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Reflexión sobre la evolución histórica de la Evaluación Institucional Universitaria (página 2)



Partes: 1, 2

Desarrollo:

I.- Génesis y Evolución histórica del concepto Evaluación
Institucional.

Para iniciar este epígrafe es oportuno hacer la
siguiente pregunta: ¿Qué es evaluar?

  • El "Pequeño Larrouse Ilustrado", en su primera
    acepción lo da como sinónimo de
    valorar.
  • El "Diccionario
    Ilustrado Océano", plantea que? evaluar es:
    "señalar el valor de una
    cosa".
  • El diccionario "Aristos", expone que. evaluar es
    sinónimo de valorar, o sea? "Estimar el valor de las
    cosas no materiales".
  • El "Diccionario Océano de sinónimos y
    antónimos", lo plantea como
    sinónimo de: "apreciar, calcular, tasar,
    valorar.

De lo anterior se puede apreciar en la lengua
castellana Evaluar y Evaluación son considerados
sinónimos de Valorar y Valoración respectivamente,
aunque para diversos autores no es así.

A criterio del autor del presente trabajo, ambos
conceptos tienen una profunda vinculación
dialéctica, ya que para valorar es necesario evaluar; y al
evaluar se emite un criterio valorativo.

Esta afirmación se evidencia, en la
definición filosófica de valoración dada por
el colectivo de autores de Lecciones de Filosofía (2003),
.?"la valoración constituye aquel proceso de la
conciencia humana
en el cual se unen, por un lado, cierta información acerca de los objetos y
fenómenos de la realidad objetiva y, por el otro,
determinada información acerca del estado de las
necesidades del sujeto valorante. De ahí el estrecho
vínculo de la valoración con la actividad
práctica, ya que es precisamente esta última la que
"determina el vínculo del objeto con lo que necesita
el
hombre".

Se puede comparar, la anterior definición, con la
de evaluación institucional de Iñigo Bajos, E y
Rodríguez Cunil, R., (2004), que corresponde a la
tendencia Histórico Cultural:?" un proceso de la gestión
universitaria, de carácter continuo, sistemático,
integral y participativo que identifica una problemática,
detectando fallas u omisiones, permitiendo diagnosticar una
situación del quehacer universitario mediante la recogida,
análisis, valoración de una
información relevante, que sustenta la consecuente
toma de
decisiones y facilita retroalimentar las fases del proceso
administrativo para el mejoramiento permanente de la calidad
institucional ".

Se puede constatar los puntos de contacto: su
carácter de procesos, la
búsqueda de información sobre elementos de la
realidad objetiva, la necesidad, su carácter
histórico concreto y que
ambas son partes integrantes de la actividad humana.

La causa de este fenómeno es que el ser humano,
en cuanto a ser social, es producto de su
actividad, es decir, llega a serlo, cuando logra pensar. Lo que
implica que puede evaluar y valorar de forma conciente, su
actividad productiva, transformando la naturaleza y a
si mismo; como sujeto y objeto de la actividad.

O sea, el ser humano lo es, cuando de forma conciente
logra planificar, ejecutar y evaluar su actividad, tanto en sus
resultados como en el proceso en general y aprovechar estas
experiencias y revertirlas en logro de sus objetivos.

Desde esta óptica
se puede afirmar que la evaluación es parte consustancial
de la
educación y por ende parte del la vida.

En todas las Formaciones Económico Sociales,
desde las Sociedades
Comunitarias a nuestros días, se ha evaluado, tanto por
parte del que enseña, como por parte del que aprende;
así como por la sociedad a la
que pertenecen. Se han evaluado los resultados del proceso de
enseñanzaaprendizaje, el
proceso en si mismo, a sus participantes y las instituciones
responsables del mismo.

En las sociedades comunitarias donde la "educación era de la
vida y para la vida" , según Aníbal Ponce en su
obra "Educación y Lucha de Clases"(1963),
evaluación del resultado y del proceso educativo era
realizada por los mismos protagonistas o sea por toda la comunidad, y el
principales indicadores
eran los niveles de supervivencia del individuo y
que este fuera una reproducción de la comunidad, lo cual era
de primordial necesidad para la conservación no solo del
individuo sino de su comunidad.

En las posteriores sociedades clasistas, tanto en las
tributarias como en las esclavistas, la evaluación del
proceso y de los resultados de la educación corrían
por parte de aquellos que financiaban la misma, es decir los
familiares del estudiante o el estado y a
veces ambos, los cuales reflejan las necesidades de las clases
dominantes.

Este es caso de las escuelas de escribas, descritas en
el poema egipcio "Se escriba", tomado de Historia del
Arte y la Literatura Universal(1989) o
el de la educación clásica griega en sus dos
vertientes la Espartana y la Ateniense.

Igual sucede en la Sociedad Feudal Europea Occidental,
con su doble Educación, una formal que produce a los
letrados controlada y evaluada por la Iglesia
Católica, y la otra que produce al Caballero controlada y
evaluada por la Orden de Caballería.

Desde el Renacimiento,
la naciente burguesía comienza a imponer sus criterios
educacionales, acordes a su necesidades e intereses, creando
escuelas y universidades a las cuales evalúan sus
financieros aunque en una cruenta lucha con la Iglesia
Católica sostenedora ideológica del decadente
Feudalismo.

De todo lo anterior se infiere que la valoración
o evaluación, tiene carácter Histórico ?
Concreto, debido a lo cual los criterios evaluativos son el
reflejo de las necesidades de la clase o
grupo social
que la realice y de la época histórica en la cual
se desenvuelve.

En resumen, la evaluación de la actividad
educativa es tan antigua como la propia sociedad humana, de la
cual es parte integral e indisoluble, y que su acertada
utilización contribuye al desarrollo y
evolución de dicha actividad.

En el sector universitario, desde las legendarias
Universidades Islámicas, las Universidades de Bolonia y
Paris, así como sus seguidoras, siempre se evaluó,
aunque centrado su accionar, en los resultados de los
estudiantes.

La evaluación universitaria nace con la propia
universidad, pero
enfocada, sobre todo, en los resultados del proceso de
enseñanza aprendizaje, es a la que hoy en día se le
llama Evaluación Educativa.

Los gérmenes de la evaluación
institucional yacían en esta primera forma evaluativa, ya
que la valoración de los resultados de los estudiantes
repercutían, tarde o temprano, en cambios en los programas, modos
de funcionamiento, métodos de
enseñanza y aún en la selección
de los profesores.

Para finales del siglo XIX, la evaluación, con
sus nuevas acepciones, se extiende por la Gran Bretaña, la
cual posee uno de los más antiguos sistemas de
enseñanza
universitaria, y alcanza a las universidades privadas de
Estados Unidos
de América, que no posee un Sistema de
Enseñanza Superior único.

Al respecto E. Iñigo y R L. Rodríguez
(2004), exponen?" En las postrimerías del siglo XIX y en
las primeras décadas del XX, las universidades
norteamericanas prestaron su atención al desarrollo socio –
económico del país, con el propósito de
consolidar los esquemas organizativos del incipiente capitalismo en
lucha con el desarrollo acelerado de los países europeos,
dentro de un contexto interno de plena libertad y
autonomía universitaria en su gestión
administrativa".

Como se pude observar el desarrollo de capitalismo, en
su fase imperialista, impuso un reto a las universidades
norteamericanas, avocadas a producir un profesional capaz de
responder a los avances del desarrollo científico ?
técnico en todas las ramas del saber y a sus intereses de
clase, para enfrentar la competencia del
resto de las potencias imperialistas.

Esto llevo a que, según Iñigo y
Rodríguez (2004), en "1906, las universidades de la costa
del Este, reunidas en Boston, resuelven realizar actividades de
evaluación y de acreditación".

Es el comienzo de un largo proceso de
instauración de la Evaluación y de la
Acreditación Institucional, como disciplina
independiente, en un país donde no existe un Sistema de
Enseñanza Superior Federal o sea único; como
resultado de las causas ya enunciadas, a las que se suman las
experiencias que en este campo va acumulando el sector
empresarial, el cual es que financia a estas
universidades.

Con una fundamentación eminentemente positivista
– cuantitativa, en sus inicios, la evaluación va en
continua evolución, respondiendo a los intereses y
necesidades de la sociedad en cada época histórica,
cambiando de tendencias, paradigmas y
modelos.

Después de la Segunda Guerra
Mundial, la Evaluación cobra fuerza en el
ámbito empresarial, dada por la necesidad de lograr el
aumento de la calidad en los productos y
servicios,
así como en los procesos de producción, y que estos sean reconocidos
por todos, o sea la acreditación de los mismos, es el
llamado proceso de normalización, lo que redunda en el
desarrollo de la evaluación en el campo
educacional.

A partir de las década de los 60 y sobre todo de
las de los 70 y 80 del Siglo XX, se incrementa la necesidad de
una evaluación institucional que acredite la calidad del
proceso y/o los resultados según el modelo
evaluativo que se siga.

Es en esta apoca donde ocurre un cambio de
paradigma de
cuantitativo al cualitativo con la aparición de las
tendencias Critica e Histórico Cultural.

En esta línea, E. Iñigo y R.L.
Rodríguez Cunill. (2004) exponen? "Se inicia
en las décadas de los 70-80, momento en que la
situación financiera mundial comienza a influir
directamente en las actividades fundamentales universitarias y en
la posición de los Gobiernos".

En otras palabras, la Evaluación Institucional
Universitaria, cobra fuerzas y se internacionaliza, junto con
la
Globalización Neoliberal y la crisis
financiera que azota al Tercer Mundo.

La situación, anteriormente descrita, lleva a
numerosos gobiernos a redefinir el papel del Estado en la
sociedad, a partir de las recetas neoliberales, y de forma
particular en las esferas de educación y salud.

Los citados, E. Iñigo y R.L. Rodríguez
Cunill. (2004), dicen en relación del papel del estado con
de la Educación Superior?" Lentamente, el papel del
Gobierno va
cambiando con respecto a estas instituciones de la educación
superior y pasa de las de policiaco, a benefactor y de
ésta a la de evaluador, papel que comienza a manifestarse
en los países europeos".

Es en este contexto en que se instaura la
evaluación institucional, como instrumento para medir el
grado de cumplimiento de la "calidad" en las Instituciones de
Enseñanza Superior, todo ello complicado por la acelerada
privatización que sufre la Sociedad Mundial
y en particular la Latinoamericana.

En la Enseñanza Superior Latinoamericana, este
proceso de privatización alcanza un grado superlativo,
estimulada por?"las dificultades y obstáculos que para el
desarrollo de la educación superior, por la vía de
las universidades públicas (estatales), de los cuales se
percatan los empresarios privados e inician lo que después
se convertiría en la explosión del surgimiento de
las instituciones de educación superior privadas, hasta
tal punto, que el sistema de educación superior se satura
de ellas", E. Iñigo y R.L. Rodríguez Cunill.
(2004), y se podría añadir, por las jugosas
subvenciones, que paradójicamente, brinda el
estado.

Esta situación, conlleva un reto para el estado
en cuanto a la comprobación de la calidad o sea de la
pertinencia social de estas instituciones, a las cuales financia
directa o indirectamente, de este desafío surge la
implementación de la evaluación institucional a las
instituciones universitarias privadas y publicas, que: ?"son
legitimizadas o no a seguir o no a seguir como universidades",
según E. Iñigo y R.L. Rodríguez Cunill.
(2004).

Nace así la "Acreditación Universitaria",
tanto de las instituciones, como de los currículos, planes
de estudio y programas académicos. Pero en este instante
los gobiernos y las IES se enfrentan a otro problema: El modelo
evaluativo ha adoptar.

El anterior análisis se refrenda con la siguiente
observación de jorge Núñez
Jover (2003)?" Sin embargo, pude decirse que hasta los
años cincuenta, la tradición positivista (por medio
de tendencias y autores con posiciones diferentes) fue dominante
en toda la filosofía occidental de la ciencia. En
consecuencia, durante las primeras décadas de este siglo
esa filosofía parecía atrapada en una visión
estática de la ciencia"?"
Sobre todo desde los años sesenta, el temario de
análisis de la ciencia se ha enriquecido
considerablemente?"

En el próximo epígrafe se analizara con
mayor profundidad la evolución de la Evaluación
Institucional a través del estudio e sus principales
tendencias, paradigmas y modelos.

II.- Tendencias en la Evaluación
Institucional.

La Evaluación Institucional, como todo
fenómeno social vivo, ha evolucionado en la esfera
educacional como en el resto de las esferas donde se aplica,
sobre todo si se tiene en cuenta que dado su carácter
histórico social, responde a las necesidades de la clase
social, sociedad y la época histórica donde se
desarrolla.

Al respecto, se pronuncia House (1993), citado por
Ileana Dopico (2003)?" en primer lugar, habría que hablar
de cambios conceptuales, en las que el ejemplo
paradigmático es la sustitución de nociones
monolíticas por otras pluralistas, el abandono de la idea
de una evaluación libre de valores"

En el anterior fragmento se puede observar, el
análisis del cambio ocurrido en el pensamiento
evaluativo, tanto en la gerencia de
empresas como
en la educacional, donde se tiene en cuenta la pertinencia social
de los procesos, productos y aun de los protagonistas de los
mismos es decir la responsabilidad de estos últimos con la
calidad, pero sin abandonar el enfoque positivista –
cuantitativo.

Y continua, el ya citado House,?" En segundo lugar,
podemos referirnos a cambios metodológicos, caracterizados
por la creciente tendencia a la integración de métodos cuantitativos
y cualitativos".

Es decir, ocurre el paso del paradigma positivista, con
su metodología cuantitativa experimental a
otros nuevos modelos donde prima la metodología
cualitativa y aún aquellos donde su metodología es
mixta, o sea la cualitativa – cuantitativa, con sus
correspondientes cambios de paradigma, con los llamados modelos
subjetivistas, cualitativos o críticos.

Para finalizar, el mismo autor expone?"En tercer lugar,
deben mencionarse los cambios en la utilización de la
evaluación, con mayor énfasis en la
concepción "iluminativa" que en la instrumental y la
insistencia de un carácter político de
aquella".

Al respecto de este análisis se pueden resaltar
dos aspectos, la evolución de una evaluación
puramente "sumativa", enfocada a los resultados a otra
"Iluminativa", "Formativa" o "Conceptual", enfocada al proceso y
a la creación de una "Cultura
Evaluativa".

Triana (1996), citado por Ileana Dopico (2003), expone
refiriéndose a la concepción "Iluminativa" o
"Conceptual" de la evaluación, es?" donde la
evaluación no tendría como función
única o principal la de ofrecer elementos para la toma de
decisiones, sino que también cumplirá un papel
importante contribuyendo a mejorar el
conocimiento de los procesos educativos y arrojando luz sobre los
mismos. Su función sería, pues, la de iluminar la
concepción que determinada comunidad tiene de una cierta
parcela de la realidad (educativa en este caso), aportando
información relevante y elementos de reflexión
acerca de la misma ".

Lo anteriormente expuesto guarda similitudes con el
concepto de Evaluación Formativa, enunciado por el
González, D y Valcárcel, N. (2001)?" Implicada con
el proceso y dirigida a perfeccionarlo. Genera información
relacionada con la marcha del proceso del objeto que se
evalúa para formular reajustes o replanteamientos en su
funcionamiento intrínseco".

Se podría añadir, que con esta
concepción formativa se puede crear una "Cultura
Evaluativa" que redunde en la calidad del proceso y sus
resultados.

En cuanto al segundo aspecto el "carácter
político" de la evaluación, el ya aludido House,
citado por Ileana Dopico (1992), da la respuesta:…"
Filosóficamente, los evaluadores dejaron de creer que su
disciplina era una disciplina neutral y asumieron que su
práctica implicaba promover los valores e
intereses de unos grupos sobre
otros; aunque no acostumbran a tener claro en absoluto,
qué hacer con semejante descubrimiento. Los evaluadores
tuvieron que hacer frente a la disyuntiva, en apariencia
conflictiva, entre ser científicos por un lado, y
útiles por otro. Políticamente, por ultimo, se
movieron de una esfera en la que se concebían a sí
mismos como técnicos expertos opuestos a los males de la
política,
a otra en la que ahora admiten, francamente que la
evaluación misma es una actividad con efectos e
implicaciones políticas".

De la anterior cita, se puede inferir el carácter
histórico ? social de la evaluación en general y de
la educativa en particular, siendo su principal aporte el
demostrar, en el mundo Occidental, algo ya enunciado por los
filósofos marxistas; el carácter
político de la actividad evaluativa, además de
exponer la responsabilidad ético moral del
evaluador, como científico, con el resultado de su
obra.

Esta reflexión, realizada para la sociedad
estadounidense de finales de los 80 e inicios de los 90, inmersa
en la confrontación de las diversa tendencias, no solo en
el plano evaluativo sino también en el educacional, y a la
cual se suma la tendencia critica con sus múltiples
escuelas y modelos; es valida, hoy en día, para cualquier
sociedad.

Lógicamente estos cambios de
fundamentación filosófica y, consecuentemente, de
paradigma, conllevan según el señalado autor, a
que?" pueden señalarse algunos cambios estructurales,
caracterizados por una creciente inclusión de la
evaluación entre los mecanismos de gestión de los
sistemas educativos, una ampliación de sus ámbitos
de cobertura y una mayor interdisciplinariedad".

Se puede señalar que los cambios estructurales y
la ampliación de la evaluación institucional es
aceptada, en la actualidad, por la mayoría de las
Instituciones de Enseñanza Superior, aunque su
aplicación es un reto para ellas.

Todo lo anteriormente analizado, lleva a la
convicción de que: en la evaluación en general, la
educacional y, desprendiéndose de ella, la institucional
en particular han surgido, evolucionado y coexistido, diversas
tendencias, paradigmas y modelos.

En cuanto a las tendencias, enunciadas por algunos
autores como paradigmas o enfoques, existen diversas
denominaciones como las de:

Pérez Gómez, A (1983), enmarca a los
primeros modelos evaluativos bajo el nombre de "Modelo
Experimental", caracterizado por el paradigma positivista, que
según el autor, por ?" la búsqueda y la creencia de
la objetividad de la evaluación. La objetividad de la
ciencia y en la evaluación es el resultado de la
fiabilidad y validez de los instrumentos de recogida y
análisis de datos".

Continua?" Lógicamente, el único procedimiento que
puede proporcionar el rigor requerido es el método
hipotético?deductivo, establecido en las ciencias
naturales y en la tradición psicológica
experimental"?

El mismo valora a este modelo así ?"la estrechez
del paradigma positivista en sus aplicaciones a la
elaboración y evaluación de proyectos en sus
aplicaciones a la elaboración y evaluación de
proyectos educativos ha provocado el desarrollo paralelo de de
enfoques alternativos con presupuestos
éticos, epistemológicos y teóricos bien
diferentes".

Es decir, los modelos iniciales de las décadas de
los 30 y los 40, pertenecían al paradigma experimental,
como lo llama el citado autor, y que para otros es Tendencia o
Paradigma Cuantitativo, marcados por la filosofía
positivista y la metodología de las ciencias
naturales.

El mismo autor plantea la evolución y cambios
dentro del mismo paradigma y el surgimiento de un nuevo paradigma
o tendencia el Cualitativo a partir de la década de los
60. Al respecto plantea?"Dentro del paradigma experimental voy a
considera tres modelos principales: Análisis de Sistema,
Objetivos de Comportamiento
y Toma de Decisiones. Dentro del paradigma cualitativo cabe
distinguir los siguientes modelos: Critica Artística,
Evaluación Respondiente, Evaluación Iluminativa y
Estudio de Casos".

El modelo propuesto por Scriven, "Modelo de
evaluación sin referencia de objetivos", lo sitúa?"
A medio camino entre ambos paradigmas"?

Para, Norberto Valcárcel, Julia Añorga y
Clive Herrera (2000),?" Otros autores realizan un análisis
desde una propuesta más general, utilizando como criterio
básico la conjunción de los distintos aspectos
teóricos y metodológicos, llegando a agruparlos en
modelos: "Objetivistas", "Subjetivistas" y "Críticos".
Esta agrupación en tres grandes concepciones, responden
por un lado a las distintas epistemologías y
filosofías de evaluación y por otro lado a enfoques
metodológicos muy diferentes?"

Dentro del Modelo Objetivista, los mencionados autores
sitúan: El Modelo de Tyler, el Modelo de Cronbrach, el
Modelo Stufflebeam o Modelo CIPP, Modelo Scriven o Modelo sin
referencia a objetivos.

En el Modelo Subjetivista, enmarcan entre otros: al
Modelo de Stake, al Modelo Parlett y Hamilton, al Modelo MC
Donal; este ultimo es interesante ya que divide las evaluaciones
en tres tipos: Evaluación Burocrática,
Evaluación Autocrática y Evaluación
Democrática.

En los Modelos Críticos, hacen referencia a
autores como: Farley, Colas, Mckinnney, Brown, Midlkiff y
Burke.

La autora Ileana Dopico Mateo (2003), expone un criterio
diferente al de los anteriores…"la existencia de tres grandes
paradigmas en evaluación educativa: el cualitativo, el
cuantitativo y el mixto a los que han respondido modelos como el
conductista-eficientista, el humanístico y el
holístico respectivamente".

Continua su exposición?" a estos modelos corresponden
diferentes métodos evaluativos, creados principalmente por
autores norteamericanos como por ejemplo: La Evaluación
orientada hacia objetivos de Tyler, iniciada y continuada por
otros muchos investigadores entre ellos Metfessel y W. B.
Michael, que ampliaron su mitología; El Método
científico de evaluación de Edward A. Suchman;
La Planificación evaluativa de L. J Cronbach;
La evaluación orientada hacia el perfeccionamiento (CIPP)
de Daniel L. Stufflebeam; El Método evaluativo centrado en
el cliente de R. E.
Stake; El Método Contrapuesto de evaluación de T.R.
Owen y R.L. Wolf; La Evaluación Iluminativa o
Método Holístico de Stake, B. Mc Donald y L.
Stenhouse; El Método evaluativo orientado hacia el cliente
de M.S. Scriven".

Los diferentes autores consultados no hacen referencia a
la más reciente de las tendencias: la Histórico
Cultural, basada en el paradigma cualitativo ? cuantitativo y en
la filosofía Marxista Leninista.

Así como cambian los modelos, dentro de las
diferentes tendencias, cambian por igual las definiciones de
evaluación utilizadas en la evaluación
institucional.

III.- ¿Qué concepto evaluativo
adoptar?

La respuesta esta interrogante ha variado en consonancia
con el contexto histórico social concreto en que se
desenvolvió el proceso de acreditación en cada
país y aún en cada institución, y que por
tanto no es estática sino que evoluciona con los cambios
del referido contexto.

En la presente investigación sea han encontrado conceptos
como los que plantean los Daniel González González
y Norberto Valcárcel Izquierdo (2001):

Ralph Tyler (1950) en su "Evaluación Orientada
hacia los Objetivos", citado por Añorga,J (2001), plantea:
" la evaluación es el proceso que tiene por objetivo,
determinar en qué medida se han logrado los objetivos
previamente establecidos, lo cual supone un juicio de valor sobre
la información recogida y que se emite al contrastar esta
información con los criterios que son los objetivos
previamente establecidos, en términos de la conducta que el
alumno debe exhibir para probar su
adquisición."

De la misma se puede inferir que centra la
evaluación en el cumplimiento de los objetivos reflejados
en la conducta del estudiante, es un modelo objetivista
según Añorga, J (2001), cuya "finalidad
básica es la prescripción y se evalúan los
resultados ", por las mismas razones se pude catalogar de
sumativa.

En la ya mencionada obra de Rodríguez, D y
Valcárcel, N. (2001) aparecen otras definiciones
como:

Lazo, J. (2001): "la evaluación es el proceso de
obtener información y usarla, para formular juicios que a
su vez se utilizarán en la toma de decisiones. Consiste en
la comparación de lo que sea ha alcanzado mediante la
acción
concreta, con lo que deberla haber logrado de acuerdo a la
programación previa".

El análisis de este concepto permite inferir que
el autor, al igual que Tayler, ve la evaluación enfocada
en los resultados, es decir al grado de cumplimiento de los
objetivos pero también como fuente de información
para la toma de decisiones.

Otros interesantes conceptos presentan los ya nombrados
autores citando a Añorga, J (2001), aunque sin citar a los
autores:

"La evaluación es el proceso de identificar,
obtener y proporcionar información útil y
descriptiva acerca del valor y el mérito de los momentos
de la planificación, la realización y el impacto de
un objeto determinado, con el fin de servir para la toma de
decisiones"

Se observa que esta definición tiene similitudes
con la dada por Lazo, J.

Una definición es la siguiente: "Una
evaluación formativa absolutamente implicada en el proceso
educativo, cuya misión
principal consiste en ayudar a perfeccionar tanto posprogramas
como los resultados, por medio de la toma decisiones, que basadas
en las informaciones recogidas, interpretadas y valoradas, hacen
posible un continuo reajuste de todo el proceso"

Luxán, M. J. (1998), citado por Rodríguez,
D y Valcárcel, N.(2001), plantea una definición
similar al anterior.

"Evaluar significa valorar la manera de hacer de la
universidad, que enseña e investiga, para identificar sus
fortalezas y debilidades con el objetivo de incorporar
actuaciones concretas destinadas a mejorar la calidad"

Se pude afirmar, que estas definiciones pertenecen al
tipo de evaluación formativa formulada por M. Scriven
(1967) y DL, Stufflebeam (1987).

La evaluación formativa según
(Iñigo Bajos, E y Rodríguez Cunil, R., (2004), "es
la empleada para analizar el comportamiento del programa a lo
largo de sus diferentes etapas de operación y que permite
tomar decisiones correctivas en cada una de ellas".

Según Rodríguez, D y Valcárcel, N.
(2001), la evaluación formativa es la que esta "implicada
en el proceso y dirigida a perfeccionarlo. Genera
información relacionada con la marcha del proceso del
objeto qué se evalúa para formular reajustes o
replanteamientos en su funcionamiento
intrínseco".

Por las mismas razones ya expuestas en opinión de
Añorga,J (2001) pertenece a los modelos críticos
que "enfocan la evaluación como recurso de
reflexión crítica
de los procesos y resultados que logra una institución. Su
finalidad es transformar la institución frente a las
necesidades individuales y sociales".

Siguiendo esta línea de razonamiento, se
encuentran las siguientes definiciones:

Rodríguez, D y Valcárcel, N. (2001), "La
evaluación nos permite describir, explicar, valora los
objetivos, los procesos, los resultados y el impacto de la labor
de los centros universitarios. La cuestión relevante no es
cómo establecer controles, sino cómo desde la
racionalidad del trabajo universitario, establecer mecanismos que
permitan aprovechar las oportunidades de incrementar la calidad
de la universidad".

Para Iñigo Bajos, E y Rodríguez Cunil, R.,
(2004) es un: " un proceso de la gestión universitaria, de
carácter continuo, sistemático, integral y
participativo que identifica una problemática, detectando
fallas u omisiones, permitiendo diagnosticar una situación
del quehacer universitario mediante la recogida, análisis,
valoración de una información relevante, que
sustenta la consecuente toma de decisiones y facilita
retroalimentar las fases del proceso administrativo para el
mejoramiento permanente de la calidad institucional "

Sin estar en desacuerdo con otras tesis, el
autor de la presente trabajo se adscribe al concepto Iñigo
Bajos, E y Rodríguez Cunil, R.

IV.- La Calidad objetivo final del proceso
evaluativo.

¿Para qué se evalúa? Para algunos
la respuesta seria, para acreditar a la institución y
así acceder a mayores subvenciones estatales y privadas.
Para otros por el prestigio que conlleva y para otra parte del
profesorado y del estudiantado por la calidad que garantiza este
proceso.

Pero, ¿qué es calidad?

Para el MES (2003)?"Mundialmente se reconoce que el
concepto de calidad es relativo y multidimensional en
relación con la misión, objetivos y actores del
sistema universitario. En Cuba, se hace
énfasis en la perspectiva externa de la calidad, prestando
especial atención al proceso y sus resultados. Por ello se
privilegia su unidad con la pertinencia universitaria, es decir,
la correspondencia de los productos finales (resultados) de los
procesos universitarios fundamentales: formación (pre y
postgrado), investigación y extensión (interacción social) con las necesidades de
una sociedad sostenible y más justa, especialmente, en el
desarrollo de las competencias
profesionales básicas de los egresados."

Según Elvira Martín Sabina (2003), "un
mayor énfasis en la calidad; el ofrecer las respuestas
demandadas por la sociedad (pertinencia); la utilización
más eficiente y eficaz de los recursos; la
búsqueda de fuentes
alternativas de financiamiento; modernizar la dirección institucional con la descentralización apropiada de los
procesos, el uso de las tecnologías modernas de
dirección y el asegurar un aprendizaje organizacional a
partir de las empresas y otras entidades sociales."

Otra visión de esta problemática la
ofrecen Enrique Iñigo Bajos y Rafael Rodríguez
Cunil (2004), que refiriéndose, a la calidad, expresan,
"es un concepto multidimensional, incluyendo
características universales y particulares que aluden a la
naturaleza de las instituciones y de los conocimientos pues
estamos ante la gestión y ejecución de procesos
universitarios con características propias muy definidas,
señaladas anteriormente, pero que sin embargo es
imprescindible intégralos para facilitar la gestión
del denominado "proceso esencial" o "quehacer universitario"
así como a los problemas que
se plantean en relación con los distintos contextos
sociales en el marco de prioridades nacionales, regionales y
locales".

La presente investigación toma como punto de
referencia el concepto que ofrece Enrique Iñigo Bajos y
Rafael Rodríguez Cunil.

Los autores consultados coinciden en la estrecha
vinculación entre Calidad y Pertenencia Social, entendida
esta última como: "la significación social,
política, económica, científica ?
tecnológica y cultural que esta tiene en el entorno donde
se manifiesta y la preparación y compromiso de los
profesores y los investigadores, el quehacer de las IES y la
rendición de cuentas de su
desempeño global". Iñigo Bajos, E y
Rodríguez Cunil, R (2004).

¿ Cómo se refleja la evolución de
la Evaluación Institucional en Cuba?

V.- La
Evaluación Institucional en Cuba.

Al triunfo de la Revolución
Cubana solo existían, en el país, tres
universidades públicas las cuales, según el MES, se
caracterizaban por?" matriculas que apenas rebasaban lo 1500
estudiantes; su estructura de
carreras, en las que predominaban las humanidades en detrimento
de otras ramas de la ciencia, y el contenido obsoleto y las
formas y métodos de enseñanza pasivos y
memorísticos que practicaba una parte del claustro y de
los que estaba ausente, salvo aislados casos excepcionales,
el trabajo de
investigación científica de
profesores y estudiantes".

El gobierno revolucionario genero una serie
de profundos cambios en todo el sistema educacional en general y
en el sistema universitario en particular: la enseñanza
gratuita para todos, la Reforma universitaria de1962 y la
creación del Ministerio de Educación Superior en
1976 son hitos memorables de estos cambios.

Cuya MISIÓN o razón de ser del Ministerio
de Educación Superior, según Alemañy Ramos,
S y Aruca Díaz, A(2004), quedó definida de la
siguiente manera:

"Dirigir la formación integral de los
profesionales universitarios, su superación posgraduada y
la extensión universitaria, garantizando su
ejecución en las instituciones que le están
subordinadas, asegurando la formación de valores
político-ideológicos y de compromiso con la Patria.
Contribuir de forma significativa mediante la actividad
científico-investigativa y la introducción de los resultados al
desarrollo de la sociedad cubana. Dirigir, la preparación
y superación de los cuadros en coordinación con los organismos de la
administración del Estado. Realizar su trabajo en un
marco de racionalidad y enfoque activo del desarrollo
económico."

Para logra esta misión era necesario entre otros
elementos crear un sistema de evaluación institucional,
que garantizara no solo la calidad del resultado sino del
proceso.

Durante la etapa inicial la evaluación
institucional tenía, a criterio de Trista, B: "un
carácter esencialmente interno, las propias instituciones
autoevaluaban sus actividades y sus instancias organizativas y
elaboraban sus propios proyectos de desarrollo
institucional".

La Educación Superior cubana no es ajena a la
situación existente a nivel mundial, en la
formación profesional integral y por lo tanto crea, bajo
la égida del Ministerio de Educación Superior, el
Reglamento de Evaluación Institucional del Ministerio de
Educación Superior desde 1978, el cual sea perfeccionado
repetidamente (1982, 1990, 1997), estando vigente el del 2005
regido por la Junta de Acreditación Nacional (JAN), valido
para todos los centros de educación superior de
Cuba.

Teniendo en cuenta que, según el informe del MES a
la UNESCO (2003)?"el grado de desarrollo alcanzado por la
Educación Superior en Cuba y la adecuación al
contexto internacional, aconsejaron la implantación del
Sistema Universitario de Programas de Acreditación (SUPRA)
aprovechando la experiencia acumulada y con el objetivo de
preparar la
Organización para enfrentar los retos futuros de la
calidad universitaria".

De acuerdo con la Resolución Ministerial 150/99,
el objetivo principal del SUPRA se enunció en los
términos siguientes: "contribuir a la mejora de la calidad
de la educación superior en Cuba mediante la
certificación al nivel nacional e internacional de
programas e instituciones que cumplan requisitos de calidad
establecidos".

Conclusiones:

En el curso de la investigación, que dio origen
al presente trabajo, se arribó a la conclusión de
que la evaluación tiene un carácter
histórico social y es un producto de la evolución
humana, indisolublemente vinculada a la actividad práctica
y cognoscitiva, a la conciencia humana y a la
valoración.

La evaluación institucional esta estrechamente
ligada al desarrollo de la sociedad en general y de la ciencia en
particular, ya que contribuye a la calidad del proceso docente
educativo, como parte esencial del mismo, y a la formación
del profesional integral, capaz de aprender a aprender y de
afrontar los cambios científicos, tecnológicos,
socio ?culturales y políticos – ideológicos, entre
otros, que ocurren en la Humanidad; es decir unida a la
pertinencia social.

Además, producto de lo anterior, la misma
presenta numerosos enfoques, paradigmas, tendencias, modelos y
conceptos debido a su al carácter histórico
concreto.

Por ultimo, que el enfoque evaluativo Histórico
Cultural es el más acorde, sin ser el único, para
los países que pretendan acometer verdaderas
transformaciones en su entorno social y en su accionar
educativo.

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    Lucha de Clases. La Habana. Editorial Ciencia y
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  15. Trista, Boris. (2004). La Evolución
    Universitaria en Cuba. (CD ? ROM). Cuba: CEPES. Universidad de
    la Habana.

 

 

 

Autor:

Ricardo Celestrin Victori.

Profesor Instructor de Panorama Histórico de la
Actividad Física
y el Deporte.
Licenciado en Historia y Ciencias
Sociales.

Institución: Escuela
Internacional de Educación
Física y Deporte. La Habana, Cuba.

Partes: 1, 2
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