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Factores extrasociales. El suicidio (página 2)




Enviado por Marcos Sanchez



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Cap. II EL SUICIDIO Y LOS
ESTADOS PSICOLÓGICOS NORMALES. LA RAZA, LA
HERENCIA

En primera instancia define la raza. Durkheim cae
en la cuenta de que no es posible definirla obviando los tipos
hereditarios.

Tomando la división de las tres razas que hace
Morselli, se observa una gran diversidad en la aptitud para el
suicidio en los eslavos, los celtarromanos y las naciones
germanas. Solo los alemanes tienen una fuerte propensión
que se pierde cuando salen de Alemania.

Posteriormente Durkhien ordena las razas según
grupos de
pueblos europeos, y se concluye, por ejemplo, que si los alemanes
se matan más que otras colectividades, la causa no hay que
buscarla en la sangre que corre
por sus venas, sino en la civilización en la que han sido
educados. La evidencia comparada sobre el suicidio nos remite
explicativamente a la connotación de lo general: las
muertes voluntarias crecen al amparo de los
efectos de la civilización y de los hechos sociales. Cabe
preguntarse, pues: ¿en otro tipo de civilización no
hay hechos sociales?, ¿cuáles son los rasgos
inmanentes de esa civilización europea? De haber
respuestas, Durkheim hubiera estado muy
próximo al análisis weberiano; sin embargo, lo que a
nosotros nos interesa es que lo social como llave explicativa se
ubica en un plano deductivo y bajo presupuestos
valorativos.

Finalmente llega a la conclusión de que la raza
no puede ser un factor del suicidio si no es este esencialmente
hereditario, y social.

CAPÍTULO III EL SUICIDIO Y LOS FACTORES
CÓSMICOS.

El clima y la
temperatura
han sido argumentos tradicionalmente vinculados a la ocurrencia
de suicidios. Estos son comparados según los meses y las
estaciones, advirtiendo que "si las muertes voluntarias son
más numerosas de enero a julio, no es porque el calor ejerce
una influencia perturbadora sobre el organismo, es porque la vida
social resulta más intensa
". La misma mala suerte
experimenta la "imitación", la cual, aún por
sí sola, no es una explicación suficiente
más que raras veces. Es un grave error confundir una
"expresión puramente verbal" con una "explicación"
("nuestras explicaciones, a menudo sólo son
metáforas", sentencia Durkheim); la sociología no puede eludir las obligaciones
regulares de la prueba, razón por la cual es insostenible
que el suicidio "pueda deberse a un castigo ciego cualquiera,
y hay motivo para admirarse de que resulte todavía
necesario desmentir una hipótesis que, aparte las graves objeciones
que suscita, no ha tenido jamás un principio de
demostración experimental, puesto que nunca se ha
demostrado, a propósito de un orden definido de hechos
sociales, que la imitación sirva para explicarlos y menos
todavía que se explique sólo con
ella
".

Durkhein llega a la conclusión de que el clima no
tiene nada que ver con el porcentaje de suicidios

La época del año en la que más
suicidios se cometen es en el semestre que va de Marzo a Agosto
siendo siempre el número de suicidios inferior en el
siguiente periodo. Se llega a la conclusión de que la
temperatura fomenta la actividad tanto social como cerebral y es
en estos estados de mayor agitación cuando se da un mayor
número de muertes voluntarias, de aquí que
considere que suicidio y temperatura estén perfectamente
relacionados. Durkheim rechaza esta hipótesis. Las
razones que expone para este rechazo son que en primer lugar,
esto implica una concepción muy discutible del suicidio
como es que éste tenga siempre como antecedente
psicológico un estado de sobreexcitación, por el
contrario, el suicidio es un resultado frecuente de estados de
depresión profundos; además Durkheim
opina que el calor afecta de diferente forma a unas personas que
a otras, por lo tanto la acción
agravante que pueda tener sobre unos se verá compensada
por la acción moderadora que tenga sobre otros.

El doctor Dietrich ofrece una explicación de
cómo las temperaturas extremas son las que afectan al
índice de suicidios, tanto el frío como el calor.
Esto da entender porque los excesos de todo tipo, los cambios
bruscos y violentos, sobrevenidos en el medio físico,
turban el organismo, desconciertan el juego normal
de las funciones y
determinan especies de delirios de los que puede la idea del
suicidio realizarse si nada la contiene.

Si tomamos como posible respuesta a las estadísticas veremos que tampoco esta regla
se cumple porque aunque en todos los países la diferencia
de temperaturas entre primavera y verano es muy fuerte, la de
suicidios por el contrario es muy débil, y lo mismo sucede
entre el otoño y el invierno.

Por otro lado si la temperatura tuviese influencia esta
debería dejarse sentir también en las diferentes
áreas geográficas, y por esto los países
cálidos deberían ser los más atacados, y
esto realmente no se da, Italia tiene 5
veces menos que Francia y
España
y Portugal están casi indemnes.

Para conocer la naturaleza de
estas causas podemos comparar la parte proporcional de cada mes
en el total de suicidios anuales, con la longitud media del
día en igual momento del año, las dos series de
números que de ellas se obtiene varían exactamente
de la misma manera, tienen un paralelismo perfecto.

Cuando los días se alejan más, los
suicidios aumentan mucho (de Enero a Abril), en los meses de
Abril a Junio el crecimiento de ambos se detiene y ocurre
exactamente igual en los meses decrecimiento. En los meses en que
los días son iguales de largos el número de
suicidios es muy similar (Julio y Mayo, Agosto y
Abril).

Con esto e independientemente de la temperatura lo que
se demuestra es que en cualquier estación la mayor parte
de los suicidios tiene lugar de día, los suicidios
llevados a cabo por la mañana y por la tarde suponen los
cuatro quintos del total, siento los de por la mañana los
tres quintos.

Por tanto si la mayoría de los suicidios se
producen en horas diurnas es normal que el número de estos
aumente conforme aumenta el número de horas de día
independientemente de la temperatura. La explicación queda
confirmada por el hecho de que el suicidio es mayor durante el
día y las horas de actividad máxima.

No es precisamente el medio físico el que
estimula de manera directa el suicidio depende sobretodo de los
factores sociales, lo que se determinara en el libro
próximo.

Cap. IV. LA IMITACIÓN

Se considera la imitación como el último
factor psicológico a tratar antes de poder pasar a
hablar sobre las causas sociales del suicidio.

El fenómeno de la imitación se puede dar
entre dos personas sin que a estas les una ningún
vínculo social, o relación de cualquier tipo, es un
fenómeno puramente psicológico e individual, y si
llegamos a establecer que contribuye a determinar la cifra de
suicidios, resultará que esta cifra depende directamente,
total o parcialmente, de causas individuales.

En primer lugar hemos de definir la palabra
Imitación que se usa normalmente para designar los tres
conceptos siguientes:

Ocurre en el seno de un mismo grupo social,
cuyos elementos todos están sometidos a la acción
de una misma causa o causas semejantes, en virtud de la que todo
el mundo piensa o siente al unísono; en este caso la
palabra designa la propiedad que
tienen los estados de conciencia,
simultáneamente experimentados por un cierto número
de sujetos diferentes, y obrar los unos sobre los otros y
combinarse, de modo que crean un estado nuevo.

Necesidad que nos impulsa a ponernos en convivencia con
la sociedad de la
que formamos parte y de este modo a adoptar las maneras de pensar
o de hacer que son generales en los que nos rodean. Son un
ejemplo muy claro de este caso las modas y las
costumbres.

Finalmente puede ocurrir que reproduzcamos un acto que
pasa delante de nosotros o que conocemos, únicamente
porque ha pasado delante de nosotros o porque hemos oído
hablar de él, se copia por el simple hecho de copiarla.
Así bailamos, reímos o lloramos cuando otra
persona lo
hace, es la imitación por sí misma.

Estas tres clases de imitación son completamente
diferentes las unas de las otras.

La primera no puede ser considerada como un hecho de
reproducción, ya que esta no se produce
sino que surge de una síntesis
de estados diferentes.

Solo podemos considerar la imitación propiamente
dicha cuando un acto tiene como antecedente inmediato la
representación de otro acto semejante, anteriormente
realizado por otro, sin que entre esta representación y en
la ejecución se intercale ninguna operación
intelectual, explícita o implícita, que se
relacione con los caracteres intrínsecos de los actos
reproducidos, esta es la definición que se debe emplear
cuando se trata a la imitación como influencia en el
suicidio.

Durkheim opina que no hay duda de que el suicidio se
comunica por contagio, y relata numerosos casos en los que en
lugares donde una persona se ha suicidado después otras de
su alrededor lo han hecho también, pero es frecuente
atribuir a la imitación cierto número de hechos que
pueden tener otro origen, esta es la causa de los que se han
tomado a veces pos suicidios obsesionales.

Estos suicidios en masa no parece que tengan por origen
una o dos causas individuales, si no que más bien parecen
resultar una resolución colectiva, más que una
simple propagación contagiosa. La idea no nace de un
sujeto en particular para extenderse a los otros sino, que es
elaborada por el contingente del grupo que, colocado por entero
en una situación desesperada, se sacrifica colectivamente
a la
muerte.

Generalmente para poder imputar la imitación no
basta con comprobar que los hechos se produjeron en el mismo
momento y en igual lugar bastante número de suicidios, que
pueden ser debidos a un estado general del medio, y por lo tanto
ser el resultado de una disposición colectiva del grupo,
que se traduce bajo un suicidio múltiple. , por lo tanto
hemos de distinguir también entre contagio y epidemia,
esta es un hecho social producido por causas sociales; El
contagio consiste en un encadenamiento más o menos
repetido de unos hechos individuales.

Si la imitación es una fuente de fenómenos
sociales se debe testimoniar su efecto sobre el suicidio,
especialmente, puesto que no existe ningún hecho sobre el
que tenga mayor imperio.

Si esta influencia existe debe de sentirse sobre todo en
la distribución geográfica de los
suicidios, hay pues que consultar el mapa, pero esto ha de
hacerse a través de una metodología.

Ante todo no puede haber imitación si no existe
un modelo al que
imitar, y no hay contagio si no existe un foco donde el
fenómeno tenga su máxima intensidad.

En sintesis, si es
cierto que el suicidio es contagioso de individuo a
individuo, jamas se ve a la imitación propagarlo de forma
que influya en la cifra social de los mismos.

Puede decirse que salvo raras excepciones la
imitación no es un factor original del suicidio, se limita
a exteriorizar un estado que es la verdadera causa generadora del
acto

Sin embargo, a pesar del reconocimiento de la facilidad
del contagio de la idea del suicidio, Durkheim plantea una duda:
«… de que puede comunicarse de un individio a otro el
suicidio, no se desprende, a priori que esta contagiosidad
produzca efectos sociales, es decir, que influya en la cifra de
los suicidios

Una conclusión de este estudio es que Salvo raras
excepciones, la imitación no es un factor original del
suicidio. Se limita a exteriorizar un estado que es la verdadera
causa generadora del acto.

CAUSAS SOCIALES Y TIPOS SOCIALES

Cap. I: MÉTODO PARA
DETERMINARLOS

Creo que una clasificación de los suicidios
razonados, según sus formas o caracteres
morfológicos, es impracticable, puesto que los documentos
necesarios para ella faltan casi por completo. Por lo
demás, teniendo en cuenta la manera de producirse la mayor
parte de los suicidios, resulta que las observaciones exactas son
casi imposibles justamente por la magnitud en síntesis la
no experimentación.

Sin embargo, podemos llegar al fin propuesto.
Bastará con invertir el orden de nuestras investigaciones.
En efecto, sólo puede haber tipos diferentes de suicidios
en cuanto sean diferentes las causas de que dependan. En
consecuencia, podemos constituir los tipos sociales del suicidio
clasificándolos, no directamente y según sus
caracteres previamente descritos, sino ordenando las causas que
los producen. Esto no constituye una inferioridad, pues se
penetra mucho mejor en la naturaleza de un fenómeno cuando
se sabe su causa, que cuando se conocen sus caracteres, aun los
más esenciales.

Anteriormente se ha determinado que para cada grupo
social existe una tendencia específica al suicidio, que
nos basta para explicar la constitución
orgánico-sociológica de los individuos y la
naturaleza del medio físico.

Sólo puede haber tipos de suicidios distintos
cuando sean diferentes las causas de las que suceden, como no
podemos estudiar los suicidios por sus diferentes formas o
caracteres morfológicos, ya que no se dispone de casi nada
de la información necesaria.

En base a esto podemos constituir los tipos sociales de
suicidio clasificándolos no directamente y según
sus caracteres, sino comprobando las causas que los producen,
esta será a primera vista una clasificación
etiológica,
así penetramos mucho mejor en la
naturaleza de un fenómeno, dandose de esta manera el
conocimiento de sus causas.

Por medio de este método se
puede establecer la naturaleza de los suicidios y su
número pero no sus caracteres distintivos.

Ahora se podria investigar sus diferentes causas
:

Primero tomar en cuenta la causa inmediata de un
suicidio que la podemos encontrar en las diligencias
judiciales.

Estas informaciones se tomaran con cierto escepticismo,
ya que son informaciones ofrecidas por personas cercanas al
suicida u otro tipo de informadores, que tal vez no sepan la
causa real del suicidio.

Cap. II y III: EL SUICIDIO
EGOISTA

Suelen encontrarse en aquellas sociedades,
colectividades, o grupos en los que el individuo no está
totalmente integrado en la unidad social global. Esta falta de
integración produce un sentimiento de
vacío y falta de significado en los individuos. Las
sociedades con una conciencia colectiva fuerte y con corrientes
sociales protectoras y envolventes,

Suelen impedir la propagación del acto del
suicidio egoísta debido, entre otras cosas, a que
proporcionan a las personas un significado a sus vidas. Cuando
estas corrientes sociales son débiles, los individuos
pueden fácilmente sobrepasar la conciencia colectiva y
hacer lo que desean. Observando las estadisticas vemos que la
religión
influye en el suicidio.

Al estudiar los suicidios europeos, vemos que en
países católicos son menos numerosos que en los
países protestantes. Aunque hay que tener en cuenta que no
en todos los países sus habitantes no están al
mismo nivel social y moral, pero
las semejanzas son lo suficientemente importantes para que tenga
algún fundamento el atribuir a la diferencia de cultos el
contraste tan marcado que presentan desde el punto de vista del
suicidio.

Para poder comparar esto deberemos comparar ambas
religiones,
catolicismo y protestantismo desde el seno de la sociedad sin
ningun prejuicio de
subjetivida.

En lo que respecta a los judíos,
su actitud para
el suicidio es también inferior a la de los protestantes,
y generalmente también inferior aunque en menos grado a la
de los católicos.

Así llegamos a un primer resultado; la
inclinación del protestantismo por el suicidio debe estar
en relación con el espíritu de libre examen, que
anima esta religión.

Si el protestantismo da una mayor eficacia al
pensamiento
individual es porque cuenta con menos creencias y
prácticas comunes.

Como conclusión podrá decir que la
superioridad del protestantismo con respecto al suicidio,
proviene de que se trata de una iglesia
integrada con menor fuerza que la
Iglesia Católica. Y donde existe un lider espiritual el
cual manipula a sus integrantes.

De la misma forma puede explicarse lo que sucede con el
judaísmo.

Debido a su historia de numerosas
persecuciones, los judíos han creado en sus comunidades
una sociedad compacta con un alto sentido de la unidad y de la
solidaridad, todo
el mundo piensa y vive en ella de la misma manera, por eso la
Iglesia Judía resulta ser más fuertemente
concentrada que ninguna otra, en consecuencia y como
analogía del protestantismo es a esta misma causa a la que
debe atribuirse la débil inclinación de los
judíos por el suicidio.

De todo lo anterior se deducen dos conclusiones
importantes; por un lado, vemos como el suicidio progresa con la
tecnología
; y por otro lado vemos como cuanto más numerosos y
fuertes son los estados colectivos, más fuertemente
integrada está la comunidad
religiosa y más virtud preservativa tiene. Lo importante
no son los dogmas y los ritos, sino que sirvan por su naturaleza
para alimentar una vida colectiva de una suficiente
intensidad:

Ahora tambien se vio que el estado del
matrimonio
disminuye aproximadamente en una mitad el peligro del
suicidio.

De otro estudio similar se deduce que las personas
viudas se suicidan mucho más que cualquier otro grupo de
población de la misma edad.

De todos estos estudios se desprenden una serie de
leyes:

Los matrimonios muy precoces ejercen una influencia
agravante en el suicidio, sobre todo en lo que se refiere a los
hombres. A partir de los veinte años los casados de ambos
sexos se benefician con un coeficiente de preservación con
relación a los solteros.

El coeficiente de preservación de los casados en
relación con los solteros, varia según los
hechos.

La viudez disminuye el coeficiente de los esposos de
ambos sexos, pero frecuentemente no lo suprime por
completo.

La inmunidad de la que gozan los casados, puede deberse
únicamente a dos causas:

Por un lado la influencia del medio doméstico,
que entonces sería la familia o
por otro lado podría ser la selección
matrimonial, no se casa el que quiere, si no el que
tiene.

Fuera de estas consideraciones, los numerosos hechos
demuestran que la situación respectiva a los casados y a
los solteros se debe a causas muy distintas.

Tambien cuenta el sexo de la
persona, ya que dependiendo de que sociedad estemos tratando y
como sean las condiciones para cada sexo los coeficientes
variaran de diferente forma dependiendo de cual de los dos este
más protegido.

Se puede decir que la inmunidad que presentan los
casados no se debe a la sociedad conyugal, sino a la sociedad
familiar.

Si tomamos ahora como referente a las sociedades
políticas, veremos que en las sociedades
jóvenes la tendencia al suicidio es menor que en
otras.

Todas las crisis
políticas o nacionales ejercen un efecto negativo para el
suicidio, y este no vuelve a sus cifras cuando termina la
agitación, sino que lo hace de forma pausada.

Como se pudo observar el suicidio varía en
razón inversa del grado de desintegración de la
sociedad religiosa; domestica y política. En
síntesis se dirá que el egoísmo, así
es como hemos definido este tipo de suicidio, no es un factor
simplemente auxiliar; es una causa generadora.

Sin embargo, las familias, los grupos religiosos y las
entidades políticas fuertemente integradas actúan
como agentes de la conciencia colectiva y evitan las tendencias
suicidas.

Cap. IV: EL SUICIDIO ALTRUISTA

Este al contrario del suicidio egoísta que se
produce por cuando la integración es demasiado
débil, es más probable que se realice el suicidio
altruista cuando la integración social es demasiado
fuerte, el individuo se ve literalmente obligado a
suicidarse.

En las sociedades denominadas inferiores, el suicidio
egoísta como el que hemos visto hasta ahora es
prácticamente desconocido, pero se encuentra en otras
formas; y cada una de ellas tiene caracteres muy
particulares.

Ahora bien los suicidios pueden clasificarse en una de
las tres categorías siguientes:

Suicidios de hombres ancianos o atacados por una
enfermedad.

Suicidios de mujeres a la muerte de su
marido.

Suicidios de clientes o
servidores a
la muerte de sus jefes.

Si el hombre se
mata por alguna de estas causas no es porque se arrogue el
derecho de hacerlo, sino porque cree que es su
obligación.

Ahora tambien indica que dentro de los suicidios existe
diferencias por ejemplo nombramos el suicidio altruista
facultativo, Por esta palabra ha de entenderse solamente que son
los mismos exigidos por la sociedad que cuando son estrictamente
obligatorios.

Por último hablaremos del suicidio altruista
agudo, cuyo perfecto modelo es el suicidio
místico.

Estas diferentes formas contrastan del modo más
notable con el suicidio egoísta, el uno está ligado
a esa moral ruda que estima en nada lo que sólo interesa
al individuo; el otro es solitario de esta ética
refinada que pone tan alta la
personalidad humana que esta ya no puede subordinarse a
nada.

Dürkheim creía que las corrientes de
melancolía eran la causa de las altas tasas de suicidio
altruista.

Como ejemplo de suicidio altruista podemos poner el
ejemplo de la segunda guerra
mundial y los soldados japoneses.

Cap.V: EL SUICIDIO
ANÓMICO

Este es el principal tipo de suicidio para
Dürkheim, cuya probabilidad
aumenta cuando dejan de actuar las fuerzas reguladores de la
sociedad. Esta interrupción suele crear
insatisfacción en los individuos: sus pasiones apenas
están controladas y son libres de iniciar una salvaje
persecución del placer. Las tasas de suicidio
anómico aumentan igualmente cuando la naturaleza de la
interrupción es positiva o negativa. Cualquier tipo de
interrupción hace que la colectividad sea temporalmente
incapaz de ejercer su autoridad
sobre los individuos. Estos cambios ponen a las personas en
situaciones en las que ya no se observan las viejas normas y otras
nuevas comienzan a desarrollarse. Los períodos de
interrupción liberan corrientes de anomia, las cuales
conducen a un aumento de las tasas de suicidio
anómico.

En épocas pasadas la religión servia de
consuelo tanto para ricos como para pobres pero hoy en día
la religión ha perdido toda su fuerza, esto ha llevado a
la consagración del materialismo.

Comparando este tipo de suicidio con el suicidio
egoísta podemos decir que aunque guardan cierta
relación ocupan parcelas sociales diferentes: el primero
se ocupa del mundo empresarial mientras que el segundo se centra
en carreras intelectuales.

Tras descartar varias hipótesis Durkheim
establece que sólo queda una posibilidad y es que la
institución misma del divorcio por
la acción que ejerce sobre el matrimonio predisponga al
suicidio.

El debilitamiento de la disciplina
matrimonial agrava la tendencia al suicidio de los hombres y
disminuye el de las mujeres

Cap. VI: FORMAS INDIVIDUALES DE LOS DIFERENTES
TIPOS DE SUICIDIOS

En este capitulo se va a intentar realizar una
división etiológica de los suicidios. Cada suicida
da a su acto una huella personal, que
expresa su temperamento, las condiciones especiales en las que se
encuentra y que por consecuencia no puede explicarse por las
causas sociales y generales del fenómeno, pero estas a su
vez deben tener una marca colectiva
que es la que se pretende averiguar.

Existe también el tipo de suicidio que
efectúan los incomprendidos, que se da sobre todo en
épocas donde no hay una clasificación
reconocida.

Conviene con todo añadir, que no se presentan
siempre en la experiencia, aisladas y sin mezcla, sino que sucede
a menudo que se combinan entre sí, de suerte que dan
nacimiento a especies compuestas; caracteres pertenecientes a
muchas de ellas se encuentran conjuntamente en un mismo suicidio.
La razón de esto es que las diferentes causas sociales del
suicidio pueden actuar simultáneamente sobre un mismo
individuo y mezclarse en él diferentes efectos.

Singularmente hay dos factores del suicidio que tienen
el uno con el otro una afinidad especial, y son el egoísmo
y la anomia; Sabemos que generalmente no son más que dos
aspectos diferentes de un mismo estado social, no es
extraño pues que se den en un mismo individuo.

En principio parece lógico que los medios
empleados para la ejecución dependan de los sentimientos
del sujeto y por lo tanto lo reflejen. Podríamos utilizar
los datos de las
estadísticas para delimitar desde las formas exteriores
las diferentes especies de suicidios, pero de este modo
sólo obtenemos resultados negativos.

Las causas sociales de las que dependen los suicidios
difieren de las que determinan la manera de ejecutarse, por lo
que no se puede establecer ninguna relación entre los
tipos de suicidio y el modo de ejecutarlo. La muerte escogida por
el suicida es un fenómeno distinto al mismo suicidio, el
estudio del primero no podría añadir nada a nuestro
estudio, con lo cual queda obviado.

Para terminar este capitulo trate de realizar un
analisis después de haber realizado un breve
compendio explicativo.

– En la época en que El Suicidio se
publicó había otros grupos de sociólogos en
activo, fuera de la universidad,
cuyos enfoques eran ajenos a Durkheim.

– El espíritu cartesiano de la obra de Durkheim
moralidad
basada en principios
científicos era en gran medida compatible con la
opinión de importantes burócratas del Ministerio de
Educación.
Estas personas estaban impacientes por reformar la enseñanza superior francesa de manera que
se inculcara a los jóvenes pedagogos un tipo de moralidad
científica anticlerical. Más aún, este
interés
por reformar caracterizó la ascensión en la vida
intelectual y pública de hombres como Durkheim,
burócratas reclutados meritocráticamente y personas
con inclinaciones académicas comprometidos racionalmente
con una moralidad republicana.

Estos factores juntos constituyen lo que llamaré
una situación retórica.

Estos dos factores, extraídos de la
explicación de Clark de la institucionalización de
la sociología en las universidades francesas, revelan una
perspectiva sobre la situación retórica en que se
presentó El Suicidio. Me inclino a creer que lo que
estaba esperando hacerse», y era una exigencia de El
Suicidio
, tuvo que ver con el aumento de la ceptación
de la sociología durkheimiana entre las élites
concernidas con y acerca de la universidad. Sin embargo, creo que
debería dejarse para una discusión posterior hasta
qué punto la rigidez de las universidades francesas
debería tratarse como una audiencia o una
constricción, los grupos de sociólogos competidores
han de ser considerados como audiencia o constricción, y
así sucesivamente. No es mi intención, por tanto,
dividir estos dos factores entre exigencia y audiencia , a pesar
de la apariencia de sencillez de tal disposición. Mi
preferencia es, más bien, algo menos definida que esto y
sugiere que el texto de El
Suicidio
puede tratarse como un discurso que
«habla» a diversos elementos en estos factores
sociales e intelectuales. Por lo tanto, el efecto de El
Suicidio
puede considerarse realizado.

En Durkheim consagró al problema del suicidio se
vincula estrechamente con el estudio de la división del
trabajo.
Durkheim aprueba el fenómeno de la división
orgánica del trabajo.Considera positiva la
diferenciación de los oficios y los individuos, la
regresión de la autoridad de la tradición, el
dominio cada
vez mas acentuado de la razón, sin embargo, observa
también que no siempre el hombre se
siente mas satisfecho de su suerte en las sociedades modernas,
expresión y prueba de ciertos rasgos, quizás
patológicos, de la
organización actual de la vida en
común.

LIBRO
TERCERO: EL SUICIDIO COMO FENÓMENO SOCIAL EN
GENERAL

CAPITULO PRIMERO: EL ELEMENTO SOCIAL DEL
SUICIDIO.

En este libro Durkheim comienza por considerar los
resultados del capitulo anterior, como ya ha dejado demostrada la
inexistencia de relación con los factores cósmicos
pasa a estudiar este fenómeno en su dimensión
social. Aquí es donde ha encontrado autenticas leyes que
determinan perfectas (o casi) relaciones con el porcentaje de
suicidios. Establece pues que cada sociedad tiene una aptitud
para el suicidio y que es esta misma la que influye en mayor o
menor grado en los individuos. Los actos individuales son una
prolongación del estado social.

El autor entiende que ,que el número de suicidios
sea prácticamente constante es una corroboración de
esta teoría
y descarta la teoría de Quetelet conocida como la
teoría del hombre medio, debido a la compensación
de datos dispares que se da en los estudios estadísticos,
reconoce la necesidad de un conjunto de fuerzas colectivas cuya
intensidad expresa el porcentaje global de suicidios.

A continuación pasa a determinar el significado
de fuerza colectiva realidad exterior y superior al individuo,
concepción a la que le encuentra distintas objeciones que
superara razonadamente.

En todas las sociedades dice el autor se encuentra un
numero invariable de muertes voluntarias que se manifiesta en los
tipos de suicidio explicados y que no varia hasta que cambia el
estado de la sociedad.

Admite que podría entenderse que ha de haber una
predisposición individual pero explica que esta es a su
vez fruto del medio social en el que viven, que se asimila dentro
de las conciencias individuales.

CAPITULO II: RELACIONES DEL SUICIDIO CON ORTROS
FENOMENOS SOCIALES.

En este capitulo el autor se ocupa de si el suicidio es
un factor moral o inmoral. Tras una exposición
histórica manifiesta que el fenómeno es y ha sido
objeto de reprobación debido a su anormalidad dentro de
las circunstancias normales de la vida social.

A continuación se detiene en realizar una
comparación entre el suicidio y otras formas de
inmoralidad, deteniéndose especialmente en el homicidio.
Estudiando dos cuestiones diferentes. Si son idénticas las
condiciones psicológicas y si hay antagonismo entre las
formas sociales de las que dependen. La respuesta que da a la
primera pregunta es negativa ya que analiza factores como el
sexo, la temperatura y la edad no actúan del mismo modo en
ambos fenómenos. La respuesta que se da a la segunda
cuestión es mas complicado, hay casos en los que el
antagonismo no se presenta y otros en los que si astro se debe a
que como ya ha admitido existen distintos tipos de
suicidio.

En el caso del suicidio egoísta, las condiciones
de las que depende si son contrarias a las del homicidio, en el
caso del suicidio altruista las causas si pueden evolucionar de
manera paralela. en el caso del suicidio anomico se encuentra un
paralelismo menor que en el caso anterior, pero que se
acentúa en el caso de las sociedades civilizadas. El
suicidio no es pues una derivación del homicidio, sin
embargo suele manifestarse en condiciones sociales
similares.

CAPITULO III: CONSECUENCIAS PRACTICAS.

Las soluciones que
se pueden dar a este problema practico dependen de si se
considera a este un factor normal o anormal de la convivencia
ciudadana.

Durkheim opina que le actitud ante el suicidio es
demasiado relajada, piensa que ofende la moral y por
lo tanto tendría que ser castigado. Los distintos métodos de
castigar el suicidio tendrían únicamente un
carácter moral y las sociedades han asumido
la imposibilidad de prohibir legalmente este acto y por lo tanto
la actitud ante el suicidio es muy relajada desde el punto de
vista del autor. Llega entonces a plantearse si el único
medio de solución es la educación. La
educación no crea la moral de una sociedad sino que es el
reflejo de la misma,

La única manera de solucionar el suicidio
egoísta es dar consistencia a los grupos
sociales, en las sociedades actuales donde tanto la
política como la religión han perdido la fuerza de
antaño se hace difícil encontrar una estructura que
evite que el individuo se encuentre con ese vacío
incomprensible que le empuja al suicidio.

Durkheim halla este soporte tan necesario en la
estructura profesional, proponiendo su inclusión en mundo
del Estado y no únicamente en el mundo privado como se
hace en las sociedades modernas.

Finalmente y a modo de conclusión explica que el
incremento de suicidios en el tiempo actual
es fruto de la miseria moral que reina en la sociedad. Reclama
una reforma de la estructura
social con la desaparición de los grupos intermedios
entre el individuo y el estado. Determina que para predecir la
evolución del suicidio es necesario un
estudio detallado del régimen corporativo.

COMENTARIO

A continuación voy a realizar una breve
exposición de lo que considero más relevante de los
aspectos que más me han llamado la atención de la obra

En primer lugar considero destacable el
método
empleado per el autor a la hora de realizar
la exposición. Es un método ordenado de manera
lógica
podríamos decir desde fuera hasta dentro: primero se
dedica a exponer los factores extasociales que en la
conclusión descarta como no relevantes para su estudio
para ir acercándose cada vez mas al individuo, eso si, sin
entrar en las causas individuales que no son más que
tangenciales al estudio que se realiza en la obra, en este
acercamiento va alcanzando las proposiciones que el autor
considera como válidas. Es digamos un doble acercamiento
conforme va desechando los factores ajenos a la sociedad se va
acercando la sociedad y también a los resultados
esperados, que se encuentran en la propia sociedad y no fuera de
ella como se podía pensar al comienzo del ensayo.

Este método no ha sido elegido caprichosamente
por el autor sino que es un método propio de los estudios
sociológicos, que consideran que los hechos sociales deben
ser considerados como casa, es decir como realidades externas al
individuo, cosa que queda perfectamente reflejada en la obra en
la que Durkheim trata únicamente con carácter
tangencial y solo cuando es estrictamente necesario los factores
internos del sujeto relevándolos al campo de la psicología. Este
método requiere un objeto propio y no obtenido de otras
ciencias ya
que esto desvirtuaría la propia
sociología.

Dentro del estilo del autor, ya que nos referimos al
método encuentro como punto muy favorable la previa
delimitación de los conceptos, cosa que se repite de
manera continua como demuestran los capítulos referentes a
la raza, la imitación entre otros y que facilita la
comprensión de los razonamientos posteriores, como punto
en contra y salvando las distancias desde el tiempo en que se
escribió la obra que pueden justificar un estilo un tanto
farragoso, (también probablemente debido a la cantidad de
cifras) considero de que en su afán por abarcarlo todo, el
autor se detiene en aspectos quizá no tan relevantes y que
complican el seguimiento del hilo conductor de la
argumentación. (Como pueden ser la exposición de
ejemplos concretos con circunstancias particulares).

A continuación me dispongo a comentar la idea que
en mi opinión subyace a lo largo de toda la obra y que
aunque esta expuesta como guión para este caso concreto, el
del suicidio serviría para cada una de las materias que
son objeto del estudio sociológico: la existencia de una
realidad moral que supera y conduce al individuo, la realidad
colectiva.

Son fuerzas sociales que existen independientemente del
individuo en el caso concreto de este ensayo se refleja en la
repetida idea de que existe un numero invariable de suicidios
dependiendo de la sociedad de la que hablemos. A lo largo de la
obra a quedado explicado como los factores individuales son en
gran parte internacionalizaciones de los factores sociales, lo
que nos lleva a pensar que la sociedad es un ente propio y
autónomo, con lo que es también centro de un
estudio objetivo del
que se encargará la sociología, y que es a su vez
un objeto tan válido como cualquiera de los que estudian
las ciencias de la naturaleza. Todos los factores estudiados de
los que depende en mayor o menor medida el suicidio son propios
de cada una de las sociedades e influyen en ella creando este
porcentaje constante del que ya hemos hablado. Durkheim incluso
abre la posibilidad de que ciertos de estos factores de los que
se deducen leyes para determinar su influencia en el porcentaje
de suicidios, puedan expresarse incluso con un rigor
numérico pero descarta esta idea debido a su falta de
eficacia para su estudio.

Pasando ya a aspectos más concretos de la obra
quiero mostrar mi discrepancia con algunas de las ideas
manifestadas por el autor:

En primer lugar y en lo referente al matrimonio.
La óptica
de Durkheim ha quedado ya bastante obsoleta en lo referente a
este aspecto, seguramente por la evolución que esta
institución a sufrido con el paso del tiempo. Parte de la
idea de que el que no se case es porque sus
características físicas y morales y/o su
condición económica no se lo permiten. Hoy en
día el panorama social en este aspecto ha variado mucho,
cada vez es mayor el número de personas que eligen la
soltería voluntariamente aun contando con posibilidad para
el matrimonio, con lo que la frustración que provoca este
estado de la que parte Durkheim para señalar en un
principio que el número de suicidios es mayor en el
colectivo de los solteros (hipótesis que después
descarta) no sería valida pues como ya hemos dicho hoy en
día la cuestión de casarse o no es una
cuestión de voluntad en la mayoría de los casos, me
atrevería a decir.

En segundo lugar y en lo referente a la
educación, tema del que Durkheim habla como posible
solución al elevado número de suicidios que se
producen y que descarta con el argumento de que la
educación no crea valores en la
sociedad sino que refleja los que la propia sociedad ya posee, no
me encuentro totalmente de acuerdo con esta idea aunque si en
parte, veamos:

Es indudable que la educación refleja valores ya
adquiridos por la sociedad, ya que inculcamos a los más
pequeños que algún día constituirán
una futura sociedad lo que en cada momento creemos que es lo
correcto. Pero si realmente la sociedad rechaza el suicidio como
manifiesta el autor, mi pregunta es ¿por qué no se
inculcan estos valores en la educación?

Tras barajar distintas posibilidades he llegado a la
conclusión de que porque probablemente el rechazo al
suicidio no es tal. En mi opinión la moralidad social se
sobrecoge ante estos fenómenos y se preocupa mas del caso
concreto que del suicidio como fenómeno social. Cuando se
da el suicidio en un entorno más o menos próximo,
el resto de individuos se compadecen del que voluntariamente se
quita la vida, y estos sentimientos impiden la visión
globalizada y objetiva que Durkheim persigue en este aspecto. Es
cierto que desde el aspecto religioso es fácil condenar
estos actos ya que el Creador (llámese como se llame
dependiendo de la religión)es el único legitimado
para disponer de la vida

Pero, y aprovecho ya esta mención a la
religión para exponer otra idea distinta derivada de lo
leído en el libro a cerca de este tema, si ya Durkheim al
final de la obra considera que la religión carece de la
fuerza necesaria para evitar o al menos disminuir el porcentaje
de suicidios en su tiempo, hoy esta fuerza todavía se ha
disipado más. La religión y me refiero desde luego
de manera general, ocupa un papel secundario en las sociedades
desarrolladas, y sus juicios resultan en muchas ocasiones
arcaicos, desconectados con la realidad social (por poner un
ejemplo basta con mencionar la cuestión del aborto tan en
boga hoy en día.). Si que y en esto me muestro de acuerdo
con el autor es cierto que religiones
como el judaísmo y el protestantismo mantienen a sus
fieles menos cohesionados, ya que fomentan la reflexión
individual pero no dispongo de datos actuales para determinar si
a pesar de la evidente pérdida de fuerza que ha sufrido la
religión, hoy en día las conclusiones de l autor
continúan vigentes en lo que a veracidad se
refiere.

En lo relativo a los tipos de suicidios va a realizar un
breve comentario a cerca de las distintas conclusiones a las que
llega el autor, pero no puedo dar una visión crítica
completa ya que desconozco si en el panorama actual se dan
únicamente este tipo de suicidios y con que importancia se
dan en nuestra sociedad.

El suicidio egoísta: este se caracteriza por que
el sujeto pierde toda clase de
interés con lo que le une a la vida, por eso Durkheim,
establece que la relación que une al suicidio
egoísta con el grado de desintegración social es
inversa. Dado que el suicidio egoísta es el más
frecuente en nuestras sociedades desde el punto de vista del
autor, es evidente que el grado de desintegración social
es bastante, con lo que me muestro totalmente de acuerdo, vivimos
en un tiempo en que priman los intereses individuales,
quizá por la falta de tiempo cada vez es menor el grado de
cohesión entre sus miembros, salvo en entornos muy
cerrados, como puede ser la familia(aunque el
autor afirma que esta estructura carezca de la fuerza que tuvo en
un pasado ya que la familia te determinaba hasta la muerte cosa
que hoy en ida no se en la generalidad de los casos). Este
suicidio proviene de una individualización excesiva, pero
analizando el siguiente tipo veremos que la postura radicalmente
opuesta tampoco cambia las cosas.

El suicidio altruista se da con más frecuencia en
sociedades mas primitivas, en nuestra sociedad se dan ejemplos
claros en el ejercito, donde la conciencia del deber y la
integración en el grupo (pequeña sociedad
podíamos decir) es mucho mayor que en otras parcelas de la
sociedad. Este suicidio es menos frecuente, lo cual es
lógico por las mismas razones que explican el suicidio
egoísta, las estructuras en
las que el ente colectivo prima sobre los interese individualesno
destacan por su presencia en la vida actual.

Como podemos ver en los tres casos todo viene dado por
la estructura de la sociedad de la que se forma parte y
aquí es donde personalmente no estoy en absoluto de
acuerdo con el autor. Una cosa es que el fenómeno
socialmente analizado goce de una plena autonomía y otra a
que quede totalmente desligado del plano individual

El suicidio anómico propio de las sociedades
desarrolladas, lo cual es bastante lógico porque supone
situaciones de desorden. Es evidente que el materialismo reinante
los desordenes económicos, puedan causar estragos. Supone
una perdida de la propia identidad,
los valores
tradicionales se desmoronan.

Otro aspecto importante a comentar y uno de los que a mi
juicio mas relación tiene con la dimensión social
del suicidio es discutir la opinión que tiene Durkheim
sobre la actitud de la sociedad ante el suicidio a la que tacha
de relajada, ya que considera que la sociedad ha asumido la
imposibilidad de castigar estos actos. Como este punto
además de tener que ver con la obra guarda también
relación con el derecho, me ha llamado especialmente la
atención y por eso lo he escogido como corolario e este
trabajo.

Es lógico pensar que una vez fallecido el sujeto
no se le puede oponer ningún castigo ni siquiera moral ya
que, ¿de qué serviría?, en lo referente a lo
legal tampoco sería coherente imponer ningún tipo
de castigo. Por los comentarios de Durkheim puedo deducir que
opina que si se estableciera un castigo o una mayor conciencia de
rechazo hacia este acto, el suicida por internalización de
estos valores, se mostraría más reacio a la
ejecución de un suicidio. Es cierto que el derecho a
través de la tipificación educa a la
población, pero en lo referente al suicidio, cuando en
cualquiera de los tipos de suicidio mencionados, alcanza la
resolución de quitarse la vida, ¿qué pena
podría impedir la ejecución?

 

Marcos Sanchez

 

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