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La obesidad, como metáfora de nuestro tiempo: La solución (página 2)



Partes: 1, 2

El éxito
impresionante de esta estrategia se
observa en la diversificación presente en las Islas
Galápagos; donde, cuando visitáramos,
halláramos iguanas acuáticas, vegetarianas, que se
nutren de las algas que hallan bajo las olas del mar. Donde
residen las catorce especies de pinzones cuyos picos polimorfos y
adaptados a Darwin tanto
intrigaran. Donde habitan los cormoranes sin alas, que en lugar
de volar nadan, obteniendo su comida sumergidos bajo las crestas,
y donde medran las tres variedades de pájaro piquero
(género
Sulidæ, miembros de la orden
pelecaniformes). Grupo, que es
interesante, no sólo por los colores
distintivos de sus patas y de su plumaje, sino, porque las tres
variedades que habitan las islas, poseen estrategias de
comer y de construir nidos —- enteramente
específicas. 

 

Iguana acuática

Cormorán acuático,
no-volador

Pinzón de
Galápagos

 Los pandas, los canguros, los osos polares, las
chitas, y todos los otros animales que
habitan nuestro planeta están asignados a una esfera
ecológica y nutritiva, inmutable e inviolable. Esfera que
se adapta a sus necesidades y a sus características
especiales.

Picador de pata
azul…

El ser humano: el gran descubridor, el gran explorador,
el andarín pertinaz, el aeronauta más ágil,
carente de alas propias. El lobo de mar más prodigioso,
faltando de aletas. El conquistador de ambos polos, sin abrigo
natural. El consumidor
omnívoro — tan exitoso — que cazaría especies
enteras hasta su extinción. Hoy goza de espacio descomunal
en nuestro planeta, para su alimentación y para
su reproducción.

 Para lograr sus designios, la Naturaleza
confirió al ser humano características
únicas de orden físico, de comer y
reproductivo.

 Aquí resaltaremos algunas: 

  • Por no tener pelaje, perspiramos profusamente, lo que
    nos permite, gracias a la evaporación refrescante de
    nuestro sudor, seguir una presa hasta que ésta no puede
    dar más.
  • Careciendo de estros periódicos y programados,
    nuestra reproducción es altamente libre de influencias
    del entorno climático del lugar donde habitamos. Nadie
    puede adivinar cuando la mujer
    está lista para salir embarazada.
  • Somos bípedos, lo que nos permiten movimientos
    altamente sofisticados para nuestra estación, agilidad y
    marcha, mientras cargamos comida y nuestros hijos.
  • Poseemos la aposición del dedo índice y
    del pulgar, lo que asimismo nos permite movimientos finos de
    diversidad única.
  • Nuestra especie, posee dominancia y preferencia
    lateral — por eso, tenemos zurdos y dextros, con sus
    consecuencias adaptivas, ya vistas en otras
    ponencias.
  • Tenemos la membrana del himen. El órgano
    sexual masculino, de mayor volumen entre
    los primates. Tenemos más cosas: la menstruación
    en la mujer, la
    adolescencia, como moratoria psicosocial, la
    menopausia, que extiende la vejez
    femenina; y estamos dotados con la capacidad de la
    expresión simbólica — La que, por medio del
    lenguaje
    articulado, escrito, y que, transmitido a distancias estelares,
    nos permite explorar mundos inéditos.
  • Tenemos mucho…
  • Pero, entre las muchas cosas más que tenemos
    — siendo omnívoros, poseemos la capacidad innata de
    acumular grasa, para que ésta fuera utilizada cuando la
    comida nos faltara — como, a menudo nos sucediera. Esta
    última, la facultad de engordar temporalmente, es la
    ventaja que nos ha servido muy mal

 Entre los seres vivientes gozamos de dotes
psicológicas e intelectuales
que son únicas en sus cualidades. Por medio de estas
singularidades, nuestras necesidades nos impulsan a vivir en
hordas y a formar tribus sociales. Nuestros talentos nos impelen
a la formulación de "leyes naturales"
y nomotéticas (explicado en otra ponencia) — Entre
éstas, la religión, que
también representa un proceso
inmanente para todos en nuestra especie.

Nos gusta explorar y nos gusta experimentar.

 Sin ser los únicos animales que se regodean
con el uso de las drogas, somos
el único plagado por un problema; consecuencia del abuso y
del comercio
ilícito de las mismas. Problema que a muchos
destruye.

 ¡Somos únicos! Somos: Homo sapiens
sapiens

Además de lo antedicho, no existe otro animal que
haya hecho de sus instrumentos de supervivencia, enfermedades. Necesitando
terapias y terapeutas. Nosotros tenemos terapias para las cosas
más naturales: tenemos terapias para los trastornos
sexuales y para los de comer.

Nosotros tenemos terapias, aún para los
terapeutas…

Nosotros somos muy sofisticados.

Nosotros encarnamos el Fausto de Mefistófeles.
Porque nos sentimos divinos…

Fausto y
Mefistófeles

Nosotros somos quienes somos, y nos estamos poniendo
muy gordos…

El Período
Paleolítico Superior

Con el desarrollo de
instrumentos adaptados a la caza de animales de considerable
tamaño y con la mejora en nuestras condiciones de vida,
nos prepararíamos, para transformarnos; de hombre
cavernario a agricultor, a ganadero, a fundador de villas y de
ciudades. Comenzaríamos con la preservación de
nuestras comidas, dependiendo menos y menos en la necesidad de
salir todos los días a cazar y a recoger. A la
sazón, con nuestros nuevos adelantos, podríamos
dedicarnos al juego, a las
artes, a los deportes y a
encontrar nuevas ideas y nuevos métodos
con que hacer nuestros manjares más agradables y nuestras
bebidas más intoxicantes.

La realidad era otra. Aderezábamos nuestras
comidas para ocultar el olor pútrido que a veces las
acompañaba. Por esa misma razón, algunos grupos humanos
todavía comen comidas de sabor, olor, y de consistencia
repelente.

Hoy, aderezamos nuestras comidas para que nos estimulen
el gusto y nos produzcan placeres sensoriales. En otras palabras,
para comer mucho más.

La historia avanzó, las
religiones
organizadas brotaron y los imperios nacieron…

Machu Picchu… Subir y bajar a
pie es experiencia inolvidable.

A medida que tuviéramos acceso ilimitado a la
mesa opípara del líder
exaltado, los festines epicúreos, típicos de los
gobiernos feudales, hicieron su aparición
histórica, y gradual.

Con ello llagaría, el principio del fin de
nuestro equilibrio
natural.

Comenzaron las bacanales, y le asignamos una deidad en
su honor…

Empero es bueno realizar, que el hecho de que podemos
comer de todo… no significa que podemos comer
tanto

Comenzamos a engordar y a sufrir de las complicaciones
de la obesidad.

Acojan, de nuevo,
al viejo amigo de otras ponencias, William
Banting

Aplauso.

Banting era aquél ciudadano inglés
de corpulencia exagerada, de quien ya hemos hablado en varias
ocasiones. A la edad de sesenta y cinco años, sufriendo de
diabetes, y
presumiblemente de la gota, hastiado de los achaques asociados
con su gordura, comenzó una dieta basada en su
propia experiencia, como acostumbran hacer hoy la mayoría
de los dietistas; y, la que, para su regodeo, le libró de
libras indeseadas. Su publicidad
subsiguiente, acerca de su afortunada experiencia,
apareció bajo el nombre de Letter on Corpulence
Advanced to the Public
(1863) la que se convirtió en
un best seller instantáneamente.

En su gaceta Banting llamó la gordura: "El peor
de todos los flagelos que afectan la humanidad".

Ídem…

La versión histórica, fue un poco
diferente de la que nos han transmitido los entusiastas,
seguidores de Banting.

Banting comenzó su dieta cuando visitara al
famoso médico Dr. William Harvey (fundador de la fisiología moderna), porque le doliera
un oído
. Harvey, por razones misteriosas para tratar
ese padecimiento (quizás, por que Banting era tan
gordo), puso a Banting en una dieta para reducir. El resto es
historia.

He aquí la dieta que Banting siguiera, de acuerdo
con su monografía:

"Ciertos artículos que forman parte de la
dieta ordinaria, que fueran de beneficio para el hombre
joven, son perjudiciales a medida que la edad avanza. Es como los
frijoles [
son] para un caballo, cuyo alimento consiste en
heno y maíz. Yo,
entonces, adoptaré esta analogía y llamaré
la misma clase de
alimento para el ser humano, ‘frijoles humanos’. Los
alimentos que
yo aconsejo [
que] deben de ser evitados son: — el pan,
la mantequilla, el azúcar,
la cerveza, y las
papas; los que [debido a mi inocencia] fueran las bases de mi
existencia. Todas las comidas aquí mencionadas, contiene
almidones y azúcares, los que tienden a formar grasa; por
esa razón deben de ser evitados
totalmente."

Cien años más tarde, en 1950, las ideas de
Banting y Harvey fueron descubiertas di novo, y esta dieta, baja
en carbohidratos,
fue presentada por sus proponentes nuevos, como si fuese algo
original y novedoso.

Las dietas bajas en carbohidratos han sido las
más populares en los últimos cincuenta años.
Su secreto, deplorablemente, es, obviamente, un efecto
accesorio. Porque estas dietas afectan el metabolismo
mineral del cuerpo, producen diuresis — lo que representa una
pérdida rápida del agua
almacenada en los espacios intersticiales, y, por supuesto,
ésta se refleja en la báscula como si fuera una
reducción real de peso.

Después de un par de días en este tipo de
dieta, lo que ocurre es, que las reservas de carbohidratos en el
cuerpo se agotan. En ese instante, la grasa del organismo
comienza a ser utilizada como fuente de energía,
produciendo unas sustancias llamadas cuerpos cetónicos
como resultado. Entonces, y, en un desafío de las leyes
químicas y físicas, un trastorno metabólico
es el desenlace final.

Pero, volvamos a nuestro narrativo de
hoy  

¿Por qué comemos tanto que necesitamos las
dietas?

Las dietas las necesitamos, porque queremos ser
delgados. La Duquesa de Windsor fue acreditada con el
acuño de la frase: "Nadie puede ser ni muy rico ni muy
delgado…" O fuera, quizás, Babe Paley quien lo
dijera… ¿qué más da? El caso es que
alguien lo dijo y que — bueno, que, para muchos, sea
verdad…

¿Por qué deseamos ser esbeltos, si todos
somos bellos en nuestra propia manera? — como dice la
canción… Porque la gordura no es
estéticamente placentera, y quizás evitarla sea un
mecanismo innato, como lo es la aversión a las
arañas, a lo enfermizo o a las culebras… O la
aversión a ciertos sabores u olores, que, aunque la
Naturaleza, desea que evitemos, seguimos procurando — en
búsqueda de placeres — desafiándola.

Pero, si la Naturaleza funciona por medio de mecanismos
de adaptación, ¿cómo sería posible
que permitiera que engordemos, en primer lugar?

Engordamos, porque el centro del apetito del
hipotálamo cerebral, en la presencia de comida, en nuestro
hábitat
natural, exigía que llenáramos nuestro
estómago (órgano elástico y flexible), lo
más posible, porque ineludiblemente la comida
escasearía — así fue nuestra historia por
millones de años. Mecanismo que todavía persiste,
cuando ya no se necesita…

La
obesidad…

 La obesidad es una forma oculta de
enfermedad nutritiva. La obesidad es asimismo una forma de hambre
camuflada. Por 2 millones de años, el espectro
omnipresente de la escasez de comida
nos llevó, no solamente a comer, sino a comer
más de la cuenta. No nos volvíamos obesos,
sino que aumentábamos de peso, para utilizarlo como
reserva, y para perderlo después.

 Es obvio que la comida que nuestros antepasados
comieran, fuera tan ligera y tan escasa, que nos sería
imposible comerla en exceso y al mismo tiempo
engordar. La gordura nos visitó, cuando la densidad de lo
que comemos cambiara.

La Selección
Natural

 La Selección Natural, no ha gozado
del tiempo necesario para elegir y eliminar contra el rasgo
específico de las personas que comen demasiado y engordan.
La gordura, para nuestra especie no es un fenómeno
deseable, porque persiste, debilitando las fundaciones de nuestra
salud y de
nuestra capacidad de vivir vidas largas, sin achaques,
productivas y óptimamente reproductivas.

Como especie móvil e inteligente, pero sin
armamentos naturales para combatir nuestros predadores; la raza
humana precisa agilidad, velocidad,
ligereza, control muscular,
sentido de bienestar general y vigor — no exactamente lo que
caracteriza al obeso.

Los problemas de
la obesidad como epidemia y como amenaza a la salud
pública, son recientes y están asociados a
nuestros cambios de vida que demandan que la comida sea
accesible, conveniente, apetitosa,  rica, abundante, bien
presentada y económica — la esencia de los fast
foods.

El comercio de los conglomerados gigantescos, cuyos
establecimientos invadieran la tierra,
engendró un mercado de
increíbles posibilidades lucrativas; las que los varios
tipos de comidas encontradas en franquicias
nos ofrecen, impulsadas por el uso de técnicas
de mercadeo
eminentemente agresivas y exitosas.

El niño, en la inactividad física de su hogar,
empeñado en ver la
televisión, con sus anuncios de comidas tentadoras,
sucumbió víctima del hábito de comer, no por
necesidad, sino de comer por placer. Hábito que nos
impondría la "epidemia de la obesidad" de la que las
autoridades de salud pública ahora nos alertan, mientras
que procuran ignorar sus causas obvias.

Lo que come un americano en un
día…

Sus padres, antes que ellos, inspirados por la tendencia
de proveer comida en abundancia, como la antítesis de
la pobreza,
llenaron sus despensas y atisbaron sus neveras con una
profusión de manjares de densidades calóricos
increíblemente elevadas y, por supuesto,
engordadoras.

La cintura creció, la figura esbelta, patrimonio
físico y natural de nuestra especie fue suplantado por la
imagen
grotesca del Agha Kahn. Y los esfuerzos para compensar nuestra
caída de gracia nutricional empezaron.

Así heredamos las enfermedades del comer: La
anorexia
nervosa, la bulimia
nervosa, la obesidad y la dieta para adelgazar — lo que
llamamos, "las disorexias."

Para lograr el equilibrio de nuestro peso, debemos de
aprender a comer.

Comer, otra vez, de acuerdo al programa natural
diseñado para nuestra especie.

Comer, para vivir. En lugar de vivir para
comer…

Hay que aprender esta lección que la Naturaleza
nos enseña.

Lo que los investigadores
nos enseñan

En un estudio, al que ya habíamos aludido en
nuestras columnas, más de 71 mil enfermeras
norteamericanas consumiendo una dieta rica en vegetales, frutas,
legumbres, pescado y granos integrales
evitaban los accidentes
cerebro-vasculares que plagaran a otro grupo
control. El de enfermeras que consumían la dieta
norteamericana rica en azúcar, harina refinada, carnes y
carente de fibra.

Para entender brevemente, lo que pasa a lo que
ingerimos, en nuestro cuerpo, es preciso entender un poco de
fisiología humana.

Todo lo que comemos, por medio de los procesos de la
digestión y del metabolismo, se transforma en glucosa para
suministrar energía a nuestras células o
se almacena como grasa para su uso futuro.

Para efectuar los trabajos de la digestión y del
metabolismo, el cuerpo necesita y utiliza energía, la cual
varía con las demandas del trabajo
requerido.

De la misma manera, por su constitución, el azúcar y las
harinas refinadas requieren poco desgaste de energía para
convertirse en grasa. Los dulces, los helados y los chocolates,
engordan. La carne, que compramos en el supermercado es carne
adulterada por sus productores, para contener más grasa y
ser más dañina que la que se obtiene en los montes,
la cual es magra. Esa carne rica en grasa, se convierte en
(¿qué más?), se convierte en
grasa.

Los vegetales, verduras y frutas suministran fuentes de
vitaminas,
minerales y
fibra, esencial para nosotros. Pero, éstos se consumen muy
poco por el hombre "civilizado".

Se consumen poco, porque no saben bien — porque no son
sabrosos y suculentos.

La leche

Es un alimento costoso, innecesario y un lujo que la
mayoría de los seres humanos no pueden digerir.

Pero sigan comiendo y que les
aproveche…

Noticias recientes
acerca del Síndrome de Asperger

Movimientos extraños del cuerpo pueden ser
indicativos del Síndrome de Asperger.

Por lo menos uno en cada 200 niños
en los EEUU sufren de Asperger o de su relativo cercano, el
Autismo. Se cree
que ambas condiciones poseen raíces genéticas —
lo que aún no se ha demostrado conclusivamente.

Lo que se sabe es que el diagnóstico temprano, significa mejor
pronóstico para el niño con Asperger.

Ambas condiciones se caracterizan por dificultades
sociales en las relaciones con otros y por movimientos
estereotipados y repetitivos.

El autismo generalmente se diagnostica más
temprano que Asperger – entre uno y tres años,
porque afecta el desarrollo del lenguaje. Asperger se diagnostica
más tarde, generalmente a la edad de siete años,
porque el mayor problema es en la socialización.

Investigadores en la Universidad de
Florida en Gainesville, decidieron explorar si los movimientos
del cuerpo podrían encauzar el diagnóstico en
niños menores de un año.

Con la ayuda de videos se investigaron dieciséis
niños.

Ciertas características físicas fueron
sobresalientes, como es la tendencia a caer hacia un lado cuando
caminaban. Ocho de los niños demostrarían la "Boca
de Moebius", un signo de daño
neurológico que aparece como un labio superior prominente
y un labio inferior plano.

 

Asimismo los niños tuvieron problemas
sentándose y manteniéndose erguidos.

Estos niños, también carecían de
los reflejos protectivos común a los niños
normales. Cayendo como un leño, si los dejaban sin
asistencia, sin tratar de romper la caída.

La selección de niños fue muy escasa, pero
algo es algo…

Así son los casos cuando son
difíciles.

Bibliografía

Suministrada por solicitud.

 

Dr. Félix E. F. Larocca

Partes: 1, 2
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