¿Dónde reside el problema?
¿Cuál es la solución?
El problema claramente existe en la interacción de un número de factores
los cuales son tan fastidiosos como indignos de
consideración por aquéllos quienes prometen los
resultados tan inmediatos como elusivos.
He aquí una lista breve de los principales
factores:
- El fallo en analizar la persona con
el sobrepeso de un modo exhaustivo. La poca
consideración que se le dan a factores hereditarios,
del entorno, psicológicos y demográficos. Las
dietas que existen de un modo mecánico y que se
aplican del mismo modo. Los dietistas quienes prometen muy
poco conocimiento acerca de la nutrición humana
y (mucho menos aún) acerca de las actividades del
comer. - El fallo de inculcar conocimientos básicos a
las personas quienes buscan la dieta, dándoles acceso,
en su lugar, a conocimientos tan esotéricos como
espurios. - El fallo a intentar reconciliar la
interacción entre la comida (lo que se come) y su
recipiente (quien la come.) - Y, finalmente, evitar el hecho de tener en cuenta,
los efectos esperados e ineludibles de leyes
físicas las cuales rigen todas actividades, tanto
humanas como cósmicas (incluyendo la pérdida de
peso).
Porque, como todos sabemos de sobra: La
pérdida permanente del sobrepeso no es cosa fácil
ni asunto sencillo.
Veamos y hablemos
de las personas que se ponen a dieta.
Generalmente ella es una persona quien ha tratado
todos los métodos
que se promueven en la radio, por
la
televisión y en la prensa.
Tantos existen, que si uno se detuviera a reflexionar
uno dudaría de que hubiesen métodos efectivos,
porque; si alguno funcionara, ¿porqué hay
tantos?
- Normalmente esta mujer es
adulta, inteligente y con logros en áreas
difíciles. - Una persona quien puede haber usado (como tantas lo
hacen) la comida como vehículo para lidiar con las
frustraciones de la vida. - Una persona quien teme a los sacrificios
deprimentes que comúnmente se asocian con las
dietas. - Una persona cuya motivación es cuestionable debido al
hecho de que esas personas, frecuentemente no gozan del
soporte de su entorno. - Una persona, que realmente desea la pérdida
de peso… sin tener que efectuar los cambios que
serían necesarios para lograr ese fin.
Una
situación tan complicada como engorrosa
Pero una situación que no es
desesperada.
HABLEMOS ACERCA DE ESO
Para perder de peso se necesita el establecimiento de
unos factores y de unas fundaciones básicas que son
esenciales para su éxito
final:
- La presencia de una motivación realista por parte de la
candidata y de conocimientos cabales por parte de quien
supervisará el plan. - Nociones básicas compartidas entre
profesional y "aspirante." - La existencia de métodos de apoyo y de
soporte. A veces, la existencia de un grupo es
esencial para los fines. (Caveat: Grupos de
apoyo mutuo, en la RD por lo menos, no parecen tener mucha
acogida o éxito.) - Una exégesis de todos los factores
pertinentes a la situación
específica. - Atención inmediata a factores de
índole médica, sociológicos, de entorno,
o psicológicos que compliquen la evolución del proceso. - La acción de impartir conocimientos
básicos a la candidata, los cuales estarían en
contraste, contradicción y en conflicto
con los "conocimientos" falsos que todos generalmente
poseen. - El diseñar métodos que conlleven a
lograr metas realistas y no a resultados
espectaculares. - Decidir en la naturaleza
de la
motivación presente. En otras palabras:
¿Porqué y por quién se quiere perder de
peso? … ¿Porqué en este mismo instante?
¿Se hace como actividad temporal, o como actividad
permanente? Asunto este de importancia crucial. - Reconocer factores (por muchos) imponderables y a
veces inaccesibles de índole fisiológicos
humanos. Por ejemplo las actividades intrínsecas de
los mecanismos que median el apetito, la función del comer y la
saciedad. - La naturaleza de los mecanismos por medio de los
cuales los seres humanos inician, mantienen y terminan una
comida. - Reconocimiento de la comida como parte de nuestros
mecanismos de adaptación y de la obesidad
como un fallo por parte de nuestra especie en la
eliminación de rasgos y características
perjudiciales. (Morris, 1992) - Reconocimiento de factores de pertinencia
cruciales. Por ejemplo, la edad de la persona, la existencia
de enfermedades metabólicas (la diabetes,
por una), la edad de la paciente, el nivel de actividad
física
de quien aspira a perder de peso, el uso y el consumo
habitual de substancias cuyos efectos gravitan en la dirección opuesta a la meta
ansiada de perder de peso. - La necesidad de establecer una alianza
terapéutica para lograr estos fines, sin disminuir la
necesidad de contactos clínicos frecuentes y de la
urgencia de seguir lo prescrito al pie de la
letra.
¡Eso no es
fácil!
Eso no es fácil, porque como expresáramos
arriba, las candidatas presuntivas son personas de logros
personales, seguras de su independencia,
y (por lo tanto) resistentes a actividades que pudiesen resultar
en su pérdida de libertades y de albedrío o
conllevar a una participación pasiva en un proceso tan
personal y
privado como lo es el comer.
De estos factores, naturalmente resultan las
recaídas inevitables; además de las que siempre
serán decretadas por la Segunda Ley de la
Termodinámica… La Ley de la Entropía.
En resumen:
La pérdida de peso de modo permanente es posible
y puede lograrse. Pero permanece una meta elusiva por que no
está basada en un Sistema Lineal si
no que está basada en la aplicación de Sistemas de
Complejidad, de Caos, de Incertidumbre y de Entropía como
se ha establecido en el Santa Fe Institute en NM.
Es que el perder de peso es un "acertijo en espera de
soluciones
certeras." (Larocca, 1996)
Este siendo un enigma que no está en manos de los
que han profundizado sus entendimientos en áreas donde
residen las posibilidades exotéricas.
Nota:
Referencias suministradas a petición.
F. Larocca
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |