Resumen:
El presente artículo muestra el
análisis deductivo realizado por los
autores sobre el movimiento
humano, el mismo es realizado sobre la base de estudios
psicológicos y psicofisiológicos que permiten
analizar al movimiento humano como una función
psíquica superior.
Palabras clave: movimiento humano, función
psíquica superior, estereotipo dinámico.
The human movement a Superior psychos
function
Astract:
This paper shows the deductive analysis done by the
authors about the human movement, it is done taking into
consideration psychological and morphological studies that allow
analyzing the human movement as a superior psychos
function.
Introducción
El movimiento constituye parte importante de la conducta humana
manifestándose en la actividad de sus relaciones sociales.
El ser humano nace con un potencial de movimientos que
sólo en condiciones sociales podrá desarrollar
consecuentemente, para que esto ocurra necesitará de un
proceso
progresivo de estimulación.
El desarrollo de
los movimientos en el hombre debe
ser analizado y estudiado como el desarrollo de sus funciones
motrices, el movimiento como una función psíquica
superior.
Desarrollo
Las funciones psíquicas superiores constituyen
complejos procesos
autorregulados, sociales por su origen, mediatizados por su
estructura,
conscientes y voluntarios por el modo de su
funcionamiento.
La representación de los movimientos voluntarios
como actos reflejos ocurre bajo la influencia de todo un conjunto
de sistemas
aferentes, estos sistemas situados en varios niveles del aparato
cerebral incluyen el sistema de
señales
del lenguaje. Las
conexiones formadas sobre la base de estas señales
están incluidas en los mecanismos que forman el acto
motor
verdaderamente voluntario, determinan su dirección y controlan su curso. La planificación verbal y la
organización del acto motor constituyen una
peculiaridad específica propia de los movimientos y
acciones
voluntarias y de la compleja actividad voluntaria
desplegada.
La condición sociohistórica del ser humano
condiciona el desarrollo de sus procesos psíquicos. Los
reflejos naturales del niño (de succión, asir,
atrapar y otros) se reorganizan radicalmente por la acción
del trato con objetos. Se conforman nuevos esquemas motores, los
movimientos se van sometiendo a las propiedades y
características objetivas de ellos, lo mismo se debe decir
de la percepción
humana que se forma bajo el influjo directo del mundo objetivo de
las cosas. Los complejos sistemas de enlace que reflejan el mundo
de las cosas, requieren el trabajo
conjunto de muchos receptores y presupone la formación de
nuevos sistemas funcionales.
Las funciones psíquicas son sistemas funcionales
organizados complejamente, sociales por su procedencia, cuya
localización presupone su amplia distribución dinámica por toda la corteza cerebral. Por
ello se puede suponer que la base material de los procesos
mentales superiores es todo el cerebro en
conjunto, el cerebro como sistema altamente diferenciado, cuyas
partes garantizan los diversos aspectos del todo únicos.
Aquellos sistemas funcionales complejos de las zonas corticales
que actúan conjuntatemente y que constituyen su substrato
material no aparecen en forma terminada al nacer el niño,
y no maduran independientemente, sino que se forman con el
proceso de comunicación y de la actividad objetiva,
adquiriendo gradualmente el carácter de las complejas relaciones
intercentrales que Leontiev, A. N. (1959) propone designar como
órganos funcionales cerebrales.
Varias investigaciones
en la rama de la psicología infantil
(Zaparózhest, 1960; Galperin, 1957, 1959; Elkonin, 1960, y
otros) establecieron que en las etapas tempranas del desarrollo,
esta conexión de los procesos psíquicos superiores
con su base sensoriomotriz se manifiesta con especial
precisión, pero durante su desarrollo posterior dichos
componentes se condensan de forma gradual, aunque
continúan formando parte de dichos procesos.
Las funciones psíquicas superiores sólo
pueden existir gracias a la interacción de estructuras
cerebrales altamente diferenciadas, cada una de las cuales hacen
un aporte específico propio al todo dinámico y
participa en el funcionamiento del sistema, cumpliendo funciones
propias.
Vigostky, L. S. () y luego Leontiev, A. N. () mostraron
que en las etapas tempranas del desarrollo de las funciones
psíquicas superiores, dependen de la utilización de
signos de
apoyo externos y transcurren como serie de operaciones
desplegadas, solo más tarde se repliegan paulatinamente y
todo el proceso se transforma en acción reducida basada en
la palabra externa y más tarde en la interna. Estas ideas
luego retomadas por Piaget (1945,
1957) y Galperin (1937, 1959), señalan que en las etapas
sucesivas de su desarrollo las funciones psíquicas
superiores no conservan su estructura única, pero realizan
una misma tarea mediante distintos sistemas de conexiones que se
sustituyen el uno al otro.
La variación estructural de las funciones
psíquicas superiores en las distintas etapas del
desarrollo ontogenético, significa que su organización cortical no permanece
invariable, y que las distintas etapas se realizan por
constelaciones de zonas corticales diferentes.
Al realizar el estudio de la ontogénesis del
movimiento, queda delimitado, que éste se expresa a
través del desarrollo de su base motriz individual sobre
la base de las experiencias motrices precedentes, es decir en la
interacción y comunicación del niño con los
otros, permite plantear que la cultura motriz
es producto de la
vida y actividad social del hombre.
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