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Fraseología y Contexto – Algunas consideraciones y ejemplificaciones (página 2)



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Algunas
consideraciones y ejemplificaciones

En el proceso de
comunicación, las palabras se unen entre
sí para expresar ideas. Unas veces forman combinaciones
libres "en las que no existen restricciones en la selección
de los componentes, salvo en aquellos casos de incompatibilidad
semántica y / o gramatical". Otras,
constituyen combinaciones fijas, es decir, "combinaciones que se
caracterizan, ante todo, porque reproducen un determinado
conjunto léxico, fijo o parcialmente variable, pero que
siempre se encuentra limitado en la elección por algo
externo al sentido de las palabras o de la construcción".

Características principales de
los fraseologismos:

A través de su desarrollo,
las teorías
sobre los diferentes aspectos que caracterizan la unidad
fraseológica han sufrido modificaciones. Así vemos
como han ido eliminándose en la práctica algunas de
las que se creyeron características propias de este
fenómeno. Por ejemplo, la intraducibilidad, que alguna vez
fuera considerada uno de los rasgos inherentes a la unidad
fraseológica, fue descartada por no cumplirse en todos los
casos.

Otro de los rasgos, considerado algún tiempo
obligatorio, y posteriormente eliminado, fue el de la supuesta
propiedad ??
inherente a todo fraseologismo ?? de ser equivalente a una
palabra, hecho que no se cumple en la mayoría de los
casos.

En este proceso de eliminación se han conservado
los tres rasgos considerados más importantes para que una
combinación de palabras defina su condición de
fraseologismo. Estos son: la pluriverbalidad, el sentido figurado
y la estabilidad.

Estos rasgos están íntimamente ligados y
en estrecha interdependencia en su función
definitoria, ya que ninguno puede estimarse como exclusivo del
fenómeno que se estudia.

En efecto, las unidades fraseológicas se
contraponen, por una parte a la palabra; por otra, a unidades de
estructura
compleja tales como las palabras analíticas o analitismos
y los términos compuestos.

El cuadro que aparece a continuación refleja el
comportamiento
de estas características en las unidades
referidas.

 

CARACTERÍSTICAS

Tipos de
unidad

pluriverbalidad

Sentido
Figurado

estabilidad

Palabras

+ –

+

Analitismo

+

+

Término
compuesto

+

+ –

+

Fraseologismo

+

+

+

Como puede aplicarse, las tres características se
cumplen solamente en la unidad fraseológica.

La palabra, obviamente, no presentará la primera
característica. El sentido figurado podrá aparecer
o no en ella, en dependencia de varios factores, y su estabilidad
está dada por el hecho de constituir una unidad nominativa
del sistema de la
lengua, que se
reproduce hecha. Así, la palabra gato es
monoverbal, existe como unidad nominativa para todas las
variantes del español y
encierra la posibilidad de uso recto y uso figurado.

En los analitismos están presentes la primera y
tercera característica. Darse cita y poner
fin
constituyen ejemplos de combinaciones analíticas
y, como tales, están constituidos por más de un
elemento u carecen de sentido figurado. Además no son
creados en un acto de habla, sino que existen "hechos" en la
lengua. En su lugar pueden emplearse, generalmente,
sinónimos léxicos como son, para los ejemplos
mencionados, citarse y finalizar.

Los términos compuestos constituyen un caso
especial, ya que, como vemos en el cuadro, pueden o no, tener
sentido figurado; o sea, pueden tener o no las tres
características inherentes a los fraseologismos en
aquellos casos en que trasponen los marcos de la esfera
terminológica y pasan a formar parte de la lengua general.
Esto es debido, fundamentalmente, asociados metafóricas o
de otro tipo, como sucede, por ejemplo, con reacción en
cadena; o bien porque los elementos del término
estén usados en sentido metafórico como en cola
de caballo
.

Cabe señalar el hecho de que algunas
combinaciones de palabras que constituyen términos pueden
ser considerados fraseologismos, de ahí que aparezcan en
el cuadro con los signos (+
-).

Este breve análisis del comportamiento de las
características en algunas unidades da la lengua ayuda a
definir las características específicas del
fraseologismo desde un punto de vista comparativo.
¿Cómo se refleja cada una de ellas en el
análisis que se realiza?

Pluriverbalidad

Lo primero que salta a la vista en un fraseologismo es
su pluriverbalidad. Con esto se quiere decir que todo
fraseologismo debe estar integrado por dos o más palabras,
una de las cuales, al menos, debería ser una palabra
plena. Esta, a su vez, podrá ir acompañada de una o
más palabras auxiliares. Otras veces, el fraseologismo
podrá estar integrado por dos o más palabras
plenas. El primero de los tipos, denominado unicumbre, realiza,
por regla general, la función de adverbio,
asociándose a verbos cuya acción
modifica o complementa:

… y se fueron juntos, Kaby y el Sacristán,
con un secreto de película.

En muchas ocasiones este tipo de fraseologismo no tiene
una palabra equivalente en el sistema, hace que su uso sea
obligado en todos los estilos; pierde así, como resultado
lógico, su expresividad; de este modo pasa a formar parte
del estilo neutral, como ocurre, por ejemplo, con a
raíz de
, a la larga, etc..

El segundo grupo, bi o
multicumbre, integrado por dos o más palabras
significativas, puede presentar diversas estructuras,
de las cuales las más importantes y difundidas son las
nominales y las verbales.

Los fraseologismos nominales pueden estar integrados por
un sustantivo + adjetivo, o por dos sustantivos en función
predicativa; por lo general, designan una cualidad o
característica propia de lo denominado: persona, animal o
cosa. En la mayoría de los casos su estructura no difiere
de la de una combinación libre:

¡Eres una hipócrita, una mosquita
muerta!

En los fraseologismos verbales, el elemento principal de
la combinación lo constituyen el verbo, el cual, al unirse
a un sustantivo, a un adjetivo, a un adjetivo + sustantivo, etc.,
puede adoptar las más diversas estructuras. Entre
ellas:

  1. Verbo + sustantivo;
  2. pronombre + verbo + preposición + verbo +
    sustantivo
  3. Verbo + preposición + sustantivo;
  4. Verbo + artículo + sustantivo +
    adjetivo;
  5. verbo + sustantivo + conjunción +
    sustantivo
  6. Verbo + preposición + artículo +
    adverbio + adjetivo;

etc.

Ejemplos de estas estructuras se encuentran
en:

  1. Lo vemos como mira el nuevo, cogiendo
    recorte.
  2. … peor es que los nombres le tengan miedo a una y
    nos quedemos pa vestir santos.
  3. … mi hermana y yo a quienes él debía
    mantener a raya.
  4. …quienes deben ser los que lleven la voz
    cantante.
  5. Si para sacarle una palabra cuesta dios y
    ayuda.
  6. En esta cargo con la más fea.

Sentido figurado

Toda expresión compuesta de sentido indivisible,
tanto si se escribe formando una palabra como si se presenta
articulada en dos o más, constituye una entidad
léxica que ha de estudiarse y tratarse como
tal.

No todas las expresiones compuestas de sentido
indivisible pueden ser consideradas fraseologismos. Para que esto
suceda deberá reunir, como se expuso anteriormente, tres
requisitos indispensables: ser pluriverbales, fijas y poseer
sentido figurado.

Los fraseologismos son motivados generalmente o bien por
la necesidad de denominar las propiedades de algunos objetos o
conceptos, o bien como medio de manifestación de
expresividad. La metáfora es el factor semántico
por excelencia que actúa en la formación de estas
unidades.

La metaforización, es decir, el cambio de
sentido originado por la semejanza entre fenómenos u
objetos, es una de las mayores fuerzas de enriquecimiento de la
fraseología. Son muy numerosas las unidades
fraseológicas pertenecientes al grupo léxico de
partes del cuerpo.

Ejemplo:

* Yo se lo dije a mi mujer: esto no
dura, éste cambió la vaca por la
chiva.

* Mi mujer me dijo que la única
solución era visitarlos (…); que los vecinos nos
estaban esperando con los brazos abiertos.

Las relaciones de semejanza en el fraseologismo se
revelan de diferentes formas. Se han citado algunas de
ellas:

  • Una acción física (echar un
    jarro de agua
    fría a alguien), pasa a ser psíquica al ocurrir
    el proceso de fraseologización y adquirir el sentido
    de "quitar bruscamente una ilusión o
    esperanza".
  • Una propiedad física (ser duro de pelar)
    pasa a ser psíquica, ya que, al metaforizarse,
    adquiere el sentido de "no someterse
    fácilmente".
  • Acciones no relacionadas específicamente con
    las personas, al metaforizarse, se refieren a ellas. Esto
    sucede con "partir por el eje" cuando, al metaforizarse,
    adquiere el sentido de "causar un gran perjuicio a
    alguien".
  • La acción dirigida a un objeto concreto
    (tirar por la borda), al metaforizarse, puede transformarse
    en una acción dirigida a algo abstracto.

Estabilidad
fraseológica

La estabilidad es la capacidad que poseen los
fraseologismos de ser reproducidos íntegramente. Es una de
las características que, conjuntamente con las restantes,
permite distinguir el fraseologismo como una unidad lingüística.

Los elementos del fraseologismo están
relacionados entre sí de forma tan estrecha, que no puede
deducirse su significado del valor
semántico de sus componentes, ya que éstos pierden
su significado primario (total o parcialmente) para recibir uno
nuevo.

Este fenómeno se ha demostrado en el ejemplo de
las combinaciones de palabras noche oscura y noche
toledana
. En el primer ejemplo, al concepto
común de oscuridad se añade otro concepto
también común: noche. De un modo totalmente
diferente se construye la semántica del ejemplo noche
toledana
, en el cual la unión de noche con
toledana origina una unidad fraseológica con el
significado de "noche de insomnio".

La combinación libre, no obstante su uso y
carácter habitual, posee siempre una
estructura semántica divisible, por lo que cada elemento
conserva su sentido propio individual. Así, por ejemplo,
en la combinación libre aguantarse la mano las
palabras aguantarse y mano pueden separarse o
unirse sin que cambie por esto su sentido primario. Otra cosa
ocurre cuando se utiliza la combinación de palabras
aguantarse la mano
, pero con el sentido de restringir una
acción. Los ejemplos de uno y otro caso:

El sentido recto

La verdad que tocarle la cara a un hombre
así, ya mayor…es una rareza por lo menos. Así que
me aguanto la mano y hasta va y meto las dos debajo de la
mesa.

El sentido
metafórico

?? ¡Que ganas tengo que vengan los muchachos!
Los pases deberían ser más arrimaos. Con ellos
aquí Mateo se aguanta la mano con los
forrajeadores.

En esta combinación no se hable de la
acción directamente expresada por los términos que
integran la combinación (aguantarse la mano), sino de algo
en lo que no intervienen necesariamente las manos como objeto de
la acción.

La estabilidad fraseológica se manifiesta de
diferentes maneras, entre las cuales pueden considerarse
principales las siguientes:

  • Imposibilidad de cambiar el orden de los
    componentes fraseológicos, aunque este cambio no
    conduzca a la violación de las leyes de una
    lengua. Así, por ejemplo, se puede decir de pies a
    cabeza
    , pero no de cabeza a pies; a tontas y a
    locas
    , pero no a locas y a tontas.
  • Imposibilidad de interpolar elementos ajenos al
    fraseologismo: al doblar de la (próxima) esquina,
    cerrar sus (bellos) ojos
    .
  • Imposibilidad de sustituir unos elementos por
    otros: sudar la gota gorda (gruesa); comer candela
    (fuego).
  • Imposibilidad de sustituir determinada
    categoría gramatical (número, género, voz, etc.); por ejemplo:
    abrir el ojo en lugar de abrir los ojos, chiflar la mona
    en lugar de chiflar el mono, el pasaporte ha sido dado en
    lugar de dar el pasaporte
    .

Entre los fraseologismos se ha observado diferentes
grados de fijación que no sufren ningún tipo de
modificación, como a brazo partido, halarse los pelos,
etc.
, y admiten diferentes tipos de modificaciones. Las
últimas se manifiestan del modo siguiente:

  • admisión en una unidad fraseológica
    del tipo verbo + sustantivo, de un cambio de lugar de
    componentes, mas adición de pronombre para lograr
    transmitir el énfasis propuesto: cortar un
    traje
    en el ejemplo ese traje no se le puede cortar a
    sí mismo, o un sablazo hay que saber tirarlo,
    modificación del fraseologismo tirar un
    sablazo.
  • posibilidad de interpolación de elementos
    ajenos a la estructura léxica del fraseologismo: dar
    (tremendo) bombo, etc. Estos elementos constituyen,
    fundamentalmente, elementos de intensificación o
    valoración que tienen como objetivo
    aumentar la expresividad.
  • Posibilidad de sustitución de unos elementos
    por otros (por regla general, tomadas de posibilidades fijas,
    ya existentes y conocidas con anterioridad) que,
    generalmente, son sinónimos o palabras que pertenecen
    a un mismo grupo léxico-semántico: amarrarse
    los calzones (pantalones), apretar las clavijas
    (tuercas).
  • Posibilidad de sustitución de las
    categorías gramaticales: apretar la(s) tuerca(s),
    entre otros.

Identificación de Fraseologismos con
homónimos libres en el contexto oracional

Considerando el fraseologismo como unidad léxica
integral, no habrá diferencia entre el estudio que pudiera
hacerse del mismo y el de la palabra como unidad de
nominación. Debido a esto, estas combinaciones de palabras
pueden ser sometidas a un análisis valencial como puede
hacerse con las palabras simples.

Se denomina valencia en lingüística a la
combinación potencial de elementos homogéneos de la
lengua. La valencia puede ser establecida en diferentes niveles
de lengua: fonológico, léxico y sintáctico;
planos fonético y semántico.

La valencia sintáctica de los verbos y de los
fraseologismos verbales en español ha sido estudiada en
algunos trabajos de lingüistas soviéticos; pero
además de la valencia sintáctica, los
fraseologismos se caracterizan por su valencia
léxico-semántica, es decir, la posibilidad de
combinarse con grupos
léxico-semánticos de palabras.

Las reglas de combinabilidad
léxico-semánticas de las combinaciones estables no
siempre coinciden con las reglas existentes para las
combinaciones libres homónimas, sino que pueden ser hasta
contradictorias, como sucede, por ejemplo, con la
combinación echar chispas, que en sentido recto
suele estar relacionada con un sujeto material inanimado,
mientras que en sentido figurado el sujeto ha de estar
representado por un sujeto humano. La posibilidad de combinarse
con diferentes grupos léxico-semánticos
también puede coincidir solo parcialmente. En la
mayoría de los casos pede observarse un aumento de las
posibilidades semántico-potenciales, cuando la
combinación es utilizada como fraseologismo.

En los fraseologismos verbales, la capacidad de
combinarse con el sujeto y todos los demás miembros
secundarios de la oración no la tiene el verbo, sino la
unidad fraseológica en su conjunto, es decir, que no es el
verbo el que determina la valencia de la unidad
fraseológica, ya sea gramatical o
léxico-semántica, sino el fraseologismo como unidad
lingüística integral.

La interrelación semántica que surge entre
el fraseologismo verbal y sus actantes, muy especialmente con el
primer actante o sujeto, es extraordinariamente importante, y, al
determinar si una combinación de palabras está
usada en sentido recto o figurado, desempeña en ocasiones
el papel principal.

Sin embargo, la combinación de palabras, tomada
de forma aislada, puede ser correcta, y, al asociarse a otros
elementos, hacer la oración semánticamente
incorrecta. La palabra "queso" puede asociarse al verbo
"oler", ya que el queso tiene olor. De aquí se
deduce que la combinación de palabras oler a
queso es perfectamente correcta desde los puntos de vista
gramatical y léxico semántico.

En una oración, esta combinación de
palabras puede ir asociada a diferentes sustantivos en
función de primer actante. Por ejemplo: plato, comida,
ropa, papel y otros objetos materiales
pueden, en cierta medida u determinada situación, oler a
queso.

El asunto es otro cuando como primer actante interviene
un sustantivo con un sema inmaterial que designa un objeto que en
la vida real no puede tener olor. Así:

El caso se me volvió oscuro y empezó a
olerme a queso.

En la interpretación del sentido (recto o
metafórico) de la combinación influye, de manera
decisiva, la competencia del
hablante. Por la discordancia semántica del tipo ofrecido
en el ejemplo, se revela fácilmente la existencia del
fraseologismo. Así, lo que aparenta ser una oración
semántica, no pierde su función
comunicativa.

Los elementos del fraseologismo están
relacionados entre sí de forma tan estrecha, que no puede
deducirse su significado del valor semántico de sus
componentes, ya que éstos pierden su significado primario
(total o parcialmente) para recibir una nuevo.

A continuación se observa este caso en un
artículo (de Osviel Castro Medel) del
periódico Juventud Rebelde
2002.

¿Qué bola,
asere?

Hay para alarmarse, en serio. Frases como la que
encabeza estas líneas, se han hecho tan cotidianas y aun
graciosas para algunos, que ya a un joven ?? lo vi en
céntrica calle capitalina ?? se le antoja galantear a su
pareja con: "Dame un beso en la boca, asere".

Alguien dijo una vez, acaso a modo de burla, que asere
significaba "conjunto de seres apestosos", aunque el
"diccionario de
la calle" ?? podíamos especificar el
chancletero

?? le ha dado el sentido de "amigo" o "socio". Y
hasta lingüistas han salido a defender el término
buscando su origen afro.

Mas lo cierto es que, poniendo a un lado la raíz
de esa palabra y al margen de las riquezas del idioma, a menudo
surgen y resurgen ?? no se sabe si en los atestados camellos o en
los solares periféricos ?? vocablos tremebundos, voces
oscuras que van sustituyendo con hábito de arrabal
locuciones corteses, elegantes, finas, cultas o simplemente
corrientes.

Tildaría de dinosaurio al que pretenda hablar hoy
el español de aquellas célebres novelas de
caballería de la época de Cervantes o a
quien, en exceso de refinamiento, aconseje que cuando alguien
tropiece a más no poder con la
acera deba decir: "Oh, mis zapatos han colisionado brusca y
dolorosamente con este objeto de concreto"
.

Entiendo, por otro lado, que nuestra lengua, acaso como
ninguna otra, es una esponja, dada a dilatarse con las
expresiones de la cotidianidad y a nutrirse de lo postmoderno y
lo foráneo. Al respecto han disertado especialistas y
estudiosos.

Pero no parece entendible que acepciones surgidas tal
vez en cierto ambiente
"guaposo" o vulgar lleguen a imponerse con tal naturalidad, no
solo en la jerga diaria, sino hasta en círculos
académicos o supuestamente cultos.

Hace poco una profesora contaba que llegó a
endiosar a un médico por los cuidados y atenciones que
este había tenido con su hijo, aquejado de una delicada
enfermedad. Eso, hasta el día en que se apareció un
colega del galeno en la sala; el saludo hacia al compañero
recién llegado fue: "Pero asere, estás hecho un
yuma, cuáles son tus talles que ya no te veo en el gao ni
en ninguna parte".

Desde ese momento, ante los ojos de la profesora, aquel
buen especialista perdió sabiduría, porte y hasta
ética.
Y es que el habla, reflejo de la conciencia de los
hombres y su historia, es
expresión de educación,
hábitos, estéticacultura.

Por eso, hace un tiempo, como muestra de la
preocupación por el deterioro de la oralidad,
surgió aquella excelente canción
(¡Cómo me gusta hablar español!),
denunciadora de los peligros que acechan a la lengua cubana,
entre estos el de convertirse en un dialecto ininteligible en
otras latitudes hispanas.

Sin embargo, desde entonces han aparecido en la vida
diaria más y más oraciones "callejeras", algunas
con raíces en otros idiomas o quién sabe
dónde, como por ejemplo: Este tipo es un fula.
Me voy pa? la poma. Juan se tiró tremenda
coba
. Brother, préstame un prajo. Oye, se te
ensució una pierna del fardo
. Te empataste con una
piruja. Compré unos faos
.

O estos: Está cana por afaniche. En ese
gabinete hay un baro largo
. Voy en bora.
Échate el play. El consorte está
ñampio
. Ese mulo es mi ambia. Se le
rompió la pura
. A ese calvo le quedó
vacía la güira con ese invento
. Tremendo
hierro el del
monina
. Esa niña está monstruo. Me
jamé a esa jebita con papa
. Esos tacos están
bolaos
. Mañunga o siembran. Estoy fachao por
la caja del pan…

Hoy, incluso, en determinados lugares del planeta, se ha
llegado a estigmatizar equivocadamente al cubano, a
"identificarlo" por ese tipo de lenguaje. Por
ejemplo, una pésima película sobre un bailador
santiaguero que va de visita a Estados Unidos,
protagonizada por el boricua Chayanne, relata la escena en que
este encuentra por casualidad a un villaclareño. El
saludo, lleno de euforia, fue la frase enunciada en el
título de este trabajo.

Todos sabemos que la esencia del alma del
cubano no cabe en la simpleza de un saludo alegre en un encuentro
de azar y que su cultura, bien vasta, se ensancha por días
para envidia de millones en este mundo.

No obstante, traído el tema a colación,
emerge una inquietud. Y nace un reto no exento de complejidades
relacionado con las expresiones diarias de nuestras gentes.
Porque resulta incompatible con los ambiciosos y bellos
ensueños educativos y cognoscitivos de este país
escuchar ahora, en la sociedad que
sin dudas será la más culta del mundo, que un
muchacho, quizás con algunas réplicas en otras
pocas calles citadinas, enamore a su novia con un espantoso:
"Dame un beso en la boca, asere".

Ejemplificaciones

A continuación aparecen otros ejemplos (y sus
significados) extraídos del contexto universitario, los
que demuestran la necesidad de seguir profundizando en la
búsqueda de las vías conducentes al
perfeccionamiento del uso de la lengua.

Tú veras lo que es amarrar mula en ventana
vieja.

Tú verás lo que es pasar
trabajo.

Cuando la cosa no está pa? ti la mula mal pare
el potro, la mujer pare de
otro y se seca el boniatal.

Cuando estás de mala suerte, nada te sale
bien.

Me comí un cable.

Me engañaron, me
confundí.

Estiró la pata, se mudó pa? el reparto
boca arriba.

Se murió.

Coger botella.

Parar carro.

Estar muerto ahí.

Estar enamorado.

Desmaya la torunda.

No te molestes.

Tumba catao y pon quinqué.

Cambiar el tema.

Multiplícate por cero y
desaparece.

Vete.

Voy quitao, voy echando.

Me voy.

Ponte pa la bola.

Ponte para lo que estas haciendo.

Se te fue el tiro por la culata.

No te salió bien lo que hiciste o quisiste
hacer.

Es de la época del chán
chán.

Es viejísimo.

Mas viejo que andar a pie.

Es viejísimo.

Te pareces una pantalla de televisor
caribe.

Estás gorda.

Hazme la media.

Acompáñame.

Estás curda.

Estás borracha.

Estás fula.

Estás fea, mala.

Tú tienes moni.

Tienes dinero.

Véndeme un fula.

Véndeme un dólar.

Magua, estilla, caña, baro,
tabla.

Dinero.

Yuma.

Extranjero.

Jama.

Comida.

La pala.

Cuchara.

Puro.

Padre.

Chivo.

Bicicleta.

Gao.

Casa.

Fula, verde.

Dólar.

Jeba, nena.

Niña.

Conclusiones

El estudio realizado ha permitido llegar a las
siguientes conclusiones:

  • Las teorías fraseológicas reflejadas
    son aplicables a la lengua española hablada en
    Cuba.
    Entre ellas:
  1. El concepto universal acerca de la existencia de
    combinaciones estables o fijas.

    1. pluriverbalidad
    2. sentido figurado y
    3. estabilidad
  2. Las principales características de las
    unidades fraseológicas:

Los fraseologismos con homónimos libres pueden
ser diversos, pero en todos ellos desempeña un papel
principal el contexto.

El contexto situacional permite revelar el uso
fraseológico de la combinación cuando ni el
oracional ni el supraoracional pueden hacerlo. Indispensable
resulta que el lector / oyente esté familiarizado, en
cierta medida, con la situación o con un fragmento de la
realidad que se describe en el contexto dado.

Este breve análisis del comportamiento de las
características en algunas unidades da la lengua ayuda a
definir las características específicas del
fraseologismo desde un punto de vista comparativo.

Bibliografía

Enciclopedia Microsoft
Encarta 2007

Hernández López, Irma de las N.
(1989/2000) Cuadernos de Teoría
y Práctica del Español (I, II, III y IV), Universidad de
Pinar del Río.

Periódico Juventud
Rebelde (2002). Artículo de Osviel Castro Medel,
pág.4

 

Autores:

Lic. MsC. Irma de las Nieves Hernández
López

Dr. Ihosvani Baños
Hernández

MsC. María Eugenia Garriga

João Castro Nené

Universidad de Pinar del Río Cuba.

"Hermanos Saíz Montes de Oca"

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