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La Prosodia



Partes: 1, 2

    1. La
      prosodia
    2. Sustancia de la
      prosodia
    3. Forma de la
      prosodia
    4. La
      fonología
    5. La
      fonética
    6. La
      entonación
    7. La
      pausa
    8. El
      acento
    9. El
      ritmo
    10. Prosodia
      y transcripción
    11. Conclusiones
    12. Bibliografía

    INTRODUCCIÓN

    Tomando en consideración la correcta interpretación en los argumentos
    jurídicos, nosotros los alumnos hemos tenido la
    oportunidad de poder hacer
    algunas investigaciones
    sobre la prosodia para fines de poder interpretar correctamente
    nuestro lenguaje como
    futuros hombres derecho, egresados de la casa de estudios como es
    la Universidad
    Tecnológica presento ante su digno despacho el presente
    trabajo que
    contiene temas referentes A LA PROSODIA DENTRO DE LA
    GRAMÁTICA.

    De modo que desde el inicio de la existencia del
    hombre ,ha
    sentido la necesidad de comunicarse, de expresar sus
    sentimientos, de cultivar su imaginación y lo ha hecho por
    medio de un don que lo diferencia del resto de los seres vivos:
    LA PALABRA. Pero la palabra puede utilizarse de distintas
    maneras como
    la escritura para
    lo cual existen reglas y parámetros
    gramaticales

    I. LA PROSODIA.-

    Hablamos de Gramática como el estudio de los elementos
    de la lengua y sus
    combinaciones. Entendemos por gramática de la oralidad, el
    estudio del sonido que
    pretende ser lingüístico: la
    organización del hilo fónico a través de
    un conjunto de mecanismos de naturaleza
    prosódica o suprasegmental. Sin estos mecanismos
    sería muy difícil hacer de ese continuo
    fónico algo inteligible. Cuando se hacen análisis gramaticales se parte,
    generalmente, de la escritura y de todo aquello que podemos ver,
    dejándose de lado la manera como se organiza el sonido,
    para que sea perceptible la estructura
    profunda de la lengua. Debido a esta razón creo necesario
    dedicarle algún espacio a este conjunto de elementos
    prosódicos básicos, que pudiéramos
    considerar como los principios
    elementales de la organización de la lengua
    hablada.

    Estos elementos supra-segméntales, los que
    están más allá del segmento, lejos de
    constituir un adorno, son
    precisamente los que organizan el hilo de sonido que percibimos
    Si el sonido no estuviera agrupado de manera significativa, no
    habría comunicación lingüística; se oirían gritos o
    murmullos, a lo sumo. El oyente recibe, cuando se comunica
    lingüísticamente, segmentos sonoros relativos a las
    unidades de información que le envía el
    hablante. Con el sonido, va una serie de informaciones de
    naturaleza prosódica, no solamente con información
    referencial sino también con información dialectal,
    sociolingüística e inclusive, emotiva.

    Si bien hay consenso sobre el hecho de que la prosodia
    está más allá de las unidades
    segméntales, no lo hay en cuanto a cuáles de los
    mecanismos forman parte de ella. En realidad, parece más
    un problema de nomenclatura que
    de otra índole.

    Al percibir el habla, tenemos una melodía
    conformada por las variaciones de frecuencia del fundamental pero
    al mismo tiempo
    sentimos ritmo, pausas, intensidad y otros elementos
    fónicos. Para algunos autores, la prosodia o
    entonación se compone de todos estos elementos (Quilis,
    1993; Obediente, 1998). Para otros, la entonación
    está conformada por todos esos elementos que "suenan" con
    el fundamental y es sólo uno de los elementos de la
    prosodia.

    II. SUSTANCIA DE LA PROSODIA

    Los parámetros físicos que conforman la
    prosodia constituyen a su vez, su sustancia. En la
    terminología de Hjelmslev, la sustancia es la materia o el
    sentido, moldeados luego por la forma con miras a la
    significación. Ahora bien, ¿cuál el alcance
    de la prosodia y cuál su sustancia?

    Quilis (1981) considera que la reducción
    de la prosodia a la entonación, o sea a la curva
    melódica del habla, implica también su
    reducción a la sustancia de la expresión; mientras
    que su extensión al conjunto de elementos
    prosódicos implica la consideración de la forma de
    la entonación y por consiguiente, también su
    definición como un signo lingüístico.
    Según este autor, hay una cara de la prosodia que es
    solamente expresiva, con la que podemos manifestar enojo,
    alegría, etc. Pero hay otra cara que implica un nivel de
    señalización más abstracto y eleva la
    prosodia a la categoría de signo lingüístico,
    como veremos más adelante en este capítulo (cf.
    también Obediente 1998; 208-209). Aún aquellos
    fenómenos de índole emotiva dejan de ser
    instintivos y se integran en la lengua de forma esquematizada
    Así dice este autor: "La forma, o estructura de la
    entonación, viene dada por la descripción lingüística, que
    debe establecer el número de elementos que integran ese
    nivel y examinar sus relaciones y sus funciones. La
    sustancia es un continuo en el que hay que delimitar las unidades
    de entonación para obtener elementos discretos y
    establecer así sus patrones melódicos y la
    naturaleza de sus elementos"

    Ahora bien, ¿cuál sería la
    sustancia de la prosodia? Aquellos parámetros
    físicos que la conforman: la frecuencia fundamental, o
    entonación, la duración y la intensidad. Todos
    ellos contribuyen a la percepción
    de la prosodia de modo que aún cuando el fundamental
    descienda levemente, una elevación en la intensidad se
    percibe como un tono levemente ascendente .Pertenecientes a la
    sustancia de la prosodia serían también otros
    elementos derivados de la vibración de las pulsiones
    laríngeas: la pausa, el acento y la sílaba. La
    sílaba es la unidad rítmica pulsional alrededor de
    un núcleo silábico. El acento es la prominencia
    acústica de una sílaba

    Las pausas, por su parte, son las interrupciones o
    detenciones de la información que hacemos cuando hablamos
    o leemos en voz alta. Delimitan los grupos
    fónicos, o sea aquellas porciones del discurso
    comprendidas entre dos pausas. Los grupos fónicos no
    coinciden necesariamente con los grupos prosódicos, que,
    además de estar delimitados por pausas, pueden estarlo por
    las inflexiones del fundamental. Estos grupos prosódicos
    se denominan también unidades entonativas o unidades de
    entonación.

    La prosodia constituye, entonces, la infraestructura
    rítmica de la lengua hablada, su organización en el
    tiempo, y contribuye a facilitarle al hablante la
    retención de ciertos segmentos en la memoria.
    Podemos ver, que la prosodia está formada por una serie de
    parámetros que el hablante no percibe discriminadamente,
    sino como un todo. Ese todo le confiere también una
    totalidad de significados, que se perciben como un conjunto, pero
    que podemos discriminar en el análisis.

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