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Tricotilomanía




Enviado por que_sada



Partes: 1, 2

    Indice
    1.
    Introducción


    3.
    Sujeto

    4.
    Procedimiento

    5.
    Autoregistros

    6. Autobservación Y
    Registros

    7. Entrenamiento En Respuesta
    Alternativa

    8. Relajación Y
    Visualización

    9.
    Resultados

    10.
    Conclusiones

    11.
    Bibliografía

    1. Introducción

    La tricotilomanía esencialmente es el
    arrancamiento del cabello con perdida abundante y no debido a
    algún tipo de enfermedad médica. Aunque la parte
    más afectada es la cabeza, no tiene que ser solo ella,
    sino que puede abarcar diferentes partes del cuerpo, desde las
    cejas, pestañas, axilas, hasta el pubis. Cuando es en la
    cabeza se suele situar, sobre todo en zonas temporales, frontales
    y parietales combinadas.

    En los niños las zonas de calvicie se reparten al
    no estar tan enraizado el problema y darles menos vergüenza.
    En los adultos se esconden y se arranca el pelo en zonas
    más difíciles de descubrir por personas ajenas
    (Orange y cols., 1986; en García y Mazaira,
    1997).

    La tricotilomanía está considerada como un
    trastorno del control de los
    impulsos (DSM-IV).

    La clarificación de su clasificación sigue
    siendo puesta en duda al estar relacionada con el TOC, en
    familiares de primer grado de personas con
    tricotilomanía.

    El arrancamiento del pelo, normalmente va precedido de
    tensión con urgencia de llevar a cabo el ritual y
    después de hacerlo se acompaña de una
    sensación de alivio momentánea. Con respecto a la
    distribución por sexos, predomina
    más en mujeres.

    Azrin y Nunn, (1987), estiman en más de 8
    millones de afectados.

    El inicio del trastorno se da mayormente en la infancia y
    adolescencia,
    siendo el número de niños afectados superior al de
    adultos.

    El diagnóstico suele hacerse en función
    de las zonas calvas y descartando enfermedades
    dermatológicas como la alopecia areata o la calvicie
    común.

    La mayoría de los tricotilómanos se creen
    que son los únicos que padecen el trastorno.

    No pueden dejar de arrancarse el pelo ni tampoco saber
    porque lo hacen.

    La ligera molestia que resulta del arrancamiento se
    convierte en sensación de alivio, relax y confort cuando
    se ha hecho.

    El proceso es
    ritualista , desde los que se lo arrancan y se lo llevan a la
    boca, hasta los que juegan con el haciendo bolitas y
    lanzándolo o volviéndolo a romper en trozos
    más pequeños o también el hacer un
    montón para luego recogerlos y tirarlos por miedo a que
    los vean y les den algún tipo de reprimenda.

    A veces es frecuente que el trastorno vaya asociado a
    otros como la ansiedad o la depresión,
    la comorbilidad es alta.

    Es frecuente que vaya asociado con el morderse las
    uñas.

    Los inicios tempranos de la tricotilomanía se dan
    entre los 3-6 años, suelen derivarse de un evento
    estresante de carácter vital y como reacción a
    el.

    Suele cronificarse, pese a las intervenciones
    terapéuticas.

    2.
    Método

    3. Sujeto

    Varón de 43 años, casado, maestro de
    profesión y psicólogo, con estabilidad
    económica, que vive con su familia compuesta
    por su pareja y tres hijos de 16, 14 y 12 años
    respectivamente.

    Busco solucionar el problema, después de llevar
    con el, aproximadamente 40 años.

    En momentos de estrés o
    tensión (aurosal) y como vía de escape utilizo el
    arrancamiento del cabello como forma de superar dicha ansiedad
    con el confort y el alivio que conlleva.

    Ha habido un fracaso contínuo y repetido en
    resistir dicho impulso, llegando a pérdidas notables de
    pelo con calvas abundantes y repartidas por la cabeza.

    La consecuencia que obtenía de alivio y
    gratificación después de arrancarme el cabello era
    uno de los refuerzos que mantenían el problema.

    No he tenido ninguna enfermedad médica que
    pudiera tener relación. Siempre he tenido un pelo bastante
    bonito.

    El problema ya a los 43 años me causaba un
    malestar general que no podía aguantar más tiempo.

    Me lo arrancaba delante de mis amigos, mis hijos, mi
    mujer, mi
    familia y no
    podía seguir así.

    El problema surgió, según fuentes
    familiares más cercanas, aproximadamente entre los 3-6
    años, en el parvulario.

    Fue a los dos años de tener el problema cuando
    comenzaron a darse cuenta del problema con una atención
    que en principio estaba dentro de lo normal, pero que luego
    conforme avanzaba el tiempo era
    desmedida.

    Se agrava en la infancia. Toda
    la familia
    venía a ver las calvas, donde estaban y que

    extensión tenían.

    Mi madre, al no saber que hacer, recurrió a todo
    tipo de artilugios.

    A la edad de entre 8-12 años, iba muchas veces al
    colegio con los dedos cubiertos de esparadrapo, para que no me
    pudiera tirar.

    Pero el truco que yo tenia tardó en descubrirlo,
    puesto que me liaba los dedos de la mano izquierda porque con la
    derecha tenía que escribir.

    Así que yo empeñado en seguir, dejaba el
    bolígrafo o el lápiz que tenía en la mano
    derecha, y a la labor, tira que tira.

    Poco a poco las medidas para solucionar el problema
    fueron variando, a cual de ellas mas original, como la consabida
    gorra en la que por dentro metía los dedos y tiraba; hasta
    la de pintarme de negro las calvas para disimularlas.

    Tarde o temprano tenía que llegar la medida
    más frustrante, por la cual sería la burla de los
    amigos, familiares, barrio, y pueblo. El sufrimiento era
    terrible.

    Cuando me pelaban al cero, y al ver la cara de
    satisfacción del peluquero, imaginaba como estaría
    él con el mismo pelao.

    Cuando salía de la peluquería no
    sabía donde meterme o esconderme, sobre todo al ver la
    amplia sonrisa del peluquero Joaquín cuando espolsaba el
    delantal para que cayeran los pelos al suelo, porque en
    mi cabeza ya no quedaba ninguno.

    Me iba a casa y estaba toda la tarde o el día sin
    salir porque me daba mucha vergüenza.

    Para motes había de los más variados: el
    calvi, el calvo, el pelao, el tres pelos, el calvuri, el
    calvuria…, de muchos ya no me acuerdo, pero podría haber
    llenado páginas y páginas.

    Y nadie sabía en aquella época
    (años 60-70) que además del peluquero, las gorras,
    el tiznado de las calvas o el esparadrapo existían
    técnicas conductistas efectivas para eliminar el problema,
    como la práctica masiva, la autobservación, el
    autorregistro, la extinción, el refuerzo de conductas
    incompatibles, el refuerzo de otras conductas etc.

    Lo que salvó mi equilibrio fue
    la exposición a que me sometió mi madre, me
    obligaba a salir a la calle y a no quedarme encerrado en casa, y
    me obligaba fuese como fuese, por las buenas o por la
    malas.

    Con el tiempo al hacerme mayor, me casé, tuve
    hijos pero el problema no disminuyó.

    A los treinta años, me propuse buscar ayuda
    profesional y encontré por suerte un psicólogo
    competente y preparado.

    Su línea de trabajo estaba dentro del modelo
    psicodinámico o mejor el humanista, bastó con dos
    sesiones, mi motivación
    y un curso de fin de semana (Análisis Transaccional) en donde me
    aplicó la técnica guestáltica de las sillas
    calientes y el consabido insight , para darme cuenta donde
    radicaba el problema.

    Mi madre sufrió un estrés
    postraumático, después del accidente laboral de mi
    padre, en ese momento tenia yo seis meses.

    Me separaron de ella durante un tiempo breve y me
    llevaron con otra mujer para que
    siguiera tomando el pecho.

    Mi reacción ante tal evento estresante fue seguir
    tirando y tirando porque en el fondo era una salida de alivio
    ante tanta tensión.

    Me crié como hijo único pero con mucha
    calle y con unos abuelos que al igual que mi madre me quisieron
    mucho y rodeado de un apoyo social como era la familia de
    mi padre.

    Después de acabar los cursos de
    Análisis Transaccional, decidí
    matricularme en la universidad, en
    psicología.

    Al acabar la licenciatura en psicología me di
    cuenta que un buen profesional es antes que un modelo
    psicológico. No con esto quiero justificar que la
    psicología se libere del carácter
    científico, sino que la preparación del terapeuta
    es muy importante.

    Hubo una remisión importante que duró diez
    años y que pensaba que había eliminado el problema
    para siempre. Pero no, este volvió de nuevo,
    ¿cuándo?, pues unido a lo que se ha denominado en
    llamar ,el síndrome del cuidador de personas con demencias
    seniles.

    Al terminar en la universidad
    (1994), tuve que hacerme cargo de mi madre como hijo único
    que era, y atenderla en su enfermedad de Alzheimer.

    A los pocos años se desencadenó de nuevo
    el problema.

    Mi madre tras la enfermedad que ha durado diez
    años, falleció.

    Actualmente lo estoy superando y es cuando me he tenido
    que enfrentar al problema.

    En estos diez años han pasado muchas cosas. Vamos
    a analizarlas.

    Al hacer un análisis nos damos cuenta de lo
    siguiente:

    Vv de estímulos antecedentes.

    Las variables (VV)
    que anteceden al problema es importante controlarlas. Las
    situaciones, personas o actividades que estimulaban el
    hábito eran SIEMPRE:

    Cuando estoy nervioso, mirando la tv, mientras leo y
    estudio, trabajando en un escritorio, sentado en el sofá,
    de pie, al hablar por teléfono o simplemente cuando estoy
    aburrido.

    La valoración de SIEMPRE, nos delimita el alcance
    de la intensidad, la duración y la frecuencia.

    Estas situaciones, servían de señal para
    tirarme del pelo.

    Unas más que otras, por ejemplo, es más
    frecuente al hablar por teléfono, más
    intenso al contemplar un interesante partido de futbol y
    duraba más cuando estaba sentado en el sofá
    viendo la tv.

    VV Del Organismo.

    Las VV biológicas no influyen en la conducta
    problema, tanto las pasadas como las presentes. No he tenido
    problemas de
    salud ni tampoco
    he tomado drogas, ni he
    tenido ningún tipo de deprivación. Tampoco creo
    recordar haber tomado ningún tipo de fármacos para
    solucionar el problema , a excepción de vitaminas para
    que me saliera el pelo más fuerte y me doliera más
    al arrancármelo y … por tanto dejara de
    hacerlo.

    Vv de estímulos consecuentes.

    La evitación y el escape (actuando como
    refuerzo negativo) han sido el pan de cada día. Los
    intentos repetidos y los planes propuestos para dejar de hacerlo
    se han repetido una y otra vez, marcados con escasos
    resultados.

    El corte de pelo al cero muchas veces repetido, las
    burlas de los amigos, de los adultos, y los esparadrapos en los
    dedos, han actuado como castigo, pero al aprender a
    evitarlo con estratagemas diversas no han disminuido la
    frecuencia de arrancamiento sino que la han empeorado
    convirtiéndose en escape y evitación de dichos
    castigos. Otra de las causas que han mantenido el problema ha
    sido la continua atención, diría yo que desmesurada
    hacia el problema.

    Se ha reforzado positivamente hasta casi la
    extenuación. Cada vez que tenía la mano en la
    cabeza, antes de averiguar porque era, ya se oía la
    canción:

    déjate la cabeza, ya te estas tirando, siempre
    estas igual, me estas poniendo nerviosa, déjate el pelo,
    ya está bien…,

    Además y según el estado de
    ánimo de la otra persona con menor
    o mayor volumen; cuando a
    lo mejor era porque me picaba y tenía todo el derecho del
    mundo a rascarme.

    Ahora con el tiempo y con la aplicación del
    tratamiento me he dado cuenta que tenían razón que
    no debía de llevarme la mano a la cabeza puesto que es un
    movimiento
    asociado y es el fundamental, ya que hay que controlarlo, pero no
    con una inadecuada atención.

    La extinción como se ve ha brillado
    siempre por su ausencia y no digamos el refuerzo a otras
    conductas o a conductas incompatibles.

    4.
    Procedimiento

    5.
    Autoregistros

    La razón fundamental que me ha llevado a desear
    eliminar el hábito, ha sido la falta de autocontrol,
    puesto que siempre me he dicho que con entrenamiento se
    consiguen hasta las cosas mas difíciles pero
    …¿por qué no con esto?

    Ya de adulto me preocupaba porque me daba vergüenza
    dar la espalda a personas que sabían de mi problema y que
    se podían fijar en las zonas calvas de mi
    cabeza.

    Últimamente las personas que he evitado por que
    podían haber criticado mi hábito, han sido mi
    mujer, mi madre, mi tía y algún amigo.

    Los esfuerzos que he hecho por evitarlo han sido porque
    me preocupaba mucho la posibilidad de que mis hijos me imitaran;
    este deseo ha funcionado como motivación
    intrínseca y como reto, nunca como amenaza.

    Se estableció una recogida de datos que nos
    diera la línea base (LB), que ayudara a establecer y
    delimitar el problema.

    La variable dependiente fue el número de pelos
    arrancados por semana.

    Los pelos arrancados se guardaban en una cajita, y se
    contaban al final del día.

    En la semana que se estableció para la LB, se
    contabilizaron setenta y un pelos. Esta autobservación y
    registro
    seguiría durante todo el tratamiento.

    b)Hipótesis

    El análisis funcional nos delimita los
    antecedentes y consecuentes de la conducta
    problema.

    El aprendizaje
    consciente de la ocurrencia del hábito puede ser eliminado
    mediante la interrupción de sus movimientos asociados y su
    secuencialización automatizada, estableciendo un respuesta
    física
    incompatible y controlando las contingencias que lo
    mantienen.

    c)Tratamiento

    6. Autobservación Y
    Registros

    Con la autobservación y registros se
    continúa como en la evaluación, es decir se registra
    semanalmente el número de pelos arrancados y se van
    estableciendo más específicamente las situaciones y
    lugares en donde aumenta o disminuye la conducta
    problema.

    Entrenamiento en hacer consciente el
    hábito:

    Descripción de respuesta, identificación
    de precursores e identificación de lugares y situaciones
    de riesgo.

    Se siguió en un entrenamiento en
    hacer consciente el hábito, para ello se hizo una
    descripción de la respuesta, que consistió en
    describir delante del espejo las diversas maneras en que realizo
    mi hábito.

    Dirigía la mano a la cara, de donde pasaba a la
    cabeza alisando o desenredando el cabello, seguidamente pasaba a
    rizarlo y hacer bolas, pasaba los dedos por entre medio de los
    pelos liados y obstruídos es decir entre las hebras; una
    vez hecho esto tiraba y arrancaba, para después hacer una
    bolita y volverla a romper en trozos pequeños.
    Después la tiraba al suelo. Cuando
    habían muchas bolitas en el suelo las recogía ,
    aunque no siempre, y el juego empezaba
    de nuevo. La secuencia quedaba de la siguiente forma:

    Las diversas maneras en que realizo mi habito
    son:

    1.- Dirijo la mano a la cara.

    2.- Paso la mano a la cabeza y aliso el cabello o
    desenredo el pelo rizado.

    3.- Empiezo a rizarlo y a hacer bolas.

    4.- Paso los dedos por entre medio de los pelos liados y
    obstruidos (entre las hebras).

    5.- Tiro y arranco.

    6.- Hago una bola o lo vuelvo a romper en trozos
    más pequeños.

    7.- La tiro al suelo.

    8.- Cuando hay muchos en el suelo, los recojo para que
    no lo vean y vuelta al principio.

    Dentro del entrenamiento en hacer consciente el
    hábito, pasé a identificar los precursores precoces
    de respuesta (García y Mazaira, 1997); los movimientos
    asociados o como llaman Azrin y Nunn, (1987) hábitos
    secundarios. Eran los siguientes:

    Identifica y relaciona los gestos asociados que preceden
    a cada episodio del habito.

    *Movimientos de tocarse la cara:

    –Frotarse el mentón.

    –Apoyar el mentón o la cabeza en la
    mano.

    –Empujar el cabello hacia atrás.

    –Rascarse el rostro, la nariz o el pelo cuando
    pica.

    –Acariciarse el cuello o la
    mandíbula.

    –Poner en su sitio los cabellos desviados.

    –Apoyar la cabeza en la mano cuando se escribe o se
    lee.

    –Alisarse el cabello con la palma.

    Las situaciones y lugares de riesgo más
    frecuentes donde ocurría el hábito eran:

    Situaciones,Actividades Y Personas Que Estimulan El
    Habito.

     

    Siempre

    Casi siempre

    Raras veces

    Nunca

    1.Cuando estoy nervioso.

    x

     

     

     

    2.Mientras miro la tv.

    X

     

     

     

    3.Mientras leo.

    X

     

     

     

    4.Mientras estudio.

    X

     

     

     

    5.Cuando estoy a solas.

     

    X

     

     

    6.Trabajando ante un escritorio.

    X

     

     

     

    7. Conduciendo un coche.

    X

     

     

     

    8.Viajando en un vehículo como
    pasajero.

     

    X

     

     

    9.Cuando asisto a conferencias.

     

    X

     

     

    10.Sentado en un sofá o un sillón
    con brazos.

    X

     

     

     

    11.A la hora de comer.

     

     

    X

     

    12.Hablando con amigos.

     

     

    X

     

    13.Hablando con desconocidos.

     

     

    X

     

    14.En la sala de estar.

    X

     

     

     

    15. En el dormitorio.

     

    X

     

     

    16. En la cocina.

     

     

    X

     

    17. Cuando estoy de pie.

    X

     

     

     

    18. Cuando camino.

     

     

    X

     

    19. Cuando hablo por teléfono.

    X

     

     

     

    20. Cuando estoy aburrido.

    X

     

     

     

    21. Cuando estoy fatigado.

     

     

    X

     

    22.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    En resumen las situaciones más importantes eran
    las siguientes:

    Situaciones Sensibles Al Habito De Tirarse Del
    Cabello

    —Al leer un libro.

    —al estudiar.

    —viendo la tv.

    —hablando por telefono.

    —conduciendo un coche.

    —viajando en el asiento del
    compañero.

    —viajando en autobus.

    — " " tren.

    —en general, en epoca de examenes.

    —comiendo.

    —al rascarme.

    Han habido situaciones que se han evitado, por
    ejemplo:

    Situaciones Generales Sensibles Al Habito Que Se Han
    Evitado

    —Ofrecerse como voluntario para hacer comentarios en
    clase.

    —Levantarse para hablar ante un grupo.

    Se dieron una serie de variables que
    hicieron posible que el problema se hiciera más consciente
    y por tanto aumentara la
    motivación para el cambio, entre
    ellas estaban las personas que claramente evitaba, y las
    situaciones en que mi hábito se hacía más
    evidente, de ahí que estableciera unas razones para desear
    eliminar el hábito así como realizara unos
    esfuerzos para evitarlo, y que a continuación se
    describen:

    Razones Para Desear Eliminar Los Habitos
    Nerviosos

    –Evito ser el centro de atención.

    –Los tratamiento a los que me he sometido , como el de
    Análisis Transaccional no han

    sido del todo efectivos. Las técnicas utilizadas
    como la de las sillas calientes obtuvieron resultados positivos,
    como la total eliminación que ha durado diez años.
    La recaída se produjo por una situación de
    estrés.

    –Me siento que no me domino a mismo.

    –A menudo los niños se me quedan
    mirando.

    –Parezco raro.

    Las situaciones en las que se ha hecho evidente mi
    habito,han sido:

    –no dar la espalda a personas que se puedan fijar en
    las zonas con calvas.

    Las personas que he evitado por que podrian haber
    criticado mi habito son:

    –mi tía , mi mujer, algún amigo, mi
    madre.

    –los esfuerzos hechos por evitar el habito han
    sido:

    –A veces empiezo a mentir para explicar a alguien por
    que tengo el hábito.

    –Me preocupa que mis hijos me imiten.

    –Mi esposa y mi madre quieren que deje el
    hábito.

    –Llevar gorra.

    c)TRATAMIENTO

    Partes: 1, 2

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