- Resumen
- "Indemostrabilidad"
de la Existencia de la Ciencia de la
Comunicación - Propuestas para
una Auténtica Teoría de la
Comunicación - A
manera de conclusión - Referencias
"La
comunicación es una de las prácticas sociales
que todo el mundo reconoce, pero que pocos pueden definir
satisfactoriamente." John Fiske (1842-1901), filósofo
e historiador estadounidense.
"Si voy a mi oficina es
únicamente para tener el privilegio de volver luego a casa
paseando con Gödel"Albert Einstein (1879-1955),
físico germano-estadounidense.
Resumen:
El objetivo de
este trabajo, es
establecer cómo la "indemostrabilidad" de la existencia de
la ciencia de
la comunicación y el establecimiento de
propuestas para una auténtica teoría
de la misma, no son un asunto teórico que pueda abordarse
de una manera sencilla –sustentada en una lógica
meramente discursiva- la cual resulte completamente
satisfactoria. A la luz de resultados
de la lógica moderna -tales como el llamado Teorema de
Incompletitud de Gödel– del siglo XX, sabemos que no
resulta posible buscar fundamentos definitivos y absolutos del
conocimiento
científico –ni siquiera en el ámbito de
las ciencias
formales- lo cual impone limitaciones considerables a todas las
ciencias.
Introducción:
Incursionar en la comprensión del aparato
conceptual sobre el cual se han sostenido las ciencias -desde la
antigüedad hasta los inicios del siglo XXI- inevitablemente
nos lleva a considerar varios detalles en lo concerniente al
método axiomático.
Desde que la lógica –iniciada por
Aristóteles– se ha convertido en un instrumento
para estructurar las teorías, estas siempre se han desarrollado
partiendo de un número finito y bien delimitado de
aseveraciones que se toman como punto de partida, a los cuales se
les llama postulados (o incluso axiomas). Estableciendo con ello,
que todo lo que se afirme en el marco de alguna teoría, se
desprenda como consecuencia lógica de sus
postulados.
Se dice que una teoría es consistente, si no es
posible demostrar una afirmación y su contraria, partiendo
de los mismos supuestos. Una teoría es completa si en ella
siempre puede decidirse la verdad o falsedad de algún
enunciado o proposición. Aquello que se afirme o niegue,
pero que no pueda demostrarse, recibe el nombre de
proposición formalmente indecidible.
Si bien las Matemáticas, constituyen un claro ejemplo
de ciencia de
carácter axiomático, el consenso de
varios científicos –Piaget y
Kolmogorov, entre ellos- considera que ésta se
ocupa esencialmente del estudio de los esquemas mediante los
cuales opera la inteligencia
humana, siendo el estudio de las magnitudes, proporciones y
cantidades un caso particular y limitado de las
mismas.
Hasta el siglo XIX, se llegó a pensar que la
axiomatización era un recurso pleno para la
fundamentación de las teorías. No fue, sino hasta
el año 1931, cuando el matemático y lógico
austriaco Kurt Gödel demostró que la
consistencia y la completitud no pueden darse
simultáneamente en un sistema
lógico finito. Esto es, si una teoría no admite
contradicciones, entonces da pie al establecimiento de
proposiciones indecidibles. Por otro lado, si todo lo que se
afirma puede demostrarse o refutarse, necesariamente
admitirá contrasentidos.
Relacionando lo anterior, con el campo de la
comunicación, cualquier elaboración teórica
siempre será insuficiente, debido a su naturaleza
lógico conceptual y no al carácter del campo de
estudio considerado.
Al hacer mención de los aspectos claves de los
textos de Felipe López Veneroni y Manuel
Martín Algarra (a los cuales nos referiremos
explícitamente más adelante), podremos darnos el
gusto de citarlos y no ahondar exhaustivamente en su contenido.
Pues las nociones de consistencia y completitud, se adecuan de
manera inmediata para dilucidar la naturaleza global de lo que en
términos filosóficos y semánticos pueda
estar ocurriendo.
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