- Qué es
ecología - Qué es la
naturaleza - ¿Y el ser
humano? - ¿Qué es la
producción? - Productividad
capitalista y productividad ecológicamente
sustentable - El
planeta ha entrado en un proceso de rendimientos
decrecientes - Nuevo auge de la
esclavitud al servicio de la acumulación de
capital - Escasez,
abundancia y crecimiento de la
población - Palabras
sobre la idea de progreso - Las
comunidades ecológicamente
sustentables - Sobre lo radical
y el radicalismo: vía pacífica y vía
armada ¿Qué es la
revolución? - El
partido y los movimientos sociales - El eje
transversal de la VI Cumbre Social - La
organización de la producción, cuestión
sin solución, hasta ahora - Caracterización
del actual gobierno
Presentación corregida y ampliada de mi
intervención en la VI Cumbre Social en la mesa sobre
desarrollo
sustentable:
Hay un debate sobre
las alternativas frente al capitalismo y
se ha avanzado en el señalamiento de la necesaria ruptura
con las bases filosóficas, económicas, políticas
y culturales de la modernidad; con la idea de
progreso, del desarrollo
económico como fundamento del progreso, en general,
con los valores,
instituciones,
relaciones de poder y las
raíces más profundas de la sociedad
capitalista.
Esto se ha puesto en contrapunto con los fracasos del
socialismo
real. Nunca será suficiente todo lo que se diga en
esta dirección y nunca será
inútil. En esta intervención y en lo que vengo
haciendo en los últimos años, el acento está
puesto, no solo en la crítica
al capitalismo y al socialismo real (imprescindible, por lo
demás), sino en un modesto trabajo para
la construcción de algunos conceptos que
pretenden señalar otro camino, que puedan ser
útiles por lo menos para compartirlos con otros.
Aquí solo hay posibilidad para expresar unas cuantas
ideas, que forman parte de una investigación más amplia.
Qué es ecología:
El eje de mi reflexión es la ecología.
Conviene entonces una aproximación conceptual. Cuando
hablamos de Ecología, estamos hablando del conjunto de
relaciones, interrelaciones y complementariedades existentes en
el planeta tierra y entre
este y el universo.
Estamos hablando de las relaciones entre espíritu, mente,
cuerpo y naturaleza y
en general, estamos suponiendo que en nuestro planeta y en el
universo, todo
está vivo, es decir, la vida está mucho más
allá de la visión antropocéntrica del mundo,
lo que genera una visión donde el eje transversal es la
vida, toda la vida, una vida en la que espíritu y materia no son
objetos separados sino que están íntimamente
entrelazados. Una concepción que se fundamenta en la
interdependencia, las interrelaciones y complementariedades que
se dan entre todas las formas de existencia que se manifiestan en
el planeta tierra.
Por tanto, estamos alegando una ruptura con la
visión cartesiana sobre la prevalencia de la mente sobre
el cuerpo, sobre lo material. También con la visión
medieval que considera al cuerpo y la materia con un sentido
pecaminoso.
El "hombre" no es
el centro de la creación o del universo. Menos su
dueño. Esta es la visión
antropocéntrica, uno de los soportes del machismo, de
la explotación de los seres humanos y de la naturaleza y
de la civilización occidental. Lo que existe es la
igualdad y
fraternidad de todo lo existente y las más diversas formas
de interrelación, interdependencia y complementariedad. No
puede haber democracia
para los seres humanos si no hay democracia para toda la
naturaleza, específicamente en sus relaciones con los
seres humanos. En este contexto las relaciones de
dominación y explotación, no solo son injustas, son
antiecológicas, son contrarias a la manera como el
universo y la naturaleza funcionan, pues en ese contexto lo que
predomina es la cooperación en función de
la producción-creación de la vida.
El darwinismo social y la economía
neoclásica, uno de los fundamentos esenciales del neoliberalismo, están equivocados al
pregonar el egoísmo y la competencia
generalizada como fundamentos de la sociedad, la que no
sería más que una extensión del mercado. Eso solo
es cierto para la sociedad capitalista, que siglo tras siglo,
día a día, trata de imponer esos valores,
apelando generalmente a la violencia.
Todo lo existente está vivo. Somos hermanos de
toda la creación y todas estas formas vivas merecen
respeto.
Existe una igualdad esencial, lo que significa tomar distancia
del antropomorfismo.
Esta concepción que ha dominado y domina a las
sociedades no
capitalistas, tenía que ser condenada como
superchería irracional, para poder justificar y concretar
la explotación y destrucción de la naturaleza y por
supuesto de los seres humanos. Se constituyendo entonces la
idea moderna del hombre/individuo como
sujeto, y todo lo demás es transformado en cosa, en
objeto. Se va cumpliendo, en consecuencia, lo que vaticinó
el cacique Piel Roja,
Seattle: todo lo que le pase a la tierra le
pasará al "hombre".
Qué es la naturaleza:
¿Y el ser humano?:
- La naturaleza es concebida en las sociedades no
capitalistas como fuente de la vida y la vida misma y el ser
humano es también naturaleza. En las sociedades
capitalistas la naturaleza es convertida en recurso
económico, en materias primas a ser explotadas sin
límite, siendo esta visión capitalista la
raíz de la destrucción de la naturaleza y los
problemas
ecológicos que vivimos hoy. - En esa misma medida el ser humano es transformado en
recurso productivo, en recurso humano. Lo que tiene que
ver con la explotación, la degradación,
la pobreza
y la muerte
de las sociedades humanas como espacios de solidaridad y convivencia y la decadencia
espiritual, moral y
física
del ser humano.¿Qué es la
producción?: - Es decir, la naturaleza y el ser humano son
transformados en mercancías cuya principal cualidad es
la de poseer valor de
cambio.Los sujetos productivos:
- Vista desde la ecología, la producción
adquiere otra dimensión. Es un gran proceso
milenario de generación de la vida, de múltiple
creación en los distintos planos de la existencia:
espiritual, mental y físico. Proceso que se genera en
nuestro planeta, pero pleno de interconexiones cósmicas.
En este sentido las palabras producción y
creación son sinónimas. Producir es entonces,
producir ríos, océanos, montañas, ácidos
nucleicos, proteínas, atmósferas, árboles, animales y por
supuesto, a los seres humanos, hombres y mujeres. Con la
aparición de los seres humanos la producción
adquiere otras connotaciones tales como producir arte, literatura,
ciencia,
contactos con lo divino, afectos, tejido social, solidaridad;
bienestar, felicidad, esperanza, valores espirituales y
éticos; producir el futuro hoy, producir cultura. Por
supuesto, también es producir bienes y
servicios,
tal como lo señala la economía. Pero esta
producción económica sin el contexto productivo
ya señalado, puede dejar de ser producción para
la vida convirtiéndose en producción para la
muerte,
tanto del planeta como de los seres que lo habitan, como ocurre
con la producción bélica, los productos
transgénicos y toda la producción que contiene
elementos contaminantes. La producción, pues, es
producción de la vida, no simple producción de
bienes y servicios orientados al mercado, con el
propósito fundamental de obtener una ganancia y no para
satisfacer necesidades. - Las organizaciones,
sociedades y sujetos productivos pueden ser, por tanto,
plantas,
animales, seres humanos (lo que hace trascender la
producción hacia la esfera mental, espiritual, ética,
estética) y las más diversas
formas de la materia (partículas atómicas,
átomos, moléculas, células,
compuestos
orgánicos e inorgánicos, en forma gaseosa,
líquida o sólida, visible o
invisible). - Esta visión sobre la producción nos
abre caminos para volver a reconceptualizar la economía
y el desarrollo,
en términos de economía ecológicamente
sustentable y desarrollo
humano, entendiendo que todos los fenómenos son
esencialmente interdependientes, en consecuencia las acciones
económicas que se emprendan deben estar deliberadamente
concatenadas y rigurosamente subordinadas a la ecología,
pues la economía es un subsistema subordinado al gran
ecosistema
terrestre, de esta manera la economía se haría
conservacionista.
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