cierto tiempo pintar todas las
casas del país, orden que no podía ser
ignorada.

La masacre de las bananeras: El paralelo principal entre
mito e historia se encuentra en el relato de la masacre de las
bananeras, relato que hace parte de la técnica de hacer
literatura dentro de la literatura. Este fragmento puede leerse
separadamente y sin que pierda sentido. Podría muy bien
ser un cuento. El
relato comienza con la descripción del tiempo histórico:
"La huelga grande
estalló". La utilización del pretérito
perfecto simple no deja lugar a dudas en cuanto a la veracidad
del acontecimiento, puede ubicarse en un año, un mes, un
día y un momento determinado. El acontecimiento
histórico es irreversible e inmodificable.

Para los pueblos naturales el tiempo histórico se
caracteriza por la época de trabajo mientras que el tiempo
mítico es el que se consagra a las
festividades:

"Los obreros ociosos desbordaron los pueblos. La Calle
de los Turcos reverberó en un sábado de muchos
días y en el salón de billares del Hotel de Jacob hubo que establecer turnos de
veinticuatro horas".

En este caso la fiesta ha sido impuesta por las
circunstancias, no es una fiesta sagrada sino pagana, el mismo
juego lo
indica. Entre los huelguistas se encuentra José Arcadio
Segundo:

"Aunque no era hombre de presagios, la noticia fue para
él como un anuncio de la muerte, que
había esperado desde la mañana distante en que el
coronel Gerineldo Márquez le permitió ver un
fusilamiento".

Úrsula siempre creyó que los gemelos, en
uno de sus eternos juegos de
cambiarse de identidad,
habían quedado trastocados para siempre. La primera prueba
de ello es la increíble capacidad para la parranda que
tiene Aureliano Segundo, son las mismas ansias infinitas de vivir
del abuelo José Arcadio. La segunda es el 'presagio' de
José Arcadio Segundo, ya que la premonición es lo
que distingue a los Aurelianos.

Segunda descripción histórica:

"Eran tres regimientos cuya marcha pautada por tambor de
galeotes hacía trepidar la tierra".

El espacio comienza una vez más a ser profanado,
violado, es una invasión semejante a la de los
españoles:

"Su resuello de dragón multicéfalo
impregnó de un vapor pestilente la claridad del
mediodía".

En las tradiciones orales europeas el dragón
representa la invasión bárbara. Después de
la derrota de Darío III por parte de Alejandro
Magno, derrota que marca el fin de
la invasión persa, Darío III es representado como
un dragón. En el mito araucano el diluvio es desencadenado
por dos enormes serpientes que luchan por el poder. Para
los aztecas el
regreso de la serpiente emplumada, Quetzacoalt, significaba el
fin de una era y el derrumbe de la clase
guerrera.

El regimiento sufre una metamorfosis, sus hombres son en
realidad un enorme animal mítico que lleva consigo todo el
mal y todo el sufrimiento posible, la historia comienza a ser
convertida en leyenda.

Con el anuncio del Jefe Civil y Militar "dispuesto a
interceder en el conflicto", la
historia se repite: en 1905, en Iquique (Chile) se había
producido la primera huelga de mineros del país, el
conflicto encontró como solución una gran masacre
por parte de las autoridades civiles y militares, los pocos que
lograron sobrevivir retornaron a las minas completamente
derrotados y a seguir trabajando en la misma situación
infrahumana que habían denunciado, y que
denunciarían posteriormente en Macondo:

"José Arcadio Segundo estaba entre la muchedumbre
que se concentró en la estación desde la semana del
viernes. Había participado en una reunión de los
dirigentes sindicales y había sido comisionado junto con
el coronel Gavilán para confundirse con la multitud y
orientarla según las circunstancias".

El coronel Aureliano Buendía y José
Arcadio Segundo se convierten en una sola persona,
ésto se constata al ser acompañado por el coronel
Gavilán. Los dos son 'escogidos" para salvar a
los trabajadores del banano, como antes lo habían sido
para salvar al pueblo de las huestes conservadoras el coronel
Aureliano Buendía y Gerineldo Márquez.

El indicio de la próxima tragedia es el
número tres, número cabalístico:

"Un poco antes de las tres corrió el rumor de que
el tren oficial no llegaría hasta el día
siguiente".

Esta tragedia sólo será contada, y
creída, por José Arcadio Segundo y un niño
que salvó de morir pisoteado por la muchedumbre o por una
bala de ametralladora:

"Al lado de José Arcadio Segundo estaba una
mujer descalza…
con dos niños
de unos cuatro y siete años… Josa Arcadio Segundo se
acaballó al niño (mayor) en la nuca. Muchos
años después, ese niño había de
seguir contando, sin que nadie se lo creyera, que había
visto al teniente leyendo con una bocina de gramófono el
Decreto Número 4 del Jefe Civil y Militar de la
provincia".

Ellos dos serán los únicos testigos de la
masacre. El niño por su condición de elegido, no
morirá, tendrá que vivir para contar la historia,
evitando de esta forma que la huelga y la masacre queden en el
olvido.

"Al final de su grito ocurrió algo que no le
produjo espanto, sino una especie de alucinación. El
capitán dio la orden de fuego y catorce nidos de
ametralladoras le respondieron en el acto. Pero todo
parecía una farsa. Era como si las ametralladoras hubieran
estado
cargadas con engañifas de pirotecnia…"

'Alucinación, farsa y pirotecnia' son palabras
irreales, fantásticas, que contrastan con la verdadera
tragedia: "Aquello parecía… una feria jubilosa". Y como
toda feria, ésta se caracteriza por el exceso, en este
caso no es de comida o de orgía, sino de fuego,
identificado por la población con juegos pirotécnicos.
Por otra parte, la fiesta rompe con las prohibiciones que
caracterizan al tiempo profano (dichas prohibiciones tienen como
fin primordial proteger al mundo, y conservarlo en orden y
armonía), y al ser levantadas las prohibiciones todo
exceso es permitido; recuérdese las fiestas consagradas al
dios Dyonisios en Grecia o las
de San Juan en el Perú. Según Roger Caillois el
exceso, como la fiesta, contribuye a la renovación de la
naturaleza,
del mundo, y del tiempo, este último susceptible
también de desgaste.

La masacre, en CIEN AÑOS DE SOLEDAD, al ser
transformada en fiesta pierde su carácter dramático y real, es por
ello que ningún habitante reconocerá luego su
existencia.

El "grito de muerte" sumerge por un instante a la gente
en el tiempo lineal, pero inmediatamente el tiempo mítico
se impone:

Una fuerza
sísmica, un aliento volcánico, un rugido de
cataclismo, estallaron en el centro de la
muchedumbre…".

Cuando se analizba el espacio, se veía
cómo el retorno al caos siempre ocurre mediante una
catástrofe cósmica; al igual que el viento que
arrasa a Macondo, ésta es una visión
apocalíptica.

La segunda visión apocalíptica es
observada por el niño: "La posición privilegiada
del niño le permitió ver en ese momento que la masa
desbocada empezaba a llegar a la esquina y la fila de
ametralladoras abrió fuego".

El dragón multicéfalo ha logrado
apoderarse de la multitud:

"Los sobrevivientes, en vez de tirarse al suelo, trataron
de volver a la plazoleta, y el pánico
dio entonces un coletazo de dragón… Estaban acorralados,
girando en un torbellino gigantesco…".

Con esta visión el apocalipsis llega a su
fin.

José Arcadio Segundo logra escapar con vida.
Despierta en un tren amarillo cargado con "cadáveres…
quienes los habían puesto en el vagón tuvieron
tiempo de arrumarlos en el orden y sentido en que se
transportaban los racimos de banano.".

El banano, al ser desacralizado, se convierte en
cómplice obligado de la masacre, pero el castigo divino no
tarda en presentarse: "…los relámpagos que estallaban…
Después de medianoche se precipitó un aguacero
torrencial". Esto marca el inicio del diluvio
macondino.

José Arcadio Segundo, al llegar a Macondo, se
encuentra con una mujer que le niega la existencia de dicha
masacre:

"Aquí no ha habido muertos", dijo. "Desde los
tiempos de su tío, el coronel, no ha pasado nada en
Macondo.".

La mujer es la vocera de la versión oficial,
contrasta con la negación que se hará al final de
la obra sobre la existencia del coronel y de las 32 guerras
civiles, lo que indicará que la historia ha sido
completamente abolida.

Leyenda: El mito es el relato de un modelo
ejemplar revelado por los dioses o por los ancestros
míticos en el tiempo primordial y la historia en el tiempo
profano, el tiempo de las desgracias, de los sufrimientos, del
trabajo. La leyenda es el relato de un acontecimiento
histórico, en el que participan personajes
históricos y a veces contemporáneos, que son
elevados a la categoría de héroes por las
hazañas realizadas. Cuando esa historia comienza a ser
manejada por el pueblo poco a poco se transforma en literatura
oral y los acontecimientos reales pasan a tener
características maravillosas y por lo tanto irreales (San
Jorge matando al dragón, o un solo hombre venciendo a todo
un ejército):

"…el gobierno conservador,… con el apoyo de los
liberales, estaba reformando el calendario para que cada
presidente estuviera cien años en el poder.

Cuando la historia no es abolida se convierte en leyenda
o ficción.

El tiempo tratado como personaje: Uno de los elementos
más importantes en el tratamiento del tiempo es el de
convertirlo en un personaje más de CIEN AÑOS DE
SOLEDAD. A todo lo largo de la obra, el lector es
partícipe de un desgaste progresivo e irreversible del
tiempo. Este se humaniza: "(el coronel) estaba… asombrado de la
forma en que había envejecido el pueblo en un
año… -Qué esperabas? -suspiró
Úrsula-. El tiempo pasa. -Así es -admitió
Aureliano-, pero no tanto." Le pasan los años, envejece,
llega a la senilidad: "No era solamente que estuviera vieja y
agotada, sino que la casa se precipitó de la noche a la
mañana en una crisis de
senilidad." Finalmente encuentra la muerte en la
destrucción total de Macondo: "Era lo único que iba
quedando de un pasado cuyo aniquilamiento no se consumaba, porque
seguía aniquilándose indefinidamente,
consumiéndose dentro de sí mismo, acabándose
a cada minuto pero sin acabar de acabarse
jamás."

Tiempo psicológico: Otra de las
características especiales del tiempo es el tratamiento
que le dan los personajes, para quienes la vida entera puede
transcurrir en un segundo: "Muchos años después,
frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano
Buendía había de recordar aquella tarde remota en
que su padre lo llevó a conocer el hielo." E incluso puede
recordarse la vida de los antepasados: "En el cuartito apartado,
adonde nunca llegó el viento árido, ni el polvo ni
el calor, ambos recordaban la visión atávica de un
anciano con sombrero de alas de cuervo que hablaba al mundo a
espaldas de la ventana, muchos años antes de que ellos
nacieran." Esta utilización del tiempo es un recurso
eminentemente cinematográfico, la vida entera, o una
fracción de la misma, pasa delante de los Buendía
como si estuvieran viendo una película en la que
participaran, a la vez, como protagonistas y espectadores.
Pareciera que el tiempo formara parte de la memoria colectiva, o
como si la memoria pudiera ser transmitida de generación
en generación.

Tiempo circular o eterno retorno: El mito del eterno
retorno es antihistórico, no fluye, es recuperable y
repetible. Es un tiempo primordial hecho presente, es un eterno
comenzar. Todo fin es a la vez un comienzo, la muerte engendra un
nuevo nacimiento (para entender mejor este concepto no
habría sino que pensar en el ciclo de las estaciones, el
invierno es la muerte de la naturaleza y la primavera su
resurrección). Es el tiempo de los ancestros
míticos, su recuperación y repetición se
logra por medio del rito. En la tradición judeo-cristiana
se revive el nacimiento y la muerte de Cristo cada año, de
esta forma el creyente puede ser su contemporáneo. Si todo
fin es en realidad un nuevo comienzo, un nuevo renacer,
ésto significa que todo acontecimiento es susceptible de
ser eternamente repetido.

En Macondo, dadas sus características
míticas, el tiempo circular no podía faltar, es
más, los actos realizados por uno de los miembros de la
familia son
repetidos luego por sus descendientes: "José Arcadio
Segundo… se empeñó en despejar el cauce para
establecer un servicio de
navegación. Fue un sueño delirante, comparable
apenas a los de su bisabuelo… "Ya ésto me lo sé
de memoria", gritaba Úrsula. "Es como si el tiempo diera
vueltas en redondo y hubiéramos vuelto al principio". Otra
de las características de los Buendía es "el vicio
de hacer para deshacer" perpetuando así el mito de
Penélope: "Viéndolo montar picaportes y desconectar
relojes, Fernanda se preguntó si no estaría
incurriendo también en el vicio de hacer para deshacer,
como el coronel Aureliano Buendía con los pescaditos de
oro, Amaranta
con los botones y la mortaja, José Arcadio Segundo con los
pergaminos y Úrsula con los recuerdos". Todos los
acontecimientos se repiten una y otra vez: "Qué
quería -murmuró-, el tiempo pasa. -Así es
-dijo Úrsula-, pero no tanto. Al decirlo tuvo conciencia de
estar dando la misma. réplica que recibió el
coronel Aureliano Buendía en su celda de sentenciado, y
una vez más se estremeció con la
comprobación de que el tiempo no pasaba, como ella lo
acababa de admitir, sino que daba vueltas en redondo". Pero la
definición más clara la da Pilar Ternera: "No
había ningún misterio en el corazón de
un Buendía, que fuera impenetrable para ella, porque un
siglo de naipes y de experiencias le había enseñado
que la historia de la familia era un engranaje de repeticiones
irreparables, una rueda giratoria que hubiera seguido dando
vueltas, hasta la eternidad, de no haber sido por el desgaste
progresivo e irremediable del eje".

El año nuevo, símbolo del tiempo circular:
Para terminar habría que señalar que para los
griegos el dios del tiempo, Cronos, aún pervive en la
lengua, es
decir en el griego moderno. Jronia significa tiempo nuevo,
año nuevo.

El año nuevo, y la fiesta que lo precede,
representa una nueva vida, un nuevo mundo, es la abolición
del tiempo pasado y la recreación
de uno nuevo, cuyo modelo es el tiempo mítico. El ciclo
solar y el lunar son el ejemplo más claro del mito del
eterno retorno.

El brujo, el nagual, el medicine-man, el poeta, el
sacerdote y el místico son conocidos en las sociedades
naturales con el nombre de chamán. Esta palabra proviene
del tungús Shaman, y designa a todo aquel que tiene
una visión sobrenatural, que puede visualizar tanto un
espacio lejano como los acontecimientos pasados o futuros. El
chamanismo es una experiencia mágico-religiosa. El chaman
está revestido de un gran poder, a menudo más
fuerte que el del jefe de la comunidad. Su
palabra es indiscutible, y nada se hace sin su consentimiento. En
los movimientos milinaristas lo vemos a menudo conduciendo a su
pueblo hacia una muerte segura sin que nadie le objete su
decisión. Es el encargado de buscar y de sacralizar el
espacio. Todo chamán tiene como característica
especial el haber sido "escogido".

Elección del chamán: La elección
puede darse de maneras muy diversas, pero aquí sólo
se analizarán las que conciernen a Cien Años de
Soledad:

  1. La elección se hace a menudo mediante un
    trance extático o por medio de un sueño, este
    último es el caso de José Arcadio Buendía.
    Recuérdese que Macondo le es revelado en sueños:
    "…soñó esa noche que en aquel lugar se
    levantaba una ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo.
    Preguntó qué ciudad era aquella, y le contestaron
    con un nombre que nunca había oído,
    que no tenía significado alguno, pero que tuvo en el
    sueño una resonancia sobrenatural: Macondo".
  2. El chamán sufre alguna enfermedad de tipo
    nervioso: José Arcadio Buendía se caracteriza por
    sus obsesiones y luego es declarado loco por la
    comunidad.
  3. La elección puede ser transmitida de padres a
    hijos: Todos los miembros de la familia Buendía poseen
    alguna característica chamánica:
  • Úrsula es la esposa celeste: En los mitos
    generalmente hay una esposa celeste encargada de ayudar al
    compañero en su instrucción chamánica y
    en su experiencia extática. Esta ayuda puede
    convertirse en un impedimento por el deseo de la mujer
    de conservarlo atado a la realidad. Y Úrsula es una
    mujer firmemente atada a ella. Es necesario su ausencia para
    que José Arcadio Buendía pueda convertirse en
    chamán. Una vez que él logra dejar atrás
    su existencia profana, ella decide ayudarlo, deja de ser un
    obstáculo para convertirse en la esposa celeste o
    protectora del chamán: "Ella lo bañaba por
    partes sentado en el banquito, mientras le daba noticias
    de la familia''.
  • Aureliano Buendia tiene el don de la
    premonición.
  • José Arcadio posee una fuerza física mucho
    mayor que la de cualquier habitante de Macondo.
  • A Amaranta le ordenan tejer su mortaja y se le
    anuncia que el día que la termine será el
    día de su muerte.
  • Remedios la Bella asciende a los cielos una tarde
    en que doblaba las sábanas de Fernanda del
    Carpio.
  • José Arcadio Segundo es el único
    testigo de la masacre de las bananeras.
  • Aureliano Babilonia logra descifrar los
    pergaminos.
  1. La elección puede también ser
    ocasionada por un accidente insólito: La visión
    de la caída de un rayo o la aparición de un
    espíritu. En el caso de José Arcadio
    Buendía, puede considerarse como accidente el estado de
    delirio en el que cae durante la segunda ausencia de
    Úrsula.

Características del chamán:

  1. Por su condición de elegido tiene acceso a una
    zona del espacio y del tiempo sagrado, comunmente vedada a los
    demás miembros de la comunidad: Los Buendía son
    iniciados en el arte de la
    orfebrería, de la daguerrotipia y en la lectura
    de los manuscritos en el cuarto de Melquíades "donde el
    aire parecía más puro que en el resto de la
    casa".
  2. Es el único que conoce la mitología y la geneaología del
    clan: Aureliano Babilonia logra descifrar los pergaminos donde
    estaban consignados los cien años de historia de la
    familia: "…la ciudad de los espejos (o los espejismos)
    sería arrasada por el viento y desterrada de la memoria
    de los hombres en el instante en que Aureliano Babilonia
    acabara de descifrar los pergaminos''.
  3. Siempre busca la soledad: con excepción de
    José Arcadio, Arcadio y Aureliano Segundo, todos los
    miembros de la familia se caracterizan por ser solitarios y
    taciturnos. La mayor parte de la vida la pasan en el cuarto de
    Melquíades.
  4. El chamán no sólo es un soñador
    sino que siempre está buscando algo imposible:
    José Arcadio Buendía busca el daguerrotipo de
    Dios y cuando conoce el hielo comienza a soñar con un
    Macondo refrigerado. José Arcadio Segundo, por su parte,
    "…se empeñó en despejar el cauce (del
    río) para establecer un servicio de
    navegación…(cuyo) lecho pedregoso y los numerosos
    tropiezos de la corriente impedían el tránsito
    desde Macondo hasta el mar".
  5. Posee una fuerza descomunal: Para poder atar a
    José Arcadio Buendía al castaño se
    necesitaron 20 hombres.
  6. Tiene una perfecta salud
    mental: Mientras que todo el mundo lo considera "loco",
    José Arcadio Buendía discurre sobre la existencia
    de Dios con el padre Nicanor, quien termina por reconocer su
    gran lucidez mental.
  7. Se comunica con los muertos o con los
    espíritus, quienes lo ayudan a entrar en el Hades y le
    enseñan a convertirse en espíritu: Es Prudencio
    Aguilar quien conduce al patriarca al mundo de los
    muertos.
  8. Conoce el lenguaje
    de los animales:
    José Arcadio Buendía puebla a Macondo de
    pájaros "el concierto de tantos pájaros distintos
    llegó a ser tan aturdidor, que Úrsula se
    tapó los oídos con cera de abejas para no perder
    el sentido de la realidad''. Amaranta Úrsula
    intentará hacer lo mismo, pero fracasará, porque
    para ese entonces Macondo será un lugar desacralizado
    por el hombre.
  9. Conocimiento de un lenguaje
    secreto, comunmente transmitido por un maestro o por un
    espíritu: José Arcadio Buendía, en su
    experiencia extática, habla en un lenguaje desconocido
    para los profanos, pero no para el padre Nicanor. Los dos
    comparten una lengua común a los elegidos, en este caso
    el latín. Y Aureliano Babilonia logra descifrar el
    sánscrito de los pergaminos de
    Melquíades.
  10. El chamán puede producir frío o calor:
    José Arcadio Buendía sueña con un Macondo
    refrigerado.
  11. Para ser chamán, es necesario ser reconocido
    como tal por toda la comunidad: "He venido al sepelio del rey".
    En muchos pueblos naturales el jefe y el chamán son la
    misma persona.

El pilar del mundo y el chamán: El Axis-Mundi, o
Pilar, es un eje cósmico y a su alrededor se extiende el
mundo, y como todo eje el Axis-Mundi se encuentra en el centro de
la tierra. Permite la
comunicación entre los tres niveles cósmicos:
cielo-tierra-infierno. Puede ser representado por una
montaña, una escalinata, una cúpula o un
árbol. Para los araucanos, el árbol no es
sólo el Axis-Mundi sino que por medio de él se
logra la ascención al cielo mediante una experiencia
extática. José Arcadio Buendía al ser
amarrado al castaño logra la ascensión celeste y
por lo tanto su consagración como
chamán.

Para terminar habría que señalar que el
éxtasis no puede de ninguna forma ser considerado como
locura. El trance le permite al chamán observar zonas que
comunmente son vedadas a la comunidad o al hombre profano y dicha
experiencia lo consagra como tal.

BIBLIOGRAFÍA

  • CARPENTIER, Alejo. La novela
    latinoamericana en vísperas de un Nuevo Siglo y otros
    ensayos.
    Siglo XXI Editores. México. 1981.
  • CAILLOIS, Roger. L'homme et le sacre.
    Idées/Gallimard. 1983.
  • ELIADE, Mircea. Aspects du mythe.
    Idées/Gallimard. 1983.
    • . El chamanismo y las técnicas arcaicas del éxtasis.
      Fondo de Cultura
    • Económica. México.
      1982.
    • . El mito del eterno retorno. Alianza
      /Emecé. Madrid.
      5S edidón. 1984.
    • . Herreros y alquimistas. Alianza Editorial.
      Madrid, 1984.
    • . Mythes, rêves et mysterès.
      Idées/Gallimard. 1981.
    • . Mefístófeles en andrógino.
      Labor/Punto Omega. 2§ edidón.
      1984.
    • . Lo sagrado y lo profano. Labor/Punto Omega.
      5a edidón. 1983.
  • ESTRADA, Berta Lucia: "El racismo como
    pretexto de persecución". Revista
    Dominical "LA PATRIA" Oct. 11.87. Manizales. Pág.
    10.
  • GARCÍA Márquez, Gabriel. Cien
    Años de Soledad. Edit. La Oveja Negra. 1982.

Aproximaciones a informe sobre
ciegos de Ernesto Sábato

Leer a Sábato
es enfrentarse a los grandes problemas
metafísicos que aquejan al hombre del siglo XX: La
angustia, la soledad, el derrumbamiento de los valores
que otrora lo sostenían; es hacer un buceo de la
irracionalidad y del sentimiento lírico. Su
trilogía está conformada por el develamiento de la
realidad exterior y de la realidad interior, de la razón y
de la sinrazón. Es ante todo una búsqueda de la
verdadera condición humana. Su principal inquietud es la
de devolverle al hombre su verdadera esencia, su ser, en un deseo
de unificar nuevamente la naturaleza
humana escindida -según Sabato- por la razón.
De esta búsqueda surgen El Túnel, Sobre
Héroes y Tumbas y Abaddón el Exterminador

además de incontables ensayos y
artículos.

Por otra parte, promulga que el arte es la única
herramienta de conocimiento,
más válida aún que la ciencia;
puesto que para el arte lo existente equivale tanto a lo objetivo como
a lo subjetivo, mientras que para la ciencia
sólo cuenta lo que es demostrable en un laboratorio o
sea solamente lo objetivo:

"La novela colocada
como está entre el arte y el pensamiento,
desempeña una triple y trascendental misión:
la catártica, ya intuida por Aristóteles, la cognoscitiva, al explorar
regiones de la realidad que solo ella puede llevar a cabo y la
integración de una realidad humana
desintegrada por la civilización abstracta".

La crisis del mundo moderno: Con el siglo XX
aparecieron los grandes cataclismos que habrían de
estremecer al hombre contemporáneo: las dos guerras
mundiales, la bomba atómica, los campos de
concentración. Sumado a lo anterior, el siglo XX es
también testigo de la aparición de la gran urbe, y
dadas sus connotaciones podría muy bien
denominársela como un laberinto, donde reinan la angustia
y las tinieblas y donde ninguna escapatoria es
posible:

"La ciudad está dominada por el dinero y
por la razón".

La ciudad contribuye a la alienación del hombre,
a su enajenación absoluta, le niega la
posibilidad de existir, lo sumerge en una profunda soledad e
incomunicación.

Pero la causa principal de la masificación, de la
"cosificación", del hombre se debe a la razón.
Diosa entronizada en el renacimiento,
y cuya labor fue relegar a los lugares más ocultos a las
fuerzas irracionales que habían caracterizado al
espíritu medieval; siendo solo rescatadas, siglos
más tarde, por el romanticismo en
su abierta rebelión contra la razón, la ciencia y
el incipiente, pero tenaz, capitalismo.

"El arte nos salvará de la alienación
total, de esa segregación brutal del pensamiento
mágico y del pensamiento lógico".

La lucha de la razón y de la sinrazón, de
la lógica
y de la intuición, de la realidad exterior (para el autor
es sólo aparente) y de la realidad onírica,
caracterizan a "informe sobre ciegos". Narración
desbordante, delirante, relatada en primera persona por Fernando
Vidal Olmos. Es un diario en el que cuenta los pormenores de la
investigación que emprende con el fin de
descubrir los secretos de la secta de los ciegos, secta que
podría muy bien simbolizar a la razón. Su descenso
lo irá poco a poco alejando de esa hipótesis al irse transformando en el
retorno hacia los orígenes.

Elección e iniciación: Fernando
Vidal Olmos, al igual que Tiresias y Edipo, es el elegido para
hurgar en las fuerzas desconocidas que rigen el universo. El
primer indicio de la labor que debe realizar se produce en un
sueño iniciático al escuchar "una campanilla como
de alguien que quisiera despertarme de un sueño
milenario". El sueño es sólo la continuación
de las "pesadillas y alucinaciones" que habían poblado su
infancia, sin
comprender entonces, que representaban una revelación. La
labor que se le encomienda es la de luchar contra las fuerzas
oscuras del universo que
impiden que la verdad y el
conocimiento le sean develados al hombre.

Las diferentes etapas que conforman la
investigación están regidas por la intuición
y la premonición. Una de ellas es el anuncio que hace de
su propia muerte por medio del fuego:

"Verdaderamente ¡Qué manga de canallas!
Que para creer necesiten que a uno lo quemen".

Atravesar el fuego – o morir a causa del mismo – en un
intento de purificación significa (según la
tradición judeo-cristiana) que la condición humana
es abolida y por lo tanto el acceso al paraíso es
permitido.

El laberinto: En su descenso, o viaje
iniciático, a las cloacas de Buenos Aires,
Vidal encuentra pasadizos, habitaciones, puertas, escaleras y
túneles que por su estructura
conforman un espacio laberíntico:

"¿Quién sospecharía, … que el
taller de una modista pudiera ser la entrada al gran
laberinto?".

Esto nos remonta a la prehistoria,
época en la cual la caverna era asimilada o transformada
en laberinto, lugar sagrado que servía a la
iniciación de los neófitos y para la sepultura de
los muertos. El laberinto es a su vez homologado al cuerpo de la
madre-tierra (la Pachamama de los mineros peruanos). Tener acceso
a un laberinto, a un túnel o a una caverna, simboliza el
retorno a las entrañas de la madre-tierra.

La matriz
subterránea:

"Polvo eres y en polvo te has de
convertir".

Lo que en un principio se había revelado como la
búsqueda de las fuerzas ocultas del universo se
metarmofosea en la búsqueda de los
orígenes:

"Allí está la gruta…, costase lo que
costase, debía penetrar en ella".

Es significativo que el autor utilice el verbo penetrar,
en vez de entrar. Más que significativo es
simbólico, puesto que esa gruta representa al útero
de la madre-tierra.

En muchos mitos los hombres fueron sacados de las
cavernas, de las entrañas de la tierra, como los minerales,
plantas y
piedras; siendo todos homologados a pequeños embriones que
esperan su momento de crecimiento y desarrollo. La
nostalgia del estado prenatal se convierte, a menudo, en un
fenómeno colectivo que obliga al grupo tribal a
renunciar a la lucha y a la consecuente espera de su
desaparición total. Aún hoy el hombre occidental
conserva hasta su muerte un fuerte sentimiento de solidaridad para
con la tierra que lo vio nacer. Un sentimiento que va mucho
más allá del falso patriotismo inculcado por la
clase dirigente o por la educación
tradicional. Es admiración y amor por el
paisaje familiar o el recuerdo de los ancestros enterrados en el
cementerio local.

Este sentimiento se transparenta no sólo en los
mitos y leyendas sino
en el lenguaje: los romanos llamaban a los hijos
ilegítimos TERRAE FILIUS, y los rumanos continúan
denominándolos "hijos de las flores". La madre sólo
es portadora de la obra de la madre-tierra. De ahí, que
cuando la muerte se acerca, el hombre desee ante todo ser
enterrado en su región natal, puesto que ese último
acto le permite regresar al vientre materno, único lugar
de paz verdadera jamás conocido por el hombre. El retorno
significa que el ciclo de la vida se ha cumplido:

"La soledad absoluta, la imposibilidad de distinguir
los límites
de la caverna en que me hallaba… Me creí solo en el
mundo y atravesó mi espíritu como un
relámpago, la idea de que había descendido hasta
sus orígenes. Me sentí grandioso e
insignificante".

La soledad y las tinieblas son el común
denominador de las cuevas, pero también del útero,
es el estado natural de la vida embrionaria.

El sufrimiento como medio de iniciar al
neófito:
El sufrimiento siempre ha tenido un gran
valor
espiritual en los mitos. En la tradición judeo-cristiana,
para poder salvar a los hombres, Jesús tuvo que ser
sacrificado. Más aún, todos conocemos el proverbio
que dice "más fácil pasará un camello por el
ojo de una aguja que un rico entre en el reino de los cielos".
La pobreza y
el sufrimiento son bendecidos por Dios, y entre más pobre
sea el hombre y entre más dolor lo agobie, más
cerca estará de la salvación eterna.

En el mito, como en la religión cristiana,
la tortura y el sufrimiento son siempre ocasionados por
espíritus y dioses, y tienen como fin primordial la
regeneración espiritual del hombre. Soportar el
sufrimiento estóicamente, significa para el neófito
dejar atrás la vida profana para nacer a una nueva vida,
esta vez sagrada.

En "Informe sobre ciegos" observamos diferentes etapas
de tortura: pesadillas delirio, extravío…

"Sentí que aquel pico entraba en mi ojo
izquierdo… En virtud de un mecanismo que no alcanzo
todavía a comprender, por su falta de lógica yo
mantenía mi cabeza siempre en la misma posición,
como si quisiera facilitar la perversa tarea, como, aunque
sufrimos, mantenemos la boca y la cabeza ante el
dentista".

El sufrimiento, tanto físico como mental, es
indispensable a la iniciación, es la prueba que debe
cumplirse para que el iniciado se regenere
espiritualmente.

La cópula con la deidad: Otra de las
pruebas
iniciáticas es la de ser tragado por un Monstruo
(bastaría con citar el pasaje biblico de Jonás y la
ballena). Semejante prueba tiene dos significados:

  1. En el medioevo, generalmente se representaba al
    infierno como un gran monstruo marino, y ser engullido por
    él no sólo era la muerte sino la
    condenación eterna.
  2. Por otra parte, el acceso al vientre del monstruo, al
    igual que la penetración en la caverna, es el medio para
    reintegrarse al estado embrionario.

Lo anterior nos enfrenta a un dualismo: de un lado la
muerte, el fin de la existencia y por consiguiente del tiempo; de
otro el retorno a los orígenes que precede el comienzo de
toda existencia temporal.

En el análisis que nos ocupa, encontramos
también esta prueba iniciática:

"Tuve la certeza de que allí tendría
acabamiento mi largo peregrinaje y que,.tal vez, en aquel
reducto poderoso encontraría por fin el sentido de mi
existencia".

Cita que corrobora el tema anteriormente desarrollado:
la búsqueda de los orígenes. Esta nueva etapa
comienza con una metamorfosis que se acentúa a medida que
Vidal penetra la deidad:

"La cordillera parecía la espina dorsal de un
monstruoso dragón petrificado… Y a medida que avanzaba
veía que nada era viviente, que todo había
sído calcinado por la lava o petrificado por las
ardientes cenizas que aquel cataclismo cósmico
había lanzado en edades pretéritas".

En este viaje se hace contemporáneo de la
creación, de los albores de la naturaleza, regresa a la
edad primera del cosmos:

"Me sentí de pronto tan horrendamente solo que
grité. Y mi grito, en aquel silencio mineral y fuerza de
la historia, resonó y pareció atravesar centurias
y generaciones desaparecidas".

El tiempo lineal es abolido, por ello puede ser testigo
del tiempo primigenio en el que vivieron los ancestros
míticos:

"Ahora entra. Este es tu comienzo y tu
fin".

El ciclo total se ha cumplido. Sólo le resta
llevar a cabo la etapa final:

"Algo atroz me sucedía a medida que
ascendía por aquel resbaladizo, crecientemente
cálido y sofocante túnel: mi cuerpo se iba
convirtiendo en el cuerpo de un pez".

En la cópula, Vidal sufre una metamorfosis y al
mismo tiempo recuerda hechos remotos y olvidados, que
debían ser conservados en la memoria colectiva al igual
que hechos de su infancia. Posteriormente pierde el sentido y al
recobrarlo se encuentra en el cuarto de la ciega (donde
había comenzado su viaje iniciático). Con ella
tendrá la siguiente cópula, pero en realidad la
ciega es la madre de Fernando que a su vez representa a la
madre-tierra.

Una de las obsesiones permanentes de Sábato, es
el incesto, acto que permite el retorno al útero. El
incesto es para Fernando Vidal Olmos el encuentro consigo mismo,
la recuperación de una identidad perdida:

"por un instante tuve la vertiginosa, y ahora
inequívoca revelación: ¡Era ella!…
mientras espero la muerte medito sobre el misterio de aquella
encarnación, quizá semejante al que convocado por
un deseo imperioso se apodera del cuerpo de una
médium… Entré furiosamente en aquel
ídolo y entonces tuve la sensación de que era un
volcán de carne, cuyas fauces me devoraban y cuyas
entrañas llameantes llegaban al centro de la
tierra".

El incesto termina con una fiesta saturnal:

"El volcán de carne fue entonces desgarrado a
cornadas por minotauros, cavado ávidamente por ratas
gigantescas".

El desgarramiento de la deidad coincide con el retorno
al caos:

"La funesta luna radioactiva estalló… un gran
incendio se desató, y propagándose con furia
inició la destrucción total y la muerte… El
universo entero se derrumbó sobre mí".

Esta visión apocalíptica es el
aniquilamiento total del tiempo y del espacio, aniquilamiento por
medio del fuego, símbolo de purificación y de
premonición de su propia muerte.

Bibliografía:

ELIADE, Mircea. Mythes, rêves et Mystères.
Paris. Gallimard, 1957.

SABATO, Ernesto. Abbadón el Exterminador.
Barcelona. Seix Barral.1982.

Hombres y Engranajes. Madrid. Alianza Editorial.
1983.

Más sobre las Misiones trascendentales de la
novela. En: Antología. Buenos Aires. Librería del
Colegio.1975.

Sobre Héroes y Tumbas. Barcelona. Círculo
de Lectores. 1973.

ASPECTOS MÍTICOS EN CANTO
GENERAL

Cuando pensamos en Pablo Neruda
generalmente lo relacionamos con una poesía
intimista y amatoria, tal vez porque siempre se nos vienen a la
cabeza los 20 Poemas de Amor
y una Canción Desesperada, o los 100 Sonetos de Amor o los
Versos del Capitán, ese gran libro que
Neruda le escribiera a Matilde Urrutia y que sólo
reconocería 20 años después de su primera
publicación, cuando ya los poemas habían logrado
ser reconocidos por sí solos, independientemente del
nombre de su ya conocido autor.

Pero Neruda incursionó en todos los temas que la
poesía puede tocar, incluyendo la rica cosmogonía
americana. Canto General, como su nombre lo indica, es una
hermosa oda a un continente aún no nombrado, a los
extensos dominios anteriores a la "peluca y la casaca", y "a las
tierras sin nombres y sin números", y donde el hombre fue
"arcilla… cántaro caribe, piedra chibcha". Y para
recordar ese pasado prodigioso y sagrado, ahí está
el poeta, como el elegido que impedirá el olvido del
pasado mítico, del tiempo no histórico, el poeta
erigido en la conciencia colectiva que nunca olvida y que siempre
denuncia: "yo estoy aquí para contar la historia"; para
ello hurga en sus orígenes prehispánicos: Yo,
incásico del légamo", haciendo alusión a la
tierra arcillosa y al barro viscoso, que amasaron tantas manos
durante siglos, para dejar una impronta imborrable de su paso por
esta "Tierra mía sin nombre, sin América" a la
América mítica de "lluvia de hilos celestes", donde
el tiempo circular "devolvía las flores y las vidas". El
poeta hace alusión al árbol como el axis-mundi que
permite a los chamanes araucanos el viaje por los tres mundos,
para ello sólo nombra las especies nativas, como "el ceibo
bermellón, el árbol caucho". A los
que luego se sumaría la fragancia del tabaco y por
supuesto el maíz,
origen del pueblo maya. La naturaleza indómita
desconocía la avaricia y violencia de las ciudades
europeas: "América, zarza salvaje entre los mares, de polo
a polo balanceabas, tesoro verde, tu espesura". Pero entonces
irrumpen las premoniciones de un retorno al caos: "Germinaba la
noche", y la historia, o tiempo lineal, irrumpe con la
utilización del pretérito perfecto simple: "una
rama nació como una isla, una hoja fue forma de la
espada", sino de sangre,
violación. La América saqueada aparece bajo la
imagen de "una
raíz (que) descendió a las tinieblas", verso que se
contrapone a los míticos "hilos celestes". América
ha quedado perdida, sin guía, ha sido profanada con la
llegada de "una montaña marina", y con el vuelo de
innumerables pájaros que semejan un "cometa… que
oscurecen el sol del
mundo". Es entonces cuando la figura del poeta se hace
imprescindible para el recuerdo permanente del pasado, para la
transmisión de la tradición oral, cuando una de las
tantas arterias del continente, en este caso el
Bío-Bío (hermoso río chileno), habla a
través de Neruda: "tú me diste el lenguaje, el
canto nocturno… me contaste el amanecer de la tierra… lo que
las hojas del canelo en mil años te relataron,… y luego
te vi entregarte al mar… murmurando una historia color de sangre".
El río sagrado de los araucanos ha depositado en el poeta
toda su sapiencia, para que él denuncie, y así
evitar que la historia del despojo de América quede en el
olvido, como quedaron el árbol y las piedras araucanas al
ser desacralizados: "Sólo son las piedras, Arauco". Es
entonces cuando el poeta rescata al indígena desconocido y
a sus descendientes ignorados, les devuelve su identidad, y les
pide que se unan para denunciar la ignominia, la injusticia:
"Juan Cortapiedras, hijo de Wiracocha…Juan Piesdescalzos, nieto
de la turqueza, sube a nacer conmigo, hermano", puesto que
pareciera que el hambre fuera el sino inevitable de América
Latina: "América enterrada, guardaste en lo más
bajo, en el amargo intestino, como un águila, el hambre?".
Es por ello que al final de Canto General confiesa que el libro
"ha nacido de la ira como una brasa". Su palabra, dinámica indestructible, "nacerá de
nuevo.. tal vez en otro tiempo sin dolores", no en vano en
algunas comunidades amazónicas el jefe es quien ostenta el
poder de la palabra.

Pero para poder rescatar al hermano primero debe
emprender un viaje, es entonces cuando escribe el canto delirante
que es Alturas de Macchu-Picchu "hundí la mano
turbulenta…en lo más genital de lo
terrestre…descendí como una gota entre la paz
sulfúrica…regresé al jazmín/de la gastada
primavera humana". El viaje no es otro que la búsqueda del
conocimiento y del planteamiento ontológico: "Qué
era el Hombre?…en cual de sus movimientos
metálicos/vivía lo indestructible, lo imperecedero,
la vida?" El ascenso a Macchu-Picchu, le hace comprender que la
ciudad sagrada es también la ciudad de los
orígenes: "cuna del relámpago y del hombre", pero
también refugio de cóndores, el ave mítica
de los pueblos andinos, por eso la reconoce como "la morada… el
sitio" donde todo "ropaje, piel, vasijas,
/palabras…, / se fue, cayó a la tierra", regreso
simbólico a los orígenes, a la madre-tierra, a la
Pacha-mama del pueblo incaico. Una vez bajo su manto protector
"el aire entró con dedos/de azahar sobre todos los
dormidos; / mil años de aire… / lustrando el solitario
recinto de piedra". El aire, que luego se convierte en
huracán, le cerró el paso al advenedizo, a la
pisada profana. Macchu-Picchu sería resguardada hasta
1.911 cuando Hiram Bingham la redescubriera, gracias a la
tradición oral que hablaba de un antiguo recinto sagrado
ubicado en algún lugar de Los Andes peruanos.

Bibliografía:

  • ELIADE, Mircea. Aspects du mythe.
    Idées/Gallimard. 1983.
    • . El chamanismo y las técnicas arcaicas
      del éxtasis. Fondo de Cultura
    • Económica. México.
      1982.
    • . El mito del eterno retorno. Alianza
      /Emecé. Madrid. 5S edidón.
      1984.
    • . Herreros y alquimistas. Alianza Editorial.
      Madrid, 1984.
    • . Mythes, rêves et mysterès.
      Idées/Gallimard. 1981.
    • . Mefístófeles en andrógino.
      Labor/Punto Omega. 2§ edidón.
      1984.
    • . Lo sagrado y lo profano. Labor/Punto Omega.
      5a edidón. 1983.

.NERUDA, Pablo. Selección
de Poemas. Círculo de Lectores. Barcelona.1975

Datos de la autora:

Berta Lucía Estrada E. realizó estudios de
literatura en la Pontificia Universidad
Javeriana (Bogotá-Colombia), una
Maestría y un DEA en el Institut des Hautes Etudes de
l'Amérique Latine, Sorbonne III (París- Francia) y una
Especialización en Docencia
Universitaria en la Universidad de Caldas (Manizales- Colombia).
Se ha desempeñado como docente universitaria. Durante 10
años trabajó como funcionaria en la Unidad de
Cultura
adscrita a la Alcaldía de su ciudad de origen, dictando
capacitaciones a las bibliotecarias y docentes de
primaria en la animación de lectura
infantil y juvenil. Ha publicado dos libros en
papel, "Un regalo para la abuelita" (literatura
infantil) y "Las cuatro estaciones" (poesía). En
elaleph.com ha publicado un libro infantil titulado Léeme
una poesía con la luz apagada y un manual de
literatura infantil y juvenil, titulado … de ninfas, hadas,
gnomos y otros seres fantásticos. Es colaboradora asidua
de Papel Salmón, la separata dominical del diario La
Patria de Manizales (Colombia). En monografias.com
ha publicado varios artículos.

 

Berta Lucía Estrada E.

Partes: 1, 2
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