Evaluación del proyecto
¿Por qué la mediación en la
escuela?
La escuela es una comunidad en la
cual conviven alumnos, docentes,
directivos, personal no
docente, padres y familia. En estas
relaciones surgen determinadas situaciones que generan un
clima de
insatisfacción y dificultan el proceso de
enseñanza – aprendizaje.
La mediación es un método
alternativo de resolución de conflictos,
donde existe un tercero imparcial (el mediador) que colabora con
las personas involucradas en el problema, ayudándolos,
mejorando la
comunicación para que intenten encontrar la
solución.
Se trata de un proceso voluntario, absolutamente
confidencial con normas de
procedimiento
que tienden a crear un clima que permita la cooperación
para la solución del problema en
cuestión.
La importancia está dada por poder
reconocer a otro, distinto de uno, en su totalidad incluyendo lo
que quiere, lo que piensa, lo que siente y lo que desea. Para que
esto ocurra las personas deben escucharse, de manera tal que
puedan entender a ese otro más allá de la
confrontación dual. El mediador, que no representa el
saber (solución), sino que desde un lugar de tercero,
aporta la dimensión simbólica de la palabra,
posibilitando que empiece cada uno a significarse como sujeto y
signifique al otro como tal, abandonando el terreno de la
acción.
La mediación ayuda a la comunidad educativa a
analizar y resolver sus conflictos desde perspectivas
constructivas y positivas, atentas y respetuosas con los
sentimientos e intereses de los otros. Pero sobre todo, la
mediación escolar constituye un importante trabajo
preventivo y formativo, tanto en el ámbito individual como
colectivo. Para ello, es primordial capacitar a toda la comunidad
en los conceptos y habilidades básicas de resolución
de conflictos y promover valores claves
de la mediación como, cooperación, comunicación, respeto a la
diversidad, la responsabilidad y la
participación.
Los principios
básicos de esta pedagogía van dirigidos a eliminarlos
factores de violencia de
la
educación y fomentan los siguientes
aspectos:
El uso del diálogo.
El aprendizaje cooperativo.
El aprendizaje de procesos que
lleven a buscar soluciones
propias.
Adquisición de habilidades
comunicativas.
Establecimiento de una democracia
participativa.
Comprensión y manejo de la agresividad y de la
violencia.
Promoción de modos de confrontación no
violentos.
La educación para la paz
y la educación en valores toman un significado más
coherente si se combinan con programas de
mediación escolar que tengan en cuenta el aprendizaje de
técnicas y habilidades de
comunicación y gestión
de conflictos, como así la participación de los
alumnos como actores y no como meros espectadores en la
resolución de los propios conflictos
cotidianos.
Resulta interesante transcribir comentarios de algunos
chicos mediadores realizados en el último encuentro del
año pasado:
"Aprendí a escuchar".
"Me gustó ayudar".
"Lo utilicé en el club, con mis amigos, con mi
familia".
"Me caliento menos cuando juego al
fútbol".
"Gané amigos".
Estos comentarios confirman la hipótesis acerca de que la experiencia de
mediación en una escuela y su repercusión en
relación con los conflictos.
La experiencia de mediación en una escuela
desarrolla un sentido de cooperación y solidaridad entre
los chicos, los ayuda en el manejo de la ira y disminuye el
número de conflictos mejorando la convivencia.
Este tipo de educación promueve en un marco de
relaciones pacíficas que luego pueden trasladarse a los
diferentes ámbitos de la vida en los que se mueve el
alumnado y también el profesorado. Sirve para sentar las
bases de un tipo de relación que se refleje en su futura
vida profesional, familiar y social.
No se observó repetición de un mismo
conflicto
entre los mismos actores.
Página siguiente |