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Historia económica de la argentina durante 1830 ? 1860




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    1.
    Contenido


    3. La Ideología Económica De
    Rosas

    4.
    La Política De La
    Tierra

    5.
    Agricultura

    6. La
    Ganadería

    7. El Gaucho Y El Peón De
    Campo

    8.
    Producción Interna

    9. El Comercio
    Exterior

    10. Consecuencias de la campaña del
    desierto

    11. Consecuencias económicas del
    bloqueo
    anglo-francés

    12. Situación económica durante el
    periodo de urquiza

    13.
    Conclusión

    14. Bibliografía
    Empleada

    1.
    Contenido

    Todo lo relacionado con la historia económica de
    la Rep. Argentina durante 1830-1860. Rosas y su
    ideología económica. La Ley de Aduana.
    Librecambio y proteccionismo. La casa de la Moneda. La política de la tierra. La
    agricultura.
    La ganadería. Los saladeros. El gaucho y el peón de
    campo. Producción interna. Rutas comerciales. Los
    ferrocarriles. El comercio
    exterior. Consecuencias de la "Campaña del desierto".
    Consecuencias económicas del bloqueo anglo-francés.
    Situación económica durante el gobierno de
    Urquiza. La Constitución: fomento de la inmigración.

    2.
    Introducción

    Los gobiernos unitarios habían fracasado en la
    reconstrucción económica y la
    organización del país. La lucha entre unitarios
    y federales caracterizó el panorama nacional por dos
    décadas. Para muchos historiadores el enfrentamiento
    significó una lucha de intereses de las provincias y los
    de la capital-puerto. Un poderoso estanciero llamado
    Juan Manuel de Rosas aparecería para defender los
    intereses del federalismo
    porteño. Gobernador de Buenos Aires en
    dos oportunidades, de 1829 a 1832 y entre 1835 a 1852,
    caracterizó su acción con una prolongada dictadura y
    exitosos intentos de postergar la organización nacional. Durante el
    transcurso de este gobierno se produzco una revolución
    de la ganadería y del comercio
    exterior.

    Incitado por expansión ganadera, Rosas
    inició una campaña con el fin de conquistar las
    tierras patagónicas. Emprendió, así, la
    "campaña del desierto", que desató una crucial
    guerra
    provocando una elevada reducción de pueblos
    indígenas.

    La nación debió soportar varias
    arremetidas de las potencias extranjeras: Gran Bretaña
    ocupando en 1835 las Islas Malvinas y,
    prontamente dos bloqueos navales provocados entre los años
    1838 y 1840, el primero, y desde 1845 a 1850 el segundo, siendo
    Francia el
    protagonista de ambos, con la anexión de Gran
    Bretaña en el último.

    El año 1852 sirve de indicador para separar dos
    periodos bien distintos: la época de Rosas y la
    organización nacional. En aquel año, Urquiza, que
    había derrocado a Rosas en la batalla de Caseros, se
    impone en Buenos Aires. El 1º de mayo 1853, en Santa Fe,
    quedó sancionada la Constitución Nacional,
    estructurando al estado bajo la
    forma de gobierno republicana, representativa y federal. Buenos
    Aires había quedado excluido de la Confederación.
    En 1860, Derqui asume la presidencia. Más tarde se
    produciría la batalla de Pavón que podría
    fin a la Confederación y sería el comienzo de la
    preponderancia porteña.

    3. La Ideología
    Económica De Rosas

    La política
    económica de Rosas se basó fundamentalmente,
    por un lado en la expansión ganadera de Buenos Aires,
    evitando aumentar los impuestos; y por
    otro, en el mercado
    exterior.

    Asentó su esfuerzo en disminuir el déficit
    presupuestario y estabilizar el valor del
    papel
    moneda.

    Durante su segundo gobierno, apuntó a la economía en los
    gastos y a la
    administración de las rentas. Reforzando su
    postura, mantuvo la exclusividad del puerto de la ciudad, el
    control sobre la
    navegación de los ríos y el manejo exclusivo de la
    aduana.

    Con el cierre de la Universidad y la
    supresión de los fondos para asilos y hospitales,
    logró mantener un acrecentado presupuesto
    policial.

    Consiguió reducir la deuda interna desde 1840 a
    1850, de 36.000.000 de pesos a algo menos de 14.000.000, gracias
    a la rebaja impositiva.

    Librecambio y proteccionismo.

    Los problemas
    financieros que hubo en el gobierno de Rosas no fueron los
    únicos ni los principales. El problema mayor fue la
    oposición entre librecambistas y proteccionistas. La
    polémica no afectaba a los porteños, pues unitarios
    y federales eran, partidarios del librecambio, aunque
    diferían en la forma de aplicarlo. Solo grupos
    numéricamente pequeños como artesanos, agricultores
    y pequeños comerciantes, sentían atracción
    por el proteccionismo.

    Las otras provincias querían proteger su
    producción frente a la competencia
    extranjera y deseaban un aumento de los impuestos
    aduaneros.

    La Ley de Aduana de 1835.

    A comienzos de su segundo gobierno, Rosas impulsó
    la sanción de una nueva ley de aduanas que
    elevaba los aranceles que
    pagaban los productos
    llegados del exterior y prohibía la introducción de
    otros que se producían en el país.

    Se aumentaba el 35% a muebles, espejos, coches, vino y
    aguardientes, guitarras, valijas de cuero, baúles,
    látigos, frazadas y mantas, etc.; el 50% cervezas, fideos,
    sillas de montar, sillas de estrado, etc..; se prohibía la
    entrada de manufacturas de hierro bronce
    y latón, ponchos, peines, cinchas, lazos, bozales,
    cojinillos, rebenques y demás arreos para el caballo. Las
    harinas y el trigo no podían importarse mientras las
    locales no alcanzasen el precio de 50
    pesos la fanega.

    La introducción de productos por vía
    terrestre era libre, con excepción del tabaco y yerba de
    Paraguay,
    Misiones y Corrientes.

    La ley tuvo un buen recibimiento en el interior del
    país, fortaleciendo la imagen
    política de Rosas; permitió la reactivación
    de la agricultura, la industria del
    cuero, la vitivinícola, la textil, la de los metales y de la madera.
    Dejó de aplicarse en 1838 como consecuencia del bloqueo;
    ante las necesidades de la Tesorería, el gobierno de
    Buenos Aires tomó medidas que significaron una vuelta al
    librecambio.

    La Casa de la Moneda.

    Fue creada en 1836 en reemplazo del Banco Nacional:
    presentaba las características de un banco de Estado
    administrativo por una junta, bajo el control del gobierno. Tenia
    a su cargo las emisiones, recibía depósitos en
    dinero,
    descontaba letras y pagarés, y recibía
    depósitos judicial

    4. La Política De La
    Tierra

    Durante la gobernación de Rivadavia se
    dictó la ley de enfiteusis, que establecía la
    entrega de tierras por parte del estado, por un plazo de veinte
    años y que eran destinadas a la producción, a
    cambio de
    recibir un canon o renta anual que se ajustaba cada diez
    años.

    Pero Rosas se dedicó a liquidar este sistema, ya que
    su política estuvo apuntada a poder disponer
    de gran cantidad de tierras públicas enajenables, con la
    finalidad de poblar la pampa y obtener un recurso fiscal. En
    1836 se aprobó una ley que constituía la venta de tierras
    dadas en enfiteusis, de esta forma los enfiteutas pasaron a ser
    propietarios de grandes extensiones de tierra
    recibidas durante el gobierno de Rivadavia. También les
    fueron otorgadas tierras a militares como recompensa de los
    servicios
    prestados.

    La tierra se subdividió conforme a tres
    modalidades: por loteo, por ventas
    parciales de grandes estancias y por sucesión o
    transmisión hereditaria; esta última resultó
    la más generalizada de todas. Los tipos de parcelamientos
    reflejaron las características geográficas e
    históricas de las tierras.

    Cinco años mas tarde de la caída de Rosas,
    en 1857, una nueva ley suprime definitivamente el sistema
    enfitéutico imponiendo el rescate de sus concesiones a los
    beneficiarios que subsistieran, y otorgándoles en
    arrendamiento gratuito las tierras localizadas más
    allá de la línea de la frontera.

    Como conclusión de la política de la
    tierra se puede mencionar la expresada por Patricio H. Randle que
    indica que "el tema de la tierra, aislado de su contexto
    integral, nunca ha servido para hacer progresar verdaderamente el
    campo"

    5.
    Agricultura

    El sector pampeano monopolizaba los cultivos cerealeros,
    con excepción del arroz, el lino y el girasol. El Noroeste
    se identificaba por los frutales, el nogal, el olivo, el
    maíz y la incipiente caña de azúcar. En la
    región nordeste, con mayor precisión en Corrientes,
    se especializaban por el tabaco y la mandioca, mientras se
    percibía la ausencia del arroz por la falta de mano de
    obra, los citrus prosperaron notablemente. Cuyo manifestaba
    predilección por la vid y otros frutales.

    En realidad, el desarrollo
    agrícola tenía varias dificultades que eran
    provocadas por la falta de mano de obra y su alto costo,
    conjuntamente los métodos
    primitivos originaban un rendimiento bajo y la falta de capital
    negaba la compra de maquinarias y herramientas
    fundamentales.

    6. La
    Ganadería

    La economía porteña dejó de tener
    prioridad por la actividad comercial y empezó a considerar
    mayor interés
    por la ganadería, que tuvo un desarrollo
    progresivo.

    El ganado vacuno.

    Si bien se continuó la ganadería
    extensiva, tuvieron lugar las primeras experiencias para
    perfeccionar el ganado vacuno. El mestizaje se inició por
    John Miller con el primer toro Shorthorn, operación que se
    repitió en 1841 con la introducción de 2.000
    cabezas de ganado de raza. De todas maneras las
    características de los animales criollos
    se adaptaban mejor al proceso de la
    salazón: cuero grueso y carne magra.

    Se establecieron algunas mejoras en el sistema de
    aguadas artificiales y en 1845 se realizó la
    introducción del alambre por parte de don Ricardo Newton con la
    finalidad de cercar el ganado, pero su difusión no fue
    inmediata.

    El ganado ovino.

    Con respecto al ganado ovino se puede decir que la
    primera producción de merinos conocida se produjo en 1814
    cuando Thomas Lloyd Halsey importa desde España 35
    cabezas del citado ganado. Más tarde Rivadavia realiza dos
    importantes importaciones, la
    primera en 1824 trayendo 100 merinos y dos años
    después incluyendo otras 70 unidades.

    La cría del merino cobró especial
    significado pues representó el paso hacia una
    ganadería más evolucionada. Lentamente el ganado
    merino se fue difundiendo y mejorando el vellón.
    Finalizando el gobierno rosista, esta explotación
    comenzó a tornarse lucrativa por el requerimiento
    creciente de los países industrializados.

    El ganado equino.

    Durante la época de Rosas, adquiere valor las
    yeguadas porque constituyen la base de las dádivas que
    servían de "colchón" contra el malón. Los
    caballos eran originarios de España aunque poseían
    algo de sangre
    árabe, los más se habían hecho cimarrones.
    La recuperación de estos caballos, su amansamiento y su
    cruza, dió lugar a lo que se llamó raza criolla,
    animal que se naturalizo en la pampa donde se adecuó a las
    tareas del campo. Cabe aclarar que en aquellos tiempos hubo una
    reducción en el número de cabezas de este ganado
    debido a las guerras,
    matanza por cueros y sequías. Rosas preocupado por esta
    situación como medida de protección de éste
    prohibió su sacrificio

    Los saladeros.

    Derivados de la ganadería, los saladeros mediante
    la salazón de carnes lograron una explotación
    integral del vacuno. Estos se dedicaban a la producción
    del tasajo, que era carne salada para su conservación.
    Este producto era
    destinado a la alimentación de
    esclavos o de ejércitos en marcha. Además,
    extraían el sebo y la grasa que eran utilizados para la
    fabricación de velas, jabones y lubricantes para cueros.
    Estos productos se comerciaban internamente y se
    exportaban.

    Rosas y sus socios capitalistas establecieron un
    importante saladero en 1815 en el partido de Quilmes, llamado
    "Rosas, Terrero y Cía.". Tiempo
    después, y considerando la significativa ganancia que
    éste originaba, decidieron instalar otros en sus
    proximidades. En 1835, pese a su gran repunte, Rosas decide
    liquidar la empresa y
    retirarse del negocio saladeril.

    7. El Gaucho Y El
    Peón De Campo

    El gaucho era un hombre de
    campo, que vivía en una choza o rancho; un individuo
    libre, que subsistía casi sin trabajar y las pocas faenas
    que realizaba las hacía a caballo. Estas tareas eran
    vinculadas el ganado en general. Las escasas circunstancias que
    trabajaba a pie eran para matar animales, poner cueros a secar o
    reparar los arreos de su caballo.

    La causa de su parco labor está bien explicada
    por William Mac Cann cuando dice que "el paisano rehuye de todo
    trabajo cuyo éxito dependa del transcurso del tiempo; no
    sabe valorar éste y no lo cuenta por horas ni por minutos
    sino por días; es hombre moroso y su vida transcurre en un
    eterno mañana; tiene hábitos migratorios y por
    dondequiera que se encamine, sabe que encontrará de
    qué alimentarse, debido a la hospitalidad de las
    gentes".

    Pero progresivamente la vida del gaucho fue cambiando,
    muchos se convirtieron en peón de estancia y otros pasaron
    a ser soldados de la Guardia Nacional. Cabe aclarar que no se
    trataría de una extinción de este tipo de
    personaje, sino una disminución.

    Aclarado el origen del peón de estancia, es
    necesario describir su desempeño, y bien lo explica
    Pérez Amuchástegui cuando dice que "el modo de
    vivir de los últimos (refiriéndose a los gauchos)
    no se cambió esencialmente por esta nueva
    ocupación, pues el cotidiano rodeo de las manadas que
    pastoreaban en el campo libre, la búsqueda de animales
    extraviados, el cercar y desollar el ganado y la doma de los
    caballos, conservó en su entereza el carácter que
    había tenido en el ejercicio de la caza. Con los indios
    siguieron peleando, pero ahora no por su propia cuenta, sino en
    defensa de las manadas de los estancieros o en el servicio del
    gobierno".

    8. Producción
    Interna

    La producción interna se puede clasificar por
    regiones:

    Patagonia: No hubo un desarrollo productivo, pues
    era una zona de conflictos y
    no estaba ocupada por estancieros sino por salvajes. Durante el
    gobierno rosista se desarrollaron campañas con el fin de
    conquistar esas tierras, tema que será desarrollado
    más adelante.

    Centro: La actividad agrícola desarrollada
    en la región estuvo sujetada al consumo del
    ajustado mercado regional. La ganadería gozó de
    cierta prosperidad debido a que Córdoba fue lugar de
    producción de hacienda de carga para el Alto Perú,
    siendo la estancia el tipo de organización para esta
    actividad. La actividad artesanal estaba destinada a
    satisfacción del consumo local.

    Litoral: Gracias a una recuperación
    económica en la mitad de la década del 40, se hizo
    evidente un crecimiento de la actividad ganadera, además,
    evadían el control del puerto de Buenos Aires y
    comercializaban con el exterior a través del río
    Uruguay. La
    recuperación de los territorios ubicados sobre el
    Paraná fue más lenta, ya que Buenos Aires
    ejercía un control sobre el comercio y la
    navegación de ese río.

    Cuyo: La industria vitivinícola estaba
    arruinada por la competencia de los vinos europeos que entraban
    por Buenos Aires. La minería se
    desarrolló sobre la base de la plata y el cobre. De
    todas maneras Mendoza y San Juan lograron activar sus
    economías en relación con el mercado chileno,
    colocando ganado vacuno, ovino, caballos, mulas y burros, cueros,
    jabón, sebo, monturas, riendas, tejidos, plumas y
    frutas secas.

    Noroeste: Entre sus actividades agropecuarias
    más importantes se puede mencionar el cultivo del trigo,
    caña de azúcar y algodón, paralelamente a
    estas faenas se desarrollaron las artesanías (paños
    de algodón y lana, carretas, muebles) y la
    transformación de productos de la ganadería (sebo y
    cuero).

    Noreste: Se dedicaron a la producción de
    yerba-mate como objeto principal y explotaron otros productos,
    pero de todas maneras no llegaron a un alto desarrollo
    económico, aunque las misiones jesuitas pudieron
    lograr activar su economía con una ideología
    comunista.

    El comercio y las sus rutas.

    La falta de seguridad en las
    rutas era un factor importante que determinó el
    estancamiento del comercio interno. Otros factores determinantes
    de este conflicto
    fueron las trabas aduaneras y los derechos de tránsito
    de cada provincia.

    Buenos Aires era el principal mercado por el aumento de
    la población, pero estaba abastecido por los
    productos extranjeros que entraban a cambio de sus exportaciones.
    Los productores del interior vieron disminuir sus posibilidades
    por esta realidad y, buscaron otros mercados en
    Bolivia y
    Chile. No
    obstante, los ingleses organizaron una red comercial que
    fundamentada en la consignación a comerciantes locales,
    realizaba una distribución de productos de
    importación.

    Los ferrocarriles.

    A partir de la segunda mitad del siglo XIX, los
    ferrocarriles constituyeron la base del proceso de
    formación nacional. La red ferroviaria vinculó a
    todas las zonas de interior con Buenos Aires y los puertos del
    Litoral. Además, provocó la desarticulación
    definitiva de las viejas economías cerradas y
    autosuficientes. Pero al mismo tiempo, abrió posibilidades
    de desarrollo que, si no llegaron a compensar la pérdida
    de importancia relativa del interior, provocaron el surgimiento
    de actividades expansivas y destinadas a satisfacción de
    la demanda
    interna que ahora era, auténticamente, la demanda
    nacional.

    9. El Comercio
    Exterior

    Se mantuvo la exclusividad del puerto de Buenos Aires y
    fue esencialmente librecambista, con excepción del
    período 1836-1838 en que se aplicó la ley de aduana
    proteccionista.

    Las exportaciones de cueros, sebo y tasajo, pieles y
    plumas, a las que se agregaron las lanas, se dirigían a
    Francia, Países Bajos, Gran Bretaña, Estados Unidos y
    Brasil. Un
    estudioso de la época dijo: "Empezó a notarse que
    en cada partido del norte de la provincia de Buenos Aires
    había cinco o seis estancieros dedicados exclusivamente a
    la cría de ovejas, que eran propietarios de fortunas
    considerables adquiridas al cabo de unos pocos años de
    trabajo. Eran los extranjeros. El ejemplo de rápidas y
    fáciles fortunas magnetizó a Buenos Aires". Las
    primeras explotaciones las iniciaron vascos e irlandeses en el
    centro y sur de Buenos Aires y, desde allí, se extendieron
    a otras zonas de la provincia y a Santa Fe.

    Gracias a la exportación de lana, los ingresos de
    Buenos Aires duplicaban en 1855 a los del resto de la
    Confederación.

    La mayoría de las importaciones
    correspondía objetos de la industria inglesa y a productos
    de lujo de Francia.

    Si bien la estructura del
    comercio no cambió, el volumen tuvo un
    crecimiento considerable; partiendo de una balanza
    comercial desfavorable al comienzo del período, se
    llegó a un equilibrio en
    los últimos años del gobierno de Rosas.

    10. Consecuencias de la
    campaña del desierto

    En marzo de 1833 las tres columnas se pusieron en
    marcha, la columna izquierda comandada por el Brigadier general
    Juan Manuel de Rosas, la columna centro comandada por el general
    José Ruiz Huidobro y la columna derecha comandada por el
    Brigadier José Félix Aldao.

    La división de Rosas fue la única que
    obtuvo el objetivo. La
    campaña finalizó a principios de
    1834 por orden del gobierno de Buenos Aires.

    Las consecuencias políticas:
    Se afianzó la soberanía nacional en un extenso
    territorio, aumentó el prestigio político de Rosas
    y decayó el ascendiente de sus adversarios.

    Las consecuencias militares: Se firmaron pactos con
    algunas tribus, se detuvieron los malones por espacio de 20
    años, se extendió la frontera, se rescataron 2000
    cautivos y se causaron 6000 bajas a los indios.

    Las consecuencias económicas: Se ganaron cerca de
    3000 leguas cuadradas de tierra y se recogieron múltiples
    informaciones científicas.

    11. Consecuencias
    económicas del bloqueo
    anglo-francés

    Durante el gobierno de Rosas se sufrieron dos bloqueos.
    El primero de ellos ocurrió en 1838 únicamente por
    Francia, obstruyendo el puerto de Buenos Aires y todo el Litoral.
    Esta arremetida francesa se levanto en 1840, pero durante este
    periodo disminuyó cuantiosamente la recaudación de
    los derechos aduaneros.

    En 1845 se desencadenó un nuevo bloqueo, pero
    esta vez fueron dos potencias las protagonistas, una de ellas fue
    Francia, que volvía a repetir este comportamiento, y la otra Gran Bretaña. En
    1840 se logró levantar esta prolongada
    paralización.

    Para hacer frente al déficit económico que
    trajo el bloqueo, Rosas, impuso severas economías: se
    negó a reajustar los sueldos y eliminó el
    presupuesto de educación y
    sanidad.

    Para solucionar la diferencia entre recursos y gastos
    Rosas recurrió a la emisión monetaria sin respaldo,
    especialmente en tiempos de guerra; durante su segundo gobierno
    llegó a emitir $109.980.855. Su poder político y su
    poder administrativo le permitieron mantener la vigencia de la
    moneda.

    12. Situación
    económica durante el periodo de urquiza

    Urquiza, después de la batalla de Caseros
    (febrero de 1852) donde venció a Rosas, mantuvo su
    decisión de no delegar su poder antes de una
    Constitución. Con el propósito de dar cumplimiento
    a lo establecido en el Pacto Federal de 1831 (fue un primer paso
    hacia la organización constitucional del país), y
    por invitación de Urquiza, los gobernadores de todas las
    provincias se reunieron en San Nicolás el 31 de mayo de
    1852.

    El Congreso Constituyente reunido en Santa Fe
    sesionó sin la presencia de los representantes de Buenos
    aires y el 1º de mayo de 1853 sancionó una
    Constitución Nacional. Esta establecía la forma
    representativa, republicana y federal de gobierno, además
    de la federalización de la ciudad de Buenos Aires y la
    nacionalización de la aduana y sus ingresos.

    Pero la Confederación no tuvo la fuerza
    necesaria para imponer estas decisiones a Buenos Aires. En julio
    de 1853, la Confederación Argentina y el Estado de
    Buenos Aires aceptaron la separación de hecho y comenzaron
    por separado la tarea de la organización
    institucional.

    Durante este período se propició una
    amplia política inmigratoria, facilitando la
    instalación de colonias agrícolas integradas por
    colectividades europeas. Además, se iniciaron los estudios
    para el trazado de líneas férreas desde Rosario a
    Córdoba y a Mendoza. Conjuntamente, se favoreció la
    exploración de los ríos interiores.

    La secesión de Buenos Aires privaba a la
    Confederación de recursos aduaneros ya que el puerto
    porteño los absorbía casi por completo. La
    insuficiencia de recursos produjo una verdadera crisis
    rentística que derivó hacia presupuestos
    deficitarios.

    El Congreso aprobó una ley de derechos
    diferenciales que establecía que las mercancías
    introducidas directamente a los puertos de la
    Confederación pagarían una tasa común,
    mientras que las que procedían de esa plaza se
    gravarían con el doble o el 30% de la tasa ordinaria,
    destinándose para ese efecto el puerto de Buenos
    Aires.

    La ley buscaba disputarle el monopolio del
    comercio ultramarino pero sus efectos no se hicieron sentir
    porque los buques extranjeros siguieron prefiriendo el puerto
    porteño.

    La constitución: fomento de la
    inmigración

    En el Preámbulo de la Constitución
    Argentina se menciona un fin acerca de la inmigración
    "Asegurar los beneficios de la libertad, para
    nosotros […] y para todos los hombres del mundo que quieran
    habitar el suelo argentino".
    Esto significa que el país debía poblar su
    territorio a través de una política
    inmigratoria.

    En 1856, menos del 10% de la población de Buenos
    Aires eran inmigrantes. La mayoría de los inmigrantes
    provenían de Europa, estos
    aportaban una mayor experiencia de trabajo y conocimientos
    técnicos.

    Las tierras fiscales fueron ofrecidas a individuos o
    compañías que las quisieran subdividir y organizar
    en colonias. Para esto se necesitaba una cierta capacidad
    empresaria, porque no se trataba solo de llegar e instalarse en
    las tierras que se pudieran conceder.

    La confederación, para poder competir con Buenos
    Aires, estaba obligada a conceder mejores condiciones a los
    posibles inmigrantes. Fue así como una gran cantidad de
    colonias se arraigaron en Santa Fe, sur de Córdoba, y
    Entre Ríos, con buen apoyo oficial.

    Dijo una profesora de Historia
    Argentina de la Universidad de Rosario: "La provincia de
    Santa Fe se convirtió en el escenario de una experiencia
    renovadora […]. La política de colonización fue
    el estimulo para que miles y miles de inmigrantes se acercaran a
    estas tierras…"

    13.
    Conclusión

    La Argentina presentaba algunas particularidades; por un
    lado era muy extensa y por otro la variedad de climas y topografía. Estas características
    favorecieron el desarrollo de economías por
    regiones.

    Las grandes distancias y los diversos puntos del
    país hicieron que la forma más directa para el
    comercio exterior fuese el puerto de la Ciudad de Buenos Aires;
    favoreciendo el desarrollo de la ganadería.

    Esta estructura dio como resultado el triunfo del
    proyecto
    unitario con Rivadavia como uno de sus máximos
    exponentes.

    Por otra parte, esto dio origen a la unión de las
    provincias del interior del país, buscando un proyecto
    económico más equitativo donde participaran todas
    las regiones sin que prevalezca una en especial.

    Aparece Rosas para dar surgimiento a este proyecto; una
    vez en el gobierno demuestra claramente sus ideas, las de los
    hacendados de la provincia de Buenos Aires; todo debía
    pasar por el puerto, de ahí el cierre de los ríos
    interiores.

    La centralización del poder en Buenos Aires
    provoco el estancamiento de las economías regionales. El
    Litoral logró una mejor inserción en el exterior,
    que luego se consolidó con el modelo agro
    exportador.

    Con la llegada de Urquiza al poder finaliza el gobierno
    tirano de Rosas, se forma una constitución y se separa
    Buenos Aires de las otras provincias.

    14. Bibliografía
    Empleada

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      Colección Historia Visual de la Argentina. 1º
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      Buenos Aires 1985. 320 páginas.
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      Mentalidades argentinas. Editorial Universitaria de Buenos
      Aires. Colección Biblioteca
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    • Randle, Patricio H. Geografía histórica argentina.
      Editorial SENOC. 1º edición. Buenos Aires 1987. 250
      páginas.

    Rins, Cristina y Wintes, María Felisa. La
    Argentina – Una historia para pensar -. Editorial Kapelusz.
    1º edición. Buenos Aires 1998. 482
    páginas.

    Trabajo enviado y realizado por:
    González, Juan Manuel

    Tamura, Diego

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