El matrimonio, donde la infidelidad: destruye la fe y menoscaba la confidencia
- La infidelidad: nuestro punto de
vista - La
fidelidad - Infidelidad,
¿Causa o consecuencia de la crisis de
pareja? - El
matrimonio - Hacia un
concepto - Factores
que predisponen - El
conocimiento de la relación - ¿Es la
infidelidad índice de salud o de madurez
emocional? - Bibliografía
- La
monogamia y sus aspectos de adaptación
La infidelidad femenina, ha inspirado el folklore
artístico, moralista y reprochador de todos los tiempos,
mientras que la del hombre se
ignora y aún se tolera, justificándola así:
"…yo, nunca te pegaré… pero, no prometo que
no te seré infiel…"
Ninguna mujer se
atrevería a decir algo parecido a su amante o pareja.
Para darle un tono menos grave a este artículo,
tomaré prestado de los muchos museos que he visitado,
algunas obras que reflejen el tema.
La infidelidad dependiendo del entendimiento que tenga la
pareja sobre la obligación de exclusividad adquirida, es
causante de la mayoría de las separaciones y motivo de
grandes tragedias.
Un reporte publicado en 2001 por la escuela de
Ecología
Humana de la Universidad de
Minnesota, indica que en el 90 por ciento de los casos de
divorcio, ha
estado
envuelta la infidelidad. El estudio intenta definir la
infidelidad de la siguiente manera:
– Infidelidad Accidental: No es esperada,
sospechada o predecible.
– Infidelidad Pura: Es el cambio
continuo de pareja. La persona pretende
causar envidia sobre otras por el hecho de tener mayor
número de compañeros (ras).
– Aventura Romántica: Ésta ocurre
en ciertos períodos de la relación, como un escape
de las circunstancias.
– Arreglos Maritales: Separaciones temporales,
relaciones abiertas, sexo
convenido.
Según encuestas
realizadas a nivel nacional en los Estados Unidos,
el hombre
suele tener un promedio de seis compañeras durante el
transcurso de su vida, en cambio la mujer,
sólo dos.
LA INFIDELIDAD: NUESTRO PUNTO
DE VISTA
Todos, terapeutas o no, en algún momento hemos de
enfrentar a la infidelidad y no siempre sabremos de qué se
trata hasta el momento de tener por delante una situación
que rompe con un compromiso interior, un compromiso
contraído con toda sinceridad y que por lo general es
causante de muchas discordias y que involucra siempre a
más de una persona.
En los momentos en que nos enfrentamos a la infidelidad
tomamos conciencia de
manera exacta de una situación doliente y que nos remite
al significado opuesto:
LA FIDELIDAD
La letra escarlata…
La palabra fidelidad significa también honradez y
lealtad. Ser consecuentes con nuestros principios y
valores
conjugados a través de los años de vida en los que
aprendimos a sumar nuestros propios principios con aquellos
universales que alguna vez nos transmitieron nuestros mayores en
su tiempo debido.
Ser fiel es ser honesto consigo mismo y ver la dimensión
de la trama real en el transcurso de nuestros días, saber,
a partir de nuestros propios valores, qué consecuencias se
desatarán si dejamos de ser leales a nosotros mismos, como
a otros.
Cuando se forma una pareja y se prometen fidelidad y
reciprocidad no sólo se están enlazando nexos de
amor y
responsabilidad social, y legal, sino que
también se están asentando las bases de una
situación interior que debe prevalecer ante cualquier
circunstancia futura para fortalecerse ante los problemas que
la vida cotidiana traiga.
A todo el mundo le puede suceder que deje de amar a su pareja,
muchos motivos pueden llevar a que se dé una
situación en que se deja de amar y desear a la otra
persona, pero
esto no significa que se deba tirar todo por la ventana
simplemente por el hecho de no ver en el otro un objeto de deseo
y complacencia en la intimidad personal. Si la
vida de pareja tan solo basó su fidelidad y felicidad en
la comunión carnal y satisfacción de sus propios
deseos; y no alimentó otros valores que sostienen toda
construcción humana, entonces se puede
decir que lo vivido fue endeble, cualquier viento soplado desde
cualquier esquina pudo tirar abajo esa torre de barajas hecha con
la ilusión y sin la obligación debida.
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