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Propuesta de paz integral, nacional y mundial (página 2)



Partes: 1, 2, 3

Objetivos generales y
específicos de una obra pacifista

Preocupado por la crisis
integral, nacional y mundial he buscado una explicación
religiosa, filosófica y científica, al comportamiento
de la humanidad y en la búsqueda no tuve que ir muy lejos,
pues todos sabemos que basta con comenzar por uno mismo
haciéndonos la pregunta obligada ¿Por qué
actuamos de determinada manera?

Mi propuesta de paz, que he venido dando a conocer de
manera gratuita, la escribí como un sólo libro pero en
el momento de editarlo vi necesario, por su volumen,
dividirlo en tres partes o libros
titulados:

EL LIBRO DE LA VIDA / Manual de Funciones
Cerebrales / Vivamos AMPM,

SEMILLAS DE PAZ-filosofía para
todos

TERCER TESTAMENTO-Nueva concepción de la vida
y del mundo
.

Pues bien, después de escribir estos tres libros,
la respuesta que doy es relativamente sencilla: los humanos
actuamos de acuerdo a los pensamientos que se producen en nuestro
cerebro por
conexiones neuronales realizadas con nuestras experiencias y
conocimientos adquiridos durante nuestra existencia. En otras
palabras, los humanos actuamos de acuerdo a nuestras creencias
religiosas, a las respuestas que damos a las preguntas
filosóficas de siempre y de acuerdo al uso que demos a
nuestro cerebro.

La paz merece de todo nuestro tiempo. Cuanto
más despacio lea, más deprisa lograremos la paz y
la felicidad universal. Quien afirme que no se debe escribir
sobre la paz es que no ha leído sobre la guerra. Hay
muchos libros justificándola y pocos argumentando la paz.
Mi obra trina, tres libros con un sólo objetivo
verdadero: ayudar a la humanidad a vivir feliz, es una
apología a la paz interior y colectiva; contiene
más de mil razones para merecerla.

No piense que porque escribí un libro titulado
TERCER TESTAMENTO-Nueva concepción de la vida y del
mundo
y porque me guste el pseudónimo Apóstol
de Paz voy a decirle ¡sea tolerante! No, por el contrario
explico muchas cosas que lo volverán tolerante. Resulta
ingenuo invitar a ser tolerantes, siendo que la tolerancia llega
a nuestra vida cuando comprendemos muchas cosas que nos conducen
a serlo. Tampoco voy a decirle: ¡cambie de actitud! No,
en mi obra trina doy un curso básico de filosofía,
de religión,
y de sexualidad
humana para ayudarle a asumir nuevas concepciones que le ayuden a
cambiar de actitud. Mucho menos voy a decirle: ¡tenga
paciencia con la crisis nacional y mundial! No, por el contrario
deseo motivarlo para que sienta remordimiento por su indiferencia
y egoísmo frente a ella. Estoy lejos de decirle:
¡arrepentíos, arrepentíos! No, voy a decirle
comprométase a renovar creencias religiosas y
filosóficas. Y por supuesto no voy a decirle NO MÁS
violencia, NO
MÁS Terrorismo.
No, voy a darle un rotundo no más a este NO MÁS,
invitándole a Un Sueño De Paz Para Vivirlo
Despierto
con los pies bien puestos sobre la Tierra. Y
aunque parezca irónico tampoco voy a prometerle mejores
tiempos. No, quiero proponerle una doctrina acorde con el avance
de la ciencia y
la evolución del pensamiento
filosófico de los humanos que nos haga merecedores de
mejores tiempos.

Tenga bien claro que tampoco hago proselitismo a
religión alguna. Mi obra trina no se queda en la
religiosidad del humano, es una obra práctica. Aún
más, mi reflexión religiosa provocará que
muchos líderes religiosos se rasguen sus
vestiduras.

¡Jefes religiosos, nada deben temer de mí,
pues no voy a fundar nueva secta religiosa! Bastante tenemos ya.
Pero sí voy a invitarlos a convivir en paz y
¡ojalá! a que renueven creencias religiosas
asumiendo una nueva concepción filosófica y
teológica.

¡Jefes políticos, nada deben temer de
mí, pues tampoco voy a fundar partido político
alguno! Bastante han engañado ya. ¡Jefes militares,
nada deben temer de mí! Pues mucho menos voy a organizar
algún grupo armado
revolucionario de sectaristas políticos o de
fanáticos religiosos. Bastante muerte han,
ambos, ocasionado.

Cuando un General de la República y sus hombres
dan de baja a guerrilleros y paramilitares; cuando un Comandante
Guerrillero y sus hombres dan de baja a soldados y paramilitares;
cuando un Comandante Paramilitar y sus hombres dan de baja a
soldados y guerrilleros; cuando un comandante norteamericano y
sus hombres dan de baja a iraquíes y afganos; Cuando un
comandante iraquí y sus hombres dan de baja a
norteamericanos; cuando un líder
religioso y sus hombres dan de baja a los que profesan una
religión diferente; Etc. Aunque todos esgrimen sus
razones, para mí no son más que asesinatos de seres
de la misma especie, la especie humana.

¡Líderes revolucionarios, tampoco deben
preocuparse por mí! En esta guerra que desangra a mi
Colombia he
llorado por igual la muerte de
soldados, policías, paramilitares, guerrilleros y civiles.
En el ámbito mundial, también he llorado la muerte
de norteamericanos, españoles, iraquíes, afganos,
árabes, palestinos e israelitas. Estoy presenciando con
profunda tristeza el asesinato de la hermana especie humana en
todas las naciones de la Tierra.

¡Ricos de la raza humana, de todas las religiones y de todos los
partidos
políticos del mundo, únanse para acabar con
la pobreza, no
con los pobres que los hacen ricos!

Y esta última advertencia: Quién se
confiese seguidor de mi doctrina, es porque se siente preparado
para morir e incapaz de matar bajo ningún motivo o
circunstancia.

Con todas las anteriores advertencias, lo invito para
que me acompañe en un ejercicio intelectual de
razonamiento suficientemente lógico y
psicológicamente aceptable, dentro de una
concepción científica y espiritual del humano entre
la paz y la guerra, entre el perdón y la venganza, entre
el amor y el
odio, entre la confianza y el engaño, entre la caridad y
el egoísmo, entre lo justo y lo injusto, entre la verdad y
la mentira, entre la sabiduría y la ignorancia, entre la
fortaleza y la debilidad, entre el honor y la deshonra, entre la
armonía y el caos, entre bendiciones y maldiciones, entre
el pan y el hambre, entre el bien y el mal; para comprender la
necesidad de mejorar gradualmente en todos los campos: en lo
biológico, en lo cultural, en lo económico, en lo
político, en lo filosófico, en lo histórico,
en lo psicológico, en lo moral, en lo
científico y en lo espiritual, hasta dar el salto al
cambio
esencial requerido por el humano para merecer una paz justa y
duradera por los siglos de los siglos. A esta causa dedico mi
vida entera, y mi obra trina pacifista es parte de
ella.

En mi obra pacifista encontrará que los motivos y
finalidades que ha esgrimido para justificar la guerra no tienen
validez científica; por eso abordo al humano entre la paz
y la guerra, entre la felicidad y el sufrimiento desde una
perspectiva científica y espiritual sin sectarismo
religioso, sin filiación política y sin
discriminación alguna; por eso tampoco
acepto ningún motivo como válido para asesinarnos
mutuamente.

Quien desee entender mi propuesta de paz de manera
integral debe ser respetuoso con todas las ideas expresadas por
cualquier humano y sienta un profundo respeto por las
enseñanzas de las Sagrada Escrituras de todas las religiones, y
por los aportes de pensadores de reconocida idoneidad intelectual
en el ámbito internacional. El
conocimiento es patrimonio de
la humanidad. Mi principal objetivo es ayudar a los humanos a
pensar más y a nunca asesinar a sus semejantes.

En mi obra pacifista encontrará un marco
filosófico que contiene el ABC De La
Filosofía
, es decir, las mismas preguntas, de siempre
y por siempre, con múltiples respuestas dadas por todos
los filósofos, desde 700 años antes de
Cristo hasta nuestros días y; contiene un ejercicio para
que participemos en el desarrollo de
una concepción filosófica de paz, en
oposición a la concepción filosófica de
guerra que impera. Encontrará por primera vez todas las
respuestas esquematizadas en dos tendencias; es decir, agrupando
las dos concepciones filosóficas hasta ahora expuestas en
forma dispersa. Y partiendo del compendio de las dos
concepciones, se esboza por primera vez la tercera
concepción filosófica. Sin embargo, SEMILLAS
DE PAZ-Filosofía para todos
, no es exclusivamente
un texto
filosófico, porque toda mi obra es una propuesta de paz
integral que se vale de argumentos religiosos,
filosóficos, científicos, económicos,
históricos, psicológicos, políticos,
ideológicos, y de todo lo que atañe al humano,
porque él es quien hace la guerra. Los leones y las
rosas no producen
espadas, fusiles y bombas
atómicas.

El Dr. Will Durant, decía: "La ciencia sin
filosofía, los hechos sin perspectiva y valoración,
no pueden salvarnos de la destrucción y la desesperanza.
La ciencia nos da conocimientos, pero sólo la
filosofía puede darnos sabiduría"

Sueño ver convertida mi obra pacifista en textos
guías para todos los que se interesen por conocer los
principios
básicos, fundamentales de la filosofía; pero
aplicada a la consecución del objetivo 1A de la humanidad:
vivir feliz y en paz. Con el conocimiento
superior que nos proporciona la filosofía podemos ordenar
sabiamente nuestra vida individual y social. La filosofía
nos da sabiduría, la ignorancia nos mantiene en la
guerra.

Considero recomendable leer mi obra trina de principio a
fin. Ella es una fórmula completa para curar el SIDA social:
la guerra. Todos sus medicamentos son de indispensable
aplicación. Aunque al principio puede gozársela
leyéndola por partes.

Mi propuesta de paz individual y colectiva no es,
definitivamente, ciencia-ficción, ni especulación
filosófica, ni proselitismo político o religioso.
Es el resultado de análisis de los informes
rendidos por investigadores después de muchas horas de
experimentación animal y humana en los laboratorios. Una
propuesta de paz no se escribe desde un escritorio desconociendo
los avances de la ciencia y la evolución del pensamiento.
No debemos seguir desperdiciando el desarrollo del conocimiento
logrado a través de investigaciones
científicas y sociales; démosle aplicaciones, no
son para almacenarlos en bibliotecas y en
estantes voluminosamente copados de libros que nadie lee ni
aplica. Por favor ayúdeme con mi slogan: El primer paso
hacia la paz lo damos leyendo más. Me parece ingenuo
pretender incrementar el índice de lectura de los
ciudadanos de un país sin hacer nada por abaratar los
libros y no incrementar las bibliotecas
públicas.

Los falsos prejuicios que el humano tiene respecto a la
guerra; los motivos y finalidades que ha esgrimido a
través de la historia para justificarla,
tienen origen tanto en su evolución biológica, como
cultural, y son universales. Observe al mundo desde la totalidad,
vea siempre las partes dentro del todo, vea desde el hemisferio
derecho del cerebro, sin desconocer a su compañero el
izquierdo, vea con amplitud y sin egoísmo y verá la
diferencia. Por eso doy varios ejercicios de ambidextría
mental y física.
Que el mundo esté habitado por mejores humanos, constituye
el principio básico de mi propuesta de paz, de la
prosperidad y del progreso material y espiritual de la raza
humana. Con mi obra pacifista completa explico cómo
debemos poblar la Tierra y para qué nos debe servir un
mayor conocimiento del mapa genético y del cerebro humano
y de las ventajas de los partos sin dolor y en agua.

Tenemos que rescatar a la especie humana y a los
demás seres vivos de las garras del hombre y de
la mujer actual.
La expresión más pura de un humano es un
recién nacido; dependiendo de la forma como le recibamos
desde el momento que es engendrado, su desarrollo en el vientre
de la madre, su feliz nacimiento, la forma como le alimentemos y
eduquemos, haremos al nuevo humano a que me refiero.

Una niñez con insuficiencia alimentaria, falta de
cuidado y amor, sin
techo, sin atención adecuada de salud, escasa recreación, víctima de la violencia
intrafamiliar, abandonada por sus padres y condenada a una
vida callejera de prostitución y delincuencia
al crecer; una juventud sin
oportunidades educativas ni laborales, frente a un panorama
desolador de gobernantes que roban a sus pueblos, terrorismo en
todas las formas, la capa de ozono y grandes extensiones de flora
y fauna destrozadas
de manera criminal e irreversible con incendios
forestales y derramamiento de millones de barriles de
petróleo en ríos y cañadas;
hermanos soldados, guerrilleros, paramilitares y civiles
asesinándose inmisericordemente unos a otros; es la
explicación a las altas tasas de alcoholismo,
drogadicción y suicidio juvenil
y el desencadenamiento a índices superiores de
destrucción social, difícil de contener a corto
plazo. Difícil mas no imposible si líderes
religiosos, gobernantes, guerrilleros y paramilitares, dirigentes
empresariales y políticos, padres de familias, educadores,
periodistas, y ciudadanos todos compartimos la responsabilidad.

No nos podemos quedar cruzados de brazos observando a la
casi-mujer y al
casi-hombre que somos y que aniquila al ser vivo de la faz de la
Tierra.

Devolvámosle la fe en la humanidad, el amor a la
vida y la esperanza en un futuro mejor, a las nuevas generaciones
de humanos. Permitámosle volar a las aves, nadar a
los peces, correr
a los corderos, pensar a los humanos y por sobre todo
atrevámonos a una nueva concepción de la vida y del
mundo.

Estoy consciente de la complejidad del tema, objeto de
mi obra: la Paz y la felicidad universal. No sólo tenemos
que influir y dirigir la evolución cultural sino
también la biológica. La cuestión no es nada
sencilla, pero tampoco imposible de realizar.

Con frecuencia le he escuchado decir a un amigo: "Quien
cree haber descubierto algo nuevo, es porque no ha leído
suficiente" Tiene razón. Quienes han leído
suficiente serán más amables con sus
críticas, y por el contrario los que saben poco
serán implacables criticando mis reflexiones; pero no por
ello me quedaré cruzado de brazos sin ni siquiera
atreverme a escribir lo que pienso, porque frente a la inmensidad
del conocimiento nunca se logra saberlo todo.

Charles Darwin, en la
introducción de su segunda obra escrita en
1871 "La Descendencia Del Hombre", es decir,
después de haber sufrido las burlas que ocasionaron su
primera obra (El Origen De Las Especies), aún
vigente en lo fundamental, afirmaba: "Son los que saben poco,
y no los que saben mucho, los que aseveran positivamente que
éste o aquel problema nunca será resuelto por la
ciencia".

Quiero que el sueño de paz y felicidad universal
contenido en mis reflexiones sea de todos. Alguien dijo: "Los
sueños se convierten en realidad cuando el deseo firme los
transforma en acciones concretas
". El subrayado es
mío.

Si algún día logramos rescatar al planeta
Tierra de las garras del hombre y de la mujer actual, haremos
realidad este sueño. Necesitamos un nuevo humano, esa es
mi mayor ilusión.

Algunas afirmaciones obedecen a deducciones realizadas a
partir del análisis serio de varios descubrimientos
científicos actuales y están lejos de ser
adivinaciones futuristas irresponsables. Adelantarse al futuro ha
sido motivo para ser tildado de loco; pero el tiempo se ha
encargado de demostrar que se trataba de un visionario cuerdo.
Asumo el riesgo con
certera esperanza.

No soy de profesión escritor, le pido sea
indulgente al juzgar la forma como escribo lo que pienso. No sea
que por estar pendiente de donde me falto una tilde, puse una
coma, de Mas, o una, mayúscula en el lugar de una
Minúscula, se pierda de comprender mi propuesta de paz y
felicidad universal. Le sugiero se concentre en lo esencial sin
importar mis aptitudes literarias. –En este párrafo
los errores ortográficos son a
propósito—

Mientras escribo siempre ronda en mi cabeza la siguiente
pregunta: ¿Vale la pena el esfuerzo que hago al escribir
lo que pienso? Los gobiernos de mi país y del mundo y
usted tiene la respuesta si acoge y practica mi
propuesta.

Sin la paz de las
naciones no es posible la paz mundial

Sin paz interior individual no es posible la paz
nacional y sin la paz de las naciones no es posible la paz
mundial. Si la guerra fuese inevitable, tendríamos que
olvidarnos de haber disfrutado de la paz interior y colectiva,
así haya sido por cortos tiempos.

En cuanto a la ubicación espacial de mi
obra pacifista quiero advertir que aunque Colombia ha sido
la
motivación inicial, el análisis no se
circunscribe únicamente al conflicto
interno iniciado hace muchos años, y agravado en los
actuales momentos por el fenómeno mundialmente conocido
como el narcotráfico y el terrorismo.
Apropósito de estos dos flagelos, en mi obra pacifista
expongo mi punto de vista. Estoy dispuesto a morir participando
mis ideas, pero nunca a matar por querer imponerlas.

Mi obra trina pacifista la he escrito con un lenguaje y de
tal manera que cualquier humano de cualquier país y
época, respetándole su ideología religiosa, su filiación
política, y hasta sus preferencias sexuales, la entienda,
la acoja y la practique.

Teniendo en cuenta el conflicto interno de mi
país he elaborado un documento borrador, que he denominado
Acuerdo Nacional De No-Violencia por la Paz integral en
Colombia
el cual propongo sea firmado por absolutamente
todos los sectores de la sociedad. Al
examinar la imparcialidad y objetividad en su elaboración
se dará cuenta que puede ser aplicado por cualquier
país del mundo con similares problemas. Los
males que aquejan a mi país no son de nuestra
exclusividad. No podemos cometer el error de analizar al humano
fuera de su entorno social y biológico, como tampoco
concebir un país absolutamente independiente del contexto
mundial. Pues cierto es, que no sólo a mi patria la azota
la violencia. Todo lo que es bueno para nuestra patria chica, es
bueno para el mundo. Además, la conservación del
planeta Tierra y la supervivencia de la especie humana debe ser
preocupación mundial.

¿Está preocupado por su vida? Hace bien;
¿Está preocupado por su familia? Hace
bien; ¿Está preocupado por su ciudad? Hace bien;
¿Está preocupado por su país?, Hace bien.
Pero yo lo invito a que nos preocupemos por el planeta Tierra en
donde se encuentra nuestro país, nuestra ciudad, nuestra
familia, nuestra vida; visualizando una explicación
integral a la crisis mundial para encontrar soluciones
integrales.

Mi obra está dedicada a todos los humanos del
planeta Tierra, para quienes anhelo una paz justa y duradera por
los siglos de los siglos.

Las acciones de un
gobierno que
priorice la paz deben estar orientadas por una clara teoría
pacifista de amplia divulgación, para que los gobernados
la comprendan y la apoyen de manera decisiva. Con
ambigüedades y mentiras de todos los sectores en conflicto,
en el ámbito nacional e internacional, estamos a mil
años luz de la paz y
de la felicidad universal y bastante cerca de la extinción
de la especie humana; porque en una guerra nuclear no
habrá vencedores o vencidos; sólo
extinción.

Los que hacen la guerra la hacen motivados por ideas
guerreristas que obedecen a teorías
igualmente guerreristas. ¿Queremos la paz y la felicidad
universal? Construyamos entre todos una teoría pacifista,
para que nuestras ideas sean pacifistas y por lo tanto nuestros
actos sean de paz. Sin teoría pacifista no son posibles
acciones de paz, reitero.

Rescatemos de la teoría marxista-leninista lo que
no es guerrerista y junto con otras disciplinas del saber
construyamos la teoría pacifista. La teoría
guía la práctica y ésta la perfecciona. Mi
humilde obra es un aporte, para que entre todos construyamos una
teoría pacifista que señale el camino que debemos
recorrer.

Ningún gobernante, ningún partido
político puede lograr la paz para su país, si no
posee un conocimiento profundo de los múltiples factores
que producen la guerra, si no aplica una teoría pacifista,
asumiendo las transformaciones pertinentes.

Así como estamos podemos llegar a acuerdos
políticos temporales, en el ámbito nacional e
internacional, que no son más que distribución de poder,
logrados por poderes existentes en el seno de una sociedad humana
codiciosa; pero no a la paz justa y duradera soñada por
todos.

El 31 de octubre del 2003 me encontré con la
amiga Salomé a quien hacía mas de cuatro
años no veía y me preguntó por el libro.
Ahí estoy escribiéndolo–le respondí. A lo
que ella replicó: apresúrate, no sea que cuando
salga ya esté desactualizado.
¡Ojalá!-respondí. Porque cuando los humanos
logremos convivir en paz en toda la Tierra, sólo
así mi libro perderá su razón de
ser—le aclaré. Amiga Salomé tengo
afán; pero no prisa—le expliqué. Han
transcurrido más de cuatro años de mi último
encuentro con mi querida amiga Salomé y la crisis mundial
se ha agudizado aún más y toda mi obra pacifista
sigue y seguirá vigente hasta el feliz día en que
la humanidad logre paz interior y sea feliz.

Sí, mi hermano lector, tengo afán pero no
prisa, porque mientras escribo lo hago con amor por todos mis
hermanos carnales y espirituales, por ello disfruto mucho
releyendo, pues, el primer complacido soy yo, al sentir que con
mis reflexiones cumplo la voluntad de Dios que se materializa en
la voluntad de mi Dios interior.

Mi propuesta de paz es como el vino, cuanto más
tiempo pase se pone mejor. Espero que después de leer mis
tres libros, los lleve con la mano izquierda a su pecho a la
altura del corazón y
exclame: ¡La paz sí es posible, si yo me comprometo
a concebir una nueva concepción de la vida y del mundo!
Por fin una propuesta clara, práctica, objetiva, neutral y
seria que mejorará mi vida material y espiritual al tiempo
que participo de la pacificación nacional y mundial
¿Y lo mejor? Que es sustentada religiosa,
filosófica y científicamente.

Esta es mi intención. Si exclama lo contrario, lo
siento mucho, no la entendió. Por favor, vuélvala a
leer. Recuerde: El primer paso hacia la paz lo damos leyendo
más.

Justificación del Proyecto de
Acuerdo Nacional de No Violencia por la Paz integral en
Colombia.

Las sociedades del
mundo siempre han tenido la necesidad de organizarse a
través de un gobierno que las oriente, las dirija a puerto
seguro, donde
haya satisfacción de necesidades físicas,
espirituales y emotivas, donde prime el bien común, donde
haya paz. Y para escoger ese gobierno, hace política el
humano. Por lo tanto la política es una actividad
connatural en el humano, en el ser social. (Es en la
relación con los otros en sociedad como toma conciencia de
sí mismo).

La Nación
como el espíritu del pueblo, el elemento humano unido por
su historia, su lengua y su
cultura, crea
el poder político para beneficio de absolutamente toda la
comunidad y no
exclusivamente para los pocos que llegan al poder. EL usufructo
por unos pocos es una aberración del ejercicio del poder
político.

La búsqueda del bienestar y el progreso de la
gente, la satisfacción de sus necesidades de toda
índole; son finalidades prioritarias del poder
político, que no las podemos confundir con las finalidades
del político, de la persona, o grupo
que ejerce el poder político. Cuando se cumple las
finalidades del poder, estamos frente a un poder legitimado. Por
ello escuchamos muy a menudo decir que éste o aquél
gobierno no es legítimo, que ha perdido su gobernabilidad.
Los ejércitos ilegales se crean porque El Estado con
su ejército legalizado no le cumple al pueblo que les
concedió poder político.

El desarrollo de la sociedad produce el poder
político, como la disponibilidad de medios (La
norma constitucional, el ejército, la policía, las
ramas del poder, etc.) para que quién lo asuma domine,
imponga, decida sobre ella misma, con tal de buscar el bien
común. De ahí la importancia de mejorar la
formación cívico-político de los ciudadanos. Sin estas
condiciones no es posible legitimar el poder en términos
reales.

La ley de justicia y paz
dictada por un Estado injusto
y guerrerista está lejos de ser legítima. Verdad,
justicia, reparación y garantías de no
repetición se debe aplicar también a las instituciones
del "Estado democrático" que no le cumple a los
gobernados, de quienes recibió el poder
político.

Es inútil pretender compensar la
frustración de la población con llamados a la
identificación con valores
patrios. Pueblo insatisfecho incrementa el abstencionismo en los
procesos
electorales. Los individuos que integran una nación
se identifican con el poder político y la política
nacional de sus órganos de poder del Estado cuando
participan masivamente en las distintas jornadas
electorales.

Concertar políticas
estatales, con principios morales corruptos, con normas legales
cómplices y con una planeación
económica parcializada a favor de unos pocos;
difícilmente legitima el poder político.

Si tenemos unos servidores
públicos en grados sumos corruptos es porque la
mayoría de la sociedad lo está también,
cuando vende su voto o es irresponsable, deshonesto con el
compromiso como ser social, al no votar. Los que votan a
conciencia son muy pocos.

A menos formación política, más
indiferencia, menos participación electoral y por lo tanto
mas arbitrariedades de la clase
gobernante por no ser los más honestos y capaces, sino los
más sagaces y astutos para engañar una
nación con poca formación e interés en
lo político y dispuestos a vender su
conciencia.

A la clase política nacional y mundial le digo,
con todo respeto, que la paz no la vamos a lograr reuniendo lo
mejor, ideológicamente hablando, de todos los partidos
para crear un nuevo partido concebido de manera perfecta en la
letra y lejos de satisfacer las necesidades reales de los
gobernados. Recomiendo con humildad a los actuales líderes
políticos que dejen de preocuparse por la supervivencia de
sus partidos mientras la República se muere. Hoy por hoy,
ni los mismos jefes de los grupos
políticos están en capacidad real de decir
qué los diferencia de sus adversarios. Los liberales han
sido conservadores, los conservadores han sido liberales y los de
izquierda han trabajado a gusto con la derecha
liberal-conservadora. La paz es un buen motivo para la
unión sin sectarismo político ni religioso ni
económico. Este conflicto prolongado en el seno de nuestra
sociedad ha enfermado nuestra voluntad política y
ciudadana. La paz merece toda nuestra sana voluntad.

En la medida que se logre incrementar, con
formación política de los ciudadanos a temprana
edad, el voto de opinión, el voto de conciencia, el voto
responsable y gratuito llegará el día en que se
cumplirá el derecho a votar de manera voluntaria. Por
ahora es urgente el voto obligatorio.

Los acuerdos parciales entre los sectores en conflicto
son inútiles si no cambian las circunstancias materiales y
espirituales de vida generadoras de violencia entre los humanos
en sociedad. Toda la sociedad es responsable de la violencia que
se genera en su seno, luego toda la sociedad debe comprometerse a
cambiar dicha circunstancias.

En Guatemala, en
el Salvador y en Nicaragua (casos estudiados por mí) los
índices de delincuencia aumentaron notoriamente
después de los acuerdos de paz, porque éstos
benefician a unos pocos y el grueso de la población
continúa sin satisfacer sus necesidades
vitales.

Son múltiples los factores generadores de
violencia, no sólo la produce el enfrentamiento de grupos
armados civiles y las fuerzas armadas del Estado, por tal
razón para efectos del acuerdo propuesto el Estado es un
sector más en conflicto que representa a un conglomerado
de humanos con intereses de clase, por lo tanto se requiere de
una veeduría internacional para el cabal cumplimiento del
presente acuerdo. Los países amigos nombrarán un
moderador con facultad para proponer iniciativas en los acuerdos
multilaterales entre el gobierno y todos los sectores de la
sociedad gobernada.

¿Cuántos ciudadanos se han sentido
atropellados y violentados en sus derechos por parte de las
instituciones del Estado? Muchos, ¿verdad? Un estado
corrupto es generador de violencia, por lo tanto ninguno de los
generadores de violencia tiene derecho a juzgar o a perdonar por
separado. En términos del acuerdo propuesto, el
perdón se concibe de manera recíproca e integral en
igualdad de
condiciones.

La superación del racismo
institucional (creerse mejor humano porque trabaja para una
institución del Estado), la superación de este
complejo de superioridad, insisto, permite una relación
entre iguales y por lo tanto no habrá ofensas que no sean
objeto de reconciliación. Todos, sin
excepción, deben estar en la mesa de negociación con voluntad de compromisos
concretos.

En estos términos, el Estado como captador de
impuestos,
como legislador, como fuente de inversión pública y prestatario de
servicios
públicos debe constituirse en promotor de la
concertación social y de la resolución
de conflictos, sin desconocer su culpabilidad
en la crisis nacional. Humanicemos el Estado, superemos su
concepción abstracta. Un Estado altamente represivo,
inmisericorde en aplicación de multas y sanciones,
exprimidor recaudando impuestos y negligente en la
inversión social, conduce al resentimiento social de los
gobernados. Y un resentido social es un criminal en potencia.

Con ambigüedades y mentiras de todos los sectores
en conflicto, estamos a mil años luz de la paz. La
humanidad está llena de bandidos. Todos lo somos de una u
otra manera; cuando vendemos el voto, por ejemplo. Trabajemos
todos por la paz. Esperanza no es esperar a que otros hagan lo
que podemos hacer todos.

Es inapropiado hablar de soluciones no violentas de los
conflictos,
pues todos sabemos que la violencia no soluciona nada,
sólo engendra más violencia. Los actores armados
ilegales y legales ejercen la violencia sobre los
gobernados.

Los grupos armados ilegales en cualquier lugar del mundo
necesitan de los secuestros para financiar la guerra y de escudo
para sus operaciones
militares; así que mientras existan ejércitos
ilegales existirán los secuestros. Acaso los faraones no
secuestraban nacionales y extranjeros, los romanos a egipcios,
los palestinos a israelíes,
iraquíes a norteamericanos, etc. En todas las guerras hay
secuestros, entonces acabemos con la guerra para no estar
haciendo acuerdos humanitarios indefinidamente. Durante
más de 40 años he observado todo el juego
político, económico y social del secuestro.
Secuestran y liberan, lo único que cambia son los
secuestrados, unos más importantes que otros, algunos muy
ricos y otros muy pobres, pero siempre soy testigo de que no han
cesado los secuestros ni en Colombia ni en los países en
guerra. En Colombia se está buscando la liberación
de algunos secuestrados, pero no se está haciendo
nada para que no sigan los secuestros, porque la búsqueda
de paz integral no la veo por ningún lado. La
liberación de secuestrados no es cuestión de
calidad de los
intermediarios ni de la cantidad de territorio despejado para tal
fin, si no de voluntad de los secuestradores que permanecen en
guerra. ¿Y cuál voluntad? Si parte del juego
macabro de toda guerra incluye secuestros.

En Colombia no existe un proceso de
paz, tan sólo se está pretendiendo que algunas de
las varias organizaciones
armadas ilegales (AUC, FARC y ELN) se
desmovilice y deje las armas.

En Colombia se lleva acabo un proceso de
reinserción, en términos jurídicos, a la
vida civil de algunos desmovilizados externamente, porque
internamente los espíritus continúan armados.
Quienes hasta ahora se han desmovilizados, tras haber perdido su
libertad
están dedicados a defenderse judicialmente de otros
humanos para nada libres de pecado.

Lograr la desmovilización y desarme de un
ejército al margen de la ley ("ilegal") que luchaba con
ideales democráticos, sin que el Estado armado haga
mejoras en la democracia,
está predestinado al rearme y a la reorganización
con más disciplina
militar. Los que no se desmovilizaron al ver el fracaso se arman
con más ímpetu y los inconformes en abundancia
crean nuevos grupos armados. "Águilas negras" las hay en
toda la sociedad legal e ilegal. En el mundo abundan los
violentos de todos los signos
ideológicos tanto políticos como
religiosos.

Claro que todos conocemos el dicho: «Es mejor un
mal acuerdo que un buen pleito». Y yo digo que son mejores
acuerdos humanitarios temporales, ya que ninguna guerra es buena;
pero sin olvidar que los acuerdos se rompen cuando las
circunstancias que le dan origen cambian. Más que acuerdos
humanitarios temporales, lo que necesitamos es mejorar las
circunstancias materiales y espirituales de vida, para que no se
produzca la guerra.

Para una paz justa y duradera hace falta algo más
que manifestaciones, por televisión, de rechazo a la violencia; se
necesita que toda la sociedad tome conciencia y se comprometa con
acciones concretas solidarias. Cada sector de la sociedad
debe expresar en términos concretos a qué se
compromete dentro de la redacción de una nueva constitución política. De ahí
que propongo el derecho a participar con voz y voto a los
representantes de los sectores que se comprometan con acciones
concretas.

Permítame comparar el anhelo de paz de Colombia y
otros países en guerra, con un grupo de directivos que se
reúnen a quejarse del encierro, del secuestro voluntario a
que se someten por tener que trabajar todo el tiempo, y llegan a
la conclusión de que necesitan de un buen paseo vacacional
a las montañas de su país. Sí,
definitivamente todos necesitan y quieren unas vacaciones, pero
cada uno tiene que aportar su cuota. Digamos que la empresa
hipotética tiene por política exigir que todos
deban aportar la cuota o de lo contrario el paseo no se realiza.
Algunos en vez de aportar su cuota se quedan describiendo, de mil
maneras, la fatalidad del encierro; y otros sueñan, en voz
alta, con el aire puro de las
montañas, de la brisa, del trinar de los pájaros y
los hermosos paisajes inspiradores de paz interior, que la
geografía
nacional ofrece, pero no aportan su cuota. Entonces, el paseo no
se hace. Por eso los países en guerra no logran la paz
integral, porque nadie quiere aportar la cuota.

Me produce mucha tristeza cuando veo, por ejemplo, a un
representante legal de alguna institución
financiera
manifestando por televisión su rechazo a la violencia; claro
que hace bien al manifestar su rechazo a la violencia, pero es
que siempre me quedo esperando que informe sobre su
cuota de solidaridad para
construir la paz. Quisiera oírle decir que la gerencia ha
decidido facilitar el acceso al crédito
eliminando requisitos y disminuyendo la tasa de
interés para los créditos de vivienda y para la
inversión empresarial; porque están interesados en
ayudar a la generación de empleo. Pero
no oigo nada por el estilo, por el contrario en el otro canal
están informando sobre desalojos, por incumplimiento de
muchas cuotas del crédito hipotecario.
¿Cuántos ciudadanos han perdido su vivienda, porque
se quedaron sin empleo y no pudieron pagar las cuotas? Es
insólito que mientras un país está sumido en
su mayor crisis social y económica, varias entidades
financieras estén obteniendo exorbitantes utilidades y
sean galardonadas por organismos internacionales, por lograr alta
rentabilidad
en sus operaciones. Y resulta que cuantas más altas sean
las utilidades de una entidad financiera, más baja
está siendo su participación en el proceso de
pacificación del país donde realiza sus
operaciones. El paseo a las montañas en busca de paz
interior de manera individual y colectiva de los directivos de la
empresa
llamada Mundo no se realiza, porque no se aporta la
cuota.

Igualmente acontece cuando escucho a algún
representante de los varios grupos económicos de la
nación, quejarse de los actos terroristas en las
carreteras que impiden salir de paseo; pero me quedo sin escuchar
la cuota de compromiso. Cómo me gustaría escuchar
que se comprometen a obtener sus utilidades por volumen de
venta y no por
margen de utilidad, para
que sean muchos los productos a
bajo precio
satisfaciendo las necesidades de la población. Cómo
me gustaría que se comprometieran a bajar la tasa de
explotación del humano por el humano para que así
se generase más empleo. De igual manera se puede afirmar
que cuantas más altas sean las utilidades de un sector
económico, más baja está siendo su
participación en el proceso de pacificación del
país donde obtiene sus utilidades. Es insólito que
mientras un país está sumido en su mayor crisis
social y económica, sectores económicos
estén obteniendo exorbitantes utilidades y se
enorgullezcan de su eficiencia
administrativa y financiera a pesar de que el país donde
realiza su actividad productiva esté sumido en la
más preocupante pobreza y en
guerra. Otro directivo que quiere ir al paseo, pero sin aportar
la cuota y resulta que sin su cuota no es posible realizar la
caminata por la paz interior a las montañas de su
país.

También me produce tristeza escuchar algún
representante de los grandes comerciantes del país
quejarse del encierro, del secuestro voluntario a que se somete
por tener que trabajar todo el tiempo sin poder salir en
confortable vehículo a las montañas a respirar aire
puro; pero también me dejan esperando sin escucharle
manifestar el monto de la cuota. Me haría muy feliz
escucharle explicar que su sector se compromete a disminuir el
margen de utilidad de cada producto
comercializado, para que sus ventas se
incrementen y así la población demande más
bienes y
servicios y en
este círculo productivo y comercial generar más
empleo.

¡Cómo me gustaría escuchar decir a
todas las librerías y editoriales de mi país y del
mundo que van a reducir su margen de utilidad para abaratar todos
los libros del planeta Tierra!, ¡Cómo me
gustaría ver a los altruista del mundo pagar la
impresión para distribución gratuita de los libros
cuyos autores así lo autoricen! ¡Cómo me
gustaría que todas las instituciones gubernamentales de
todos los países del mundo establecieran dentro de su
presupuesto la
obligatoriedad de obsequiar determinado número de libros
que tengan que ver con el mejoramiento intelectual, espiritual y
material de los humanos que habitan este bello planeta!
¡Qué diferente sería la vida en el planeta
Tierra si todos sus habitantes leyeran más! La ignorancia
nos mantiene en la guerra, la sabiduría nos dará la
paz. El primer paso hacia la paz lo damos leyendo más,
gracias por continuar.

Dónde está la cuota de las empresas de
servicios públicos que incrementan los ataques cardiacos
cada vez que un ciudadano abre una factura. El
costo inicial de
la infraestructura de las empresas prestadoras de servicios
públicos domiciliarios hace mucho tiempo que ya se
recuperó y por lo tanto las tarifas deben ser las
requeridas para cubrir el mantenimiento
y crecimiento de la cobertura de las mismas. Todas deben operar
buscando el equilibrio
entre una eficiente y eficaz prestación de servicio y el
cubrimiento de los costos
operacionales. Deben regresar a sus legítimos
dueños: EL PUEBLO. Mientras sea tan costoso tener los
servicios públicos sin cortar, es muy difícil tener
paz interior y vivir feliz

Cualquier país del mundo necesita algo más
que plegarias para pacificarse. Imagine por un minuto que todos
diésemos el diezmo de nuestros ingresos para
inversión generadora de empleo. Quien tiene poco, poco
dará. Cómo me gustaría que las grandes
fortunas de las organizaciones religiosas aportaran la cuota para
ir al paseo por la paz interior y la felicidad de todos los
feligreses, pero no con sermones y prohibiciones
moralistas.

¡Ricos del mundo uníos para acabar con la
pobreza, no con los pobres que os hacen ricos! Debe ser el grito
unánime de la sociedad nacional y mundial. Ricos
colombianos uníos para adoptar una familia desplazada por
la violencia. Con solidaridad en términos concretos no es
necesario ir a las marchas a decir NO MÁS VIOLENCIA, NO
MÁS TERRORISMO. Por favor, no más NO MÁS.
¡Ojo! Gobierno Nacional no financie la guerra exprimiendo
única y exclusivamente a los pobres y a los que de puro
milagro están trabajando.

El Acuerdo Nacional de No-violencia por la Paz de las
naciones propuesto para Colombia busca el cambio de todos,
gobernantes y gobernados; busca el cambio del inconsciente
colectivo, busca el cambio de las circunstancias materiales y
espirituales generadoras de violencia; permite la
participación efectiva de todos, y rechaza cualquier forma
de protesta que no conlleve un compromiso concreto y
real de cada ciudadano, de cada sector gremial, de cada
capitalista, de cada terrateniente, de cada organismo del Estado,
de cada grupo guerrillero, de cada grupo paramilitar, de toda la
sociedad.

La superación de esta situación
caótica cada día en aumento, no depende
únicamente del presidente de turno ni de gobernantes
departamentales y municipales ni de legisladores ni de
líderes revolucionarios y sindicales, ni de los
paramilitares; también depende de todos los grupos
económicos, de todos los medios de
comunicación, de todas las organizaciones en el seno
de la sociedad, de usted amigo lector. Sí, la
responsabilidad es de todos. Por ello el Acuerdo Nacional De
No-Violencia
que les presento hace posible que todos nos
comprometamos a construir la paz integral justa y
duradera.

No esperemos un súper gobernante sabio, mago y
santo que nos saque de esta crisis tan antigua. No esperemos un
milagro para salir de la crisis, el milagro lo hacemos todos, sea
cual fuera el partido político o la religión a que
pertenezca.

¡Quién esté libre de pecado que tire
la primera piedra! Pecadores todos, participemos en el Acuerdo
Nacional De No-Violencia
sin egoísmo, sin codicia, sin
rencores, sin odio, sin racismo institucional (creerse mejor
humano porque trabaja en una institución del Estado) o
económico (creer que el rico es mejor humano que el pobre)
sin ira, con humildad, sin retórica, pero sí con
compromisos concretos de paz.

El ACUERDO NACIONAL DE NO- VIOLENCIA propuesto
para Colombia y cualquier país del mundo con similares
problemas, es el resultado de varios años de ardua
investigación de la realidad nacional y por
todo lo que tuvieron que pasar países como Guatemala, el
Salvador, Nicaragua y muchos más.

Tarde o temprano los países en guerra
tendrán que firmar un acuerdo similar, en su fondo y
esencia, al que estoy proponiendo; pero yo quiero que con la
cuota de todos sea más temprano que tarde.

A continuación leerá 33 cláusulas o
artículos del proyecto de acuerdo nacional de no
violencia. Agradezco la tolerancia y comprensión con los
puntos que no acepten, pero si a vuelta de correo me dicen por
qué no los comparten, ésas diferencias vistas en
conjunto ampliarán mi punto de vista, que quiero compartir
nuevamente con ustedes. Es mi pequeña cuota por la
paz.

Que la historia no se repita; es necesario garantizarle
a los excombatientes el derecho real al trabajo y a
unos ingresos mínimos, de lo contrario, seguirán
delinquiendo para poder subsistir. Propongo la creación
temporal de la policía rural. Prefiero cuarenta mil o
más nuevos policías rurales plenamente
identificados trabajando por la convivencia pacífica y
no a 20 mil guerrilleros y 20 mil paramilitares, sin
identificar, que no dejan trabajar en paz a más de 40
millones de colombianos y aumentan el desempleo de los
ciudadanos de bien. Hoy tenemos mejores policías, porque
es más fácil prescindir de un mal policía.
La guerra nos vale mucho más que los nuevos
policías rurales y será algo temporal mientras
logramos la paz integral.

No podemos ni debemos continuar con procesos de paz
parciales. ¿Cuántos de los guerrilleros rasos
pertenecientes al amnistiado movimiento M19
están hoy haciendo parte de las FARC-EP, del ELN, de los
Paramilitares y de la delincuencia común?
¿Cuántos soldados que al terminar de prestar
servicio militar, y no conseguir trabajo honesto, están
hoy haciendo parte de los grupos armados al margen de la ley? Sin
duda, muchos. ¿Cuántos de los líderes del
M19 fueron asesinados y cuántos están exiliados
forzosamente? ¿Qué garantías reales se
ofrecen a los nuevos líderes políticos? No seamos
deliberadamente miopes e hipócritas.

Necesitamos un Acuerdo Nacional de No-Violencia para
garantizar la subsistencia a quienes están combatiendo por
física necesidad material. Aún más, la
policía cívica rural la podemos crear ya para
disminuir los combatientes al margen de la ley.

La última palabra la tendrá la Asamblea
Nacional Constituyente (ANC) redactando la nueva
constitución política con base en lo acordado
previamente por todas las partes. Un Acuerdo Nacional de
No-violencia debe constituirse en un mandato claro para
los miembros de dicha asamblea.

A la Asamblea Nacional constituyente se debe llegar con
un mandato ampliamente definido. Nadie entrega escrituras antes
de recibir a satisfacción el valor acordado
o se haya especificado algún grado de hipoteca. La paz
vale el compromiso serio de todos. Y no más conejo.
La paz también es rentable y es una rentabilidad que
exalta la vida.

En la conformación de la ANC se debe buscar una
participación equilibrada entre lo público y lo
privado; es decir, entre el sector gremial y productivo, el
ejecutivo nacional, las fuerzas armadas del Estado, los
combatientes al margen de la ley y el sector
político.

Es mejor un sistema
democrático por imperfecto que sea, a una dictadura
perfecta. Claro está que si la actitud egoísta de
toda la sociedad y de quienes ostentan el poder político
continúa inmodificable vamos lenta pero inexorablemente
hacia una guerra civil amplia y generalizada que pondrá
fin a los precarios Estados de derecho.

La actual política neoliberal hizo crisis,
actualmente se requiere nuevamente la teoría Keynesiana de
pleno empleo, pero actualizada acorde con la experiencia que nos
ha proporcionado la aplicación de nuevas teorías
económicas.

Por favor no aleguen déficit fiscal para
poder realizar mi propuesta de paz, pues cualquier presupuesto es
pequeño para tantos corruptos que llegan a ocupar los
cargos de elección popular a un precio muy alto. Mientras
sea tan costoso llegar a cargos de elección popular, es
ingenuo pensar que los elegidos sean honestos. Estoy consciente
que el sólo voto obligatorio, sin acompañarlo de
concientización masiva no sirve de mucho a mediano y largo
plazo; pero a inmediato y corto plazo llama a reflexión y
a cambios de actitud a la clase política corrupta o
simplemente la saca del escenario dando paso a los independientes
más honestos y preparados.

Entiendan por favor esta humilde propuesta soñada
por mí como simple ciudadano del mundo. Quiero que todos
seamos apóstoles de paz. Y que los pocos apóstoles
de guerra que persistan se conviertan, a corto y mediano plazo,
por la fuerza de
nuestros actos pacíficos solidarios. Los apóstoles
de guerra se acaban cuando todos seamos apóstoles de paz.
No a sangre y fuego.
Me produce profunda tristeza y consternación cuando
escucho a un presidente exclamar: ¡A la carga contra los
violentos! Me gustaría que dijera: voy a dar cargas de
arroz, de plátano a mis gobernados para que no ingresen a
las filas de los insatisfechos.

En el proyecto de acuerdo propuesto me anticipo a
incluir puntos que ni los guerrilleros ni los paramilitares ni el
gobierno nacional han tocado por el momento, pero sé que
tarde o temprano estarán en discusión.

Independientemente de qué tan acertadas sean mis
afirmaciones, quiero que le quede bien claro que soy sincero al
afirmar que no estoy a favor ni en contra de ninguno de los
sectores en conflicto de mi país y en el mundo;
simplemente estoy en búsqueda, en la medida de lo posible,
de explicaciones objetivas, racionales, sistemáticas y
generales de la violencia de la humanidad. Con mis reflexiones
quiero justificar la manera como concibo el camino
pacífico que debemos recorrer para lograr una paz justa y
duradera.

Permítanme, por favor, pensar en voz alta de
manera independiente e imparcial. Mi humilde intención es
tener un borrador, con la colaboración del mayor
número de personas posibles, para presentarlo al honorable
congreso, sin sectarismo político, económico o
religioso de mi parte. Ayúdenme a soñar con algo
concreto. No más bla bla bla…No más verbalismo
razonador inútil de retórica pacifista sin
fin.

La lucha de todos los firmantes debe ser contra la
pobreza, la injusticia social en todos los niveles, la discriminación humana, y cualquier forma de
privilegio o racismo económico.

Cómo está el ordenamiento jurídico
actual un presidente de la República independientemente de
que le cumpla al pueblo lo prometido en campaña,
independientemente de que haga un buen ejercicio del poder en
beneficio de las mayorías sale con salario vitalicio
de expresidente. Ellos serían más serios con sus
promesas si estuviera en juego la pensión
vitalicia.

A manera de conclusión quiero expresar que la
superación de la actual crisis no depende de algún
partido político en particular; pero sí de
políticas acertadas de Estado y de la adecuada
formación y participación política de los
gobernados.

Hago énfasis en la necesidad de buscar caminos
entre todos, sin exclusivismo, pues ningún partido tiene
la verdad absoluta y quien crea tenerla entra en el totalitarismo
y excluye a los demás que también tienen ideas con
que contribuir en la búsqueda de soluciones a los
complejos problemas de las sociedades modernas. Planear y
plantear una propuesta seria y práctica que de plena
garantías políticas, jurídicas, sociales,
laborales, educativas y de seguridad es mi
objetivo prioritario.

Le anticipo que en el Acuerdo Nacional de No-violencia
se garantiza el derecho al trabajo de absolutamente todos los
desmovilizados y de los que nunca han pertenecido a grupos
armados. No es populismo, pues
no soy político, soy práctico, objetivo y
neutral.

A largo plazo, en una economía de pleno
empleo no hacen falta tantos compatriotas armados. Los
jóvenes deben estar capacitándose en los
establecimientos educativos. Los humanos mayores entre los 30 y
50 años de edad harán una magnífica labor en
las fuerzas armadas de amplia formación académica,
técnica y necesaria experiencia laboral.

En concertación con el mundo se debe buscar, en
el mediano plazo, la legalización de la droga. El
narcotráfico es la mayor fuente de financiación de
los insurgentes. No debemos ignorar la historia del tabaco y de los
licores. No seamos miopes frente a la historia.

Los invito a discutir con respeto los 33 puntos
ingresando de manera gratuita a Apostolado Pro Paz y Felicidad
Universal cuyo correo
electrónico es .
donde quiero que participemos sin ninguna clase de sectarismo,
sin ánimo de lucro y con el único interés
común: La paz integral nacional y mundial.

¿Señores del gobierno nacional,
departamental y municipal, señores guerrilleros,
señores paramilitares, señores capitalistas,
señoras y señores, firmarían ustedes el
siguiente Acuerdo Nacional de No-violencia?

Partes: 1, 2, 3
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