Juego Brusco y Abuso Sexual infantil
- Del juego brusco con los
niños? experiencia equívoca? y
equivocada - La
sexualidad infantil - Biografía
concisa de Charles Lutwidge Dodgson - La
Pedofilia, la Pornografía y el Abuso Sexual de los
Niños - El
dilema - Qué
decir - Qué
hacer - Ahora,
hablaremos del abuso físico y del
emocional - La
pornografía infantil - El caso
de la aspirante infantil al título de belleza: Jonbenet
Ramsey - El
candor de Candi? - El
Buzón Universitario. El tartamudeo - Temas
actualizados. Asuntos de salud en breve?
Lección 23
Donde se Aprende de lo Perjudicial del
Juego Brusco
con los Niños,
del Abuso Sexual
de los Mismos, de la Pornografía Infantil, de los Cuentos de
Hadas, del Tartamudeo, de la Diabetes y de
Otras Cuestiones de Considerable Interés?
Para ello es que Existe la Universidad
Digital (UD)
Del juego
brusco con los niños? experiencia equívoca? y
equivocada
La sexualidad
infantil era noción que los moradores del
paleolítico poseían y conocieran bien.
Los niños y sus padres compartían
viviendas minúsculas y apretadas donde todo se
hacía en presencia de los demás — a pesar de que
todavía creemos que las relaciones
sexuales entre adultos, serían consumadas en privado,
porque nuestro género es
el único que cohabita en secreto.
Para el hombre
primitivo, los ritos de iniciación eran sexuales, y hoy,
los Yanomani del Amazonas y los ¡Kung del Kalahari celebran
los juegos
sexuales de sus hijos con entendimiento parsimonioso — sin
escandalizarse por los mismos.
Freud introdujo formalmente, el concepto
científico de la sexualidad infantil en los años
finales del Siglo XIX. Cuando lo hizo, necesitando resaltar la
importancia de lo que instruyera; distinguió a los
niños como seres "polimorfo-perversos" en las
multiplicidades de expresión de su erotismo
cuantioso.
San Agustín (354-430 DC), antes de que Freud publicara
sus hallazgos, lo había desarrollado en sus
Confesiones, de esta manera:
Las Confesiones
– Capítulo VII ?
"Entonces, es en la debilidad de los miembros del
infante y no en su voluntad que resta su
inocencia.
"Yo mismo he visto a un niño pequeño estar
celoso, aunque no pudiera expresarlo. Se puso pálido, y
dirigió miradas de odio a su hermanastro.
¿Quién puede ignorar este conocimiento?
Las madres y las niñeras nos dicen que ellas usan remedios
para apaciguar estas pasiones.
"Pero, si esto se toma como inocencia, no logra captarse
el anhelo natural de ser uno mismo, quien tenga
acceso absoluto a la leche del seno
materno — fuente de todo lo necesario para preservar la
vida.
"Sin embargo, nosotros vemos con lenidad esas cosas, no
porque no sean infracciones, o porque como infracciones sean
pequeñas, pero porque éstas se disipan con la
madurez del niño."
(Énfasis, nuestro)
Cuando el Santo Filósofo observara en el
niño el potencial amoral, también recordaba sus
deseos sexuales por su madre, lo que con angustia también
confesaría.
San Agustín nos ilumina acerca de sus propias
pasiones y las del niño: Hablándonos de la
sexualidad, la gula, los celos entre hermanos, la envidia y
más delante de las concupiscencias de la carne, cuando
implora: "Dios dame castidad y continencia? pero, no
aún".
La Muerte |
Entremos al aula, estudiando la sexualidad infantil —
esta promete que será una lección de mucha
importancia.
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