Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

Comentario de Gálatas (página 6)




Enviado por jaimemontoya



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

(5:12)

La circuncisión había sido dada a Abraham
como señal de la alianza por Dios otorgada al patriarca.
Por esta señal hecha en la carne quedaba la persona
incorporado al pueblo de Abraham y a las promesas divinas. Los
profetas comienzan a explicarlo al hablar de la
circuncisión del corazón y
de los oídos, que es la obediencia a Dios y a Su Palabra.
Los judíos
hacían extremado aprecio de este rito, que implicaba la
obligación de todos los preceptos de la Ley. Pablo,
cansado ya de tanto oír hablar de circuncisión y
quizá recordando las costumbres de los sacerdotes de
Cibeles, que se mutilaban, pronuncia estas palabras de desahogo:
¡Que se castren! Obviamente castrar significa extirpar o
inutilizar los testículos
y el pene de un hombre o de un
animal macho.

El verbo "mutilar" se encuentra dos veces en la Biblia:
Gálatas 5:12 y Filipenses 3:2. En ambas ocasiones se
utiliza refiriéndose a los legalistas que insistían
en situar a los cristianos procedentes de la gentilidad sobre el
terreno de la Ley, sin la cual, según ellos, no era
posible la salvación. Pablo se dirige duramente contra
aquellos que añadían a la obra consumada de Cristo,
que se recibía por la sola fe, sin nada más como
condición adicional. Por ello lanza los duros ataques
contenidos, por cuanto la pretensión de la necesidad de la
circuncisión para salvación desvirtuaba la obra
salvadora de Cristo y abría el camino para tendencias
terriblemente perjudiciales y obviamente contrarias a la sana
doctrina.

El fundamento de todo es el amor
(Gálatas 5:13-15)

(5:13)

El llamamiento de Dios fue para que el creyente saliera
de la esclavitud de la
Ley y recibiera la libertad en
Cristo Jesús. Ahora bien, Pablo exhorta y advierte que esa
libertad en Jesucristo no es licencia para pecar. El llamado de
Dios para Sus hijos es siempre a la santidad (2 Corintios 7:1;
Efesios 4:24; 1 Tesalonicenses 3:13; Hebreos 12:10,14). Hay un
detalle muy importante que debe comprenderse bien. El hecho de
haber sido liberados de la esclavitud de la Ley no significa que
se deba hacer todo lo contrario a los Mandamientos y actuar en
oposición literal a los principios
expuestos en el Pentateuco o los escritos de Moisés. Hay
verdades espirituales que representan el carácter de Dios y el deseo que Él
tiene para sus seguidores, y eso nunca va a cambiar. Por ejemplo,
el mandamiento "No tendrás dioses ajenos delante de
mí."
, que aparece en Éxodo 20:3, es algo que
debe obedecerse en la actualidad tanto como debía hacerse
en el Antiguo Testamento, pues el deseo de Dios es que toda Su
creación le entregue la adoración exclusivamente a
Él. De la misma manera, no matar, no adulterar, no hurtar,
no hablar contra el prójimo falso testimonio, etc.; son
mandatos que deben obedecerse. La diferencia está en que
no se obedece PARA salvarse, SINO COMO FRUTO de esa
salvación ya recibida por gracia. Ahora bien, hay muchas
cosas del Antiguo Testamento que los cristianos no tienen que
seguir practicando. Tal es el caso de la circuncisión.
Tampoco Dios quiere que se sigan ofreciendo animales en
sacrificio (porque Jesucristo es el sacrificio perfecto y es
suficiente). Pero si alguien se circuncida, está obligado
a cumplir la Ley completa, incluyendo cada detalle, y eso es
sencillamente imposible para los seres humanos, como se ha
demostrado durante las generaciones de israelitas desde tiempos
de Moisés hasta la venida de Cristo.

La advertencia queda muy clara. Si un cristiano comienza
a cometer pecados poniendo como excusa que ya no se debe estar
sujetos a la Ley, eso sería pura hipocresía y a la
vez sería engañarse a sí mismo, pues a Dios
no se puede engañar. Más terrible aun, el que tal
hiciere, debería mejor examinar si es un cristiano nacido
de nuevo, o si simplemente tiene el título de "cristiano",
pero que Cristo no habita verdaderamente el su interior. Este es
un tema delicado, y lo mejor es que todo cristiano asuma su
responsabilidad y llamado a la santidad, sabiendo
que Dios aborrece el pecado, y que aunque ama al pecador, Dios no
permitirá que un cristiano juegue con el pecado sin que
nada suceda. En el mejor de los casos, Dios disciplina al
que ama y al que toma por hijo (Hebreos 12:5), pero en el peor de
los casos, el que tal hace, quizá nunca nació de
nuevo y nunca fue hijo de Dios, a pesar de haberse hecho llamar
"cristiano" (Mateo 7:21-23). Si alguien comienza a pecar
repetidamente con la excusa que ya no es esclavo de la Ley de
Moisés, resulta que aunque no fuera esclavo de la Ley,
sería entonces esclavo del pecado. Dios ofrece libertad
plena y quiere liberar a la humanidad de cualquier tipo de
esclavitud, ya sea de ser esclavos de la Ley o de ser esclavos
del pecado.

Pablo habla también del servicio mutuo
en amor. La
comunión de los cristianos debía basarse en el
aspecto más importante y fundamental del cristianismo:
EL AMOR.

(5:14)

Pablo no está inventando una nueva doctrina.
Jesucristo, en Mateo 22:36-40 enseñó que el
fundamento de la Ley y lo más importante para Dios es y ha
sido siempre EL AMOR. Moisés había escrito que se
debía amar a Dios con todo el corazón, el alma y las
fuerzas (Deuteronomio 6:5), y que también se debía
amar al prójimo como a uno mismo (Levítico 19:18).
El evangelio cambia la opresiva sumisión al legalismo por
la más alta sumisión al amor.

(5:15)

Pablo advierte que si no demuestran el amor de Dios en
sus relaciones mutuas como hermanos en Cristo, terminarán
destruyéndose completamente. La comunidad
cristiana tenía que ser ejemplo de verdadero amor. Esta es
una exhortación que Pablo les hace. Si no vivían
basados en el amor, terminarían en enemistades, divisiones
y destruyendo la obra que Dios estaba levantando entre
ellos.

Las obras de la carne y el fruto del Espíritu
Santo (Gálatas 5:16-26)

(5:16)

Es una realidad que los cristianos pueden ser de dos
clases: cristianos carnales o cristianos espirituales. Un ejemplo
de cristianos carnales era la iglesia de
Corinto. Al leer las cartas de Pablo a
los corintios se muestra que los
creyentes de esta región no habían alcanzado la
madurez y firmeza espiritual que Dios quería ver en ellos.
A pesar de haber tenido suficiente tiempo para
haber crecido en su vida cristiana, continuaban siendo carnales e
inmaduros. Esto se muestra en lo que el apóstol les
escribe en 1 Corintios 3:1-3: "De manera que yo, hermanos, no
pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a
niños
en Cristo. Os di a beber leche, y no
vianda; porque aún no erais capaces, ni sois capaces
todavía, porque aún sois carnales; pues habiendo
entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois
carnales, y andáis como hombres?"
Cuando una persona
se arrepiente de sus pecados y le entrega sinceramente su
corazón y su vida a Jesucristo, se da un nuevo nacimiento,
tal como Jesús se lo enseñó a Nicodemo en el
capítulo 3 de Juan, y es en ese momento que se inaugura o
comienza la vida cristiana.

(5:17)

Los cristianos tienen dos naturalezas: la vieja naturaleza
(viejo hombre) y la nueva naturaleza (nuevo hombre). Los
cristianos carnales se encuentran actuando bajo la influencia de
su vieja naturaleza o su viejo hombre. Los cristianos
espirituales son aquellos que permiten que sus vidas sean
dirigidas plenamente por el Espíritu Santo. Esto lo
explica Pablo en Colosenses 3:9-10. Andar conforme a la carne es
seguir los deseos de la vida vieja. Andar conforme al
Espíritu es dejarse guiar por el Espíritu Santa,
para vivir de una forma que sea agradable a Dios. La
exhortación de Pablo es directa y clara, presentando la
vida en el Espíritu como una responsabilidad de todo
cristiano y no como una simple opción. La oposición
entre estas dos naturalezas puede compararse con la
oposición entre la luz y las
tinieblas. Nunca puede mezclarse la una con la otra. Diariamente
y a cada segundo se libra una batalla en cada creyente entre su
nueva naturaleza y la vieja naturaleza. Es responsabilidad de
cada cristiano alimentar la vida espiritual mediante la
oración, lectura
bíblica y obediencia a Dios, para estar firmes ante las
tentaciones de Satanás, quien pretende hacer reinar la
vieja naturaleza en la vida de los cristianos.

Es interesante ver cómo el pecado (lo que
disfruta hacer la vieja naturaleza) no es algo aborrecible para
el cristiano, sino que es algo que por naturaleza a los humanos
les gusta. Esto significa que los cristianos no son inmunes al
pecado y que al igual que los no cristianos, un creyente disfruta
de las pasiones pecaminosas. No es sorpresa que muchos cristianos
hayan caído en las más bajas pasiones y pecados.
Esto es el resultado de descuidar la vida espiritual y de
contristar al Espíritu Santo (Efesios 4:30). El cristiano
debe estar conciente que las tentaciones siempre están
ahí porque la vieja naturaleza sigue ahí, aunque
depende de cada cristiano el alimentar la nueva naturaleza, o
alimentar la vieja naturaleza. El deseo de Dios es evidente. El
corazón contaminado del hombre se muestra desde los
primeros tiempos de la humanidad, aun antes del diluvio, como
aparece en Génesis 6:5: "Y vio Jehová que la
maldad de los hombres era mucha en la tierra, y
que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos
era de continuo solamente el mal."
Si los cristianos hicieran
lo que desean hacer, cometerían pecados a cada segundo.
Sin embargo, gracias a la vida espiritual, Dios da la fortaleza
para que el cristiano resista a las tentaciones y no haga su
propia voluntad o lo que su carne desea, sino que en logar de
eso, que cada creyente haga la voluntad de Dios.

(5:18)

Estar bajo la libertad del Espíritu Santo es
sinónimo de no estar bajo la esclavitud de la Ley. Nunca
debe pensarse que estar bajo la libertad de la Ley es tener
libertad para pecar, como ya se explicó anteriormente. Los
que son guiados por el Espíritu Santo son libres y al
mismo tiempo hijos de Dios (Romanos 8:14). Al ser dirigidos por
el Espíritu Santo, los cristianos hacen muchas de las
cosas que demanda la Ley
(amar a Dios, amar al prójimo, no matar, no adulterar, no
hurtar, etc.) pero ya no lo hacen con el afán de someterse
a la Ley, sino que lo hacen como fruto de una vida nueva y
renovada dispuesta a obedecer a Dios con sinceridad. Los que son
guiados por el Espíritu Santo son plenamente libres en
Jesucristo.

(5:19)

Las obras de la carne o los frutos que produce la
naturaleza carnal y pecaminosa de los seres humanos son
evidentes, manifiestos y reconocibles con claridad. Pablo
presenta un listado de frutos de la carne, en contraste u
oposición a los frutos del Espíritu. Se hará
un análisis de cada uno de los frutos
mencionados por Pablo (tanto los de la carne como los del
Espíritu).

El adulterio y la
fornicación mencionados acá son traducidos en
algunas versiones como una sola cosa al decir "inmoralidad
sexual"
o "impureza sexual". La palabra griega usada
en este versículo es porneiva, cuyo significado es
"prostitución, fornicación,
inmoralidad sexual, unión carnal ilegítima o
incesto". Esta palabra bien puede traducirse como
fornicación o como adulterio, pues el adulterio puede
entenderse como unión carnal ilegítima
(además del adulterio que se puede cometer con el pensamiento,
como Jesús lo explicó en Mateo 5:28). Algunas
traducciones sólo mencionan la fornicación, y
omiten adulterio en la traducción de este versículo de
Gálatas 5:19. Otros, como se dijo anteriormente, traducen
porneiva como inmoralidad o impureza sexual, con lo cual incluyen
tanto la fornicación como el adulterio. Si se traduce
literalmente, sólo debiera aparecer la palabra
fornicación ahí, pero obviamente Pablo hace ver que
las inmoralidades sexuales son frutos de la carne, y eso incluye
el adulterio. Fue el Textus Receptus, siguiendo manuscritos
más tardíos, el que añade la palabra
"adulterio" en este versículo.

Para tener una mejor ubicación cronológica
de cuándo aproximadamente sucedió esto en la
historia, es
necesario tener presente que el Textus Receptus (frase de origen
latín que se traduce al español
como "Texto
Recibido") es el nombre dado al primer texto en lenguaje
griego del Nuevo Testamento que fue impreso por máquinas
de imprenta
(cuando se inventó la imprenta, alrededor del año
1517). Actualmente se diferencia claramente la fornicación
del adulterio, y ya no se tiene que hacer referencia a estos
pecados en una forma tan general como lo es decir simplemente
"inmoralidad sexual". Se entiende por "adulterio" la
unión ilícita entre una persona casada y otra que
no sea su cónyuge legal, y de este modo resulta incluso
más grave que la fornicación, que es una
unión entre personas sin compromiso matrimonial, aunque
claro está que siempre es ilícito ante Dios tener
relaciones sexuales antes del matrimonio. Por
supuesto que esto de decir más grave o menos grave, se
dice en términos humanos, por lo que representa un
compromiso matrimonial. Sin embargo ante Dios pecado es pecado, y
no conviene estar clasificando los pecados en pequeños y
grandes. En verdad, todos los pecados son grandes, malos y
terribles. Cualquier pecado es capaz de mandar a una persona al
infierno, por lo que no se puede decir que hayan pecados
pequeños o "pecados blancos", como algunos quisieran
verlo. Cualquier ofensa a Dios es grave por haber sido el motivo
de que Jesucristo muriera y padeciera tanto. Muchas veces en la
Biblia se usa la palabra "fornicación" para
designar la idolatría, que es una ofensa que Dios aborrece
y por la cual Jehová envió muchos castigos,
según se lee con frecuencia en muchos pasajes del Antiguo
Testamento.

La inmundicia es sinónimo de impureza o contaminación. Igualmente la inmundicia se
relaciona con la suciedad, el desaseo o la falta de limpieza. La
corrupción
y contaminación o inmundicia son fruto de la carne. Por
ejemplo, puede deducirse que los endemoniados gadarenos
mencionados en Mateo 8:28, vivían en la inmundicia, llenos
de suciedad, malolientes, etc. La podredumbre,
contaminación, suciedad, etc. son el fruto de un mundo
corrompido y contaminado por el pecado (Génesis 3:17).
Así toda contaminación e inmundicia son producto o
fruto de la carne y no del Espíritu.

La lascivia es la traducción de la palabra griega
ajsevlgeia, que significa desenfreno o libertinaje. Jesucristo
denunció la lascivia como un pecado que nace dentro del
corazón de los hombres (Marcos 7:22). Un ejemplo claro de
lascivia son los homosexuales o los que tienen relaciones
sexuales con otro hombre. Ellos han caído en un perverso
desenfreno y libertinaje que es fruto directo del pecado y de la
naturaleza caída y corrompida del corazón del
hombre (Romanos 1:26-28; Efesios 4:19).

(5:20)

Es lamentable que la presencia de la idolatría
aparezca a lo largo de toda la Biblia, desde el Génesis
hasta Apocalipsis. Aunque es necesario comprender que la
idolatría puede incluir amar más a las personas o
cosas que a Dios, el sentido de la palabra idolatría se
relaciona de forma directa con tener dioses falsos y adorarlos,
como lo hicieron tantas civilizaciones y pueblos paganos que
existieron antes de Jesucristo, y como se ha hecho después
de Cristo, hasta llegar al tiempo presente. No cabe duda que la
idolatría es un pecado que Dios aborrece, condena y
reprueba completamente.

"hechicerías" es la traducción del
griego farmakeiva, cuya traducción es magia o hechizos.
Primeramente debe reconocerse que los poderes satánicos,
magia, hechicerías, brujería y ocultismo no son
fantasías para asustar a los niños. Todo esto ha
existido desde la antigüedad y sigue existiendo en la
actualidad. Mucho tiempo antes de Cristo, se muestra la presencia
de magos y hechiceros a los cuales acudían los faraones
egipcios (Génesis 41:8; Éxodo 7:11). Otro ejemplo
evidente de hechicería descrito en la Biblia se da en
tiempos del apóstol Pablo, donde se narra el caso de una
muchacha que tenía espíritu de adivinación
(Hechos 16:16). Actualmente también hay muchos que se
dedican a consultar demonios, invocar muertos, hacer pactos con
Satanás, etc. Todas esas son realidades que no se pueden
ignorar, y son al mismo tiempo cosas que Dios aborrece
profundamente.

"enemistades" proviene del griego e[cqrae[cqra.
El deseo de Dios es que la humanidad viva llena de amor y en
unidad, pero debido a los frutos de la naturaleza pecaminosa de
los seres humanos, existen las enemistades y divisiones, que
muchas veces no tienen como consecuencia únicamente el
distanciamiento y separación entre las personas, sino
también las guerras y
muchos pecados que se derivan de esto.

e[ri" es la palabra griega que se traduce como
"pleitos", y que también podría traducirse
como "discordia". Dios está en contra del divisionismo
entre las personas, y no es el deseo divino que el mundo
esté lleno de guerras y discordias. Los pleitos pueden ser
solamente verbales o pueden incluir agresiones físicas. En
general Dios quiere la unidad y no las discordias entre las
personas, que son Su creación.

"celos" se traduce del griego zh`lo", que
significa también "envidia". Normalmente los celos y
envidias dan lugar a contiendas y divisiones, lo cual desagrada a
Dios y es señal de vidas carnales (1 Corintios 3:3).
Aunque en este caso se están presentando los celos como
algo negativo y fruto de la carne, debe saberse que en algunas
ocasiones los celos son enfocados como una virtud, cuando se
aplica a celo por obedecer a Dios y por agradarle. No ser celosos
en ese sentido, sería sinónimo de ser
adúlteros, no cuidando de rendirle completamente la vida y
la obediencia exclusivamente a Dios. Algunos versículos en
los que el celo es presentado como virtud son: Juan 2:17; 2
Corintios 7:11; 9:2; 11:2. Muchísimos otros pasajes del
Nuevo Testamento presentan los celos como algo malo y fruto de la
carnalidad de los hombres. Es muy evidente el sentido que se le
dan a los celos en cada pasaje de la Biblia, de acuerdo al
contexto con el que se utiliza. Precisamente el décimo
mandamientos que Moisés entregó al pueblo
tenía relación con la envidia o los celos
pecaminosos (que son vistos como codiciar lo que pertenece a
otros): "No codiciarás la casa de tu prójimo, no
codiciarás la mujer de tu
prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su
asno, ni cosa alguna de tu prójimo."
(Éxodo
20:17). La persona espiritual se despoja de los celos y de la
envidia pecaminosa, y en lugar de eso, siente alegría al
ver la bendición que Dios da a los demás, pues al
amar al prójimo como a uno mismo, se agradece por las
bendiciones de los semejantes, en vez de codiciarlas y quererlas
arrebatar para uno mismo.

La palabra griega qumov" es la que origina la
traducción "iras" en este pasaje. El significado es
"ira, furia o rabia". Dios es soberano y Él sí
puede tener ira. De hecho, la tiene y la mostrará contra
Satanás, los demonios (ángeles caídos) y
contra todos los condenados que durante sus vidas no aceptaron el
regalo de salvación ofrecido por Dios, sino que
decididamente lo rechazaron (Romanos 2:8; Apocalipsis 14:10,19;
15:1,7; 16:1,19; 19:15). Al ser Dios santo y justo, la
manifestación de Su ira es asimismo propia y justa. Sin
embargo, las Escrituras también afirman que Dios es Dios
es "tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad"
(Éxodo 34:6; Números 14:18; Nehemías 9:17;
Salmos 86:15; 103:8; 145:8). En cuanto a la ira en los seres
humanos, debe saberse que cuando ésta se adueña del
hombre, es una manifestación de la naturaleza pecaminosa y
queda patente la desaprobación de Dios hacia ella y sus
efectos. Santiago 1:19-20 dice: "Por esto, mis amados
hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para
hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la
justicia de
Dios."
La ira, en el hombre, es
pecaminosa en cuanto es fruto de su naturaleza caída, de
su egoísmo. Por la ira, el hombre puede llegar a perder el
dominio
propio, cosa que Dios detesta. Muchos han llegado incluso a
asesinar por impulsos de ira, y a decir muchas cosas ofensivas y
dañinas de las que después se tienen que
arrepentir. El creyente es exhortado a ser sobrio (1
Tesalonicenses 5:6; Tito 1:8; 2:2,12; 1 Pedro 1:13; 4:7; 5:8), lo
cual implica evidentemente sobriedad en su manera de actuar, el
dominio de sus emociones, para
gloria de Dios. Debe tenerse cuidado con la interpretación de Efesios 4:26, que dice lo
siguiente: "Airaos, pero no pequéis; no se ponga
el sol sobre
vuestro enojo,".
Con ello Dios no está promoviendo la
ira en los cristianos, sino que está diciendo que aunque
el enojo puede asaltar al cristiano por un momento, no debe
dominarle. Hay situaciones que pueden provocar desagrado o enojo
en los creyentes, pero jamás debe esto ser motivo de
pecado, porque Dios no quiere que sus hijos pequen en
ningún momento.

"contiendas" proviene de la palabra griega
ejriqeiva, cuyo significado es "rivalidad o rebeldía".
Santiago 3:16 utiliza esta misma palabra, mostrando las
contiendas como un fruto de la carne o de la naturaleza
pecaminosa del hombre: "Porque donde hay celos y
contención, allí hay perturbación y toda
obra perversa."

dicostasiva es la palabra griega traducida como
"disensiones", y cuyo significado es "divisiones", siendo
como se en la Versión Popular por ejemplo. Hay un dicho
común que dice: "Divide y vencerás". Satanás
quiere causar división y enemistad, produciendo con eso
muchos otros pecados como la violencia,
insultos, agresiones, homicidios,
etc. En Juan 17, Jesucristo da a conocer Su deseo de unidad, lo
cual lamentablemente no se da muchas veces a causa de la
naturaleza pecaminosa que el hombre alimenta.

La palabra "herejías" se traduce del
griego ai{resi", que significa "secta, partido, división o
movimiento".
La carnalidad en el hombre da lugar a doctrinas falsas, que se
levantan como movimientos promotores de ideas contrarias a lo que
las Escrituras enseñan. Así es como se han formado
todas las religiones del mundo, como
sectas o movimientos religiosos que predican mentiras y cosas
totalmente opuestas al verdadero mensaje revelado por Dios en la
Biblia, que es Su Palabra.

(5:21)

fqonevw significa "envidia", y es la palabra de la que
se deriva "envidias" en este pasaje. El significado es muy
parecido al de la palabra "celos" que aparece en el
versículo anterior. Aparece siempre como un fruto de la
naturaleza carnal del hombre.

No cabe duda que los "homicidios" son fruto del
corazón pecaminoso del hombre. El primer homicidio de la
historia lo cometió Caín (Génesis 4:8),
quien ya llevaba la
contaminación del pecado en su sangre luego de
la caída de Adán y Eva. Los altos índices de
homicidios de las sociedades
actuales dan testimonio del corazón corrompido de los
hombres.

Las "borracheras" son vistas en la Biblia como
pecado y como fruto de la naturaleza caída del hombre. La
locura de este vicio es mostrada en las Escrituras en varias
ocasiones (Salmos 107:27; Isaías 19:14; 24:20; 28:7-8). En
Isaías 5:22 se condena la borrachera. La Biblia resalta
los males que de este pecado resultan (1 Samuel 25:36; 1 Reyes
16:9-10; 1 Reyes 20:16) y se muestra la ruina que de la
borrachera debe esperarse (1 Corintios 6:9-10). Dios advierte de
los peligros de este pecado y de sus consecuencias (Proverbios
20:1; 23:29-35).

"orgías" se traduce del griego kw`mo". El
significado es muy similar al de la palabra "lascivia", llevando
consigo depravación e inmoralidad. Una orgía, por
definición es un festín en que se come y bebe
inmoderadamente, y se cometen otros excesos. Esta palabra es
entendida también como una satisfacción viciosa de
apetitos o pasiones desenfrenados.

En la expresión "cosas semejantes a estas"
caben todos los pecados que no se mencionaron en el listado
anteriormente presentado por Pablo.

La última parte de este versículo ha
generado muchísimas polémicas doctrinales respecto
a la seguridad de la
salvación. Esta parte dice: "acerca de las cuales os
amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican
tales cosas no heredarán el reino de Dios."
Algunos
utilizan este versículo, junto con 1 Corintios 6:9-10,
para afirmar que un cristiano pierde la salvación si cae
en estos pecados. Sin embargo no se debe concluir apresuradamente
haciendo esa afirmación, porque de ser así se
estaría basando la salvación en las obras, y se
decretaría condenación sobre cada cristiano que en
determinado momento cae en algún pecado. Nadie puede negar
que a lo largo de los años, muchos cristianos han llegado
a caer en pecados tales como el adulterio, enemistades, pleitos,
celos, iras, contiendas, disensiones, etc. Esos pecados son
algunos de los que aparecen en el listado de frutos de la carne
de Gálatas 5:19-21. Si se dijera que cuando un cristiano
comete uno de esos pecados pierde su salvación, y que
luego la recupera al portarse bien, la salvación
llegaría a ser algo intermitente, que llega y se va
repetidamente, dependiendo de la conducta de la
persona. Con eso se estaría afirmando que la
salvación es por obras humanas, quitando el mérito
de Jesucristo, que compró por precio a los
Suyos. Por lo tanto, debe interpretarse con más cuidado la
frase "los que practican tales cosas no heredarán el
reino de Dios."
Debe analizarse con cuidado la palabra
"practican", que en otras versiones se traduce con el
verbo "hacen". Esa palabra implica que Pablo está
previniendo a aquellos que se involucran persistentemente en
tales pecados y rehúsan arrepentirse. Es peligroso ponerse
a juzgar quiénes son salvos y quiénes no lo son.
Sólo Dios conoce las profundidades del corazón del
hombre y Él es el único que puede conocer
plenamente si una persona es salva o no lo es.

Lo que sí debe tenerse mucho cuidado, es en
juzgar a un cristiano que ha caído en un pecado,
catalogándolo como condenado y con destino al infierno,
porque Dios se encargará de juzgar a cada cual y Dios sabe
cuando una persona es nacida de nuevo o no lo es. Los cristianos
pueden descuidar su vida espiritual, contristar al
Espíritu Santo (Efesios 4:30) y por lo tanto, caer en las
garras del pecado; pero Dios se encarga de castigar y restaurar a
los que son verdaderamente Sus hijos (Hebreos 12:6). Aunque no es
posible determinar a ciencia cierta
quiénes son salvos y quiénes no, sí debe
tenerse en cuenta que los frutos que un individuo da,
las palabras que salen de su boca, sus obras y todos estos
parámetros dan una idea que permite de alguna manera
identificar o hacerse una idea de quiénes tienen a Dios
viviendo en sus corazones y quiénes no. Sin embargo Dios
es el único en conocer las profundidades de los corazones
y sólo Él tiene la potestad de juzgar a cada uno y
determinar quienes se han de salvar y quienes se han de condenar.
La responsabilidad de cada uno es individual, y antes de querer
ministrar a otros o de opinar sobre la situación
espiritual de los demás, cada cual debe examinarse a
sí mismo. Si una persona permanece en el pecado, debe
examinar bien su corazón y sus caminos, arrepentirse y
asegurarse de haber entregado realmente el corazón a
Cristo, pues se puede dar el caso que una persona piense que Dios
vive en su corazón (de forma teórica o porque le
han dicho que así es), pero que en realidad esta persona
no haya nacido de nuevo. Cada uno debe examinarse a sí
mismo y asegurarse de tener una entrega verdadera a Jesucristo.
Uno de los parámetros que Jesús dio, son los
frutos.

El que tiene al Espíritu Santo morando en su
interior y permite que sea Dios quien le guíe, su vida y
los frutos que produzca esta persona darán testimonio de
su conversión (Mateo 7:20). El inconverso y la persona
separada de Dios, que ni siquiera goza de la nueva naturaleza que
Dios les da a quienes nacen de nuevo, ha de producir frutos de
pecado, como es lógico. Uno de estos pecados es el mismo
rechazo a Dios, al no quererle entregar la vida a Jesucristo. La
exhortación es a que cada uno se examine a sí
mismo, y a no juzgar a los demás, pues Dios es el
único que conoce profundamente cada corazón (Juan
2:25). "los que practican tales cosas no heredarán el
reino de Dios."
es una expresión que, al igual que 1
Corintios 6:9, se debe interpretar conjuntamente con toda la
Biblia, y no tomar aisladamente el versículo para sacar
una doctrina de un pasaje aislado de el contexto global que se
revela en todas las Escrituras. El Antiguo Testamento
enseña una y otra vez que el reino de Dios es un reino de
justicia (Salmos 45:6-7), y Jesús lo confirmó
(Mateo 6:33). Pablo declara que los injustos, de los cuales
procede a citar ejemplos, no heredarán el reino de Dios,
pensando en su futura consumación. Su objetivo es
advertir a los creyentes (para que no fueran engañados al
suponer que el estilo de vida
era algo relativo en el caso de los cristianos) que, si
persistían conscientemente en los males de los perversos,
debían examinarse a si mismos y si su conversión
había sido verdadera, o de lo contrario
enfrentarían el mismo destino de los perversos irredentos.
Como su intención era atraer la atención de los gálatas y ponerle
fin a cualquier engaño, Pablo no plantea la
cuestión de hasta qué punto esas prácticas
pueden conducir a los santos a transgredir el límite que
los convertiría en "desheredados" a los ojos de Dios, ni
saca conclusiones sobre el tema de los cristianos ya atrapados
por esos hábitos pecaminosos, pero que sinceramente
quieren librarse de ellos (Romanos 7:7-25). Las expresiones
"el reino de Dios" o "el reino de los cielos" son
usadas con gran frecuencia en las Escrituras con el significado
de paraíso, teocracia en
Israel, el reino
o gobierno de Dios
anunciado por los profetas, el reino ofrecido y rechazado en la
primera venida de Cristo, el reino de Dios escondido en los
corazones, el reino glorioso de Dios o el reino eterno. En este
pasaje se refiere a la vida eterna con el Dios Todopoderoso, que
lleva juntamente el regalo de la gracia y de la
justificación adquirida única y exclusivamente
mediante la gracia y el amor de Dios.

(5:22)

Aunque se utiliza una palabra singular ("fruto"),
se sabe que el Espíritu Santo produce más que un
solo fruto, pero se menciona uno por uno de forma individual. Es
en realidad un fruto solo e indivisible que proviene de Dios,
derivado en varios frutos (nueve que aparecen en el listado). Un
creyente espiritual se identifica por la presencia de todos estos
frutos en su vida. Esto es algo integral, es decir que no se
trata de tener algunos frutos y dejar de lado otros, o de
seleccionar los que más nos gustan o los que más
fácilmente somos capaces de practicar. El Espíritu
Santo produce TODOS estos frutos en el cristiano que se deja
dirigir por la obediencia a la Palabra de Dios. Estos no son
simples esfuerzos humanos para "hacer lo bueno". No son
únicamente buenas obras ni simples cualidades. Se trata
literalmente de frutos que son producto de la presencia del
Espíritu Santo habitando en el interior de un cristiano,
de un nacido de nuevo.

El amor, gozo y paz conciernen a la actitud hacia
Dios; la paciencia, benignidad y bondad tienen que ver con las
relaciones sociales; finalmente, la fe, mansedumbre y templanza
describen los principios que guían la conducta
cristiana.

"amor" es la traducción del griego
"ágape" (ajgavph), y es una palabra que aparece
muchísimas veces en el Nuevo Testamento. Se puede traducir
también como "caridad", que es como aparece en
algunas versiones de la Biblia. Los primeros cristianos emplearon
este término para referirse al amor especial por Dios y al
amor de Dios para con el hombre, al igual que el amor
auto-sacrificante que ellos creían todos debían
sentir hacia los demás. Como se mencionó, este amor
es también conocido como "caridad". En los primeros
tiempos del cristianismo también significaba una comida
común, de lo que ha derivado el significado actual:
comida, banquete (aunque este no es el significado que se le
está dando al amor como fruto del Espíritu Santo en
este pasaje de la Biblia). También significa el amor que
devora, que es la mejor forma de describir a "ágape", como
el amor que devora por ser universal, incondicional, capaz de
entregar todo sin recibir nada a cambio. Al
hablar de los tipos de amor, se ha llegado a hacer una diferencia
entre el amor eros y el amor ágape. El eros es un tipo de
amor que busca a Dios. Ese es el fundamento de la mayoría
de las religiones. Es
la razón para la existencia de templos y
santuarios.

Es una búsqueda noble en apariencia. Pero el
ágape es diferente: no es el hombre quien busca a Dios,
sino que es Dios quien busca al hombre. De forma general,
ágape es el término griego para describir un tipo
de amor incondicional y reflexivo, en el que el amante tiene en
cuenta sólo el bien del ser amado y no el propio. Filósofos griegos del tiempo de Platón
emplearon el término para designar el amor universal,
opuesto al amor personal, sea
amor a la verdad o a la humanidad. La vida de todo cristiano debe
fundamentarse en el amor porque Dios es amor (1 Juan 4:8,16). 1
Corintios 13 revela que el amor es la base y el fundamento de
todo en la vida cristiana. El amor lo más importante que
debe reflejarse en cada cristiano. De este fruto de derivan
muchos otros que siempre van en busca del beneficio del
prójimo y de obedecer y agradar a Dios en todo.

"gozo" proviene de la palabra griega carav, cuyo
significado es también "alegría". Siendo un
sentimiento proveniente directamente del Espíritu Santo,
el gozo es mucho más que una satisfacción,
contentamiento o alegría temporal por haber alcanzado algo
o por tener lo que se desea. La alegría del mundo es
pasajera y engañosa, mas el gozo de Dios es edificante y
llena de plenitud al corazón. El gozo es lo que el hombre
anhela y lo que únicamente lo encuentra en Dios, quien es
el Autor del gozo en el corazón de Sus hijos. Este don
tiene estrecha y perfecta relación con el amor.

eijrhvnh es la palabra griega que significa
"paz". Es el deseo de Dios que exista el amor y la unidad,
y es así como la paz, siendo el antónimo de los pleitos, disensiones,
divisiones y guerras; es uno de los frutos poderosos del
Espíritu Santo en el corazón del creyente. La paz
es lo que el hombre anhela en lo profundo de su corazón, y
que sólo se puede encontrar en Jesucristo. El pecado
produce tormento y turbación, pero Dios da la paz y la
libertad al hombre, tanto en su relación personal con el
Creador como también es un reflejo que se manifiesta en
las relaciones
interpersonales. Por ello todos los cristianos están
llamados a ser pacificadores.

"paciencia" es la traducción del griego
makroqumiva, que significa también "tolerancia". La
paciencia es una virtud de temperamento y es el resultado de
tener fe y confianza en que Dios tiene el control de todas
las cosas y que ha Su debido tiempo, dará respuesta a cada
situación y problema que pueda estar atravesando una
persona. Esto implica sufrir circunstancias adversas esperando,
pero de una manera voluntaria, y no por mera necesidad. Hay
muchas exhortaciones al cristiano para el ejercicio de esta
virtud, a fin de que el creyente pueda soportar sin murmuraciones
aquellas pruebas
ordenadas por e Señor, así como oposiciones,
injusticias y provocaciones que puedan caer sobre él por
causa del nombre de Cristo (Romanos 5:3-4; 8:25; 15:4;
Gálatas 5:22; Colosenses 1:11; 3:12; Tito 2:2; Hebreos
6:12; 10:36; Santiago 1:3-4; 5:7-8,10-11; 2 Pedro 1:6). La
paciencia no es pasividad, sino confianza en que Dios tiene el
control de todo y que a su debido tiempo traerá
solución y respuesta a cada situación y
circunstancia que se presente.

"benignidad" se traduce de la palabra griega
"chrestotes" (crhstovth"), que también significa
"bondad, afabilidad, bien, bondad moral,
integridad y bondad". Todo esto se refiere a benevolencia en la
acción,
dulzura de disposición, gentileza en el trato con otros,
afabilidad. La palabra describe la habilidad de actuar para el
bienestar de quienes abusan de su paciencia. El Espíritu
Santo borra la agresividad de carácter de quien
está bajo su control.

"agathosune" (Ajgaqwsuvnh) es la palabra griega
que en este pasaje se traduce como "bondad". El
significado es "rectitud de corazón y de vida, bondad".
Esto se refiere a beneficencia, benevolencia, virtud dispuesta
para la acción, una propensión abundante tanto para
desear como para hacer lo que es bueno, bondad intrínseca
que produce una generosidad y un estado de
ánimo semejante a la disposición de Dios.
Agathosune es una palabra rara que combina el ser bueno y
el hacer lo bueno. Básicamente es muy parecida a la
palabra "benignidad" que aparece anteriormente, siendo
"bondad" y "benignidad" palabras
sinónimas.

"fe" se traduce del griego pivsti", que significa
también puede significar y traducirse como "acción
de creer, confianza, fidelidad, prueba, buena conciencia y
doctrina". Esta palabra aparece muchísimas veces en las
Escrituras. La fe es un fruto del Espíritu Santo y siempre
tiene como base y fundamento lo que Dios ha revelado o prometido.
No se trata de un misterioso poder de
concentración que hace que las cosas sucedan, sino de
creer en que Dios ha de hacer lo que ha prometido de antemano. La
fe significa creer en que Dios cumplirá Su Palabra y cada
una de Sus promesas. No se debe confundir tampoco con la
esperanza o deseo de que algo suceda, porque en la fe hay
completa seguridad y no queda lugar para la duda. La fe no es una
opción para el cristiano, sino una necesidad y algo que no
puede faltar. Hebreos 11:6 dice: "Pero sin fe es imposible
agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan."

La misma salvación y justificación de cada creyente
ha sido gracias a la intervención de la fe, tal como
también sucedió inicialmente con Abraham
(Génesis 15:6). La salvación es claramente recibida
mediante la fe: "Porque por gracia sois salvos por medio de la
fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras,
para que nadie se gloríe."
(Efesios 2:8-9). El
Espíritu Santo produce este precioso fruto en el creyente
para que éste se mantenga siempre firme y confiado en
Dios. La mejor definición de fe es encontrada en Hebreos
11:1: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve."

(5:23)

"praotes" (prau>vth") es la palabra griega
traducida aquí como "mansedumbre". El significado
de esta palabra es también "humildad, suavidad,
apacibilidad y suavidad". Este fruto puede considerarse como
antónimo de la ira. La mansedumbre es aquella serenidad de
espíritu pacífica y humilde, en virtud de la cual
el hombre no se deja arrebatar fácilmente de la cólera
con motivo de las faltas o el
enojo de los demás (Proverbios 16:32; Santiago 3:13). Dios
mora con un espíritu de ese linaje y le concede
bendiciones especiales (Isaías 57:15; 66:2; Mateo 5:5). La
mansedumbre es una gracia cristiana (1 Timoteo 6:11), adquirida
aun por muchos espíritus naturalmente fogosos, como
Moisés (Éxodo 2:12; Números 12:3) y Pablo
(Hechos 26:10,11; 1 Corintios 9:19), y debe adquirirse por todos
los que quieran ser como Cristo. Es un fruto del Espíritu
(Gálatas 5:23; 6:1), del amor (1 Corintios 4:21) y de la
bondad divina (Colosenses 3:12). Puede decirse entonces que la
mansedumbre es una disposición pareja, tranquila,
equilibrada en espíritu, no pretenciosa, y que mantiene
las pasiones bajo control. La palabra se la traduce mejor al
español como "mansedumbre", pero no con el sentido
de debilidad, sino de poder y de fuerza
contenida. La persona que posee esta cualidad perdona las
injurias, corrige las faltas y gobierna muy bien su propio
espíritu.

"templanza" se traduce de la palabra griega
ejgkravteia, que significa "dominio de sí mismo y
continencia". La templanza consiste en el dominio propio, que es
un dominio de la mente o un pensar seguro. Esto
indica buen juicio, modelos de
pensamiento disciplinado, y la habilidad de entender y hacer
decisiones correctas. Incluye las cualidades de autocontrol y
autodisciplina. El Espíritu Santo produce este poderoso
fruto que es una herramienta poderosa para que el cristiano diga
no al pecado y no acepte ceder ante ningún tipo de
presión
que le trate de hacer caer en la maldad y desobedecer a
Dios.

"contra tales cosas no hay ley" es traducido por
la Biblia Al Día como "Y en nada de esto entramos en
conflicto con
la ley judía."
Si se toman los 10 Mandamientos y a la
par de ellos se pone el amor, gozo, paz, paciencia, benignidad,
bondad, fe, mansedumbre y templanza; no se encuentra ninguna
infracción por parte de los frutos del Espíritu
hacia la Ley. Lo que el Espíritu Santo produce en el
creyente no hace daño a
nadie, sino que es todo lo contrario, edifica y hace bien a uno
mismo y a los demás, al tiempo que llena de agrado a Dios.
Es importante también decir que estos frutos no se
originan en la Ley ni se basan en ella, sino que son directamente
producidos por el Espíritu Santo y se originan y
fundamentan en Dios. La Ley de Moisés ni ninguna otra ley
humana tendría razones para condenar acciones y
frutos tan hermosos y beneficiosos como los que produce el
Espíritu Santo en el creyente nacido de nuevo.

(5:24)

Pablo habla del arrepentimiento en forma
metafórica como una crucifixión de la vieja vida de
pecado, dejándola atrás de manera completa y
definitiva para vivir de acuerdo al deseo y a la voluntad de
Dios. El tiempo verbal indica un acto definitivo que se realiza
al momento de la conversión. Esto significa dejar
atrás la vida pecaminosa y estar decididos a seguir a
Jesucristo con todo el corazón y con voluntad sincera. La
vida de pecado era algo "normal" antes de la conversión, y
era un estilo de vida pecaminoso. Pero luego de la
conversión, lo normal y lo que Dios espera y demanda es un
corazón recto y sincero, decidido a obedecer a Dios y a Su
Palabra.

(5:25)

La nueva vida del creyente es gracias al Espíritu
Santo. Esa es la razón por la que los cristianos tienen el
llamado a vivir en base y en armonía a todos los frutos
del Espíritu, siendo guiados por Él en todo tiempo.
La nueva vida debe reflejarse con claridad en todos los
creyentes, y no ser únicamente un título de
"cristianos". Los frutos son el reflejo y testimonio de la
verdadera conversión. En muchas ocasiones los hechos
pueden llegar a ser más convincentes que las palabras.
Pablo escribió en 1 Corintios 4:20 las siguientes
palabras: "Porque el reino de Dios no consiste en palabras,
sino en poder."
Todo cristiano debe tener una vida
fructífera, llena de amor y santidad. Todo cristiano tiene
la responsabilidad de vivir conforme al Espíritu y no
conforme a la carne (Romanos 8:4).

(5:26)

Dios manda al cristiano a eliminar de su vida toda
ambición egoísta o actitud arrogante. El orgullo
tiene que estar lejos de los hijos de Dios, y éstos deben
evitar cualquier tipo de envidia y de rivalidades que son capaces
de generar divisiones y pleitos. Jesucristo siempre
enseñó el valor e
importancia de la humildad y las consecuencias y pecado que
representa un corazón orgulloso (Mateo 23:12; Lucas 14:11;
18:14). Todo el capítulo 4 de Daniel muestra cómo
Dios aborrece la soberbia y ama la humildad. Esto se deja ver
explícitamente en el último versículo del
capítulo mencionado (Daniel 4:37). Cualquier tipo de
vanagloria, presunción, jactancia, arrogancia, soberbia,
altivez o envidia; son frutos de la carne, y por lo tanto
pecados. El amor es contrario a todos estos pecados y los vence,
siempre y cuando el cristiano esté dispuesto a ser guiado
plenamente por el Espíritu Santo.

Exhortaciones varias para los cristianos
(Gálatas 6:1-10)

(6:1)

"sorprendido en alguna falta" se refiere a un
cristiano que haya sido descubierto en algún pecado,
producto de su vieja naturaleza. Pablo exhorta a que no se tome
la actitud de jueces ni críticos de los hermanos que han
caído en pecados. La actitud no debe ser la de un jefe o
juez que dictamina sentencia contra el pecados, sino que lo que
los cristianos están llamados a hacer es a actuar como
buenos hermanos y como soldados solidarios, que cuando hay un
compañero de milicia herido, corren a ayudarlo y a sacarlo
del lugar de peligro para sanar sus heridas y restaurarle con
amor. Esto nunca debe interpretarse como tolerar ni consentir el
pecado dentro de la iglesia, sino como el amor que debe
reflejarse hacia los que caen en tentaciones, pues en más
de un momento, todos hemos caído y cometido errores aun
después de la conversión. Los hermanos deben estar
para exhortar y restaurar con amor al soldado caído, y no
para terminar de hundirlo y de destruirle en el momento de la
debilidad. Lo que se siembra, se llega a cosechar. Si un
cristiano tiene actitud de juez, no está permitiendo que
el amor de Cristo gobierne su vida, y cuando éste
cristiano llegue a cometer algún error o pecado,
recibirá el mismo trato que dio a los demás
hermanos (Mateo 7:2). En Santiago 2:13 aparece la siguiente
exhortación: "Porque juicio sin misericordia se
hará con aquel que no hiciere misericordia; y la
misericordia triunfa sobre el juicio."
Restaurar al cristiano
que ha caído en algún pecado es una cualidad de los
creyentes espirituales. Esto debe hacerse con "espíritu
de mansedumbre"
, siendo este un fruto del Espíritu
Santo y por lo tanto una característica de todo cristiano
espiritual.

(6:2)

El cristiano está llamado a ser solidario con los
problemas de
sus hermanos. La "ley de Cristo" es la ley del amor, tal
como lo revela Juan 13:34: "Un mandamiento nuevo os doy: Que
os améis unos a otros; como yo os he amado, que
también os améis unos a otros."
Gálatas
5:14 se refiere a esta misma ley: "Porque toda la ley en esta
sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a
ti mismo."
Ese es el mandamiento del Señor
Jesús (Juan 15:12). Un cristiano espiritual debe
interesarse y mostrar su apoyo ante los problemas y necesidades
de los demás cristianos, tanto respecto a las necesidades
materiales
como las espirituales. Pablo escribió al respecto cuando
les escribió a los cristianos de Roma, con las
siguientes palabras: "Así que, los que somos fuertes
debemos soportas las flaquezas de los débiles, y no
agradarnos a nosotros mismos."
Los cristianos espirituales
debe encargarse de trabajar para fortalecer y levantar a los
cristianos carnales, para que estos también se afirmen
bien en su vida espiritual y que sean fieles seguidores de
Jesucristo. Cualquier tipo de problema que se presente, ya sea
espiritual o necesidades materiales, los cristianos deben estar
siempre dispuestos a ayudarse unos a otros como verdaderos
hermanos, sabiendo que todos los cristianos componen una sola
familia y
entre ellos no debe haber indiferencia, pues esto sería
desinterés por los demás, egoísmo, y con esa
actitud no se estaría reflejando el amor de Cristo.
Siempre debe haber comprensión y ayuda mutua frente a las
pruebas y faltas de otros.

(6:3)

Este versículo debe examinarse en conexión
al verso anterior. Si un creyente no está dispuesto a
sobrellevar las cargas de sus hermanos cristianos, es una muestra
de orgullo y de creerse más que las otras personas, al ser
indiferente a los demás o no relacionarse por orgullo o
por creerse superior. Eso no es más que engañarse a
sí mismo. La humildad consiste en apreciar y valorar a los
demás y no tener actitudes
egoístas. Filipenses 2:3 dice: "Nada hagáis por
contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando
cada uno a los demás como superiores a él
mismo;".
Esto no se trata de un complejo de inferioridad,
sino de ausencia de egoísmo y presencia de amor y de
humildad. El llamado de Dios es a solidarizarse ante las
necesidades de los hermanos, y quien no lo hace, tiene una
actitud carnal, sin permitir que los frutos del Espíritu
Santo y en especial el amor, se manifiesten. Este
versículo es traducido de una manera muy clara en la
Biblia Al Día: "El que se crea demasiado grande para
rebajarse a esto, está engañándose, porque
su misma actitud demuestra su bajeza."
Si alguien adopta un
espíritu de superioridad al no ayudar a los demás y
creyendo tener menos problemas y afirmando ser más
espiritual, esta persona se engaña a sí misma y
toma una actitud desagradable ante Dios. El orgullo es un pecado
que no debe existir en los cristianos, y por ello Pablo dirige
esta exhortación.

(6:4)

Debido a que cada uno entregará cuentas a Dios
por sus actos de manera individual, es responsabilidad de cada
cristiano examinar sus acciones en base a la Palabra de Dios, y
no comparándose a los demás ni
considerándose buen cristiano "por ser mejor que el otro
cristiano que no se anda comportando bien". Considerarse buenos
cristianos tomando como referencia la conducta de otros
cristianos puede llegar a convertirse en un terrible
engaño. El parámetro debe ser siempre la Palabra de
Dios, y la obediencia a la misma determinará el buen
estado espiritual de cada creyente. Las obras deben someterse a
prueba a la luz de la Biblia, y no en base a lo que hacen o lo
que no hacen los demás, porque Dios evalúa a cada
persona individualmente, sin importar lo que hacen o dejan de
hacer las otras personas. La Biblia Latinoamericana deja muy
claro el mensaje de este versículo, al traducirlo de esta
manera: "Que cada uno examine sus propias obras y, si siente
algún orgullo por ellas, que lo guarde para sí y no
lo haga pesar sobre los demás."
Todo cristiano debe
desarrollar la humildad. Si algún creyente cree estar
demasiado maduro espiritualmente para caer en pecado, ¡debe
tener cuidado! La Biblia presenta los pecados de antiguos
líderes espirituales como una advertencia para recordar a
los cristianos que deben permanecer humildes y dispuestos a ser
corregidos. Cada uno necesita reafirmarse en su andar junto a
Dios con toda sinceridad en su presencia. Cada uno tendrá
que responder de sus acciones y actitudes. Los hijos de Dios
deben ser sobrios en la forma de manifestarse, empleando
solamente la vida y las enseñanzas de Jesús como la
norma para sus juicios, y no la actuación de
otros.

(6:5)

Cada uno dará cuenta delante de Dios por sus
propias obras, y no podrá poner como pretexto lo que los
demás hicieron, tratando de opacar los pecados propios con
la afirmación de que los demás hicieron han hecho o
están haciendo cosas peores, o tratando de enaltecerse y
vanagloriarse a sí mismo por el contraste que
podría existir con respecto a con los otros hermanos que
se encuentran cometiendo muchos pecados. El parámetro para
cada uno no son las demás personas, sino que es la Palabra
de Dios. No es necesario estarse comparando con otras personas
para concluir respecto a la vida espiritual que se tiene. La vida
de cada cristiano debe ponerse a la luz de la Palabra de Dios, y
será la Biblia la que revele el buen o el mal comportamiento
de cada uno (Hebreos 4:12). Dios pedirá cuentas de sus
obras a cada persona de manera individual, y no colectiva. En vez
de menospreciar a los demás y considerarlos como
inferiores por sus cargas, problemas o pecados; cada uno debe
encargarse de encaminar su propia vida hacia Dios, reconociendo
sus propios pecados y trabajando para vivir siempre en santidad y
de acuerdo a la voluntad de Dios. "su propia carga" parece
referirse a la pesada lucha de la vida y a la debilidad humana
que expone a las personas a la tentación. Se advierte que
cada uno es responsable de su propia conducta (Romanos
14:12).

(6:6)

"toda cosa buena" incluye muchas cosas pero de
manera especial, significa que los que son instruidos en la
Palabra tenían la responsabilidad moral y espiritual de
ayudar económicamente a sus maestros. Por supuesto
también debían compartir de sus progresos
espirituales y compartirlos con sus maestros, orar por ellos,
etc. Pero de manera especial, los que eran enseñados en la
Palabra, tenían que cuidar de que sus maestros no
estuvieran padeciendo necesidades. Algunos predicadores y
maestros de la Palabra de Dios se dedicaban completamente a la
obra del Señor, no teniendo un trabajo fijo
con el cual sostenerse. Por esa razón, los creyentes
debían cuidar del bienestar de sus maestros, lo cual era
lo menos que podían hacer en agradecimiento a la
bendición espiritual que de ellos recibían gracias
a la misericordia de Dios primeramente, y luego al trabajo y
dedicación que los predicadores y maestros hacían
día a día para el beneficio espiritual de los
cristianos. Desde este versículo hasta el verso 10, Pablo
está aplicando los principios de la siembra y la cosecha.
En este versículo lo aplica al sostenimiento de los
maestros cristianos, que sembraron lo espiritual, y lo menos que
podían cosechar era lo material, que no era nada comparado
a la bendición espiritual que ellos habían dado y
estaban dando al enseñar la Palabra, que es el alimento
espiritual. Esto es lo mismo que Pablo les dice a los corintios,
que según la traducción de la Biblia Al Día
del pasaje de 1 Corintios 6:9, dice así: "Nosotros
hemos plantado la buena semilla espiritual en ustedes.
¿Será demasiado pedir que, en cambio, recibamos de
ustedes el sustento?"
Sería una ingratitud dejar
padecer hambre y descuidar u olvidarse de la situación de
los maestros espirituales. Es por ello que Pablo hace esa
exhortación a los gálatas, dando a conocer que el
que siembra, tiene derecho a cosechar, y si los maestros
espirituales sembraron algo tan grande (el evangelio), no era
gran cosa como parte de su cosecha recibieran una cosa
relativamente insignificante (el sustento físico y no
estar sufriendo ni padeciendo necesidades económicas). Por
supuesto que no todo debe enfocarse a recibir lo material, pues
las bendiciones espirituales también deben ser
compartidas, y todo lo bueno que pueda mencionarse. Los
cristianos deben mostrar gratitud y amar sincera y profundamente
a sus maestros espirituales por la bendición que
recibieron de ellos (por supuesto la bendición proviene de
Dios, pero Él utilizó a sus siervos para llevar el
evangelio a las personas).

(6:7)

Este versículo presenta clara y perfectamente el
principio de la siembra y la cosecha. Si esto no se aplicara,
Dios estaría siendo burlado, y debido a que Dios no puede
ser burlado, la conclusión evidente es que este principio
siempre se cumple y jamás puede fallar; por lo tanto,
"todo lo que el hombre sembrare, eso también
segará."

(6:8)

El principio de la siembra y la cosecha también
se aplica al comportamiento moral. El que se entrega a la carne y
al pecado, cosechará muerte eterna.
El que se entrega a Jesucristo, cosechará vida eterna.
Sembrar para la carne es muerte mientras que sembrar para el
Espíritu es vida. El mensaje es muy claro, mas es
decisión de cada persona el vivir según Dios lo
deseo y ser bendecido, o vivir de acuerdo a los deseos carnales y
estar bajo maldición. A la vez este versículo es
sin duda un llamado a la santidad y a vivir rectamente conforme a
los frutos del Espíritu Santo, resistiendo a los deseos de
la carne.

(6:9)

Al creer firmemente en que Dios nunca se equivoca ni
miente (Números 23:19; 1 Samuel 15:29), todo cristiano
debe saber que la impunidad no
existe ante Dios, pues Él es el Juez perfecto y nada se le
escapa de las manos. Por esa razón, el creyente debe
mantenerse haciendo el bien en todo tiempo, aun cuando vea las
cosas adversas. El principio de la siembra y la cosecha no puede
ser quebrantado porque ha sido establecido por Dios y lleva el
sello de autenticidad del Omnipotente. Es por ello que los
cristianos deben perseverar en hacer el bien aun cuando parezca
haber impunidad, pues al final Dios siempre traerá la
justicia, que puede manifestarse en esta vida o en la eternidad,
cuando se lleve a cabo el perfecto juicio de Dios a cada persona
de acuerdo a lo que hizo y a las decisiones tomadas en vida
(Hebreos 9:27). El cristiano nunca debe cansarse de hacer el bien
ni pensar que los malos no recibirán el resultado de lo
que sembraron. No desmayar y seguir haciendo el bien en todo
tiempo es una manifestación de fe en que Dios es justo y
que cumplirá todas Sus promesas, recompensando a los
obedientes y aplicando el correspondiente juicio a los
desobedientes (Romanos 2:6-8).

(6:10)

Siguiendo con la argumentación del principio de
la siembra y la cosecha, Pablo exhorta e insta a los cristianos a
ser buenos servidores de los
demás y que no dejen de sembrar en hacer el bien a todas
las personas, y de una manera muy especial a los hermanos
cristianos, que son "los de la familia de la fe." Esto no
significa discriminar a los no creyentes, dándoles un
mejor trato a los cristianos que a los inconversos. Lo que
significa es que con los creyentes se tiene una responsabilidad
especial por el mismo hecho de la hermandad espiritual existente.
Así como en las relaciones cotidianas, primero debe
cuidarse de tener en orden la familia y
luego ir hacia las otras entidades sociales a ser productivos
también para la sociedad, de
la misma forma en el ámbito espiritual, primero debe
asegurarse el bienestar y buen caminar integran en la comunidad
cristiana, y luego impactar a los inconversos de una manera
positiva, haciéndoles bien y ayudando en todo lo posible.
Como en la sociedad existen relaciones y obligaciones
filiales, lo mismo ocurre en el ambiente
espiritual, y por ello debe haber prioridad hacia la familia, y
luego hacia todos en general. En el Nuevo Testamento esta verdad
se refleja en 1 Timoteo 5:8: "porque si alguno no provee para
los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y
es peor que un incrédulo."
Si un cristiano muestra la
actitud expuesta en el versículo recién citado, no
solamente falla en mantenerse a la altura de los principios de la
fe que profesa, sino también en vivir conforme al código
que rige las obligaciones filiales entre los
incrédulos.

Pablo se gloría únicamente en la
cruz de Cristo (Gálatas 6:11-17)

(6:11)

Algunos teólogos afirman que la enfermedad que
Pablo padecía era de tipo visual y que esa era la
enfermedad referida en Gálatas 4:13-15, que se
convirtió en la circunstancia por la que Pablo les predica
el evangelio a los gálatas por primera vez. Sin embargo
esas son sólo especulaciones y hay suficiente información como para poder afirmar con
toda seguridad que esta es la explicación o
interpretación correcta de este versículo y de este
tema sobre la enfermedad de Pablo, que ha llamado la
atención de tantos teólogos pero que no hay
suficientes evidencias
como para dar una explicación concluyente. El Dr. Cyrus
Ingerson Scofield explica este versículo de la siguiente
manera:

"Según varias indicaciones, el apóstol
se hallaba padeciendo de oftalmía, una enfermedad muy
común en el oriente, al grado de estar casi completamente
ciego (por ejemplo Gálatas 4:13-15). Ordinariamente, por
lo tanto, él dictaba sus cartas. Pero en esta
ocasión, no teniendo cerca un amanuense, y
sintiéndose constreñido por el peligro espiritual
en que se encuentran sus amados gálatas, él mismo
escribe, no sabemos con cuánta pena y dificultad, por
medio de las "grandes letras" que su visión ya obscurecida
le obliga a emplear."

Sin embargo, existe otra interpretación a este
versículo, la cual afirma que Pablo habría dictado
la carta hasta
aquí, pero luego la termina con una súplica
personal escrita de su propia mano. Las grandes
letras
podrían ser entonces para subrayar su
importancia (a manera de énfasis) o, tal vez, eran
simplemente una característica de la escritura de
Pablo. Muchos sostienen que era costumbre de Pablo agregar una
nota de su puño y letra (2 Tesalonicenses 3:17;
posiblemente esto fuera hecho como una garantía contra las
falsificaciones, 2:2). No obstante, al hablar del gran
tamaño de sus letras –un comentario que no se repite
en ninguna otra carta– agrega
considerable intensidad al pasaje.

Es difícil especular sobre si este comentario
dice algo sobre el estado de
la vista del apóstol, debido a que no hay suficientes
argumentos para concluir con una respuesta que tenga solidez. Sin
embargo resulta útil analizar todas las posibilidades con
el objetivo de plantear las respuestas que serían
más probables y poder darle el mejor sentido posible a
este versículo, aunque parece no haber manera de saber
definitivamente cuál de todas las interpretaciones o
proposiciones es la correcta, ya que en las otras cartas no se
menciona ninguna enfermedad específica que fuera padecida
el apóstol. De igual forma, quedan dudas en cuanto al por
qué Pablo escribe con grandes letras, aunque lo dicho
anteriormente manifiesta posibilidades lógicas y en gran
medida concordantes con el contexto y las circunstancias del
momento.

(6:12)

Esta crítica
está obviamente dirigida en contra de los judaizantes,
pues los motivos que ellos tenían eran insinceros y
egoístas. A ellos les interesaba más su
reputación y beneficio que el bienestar y salvación
de las almas. Obviamente los judaizantes no estarían
dispuestos a sufrir persecución, y por ello
preferían siempre mantenerse aferrados al judaísmo
aun conscientes que no cumplían cabalmente los
mandamientos, siendo hipócritas y queriendo que los
demás fueran como ellos para sentirse seguros. Este
versículo debe compararse con Gálatas 5:11. Si los
judaizantes reconocían la verdad del evangelio,
quedarían expuestos a persecución (tal como la
sufría el apóstol Pablo), y ese era el temor de
ellos. Preferían mantenerse tranquilos sin
persecución y queriendo recibir la alabanza de las
personas, en lugar de aceptar la verdadera doctrina y quedar
expuestos a persecución por la causa del evangelio. Pablo
hace ver la hipocresía de los judaizantes. Entre
más seguidores de su doctrina habían, más
seguros y tranquilos se sentían estos engañadores.
No buscaban realmente agradar a Dios, sino agradarse a sí
mismos.

(6:13)

Pablo había expuesto anteriormente que si alguien
se circuncida, está obligado a guardar TODA la Ley
(Gálatas 5:3). Es claro que nadie ha sido ni será
nunca capaz de obedecer de manera íntegra toda la Ley
(sólo Jesucristo pudo permanecer sin pecado y
sometiéndose a todos los estatutos de la Ley de
Moisés), por lo tanto los judaizantes estaban siendo
totalmente hipócritas porque en vez de reconocer que ellos
mismos no cumplían cabalmente la Ley y humillarse buscando
la salvación en Jesucristo, preferían permanecer en
el error buscando popularidad y aceptación, en lugar de
buscar la verdad y de buscar a Dios con corazones sinceros. La
circuncisión llegaría a tener algún provecho
únicamente si la persona circuncidada cumpliera toda la
Ley: "Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si
guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu
circuncisión viene a ser incircuncisión."
Si
los cristianos de Galacia se llegaban a circuncidar, la
vanagloria de los judaizantes sería alimentada porque los
gálatas estarían dando una manifestación de
ser discípulos y seguidores del
judaísmo.

(6:14)

Pablo no pretendía ser popular ni era su objetivo
que los cristianos de Galacia permanecieran en el cristianismo
sólo para vanagloriarse de tener seguidores. Lejos estaba
de Pablo el pensar de esa manera. Los judaizantes
pretendían imponer la circuncisión y la Ley,
primero para incorporar a su nación
a los nuevos convertidos y gloriarse así en ellos; luego,
para no aparecer ante los judíos incrédulos como
traidores a su nación
y desertores de ella. Mas a Pablo nada le importaba el
título de hijo de Israel; su gloria estaba toda en la cruz
de Cristo. Al haberse entregado plenamente al Señor, Pablo
hace ver que su pasión y objetivo ya no es agradar al
mundo ni ganar popularidad, dinero, ni
ninguna otra cosa que el mundo le pudiera dar. Pablo había
renunciado al pecado y estaba dispuesto a servirle completamente
a Dios a pesar de las persecuciones o sufrimientos que esto le
trajera. Pero no sólo el mundo había sido
crucificado para Pablo, sino que también Pablo
había sido crucificado para el mundo. Esta última
parte significa que el apóstol ya no era visto como una
persona apetecible para los mundanos ni para ninguno que
estuviera lejos del cristianismo. Anteriormente, cuando Pablo
aún no era cristiano, la posición social,
económica y la reputación de la que gozaba el
apóstol (antes de ser apóstol por supuesto) era
grande y el mundo se interesaba en su posición y en todo
lo que tenía y había alcanzado. Ahora como
cristiano, Pablo era despreciado y no valía nada ahora
para el mundo, pero esto era mucho mejor, porque a los ojos de
Dios, era un siervo y un firme seguidor de Jesucristo y
predicador del evangelio. Pablo ya no vivía para
satisfacer a los demás, sino para agradar a Dios y
honrarle en todo tiempo. La Biblia Al Día presenta este
versículo así: "En cuanto a mí,
¡Dios me libre de jactarme de otra cosa que no sea la cruz
de nuestro Señor Jesucristo! En esa cruz mi interés
por las cosas de este mundo murió hace ya tiempo, y en
ella murió también el interés que el mundo
pudiera tener en mí."
Pablo vivía para
Jesucristo y su único interés era serle fiel a
Él, independientemente de las consecuencias que esto le
trajera o de lo que pensaran los demás acerca de
él.

(6:15)

Cuando una persona se entrega a Jesucristo, no importa
en lo absoluto si dicha persona está circuncidada o no.
Obviamente en el caso de no haberse circuncidado, no
tendría que hacerlo como norma porque no se hace
necesario. Si la persona ya había sido circuncidada en el
pasado antes de convertirse a Cristo, tampoco le perjudica en
nada. Estar circuncidados o no estarlo ya no resulta importante
para los cristianos, sino que lo único que vale es el
nuevo nacimiento (Juan 3:3-7), que es la "nueva
creación".
Ya existe la distinción entre pueblo
de la circuncisión y pueblo pagano, como sucedía
antes de la venida de Jesucristo. Ahora la distinción ha
pasado a ser entre cristianos (nacidos de nuevo) e inconversos
(incrédulos que no han nacido de nuevo). El punto central
no es lo que el hombre hace (circuncidarse o no circuncidarse)
sino lo que Dios ha hecho (entregar a Jesucristo para dar la vida
eterna a todo aquel que cree, según Juan 3:16). Esta
"nueva creación" es precisamente a la que se
refiere Pablo en 2 Corintios 5:17: "De modo que si alguno
está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas."

(6:16)

Todos aquellos que no depositen sus expectativas de
salvación en la circuncisión ni en la Ley, sino en
Jesucristo, y que hayan nacido de nuevo, son el Israel de Dios,
es decir, los herederos de las promesas o la descendencia
espiritual de Abraham. No se debe pensar que en este
versículo Pablo está mencionando dos grupos de
cristianos: 1. Los que anden conforme a esa regla. 2. El Israel
de Dios. Se trata de un solo cuerpo de creyentes: los que anden
conforme a esa regla son hijos de Dios o el Israel de Dios
(Gálatas 3:29). "esta regla" es la nueva
creación o el nuevo nacimiento que da libertad en Cristo
Jesús, en contraposición a vivir esclavizados a la
Ley que es incapaz de proporcionar salvación. Literalmente
debe traducirse "caminarán" o
"andarán", en vez de "caminen". Pero debe
tenerse en cuenta que esta bendición de Pablo incluye en
general a todos los creyentes, por lo cual no puede limitarse
exclusivamente al tiempo futuro, sino que involucra a los
cristianos de todo el mundo en general, tanto a los que en el
momento en el que Pablo escribe se encontraban caminando en la
verdad del evangelio, como también a los que al leer su
carta o en el futuro cambiarían su caminar para andar de
acuerdo al evangelio. En general esta bendición es para
los cristianos, que son integrantes del cuerpo de Cristo (1
Corintios 12:27). Pablo les desea a los cristianos la paz y la
misericordia o compasión de Dios. La paz como fruto del
Espíritu Santo y producto de la libertad encontrada en
Jesucristo, y la misericordia o compasión como producto de
la gracia derramada por Dios sobre sus hijos, luego que estos se
arrepintieran de sus pecados. Estas palabras tienen ya un tono de
despedida, puesto que la carta estaba a punto de llegar a su
finalización.

(6:17)

Los devotos de Cibeles solían marcarse en las
carnes como siervos de la diosa; igual hacían los
esclavos, que llevaban la marca de su
señor, y los soldados, la del ejército. Pablo no
tiene otra marca que la de Cristo, de quien se declara siervo. Lo
más probable es que Pablo se encuentre aludiendo una vez
más a las acusaciones falsas que le habrían hecho
los judaizantes afirmando que predicaba todavía la
circuncisión cuando estaba con los judíos
(Gálatas 1:10; 5:11). El apóstol les recuerda a sus
lectores y a sus opositores que su afirmación no es vana.
Las heridas que ha sufrido por su fidelidad a Cristo son las
pruebas más claras de que los gálatas no tienen por
qué dudar de sus motivos. Como lo han señalado
algunos comentaristas, la batalla contra los judaizantes
continúa hasta el mismo final de la carta. Es notorio que
Pablo habla con hechos, y no con puras palabras (1 Corintios
4:20). El argumento que utiliza es mucho más poderoso y
convincente que cualquier explicación que él
pudiera estar queriendo dar para justificar su posición:
los padecimientos por causa de la fidelidad al evangelio daban
testimonio de su fe y de sus convicciones. La Biblia Al
Día presenta este pasaje de una manera muy clara e
impactante: "De ahora en adelante no quiero tener que hacer
frente a más discusiones sobre los asuntos que les he
expuesto, porque llevo en el cuerpo marcas de los
latigazos y heridas causados por los enemigos de Cristo, y ellos
demuestran que soy siervo del Señor."
Esto era tanto
en el sentido de persecuciones y padecimientos en general, como
también azotes literales que sufrió Pablo a causa
de predicar el evangelio (Hechos 16:37; 22:25; 2 Corintios
11:25).

Bendición final (Gálatas
6:18)

(6:18)

Esta es una manera tradicional de Pablo al despedirse en
sus cartas, deseando a los cristianos la gracia, amor o
benevolencia de Dios sobre sus vidas. El cierre de su carta es
con el poderoso "Amén" (ajmhvn), cuyo significado
es "en verdad" o "así sea". Esta palabra
"Amén" es una de las más notables que
existen. Fue traducida directamente del hebreo al griego del
Nuevo Testamento, y luego al latín y al inglés,
español y muchos otros lenguajes, de manera que es
prácticamente una palabra universal. Ha sido llamada la
palabra mejor conocida del habla humana. Esta palabra está
directamente relacionada – de hecho, casi
idéntica-
a la palabra hebrea usada para el verbo "creer" (amam), o
verdadero. Así, viene a significar "seguro" o "cierto",
una expresión de absoluta confianza y fe. Esta palabra es
el perfecto final para una perfecta carta que desde el inicio
hasta el final fue inspirada por Dios y conservada por el
Espíritu Santo hasta la actualidad, para que siga siendo
de bendición e ilumine a todos aquellos que deseen
comprender el fundamento del evangelio y conocer al Autor de la
Salvación: Jesucristo.

BIBLIOGRAFÍA

1. Brodsky, M. (2003). Comentario de Gálatas.
Ministerio El Olivo En Israel. Extraído en
Junio-Julio, 2006, de

2. Traducciones de Sermones Escogidos al Español.
Charles H. Spurgeon. Extraído en Junio-Julio, 2006,
de http://www.spurgeon.com.mx/apostoles.html

3. (1990). Biblia Plenitud. Nashville, TN:
Editorial Caribe.

4. Gray, P. Gálatas. (2006). La Verdad Para El
Mundo.
Extraído en Junio-Julio, 2006, de

http://www.laverdadparaelmundo.com/g%C3%A1latas_uno.htm


http://www.laverdadparaelmundo.com/g%C3%A1latas_parte_seis.htm

5. Galos. Wikipedia. Extraído en
Junio-Julio, 2006, de http://es.wikipedia.org/wiki/Galos

6. R. Patón, M. Á.
Epístola a los Gálatas. Canal Social. Agencia de
Información Cultural y Social.
Extraído en
Junio-Julio, 2006, de


http://www.canalsocial.net/GER/ficha_GER.asp?id=10847&cat=religioncristiana

7. Thompson, F. C. (1987). Biblia De Referencia
Thompson Con Versículos En Cadena Temática.

Indianápolis, IN: Editorial VIDA.

8. (1998). Compubiblia [CD].
Miami, FL: Sociedades Bíblicas Unidas.

9. (1972). La Biblia Latinoamericana Edición
Pastoral.
(114ª ed.). Madrid:
Editorial Verbo Divino.

10. (2001). Biblia Textual Reina-Valera. (2ª
ed.). Capellades, Barcelona: Sociedad Bíblica
Iberoamericana.

11. (2006). Comentario del Dr. Martín Lucero
sobre Gálatas, capítulo 1. Angelfire.
Extraído en Junio-Julio, 2006, de http://www.angelfire.com/wi3/dhaeuser/gal_1.htm

12. El Nuevo Testamento. Las Epístolas de San
Pablo. ACI Prensa.
Extraído en Junio-Julio, 2006, de http://www.aciprensa.com/Biblia/sanpablo.htm

13. Diccionario
Bíblico. HispaVista. Galeón. Extraído
el 3 Enero, 2007, de

http://www.galeon.com/hermano2/

14. (2007). Passage Lookup. BibleGateway.com.
Extraído en Junio-Julio, 2006; y Enero, 2007, de

http://www.biblegateway.com

15. (2005). Los Hechos de los Apóstoles I.
Créele a Dios Ministerios. Extraído en Junio-Julio,
2006, de
http://es.geocities.com/ministerioscad/Estudios/Hechos/LosHechos1.html

16. (1998). Nuevo Testamento Ediciones Paulinas.
(7ª ed.). Navarra, España:
Editorial Verbo Divino.

17. (2004). María, la madre del Apóstol.
Adorador Sirviendo al Cuerpo de Cristo. Extraído en
Junio-Julio, 2006, de
http://adorador.com/mujeresdelabiblia/maria_madre_del_apostol.htm

18. (2006). Introducción al Estudio de los Idiomas
Originales de la Biblia en el Sistema Logos.
Logos Bible Software.

Extraído en Junio-Julio, 2006, de http://www.logos.com/es/capacitacion/articulo/723

19. (2006). Tertuliano. Quinto Septimio Florente.
Artehistoria.com. Extraído en Junio-Julio, 2006,
de
http://www.artehistoria.com/frames.htm?http://www.artehistoria.com/historia/personajes/4550.htm

20. El Primado de Pedro en la Carta
a los Gálatas. México Siempre Fiel. Portal De
Noticias
Católicas.
Extraído en Junio-Julio, 2006,
de
http://www.mexicosiemprefiel.com/nuestra_fe/ministerio_papal/_200603123402/

21. Waggoner, E. J. Buenas Nuevas. Gálatas,
Versículo a Versículo. Libros 1888.
Extraído en junio-julio, 2006, de http://www.libros1888.com/galatas.htm#cap1

22. Carson, D.A.; France, R.T.; Motyer, J.A.; Wenham,
G.J., Nuevo Comentario Biblico: Siglo Veintiuno, (El Paso,
TX: Casa Bautista de Publicaciones) 2000, c1999.

23. Diccionario de la Lengua
Española. WordReference.com. Online French, Italian and
Spanish Dictionary.
Extraído en Junio-Julio, 2006,
de http://www.wordreference.com

24. Ortiz, Pedro, V., S.J., Concordancia Manual y
Diccionario Griego-Español del Nuevo Testamento
,
(Madrid: Sociedad Bíblica) 2000, c1997.

25. (1996). OCEANO UNO COLOR Diccionario
Enciclopédico.
(Edición 1996). Barcelona,
España: OCEANO GRUPO
EDITORIAL, S.A.

26. (1979). La Biblia al Día. Colorado
Springs, CO: Internacional Bible Society.

27. Enhanced Strong’s Lexicon, (Oak Harbor,
WA: Logos Research Systems, Inc.) 1995.

28. (2006). Diccionarios.com. Tus Diccionarios
On-line.
Barcelona, España: Larousse Editorial, S.L.
Extraído en Junio-Julio, 2006, de http://www.diccionarios.com

29. Malick, D. (2006). Una Introducción al
Génesis. Bible.org. Extraído en Junio-Julio,
2006, de http://www.bible.org/page.asp?page_id=3088

30. Sosa, Fernández Sosa; Fernández Ruiz,
M. (2000). Estudio Sobre Gálatas Nº 3 y 7. Iglesia
Bautista de Ensenada, Argentina.
Extraído en
Junio-Julio, 2006, de

http://www.libresparasiempre.com.ar/Galatas/Galatas3.htm

http://www.libresparasiempre.com.ar/Galatas/Galatas7.htm

31. de la Fuente, T., (1985). Claves de
Interpretación Bíblica.
(9ª ed.
actualizada). El Paso, TX: Casa Bautista de
Publicaciones.

32. (2003). Diccionario de Sinónimos y
Antónimos.
Barcelona, España: EDITORIAL
OCEANO.

33. Reina-Valera 1995—Edición de
Estudio
, (Estados Unidos de
América: Sociedades Bíblicas Unidas)
1998.

34. Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos
de América: Sociedades Bíblicas Unidas)
1998.

35. Douglas, J.D., Nuevo Diccionario Biblico
Certeza
, (Barcelona, Buenos Aires, La
Paz, Quito:
Ediciones Certeza) 2000, c1982.

36. Rand, W.W. (1978). Diccionario De La Santa
Biblia.
Nashville, TN: Editorial Caribe, Inc.

37. Chafer, L.S. (1986). Teología
Sistemática.
Publicaciones Españolas,
Inc.

38. Alegoría. Wikipedia. Extraído
el 3 Enero, 2007, de http://es.wikipedia.org/wiki/Alegor%C3%ADa

29. Is Mount SINAI in the SINAI? B.A.S.E.
Institute.
Extraído el 4 Enero, 2007, de
http://www.baseinstitute.org/Sinai_1.html

30. Problems with Mt. Sinaí in Saudi Arabia.
Lambert Dolphin’s Library. Extraído el 4
Enero, 2007, de http://www.ldolphin.org/sinai.html

31. Textus Receptus. Wikipedia. Extraído
el 6 Enero, 2007, de

http://en.wikipedia.org/wiki/Textus_Receptus

32. Agape. Wikipedia. Extraído el 7 de
enero, 2007, de http://es.wikipedia.org/wiki/Agap%C4%93

33. C. I. Scofield. (1966). Biblia de Estudio
Scofield.
Publicaciones Españolas.

34. E. C. Nácar; A. Colunga. (1964) Sagrada
Biblia.
Madrid, España: Biblioteca de
Autores Cristianos.

35. Socíedades Biblicas Unidas, Biblia en
Lenguaje Sencillo
, (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas)
c2000.

36. The Contemporary English [computer file],
electronic ed., Logos Library System
, (Nashville: Thomas
Nelson) 1997, c1995 by the American Bible Society.

37. Dios Habla Hoy – La Biblia de Estudio,
(Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas
Unidas) 1998.

38. Dios Habla Hoy – La Biblia de Estudio,
(Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas
Unidas) 1998.

39. Good News Bible: Today’s English Version,
American Bible Society, (1992: New York, NY) Biblia
Hebraica Stuttgartensia.

40. The King James Version, (Cambridge:
Cambridge) 1769.

41. Aland, Kurt, Black, Matthew, Martini, Carlo M.,
Metzger, Bruce M., and Wikgren, Allen, The Greek New
Testament
, (Deutsche Bibelgesellschaft Stuttgart)
1983.

42. Sociedades Bíblicas Unidas, Reina Valera
1909
, (Impreso en Corea: Sociedades Bíblicas Unidas)
c1999.

43. Strange, John, Atlas Bíblico, (Miami:
Sociedades Bíblicas Unidas) 2000, c1999.

44. Traducción del Nuevo Mundo de las Santas
Escrituras.
(Brooklyn, New Cork, U.S.A.: EDITORES WATCHTOWER
BIBLE AND TRACT SOCIETY OF NEW YORK, INC.) 1987.

 

Jaime Montoya

www.jaimemontoya.com

Santa Ana, 5 de septiembre de 2007

El Salvador

 

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter