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El docente y su formación (página 6)



Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6

Pilares de la autoestima
en los niños
y niñas:

  • El niño mismo, que cuenta con competencias
    motoras, intelectuales, sociales, físicas,
    depende de como percibe él mismo estas competencias:
    si ha tenido la oportunidad de expresar sus potencialidades,
    si son valoradas además por su familia y la
    comunidad; de
    tal manera que se conviertan en elementos que fortalezcan su
    autoestima.
  • Miembros de la familia
    y los pares. Los niños desarrollan modelos de
    relaciones con los otros, en base al tipo de relación
    que tienen con sus padres. Si los niños encuentran
    satisfechas sus necesidades en esta relación,
    experimentaran sentimientos de seguridad
    y competencia, que le permitan relacionarse
    asertivamente con los demás.

La autoestima familiar. Cada familia constituye una
noción de sí misma y un sentido de valía
familiar. En este caso la autoestima de cada uno de los
miembros de la familia, sus logros, fracasos personales y
familiares, influyen en la autoestima del
niño.

Relación con los pares. En la interacción con los pares, compara sus
logros con los de sus compañeros. Si no logra
cumplirlos, estos se convierten en una amenaza para su
valoración personal.

  • En la comunidad. Los miembros de la comunidad
    valoran ciertas habilidades en los niños y las
    niñas de acuerdo a su patrón cultural y
    así mismo, esperan que éstos, logren ciertas
    destrezas, que se conviertan en un referencial de
    sostenimiento de la autoestima positiva.

Cada niño o niña va construyendo al
crecer el concepto de
sí mismo:

  • Al ir formándose una idea de quién
    es, si gusta o no, y si es aceptado.
  • Al ir creándose algunas expectativas acerca
    de sus posibilidades.
  • Al encontrarse bien consigo mismo o por el
    contrario a disgusto con lo que hace.
  • Al crear un clima, un
    tono emocional, una predisposición a disfrutar con los
    retos de la vida; al no aceptar padecer, o lamentarse, o ver
    lo negativo.
  • Al disfrutar, al plantearse retos, al contemplar la
    vida desde una perspectiva positiva de trabajo,
    con curiosidad, con facilidad para la empatía, con
    confianza y desde un punto de vista creativo, intentando
    superar los problemas.
  • Por el contrario angustiarse, ser incapaz de ver lo
    positivo, abrumarse ante cualquier problema, retirarse, o
    ponerse una máscara no le permitirá mejorar su
    auto concepto.

¿Cómo podemos ayudar a los niños
y las niñas a construir una autoestima
positiva?

  • Devolviéndole una imagen
    positiva y ajustada de sí mismo.
  • Motivándolo a afrontar el
    conocimiento de lo que le rodea con curiosidad e interés. Creando un clima de
    descubrimiento agradable y positivo.
  • Reforzando sus logros, no recalcando sus
    errores.
  • Dándole oportunidad de que se enfrente a los
    conflictos
    y ponga en juego sus
    habilidades para resolverlos
    autónomamente.
  • Debemos criticar sus actos, pero nunca a su
    persona.
  • Asegurarle nuestro cariño y afecto
    incondicional, independientemente de sus logros y
    comportamientos.
  • No utilizar los castigos. Está demostrado
    que estos son inútiles para regular la conducta.
  • Permitirle la expresión de sus sentimientos.
    En un ambiente
    afectivo adecuado las emociones
    irán madurando positivamente.
  • Facilitarle una salida airosa de un conflicto.
    Una salida airosa para él, pero respetando la norma.
    Si es posible eligiendo entre varias.

¿Cómo fomentar una autoestima adecuada
en y desde el aula?

El docente cumple un papel muy importante en el
proceso de
fortalecimiento y sostenimiento de la autoestima en los
niños y niñas a su cargo. A continuación
algunos consejos que ayudarán en esta tarea:

Muéstrales cariño a tus alumnos a
través de un abrazo, una sonrisa o una palabra
amable.

Muestra un
rostro amable y una mirada cálida.

Elogia sus trabajos de manera concreta,
especificando las cosas que están bien realizadas y
las que tiene que mejorar.

Comparte tus sentimientos y anécdotas con tus
alumnos mostrándoles tu lado humano.

Evita interrogar a las niñas y niños
que son tímidos, dales un poco de tiempo
para que tomen confianza.

Expresa y destaca las cualidades que posee cada uno
de tus alumnos.

Escucha a tus niños y niñas sin
juzgarlos, opina, si así te lo piden.

La identidad
cultural: está vinculada al sentido de pertenencia a la
cultura,
como también al grupo del
cual se forma parte y supone la incorporación de la
lengua,
costumbres, valores,
folklore,
propios de la cultura, como componentes inherentes a sí
mismo.

Construcción de la identidad
cultural

"Es parte de la identidad que le da al niño
un sentido de pertenencia a la cultura propia, lo que le
permite identificar, valorar, incorporar y recrear
características socio culturales que se distinguen de
otras, posibilitando su transmisión y con apertura a
los cambios.

La identidad cultural vinculada al sentido de
pertenencia a la misma, como también al grupo del cual
forma parte y supone la incorporación de la lengua,
costumbres, valores, folklore, propios de su cultura, como
componentes inherentes a sí mismo.

Los elementos propios de la cultura son incorporados
por el niño y la niña en un proceso interactivo
con la familia y comunidad, que son un referente muy importante
y ejercen una influencia sustantiva en este proceso.

La identidad cultural es un proceso que se va gestando
desde el nacimiento y es de naturaleza
psicosocial. Está estrechamente ligada a la identidad de
las sociedades y
es que la identidad de las sociedades se manifiesta en su
cultura.

En la identidad cultural, se reflejan las expresiones,
costumbres, creencias, tradiciones, actividades productivas, y
lenguajes propios de un contexto geográfico
sociocultural. Es por eso que debemos resaltar el conocimiento
y valoración de lo propio de la cultura y sus
expresiones, ya que determinan la valoración de un
aspecto central de "sí mismo" y potencian el uso de
recursos
personales, culturales y ecológicos.

Para Vigotsky,
psicólogo e investigador ruso, en el desarrollo
del niño toda función
aparece dos veces, primero en el ámbito social, entre
las personas (inter-psicológica) y después en el
ámbito individual, en el interior del propio niño
(intra-psicológica). En este sentido, se plantea que
todo aprendizaje va
de lo social a lo individual.

La identidad cultural afianza la identidad personal,
mejora la autoestima personal, así como la grupal.
Fomenta la autonomía y la creatividad,
al poner en marcha recursos personales, grupales, culturales y
eco sistémicos en el afronte y transformación de
la situación adversa, enriqueciendo y potenciando al
individuo y
al grupo.

  1. La autonomía y autorregulación en los
    niños y las niñas

"La autonomía definida como la capacidad
del niño y/o grupo de decidir y realizar
independientemente acciones
en consonancia con sus intereses y
posibilidades."

La autonomía es un proceso en el que conforme
el niño y la niña crece, van logrando
paulatinamente la capacidad para asumir funciones de
auto-valimiento e independencia, además de las
cognitivas, de recreación y otras que corresponden a
su maduración biológica.

La autonomía pone énfasis en la
realización independiente de actos que guardan
coherencia con sus intereses y posibilidades, referidas a las
que corresponden a su etapa de desarrollo.

La autonomía debe ser considerada como una
variable psicológica que supone el uso de recursos
propios para enfrentar y resolver las situaciones adversas y
salir fortalecido de estas, así establecemos una
relación marcadamente sostenida entre autonomía
y resiliencia.

Resiliencia, constituye una capacidad de
afrontamiento que activa e integra de manera flexible y
creativa un conjunto de habilidades o cualidades (recursos
personales) en una respuesta exitosa de acuerdo con estilos y
pautas condicionadas por la cultura.

La autonomía y autorregulación,
permiten promover la autonomía de la voluntad y una
mayor coherencia de la acción personal. Es la propia persona
la que establece los principios de
valor,
estos no le vienen impuestos
desde fuera, y es ella la que se organiza para actuar de
acuerdo con ellos.

En la familia, aula e institución educativa,
los niños y las niñas, muestran progresos
significativos en el desarrollo autónomo de
actividades básicas, referidas a la formación
de hábitos, relativos al aseo, la alimentación,
orden e higiene, los
que serán útiles para toda la vida y cuya
práctica tiene carácter de permanente.

¿Cómo se forman los
hábitos?

El hábito es un comportamiento adquirido por la
práctica repetida de las mismas acciones. En el caso
de la niña y el niño son los padres, otros
familiares y los docentes
los responsables de que los niños adquieran los
hábitos relacionados con la higiene, el aseo personal
y comunitario, la alimentación y el orden,

Los hábitos de aseo e higiene personal
revisten importancia para la conservación de la
salud y su
ausencia ocasiona las infecciones de la piel, las
diarreas
causadas generalmente por la ingestión de alimentos con
las manos sucias o preparados sin tener en cuenta las
condiciones de higiene, las caries dentales, entre
otros.

Estos hábitos se comienzan a formar en el
ámbito familiar pero frecuentemente la escasez de
agua, la
inclemencia del tiempo y la falta de constancia, hacen que
esta actividad tenga que ser reiniciada o reforzada en la
institución educativa.

Para el efecto, en muchas aulas, especialmente
cuando no contamos con un ambiente especial para ello, se
organiza el rincón del aseo para que los niños
se laven las manos y la boca antes y después de la
merienda o después de realizar una actividad en la que
se han ensuciado las manos (pintura,
modelado, etc.). Este rincón de uso común,
requiere sin embargo, de objetos de uso personal como la
toalla, a fin de evitar consecuencias negativas como el
contagio de enfermedades
de la piel.

¿Cómo participan las niñas y
los niños en el cuidado de su salud?

Las niñas y los niños en el aula ya
tienen experiencias personales sobre las enfermedades (gripe,
diarreas, etc.) además, poseen información sobre el cuidado de la
salud, identificando algunas causas de enfermedad y reconocen
la importancia de las vacunas
para prevenir algunas enfermedades. Para indagar sus saberes
sobre el tema les preguntamos: ¿alguna vez se han
enfermado?, ¿qué enfermedades han tenido?,
¿quién los ha curado? y ¿cómo los
curan en casa sin ir a la posta?

A través de nuestra práctica, debemos
generar actividades en las unidades didácticas para
que los niños aprendan como prevenir las enfermedades.
Sobre el tema de la salud los niños y niñas
podrían investigar en su hogar y/o en la comunidad
acerca de las enfermedades más frecuentes y
cuáles son los síntomas de las más
conocidas como: la gripe, la diarrea,
las enfermedades respiratorias, el sarampión, etc.,
así también cuáles son las causas,
consecuencias, formas de prevenirlas y de curarlas,
etc.

En estas edades son muy frecuentes los accidentes, como la manipulación de
objetos punzo-cortantes, el juego con fuego, las
caídas, tomar sustancias desconocidas (insecticidas,
combustibles, etc.) y dañinas, las cuales muchas veces
tienen graves consecuencias para niñas y
niños.

¿Es la alimentación importante para el
desarrollo infantil?

La alimentación y la nutrición son temas
importantes a tratar en zonas en donde el índice de
desnutrición es elevado y que
según las investigaciones
comienza a partir del destete. Sus causas no siempre
están relacionadas con la carencia de alimentos sino con
el desconocimiento de una adecuada combinación de los
mismos y de los requerimientos nutricionales para los menores
de tres a cinco años de edad.

Existe evidencia científica acerca de los
efectos que la desnutrición tiene en la primera infancia (0
a 8 años) debido a que puede afectar su salud, el
rendimiento escolar, su socialización, etc.

Dentro de las unidades didácticas que
programamos en el año, la alimentación debe ser
un tema a considerar, ya que es necesario abordar actividades
que generen el aprendizaje
de hábitos alimenticios.

En relación con la formación de
hábitos debemos aprovechar el momento en el que los
niños se reúnen para comer el refrigerio que han
traído o cuando se reparta la alimentación en la
institución educativa. En cualquiera de las situaciones
es necesario insistir acerca de:

  • Lavarse los dientes cada vez que ingieran
    alimentos.
  • Lavarse las manos antes y después de
    comer.
  • Comer toda su ración.
  • Ingerir alimentos nutritivos.
  • Diferenciar los alimentos nutritivos de los que no
    lo son.
  • Velar porque todos los niños se
    alimenten.

Existen otras situaciones de aprendizaje donde se
podrán abordar temas relativos a la alimentación,
entre ellas:

  • La identificación de la procedencia y uso de
    los alimentos, a partir de preguntas como: ¿de
    dónde vienen los alimentos que ustedes comen
    diariamente?, ¿todos los alimentos son de la chacra o
    de la huerta?, ¿de qué forma podemos utilizar
    las frutas para preparar alimentos?, ¿y las verduras?,
    ¿y los huevos?, etc.
  • La identificación de las
    características de los alimentos más conocidos
    a través de la percepción sensorial de las formas,
    tamaños, colores,
    consistencias, sabores y olores.
  • Valor nutricional de los alimentos.
  • Los cuidados y medidas de higiene que se deben
    observar con los alimentos: lavar las frutas antes de
    comerlas; cubrir los alimentos para evitar su contaminación con la tierra,
    las moscas y otros elementos, poner la comida fuera del
    alcance de los animales
    domésticos de la casa, etc.

¿Son necesarios los hábitos de orden en
Educación Inicial?

El orden es fundamental para que las niñas y
los niños trabajen en un ambiente organizado, donde
sea posible ubicar rápidamente lo que se busca. Desde
que comenzamos con el proceso de organización e implementación
del aula, le asignamos un lugar para cada sector y materiales. Para ello es importante contar con
algunos elementos que faciliten nuestra tarea. Las cajas y
los estantes son los más apropiados para guardar los
diferentes materiales por sectores.

Otro paso es señalizar con un letrero o
dibujo el
contenido de cada caja de manera que permita la
identificación de su contenido. De esta manera, la
niña y el niño aprenden a practicar el orden en
el aula y se preocupan por cumplir con esta tarea que
será evaluada en el rubro de cumplimiento de
responsabilidades.

En este sentido, debemos trabajar coordinadamente
con los padres de familia para que el niño tenga en su
casa un lugar para guardar sus juguetes u
otros objetos que recoge del medio y que considera sus
juguetes, así como un lugar donde poner o colgar la
ropa que se quita para ir a dormir.

La importancia de la higiene del medio
ambiente

El cuidado e higiene del medio
ambiente es una preocupación casi universal en
un momento en el que la humanidad reflexiona sobre las
causas de la destrucción de la capa de
ozono, la
contaminación de las fuentes
de agua por los relaves de las minas y del medio ambiente
por la basura,
la tala indiscriminada de árboles, etc. que están
causando graves problemas en la ecología, rompiendo el equilibrio existente entre los seres vivos y
el medio natural en el que vivimos.

La higiene del medio ambiente debe dar lugar al
análisis de nuestras actitudes para establecer responsabilidades
en el cuidado del mismo, procurando que la
institución educativa o PRONOEI y alrededores,
estén libres de basura o
desperdicios contaminantes.

Para que la niña y el niño tomen
conciencia del problema y asuman el
compromiso de contribuir a la conservación del medio
ambiente, es conveniente recorrer los alrededores, observar
las condiciones de higiene y buscar soluciones en ese sentido con la
participación de los niños y las niñas
del aula.

La organización de las niñas y los
niños

Las investigaciones sociales han comprobado que a
medida que crecen las niñas y los niños,
aumenta el interés por tener amigos y es por esto
que el docente organiza los ambientes y planifica
actividades en función de estos intereses y
necesidades, con la finalidad de favorecer el desarrollo de
interacciones sociales positivas a través del juego,
que es la actividad que más les agrada. Pero
también, el docente es responsable de organizar a
las niñas y los niños utilizando los
criterios más pertinentes para cada actividad. A
medida que ellos crecen, van desarrollando una serie de
capacidades que los habilitan a participar en su propia
organización, dado que el desarrollo de capacidades
de comunicación, expresión,
movimiento y exploración ponen en
marcha procesos
más complejos que hacen posible su
participación.

La organización de las niñas y los
niños se hará, en algunos casos, por
iniciativa de los alumnos y en otros serán
propuestos por el docente.

Dentro de los seleccionados por los alumnos,
está el criterio de afinidad. Esto se debe
generalmente, a que han descubierto que comparten algunas
preferencias por algunos juegos,
materiales, etc. con otra niña o niño o
porque no han tenido conflictos entre ellos o porque uno
tiene una habilidad que el otro admira y desea
aprender.

Al comienzo esta afinidad se produce entre dos
pares, pero posteriormente pueden llegar a incluir a
más miembros en el grupo.

En cuanto a los criterios utilizados por el
docente se encuentran los de homogeneidad y
heterogeneidad.

Los grupos
homogéneos pueden organizarse en función de
la misma edad, por poseer similares habilidades. Este
criterio generalmente se establece cuando en el aula hay
niñas y niños de diferentes edades (tres,
cuatro y cinco años) y este tipo de
organización, permite al docente graduar la
dificultad según el grupo de edad.

Los grupos heterogéneos por su parte
favorecen el inter-aprendizaje. La agrupación de
niñas y niños de distinta edad y/o ritmo de
aprendizaje, permite que los más pequeños
aprendan de los más grandes ya sea por
imitación o porque los niños mayores los
apoyan en la resolución de problemas. Un ejemplo de
lo expresado se observa en la dinámica familiar donde los menores
aprenden de los mayores comprobando así lo planteado
por Vigotsky que "el aprendizaje impulsa el
desarrollo".

Un grupo cuyos integrantes poseen distintas
habilidades permite un mayor intercambio de experiencias y
la elaboración de un resultado mejor, como producto
de la actividad grupal. Por ejemplo, un niño que
tiene pocas habilidades en la expresión
plástica cuando tiene la oportunidad de integrarse
con niños más expertos para la
elaboración de un collage, puede aprender nuevas
destrezas y además tener la satisfacción de
haber participado y obtenido un trabajo de mayor calidad.

Lo mismo sucede con las actividades psicomotrices
hay grupos que siempre pierden en los juegos de competencia
pero al participar con niñas y niños
más diestros tienen la oportunidad de formar parte
del equipo ganador.

La observación permanente permite al
docente ir descubriendo las habilidades y talentos de todos
y cada uno de los alumnos, para que a partir de esos
resultados pueda organizar los grupos para las actividades,
tanto dentro como fuera del aula, de acuerdo con la
programación y con las capacidades
que se propone desarrollar.

Las actividades individuales, en pequeños
grupos y a nivel de grupo total

Otra forma de organizar a las niñas y a los
niños es la que tiene en cuenta la
participación individual, en pequeños grupos
y grupo total.

Hay actividades y momentos en los cuales, la
participación es en forma individual, como por
ejemplo, el dibujo, el modelado, el armado de un
rompecabezas, etc. El
trabajo individual permite la observación y
evaluación del desempeño
personal del alumno.

En algunos casos, hay niñas y niños
que prefieren el juego solitario pues tienen dificultad
para integrarse al grupo, paulatinamente el docente
irá promoviendo su interacción con otros
compañeros.

En cuanto al trabajo en pequeños grupos
éste generalmente está integrado por cinco o
seis alumnos, que pueden sentarse alrededor de una mesa y
formar un equipo de trabajo, durante un tiempo determinado.
También se agrupan en forma libre los niños y
las niñas, en el uso de los sectores o para el juego
al aire
libre.

Con los niños de tres y cuatro años
la organización en pequeños grupos
permite:

  • Una atención más individualizada y
    la posibilidad de desarrollar varias actividades al mismo
    tiempo, especialmente cuando se cuenta con una persona de
    apoyo como una mamá o hermano mayor.
  • La posibilidad de utilizar mejor el material
    educativo, que a veces no alcanza para todos porque no se
    cuenta con cantidad suficiente.

El trabajo en grupo por otra parte favorece el
desarrollo de comportamientos sociales de ayuda y
cuidado.

El trabajo a nivel de grupo total, es otra estrategia
de organización de los niños, en donde
participan conjuntamente en una actividad dentro o fuera del
aula, como por ejemplo, en la planificación y en la evaluación del juego-trabajo o en un
paseo. También se da en la planificación de un
proyecto.

Algunas veces el grupo total se divide en dos
subgrupos. Esta organización se utiliza para realizar
dos actividades paralelas. Por ejemplo, mientras un grupo
realiza una actividad de expresión plástica, el
otro grupo puede realizar el reforzamiento de un determinado
aprendizaje en el que tiene dificultad.

En este contexto, en el nivel de educación
inicial, se da el aprendizaje cooperativo, donde el grupo
trabaja conjuntamente para el logro de una meta que se ha
propuesto alcanzar. De esta manera, mientras aprenden nuevos
contenidos, mejoran su competencia social desarrollando la
cooperación, el respeto a
los demás, respeto por las opiniones de los otros, la
valorización del trabajo de cada uno, la responsabilidad personal y compartida. El
docente como facilitador, motiva y orienta la
interacción entre los miembros del grupo.

En otros casos, como en la realización de una
experiencia científica, el docente tiene una mayor
participación en el proceso de búsqueda de
soluciones a través del andamiaje, que es la
cesión y traspaso progresivos de la responsabilidad y
el control
del aprendizaje, a las niñas y los niños,
ayudándolos a superar las dificultades que encuentran
en la actividad conjunta, en un proceso de negociación que los conduce a compartir
significados.

9.4 Socialización y regulación
emocional

"La socialización es el proceso mediante el
cual se interiorizan las normas
del grupo en el que uno vive, de modo que emerge una
personalidad única".

A partir de la experiencia afectiva en su
interacción social, las niñas y los
niños construyen vínculos afectivos con las
personas de su entorno y se crea un sentimiento de
pertenencia hacia su grupo familiar. Este grupo constituye su
primer referente social, a partir del cual se
integrará con otros adultos y pares en actividades de
juego y recreación. De esta manera, irán
desarrollando capacidades y actitudes relacionadas con la
convivencia social.

Es muy importante que en esta interacción
social los niños descubran que forman parte de un
medio y que en este existen "otros", y que cada uno de ellos,
es diferente, con características, necesidades,
intereses y sentimientos particulares, en algunos casos
similares, en otros diferentes. Es así que la meta de
la socialización infantil es aprender a respetar a los
demás para ser respetado y esto implica la
noción de justicia y
el manejo de conflictos.

Este proceso de regulación emocional, implica
el desarrollo de ciertas habilidades sociales que incluyen
actitudes hacia la interacción y comunicación,
tales como: saber escuchar a los demás, prestar
atención a lo que dicen y darse cuenta de lo que
están sintiendo (empatía) y actuar o responder
de acuerdo a esta percepción.

La convivencia democrática

Es la capacidad de vivir juntos,
respetándonos y consensuando las normas
básicas.

Las normas de convivencia nos impulsan a pensar, en
la posibilidad de ponerse en el lugar del otro, en compartir,
en cooperar, en respetarse y comunicarse. Asimismo, nos
llevan al desarrollo de las capacidades de autocontrol, de
autorregulación, de participación, de
aportación de ideas y críticas
constructivas.

La convivencia democrática implica
comprender, respetar y construir normas justas que regulen la
vida colectiva.

La convivencia democrática sólo se
puede desarrollar en un ambiente debidamente preparado, en
una atmósfera o clima de aula que aleje el
temor y la tensión. Es decir, ir creando un clima de
confianza.

La creación de este clima supone:

La confianza en sí mismo:

Auto conocimiento y auto aceptación personal,
saber escucharnos a nosotros mismos, tener claro que deseamos
y que queremos, qué es lo más valioso de
nosotros mismos.

La confianza hacia los demás:

Que nos permita establecer relaciones positivas,
sólidas y estables, con los demás, abriendo un
espacio de conocimiento, de respeto y escucha
mutua.

Habilidades sociales para la convivencia

"Repertorio de comportamientos interactivos,
verbales y no verbales, que demuestran capacidad para
incluir las conductas o respuestas de otros; y que son
eficaces tanto para alcanzar los efectos deseados, como
para suprimir o evitar los no deseados, sin causar dolor a
los demás".

Otro aspecto a considerar dentro de la
socialización de la niña y el niño es el
relativo a las habilidades sociales que se desarrollan en la
interacción con los otros. La competencia social es la
habilidad para comenzar y sostener una interacción
social positiva con los otros.

En este sentido muchas investigaciones han
encontrado relación entre la competencia social en la
niñez y el posterior comportamiento social,
académico y psicológico en la adolescencia y la edad adulta.

Se denominan "habilidades sociales" al conjunto de
comportamientos interpersonales que va construyendo la
persona y que configurarán su forma de actuar en los
diferentes ámbitos de convivencia. Éstos
incluyen actitudes hacia la interacción y
comunicación, tales como: saber escuchar a los
demás, prestar atención a lo que dicen y darse
cuenta de lo que están sintiendo (empatía),
para actuar o responder de acuerdo a esta
percepción.

Cuando la niña y el niño llegan por
primera vez a la institución educativa, ya poseen
algunas habilidades sociales adquiridas en su entorno
familiar y comunal, pero ahora deben enfrentar nuevas
situaciones como la de integrarse a un grupo de pares, con
los que necesitan interactuar en el marco de un intercambio
social. Esta situación constituye una experiencia en
la que se mezclan sentimientos contradictorios de curiosidad,
de temor, de desconfianza, de angustia que en algunos casos
da lugar a llantos y agresiones.

Es por este motivo que durante el primer mes se
establece una etapa de adaptación a fin de que los
niños se vayan acostumbrando al nuevo ambiente donde
el docente tendrá, por un lado, que complementar el
proceso de socialización iniciado en el hogar y, por
el otro, crear situaciones que hagan posible la
adquisición de nuevas formas de relacionarse con los
otros niños y adultos. Sin embargo, la integración a este nuevo grupo de
experiencias y de aprendizaje es un desafío donde los
educandos enfrentan situaciones nuevas que le exigen
desarrollar otras formas de interacción.

En este aprendizaje los adultos tenemos un rol
importante para ayudarlos a encontrar las formas positivas de
interacción y de manejo adecuado de los conflictos que
puedan surgir entre ellos.

Por otra parte, es necesario identificar cómo
se adquieren estas habilidades para favorecer el proceso. En
ese sentido algunos estudios plantean que:

  • Estas habilidades se adquieren mediante la
    observación, la imitación, el
    ensayo-error, la información (saludar, agradecer,
    pedir disculpas, pedir permiso, etc.).
  • Estas habilidades involucran comportamientos
    verbales y no verbales (gestos de fastidio o de
    alegría).
  • Producen respuestas positivas del medio social (los
    otros con quienes interactúa ofrecen reforzamiento
    social).
  • Los padres otorgan una real importancia a las
    experiencias sociales de sus hijos con otros niños,
    contribuyendo al desarrollo de habilidades sociales, como la
    solución de conflictos.
  • La cultura favorece el desarrollo de interacciones
    sociales desde edades tempranas.
  • Existen prácticas educativas,
    democráticas, permisivas o autoritarias en la familia.
    Los hijos de padres democráticos demuestran un
    comportamiento más natural y sociable.

Como resolver conflictos en el aula

"Afrontar los conflictos haciendo uso de acciones
para alcanzar la paz implica, generar experiencias que
susciten el reconocimiento individual y colectivo de las
personas y tener estructuras democráticas
sólidas, al interior de la institución
educativa y de cada una de las aulas."

El conflicto, es esencialmente un proceso natural a
toda la sociedad y
un fenómeno necesario para la vida humana, que puede
ser un factor positivo en el cambio y
en las relaciones o destructivo, según la manera de
regularlo.

En nuestra práctica debemos poner
énfasis en el uso de estrategias y técnicas para la solución de
conflictos en el aula.

Es así que debemos ayudar a niños y
niñas a convertirse en personas capaces de resolver
sus problemas de una manera asertiva y que en el desarrollo
de las actividades en el aula ellos aprenden a resolver los
conflictos en forma constructiva.

Debemos posibilitar que los niños adquieran
habilidades para abordar los conflictos,
enseñándoles técnicas de
negociación y de resolución de conflictos.

La negociación es un procedimiento
de comunicación

Resolución de conflictos:

Todo conflicto es un proceso que posee los siguientes
momentos:

Situaciones percibidas como
incompatibles.

Toma de conciencia de esa
incompatibilidad.

Conducción a una relación
conflictiva.

Movilización hacia procesos de
resolución, por cuanto el conflicto no es
interminable.

Desemboca en un resultado en el que los
niños y las niñas adquieren habilidades para
abordar los conflictos.

Los docentes tenemos habilidades y actitudes
básicas, necesarias para desarrollar respuestas
asertivas a los conflictos. Estas habilidades y actitudes se
agrupan y se desarrollan teniendo como base cuatro
tópicos centrales:

  • Descubriendo el valor personal y grupal de su aula,
    es decir ayudar al grupo en el crecimiento de su autoestima:
    el valorarse a sí mismo y a los
    demás.
  • La comunicación. El desarrollar una
    comunicación eficiente y auténtica nos permite
    saber escucharnos, tomar conciencia de la necesidad de
    entender el punto de vista del otro y de expresar nuestros
    sentimientos y necesidades ante un conflicto.
  • La cooperación. Aprender que es posible
    desarrollar espacios para compartir, libre de toda
    competencia, espacios de trabajo conjunto y metas comunes, de
    apoyo y aceptación mutua y de respeto a las
    diferencias.
  • El manejo de conflictos, es decir el desarrollo de
    la habilidad y la actitud
    para crear respuestas diferentes y creativas a los
    conflictos.

La educación en valores

Educar en valores es promover condiciones para
aprender a construir nuestros singulares sistemas
de valores y establecer vínculos de responsabilidad en
relación con la sociedad, con la persona que se
está educando, con el momento temporal y socio
cultural en el que vivimos y con el que vivirán los
que ahora aprenden.

Es necesario orientar nuestras acciones
pedagógicas y especialmente las relativas a la
educación en valores, a la formación de
personas felices y protagonistas de sus vidas. No debemos
perder de vista que nuestras vidas y las de nuestros
estudiantes han sido construidas en interacción
social, pero poseen una dimensión individual, personal
y singular que debemos cultivar con esmero.

Al respecto cada cultura tiene su propia escala de
valores que rigen su conducta personal y social, sin embargo,
hay algunos valores que tienen un carácter casi
universal. La educación en valores es un
propósito en la mayoría de los grupos
sociales, debido probablemente a los problemas
éticos y sociales que se presentan diariamente en todo
el mundo. Entre los
valores que pueden ser más comprensibles para las
niñas y los niños, porque se practican
cotidianamente a través de las diferentes actividades,
están la responsabilidad, la veracidad, la tolerancia,
la solidaridad y la justicia.

Sin embargo, es probable que algunos de ellos no
sean comprendidos todavía a cabalidad por los
más pequeños. En este sentido, realizaremos un
análisis para identificar las formas en la que las
niñas y los niños vivencian los valores en la
institución educativa:

  • La responsabilidad que se desarrolla con el
    cumplimiento de las tareas diarias, como ordenar los
    materiales, regar las plantas o
    verduras de la huerta, dar de comer a los animales, entre
    otras, y que se complementan con las que deben realizar en su
    hogar.
  • La verdad: guarda relación con nuestras
    actitudes como padres de familia y docentes al dar respuesta
    a sus preguntas cuidando de no proporcionar conceptos
    erróneos. Es cierto también que entre los tres
    y cuatro años la niña y el niño mezclan
    la realidad con la fantasía, pero no lo hacen por
    engañar sino porque es una característica de su
    edad.
  • La tolerancia: es un valor relacionado con la
    cultura de paz y la no-violencia.
    Muchas veces en el entorno familiar y en el comunal las
    niñas y los niños son testigos de actitudes
    agresivas u hostiles que tienen un fuerte impacto en el
    desarrollo emocional de los más pequeños,
    quienes copian esas actitudes y las utilizan para resolver
    sus conflictos. Ante esta situación, es conveniente
    que como docentes, adoptemos actitudes que permitan encauzar
    adecuadamente estos comportamientos.
  • La solidaridad: es un valor que se va adquiriendo
    poco a poco, comienza con actitudes de compartir, un juguete
    o una galleta, con un amigo aunque el reparto no sea
    equitativo.

La tolerancia y la solidaridad se ponen de manifiesto
cuando comparten responsabilidades en los trabajos de
grupo.

Pero los valores no se adquieren por la presión
socializadora que ejercen los adultos para que las niñas
y niños se apropien de las normas y valores de su
cultura. Según Grusec y Goodnow, esta tarea es
más compleja y está determinada por tres
componentes:

  • Las percepciones que tienen las niñas y los
    niños de las intenciones de los mensajes de sus padres
    y maestros. En ese sentido es importante la claridad del
    mensaje, la capacidad de interpretación del mensaje y el estado
    emocional del niño.
  • La interiorización estará influida
    por el grado de aceptación de los mensajes en
    función de la calidez de la relación
    niño/adulto y por la justicia que
    evidencie.
  • La comprensión de que hasta que punto ellos
    han participado en su elaboración o es sólo una
    imposición de sus padres o maestros.

En el mismo estudio se señala que,
además de los padres y los maestros, los
compañeros tienen influencia en la
socialización de la niña y el niño. En
esta situación dan más importancia a las
faltas
morales como golpear a un compañero, que a las faltas
convencionales como no saludar, no pedir permiso, por eso en
el primer caso, ellos asumen una actitud de protección
al agredido y de reproche al agresor.

La niña y el niño y su relación con
Dios

Esta relación está vinculada con la
formación de una conciencia moral, la
formación de valores y el descubrimiento del sentido
de trascendencia de la vida de nuestros alumnos.

En este sentido, nosotros los maestros tenemos que
contribuir con esta responsabilidad, con acciones concretas y
vivenciales, que permitan que los niños y las
niñas reconozcan que Dios es el origen de la vida y
que ellos, como nosotros, somos parte de su maravillosa obra
y que conjuntamente con sus padres estamos llamados a
cuidarla y defenderla

Así mismo, debemos indagar acerca de la
orientación religiosa de cada familia para no violentar el
respeto por la libertad de
culto que es un derecho de los estudiantes y sus
padres.

Generalmente, las niñas y los niños
participan en las actividades comunales de carácter
religioso, como por ejemplo, identifican la sede parroquial,
asisten a misa en compañía de sus padres, mostrando
interés por participar, asisten a actos de
celebración del patrono de la comunidad y otros que se
realizan en el país, como la Semana Santa, etc. Las
niñas y los niños observan e imitan las actitudes
asumidas por los mayores en estos actos religiosos y gradualmente
los van internalizando, comprendiendo y asumiendo.

UNIDAD 10

NIÑOS Y NIÑAS EN RELACIÓN CON EL
MEDIO AMBIENTE

10.1 El desarrollo de las capacidades del área de
Ciencia y
Ambiente

Esta propuesta propone una relación con el
medio natural desde la praxis,
desde el quehacer cotidiano de la comunidad educativa.
Trabajando a partir de la perspectiva de
potencialidad-problemática-alternativa y siguiendo las
concepciones y prácticas de manejo del ambiente
existentes en los diferentes pueblos, se logrará que el
contenido tenga sentido.

El desarrollo de los logros de aprendizaje y
capacidades están organizados en dos
componentes:

10.2 Conocimiento del medio ambiente
natural

La relación de los niños y las
niñas con el medio ambiente, tiene como intención
ofrecerles las oportunidades para construir, a partir de sus
interacciones y conocimientos, un modelo de
cómo es que funciona el ambiente, reconociendo al ser
humano como parte integrante del mismo, aprendiendo, al mismo
tiempo, a valorarlo y conservarlo.

Debemos orientar al niño y la niña para
sentir, interpretar y recrear los lenguajes del ambiente
físico y natural a través del desarrollo de las
actividades al aire libre, los paseos, las visitas. Estas
actividades les brindan múltiples oportunidades de estar
en contacto con la naturaleza y descubrir el origen de la vida,
la conservación de las especies y el rol del ser humano
como responsable del cuidado del medio ambiente.

Otro tema a tratar puede estar referido a la
transformación del paisaje por el hombre o
por acción de la naturaleza. Para ello las niñas
y niños pueden hacer indagaciones en su hogar, preguntar
a sus padres y abuelos, sobre las modificaciones que se han
producido con el paso del tiempo.

El ciclo de la vida en los seres vivos y en los
elementos de la naturaleza

Cuando decimos seres vivos nos estamos refiriendo
tanto al ser humano como a los animales y las plantas. Las
niñas y los niños de la zona rural tienen mucha
experiencia con animales. Desde edades tempranas
acompañan a sus hermanos a ordeñar, a apacentar
los animales y tienen contacto con ellos.

A diferencia de un niño de zona urbana, el de
la zona rural tiene la oportunidad de ver a los animales en su
hábitat natural y esa situación le
permite tener un conocimiento mayor sobre ellos. Preguntas como
¿qué comen?, ¿cómo nacen?, son
respondidas fácilmente por los niños del
área rural debido a la observación
permanente.

El reino vegetal en el que están las plantas es
otra fuente de interés ya que no todas las plantas son
iguales ni en forma, ni en tamaño, ni en color; tampoco
lo es el fruto que producen y el lugar donde éste se
ubica, por ejemplo la papa (crece bajo tierra) o el
maíz y
el tomate
(crecen sobre la tierra).

Este interés de las niñas y los
niños por las plantas puede dar lugar a que cada uno arme
un germinador y vaya registrando diariamente en un gráfico
la evolución del frejol o lenteja.

Esta actividad los aproxima al origen de la
vida de los seres vivos y especialmente a la vida del ser
humano. En este contexto formulan frecuentes preguntas como
¿por qué cuando nace el ternero se puede parar
enseguida y mi hermanito no?, ¿dónde están
los dientes antes de salir?, ¿cómo éramos
cuando bebés?, ¿por qué nos enfermamos?,
¿las personas viven más tiempo que los animales?
y muchas otras más que demuestran la curiosidad que
tienen por el tema.

Esta es una oportunidad para tratar el tema de las
funciones del cuerpo
humano, de los distintos órganos que tenemos, de
sentir la respiración, el latido del corazón,
como pasa el agua por
la garganta, etc.

Otros temas que podemos abordar en clase:

  • Los sentidos y sus funciones.
  • Los cambios que sufren los seres vivos con el paso
    del tiempo.
  • Las semejanzas y diferencias entre los seres
    vivos.
  • Cómo son los animales de acuerdo a su
    hábitat.
  • Cómo cuidan los animales a sus
    crías.
  • Las partes de la planta y funciones qué tiene
    cada una.
  • La comparación entre los seres vivos y los que
    no lo son.

Todos estos temas son de interés para las
niñas y niños pero deben ser propuestos por ellos
mismos. Una actividad que podemos realizar con ayuda de los
pequeños, es la elaboración de un mapa
semántico en el que se puede ir registrando los temas de
interés a medida que van surgiendo.

De esta manera podemos comenzar con los seres vivos
que es un tema muy amplio, del que podremos ir extrayendo
subtemas como el hombre, las
plantas, los animales. Se puede seleccionar los animales y
nuevamente desagregarlo, obteniendo un resultado similar al que
se registra a continuación pero que puede ser diferente
en cada región dependiendo de los animales que habiten
en ella.

Esta es una forma de registrar los intereses de las
niñas y los niños.

Una vez elegido el tema, podemos realizar un cuadro como
el siguiente:

¿Qué sabemos sobre los animales
que viven en el agua?

¿Qué queremos saber sobre
ellos?

¿Cómo podemos conocer
más y dónde buscamos la
información?

¿Qué hemos aprendido sobre los
animales que viven en el agua?

Se consignan los conocimientos
previos.

 

Se hace el listado de lo que desean conocer las
niñas y niños.

Se proponen las formas de obtener
información.

Se consignan los nuevos
conocimientos.

Esta planificación de la actividad promueve una
mayor participación de las niñas y
niños.

La experiencia directa es importante en las
actividades relacionadas con el medio y la naturaleza, pero
también los docentes podemos usar material
representativo como las tarjetas de
seriación que representan, entre otros, el ciclo de la
vida humana, animal y vegetal. Este material promueve la
observación, comparación y reflexión de
las niñas y niños y generalmente su uso es
individual.

Para realizar las actividades relacionadas con
elementos de la naturaleza, siempre es mejor trabajarlas en
grupos pequeños, esto posibilita una mejor
observación de parte de los niños y niñas
y mejores niveles de participación. Atendiendo a esta
recomendación ahora presentamos una ficha de actividad
que bien se puede desarrollar en el aula con los
niños.

Esta ficha nos ayuda a identificar lo que
aprenderán los niños al realizar la
"experiencia", el material que necesitamos para realizar la
experiencia, el proceso a seguir con el grupo y por
último contiene información para los docentes
respecto a la experiencia realizada:

LAS FUNCIONES DE LAS PLANTAS

FOTOTROPISMO

¿Qué aprenderemos?

  • Las plantas necesitan de luz
    y calor para vivir.
  • Las plantas "van en busca de la
    luz".

¿Qué necesitamos?

  • Una caja con tapa.
  • Papel negro o témpera de color
    negro.
  • Una tijera.
  • Restos de cartón.
  • Tarjetas sobre el crecimiento de las
    plantas.
  • Un germinador.
  • Hojas en blanco.
  • Crayolas o colores.

¿Cómo lo aprendemos?

  • Forramos el interior de la caja con papel
    negro o la pintamos con témpera de color
    negro.
  • Cortamos una o dos "ventanitas" en la
    caja.
  • Colocamos el germinador dentro de la caja, la
    tapamos y ubicamos la caja en algún lugar del
    ambiente por cinco días.
  • Jugamos con las tarjetas describiendo y
    ordenando la secuencia de crecimiento de
    estas.

  • Conversamos sobre el color y forma de la
    planta cuando recibe luz y calor.
  • Cada grupo decide cual de las ventanitas de
    la caja dejar abierta.
  • En forma individual dibujamos cómo
    esperamos encontrar la plantita después de cinco
    días, conversamos sobre nuestros dibujos, principalmente sobre el color y
    forma de la planta al crecer.
  • Comparamos nuestros dibujos con las tarjetas
    de la germinación.
  • Al cabo de los cinco días cada grupo
    abre su caja y comparamos nuestros dibujos con lo
    observado.
  • Respondemos a preguntas tales como
    ¿qué pasó?, ¿por qué
    una de la plantas se dirigió hacía la
    ventana de abajo y la otra hacia la de
    arriba?
  • Escuchamos con atención nuestras
    respuestas.
  • Conversamos sobre la importancia de la luz y
    el calor para el crecimiento de las
    plantas.
  • Conversamos sobre cómo las plantas
    buscan la luz.
  • Conversamos sobre cuáles son los
    elementos del medio ambiente que dan color a las
    plantas.

Información para las docentes:

La luz hace posible la formación de los
nutrientes.

La fotosíntesis:

La fotosíntesis es el proceso mediante
el cual se transforman los compuestos inorgánicos
que entran en la planta, en los compuestos
orgánicos necesarios para la vida del vegetal:
glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.

Como resultado de la fotosíntesis, también se
produce oxígeno que se libera en forma de
gas a
la atmósfera.

El ser humano, y el resto de los animales,
dependen de los seres "fotosintetizadores". Ellos nos
proporcionan dos elementos imprescindibles para la vida:
nutrientes y oxígeno.

Para representar esquemáticamente el
proceso de la fotosíntesis se usa una sencilla
ecuación:

Agua + dióxido de carbono + energía solar = glucosa + oxígeno.

Sí comparamos esta ecuación con un
proceso industrial, el agua y el dióxido de
carbono serían la materia
prima. Los nutrientes como la glucosa, serían
el producto resultante, y el oxígeno, el residuo,
ya que no es utilizado directamente.

La luz sería la energía que
permite que este proceso se realice.

La luz rompe las moléculas de agua en sus
dos componentes, hidrógeno y oxígeno. El
dióxido de carbono y el hidrógeno del agua,
forman la glucosa. El oxígeno del agua vuelve a la
atmósfera en forma de gas.

A partir de la glucosa, en la planta se fabrican
otros glúcidos complejos, como el
almidón.

Las plantas buscan la luz y el oxígeno,
pues estos dos elementos la ayudan a realizar la
respiración celular. La fotosíntesis y la
respiración celular constituyen las dos fases de
la nutrición vegetal. Gracias a esta, las plantas
obtiene la coloración verdosa. Si no encuentran
luz, las plantas mueren. En espacios donde la luz es
escasa, las plantas suelen buscarla, dirigiéndose
hacia ella. Por eso es muy frecuente ver cómo las
plantas crecen en dirección de la luz. A esta
función se la conoce como fototropismo, es decir
la capacidad de estos seres vivos de "dirigirse hacia la
luz".

10.3 Intervención humana en el
ambiente

Los niños y las niñas del nivel de
Educación Inicial, deben contar con oportunidades que
les permitan desarrollar sus capacidades y construir herramientas
intelectuales para actuar inteligentemente en su ambiente,
desarrollando su conciencia ambiental.

Las niñas y los niños de este grupo de
edad, sienten curiosidad por conocer el por qué, el
cómo y el para qué de las cosas que lo rodean.
Esta curiosidad es la que los impulsa a explorar, investigar y
descubrir todo lo que se encuentra en su entorno.

La educación
ambiental, es un trabajo educativo integrado a la vida de
la localidad, a la solución de problemas, a la vida del
ser humano, por lo cual es oportuno desarrollar un programa
organizado para el nivel de Educación Inicial, con la
finalidad de generar actitudes de solidaridad y compromiso con
la ecología y el ambiente, y así contribuir con
acciones que protejan el hábitat natural, evitando la
extinción de las especies animales y vegetales, y
garantizando nuestra propia existencia.

Así mismo debemos favorecer en las niñas
y los niños, la construcción del conocimiento
físico (propiedades físicas del objeto, sus
posibilidades de movimiento y modificación), a
través de la observación y experimentación
en interacciones grupales, para lo cual podemos:

  • Plantearles propuestas que despierten su
    interés y los estimulen a actuar.
  • Animarlos a que prueben los objetos para descubrir
    sus propiedades físicas: forma, tamaño, textura,
    consistencia, etc.
  • Animarlos a formular hipótesis en relación con los
    resultados del movimiento o modificación del
    objeto.
  • Animarlos a actuar sobre los objetos y observar como
    reaccionan.
  • Guiarlos para que comparen los resultados con las
    hipótesis
    planteadas.
  • Guiarlos para registrar las acciones y resultados
    obtenidos a través de códigos verbales y no
    verbales.
  • Asegurar la continuidad, variación y
    ampliación de las experiencias realizadas, a fin de
    asegurar la continuidad y ampliación de los
    aprendizajes.
  • Desarrollar sesiones de síntesis
    durante las cuales el conjunto de la clase discute sobre los
    problemas que han aparecido en las actividades de
    exploración y cuya finalidad es provocar una
    confrontación de ideas y opiniones.

De esta manera estaremos estimulando la
participación activa del niño y la niña
para proponer ideas, plantear problemas, comparar objetos,
hechos, fenómenos y establecer similitudes y
diferencias.

Es preciso organizar un contexto con carácter
lúdico para el desarrollo de las actividades que
satisfagan la necesidad de juego del niño y la
niña y el desarrollo de relaciones de causalidad a
través de la observación y
experimentación sobre el medio físico, natural
y social que los rodea.

La interacción permanente con el medio
natural, facilita a las niñas y los niños, su
pronta integración respetuosa y protectora con dicho
ambiente. Participando de manera cada vez más
constructiva y creadora, en proyectos de
tipo científico y de protección y
conservación de su medio ambiente natural,
desarrollarán actitudes de interés, compromiso
y responsabilidad, simultáneamente.

¿Qué otras actividades se pueden
realizar en relación con la naturaleza?

Así como los seres vivos son objeto de la
curiosidad de las niñas y niños también
lo son los seres inanimados. Las piedras, el agua, los
imanes, las velas, el jabón, entre otros son motivo de
interés para ellas y ellos.

En ese sentido las piedras son de diverso tipo,
algunas como canto rodado y otras con ángulos, tienen
distintos tamaños y color según su procedencia
y muchas veces son recogidas por los niños y guardadas
como algo valioso. Algunos niños juegan a tirar las
piedras al río o a la laguna y les llama la
atención ver los círculos concéntricos
que se forman cuando caen al agua.

Otra fuente de atracción para las
niñas y los niños es el agua que adopta la
forma del depósito donde se la pone y que cambia de
estado
como algo mágico especialmente en las zonas donde hace
mucho frío. Con el agua también se hacen
experimentos
como el de las cosas que flotan y las que se
hunden.

El aire y el viento (que es el aire en movimiento)
es también objeto de interés y permite realizar
experiencias interesantes como poner una vela prendida debajo
de una campana de vidrio y
ver como la vela se apaga por falta de aire porque el fuego
lo consumió. Remontar cometas es otro juego que
deleita a los niños y la cometa es fácil de
confeccionar especialmente si organizamos un taller en el que
participen los padres y/o los hermanos mayores.

¿Qué otros experimentos podemos
realizar?

Otros experimentos que contribuyen a la
construcción de conocimientos son los que realizamos
en el rincón de ciencias:

Las niñas y los niños pueden organizar
este rincón donde colocarán los elementos que
han recolectado en los paseos por los alrededores de la
institución educativa o PRONOEI y en sus hogares como
minerales,
clavos, carrizo, imanes, balanza, cinta métrica,
depósitos para medir cantidades, lupa, cucharas,
embudos y otros instrumentos propios de la
localidad.

Con esta dotación de elementos se
realizarán experimentos sencillos como los siguientes,
para comprobar algunos efectos sobre distintos materiales.
También se realizarán observaciones y registro de
las mismas para compartir los resultados con sus
compañeros.

  • Frotamos una regla o lapicero de plástico
    con un trapo de lana y lo acercamos a trocitos de papel,
    ¿qué pasa? Los trozos de papel se pegan al
    lapicero o regla por la electricidad
    que se generó con la frotación.
  • Preparamos una caja donde ponemos peces de
    papel, algunos con clips o alfileres y otros sin nada.
    Preparamos una caña de pescar con un imán en la
    punta y pedimos a los niños que pesquen y que observen e
    investiguen que pasa.
  • También el imán se puede utilizar para
    frotar un clavo con él y luego comprobar como el clavo
    se ha imantado y atrae metales como si
    fuera un imán.
  • Para comprobar la transmisión del sonido se puede
    atar los extremos de una pita gruesa de un metro de largo a dos
    latas perforadas en la parte central de la base. El hilo debe
    mantenerse bien tirante para que puedan hablar dos niños
    desde esa distancia.
  • Para hacer pompas de jabón se prepara agua con
    un poco de jabón o detergente para obtener un agua
    jabonosa. Con pedazos de alambre cada niña y niño
    fabrica un aro chico con una prolongación para poderlo
    coger. Luego se introduce el aro en el agua jabonosa y se
    sopla. Durante el juego se pueden introducir variantes
    como:
    • Cambiar la forma de los aros (cuadrado, rombo) y
      ver si cambia la forma de la pompa.
    • Hacer la actividad dentro del aula y al sol y ver
      si cambia el color de la pompa por efecto del
      sol.
    • Soplar con más o menos fuerza y
      comprobar el resultado.
    • Poner más o menos jabón al agua y
      ver qué pasa.

Durante la experiencia las niñas y niños
intercambiarán opiniones y registrarán los
resultados.

  • Poner en un depósito hojas verdes
    preferentemente de alfalfa o pasto y aplastarlas (machucarlas)
    bien, luego ponerle un poco de alcohol y
    dejar reposar, posteriormente se cuela y se obtendrá un
    líquido verde que es la clorofila.
  • Poner en un vaso que tiene agua coloreada con tinta o
    tierra de color disuelta en agua, en el vaso se pone una flor
    blanca y al día siguiente se encuentra que la flor
    está teñida del color del agua.

Con los imanes se realizan otras experiencias algunas
propuestas por el docente como las siguientes pero otras pueden
partir de iniciativa de las niñas y de los
niños.

LOS CARRITOS CHOCONES

¿Qué aprenderemos?

  • Las propiedades magnéticas del
    imán.
  • Comprobaremos mediante una experiencia
    sencilla, la atracción de los polos opuestos en
    los imanes y la repulsión de los polos
    iguales.

¿Qué necesitamos?

  • Cajitas de medicinas.
  • Chinches.
  • Restos de papel de colores.
  • Rueditas de plástico.
  • Imanes.
  • Goma.

¿Cómo lo aprendemos?

  • Forramos las cajitas con los restos de
    papel.
  • Colocamos las rueditas a cada cajita forrada,
    sujetándolas con chinches.
  • Sujetamos los imanes en la parte inferior de
    los extremos de cada cajita forrada.
  • Probamos a acercar los carritos uno con el
    otro.
  • Observamos qué es lo que
    pasa
  • Si acercamos los carritos por los polos
    iguales (polo positivo con polo positivo) los
    carritos se separan.
  • Si acercamos los carritos por los polos
    diferentes (polo positivo con polo negativo) los
    carritos se atraen.

 

Información para la docente:

Los polos de los imanes ejercen fuerza entre
sí. Esta fuerza se manifiesta cuando el
imán atrae otro imán gracias a la
atracción de los polos diferentes: polo positivo
(+) y polo negativo (-)

Lo contrario sucede cuando se intenta unir un
polo positivo (+) con otro positivo (+) o un polo
negativo (-) con otro polo negativo (-). Aquí
estas fuerzas se rechazan. La repulsión de dos
polos iguales es tan fuerte que es imposible juntar los
imanes.

De diferente forma sucede cuando "se atraen dos
polos diferentes" u opuestos (+) y (-), es tan fuerte la
atracción que para el caso de la experiencia de
los carritos, estos se unen.

LA CARRERA DE LOS BARQUITOS
MAGNÉTICOS

¿Qué aprenderemos?

  • Las propiedades magnéticas del
    imán.
  • Los imanes sólo atraen
    metales.

¿Qué necesitamos?

  • Barquitos de papel, uno por cada niño
    que participe en el juego.
  • Un depósito grande con
    agua.
  • Una aguja punta roma, o un clavo.
  • Cuatro imanes.
  • Botones de tamaño grande
  • Crayolas o colores.

¿Cómo lo aprenderemos?

  • Sujetar en alguno de los barquitos de papel
    uno o dos botones (en cada extremo del
    barquito).
  • Sujetar en los otros barquitos de papel la
    aguja punta roma o el clavo.
  • Sujetar en los cuatro extremos del
    depósito los imanes (uno en cada
    extremo).
  • Llenar el depósito con agua y colocar
    los barquitos sobre el agua.
  • Conversamos sobre lo que observamos,
    ¿qué sucede?, ¿cuál de los
    barquitos es atraído por los imanes?,
    ¿cuál de los barquitos llega más
    rápido al borde del depósito con agua?,
    ¿cuál de ellos no es atraído?,
    ¿por qué?
  • En grupo grande conversamos sobre lo
    observado.
  • Individualmente recibimos una ficha de
    trabajo:

 

Nombre del
niño/a:———————————-

 

SI

NO

 

  • Conversamos sobre lo que vemos en la
    ficha.
  • Trabajamos la ficha con ayuda del
    docente.

Militza Novoa

Partes: 1, 2, 3, 4, 5, 6
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