- El
caso de Alexander - El
diagnóstico: Síndrome de
Asperger - Apéndice
sugerido por la mamá de Alexander - Bibliografía
La Universidad
Digital:
Mina del Saber — Heraldo de la Educación, Exegeta
de la Salud…
La Universidad Digital ha cumplido cuatro meses. Durante
ese tiempo ha
ofrecido quince lecciones que en promedio llenan doce
páginas de información, cada una — Asimismo ostenta
cientos de tributos
recibidos, y ha contestado un igual número de preguntas
que nuestros "estudiantes" nos han hecho.
Ha sido labor exhaustiva y gratificante, a la
vez.
El propósito de este ensayo es el
de ilustrar el modo de cómo la Universidad Digital afecta
el crecimiento de quienes con ella, de alguna manera, se
asocian.
Comenzaremos hablando del Síndrome de Asperger,
condición que ha despertado la curiosidad y el interés de
muchos de nuestros visitantes frecuentes.
Las habilidades sociales y cognitivas que organizan
la
personalidad y el carácter de todo individuo, se
desarrollan continuamente a través de toda la vida. Sin
embargo, obstáculos genéticos o provenientes del
entorno pueden obstruir esta progresión, especialmente
durante etapas tempranas del desarrollo. Un
impedimento mayor de este tipo, hoy se reconoce como el
Síndrome de Asperger.
El Síndrome de Asperger (o SA) es una
condición neurobiológica y congénita que
afecta a un 0.25% de toda la población. SA forma parte del espectro del
autismo; porque
incluye en su presentación de síntomas, expresiones
de comportamientos que se manifiestan como deficiencias
pronunciadas en áreas sociales y de la
comunicación expresiva. A pesar de sus limitaciones
generales, las personas que son víctimas de esta
condición poseen inteligencia
normal o aún superior; a menudo, exhibiendo talentos
extraordinarios y creatividad
muy por encima de lo común.
Como entidad clínica, SA se ha conocido en
Europa desde el
año 1940. Pero, solamente se ha incluido en la nomenclatura
médica norteamericana desde el año 1994. Por esta
razón muchos niños y
adultos, víctimas de éste han permanecido sin
diagnóstico. Como resultado, SA permanece
una entidad relativamente desconocida y no muy bien entendida,
aún entre profesionales calificados.
Para muchos SA es un laberinto y aun un enigma sin
solución posible. La razón primordial para esto, es
que estos niños dan la apariencia de ser seres muy
inmaduros; detenidos en una dimensión temprana de su
evolución de la cual no pueden escapar —
siendo incapaces de progresar más allá de estados
de organizaciones
primitivas de su desarrollo, en las áreas sociales,
cognitivas y del lenguaje.
Las dificultades mayores para quienes sufren de SA
centran en el área crucial de la competencia
social. Por ejemplo, una característica prominente en el
desarrollo de niños muy jóvenes, es la del
egocentrismo — Ésta consiste en la inhabilidad de
reconocer que lo que otros piensan y sienten, es diferente a lo
que uno siente. Las personas que padecen del Síndrome de
Asperger permanecen en este estado de
egocentrismo, incapaces de interpretar los pensamientos y las
emociones de
los demás, o de sentir empatía. Esta
condición se ha designado como una "ceguera mental" — la
que consiste en la inhabilidad de imaginar los estados
emocionales de otras personas.
Consecuentemente, es muy difícil para ellos
formar amistades normales con individuos de cualquier edad.
Faltándoles esta capacidad para la empatía, los
pacientes de SA permanecen atrofiados emocionalmente. Un
inconveniente relacionado con este problema, es la inhabilidad de
descifrar señales, o mensajes emocionales, no
expresados verbalmente, como son típicamente las
expresiones faciales o las asociadas con el lenguaje
del cuerpo. Tales señales, de matices discretos,
permanecen incomprensibles para quienes sufren de SA.
(Véase mi artículo reciente:
Empatía).
Otra pieza del rompecabezas de Asperger, relacionada al
desarrollo cognitivo, es el de la capacidad de
concentración, o la capacidad de mantener la atención sostenida para poder procesar
y desarrollar un número diferente de tareas intelectuales
en un momento dado. Durante los años preescolares,
típicamente, los niños exhiben lo que se conoce
como la "centración;" lo que limita la capacidad de
procesar información recibida, a un fragmento de la misma
a la vez, y lo que pueden hacer, sólo muy brevemente. La
capacidad de poder procesar varios elementos
simultáneamente, o de permanecer enfocado sostenidamente
en un cometido, es producto de
una sofisticación cognitiva más avanzada del
desarrollo. Desdichadamente, la tendencia a la
"centración" permanece como parte íntegra del
repertorio de comportamientos del SA hasta que éstos se
convierten en adultos. Por esa razón, una etiqueta
diagnóstica que, a menudo se asigna a las personas con el
SA es la del Desorden de la Deficiencia de la
Atención.
Otra fracción importante en el acertijo del
Asperger está relacionada con el desarrollo del lenguaje.
En sus etapas tempranas, el desarrollo del lenguaje incluye el
comportamiento
conocido como el "habla telegráfica" — un modo de
expresión que se caracteriza por ser abreviado, y en el
cual palabras que no son esenciales se omiten. Las personas con
SA a menudo no progresan más allá de esta fase,
restringiendo más sus capacidades de comunicarse con
otros. La facilidad natural de la comunicación
social espontánea queda, generalmente, fuera de sus
posibilidades sociales. Para corregirlo, ellos deben de memorizar
guiones preparados de antemano, por medio de la repetición
o del trabajo
correctivo. Asimismo, durante el curso temprano del desarrollo,
los niños son delimitados y concretos en la
expresión de sus ideas. El lenguaje figurativo y
abstracto, la representación simbólica, los matices
discretos, los doble significados constituyen parte del
desarrollo más avanzado. Una vez más, puede
decirse, que el individuo con SA permanece en una etapa de
desarrollo inmaduro — la del literalismo textual.
Sofisticaciones lingüísticas como son el empleo de los
chistes, el
uso de los retruécanos y de las expresiones
idiomáticas son muy difíciles para ellos adquirir.
Aún las más básicas de las interacciones
sociales pueden convertirse en una experiencia
humillante.
Lógicamente, las víctimas del SA
encuentran dificultades enormes cuando hacen la transición
de la niñez a la adolescencia,
y más tarde hacia la vida de adultos, ya que no han
completado los requerimientos del desarrollo requeridos, o han
avanzado más allá de las etapas rudimentarias del
desarrollo del lenguaje; de los del desarrollo cognitivo y de los
del desarrollo
social. Como personas, estos individuos, tienden a permanecer
dependientes en sus padres o miembros de su familia de por
vida, sufriendo de ansiedades de separación y de
inseguridades — cuando tratan de vivir por sí mismos. El
hacerse de amistades con sus contemporáneos, la
formación de relaciones románticas, la oportunidad
para el matrimonio, la
tarea de ser padres, y la búsqueda de trabajo son
comúnmente cosas que permanecen por encima de sus
habilidades. (Véanse mis artículos acerca de la
Timidez y de la Ansiedad o Fobia Social).
En esencia, estas personas perseveran en muchas maneras
debilitantes, atascados en una dimensión primitiva de su
evolución total. Lo que traduce en la apariencia que
proyectan de ser adultos pueriles, tratando de vivir en un mundo
maduro, pero a la vez necesitando el soporte y el entendimiento
que se les proporciona solamente, a las personas que son
inmaduras.
Tarea tan penosa como ardua.
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