UNA APROXIMACIÓN A LA
REALIDAD
A un año de sus bodas de plata, la vigente
democracia
argentina no parece encontrarse a la altura de las necesidades. Y
para confirmarlo no hace falta escudriñar demasiado. El
déficit institucional argentino es profundo, y ello no
sólo se evidencia en lo concerniente al aparato estatal,
sino que se manifiesta en las distintas formas de organización colectiva, públicas o
privadas.
Si se considera que la democracia argentina se expresa a
través de la
organización, vigencia, desarrollo y
consolidación de partidos
políticos, resulta preocupante la fragilidad
estructural en la que éstos se encuentran en el presente.
Frente una pregunta no exenta de escepticismo, qué
responder cuando se pregunta ¿para qué sirven los
partidos políticos? Se suele decir que toda vez que algo
está en crisis, es
preciso volver a las fuentes. Y en
tal sentido, corresponde recurrir a la Constitución Nacional reformada en
1994.
En su artículo 38º, la Carta Magna
expresa que: <i>"los partidos políticos son
instituciones
fundamentales del sistema
democrático. Su creación y el ejercicio de sus
actividades son libres dentro del respeto a esta
Constitución, la que garantiza su organización y
funcionamiento democráticos, la representación de
las minorías, la competencia para
la postulación de candidatos a cargos públicos
electivos, el acceso a la información pública y la
difusión de sus ideas. El Estado
contribuye al sostenimiento económico de sus actividades y
de la capacitación de sus dirigentes. Los
partidos políticos deberán dar publicidad del
origen y destino de sus fondos y patrimonio."</i>
A través del texto
constitucional -y pese al grado de apatía social- es
posible advertir la labor medular de los partidos
políticos en lo que respecta al desarrollo y
consolidación del sistema democrático, desde el
cumplimiento de las siguientes funciones:
- Reducción de la incertidumbre resultante de la
complejidad social. - Vinculación de pueblo y gobierno.
- Asignación imperativa de valores en
la sociedad. - Reaseguro y reproducción de los valores
de la vida democrática. - Factor de estabilidad del sistema
político. - Factor de cambio y
evolución social. - Canalización de demandas de la sociedad civil
al ser conductos sociales para la articulación y
combinación de intereses diversos. - Difusión de ideas y valores, y socialización política de la
comunidad.
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