El limite es la captación de
nosotros mismos,
es nuestro sentido de la
realidad,
la decisión de volvernos
más humanos.
Toda terapia, cualquiera que sea su enfoque, para que
sea eficaz y facilite la recuperación personal,
desarrolla un cuádruple proceso que
podemos describir en términos de autoexploración,
autoconciencia, autocomprensión y automodificación
de actitudes y
conductas del cliente, en orden
a favorecer la disminución de su sufrimiento emocional y
acrecentar su capacidad de flexibilidad y elasticidad ante
los acontecimientos de la vida que tienen un impacto
negativo.
¿De qué depende el resultado positivo de
la terapia? A este propósito, hoy en día
está bien claro que el elemento fuerte de la terapia no
radica fundamentalmente en el tipo de técnicas,
estrategias o
modalidades de tratamiento que se manejan, sino, como ya
señaló Rogers en los años 50, en la calidad del
funcionamiento del terapeuta como persona, que
constituye la dimensión fundamental del entero proceso
terapéutico. Este punto de vista se reveló
correcto.
Aunque Rogers disipó debidamente esta
cuestión , la mejor respuesta parece aportarla Carkhuff,
discípulo de Rogers, quien en 1969 , al elaborar un
modelo de
relación de ayuda más completo, subrayó dos
cosas fundamentales: primero, que el funcionamiento del terapeuta
como persona se define en términos de 9 variables que
son la empatía, el respeto, la
autenticidad, la especificidad, la confrontación, el
impacto de personalidad,
la autorevelación, la relación al momento y la
autorrealización y, segundo, que sólo un alto nivel
de funcionamiento como persona en tales variables (según
una escala de cinco
niveles de funcionamiento), podía estimular el crecimiento
o el mejoramiento del cliente.
Al destacar no sólo la importancia del
funcionamiento del terapeuta como persona, cosa que ya
había hecho Rogers, sino, sobre todo, la influencia del
nivel que el terapeuta alcanza en su funcionamiento como persona
en las nueve variables mencionadas, Carkhuff amplió el
modelo anterior y ofreció, finalmente, una base
sólida para la formación de los
terapeutas.
En realidad, teniendo en mente la interacción compleja entre dos dimensiones
(la persona del terapeuta y la persona del cliente) Carkhuff
transfirió la atención de la persona del terapeuta a su
nivel de funcionamiento y de esta manera identificó el
aspecto que constituye la eficacia de la
psicoterapia,
donde una de las dimensiones, la del terapeuta, se maneja a un
nivel de ayuda (nivel tres en adelante) en las 9 variables
mencionadas.
Es así como la conducta y la
actitud del
terapeuta ofrecen al cliente una propuesta, una indicación
más productiva, un modelo de cómo modificar sus
actitudes y conducta y vivir de manera más eficaz y
funcional. Pero también quedó confirmada la
consideración contraria: si el terapeuta no funciona a un
nivel superior al del cliente, éste puede empeorar y la
terapia volverse potencialmente dañina.
Sin embargo, al hablar del funcionamiento como persona,
Carkhuff y los demás maestros de la escucha
terapéutica, omiten encarar algo esencial como es la
actitud que el terapeuta asume ante su propia condición
limitada, o si queremos, ante un amplio espectro de limitaciones
que caracterizan la experiencia humana del terapeuta. ¿Es
que los terapeutas están exentos de contradicciones y
dilemas? ¿A qué se debe esta omisión o
silencio?
Carkhuff no menciona, en efecto, qué lugar ocupan
la falla, el error, y en general, los desarreglos o
irregularidades inevitables del terapeuta en la empresa de
funcionar como persona a un alto nivel. Pero entonces ¿un
alto nivel de funcionamiento como persona (nivel cuatro o cinco,
según la escala de Carkhuff) significa desempeñarse
de manera intensamente correcta, sin posibilidad de manifestar
desarreglos de ninguna clase?
¿Esta negación no será debida a la
concepción que se tenga del término persona y,
consecuentemente, de qué significa funcionar como persona
a un nivel que sea satisfactorio para los fines de la terapia?
¿No estamos en realidad ante un modelo, y los mismo
dígase de otros enfoques psicoterapéuticos, que
genera expectativas perfeccionistas de alcanzar un nivel de
funcionamiento como persona "libre-de-defectos"?
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