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La formación de valores en el proceso formativo y su incidencia en las ciencias sociales (página 2)



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DESARROLLO

No sería correcto abordar el problema que nos
ocupa, sin antes tratar algunas posiciones conceptuales sobre
la ciencia que
pueden servir de base a este trabajo.

La ciencia
significa "Forma de conciencia
social, constituye un sistema
históricamente formado ,de conocimientos ordenados cuya
veracidad se comprueba y se puntualiza constantemente en el curso
de la práctica social…

La ciencia surgida de las necesidades de la activad
práctica relacionada con la producción y la vida social , a la vez que
experimenta sin cesar el influjo estimulante de tal actividad,
influye poderosamente sobre el transcurso del desarrollo de
la sociedad…"
Rosental ,M y Ludin P(1973 –65).

De ello se infiere que la ciencia no se circunscribe a
un determinado elemento ,sino que esta constituye un sistema que
incluye todas las partes en el desarrollo de la sociedad ,y de
ahí su carácter social .

Al respecto Lenin expresó" La ciencia es entonces
una forma específica de la actividad y de trabajo
especializado ,la búsqueda humana de la
verdad".

Además hay que tener en cuenta los elementos
cognitivos y prácticos que suponen el incremento del saber
a partir de la solución de problemas
científicos cuyas fuentes pueden
ser diversas y se vinculan con necesidades provenientes de la
práctica ,las fuerzas productivas ,lo técnico y lo
tecnológico así como lo formativo educativo a
partir de una enseñanza científica que desarrolle
valores y
¿qué son los
valores?.

Los valores son una parte importante de la vida
espiritual e ideológica de la sociedad y del mundo interno
de los individuos, los mismos son una producción de la
conciencia (social e individual) en el contexto de las relaciones
sociales dadas en la actividad del sujeto y existen en unidad y
diferencia con los antivalores.

Dentro del sistema de valores de la sociedad se
encuentran los valores políticos, jurídicos,
morales, estéticos, religiosos, filosóficos y
científicos. El contenido del sistema de valores son una
expresión específica de las condiciones
económico sociales y clasista de una época
histórico concreta, en su dialéctica con el
contenido humano universal que estos encierran.

El carácter de orientadores y reguladores
internos de los valores
morales, hace que estos ocupen un lugar especial como
integradores del sistema de valores a nivel social (aspecto
objetivo) y en
las escales de valores subjetiva de cada individuo,
formando parte del contenido movilizativo de los restantes
valores al estar presentes en la premisa, el fundamento y la
finalidad de todo acto de conducta humana
en cualquier esfera de la vida.

Esto explica el lugar de la moral en su
relación con la Política y el
Derecho, como componentes fundamentales de la formación
ciudadana, patriótica, militar e internacionalista,
así como con la educación
sexual y familiar responsable, o la educación
ecológica y ambiental para un desarrollo
sostenible, la formación de una cultura
laboral y
tecnológica sobre la base del sentido del deber, la
responsabilidad, el colectivismo, la solidaridad la
honestidad y
honradez, entre otros valores, que penetran cualquier
propósito o acción
educativa.

¿Qué podemos entender por valor moral?

El valor moral expresa la significación social
positiva, buena, en contraposición al mal, de un
fenómeno (hecho, acto de conducta), en
forma de principio, norma o representación del bien, lo
justo, el deber, con un carácter valorativo y normativo al
nivel de la conciencia, que regula y orienta la actitud de los
individuos hacia la reafirmación del progreso moral, el
crecimiento del humanismo y el
perfeccionamiento humano.

Se coincide con Fernando González Rey en su obra
"La
personalidad, su educación y
desarrollo ", cuando plantea: "Es cierto que la moral, como
sistema supraindividual de valores, normas y principios, se
determina por la necesidad social a la que este sistema sirve ".
– Y agrega posteriormente que – "… el conjunto de expectativas,
normas, valores y principios de la sociedad son individualizadas
por el sujeto y encuentran su lugar en la regulación del
comportamiento
de la personalidad
de quien los asume ".(3)

De aquí se deriva que en el análisis del desarrollo moral se tenga en
cuenta, además de las relaciones del hombre con su
medio, las formas en que cada uno interiorice dichas normas,
principios y valores, cómo los instrumente en sus acciones tanto
externas como internas y podemos agregar, en su lenguaje o
proceso
comunicativo.

Es a partir de lo apuntado que la asimilación de
los valores morales por los estudiantes en general adquiere una
importancia capital, pues
los mismos forman parte de su ética
profesional.

K. D. Radina (4) destaca que la educación moral
ocupa un lugar esencial en el desarrollo multifacético de
la personalidad, por constituir una guía en sus acciones
valorativas. El desarrollo de las formaciones morales debe ser
dirigido a través del proceso educativo, pues no se forma
espontáneamente, sino mediante un sistema organizado de
influencias. En el centro de este proceso se encuentra "el propio
hombre como sujeto y objeto de la actividad y jugando el rol de
eje fundamental de dicha transformación".

Con el perfeccionamiento de los procesos
educativos y el esclarecimiento de cómo se desarrollan en
el hombre sus
particularidades psicológicas es como la personalidad
asimila las influencias de la sociedad.

Al respecto el Dr. Juan Mari Lois señala: "El
proceso educativo es correlacionar la ideología con las necesidades y
expectativas de los ciudadanos y a partir de esta
correspondencia, trazar las finalidades esenciales que deben
atravesar. Permear todo el sistema
educativo." (5)

En la Cuba de hoy
donde la actividad fundamental está encaminada a preservar
las conquistas de la Revolución, en los marcos del llamado
Período Especial, el fortalecimiento de valores en el
estudiante resulta ser una tarea que no se encuentra en la
periferia de la labor educativa, sino en su línea
principal.

Se hace necesario el tratamiento de este tema
especialmente por dos razones:

Primero, si consideramos como un principio ético
lo que sabiamente expresara José Martí:

"La educación, empieza con la vida y no acaba
sino con la muerte",
segundo, porque la educación de valores no escapa a las
exigencias del progreso tecnológico, al bienestar y al
desarrollo ético de los estudiantes, por la constante
elevación de la calidad de
vida realmente humana.

Para formar un estudiante que sea capaz de reflexionar
racional y consistentemente ante el reclamo de los demás,
de emitir juicios, de sensibilizarse con el compañero, de
tomar decisiones justas y acertadas hay que educarlo en una
cultura de valores, para que pueda poner en claro el sentido de
su vida, para que construya su marco referencial, más
allá de lo puramente material o inmediato, y configure la
naturaleza
misma de su ser. En fin, para educar un estudiante con la
capacidad de situarse en una posición digna en el mundo
contemporáneo.

Debe ser propósito social, en los momentos
actuales, dar marcada prioridad a los aspectos educativos,
especialmente a la formación de valores, riqueza legada
por los pueblo, por sus mejor de sus tradiciones
patrióticas, culturales y familiares.

El carácter de los valores morales como
orientadores y reguladores internos, hace que estos ocupen un
lugar especial dentro del sistema, formando parte del contenido
movilizativo de los restantes valores al estar presentes en la
premisa, el fundamento y la finalidad del acto de conducta humana
en cualquier esfera de la vida aspecto muy importante en la
actividad del estudiante

El valor moral expresa la significación social
positiva de un fenómeno – hecho, acto de conducta, en
forma de principio, norma o representación del bien, lo
justo, el deber, con un carácter valorativo y normativo a
nivel de la conciencia que regula y orienta la actitud del
individuo hacia la reafirmación del progreso moral, el
crecimiento del humanismo y el perfeccionamiento
humano.

La novedad científica de esta
argumentación está dada en el estudio de
cómo se puede trabajar los valores a través de la
clase,
mediante la combinación de un sistema de influencias
educativas debidamente organizadas, es factible continuar
fortaleciendo los valores morales en el estudiante de
hoy.

La significación teórico- práctica
está determinada por la necesidad de continuar
profundizando en aspectos complejos, como la regulación
inductora de la personalidad, básicamente en lo
relacionado con el fortalecimiento de valores morales para
valorar la conducta y el comportamiento del
estudiante.

¿Qué componentes debe atender el educador
para contribuir a la formación de valores?

Cognitivo en estrecha relación lo afectivo –
volitivo, ideológico y de las experiencias morales
acumuladas en las relaciones y la conducta de la vida cotidiana
en la actividad.

¿Qué requerimientos deben tenerse en
cuenta para la formación de valores morales?

-Profesionalidad del profesor

-Condiciones medio social.

Condiciones objetivas y subjetivas que sientan las
premisas más generales, favorables o desfavorables para
ello.

Seno familiar, condiciones socioeconómicas de
vida, condiciones de clase, condiciones de la comunidad,
entre otras.

-Condiciones de la
comunicación y su tono, en el marco de las relaciones
interpersonales en que se desenvuelve el joven, necesidad de
confrontar sus puntos de vista, confrontación de su
autoimagen con la valoración de los
demás.

-Formación de la autoconciencia, conocimiento
de sí mismo, reafirmación del yo, en
relación con el otro y los otros, ejercicio de la
valoración y autovaloración.

Atención al mundo espiritual, esfera
afectiva-volitiva, despliegue de los sentimientos, emociones, el
tesón, la constancia, la voluntad.

Métodos de
aprendizaje de
participación activa, estímulo al talento, la
creatividad e
independencia.

-Formación de aspiraciones, intereses, en forma
de objetivos
personales y sociales, donde la orientación profesional y
vocacional tenga un espacio importante.

-Formación activa, donde es imprescindible
experimentar en el acto de conducta, en el comportamiento, las
vivencias y experiencias acerca del cumplimiento de una norma o
valor ético, la satisfacción personal que
produce, el reconocimiento social que puede provocar, así
como también las consecuencias de la violación de
una norma o valor moral, la crítica
o sanción que provoca, el cargo de conciencia, la
vergüenza que se siente, y sobre todo el propósito de
enmendar tal situación en su vida.

-Formación de un pensamiento
flexible, que refleje las contradicciones objetivas de su
entorno, que transformadas en conflictos o
dilemas éticos, provoquen una reacción de
compromiso con la realidad a partir de determinadas exigencias
morales, del deber, la responsabilidad entre otras.

-Estimular el sentido de autenticidad en su actuar,
plenitud, libertad, a
partir de la sinceridad, honestidad, sencillez.

-Influencia sistémica de la relación
familia
escuela
comunidad, en vínculo con otros elementos del sistema de
influencias sociales como los medios de
difusión masiva.

El contenido de los valores como parte de los
principios, las normas y escalas valorativas, deben transformarse
internamente en convicciones, atendiendo al tratamiento de los
componentes del valor (cognitivo, afectivo – volitivo,
ideológico y de las experiencias acumuladas en la
actividad).

Solo en la actividad, es donde los sujetos de la
educación pueden interiorizar las influencias educativas
del significado de los valores, por medio de las relaciones
interpersonales directas sujeto – sujeto, la comunicación, los hábitos, las
costumbres o tradiciones en determinados tipos de actuaciones y
actividades planeadas y previstas con fines
educativos.

EL PROTAGONISMO DEL SUJETO es decisivo para este proceso
de transformación interna y autoconstrucción de su
escala de valores
(de una moral heterónoma hacia una moral autónoma,
Piaget y
Vigotski).

Es en la actividad, donde se realizan la
expresión de los sentimientos asociados a determinados
valores, las cualidades personales que van conformando la
individualidad de los sujetos, todo lo que pasa por los planos
psicológico, ideológico y actitudinal durante el
proceso de formación.

Por lo que cuando nos referimos al proceso de
formación de valores estamos hablando de formación
de sentimientos, voluntad, ideología, convicciones,
ideales, cualidades, actitudes y
modos de actuación.

El proceso de formación de valores aunque tiene
etapas, no es un fenómeno que cierra en una edad
determinada, hay valores que se incorporan a los principios,
convicciones y escalas valorativas personales en la vida de los
individuos desde edades tempranas y tienen sus reajustes en el
transcurso de la vida, de acuerdo al desenvolvimiento
casuístico de cada persona y de las
condiciones macrosocial y epocal.

La cultura esta vinculada a los valores y, de hecho ,
significa también formación del hombre, puesto que
incide en su mejoramiento y perfeccionamiento, comprende todo lo
que es aprendido mediante la comunicación y el
vínculo entre los seres humanos e incluye ,asimismo ,el
sentido de lo individual y lo social. Abarca desde el
perfeccionamiento del lenguaje hasta las tradiciones ,costumbres
, ciencia , moralidad ,
aptitudes humanas , y vida social en su conjunto .

La cultura humaniza al hombre , es capaz de producir en
el determinadas ideas y representaciones ,le permite formar
proyectos de
vida a largo plazo , enriquecer sus horizontes y mantener el
equilibrio de
su personalidad .

"Los valores se encuentran en la cima de la personalidad
, de la espiritualidad humana .Ellos guían el desarrollo
de las personas ,tomadas estas como individuos o como grupos , hacia el
bien o el mal ,en todos sus matices y expresiones en las
diferentes esferas y contextos de la vida "Prólogo Gloria
F Aprop. de valor .

De modo que los valores forman parte de la
concepción del mundo ,son uno de sus elementos más
activos y
también pilares imprescindibles de la filosofía de
la vida del hombre .

La concepción del mundo integra también un
conjunto de principios ,opiniones y convicciones que determinan
la actitud que hacia la realidad mantiene un individuo por lo que
cumple un lugar significativo en la formación de la
personalidad del hombre y desempeña un importante papel en
la regulación de la conducta a través de normas y
principios morales ,juicios estéticos y de valor , que
determinan la actitud del individuo hacia las distintas formas de
actividad, sus fines y resultados.

La carencia de un sistema de valores bien definidos,
sentido y aceptado, instalará al sujeto en la
indefinición y en el vacío existencial
dejándolo a merced de criterios y pautas
ajenas.

Así, los valores nos ayudan a despejar las
principales interrogantes de la existencia, es decir
quiénes somos y qué medios nos pueden conducir a
ese logro del objetivo fundamental al que todos aspiramos: la
felicidad humana.

En la medida en que determinados valores brindan
resultados y efectos satisfactorios, se van afianzando en un
individuo, y por el contrario serán rechazado por este
cuando al seguirlo se deriven consecuencias negativas o sin valor
ni significación para él. Por eso al estudiante hay
que entenderlo como un ente vivo, en acción, en su
totalidad y en los contextos concretos de lugar y tiempo. Solo
así se podrán entender sus valores individuales y
de otra índole.

Los valores no pueden oponerse a la realidad , pues
constituyen un fragmento de ella , que el hombre elabora ,y
surgen como resultado de sus motivaciones y necesidades .Por eso
son cualidades potenciales e imprescindibles del ser humano de
incuestionable valor formativo .

Por tanto ,el individuo precisa de ellos al igual que de
una filosofía de la vida , de la misma manera que
también necesita amor , de la
amistad y de la
luz solar .
Carecer de un sistema de valores puede tener entre otras
consecuencias sociales , que el individuo se desarrolle como un
ser humano egoísta, nihilista , impulsivo ,
escéptico y que asuma ,en definitiva ,una vida sin sentido
.

Surge entonces el problema del ideal de hombre y los
valores que lo caracterizan como parte de nuestro proyecto
revolucionario.

Hoy debemos reconsiderar este ideal, pues nos planteamos
un modelo que
respondía más a las condiciones que estaban por
construir que a la realidad. No es posible llevar a la
práctica un modelo de hombre para una sociedad libre de
divisiones de clase, basada en la distribución con arreglo a las necesidades
y el carácter vital del trabajo, cuando nos encontramos
hoy en un momento difícil de transición de una
sociedad a otra. De ahí la necesidad de pensar en un
hombre concreto, que
sea mejor que el que tenemos hoy y pueda resolver los problemas
sociales a que nos enfrentamos.

En la Constitución de la República de Cuba
se plantea la formación comunista de la nuevas
generaciones y la preparación de los niños,
jóvenes y adultos para la vida social.

Este ideal en el que se plantean una serie de cualidades
queda aún en términos muy generales. El hombre
comunista no es perfecto y hasta el momento no lo hemos
alcanzado. De esta manera es necesario hacer precisiones y
plantearnos el mejor hombre posible a formar en las condiciones
de los cambios sociales y perspectivos, que supere en cualidades
al que tenemos hoy.

Como ya se ha dicho, es necesario considerar todas las
ideas planteadas en nuestras mejores tradiciones
pedagógicas del pasado: Luz y Caballero, Varela, Varona,
José Martí y
actualmente, el pensamiento del Che y Fidel
Castro.

En la obra de José Martí encontramos como
ideal de hombre aquel que fuese generoso, altruista,
independiente y creador. Sin pretender adentrarnos en estas
cualidades, sí resulta esencial tomar en
consideración:

– La relación hombre-hombre en el establecimiento
de valores universales.

– La relación hombre-naturaleza en el cuidado y
protección del medio
ambiente.

– La relación hombre-estado en el
desarrollo de la calidad
ciudadana, cultura del cumplimiento de deberes, derechos y criterios de
democracia y
participación.

De estos criterios podrían desprenderse valores
esenciales como el amor al
trabajo, a la patria y su historia, a la familia,
los niños, ancianos y a la naturaleza.

El desarrollo de la honradez, la honestidad, la
responsabilidad, la solidaridad y el sentido de bienestar
común, la educación en los deberes y derechos de
ciudadano y la disciplina
social, en fin un hombre concreto para nuestra
sociedad.

Este modelo basado en cualidades debe utilizarse desde
los primeros grados con las adecuaciones a que obliga el
desarrollo del niño.

Cuando el estudiante comienza a realizar estudios
profesionales, deberán agregárseles aquellas
cualidades especiales que caracterizan su
profesión.

De acuerdo a nuestro criterio hoy debemos enfatizar los
valores de independentismo, patriotismo, dignidad,
humanismo, amor a los humildes, laboriosidad y actitud de amor y
respeto a la
familia y los hijos, como valores esenciales para consolidar
nuestro proyecto revolucionario.

Educación sexual y familiar
responsable.

Cultura laboral (aporte de los contenidos al
significado del trabajo para la humanidad, orientación vocacional y profesional,
conciencia económica y de ahorro,
aportes de la Ciencia al desarrollo de las Fuerzas Productivas,
la Tecnología, la producción o los
servicios,
habilidades o competencias
intelectuales, físicas, manuales y
profesionales para el desarrollo de lo laboral).

– Los valores que son objeto de la labor educativa, para
ello debe procederse: definición breve y clara del
significado del valor, los rasgos que contribuyen a desarrollar
en la personalidad (indicadores de
cualidades y actitudes específicas) y las acciones
educativas que el maestro se propone para propiciar el desarrollo
de estos rasgos, aquí debe tenerse en cuenta qué
hace el maestro el tipo de actividad y qué hace el
alumno.

CONCLUSIONES

En la actualidad, constituye un reto para la Universidad la
definición de enfoques, prioridades y valores que han de
servir de marco e informar el curso del desarrollo
científico como fenómeno de raíz cultural.
La esencia de este fenómeno se manifiesta en la carencia
de innovaciones y un exceso de mimesis que solo en un ambiente de
creación cultural y de innovación social puede lograr la necesaria
relación ciencia sociedad .

Formar profesionales armónicamente desarrollados
con plena armonía entre ciencia y conciencia ,capaces de
calar y actuar en consecuencia con los valores morales constituye
una obligación inmediata

La formación de valores en los estudiantes
constituye un problema medular actual de carácter social
dentro de las Ciencias
Pedagógicas ,que solo puede tener solución en el
marco de la Pedagogía como ciencia.

Los valores son parte importante de la vida espiritual e
ideológica de la sociedad y del mundo interno de los
individuos , los mismos son una producción de la
conciencia social y existen en unidad y diferencia con los
antivalores

Los cambios socioeconómicos producidos a finales
del siglo xx ,unidos con otros elementos han provocado deterioro
en la formación de valores en las nuevas generaciones
.

La familia es una importante institución social
que tiene dentro de sus principales funciones
educativas educar en valores conjuntamente con las instituciones
educacionales.

Bibliografía

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valores una tarea pedagógica. Editorial Pueblo y
Educación. Ciudad de la Habana, 1989.

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ISPEJV.1995. Material inédito.

3.- Cruells Hernádez, M.D. Las efemérides.
Su contribución en la formación de valores morales
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Informe de
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inédito.

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Luz y Caballero. Holguín.1995. Material
mimeografiado.

8.- Rodríguez Rodríguez, J. La escuela y
la familia: un proyecto educativo común. ISPEJV. 1993.
Material mimeografiado.

9.- Torroella, G. Pedagogía de los valores.
Conferencia en
el Taller Los valores en el mundo de hoy. ISPEJV. 1995. Material
inédito.

 

AUTORA:

Lic. Hilda Estévez Fundora

INSTITUCIÓN:

UNIVERSIDAD DE PINAR DEL RÍO "HERMANOS
SAÍZ MONTES DE OCA". CUBA.

OCUPACIÓN:

COORDINADORA DE LA CARRERA DE ESTUDIOS SOCIOCULTURALES,
SEDE UNIVERSITARIA MUNICIPAL DE CONSOLACIÓN DEL SUR,
UNIVERSIDAD DE PINAR DEL RÍO.

ESTUDIOS REALIZADOS:

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN, ESPECIALIDAD:
ESPAÑOL LITERATURA. INSTITUTO
SUPERIOR PEDAGÓGICO DE PINAR DEL RÍO "RAFAEL
MARÍA DE MENDIVE".

MAESTRÍA EN DESARROLLO
SOCIAL. FLACSO. CUBA.

Partes: 1, 2
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