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Trastornos sexuales (página 2)



Partes: 1, 2

  1. Conflictos Con La Identidad
    Sexual

Muchas personas que nacen con combinaciones de rasgos de
los dos sexos, es decir, se enfrentan a complicaciones cuando la
sociedad se
mofa o escandaliza de su físico -lo que suele ocurrir con
las personas intersexuales- o insiste en que asignar a un
individuo un
sexo con el
que no se identifica -lo que ocurre habitualmente entre las
personas transexuales.

En el caso de las personas transexuales, sus problemas
suelen reducirse cuando pueden pasar por el proceso de
reasignación de sexo, en cual incluye la cirugía de
reasignación sexual, mal llamada "operación de
cambio de
sexo".

Por otro lado, la identidad sexual suele intentar
diferenciarse de la orientación sexual, en la que pueden
darse individuos heterosexuales, homosexuales, bisexuales y
asexuales. De igual manera que la orientación sexual, la
identidad sexual no se puede elegir.

Equivocadamente, hay personas que definen la
transexualidad con una homosexualidad
extrema; es decir, según estas personas, una persona
transexual ama tanto al otro sexo que acaba
identificándose con él.

Sin embargo, investigaciones
en sexología apuntan a que la identidad y la
orientación sexual son hechos absolutamente diferentes,
por lo que pueden darse personas transexuales con diferentes
orientaciones sexuales. De hecho, hay estudios que indican que
más de un 30% de la población transexual es homosexual o
bisexual, muy por encima al 5% ó 10%, porcentaje que suele
darse en la población no transexual.

En relación con la identidad sexual
también se suele hablar de la identidad de género o
rol de género, es decir, la asunción y
manifestación de lo que se siente basado en unas normas
sociales.

Probablemente hay tantas formas de entender la identidad
sexual y la de género como humanos existen, sin embargo
las sociedades
tienden a clasificar en compartimentos inamovibles a los
individuos y a asignarles roles a veces muy reducidos.

Este etnocentrismo se pone de manifiesto al observar que
en algunas sociedades existen otras clases de roles sociales; por
ejemplo, los Hijra de la India son
personas intersexuales y dentro de su cultura se les
considera "el tercer sexo".

A veces la frontera entre
la identidad sexual y la identidad de género no se
muestra muy
clara. En este punto, la teoría
Queer rechaza la categorización del individuo en
categorías universales como "homosexual", "heterosexual",
"hombre" o
"mujer".
Según esta teoría, la orientación sexual y
la identidad sexual de las personas son el resultado de una
construcción social. De ser así no
existirían papeles sexuales esencial o
biológicamente inscritos en la naturaleza
humana.

  • La homosexualidad
    es la orientación sexual (excitación
    erógena y/o atracción romántica) hacia
    individuos del mismo sexo. La palabra puede designar tanto la
    orientación entre hombres como entre
    mujeres.

El sustantivo gay se refiere a personas homosexuales
de ambos sexos, aunque generalmente se usa hablando de un
hombre homosexual. Habitualmente se usa el
término gay para denominar al hombre homosexual que no
reniega de su género biológico y que acepta los
modismos culturales aceptados convencionalmente para tal
género. Estos modismos varían de pueblo en pueblo
por lo que ciertos modales y hábitos considerados
femeninos o masculinos en un lugar no lo son en
otro.

La homosexualidad femenina se llama también
lesbianismo o lesbianidad (calidad de
lesbiana). El adjetivo correpondiente es lésbico. Este
término hace referencia a la isla de Lesbos (actual
Mitilene) en Grecia y a
la poetisa Safo, por sus poemas
apasionados (dedicados a sus amigas) y la vida rodeada de otras
mujeres, lo cual le valió la reputación de
homosexual.

Es importante no confundir la orientación
sexual con la identidad sexual ni con la práctica ni el
deseo sexual. La sexualidad
humana es compleja y las variables
que definen al sexo son múltiples.

De igual forma se debe ser cauto y preciso en el lenguaje,
puesto que a menudo se confunde al homosexual con otras figuras
o entidades que nada tienen que ver. Así no hay que
confundirlo con los transformistas, travestis o travestistas,
transexuales, transgéneros o drag queens/drag kings
(término más moderno semejante al de
transformista pero con connotaciones queer). Puesto que nada
tienen que ver. Así, existen también
transformistas, travestis, transgénero y transexuales
gays, pero también heterosexuales.

  • El Travestismo es un sustantivo
    usado para referirse en su mayoría a personas de sexo
    masculino que ocasionalmente adoptan los modismos culturales
    (maquillaje, vestimenta, gestos, forma de hablar) que
    convencionalmente se le asignan al sexo contrario. Esto puede
    estar relacionado o no con la identidad sexual. Muchas culturas
    incluyen esta práctica como una expresión
    artística, como es el caso de los onnagatas del teatro kabuki
    japonés, o los actores masculinos que representaban
    roles femeninos en la ópera tradicional china,
    así como también se acostumbraba en el antiguo
    teatro de algunos países de Europa.

El travestismo consiste en vestir ropas del
sexo opuesto.

Para aquellas personas que adoptan ocasionalmente el
aspecto y los modismos culturales convencionalmente aceptados
para el sexo opuesto ver transformismo.

En castellano
el sustantivo travesti suele referirse a personas de sexo
masculino que adoptan los modismos culturales, las vestimentas
y la manera de arreglarse convencionalmente aceptados para el
sexo femenino de manera permanente.

Algunos travestis incluyen para su cambio medidas que
modifican físicamente sus cuerpos mediante uso de
hormonas,
depilación del vello corporal y cirugías con el
objeto de feminizar sus cuerpos, sin incluir la
operación de cambio de sexo. Estos cambios, si bien
están relacionados con su orientación homosexual,
tienen parámetros equivalentes a la orientación
heterosexual, es decir, el travesti se identifica a sí
mismo como un ser femenino o una mujer cuyo objeto de deseo son
los hombres que configuren el estereotipo cultural
heterosexual. Algunos travestis con el tiempo toman
la decisión de convertirse en transexuales.

El sustantivo no designa en sí mismo el
ejercicio de la prostitución, aunque esta actividad
está fuertemente asociada a personas travestis de sexo
masculino de escasos recursos en
muchos países debido a fenómenos socioculturales.
Con frecuencia los travestis recurren a la prostitución
para subsistir o para poder
costearse la cirugía de reasignación de
género. Usualmente no se utiliza el mismo sustantivo a
personas de sexo femenino que adoptan los modismos culturales
masculinos. Travesti también se denomina coloquialmente
travelo.

  • Un transexual es una persona cuya identidad de
    género es contraria a su sexo biológico, es
    decir, que su identidad sexual está en conflicto
    con su anatomía sexual.
    Según esta definición, se considera como "mujer
    transexual" a un individuo que nace con anatomía
    masculina y un "hombre transexual" es aquel que nace con
    anatomía femenina. En consecuencia, el individuo se
    siente preso en el cuerpo equivocado, padecimiento que se
    conoce como disforia de género.

En estas personas suele darse el deseo de modificar
las características sexuales anatómicas que no
corresponden con el sexo con el que se sienten identificados.
Por eso, algunas de estas personas suelen pasar por un proceso
de reasignación de sexo, que puede incluir o no una
cirugía de reconstrucción genital, conocida
comúnmente como "operación de cambio de
sexo".

  1. Las pruebas
    científicas obtenidas en estudios sobre la
    transexualidad hasta 2006 no son concluyentes para
    encontrar la causa o causas que provocan este comportamiento; sin embargo, muchas teorías proponen que su causa tiene
    origen biológico. Hay muchos factores que se tienen
    por establecidos y probados exhaustivamente por los
    estudios adelantados: la mayor parte de los transexuales
    son individuos normales desde el punto de vista
    bilógico con órganos sexuales saludables,
    estructuras reproductoras internas intactas
    y con el complemento apropiado de cromosomas XX en las mujeres y XY en los
    hombres. Adicionalmente, se ha comprobado que el
    transexualismo es una condición por lo común
    aislada y no es parte de una psicopatología general
    como la esquizofrenia o la depresión grave. En una prueba
    efectuada en 1997 por el Dr. Colecon una muestra de 137
    transexuales, menos del diez por ciento manifestaron
    síntomas asociados con enfermedades mentales

    Las razones por las que estos individuos rechazan
    su anatomía son poco conocidas. Un erudito de la
    materia,
    Leslie Lothstein, publicó en 1984 una
    revisión crítica de 30 años de evaluación psicológica de
    transexuales, en la que llegó a la conclusión
    de que no se comprendía claramente la naturaleza y etiología de este
    comportamiento. Por eso, los profesionales de la salud cada
    vez más ven la transexualidad no como un asunto
    psicológico, sino como una cuestión física, aunque amplios sectores
    sociales tales como religiosos y conservadores creen que
    las causas de la transexualidad son predominantemente
    psicológicas, debido a que muchos transexuales
    desarrollan, desde la temprana infancia, un sentido de enfrentamiento con
    su anatomía genital; algunos recuerdan haberse
    identificado por completo con características del
    otro sexo a los cinco, seis o siete años de edad. En
    algunos casos, esta incomodidad infantil es parcialmente
    mitigada cuando se imaginan a sí mismos como
    miembros del otro sexo, aunque muchos de ellos pasan al
    travestismo real. Es menos común que surja una
    identidad total con el otro sexo antes de la adolescencia o en la edad adulta.

  2. Causas De La Transexualidad

    Durante la historia se
    han propuesto muchas causas psicológicas del origen
    de la transexualidad; incluyendo la de la existencia de
    "madres dominantes y la ausencia de la figura paterna",
    "padres que han deseado tener un hijo del otro sexo",
    "homosexualidad reprimida", "alteración emocional",
    "abuso
    sexual".

    Ninguna de estas teorías, sin embargo, han
    sido aplicada con éxito a la mayoría de las
    personas transexuales y a veces ni a una minoría
    significativa. Muchas teorías también son
    desarrolladas para describir a las mujeres transexuales y,
    en el momento de aplicarlas a los hombres transexuales,
    pierden su utilidad.

    Por otro lado, muchas de estas teorías han
    sido previamente aplicadas a personas homosexuales, en las
    que tampoco funcionó. Tales fracasos llevaron a
    considerar las razones físicas.

    Experiencias con individuos que han pasado por la
    reasignación de sexo desde el nacimiento, para
    corregir deformidades causadas por una castración
    accidental o por darse en su anatomía caracteres
    intersexuales, sugieren con mayor fuerza
    que la identificación con el sexo biológico
    se determina en el nacimiento y que ésta
    probablemente predomina sobre el resto de caracteres que
    definen la identidad sexual.

  3. Causas Psicológicas
    Propuestas
  4. "Cura" De La Transexualidad

Históricamente, los tratamientos
psicológicos orientados a "curar" la transexualidad han
sido un rotundo fracaso. En 1972, la American Medical Association
Committee on Human Sexuality hizo pública la
opinión médica dominante de que la psicoterapia
es inefectiva para personas transexuales y que, además, la
terapia de reasignación de sexo era más
útil.

Un buen número de tratamientos que se utilizaron
en el pasado son hoy en día considerados inefectivos para
las personas con una significativa y persistente disforia de
género, incluyendo la terapia de aversión, las
medicaciones psicoactivas, la terapia electroconvulsiva,
tratamientos hormonales permanentes con el género
anatómico de nacimiento y psicoterapia
sólo.

La terapia reparativa orientada a personas homosexuales
también ha sido aplicada a personas transexuales, ya que
en ocasiones la transexualidad es vista como una homosexualidad
extrema. Esta visión ha desaparecido hace mucho de casi
todos los discursos
científicos.

Mientras la escala de Kinsey
expresaba una visión similar, la comunidad
científica ahora rechaza esta parte de la teoría de
Alfred Kinsey, considerando inútil esta terapia reparativa
tanto para personas homosexuales como para personas
transexuales.

Aunque muchas de las más importantes asociaciones
profesionales de medicina han
condenado repetidamente la terapia reparativa no sólo como
ineficaz, sino como realmente dañina, ésta
continúa siendo defendida como un tratamiento para la
homosexualidad y la transexualidad por varias organizaciones
con vínculos al movimiento
cristiano conservador.

Sin embargo, para algunas personas transexuales, las
terapias orientadas a resolver estos conflictos,
distintas de los tratamientos somáticos para reasignar el
sexo físico, pueden ser eficaces y útiles. Algunas
personas pueden tener conflictos más leves entre la
identidad sexual y sus características sexuales
físicas. Estos individuos pueden no desear realmente
someterse a un proceso de reasignación de sexo, pero
pueden buscar asistencia para superar los conflictos a los que se
enfrentan.

Si los individuos expresan su deseo de asistencia
psicológica sin CRS, el asesoramiento de apoyo y
psicoeducativo puede ser de ayuda. Sus razones para renunciar al
proceso pueden incluir preocupaciones familiares o profesionales,
percepciones de la dificultad del proceso, miedo a la
pérdida de su posición o rol social, firmes
creencias religiosas, real o percibida incapacidad para financiar
el proceso y una avanzada edad o problemas médicos
crónicos, que pueden, en algunos casos, considerarse
contraindicaciones médicas para la terapia hormonal o la
cirugía de reasignación de sexo.

Sin tener en cuenta su razonamiento, si su
decisión es consistente, debería ser respetada.
Estos individuos a menudo buscan métodos
alternativos con los que puedan mejorar su vida, promoviendo la
aceptación de su identidad sexual y mejorar su baja
autoestima
causada por el conflicto. Estos métodos pueden ser
tratamientos somáticos parciales como sólo terapias
de reducidas dosis hormonales, que permite a los pacientes a
vestir y vivir parcialmente en el rol de género que se
corresponde con su identidad sexual, e incluso -simplemente-
permitir a la persona una válvula de escape segura para
expresarse como varón o mujer puede proporcionar una gran
satisfacción a los pacientes que, por una razón u
otra, eligen no someterse al proceso de reasignación de
sexo. la transexualidad viene desde el nacimiento.

  1. Desviaciones o
    Parafilias

Etimológicamente, proviene del griego
"pará" al lado, desviado y "philéo",
atracción, amante. Las diferentes definiciones van dando
elementos que nos servirán para la nuestra propia. En los
diccionarios
antiguos simplemente dice: sinónimo de
perversión.

En el Manual Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales, se fueron elaborando diversas
definiciones:

En el DSM III [3] de 1978 se afirmaba que "las
parafilias se caracterizan por la excitación como
respuesta a objetos o situaciones sexuales que no forman parte de
los estímulos normativos y que, en diversos grados, pueden
interferir con la capacidad para una actividad sexual efectiva
recíproca".

En la última de 1995, el DSM IV [4] dice
que: "La característica esencial (Criterio A) de la
parafilia es la presencia de repetidas e intensas
fantasías sexuales de tipo excitatorio, e impulsos o
comportamientos sexuales que por lo general engloban:

1) objetos no humanos; 2) sufrimiento o la
humillación de uno mismo o de la pareja, o 3) niños u
otras personas que no consienten, y que se presentan durante un
período de al menos seis meses". Pero también
(Criterio B) esos impulsos, comportamientos y fantasías
deben "provocar malestar clínico significativo o deterioro
social, laboral o de
otras áreas importantes de la actividad del
individuo".

Para establecer un diagnóstico diferencial con
otras conductas sexuales no patológicas, el DSM IV
dice que "las fantasías, comportamientos u objetos son
considerados parafílicos sólo si provocan malestar
o alteraciones clínicamente significativas, como: son
obligatorias, producen disfunciones sexuales, requieren la
participación de otros individuos en contra de su
voluntad, conducen a problemas legales o interfieren en las
relaciones sociales."

Tampoco deben coincidir estas conductas con el curso de
enfermedades mentales tales como retraso mental, demencia, cambio
de personalidad
debido a una enfermedad médica, la intoxicación por
sustancias, un episodio maníaco o la esquizofrenia.
Aquí las conductas sexuales anormales son inusuales,
aisladas, no obligatorias y solo duran lo que dura el trastorno
mental de fondo.

1.2.1 Clínica Del
Parafílico

La edad de comienzo del trastorno suele remontarse a la
infancia y las primeras etapas de la adolescencia, donde aparecen
conductas parafílicas, pero se definen recién en la
adolescencia y la adultez joven.

Las fantasías, impulsos y comportamientos pueden
ser elaborados o simples, de una sola serie o de varias
parafilias asociadas. La duración debe ser mayor de seis
meses, como vimos, pero lo común es que sean recurrentes,
se cronifiquen y duren toda la vida, con tendencia a dismi nuir a
lo largo de los años. Pueden haber períodos de
mayor expresión, coincidentes con períodos de
estrés,
como también vimos, y también cuando la persona se
encuentra con oportunidades existenciales de practicar sus
fantasías y actos. Tal el caso de los que eligen trabajar
o se ofrecen como voluntarios en comercios de venta de
lencería o zapatos de mujer (fetichismo), trabajar con
niños en guarderías y hogares (pedofilia), conducir
una ambulancia o cirugía, la carrera militar combatiente o
la carnicería, así como la policía política en los
regímenes de fuerza (sadismo sexual), enfermería
(frotteurismo), o en morgues (necrofilia), o empleados de los
hoteles de alta rotatividad
(voyeurismo).

La repercusión social del trastorno
parafílico es variable, pues hay casos en que el portador
lleva una vida social activa que no permite sospechar trastornos
íntimos, como en otras patologías del carácter. Pero otros se aíslan en
sus fantasías y comportamientos, con graves repercusiones
sobre su rendimiento laboral, estudiantil o su vida conyugal o
social. Compran o roban y coleccionan material
fotográfico, películas o prendas referidas a su
trastorno exclusivo y eso les basta como toda vida sexual. El
exhibicionismo y el voyeurismo así como el sadomasoquismo,
pueden llevar a situaciones que violan la Ley y sus
portadores terminan encarcelados o procesados. Otros, sufren un
deterioro social progresivo o temporario. O llevan una doble
vida: privada y pública. La mitad de los
parafílicos está casado. Muchos tratan de imponer a
sus mujeres sus fantasías o conductas, lo cual conlleva
peligro de vida o lesiones en caso de sadomasoquismo, o delitos en
caso de pedofilia. Hay parejas de parafílicos que llegan a
una transacción de vida muy pintoresca y peculiar. Otras,
se divorcian con frecuencia y se vuelven a casar, buscando
comprensión.

1.2.2 Clasificaciones De Las
Parafilias

El DSM IV de la Asociación Psiquiátrica
Norteamericana [4] de 1995 solo comprende 8 parafilias
típicas y unas 7 no especificadas. Comencemos por la
última, que es la que está vigente, y luego haremos
un poco de historia con las anteriores.

PARAFILIAS (DSM IV)

F65.0 Fetichismo [302.81]

F65.1 Fetichismo transvestista [302.3]

F65.2 Exhibicionismo [302.4]

F65.3 Voyeurismo [302.82]

F65.4 Pedofilia [302.2]

F65.5 Masoquismo sexual [302.83]

F65.5 Sadismo sexual [302.84]

F.65.8 Frotteurismo [302.89]

F.65.9 Parafilia no especificada
[302.9]

Escatología telefónica

Necrofilia

Parcialismo

Zoofilia

Coprofilia

Clismafilia

Urofilia

El código
F.65 tipifica a todas las parafilias en el DSM IV. Como
internacionalmente se sigue utilizando el DSM III para el
diagnóstico de las enfermedades mentales, a la derecha se
incluye el código numérico de 302 que
utilizó aque lla clasificación.

Entre 1983 del DSM III a 1995 del DSM IV
no han habido inclusiones ni exclusiones de otras parafilias,
pero el frotteurismo pasó a ser una parafilia
típica y la zoofilia una no especificada, cuando en el DSM
III era a la inversa. El trasvestismo del DSM III pasa a ser
fetichismo trasvestista en el DSM IV.

Otra Clasificación interesante toma la que
diferencia las parafilias en aquellas que se producen por
desviación de objeto sexual elegido y por
desviación de acto sexual mismo.

1.2.3 Parafilias (Criterio
Diferencial)

  • ALTERACIONES DE LA ELECCIÓN DE
    OBJETO

Fetichismo

Pedofilia

Necrofilia

Parcialismo

Zoofilia

Coprofilia

  • ALTERACIONES EN EL ACTO SEXUAL

Exhibicionismo

Voyeurismo

Masoquismo sexual

Sadismo sexual

Fetichismo transvestista

Frotteurismo

Escatología telefónica

Clismafilia

A esta clasificación se llegó
después de haber eliminado de la misma a la
masturbación, que se consideraba una desviación de
objeto y de acto, pues se elegía a sí mismo como
objeto y no se practicaba el coito. A la homosexualidad, que se
consideraba una desviación de objeto, pues se
elegía a una persona del mismo sexo, pero siguió
apareciendo como "Otros trastornos psicosexuales", sólo en
su forma de homosexualidad egodistónica desde 1973. En ese
año en que fue eliminada la forma de homosexualidad
egosintónica de la Clasificación de Enfermedades
Mentales, hasta en 1987, año de vigencia del DSM
III
y en que el DSM III R ya no incluyó ninguna
forma de homosexualidad como enfermedad psiquiátrica.
También se eliminó la gerontofilia, o preferencia
patológica por personas mayores de 60 años, dados
los adelantos de la ciencia
para el mantenimiento
de la salud de los gerontes. También dejaron de
considerarse, por su baja incidencia estadística, a muchas parafilias cuya
existencia se reconoce Incluso algunas de estas son formas de
presentación de las parafilias específicas o no
específicas. Pero hay otras que son prácticas
sexuales inhabituales, extrañas y hasta grotescas, pero
que no revisten el carácter diagnóstico de
parafilias, sino simples preferencias que mantenidas en la
intimidad del individuo o la pareja, no causan
perturbación alguna, ni poseen carácter compulsivo
o exclusivo.

1.2.4 Estudio Clínico De Las
Parafilias

Cada parafilia ha sido estudiada desde diferentes
ángulos, pero la descripción clínica, sus formas de
presentación, sus complicaciones más frecuentes y
la asociación de varias. En este ítem trataremos de
presentar cada una de las parafilias más frecuentes.
Seguiremos el orden propuesto en la Clasificación por las
Modificaciones de la elección de objeto y las Alteraciones
en el acto sexual, que adoptamos para este trabajo.

1.2.5 Parafilias Por Modificaciones De La Eleccion De
Objeto

  1. Entre las parafilias que más llaman la
    atención, se encuentra el fetichismo.
    Nuestra

    definición dice: "Parafilia por la que
    objetos no vivos como ropas, zapatos, cabellos o
    uñas, son utilizados de manera repetida y preferida
    para la excitación sexual, la masturbación,
    el coito y la fantasía". Se trata, como vimos de una
    parafilia por alteración en la elección de
    objeto.

    El DSM IV [4] establece tres criterios para
    el diagnóstico de fetichismo:

    A. El plazo de seis meses de
    duración de las fantasías sexuales
    recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales y
    comportamientos ligados al uso de objetos no
    animados.

    B. Estas actividades provocan malestar
    clínicamente significativo o deterioro social,
    laboral o de otras áreas importantes de la actividad
    del individuo.

    C. Los fetiches no deben ser
    únicamente artículos de vestir femeninos como
    los utilizados para transvestirse (fetichismo
    transvestista) o aparatos diseñados con el
    propósito de estimular los genitales."

    La atracción sexual, que provoca gran
    placer, se dirige hacia objetos no animados que generan
    fantasías, impulsos y comportamientos sexuales, como
    la masturbación y el coito. Casi siempre se quedan
    en lo primero. Como condición para todas las
    parafilias, clínicamente dura no menos de 6 meses,
    provoca interferencias en la vida social, laboral y sobre
    todo marital del individuo. Pese a ello, raramente consulta
    al médico. Comienza en la adolescencia, pero con
    fetiches que ya han adquirido una especial
    significación en la infancia. En raros casos, el
    fetichismo comienza en la niñez, por
    condicionamiento asociativo entre el objeto y la
    excitación sexual. Hay autores que hablan de una
    herencia
    animal que hace llamativo el brillo metálico, sedoso
    y aterciopelado de las pieles, que se vinculan a los
    cambios en ese sentido de las hembras en celo. Una vez
    establecido, se hace crónico con periodos de empuje
    coincidentes con estrés y
    depresión.

    Lo más común es que el fetichista
    sea un varón de edad mediana, heterosexual,
    practicante habitual de la masturbación mientras
    mira, huele, sostiene, acaricia o manipula el fetiche. El
    mismo tiene un valor
    simbólico que sustituye al objeto hetero u
    homosexual habitual. Los fetiches pueden ser: una prenda de
    vestir como soutienes, bombachas, slips, zapatos, botas,
    medias, ligas, polleras, blusas y cualquier otra prenda de
    vestir femenina, ya que el fetichista se trata de un
    varón heterosexual en la mayoría absoluta de
    los casos. También pueden ser partes del cuerpo
    más o menos inanimados como cabellos , vello pubiano
    desprendido de los genitales, a veces trozos de uña.
    Cuando se trata de una parte del cuerpo no genital como
    pies, manos, orejas, se habla de parcialismo. Si la
    preferencia es por mamas, nalgas o genitales, no se trata
    de una parafilia típica, pues poseen carácter
    sexual explícito. Los accesorios de limpieza o
    arreglo físico, como un peine, un cepillo, peinetas,
    alfileres, prendedores o collares, pulseras o anillos,
    también pueden convertirse en fetiches.

  2. FETICHISMO

    El DSM III [3] la define así:
    "También llamada paidofilia, es la parafilia en que
    el objeto sexual elegido para la excitación y
    relación sexual es un niño de edad
    prepuberal. Si el parafílico es adulto, el
    niño prepúber debe ser por lo menos 10
    años más joven. Si se trata de un adolescente
    mayor, no se requiere una diferencia de edad precisa. Puede
    ser hetero u homosexual ". Es una de las parafilias
    específicas y tiene una larga tradición
    histórica.

    El DSM IV [4] establece tres criterios
    diagnósticos claros:

    A. Durante un periodo de al menos 6 meses,
    fantasías sexuales recurrentes y altamente
    excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que
    implican actividad sexual con niños
    prepúberes o niños algo mayores, generalmente
    de 13 años o menos.

    B. Esos comportamientos provocan malestar
    clínicamente significativo o deterioro social,
    laboral o de otras áreas importantes de la actividad
    del individuo. Y

    C. La persona tiene al menos 16 años
    y es por lo menos 5 años mayor que el niño o
    los niños de los que abusa". Por tanto "no debe
    incluirse a individuos en las última etapas de la
    adolescencia (entre 15 y 19 años) que se relacionan
    con personas de 12 o 13 años". Si tienen el
    mínimo de 16 años, son pedofílicos
    solo si tienen relaciones con niños menores de 11
    años.

    Resumiendo, la preferencia de los adultos o
    mayores de 16 años, por niños de 13
    años o menos, para sus actividades sexuales y que
    dura no menos de seis meses, se llama paidofilia o
    pedofilia, del griego "pâis, paidós"
    (niño) y "philéo" (amar). Es por tanto una
    enfermedad mental.

    La edad de las víctimas más
    frecuentemente elegida por los paidófilos es de 8 a
    10 años para las niñas y de 10 años y
    más para los niños. La enfermedad puede
    comenzar en la adolescencia, pero es más
    común en varones de mediana edad, durante periodos
    de estrés o tensión. Por eso suele ser
    episódico o temporario. Los casos que recidivan o
    vuelven a manifestarse varias veces en la vida, son los
    exclusivos por el propio sexo, más que los
    exclusivos por el sexo contrario, según las estadísticas. Hay paidofílicos
    que acariciaron sexualmente a sus hijos y lo vuelven a
    hacer con sus nietos, para escándalo de sus
    hijas-madres, que reactivan conflictos reprimidos y
    patologías mentales. Como contraparte, hay
    niños que fueron abusados sexualmente por sus padres
    desde muy pequeños, durante toda su infancia y hasta
    la adolescencia, con graves consecuencias para su salud
    mental futura. El curso de esta enfermedad es
    crónico y difícilmente tratable.

    Los paidofílicos explican sus conductas
    abusivas a través de pretextos pueriles como que
    "hay que enseñarles la vida" o que "el placer es
    bueno para los chicos", o simplemente que el niño
    los provocó sexualmente. Aducen que su conducta
    es "educativa" para el niño, o que éste
    "siente placer" y ello es sano, o que "es un niño o
    una niña provocador(a)".

    Como es lógico, los paidofílicos
    ocultan celosamente su problema a los demás, aunque
    suele provocarles malestar. Para ello tratan con mucho
    cuidado al niño, lo llenan de atenciones para
    ganarse su afecto y lealtad, solicitándoles que no
    cuenten a nadie lo que pasa entre ellos, que lo guarden
    como un secreto entre ambos. Si se niegan a hacerlo, surgen
    las amenazas y castigos de todo tipo, no solo
    físicos. La lealtad es solicitada por los padres,
    generalmente, y muchas veces los hijos abusados no los
    denuncian.

    ¿Qué conductas sexuales se
    practican sobre estos niños?

    A veces los pedófilos se limitan a la
    observación de los niños,
    fuentes
    de sus fantasías. Otras los tocan suavemente, los
    acarician. Otras, los desnudan solamente, y los acarician
    sexualmente luego. O se masturban frente a ellos,
    Progresivamente, pueden llegar a estimularlos oralmente en
    los genitales o les piden que hagan lo propio con ellos, o
    digitalmente a nivel anal o vaginal, hasta llegar a
    penetraciones con objetos y variados grados de violencia que pueden lastimar al
    niño.

  3. PEDOFILIA

    Es la parafilia no especificada caracterizada por
    atracción y actos sexuales con cadáveres,
    personas muertas. El frío cadavérico es un
    verdadero excitante para el verdadero necrófilo.
    Viene del griego "nekrós" (muerto) y "philéa"
    (amar).

    Descamps [14] describe tres formas. Por sadismo:
    Son los descuartizadores, los que desentierran
    cadáveres, que pueden culminar con actos de
    canibalismo; o los enfermeros que copulan con los
    recién fallecidos. Por amor:
    Hacen el amor
    por última vez con la mujer
    amada fallecida, negando la
    muerte. En estos casos, se trataría de un acto
    negrófilo aislado. Y por semejanza: En el
    pigmalionismo, ya mencionado, el individuo se siente
    atraído por las estatuas o monumentos, como
    Pigmalión, rey mitológico de Chipre, quien se
    enamoró de una estatua de mujer que él mismo
    había modelado. Afrodita le dio vida a la estatua y
    el autor se casó con ella. La inmovilidad y frialdad
    del mármol se asemeja a la muerte.
    Además, la hipnofilia también se asemeja al
    pigmalionismo y a la necrofilia, pues la persona dormida
    está indefensa.

    Este trastorno ya fue descrito en la
    antigüedad entre los egipcios, y Herodoto recomendaba
    no entregar los cadáveres de mujeres bellas a los
    embalsamadores sino varios días después de su
    muerte, para evitar su profanación
    sexual.

  4. NECROFILIA

    Es una parafilia no especificada que por tanto no
    cumple con los criterios de las específicas
    "caracterizada por la atención centrada
    exclusivamente en una parte del cuerpo". Es parcialismo
    fetichista si esa parte no es sexual, como vimos. Pero hay
    varones parcialistas que se sienten atraídos
    solamente por las mamas, por las nalgas, por las piernas o
    por el ano, con exclusión de otras partes del
    cuerpo, por lo que sus fantasías, impulsos sexuales
    y comportamientos sexuales exigen como necesaria esa parte
    del cuerpo para lograr la excitación, lo cual genera
    conflictos conyugales, disfunciones sexuales y todo el
    cortejo sintomático de tipo social como en las
    demás parafilias.

    Cada parte del cuerpo, como lo estudiamos en
    nuestra obra sobre "Comunicación sexual", posee un
    significado erótico. En el parcialismo existe una
    percepción exagerada, obsesiva y a
    veces extravagante de cada una de esas partes. Las mamas
    señalizan la vagina al igual que las nalgas y las
    piernas, y depende de las cualidades físicas innatas
    el que ellas sean atractivas para todo el mundo incluidos
    los parcialistas, pero para ellos están
    sobrevaloradas al punto que las demás partes del
    cuerpo no poseen significación
    erótica.

    Las dificultades de integrar el conjunto del
    cuerpo que las personalidades inmaduras y narcisistas
    poseen, promueven el vínculo con una parte y no con
    la totalidad de la persona. En realidad no se trata de un
    vínculo recíproco, sino de una
    relación unilateral y cosificada de la parte
    corporal estimulante. El parcialista suele ser un
    coleccionista fantasioso de nalgas, manos, piernas, pies o
    mamas de diferentes personas. Son capaces de bajar del
    ómnibus para seguir a una mujer de bonitas piernas o
    de cualquier parte del cuerpo, con lo que llegan tarde al
    trabajo, o simplemente faltan, o engañan a sus
    esposas.

    A veces se conforman con mirar, otras tienen que
    abordar a las poseedoras de su objeto de atracción,
    sin importar edad, estado
    civil o disponibilidad social. Suelen sufrir
    múltiples frustraciones y viven una sexualidad
    fragmentada e insatisfactoria.

  5. PARCIALISMO

    Parafilia específica según el DSM
    III
    y no específica según el DSM
    IV
    , caracterizada por la fantasía prevalente o
    la conducta de mantener relaciones
    sexuales con animales.
    Estas son el método repetidamente preferido o
    exclusivo de conseguir excitación sexual. Del griego
    "zôon" (animal) y "philéa" (amor), sus
    sinónimos son bestialismo, animalismo,
    zooerastia.

    El individuo puede también tener una
    práctica primaria, cuando nunca tuvo relaciones
    humanas, y secundaria cuando empezó a tener
    prácticas zoófilas luego de una experiencia
    humana inicial; exclusiva con animales y no tiene
    excitación con una mujer, o no exclusiva, cuando
    además de con animales, puede mantener relaciones
    con una mujer.

    Los animales más frecuentemente usados son
    los domésticos o de granja: perros,

    chanchos –la vagina de la chancha es la
    más parecida a la de la mujer-, ovejas, burras,
    yeguas, gallinas. La situación no es semejante en
    campaña que en la ciudad.

    El uso experimental u ocasional de esta
    práctica zoófila, por falta de disponibilidad
    de parejas humanas apropiadas, no constituye una parafilia,
    pues apenas acceden a la posibilidad de prácticas
    normales, es sustituido por ellas sin secuelas.

    En Colombia, es característico el
    copular con una burra por parte de los jóvenes
    campesinos. Y en todos los países, cuando hay
    gallinas muertas en una granja, primero se trata de
    establecer si no hay jóvenes que las han penetrado
    sexualmente, lo que les provoca la explosión vaginal
    y la muerte.

    Volviendo a la realidad actual, los
    zoófilos son personas que tienen una particular
    dificultad de relacionamiento social, y desde luego,
    sexual, con otros seres humanos. El carácter de
    seres inferiores, subordinados al ser humano, domesticable,
    fiel y sumiso, sobre todo, hace que los animales sean el
    consuelo vicario, pobre y subhumano de los
    zoófilos.

  6. ZOOFILIA
  7. COPROFILIA

Es una parafilia no específica que según
nuestra definición [20] es "una desviación sexual
por la que se obtiene placer sexual por el contacto con los
excrementos". El nombre proviene del griego "kópros"
(excrementos) y "philia" (amistad).

La defecación es una función
natural, y fuente de placer mientras se expulsa y mientras se
relaja posteriormente, Todo lo relacionado con las heces es muy
primitivo como fuente de placer, y en algunos primates superiores
se observa que las madres comen las heces y toman la orina de sus
cachorros. En el ser humano, sabemos que no existe un rechazo por
parte del niño hacia sus excrementos, sino todo lo
contrario, puesto que ha sido producido por su cuerpo y
está cargado con su libido narcisista. Los niños
pueden llegar a comer sus heces en una suerte de coprofagia. Pero
en la adultez, esta práctica está en el origen de
la sumisión ante una autoridad que
humilla, y tiene una raíz masoquista. También puede
expresarse

mediante la satisfacción sexual por oler papel o
pañuelos que contienen materia fecal propia o ajena, que
se guarda celosamente entre sus pertenencias, o simplemente
mediante la introducción del dedo en el ano para
olerlos esporádicamente.

    1. EXHIBICIONISMO
  1. Parafilias Por Alteraciones En El Acto
    Sexual

Es "una parafilia masculina por la que se realizan actos
repetidos de exposición
de los genitales a un extraño, con el objeto de alcanzar
la excitación sexual, sin intentos posteriores de efectuar
relaciones sexuales con el mismo. Es necesario que el otro se
sorprenda o espante como requisito para la excitación"
[20]. A veces el individuo se masturba durante la
exposición o durante la fantasía de
exhibición.

Conforma uno de los polos de patologización del
erotismo de la mirada. Proviene del latín
"exhibere" (enseñar).

Como se trata de una parafilia específica, debe
cumplir con dos criterios establecidos por DSM IV
[4]:

A. Durante un periodo de por lo menos 6 meses,
fantasías recurrentes y altamente excitantes, impulsos
sexuales o comportamientos que implican la exposición de
los propios genitales a un extraño que no lo
espera.

B. Estas conductas provocan malestar
clínicamente significativo o deterioro social, laboral o
de otras áreas importantes de la actividad del
sujeto".

Lo común es que el individuo, se masturbe
después del episodio, con la fantasía de que la o
las personas sorprendidas se excitaron sexualmente con su pene, o
simplemente recordando el espanto que provocaron. Es decir, el
exhibicionista necesita siempre de espectadores que se asusten.
Si las personas no se asustan, el episodio fracasa en su eficacia
excitatoria. Por eso, el exhibicionista realiza el acto frente a
niñas que nunca vieron un pene, pues con una mujer mayor o
con experiencia, el asombro puede no provocarse, o más
bien puede provocar risa o burla, lo que frustra gravemente al
exhibicionista. Es común que cambie de barrio o lugar de
actuación, para no ser atrapado.

La motivación
psicológica, según el psicoanálisis, radica en que el paciente
padece de una angustia de castración, tiene dudas con
respecto a su pene, su tamaño y utilidad. Al exponer su
pene, busca inconscientemente dos cosas: Primero, que le
reafirmen que tiene pene, pues reaccionan frente a su vista.
Segundo, que su pene atemoriza a la persona, con lo cual
él ya no tendrá miedo. Pueden haber otras
motivaciones inconscientes, como: "Te muestro lo que quiero que
tú me muestres a mí". Como las personas
sorprendidas suelen ser mujeres, podría suponerse que
buscan que ellas también muestren sus genitales, pero se
afirma que lo que buscan los exhibicionistas es que ellas
también muestren un pene, al igual que lo fantasean los
transvestistas.

El cuadro comienza generalmente en la infancia, se
manifiesta antes de los 18 años, aunque puede empezar a
cualquier edad, no se ven casos de denuncia más
allá de los 40, por lo que se estima que el cuadro
disminuye su intensidad con los años.

El exhibicionismo como parafilia no existe en la mujer.
Pero la exhibición de partes no genitales del cuerpo es
más común en la mujer que en
varón.

Tengamos en cuenta que el exhibicionismo, como las
demás parafilias, es una expresión inmadura y
narcisista de la sexualidad, que poco tiene que ver con el otro,
más que como objetos de uso o cosificación para sus
satisfacciones no genitales. El exhibicionista tiene dificultades
para amar, para cortejar adecuadamente, para formar pareja. El
trastorno es básicamente masculino, y quien lo sufre
padece además de un deterioro significativo en su
vida.

  1. Es una parafilia específica, complementaria
    del exhibicionismo, provocada por la erotización
    patológica de la mirada del paciente. El nombre
    proviene de un galicismo o barbarismo:"voyeur" (veedor).
    Los criterios que el DSM IV [4] exige para el
    diagnóstico son:

    A. Durante un periodo de la menos 6 meses,
    fantasías sexuales recurrentes y altamente
    excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que
    implican el hecho de observar a personas desnudas,
    desnudándose o que se encuentran en plena actividad
    sexual.

    B. Estas conductas provocan malestar
    clínicamente significativo o deterioro social,
    laboral o de otras áreas importantes de la vida del
    paciente." El DSM III [3] agregaba que "este tipo de
    observación es el método repetidamente
    preferido o exclusivo para conseguir la excitación
    sexual". También forma parte del diagnóstico
    que la persona no busca establecer ningún tipo de
    relación sexual con la persona observada, aunque
    puede tener una fantasía que mantiene un contacto
    sexual con la misma. Los sinónimos del voyeurismo
    son: inspeccionismo, mironismo (de mirón),
    visionismo, escoptofilia, atisbamiento.

    Lo característico del voyeurista es que se
    oculta para observar, espía, atisba. Las personas a
    quienes mira suelen ser desconocidas, o por lo menos no
    están informadas de que alguien les está
    mirando, es decir, no consienten que se las mire. Por
    tanto, no es voyeurismo mirar a una persona que se desviste
    en la playa, o a la esposa en el momento de desvestirse y
    menos si lo hace como acto de provocación
    erótica explícita: si se observa a un ser
    amado desnudándose y se siente placer, ello es
    normal. A todos los gusta mirar como forma de
    comunicación sexual, pues la mirada es el sentido
    más poderoso en el lenguaje
    del cortejo a distancia. Tampoco es voyeurismo el mirar
    material pornográfico para incrementar el deseo
    sexual, como acto preparatorio de la actividad
    sexual.

    El trastorno empieza en la infancia, se instala
    antes de los 15 años de edad y su curso es
    crónico. En su forma más grave, mirar o
    balconear como espectador la vida sexual de los
    demás es su única forma de actividad sexual.
    Los voyeuristas compran potentes catalejos para espiar la
    vida íntima de sus vecinos de enfrente, modifican
    sus horarios para poder estar a la hora en que la vecina se
    acuesta, se cambia de ropa o hace el amor con su pareja o
    se desnuda para ir al baño. Hay voyeuristas que
    alquilan piezas de pensiones antiguas desde donde pueden
    espiar a través de la cerradura o hendijas hacia la
    pieza vecina, o efectuado orificios en puertas y hasta
    paredes. A veces se asocia con el escuchismo, oyendo
    los ruidos del placer en las piezas vecinas. La recorrida
    discreta por las "villas cariño" o lugares de la
    vía pública con poca iluminación, como ramblas o
    costaneras, parques y plazas, donde las parejas van en
    automóviles o a pie para acariciarse o hacer el
    amor, es una práctica habitual. Allí toman
    toda clase de
    precauciones para no ser descubiertos mientras mira, pues
    ello interrumpe su placer y les provoca gran
    frustración y angustia.

    Suelen llegar al orgasmo mientras miran o se
    masturban después con la evocación de lo
    visto con fantasías agregadas.

  2. VOYEURISMO

    El masoquismo es una parafilia específica,
    y constituye uno de los pares parafílicos junto al
    sadismo sexual de la erotización del dolor. La
    caracterización de la misma está dada porque
    el modo preferido o exclusivo de producir excitación
    sexual es el hecho de ser humillado o atormentado, o de
    participar intencionalmente de actividades en que se es
    lesionado físicamente o pone en peligro su vida para
    sentir placer sexual. Hay sustitución del acto
    sexual coital por otro que produzca dolor.

    El DSM IV [4] establece dos criterios para
    su diagnóstico:

    A. Durante un período de al menos 6
    meses, fantasías sexuales recurrentes y altamente
    excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que
    implican el hecho (real, no simulado) de ser humillado,
    pegado, atado o cualquier otra forma de
    sufrimiento.

    B. Estas conductas provocan malestar
    clínicamente significativo o deterioro social,
    laboral o de otras áreas importantes de actividad
    del individuo".

    La parafilia comienza en la infancia, y se debe a
    experiencias de violencia vividas en el ámbito
    familiar, pero se manifiesta en forma de fantasías
    masturbatorias en la adolescencia y a través de
    conductas en la edad adulta. Una vez que aparecen las
    conductas, suelen ser de curso crónico, con periodos
    de mayor intensidad, vinculados con el estrés o
    simplemente con el paso del tiempo, aunque puede
    estabilizarse sin incremento de la frecuencia por
    años. Otra característica es que tiende a
    repetirse la misma conducta por años. Cuando ya no
    se conforma con conductas menores y medianas, el aumento
    del dolor y la exposición al peligro puede ser
    mayor, poniendo en riesgo la
    vida hasta perderla.

    Los castigos reales pueden ser producidos por la
    pareja, con látigos, palos, picanas,

    cortes, pinchazos y coscorrones o con cualquier
    objeto, hasta que la lesión mane sangre o
    simplemente duela lo suficiente. También el
    masoquista se autocastiga en la flagelación, se
    pinchan con agujas, se producen descargas eléctricas
    o se atan con alambres. La inmovilización o
    restricción de movimientos para que uno se pueda
    escapar, puede ser de las muñecas y tobillos atados
    a la cama, con vendajes en los ojos o no, todo lo cual
    implica sumisión a la pareja, que puede hacer lo que
    quiera con él, aun matarlo.

    Con frecuencia, tienen dificultades para encontrar
    parejas que consientan practicarle estas conductas
    agresivas y entonces se autoagreden. Cuando encuentran
    parejas que les practican actos humillantes o lesivos, lo
    que es un progreso para sus vidas solitarias y una
    posibilidad de salir de ese encierro pesadillesco,
    éstas se horrorizan; pero luego consienten en
    practicarles pequeños actos que son siempre
    insuficientes y piden cada vez más.

    El campo de las parafilias suele despertar la
    curiosidad de los profanos, porque todos rechazamos estas
    conductas raras y extravagantes. Pronto se descubre el lado
    siniestro, la soledad y la búsqueda obsesiva del
    dolor donde debe reinar el placer, aparentemente
    incompatibles pero indisolublemente unidas en el masoquismo
    sexual. Se diferencia el masoquismo sexual del masoquismo
    como rasgo de personalidad. El masoquismo y el sadismo
    tiene como sinónimo la algolagnia del griego "algos"
    (dolor) y "lagnia" (atracción
    patológica).

  3. MASOQUISMO SEXUAL

    Se trata de una parafilia específica en que
    hay modificaciones del acto sexual por la
    erotización del dolor, completando el par sadismo
    masoquismo, en que el placer obtenido proviene del
    sufrimiento ajeno . En el DSM III [3] se utilizaban
    los siguientes criterios para su definición. "Con
    una pareja que no consiente, el individuo ha infligido
    repetida e intencionalmente sufrimiento psicológico
    o físico con objeto de obtener excitación
    sexual.

    Con una pareja que sí consiente, el modo
    repetidamente preferido o exclusivo de obtener
    excitación sexual combina la humillación o
    sufrimiento corporal simulado o ligero. Y tratándose
    también de una pareja que consiente, se le han
    infligido lesiones corporales que son intensas, permanentes
    o posiblemente mortales, con el objeto de obtener
    excitación sexual."

    En el DSM IV [4], el criterio
    diagnóstico es más explícito y exige
    dos condiciones.

    A. Durante un periodo de al menos 6 meses,
    fantasías recurrentes y altamente excitantes,
    impulsos sexuales o comportamientos que implican actos
    (reales, no simulados) en los que el sufrimiento
    psicológico o físico (incluyendo la
    humillación) de la víctima es sexualmente
    excitante para el individuo.

    B. Estas conductas provocan malestar
    clínicamente significativo o deterioro social,
    laboral o de otras áreas importantes de la actividad
    del individuo".

    Desde luego, hay grados. Desde quien evoca
    fantasías sádicas durante el acto sexual, en
    que el sujeto controla totalmente a una víctima
    aterrorizada por la situación amenazante, pero que
    no las lleva a cabo en la realidad, pasando por conseguir
    víctimas que consienten ser agredidas, a someter
    contra su voluntad a personas para provocarles sufrimiento.
    Las fantasías pueden ser muy variadas, ya que
    economizan la realidad, pero a veces los actos cometidos en
    la realidad son muy complejos y truculentos.

    Estos actos o fantasías sádicas
    pueden ser: inmovilizar físicamente a la
    víctima, atarla con los ojos vendados a la cama o
    contra un objeto firme, darle una golpiza, azotarla,
    pincharla o perforar el cuerpo con objetos punzantes,
    quemarla con cigarrillos, aplicarle descargas
    eléctricas, efectuarle cortes, intentos de
    estrangulación, obligar a la víctima a
    arrodillarse, a comer excrementos, encerrarla en una jaula
    y finalmente, el homicidio. La violación con
    penetraciones anales y vaginales violentas y todos su
    prolegómenos forman parte de los actos
    sádicos posibles. Hay casos en que se deben realizar
    cada uno de estos actos. Otros, se conforman con uno solo
    de estos actos, por ejemplo, estrangular, sin intentar
    siquiera violar a la víctima. Basta con verla
    sufrir, disfrutar su dominio
    total sobre ella o presenciar su agonía.

    Un cierto monto de agresividad forma parte de las
    actividades sexuales normales, pero en el sadismo sexual
    esta agresividad es excesiva y responde a otras
    causas.

  4. SADISMO SEXUAL

    El transvestismo siempre fue una parafilia
    específica, y el DSM III [3] lo caracterizaba
    con 4 condiciones de la persona portadora de esta
    parafilia: "1º) Varón heterosexual que se viste
    repetida y persistentemente con ropas de mujer. 2º)
    Utilización de ropas del sexo opuesto con el
    propósito de obtener excitación sexual por lo
    menos al iniciarse el trastorno. 3ª)
    Frustración intensa cuando la conducta es
    interferida y 4º) El trastorno no tiene los criterios
    de transexualismo".

    En el más preciso DSM IV [4] el
    transvestismo es redenominado "fetichismo transvestista", y
    los criterios diagnósticos son: "A. Durante un
    periodo de al menos 6 meses, fantasías sexuales
    recurrentes y altamente excitante, impulsos sexuales o
    comportamientos que implica el acto de transvestirse, en un
    varón heterosexual. B. Estas conductas provocan
    malestar clínicamente significativo o deterioro
    social, laboral o de otras áreas importantes de la
    vida del individuo".

    En principio, la diferencia del fetichismo con
    ropa de mujer es que, como vimos, en ese caso el placer
    está en la ropa en sí misma. En cambio en el
    fetichismo transvestista, el placer sexual se obtiene
    usando la ropa de mujer. Hay varios tipos de fetichismo
    transvestista: primario, secundario, parcial, total,
    asociado a masoquismo sexual, solitario, ocasional,
    integrado a subcultura transvestista, con disforia de
    género.

    En las historias clínicas de los
    fetichistas transvestistas se hallan antecedentes de
    castigos de niños con uso de ropas femeninas, y los
    síntomas se manifiestan tempranamente en la infancia
    y a comienzos de la adolescencia. La evolución depende del primer acto: si
    fue sólo parcial, o utilizó una prenda, como
    bombacha, soutien o lencería íntima bajo la
    ropa masculina, o sólo tacos altos o medias
    femeninas, que pueden pasar desapercibidas, o bien un
    transvestismo total o completo, que incluye ropa exterior y
    maquillaje. En caso de ser parcial, suele evolucionar hacia
    la forma total. Puede comenzar por la masturbación
    con una ropa o "artículo favorito" que usa, y luego
    la debe tener puesta durante el coito. Puede ser ocasional,
    sin grandes perturbaciones de su vida sexual.

    También puede aparecer una disforia de
    género, es decir, incomodidad con su sexo masculino.
    Cuando se hace constante, pueden surgir deseos de vivir
    permanentemente vestidos de mujer y a veces intentan
    tratamientos hormonales y hasta cambio quirúrgico de
    sexo, lo que no está indicado.

    Unos guardan celosamente su problema, sin
    compartirlo con amigos o padres. Otras veces consultan por
    sus depresiones o angustias, o por disfunciones sexuales;
    es raro que lo hagan por su transvestismo en sí,
    como en todas las parafilias. También es raro que
    tengan problemas con la ley, ya que la compulsión a
    robar ropas, propia de los fetichistas no es
    característica de los transvestistas. Con el paso de
    los años, la excitación sexual que provoca el
    uso de ropas de mujer se va atenuando y "puede llegar a
    desaparecer, o puede llegar a ser ocasionalmente una
    antídoto contra la ansiedad o la
    depresión o contribuye a una sensación de paz
    y tranquilidad".

  5. FETICHISMO TRANSVESTISTA

    Es una parafilia específica según en
    DSM IV, cuando en el DSM III era sólo
    atípica. Este ascenso en su nivel de importancia se
    debe a un incremento de los casos comunicados.

    Tiene como sinónimos el "frotismo"(7),
    "frotage" y el pomicionismo, y se caracteriza por la
    frotación del cuerpo de otra persona que no
    consiente.

    El DSM IV [4] establece dos criterios para su
    diagnóstico:

    A. Durante un periodo de al menos 6 meses,
    fantasías sexuales recurrentes y altamente
    excitantes e impulsos sexuales o comportamientos ligados al
    hecho de tocar y rozar a una persona en contra de su
    voluntad.

    B. Estas conductas provocan malestar
    clínicamente significativo o deterioro social,
    laboral o de otras áreas importantes de la actividad
    del individuo".

    Los frotteuristas aprovechan las aglomeraciones
    para practicar sus actos, como en las aceras estrechas,
    desfiles, manifestaciones, cines, pero sobre todo los
    ómnibus o trenes subterráneos, pues se ponen
    de pie para facilitar el contacto. Aprietan sus genitales
    contra las nalgas o muslos de la víctima, o les
    tocan los genitales, las nalgas o las mamas, mientras
    imaginan estar viviendo una verdadera relación
    sexual. Pero como saben que si son denunciados o agredidos
    deben escapar inmediatamente, prefieren los lugares
    abiertos o el momento en que pueden bajar
    rápidamente de los vehículos.

    La mayoría de las mujeres victimizadas
    reaccionan con enfado o enojo, gritan o propinan un castigo
    al agresor sexual, provocando su huída precipitada.
    No obstante, los frotteuristas relatan que un porcentaje no
    pequeño de mujeres acepta de buen grado sus
    caricias, y ello depende del buen aspecto del
    parafílico, por lo que puede terminar en una
    conversación para encontrarse más tarde,
    oportunidad que raramente se utiliza, pues el placer
    más intenso radica en el frotamiento no
    consentido.

    Hay frotteuristas de varios tipos: exclusivos,
    cuando sólo se excitan con esta práctica, no
    exclusivos, cuando pueden tener pareja y también
    mantienen relaciones sexuales; parciales, cuando se
    conforman con un rozamiento mínimo, o completos,
    cuando llegan al orgasmo durante el rozamiento; selectivos,
    cuando acechan a mujeres acompañadas o que posean
    ciertas características, sobre todo en el cine, o
    no selectivos, cuando agraden a mujeres solas. El
    tocamiento "robado" puede ser compulsivo, disimulado,
    discreto o brusco. Los que abusan en el vehículo
    público que deben utilizar para ir al trabajo,
    cuando se ponen en evidencia o son descubiertos suelen
    cambiar de horario, lo cual perturba realmente sus vidas.
    El tocamiento puede producirse contra compañeras de
    trabajo y algunas demandas por acoso
    sexual se deben a esta parafilia, pero no es lo
    común.

    Se manifiesta con mayor frecuencia en varones
    entre los 15 y los 25 años de edad, y luego la
    frecuencia declina gradualmente. Nuevamente la experiencia
    de haber sido tocados o de haber tocado a adultos en el
    curso de la infancia en circunstancias traumáticas,
    puede ser una de las causas del problema.

    El placer de tocar o rozar corporalmente a otra
    persona es universal y no se trata de ningún
    trastorno. Es una experiencia sensorial de las más
    gratificantes, así como de las más
    primitivas.

  6. FROTTEURISMO

    Es una parafilia no especificada, caracterizada
    por el uso preferente de las llamadas telefónicas
    obscenas como forma de obtener excitación sexual. El
    portador, varón o mujer, utiliza una serie de
    recursos vinculados con la erotización del sentido
    del oído y de la fonación, por la
    que todo el lenguaje verbal está comprometido.
    Así, el contenido de los mensajes puede revelar
    procacidad oral, ser coprolálicas en el sentido de
    utilización de malas palabras, frases sexualmente
    excitantes o la emisión vocal de sonidos como
    gemidos, rugidos rítmicos y gritos imitando el
    orgasmo.

    Hay llamadas escatológicas de varios
    tipos:

    1) A personas que no consienten, a las que se
    importuna con suspiros o propuestas indecorosas o
    comentarios sobre lo que le harían, dando detalles
    que pretenden excitar a la persona. Si el rechazo o la
    indignación no se manifiesta de inmediato, pues la
    víctima es sorprendida, el parafílico tiene
    tiempo para exponer su repertorio, generalmente estudiado
    detalladamente. El rápido corte de la
    conversación le provoca frustración y vuelve
    a llamar insistentemente.

    2) A personas que consienten, el trastorno suele
    involucrar a ambos, varón y mujer, y se excitan
    hasta el orgasmo de ambos. Lo llamativo de estos casos, es
    que no mantienen relaciones sexuales reales, sino que -a
    través del teléfono- se describen
    recíprocamente lo que están haciendo o
    fantasean, se desnudan, se masturban, utilizan el
    teléfono como un equivalente del otro, colocando el
    tubo sobre los genitales, etcétera. Para encontrar
    una pareja que consienta, los parafílicos ponen
    avisos o contestan a los llamados de revistas y
    periódicos, aunque circunstancialmente puede
    descubrirse esta preferencia entre amantes. Algunas parejas
    utiliza n la escatología telefónica como
    una forma de mantener la fidelidad a sus esposos
    respectivos, y la frecuencia de estos encuentros
    telefónicos puede ser de variable intensidad.
    Raramente, consultan por bajos rendimientos sexuales, no
    siempre disfuncionales en sus relaciones
    coitales.

    Hay empresas
    que reciben diversos nombres, como "líneas
    calientes" o "hot line", que prestan servicios a clientes
    que pagan por minuto, a cargo de mujeres que satisfacen
    verbalmente las fantasías de los usuarios, y las
    mismas suelen utilizar recursos sádicos,
    masoquistas, o bien descripciones detalladas de su busto,
    genitales y otras partes de cuerpo, de acuerdo a las
    presuntas preferencias del otro, utilizando un lenguaje
    procaz o presuntamente ingenuo fingiendo ser
    vírgenes próximas a ser violadas. En estos
    casos, el varón se excita telefónicamente por
    lo que escucha, hay una erotización del oído,
    tan solo, aunque puede haber erotización del
    lenguaje al mismo tiempo.

    Una técnica eficaz para desalentar a los
    parafílicos escatotelefónicos es utilizar un
    silbato y soplarlo con fuerza cuando empiezan a
    hablar, en vez de cortar solamente, pues vuelven a llamar,
    o de enojarse e insultarlos, pues no les molesta, o de
    resignarse a escucharlos, porque es lo que
    buscan.

  7. ESCATOLOGIA TELEFÓNICA

    Parafilia no especificada que se encuentra entre
    las que erotizan patológicamente las funciones
    digestivas, en este caso la parte terminal del intestino
    por llenado con líquido o enema. Proviene del griego
    "klister" enema y "philía" amor.

    Tienen como origen el exceso en que caen los
    padres en la utilización de enemas y

    supositorios en la infancia de sus hijos en casos
    de enfermedad. La utilización de estímulos
    anorrectales con enemas puede ser sustitutiva de la
    actividad sexual coital, como regresión defensiva
    contra deseos genitales.

  8. CLISMAFILIA
  9. UROFILIA

Es una parafilia no especificada caracterizada porque el
individuo necesita obligatoriamente para el orgasmo, sentir el
olor o el sabor de la orina, ver orinar a alguien o sentir el
ruido que
hace.

Del griego "uron" (orina) "philía" (amor),
también denominada urolagnia y ondinismo, pues Palem [39]
dice que Havelock Ellis –quien era
urolágnico-afirmaba que "el trastorno provenía del
interés
general por todo lo que sea agua en la
naturaleza". Se manifiesta en diversos grados: 1) Masturbarse
mientras huele un pañuelo empapado en orina; 2) Escuchar
el chorro de orina; 2) Ver orinar a otros; 3) Pedir al otro que
orine sobre el urofílico; a esta práctica se la
denomina "lluvia dorada"; 4) Beber la orina de otro.

Es natural que al tratarse un acto íntimo y
privado, provoque cierta excitación al observar cuando
otro orina. Pero no lo es cuando provoca una excitación
sexual intensa y excluyente. El urofílico suele concurrir
con frecuencia a los baños y puede ser confundido con un
homosexual que desea ver el pene del otro, pero solo desea ver
orinar, oler la orina o escuchar cuando cae el chorro. El olor a
la orina es significativo filogenéticamente, ya que los
animales marcan su territorio con ella, para ahuyentar a los
rivales y atraer a las parejas.

El placer de orinar como fuente exclusiva del placer
sexual no suele ser frecuente ni descrito como
parafílico.

  1. Disfunciones

En las disfunciones alguna fase de la respuesta sexual
humana se encuentra alterada impidiéndole al sujeto la
consecución de un coito placentero. Pueden darse factores
psicológicos y fisiológicos. Se clasifican en cinco
trastornos:

1.3.1 Trastorno del deseo sexual

ETIOLOGÍA

El deseo sexual responde a un proceso
psicosomático complejo basado en la actividad cerebral (un
«generador» o «motor» que
funciona en forma de reostato cíclico), un medio hormonal
escasamente definido y un argumento cognitivo, que incluye los
intereses y la
motivación sexuales. La desincronización de
estos componentes da lugar a trastorno del deseo sexual
inhibido.

La forma adquirida suele deberse a aburrimiento o
infelicidad en una relación de mucho tiempo,
depresión (que en el hombre
conduce a la disminución del interés por el sexo
con mayor frecuencia que a la impotencia y en la mujer a
inhibición de la excitación), dependencia de
alcohol o
drogas
psicoactivas, efectos secundarios de medicamentos (p. ej.,
antihipertensivos o antidepresivos) y deficiencias hormonales.
Este trastorno puede ser secundario a una alteración
funcional en las fases de excitación o de orgasmo del
ciclo de respuesta sexual.

La variedad generalizada de por vida a veces se asocia a
acontecimientos traumáticos durante la infancia o la
adolescencia, a la supresión de fantasías sexuales,
al contexto de una familia
disfuncional o, en ocasiones, a niveles bajos de
andrógenos. Por lo general se consideran posibles causas
niveles de testosterona inferiores a 300 ng/dl en el hombre y
menores de 10 ng/dl en la mujer.

La testosterona es necesaria para mantener intacto el
deseo tanto en hombres como mujeres, pero por sí sola no
es suficiente; por otro lado, corregir la deficiencia hormonal
puede que no mejore el trastorno de deseo sexual
inhibido.

  1. Síntomas Y
    Signos

El paciente se queja de falta de interés por el
sexo, incluso en situaciones habitualmente eróticas. El
trastorno conlleva escasa actividad sexual, lo que a menudo da
lugar a graves conflictos de pareja. No obstante, algunos
pacientes mantienen relaciones sexuales con una frecuencia
satisfactoria para su pareja y pueden no tener problemas en la
actividad sexual, aunque siguen encontrándose
apáticos en ese terreno. Cuando la causa es el
aburrimiento, suele disminuir la frecuencia de relaciones con la
pareja habitual, pero el deseo puede conservarse normal o ser
incluso intenso hacia otras (variante situacional

    1. Se lo considera "uno de los trastornos
      sexuales y de la identidad sexual" y se lo define como
      la incapacidad persistente o recurrente para obtener o
      mantener una respuesta de lubricación propia de
      la fase de excitación hasta la
      terminación de la actividad sexual. Lo que
      provoca un malestar acusado o dificultades en las
      relaciones interpersonales, lo que no se
      explica por otro trastorno, ni por el consumo de sustancias o una enfermedad
      médica.

      1. Dolor en el Coito

      El dolor en el coito es experimentado tanto
      por varones como por mujeres, En los varones la
      dispaurenia, consiste en un dolor en la
      eyaculación. La dispareunia en la mujer se
      experimenta en la zona genital durante el coito, o
      bien  sensaciones de ardor, quemazón,
      molestias, desagrado, etc. Puede darse al iniciar la
      penetración o durante toda la
      relación.

      El dolor en el coito es experimentado tanto
      por varones como por mujeres. El manual para los
      trastornos mentales DSM-IV considera los
      "trastornos sexuales por dolor". Entre los que
      considera la "Dispareunia" (dolor genital
      recurrente o persistente asociado a la relación
      sexual, no debida a la relación con otros
      trastornos ni al consumo de sustancias.

    2. Trastorno de la excitación sexual en la
      mujer

      La disfunción eréctil, el
      DSM-IV la define como la incapacidad persistente
      o recurrente para obtener o mantener una erección apropiada hasta el final
      de la actividad sexual, provocando un malestar acusado
      o dificultades de relación
      interpersonal.

      1. Eyaculación
        Precoz
    3. Trastorno de la excitación sexual en
      el hombre

    DSM-IV. Se define según ese manual
    como: "Eyaculación persistente o recurrente en
    respuesta a una actividad sexual mínima antes,
    durante o poco tiempo después de la
    penetración, y antes de lo que la persona lo
    desee".

    Hay muchas definiciones concerniente a la
    eyaculación precoz y actualmente la mejor a mi
    parecer es la siguiente : Hay EYACULACION PRECOZ
    cuando el hombre no puede dominar durablemente su
    excitación y cuando su eyaculación llega
    involuntariamente.

    La noción esencial en esta
    definición es la palabra
    " involuntariamente ", en efecto el eyaculador
    precoz no puede decidir voluntariamente el momento de su
    eyaculación.

    En consultación de sexología,
    generalmente los hombres que sufren de eyaculación
    precoz dicen que eyaculan después de menos de veinte
    vaivenes.

    Las causas de una eyaculación precoz son
    esencialmente de origen psicológico comportamental
    :

    malas costumbres de masturbación durante la
    adolescencia, teniendo como único objetivo
    el de crear rápidamente una tensión sexual,
    sin hacer durar ni apreciar el placer que precede el
    reflejo eyaculatorio. Una fuerte tensión emocional
    incontrolable durante el acto sexual. El estrés, la
    ansiedad, el cansancio pueden también ser
    responsables de una eyaculación precoz. Para
    terminar, un conflicto relacional con la pareja puede
    también ser responsable de una eyaculación
    precoz.

    Lo que no hay que olvidar es que una
    eyaculación precoz, que viene primero
    periódicamente, puede volver más a menudo y
    después repetirse en cada acto sexual. En efecto, en
    cuanto una eyaculación precoz se repite varias
    veces, el miedo al fracaso y el estrés serán
    los responsables de una eyaculación precoz
    repetitiva y durable.

    De este modo la ansiedad, el miedo al fracaso, el
    miedo a no llegar a su pequeña hazaña, una
    fuerte tensión emocional incontrolable, son las
    causas más comunes del origen de la
    eyaculación precoz.

    Para los hombres la eyaculación precoz es
    muy frecuentemente responsable de una falta de motivación para los actos sexuales,
    una desvalorización de su propia imagen y la
    evolución puede llegar a una impotencia
    psicológica.

    Para la mujer la eyaculación precoz de su
    compañero puede también llegar a una falta de
    motivación para hacer el amor, una ausencia del
    orgasmo y puede evolucionar hasta una frigidez
    secundaria.

    Para la pareja, la evolución se dirige
    sobre la ruptura de la
    comunicación afectiva, sensual y erótica,
    lo que conduce a menudo a una separación de la
    pareja.

  1. Trastorno de la excitación
    sexual

    El Trastorno Orgásmico se
    da tanto en varones como en mujeres aunque en estas es
    mucho más frecuente. Este trastorno consiste en un
    retraso permanente o recurrente del
    orgasmo o en la ausencia del mismo. Es
    posible que exista una predisposición
    biológica ya que si nos fijamos en otras especies es
    raro encontrar que las hembras obtengan placer de sus
    relaciones sexuales.

    El componente cognitivo (ideas, creencias y
    pensamientos) no es nada desechable en el trastorno
    orgásmico
    junto con factores educacionales
    y de la historia de los pacientes.

    El tratamiento tiene altos índices de
    éxito y suele consistir en un programa de
    focalización sensorial junto con unos sencillos
    ejercicios que nos ayudan a facilitar la respuesta
    orgasmica

  2. Trastorno del orgasmo
  3. Trastorno sexual por dolor

Entre los trastornos sexuales por dolor se encuentra la
dispareunia, que se refiere a un dolor genital asociado a la
relación sexual, tanto en mujeres como en
varones.

  • En los varones la dispaurenia, consiste en un
    dolor en la eyaculación (en los testículos o en los órganos
    internos). Puede deberse a infecciones en la uretra,
    vesículas seminales, glándula prostática,
    o la vejiga urinaria. También se consideran los espasmos
    de los músculos perineales debido a una excesiva
    ansiedad respecto de la eyaculación, o un desgarro en el
    frenillo.  
  • La dispareunia en la mujer se experimenta en
    la zona genital durante el coito, o bien  sensaciones de
    ardor, quemazón, molestias, desagrado, etc. Puede darse
    al iniciar la penetración o durante toda la
    relación. Es independiente del tamaño genital, y
    puede aparecer permanentemente o solo en ocasiones o en
    determinadas  posiciones.

Para la sexología se trata de la
disfunción sexual en la cual las causales orgánicas
tienen mayor importancia (infección vaginal,
infección pélvica, patología ovárica,
etc.). Influye directamente la falta de lubricación o de
excitación (las mujeres primerizas o con escasa
experiencia sexual presentan una mayor disposición a
sentir dolor en el coito). También influye la confianza en
sus compañeros. Cabe aclarar que el dolor en el coito no
debe confundirse con el vaginismo (contracción
involuntaria de la vagina durante el contacto sexual que produce
diversas molestias).

En muchos casos los dolores presentan causas
orgánicas, (enfermedades, deformaciones), pero
fundamentalmente operan dificultades del orden emocional o
psicológico

Además, está el
vaginismo, que es la aparición de
espasmos involuntarios de la musculatura del
tercio externo de la vagina y que interfiere con el coito en
distintas medidas impidiendo o dificultando mucho la
penetración.

La definición de vaginismo nos dice que es la
imposibilidad de realizar el acto sexual por la
contracción involuntaria de los músculos del tercio
inferior de la vagina. Algunas mujeres que padecen vaginismo
pueden gozar de los juegos
sexuales, e incluso alcanzar el orgasmo, por vía de la
estimulación del clítoris, siempre que no se
produzca el coito ni la introducción del pene en la
vagina.

Generalmente la contracción involuntaria y
condicionada (espasmo) de los músculos de la parte
inferior de la vagina, son generados por un deseo inconsciente de
la mujer de evitar la penetración.

El dolor del vaginismo puede impedir que se logre la
penetración, resultando casi siempre la ausencia de
consumación del "acto sexual".

El vaginismo se considera que es producto de
una respuesta aprendida, con frecuencia debida a dispareunia
(dolor al intentar el coito). Incluso tras eliminar la causa de
la dispareunia, el recuerdo del dolor puede mantener el
vaginismo.

Otras posibles causas son las asociadas al miedo de que
se produzca un embarazo,
temor a ser controlada por un hombre, temor a perder el control, miedo a
sufrir dolor durante la penetración. Si la mujer tiene
estos temores, el vaginismo es generalmente primario
(permanente).

  1. Disfunciones sexuales no
    específicas

Casi todas las disfunciones sexuales (frigidez,
anorgasmia, impotencia, eyaculación precoz, etc.) son
psicológicas, es decir, se deben a conflictos emocionales,
problemas de pareja, fallos de aprendizaje,
etc.

La sexualidad
es un juego espontáneo y placentero y, como tal,
constituye un fruto natural de la salud psicológica del
individuo y de su relación de pareja. Por tanto, cualquier
problema en estos ámbitos puede motivar una dificultad
sexual.  

Pero hay también dos factores perturbadores del
juego sexual:
 

1) el mito social de
que el sexo "produce felicidad", cuando es justamente al
revés. Esto empuja a algunas personas a forzar su
sexualidad y desviar su atención de sus verdaderos
problemas íntimos.   

2) el mito social de la sexualidad "normal" (respecto a
tipo de prácticas, frecuencia, etc.), lo que
también produce indeseables complejos y ansiedades.
 

La terapia de las disfunciones sexuales debe explorar y
resolver sus causas específicas, modificar
las posibles actitudes erróneas del sujeto y, por
supuesto, fomentar una vida sexual basada en el amor y las
auténticas necesidades del individuo y de su
pareja.

CONCLUSIONES

La investigación, permite llegar a las
siguientes conclusiones:

Es bien sabido que los trastornos sexuales afectan a un
gran número de personas de ambos sexos.

El trastorno sexual más frecuente en las mujeres
, fue el deseo sexual inhibido. Es probable que estas mujeres
tengan la incapacidad de enfocar su atención en la
relación sexual, desviándola hacia pensamientos
negativos que interfieren cuando se presenta la oportunidad de
tener relaciones sexuales. La disfunción orgásmica.
Puede ser que la falta de concentración y la incapacidad
de enfocar la atención pudiera dificultar el logro del
orgasmo.

De esta manera podrían distraerse, de forma tal
que activan los mecanismos naturales de inhibición
fisiológica que suprimen el deseo sexual.

En el hombre el trastorno sexual más frecuente
fue la disfunción eréctil. Es probable que el
componente de ansiedad en los varones pudiera interferir con el
mecanismo de erección en pacientes jóvenes. En
pacientes de mayor edad, pues podría haber una
combinación de factores psicológicos y
fisiológicos.

La eyaculación precoz. Es probable que el
componente de impulsividad presente en estos pacientes pueda ser
una variable que contribuya a la disfunción.

SUGERENCIAS Y
RECOMENDACIONES

_ No debería haber discriminación por parte de la sociedad
misma a los de la opción sexual opuesta.

_ A todos los niños según su sexo se les
debe mantener en unión, cada uno con sus respectivos
sexos.

_ Tener mayor atención con los hijos menores para
evitar violaciones.

_ No debería haber pornografía abierta, ya sea en los Internet,
revistas,

Periódicos, etc. Que estén al alcance de
los niños.

_ Debe haber dosificación de películas
pornos previa indicación del tratante
especialista

_ Se debería hacer tratamiento sobre el tema para
llegar a conclusiones de eficaz resultado

_ Incentivar desde que son niños a un
comportamiento adecuado por parte de los padres.

_ Dar lactancia
exclusiva a los bebes para transmitirle amor maternal.

_ Se debería dar tratamiento psicológica a
todos lo niños menores de 2 a3 años.

_ Incrementar un curso de sexualidad a los niños
del primer nivel para si ayudar a clasificar los
sexos.

REFERENCIAS
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Sexual, P. 369-376, Técnico Científica, La Habana,
1996.

 

DEDICATORIA

A nuestros padres por su cariño,
esfuerzo

y apoyo para poder continuar con nuestros estudios
profesionales.

 

Zumaeta López, Elizabeth

UNIVERSIDAD GARCILAZO DE LA VEGA

ASIGNATURA : Metodología De Trabajo
Universitario

DOCENTE : Zarate Cardenas rosario

2007- 1

Partes: 1, 2
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